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El Realismo Mágico llega a la Pampa Chilena.

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     Durante el transcurso del año 2008, el ya consagrado escritor chileno Hernán Rivera Letelier publicó su novena novela titulada Mi Nombre es Malarrosa.  Pues como es habitual en su literatura, volvió a retratar el desaparecido mundo de las pampas salitreras de principios del siglo pasado, ubicando su argumento en los años cuando comenzaron a cerrarse estas comunidades tras la creación del salitre sintético; no obstante tal como queda detallado en la trama de este hermoso libro, sus habitantes y sociedad siguieron con su vida hasta que el sistema no pudo más y al final no les quedó otra que emigrar; de este modo una parte importante de la historia nacional, quedó fijada para siempre en esas áridas tierras pobladas por gente esforzada y maravillosa y la que gracias al trabajo de artistas como Rivera Letelier podemos llegar a conocer mejor.  Por otro lado, significativo viene a ser que en esta ocasión, el escritor hace uso del realismo mágico para contarnos la crónica de sus personajes, a través de la presencia de pequeños detalles sobrenaturales en la vida cotidiana y la que estos toman como algo normal dentro de sus vidas (características propias de este subgénero, que tiene entre sus máximos exponentes a Gabriel García Márquez y a Isabel Allende).
      De rápida lectura y de extensión breve como muchos de sus trabajos (no alcanza a llegar a las trescientas páginas), se trata de una obra en la que el drama y el humor se conjugan una vez más, a la par de personajes entrañables descritos con verdadero amor de su autor hacia ellos, quien sin duda los hace creíbles y queribles para el lector pese a sus debilidades.  Además una vez más nos encontramos con el tema de la chilenidad, caro a nuestra literatura, por cuanto no solo se habla acá de una parte relevante de nuestro pasado como pueblo, mencionándose personajes históricos y hechos precisos de la historia nacional, sino que el mismo lenguaje empleado en los diálogos sirve como identificación de la idiosincrasia patria (en cuanto a los términos coloquiales usados acá); de igual modo las costumbres quedan de manifiesto en las páginas de este librito que en más de una ocasión nos regala momentos inolvidables.

      “Y es que Saladino Robles, desde niño, jugara a lo que jugara, perdía: a las chapitas, a las bolitas, al volantín, a lo que fuera, siempre, indefectiblemente, terminaba perdiendo. Tanta era su mala pata que, ya de adulto, la primera vez que se decidió a dejar el juego (cuando conoció, se enamoró y se casó con su difunta esposa) para entrar a trabajar honradamente en la oficina San Gregorio, apenas alcanzó a durar cuatro años y ocurrió lo de la matanza. No quería aceptar lo que decía Oliverio Trébol sobre que la mala suerte, lo mismo que la buena, viene como un lunar de nacimiento.
       «Y no se quita ni con lejía, amigo Salado».
       Después se enteró de que la mayoría de los jugadores profesionales llevaban encima un talismán, o amuleto, o fetiche, algo para atraer la buena suerte. Entonces probó con varios. Primero se consiguió una pata de conejo que era lo más conocido. Y no dio resultado. Después ensayó con una imagen de San Constancio (por eso de que «el que la sigue la consigue»). Y tampoco. Aconsejado por un viejo minero, probó con una piedra de pirita. Fue en vano. Una vez encontró en el desierto una vainilla de bala de fusil de la guerra del 79, y alguien le insinuó que se la colgara al cuello como escapulario. Pero la bala, al parecer, era de los que perdieron la guerra. Y no hubo caso. En las mesas de las cantinas se le oía quejarse de que él no había «nacido parado», como se decía de los suertudos”.[1]
       Tal como dice su nombre, la narración trata acera de Malarrosa, una niña muy singular que por circunstancias fortuitas llegó a llamarse así, lo cual podría decirse que definió su vida como se suponen hacen los nombres.  La chica tras conocer la desgracia a muy temprana edad (la espantosa matanza de obreros de la oficina San Gregorio, a manos de los soldados mandados por el mismo Presidente al que la gente del pueblo llevó al poder creyendo sus mentiras, Arturo Alessandri Palma, la muerte temprana en su vida de su madre y la presencia o ausencia de un padre obsesionado con los juegos de cartas y alcohólico), se ha vuelto una personita callada y muy inteligente; posee además un don muy especial, el de maquillar a muertos y vivos de manera sobresaliente, además sabe escuchar como muy pocos lo hacen.  Por otro lado, pese al pusilánime de progenitor que tiene, esta lo adora y a lo largo de la novela vemos cómo su amor por él dignifica a ambos y a otros que tienen la suerte de conocerla.
      Paralelo a la figura de la pequeña, nos encontramos con otros dos personajes que comparten el protagonismo y cuyas vidas están unidas: el primero de esto dos viene a ser el mismo padre de Malarrrosa, Saladino Robles, un hombre cuya existencia fue la de un perdedor y alfeñique que no valía nada, hasta que la afortunada intervención de su cría lo rescata de su destino de perdedor, ya que le regala un objeto prodigioso que lo lleva a convertirse en uno de los mejores jugadores de baraja de los que se haya tenido noticia.
     Luego está el mejor amigo de Saladino, el hombre con alma de niño y de gran nobleza Oliverio Trébol, hábil boxeador bastante cotizado por los adictos  a este sangriento deporte y a quien Malarrosa ama en secreto como a su enamorado platónico.  De físico imponente y la cara picada de viruelas, Oliverio quiere casi como a una hija a la chiquilla y la protege con su corazón, al igual que a su padre.  Por otro lado, este tipo llega a ser de esos que se enamoran hasta la médula, hasta que los hechos fortuitos lo hacen conocer a quien sería su amor más valioso, desde que tal como cuenta la narración, inició su pasión por ciertas mujeres a muy temprana edad.
Hernán Rivera Letelier.
     Pero no solo es este trío el que destaca en la novela, pues hay otros personajes que acaparan la atención de uno, como lo son la anciana que regenta el único colegio de Yungay, la señorita Isolina del Carmen Orozco Valverde, una de esas profesoras que creía en la pedagogía de “La letra con sangre entra” y de esas católicas viejas; pues esta pese a su personalidad seca, también adora a Malarrrosa y el sentimiento le es correspondido.
     Luego nos encontramos con un personaje que llega de manera inesperada al pueblo y a la atención del lector, el homosexual afeminado y transformista Morgano, quien llega a trabajar en uno de los dos prostíbulos que habían en Yungay, bajo el nombre artístico de Morgana la Flor Azul del Desierto; pues este cobra gran fama y éxito con su show de charlestón.  Al principio cuando se introduce a Morgano, llama la atención la supuesta homofobia con la cual el narrador se refiere a este con palabras, que hoy en día no son consideradas como políticamente correctas, tales como maricón y otras aún más despectivas; no obstante hay que contextualizar el vocabulario, pues se trata de una época en la cual aún no había aparecido los vocablos de gay y LGTB, cuando aún habían muchos prejuicios respecto a las minorías sexuales y faltaba aún mucho para eso del orgullo gay (bueno, para ser sinceros todavía quedan algunos, pero en menor medida).  No obstante pese a su rol tan estereotipado, Morgano se vuelve alguien querido entre quienes lo rodean y hasta da pie para una historia de amor que nadie se la veía venir.

      “El único respiro que se dieron los jugadores esa noche fue para asomarse a ver la actuación de Morgano. El salón principal estaba repleto. A la hora del espectáculo, el maricueca fue anunciado con el rimbombante nombre artístico de ¡Morgana, la Flor Azul del Desierto! Entonces, se apagaron las luces. Los hombres, como siempre ocurría en tales circunstancias, comenzaron a gritar, a golpear las mesas y a hacer escándalo.
Cuando se iluminó el escenario y apareció lo que apareció, fue apoteósico. Ninguno podía creer lo que veía. A nadie le entraba en la cabeza que esa maravilla que fulguraba ahí arriba fuera el mismo marica sin gracia que minutos antes se paseaba entre las mesas acarreando copas y botellas. La transfiguración era total. El sol que destellaba sobre el escenario era una mujer protuberante, sensual, bellísima: lucía una peluca plateada que le llovía sobre los hombros como una cascada de champagne, calzaba unos delicadísimos zapatos tacos de aguja que estilizaban y realzaban aún más su figura, y vestía un traje de terciopelo azul, constelado de lentejuelas, que se amoldaba a un cuerpo largo, delgado y sinuoso, como de serpiente. Apareció fumando en una larga boquilla de cristal, refulgiendo un tintineante ornamento de aretes, collares y pulseras. Sin música, en medio de un silencio casi de iglesia, con los hombres contemplándola con la boca abierta y los ojos de orate, se paseó por el escenario cimbreando sus caderas redondas, batiendo sus pestañas como abanicos y lanzando miradas que hacían ulular de ardor a los asistentes. Sin dejar de fumar y soplar besos con su boca roja, húmeda, acorazonada, se paseó un instante de un lado al otro del proscenio, se paseó con la confianza de un mago mostrando las mangas y el sombrero: nada por aquí, nada por acá; aquí no hay trucos ni engaños, todo lo que ven es auténtico, real, efectivo. Y, en verdad, allí no había ningún pelo de hombre, ningún órgano de varón, ningún olor a macho, sólo una mujer, una bella y legítima mujer, o el espejismo de la más bella hembra que ojos de pampino habían visto jamás por estas comarcas de desolación, se lo juro, paisita, por las recrestas”.

     También dentro de los curiosos personajes que aquí pululan, se pueden mencionar al excéntrico fabricante de ataúdes don Uldorico, un callado hombre que siempre anda vestido de oscuro y llevando una huincha para medir a sus futuros clientes; a su vez está Rosalino del Valle, más conocido como el Vendedor de Pájaros (a quien luego le haría el autor su propia novela en 2014 y llamada justamente El Vendedor de Pájaros), un sujeto que llega a la pampa cargado con sus jaulas, en las que trae a sus aves de varias razas y colores para venderlas a quien se  interese por ellas; e Imperio Zenobia, la dueña del Poncho Roto, el último prostíbulo que cierra en Yungay, quien trata a sus empleadas como hijas  y es el alma de la vida social del pueblo.  Por supuesto que hay otros que podría poner en esta lista, no obstante dejo al posible futuro lector que los vaya descubriendo por su cuenta, para que no pierda el placer de la novedad.
     La matrona mencionada arriba, nos trae la presencia de las prostitutas, tan destacadas en la narrativa de Rivera Letelier desde el título que le dio la celebridad en Chile y el extranjero: La Reina Isabel cantaba Rancheras (1994); de hecho, esta famosa meretriz es mencionada casi al final del texto.  Pues acá nos volvemos a encontrar con la puta de buen corazón y que en el caso de las aparecidas en esta obra, resultan ser mujeres que dan una alegría a los sacrificados mineros del salitre que vas más allá del hecho del plano erótico; es así que en esta faceta tan humana y cordial suya, muchas de estas se hacen grandes amigas de Malarrosa, a quien acogen sin vacilaciones, incluyendo la misma regenta del lupanar.
      Muy relacionado con el mundo de la prostitución, aparece el tema de la sexualidad y que toma un cariz imprevisto en Malarrosa, quien a sus jóvenes trece años posee una figura y una belleza que ya algunos admiran y desean.  Es cuando el libro se pone algo “polémico” en términos más conservadores, pues en determinado momento de la narración la chica toma conciencia de esta faceta suya y decide sacar provecho de ello; pues bien, esto contrasta con la imagen angelical que en un principio nos dan de ella, una luz de esperanza para su padre y su querido Oliverio y que forma parte de su naturaleza de alguien extraordinario.
        Un simbolismo bastante recurrente a largo de esta historia, viene a ser la idea del espejismo, no tanto como algo engañoso, sino que como algo incorpóreo y pasajero.  Pues en repetidas ocasiones Malarrosa percibe desde su atenta mirada, esta cualidad del mundo en que vive, algo que nosotros como lectores cultos del siglo XXI tenemos claro que tiene sus días contados y que la belleza de esas tierras áridas que representa toda su gente, pronto ya no tendrá cabida.  Espejismo es Morgano que siendo hombre se convierte en la falsa mujer, una de las más deseadas de toda la pampa; espejismo es también la propia Malarrosa, que obligada por su padre viste como niño para que no la miren más de la cuenta; otro espejismo es la imagen de vida que otorga la niña a los muertos que maquilla; y espejismo es por igual Saladino, quien poco a poco va convirtiéndose o disfrazándose del hombre al que le robó su suerte.

        “Y eso mismito era Yungay: un espejismo aparecido en lo más duro del desierto de Atacama, producto de la ambición desmedida de un general llamado José María Pinto Pereira, quien a principios de siglo pidió esos terrenos al gobierno como una manifestación minera”.

      “«Don Lucindo dice que quieren hacernos creer a nosotros mismos, los sobrevivientes, que somos el espejismo de un espejismo», dijo formal el niño. «Que por eso la gente se niega a llamar Renacimiento a la oficina y sigue nombrándola San Gregorio, como una forma de demostrar a los asesinos que nadie se ha olvidado de los caídos»

      Una vez que llegamos al precioso final, que podríamos tildar de agridulce, se nos regala un breve epílogo (y que en mi caso no fue de mi gusto, pues hubiese preferido que el escritor hubiese dejado todo como estaba antes de leerlo) y que de igual modo juega con esta idea del espejismo, ya que lo que acá se cuenta no queda claro de si es real o solo es un rumor.  Es así que queda a cada uno decidir cuál fue el verdadero destino de Malarrosa.




[1]Marco en negrita las palabras y/o expresiones  propias del español de Chile.


Preciosa portada de una edición extranjera.

La Mujer Maravilla de George Pérez (quinta parte y final).

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     Tal como se dijo en la primera parte de esta serie de post dedicados a la etapa de George Pérez, al mando de los cómics de la Mujer Maravilla, en 1991 se orquestó una importante saga que tuvo a Wondy como personaje principal, además de la participación de buena parte de otros superhéroes deceístas y entre los cuales por supuesto destacaron varios de ellos (en especial los relacionados con el mundo mágico como Shazam y Animal Man).   Fue además lo último que escribió  Pérez para la amazona, aparte de los respectivos números de su coleccionable ambientados durante los eventos de esta crisis, pues estaba bastante descontento con la empresa, ya que consideraba que le había quitado importancia a su proyecto y por ello terminó por abandonarla durante una buena cantidad de años; el motivo de su malestar y autoexilio se debió a que ese mismo año, prefirieron darle mayor relevancia a la otra miniserie que se gestionó, Millenium, la que contó con mejor publicidad y desarrollo con más números relacionados que esta otra.  Por otro lado, salvo las preciosas portadas que diseñó, dejó a otros dibujantes la labor de realizar las viñetas de los cuatro números con los que contó La Guerra de los Dioses, de modo que en esta ocasión volvimos a contar con el arte de Romeo Thangal y Cinthia Martin, quienes ya habían hecho su contribución para las revistas mensuales de Diana.  Tras acabar esta saga, Pérez firmó su última entrega para la guerrera inmortal con el número 62, el que justo venía inmediatamente después de la miniserie. Como regalo a los lectores que compraron los cuatro tomos originales, estos venían de regalo con mini posters exclusivos, de seguro hoy en día todas unas reliquias para los coleccionistas.
       Pues debe saberse que detrás de la crisis que casi llega al punto de destruir el universo entero y que involucra a una serie de dioses de diversas religiones (entre griegos, romanos, nórdicos, africanos, sumerios y hasta alienígenas como thanagarianos, entre otros), se encuentra nada menos que la mayor de las enemigas a las que le ha tocado enfrentar hasta ahora a la Mujer Maravilla post Crisis, la bruja Circe y a quien fue incapaz de derrotar por sí misma en su primer encuentro (ya que solo gracias a la intervención del dios amigo suyo Hermes, pudo salir con vida de este enfrentamiento).  No obstante cuando el poder ahora reunido de la hechicera llega a ser casi inconmensurable, la princesa demuestra ante todos la calidad de su valor sobreponiéndose a su propia fragilidad y apoyada por todos sus aliados y compañeros, consigue la victoria…si bien antes de todo ello mucho debe pasar  para que la villana caiga.    En pocas palabras, el plan de Circe consiste en despertar de su largo sueño a una serie de divinidades y engañar a otras para con la energía resultante del conflicto, reiniciar la realidad a su gusto; es por esta razón que nuestros superhéroes se deben ver frente a tales seres, supuestamente mucho más poderosos que ellos y razón por la cual ante una amenaza tan grande, queda de manifiesto que no hay límites para que la nobleza del corazón supere los infortunios.
      Muchos tienen que cumplir un papel predeterminado en los eventos, siendo que solo Wondy de la llamada “Trinidad” de DC resulta en verdad significativa (Superman y Batman sí aparecen, pero en verdad son otros los justicieros que aquí brillan); es así que aparte de los mencionados Shazam y Animal Man, Firestorm, Acuaman, la Doctora Fate, Troia y Hielo cumplen con un rol destacado dentro de todo esto; de igual manera nada menos que Lobo y el Escuadrón Suicida tienen un destino que cumplir, dando muy divertidos momentos a la lectura.  En todo caso debe reconocerse el rescate que se hace acá de un personaje olvidado, el Hijo de Vulcano, quien viene a ser quizás el principal aliado que llega a tener la amazona y sin cuyo apoyo de seguro habría sido imposible derrotar a la bruja; por otro lado, destacable es que uno de los arcos argumentales secundarios más atractivos de esta miniserie, viene a ser el enfrentamiento entre dioses griegos y romanos por el Olimpo, siendo Wonder Woman nada menos que la campeona de los primeros y originalmente el Hijo de Vulcano de los segundos (dándole el ejemplo a sus dioses al trabajar juntos, mientras estos otros peleaban entre sí).  De igual manera acá resalta también la figura de Harmonía, personaje mítico, hija del propio Ares (el primer gran enemigo al que se enfrentó la amazona dentro de esta continuidad), quien ya había aparecido por lo menos en dos ocasiones en la cabecera de la Mujer Maravilla; es así que la preciosa diosa también resulta valiosa para que los buenos consigan su objetivo.
      Para darle su sentido más mítico a esta historia, su creador comienza todo con la presencia de las Moiras, quienes de igual manera ya habían aparecido en un guión anterior para Diana.  De este modo con su figura, nos encontramos con el tema del destino que cada uno debe cumplir (idea tan griega, tal como la recoge George Pérez para sus lectores).  Luego viene nada menos que Circe, con sus triquiñuelas que la muestran como una mujer que no puede ser más opuesta a los ideales de Wondy (incapaz de amar, manipuladora, soberbia y para quien los demás están por debajo de ella, a los que pisotea sin dudarlo en su camino si es necesario), al comienzo de su plan para convertirse en la dueña absoluta de la creación.  Y recién entonces, poco a poco, van apareciendo una gran cantidad de paladines con sus combates personales y por último junto a sus compañeros para enfrentar esta “guerra sagrada”.
      Aparte de Circe, nos volvemos a encontrar con otros enemigos ya clásicos de la Mujer Maravilla: Fobos, Eris y hasta Ares, todos ellos potenciando este carácter épico a la trama (si bien el Dios de la Guerra, va mucho más allá de ser otro malo en lo que concierne a este conflicto).   A su vez nada menos que Darkseid, el soberano de Apokolips, tiene sus momentos junto a otros Nuevos Dioses, en lo que concierne a estos acontecimientos.
      Teniendo en cuenta el carácter de “Crisis”, como ya es tradición en las grandes historias deceístas que involucran a un montón de sus personajes, su autor opta por usar también a Pariah, Lady Quarck y Lyla, todos ellos relevantes en la famosa Crisis en las Tierras Infinitas; pues debe recordarse que en esta miniserie capital el mismísimo Géorge Pérez participó como dibujante cuando se reseteó el Universo DC y del cual luego siguió modernizando detrás de los éxitos de la Mujer Maravilla y los Jóvenes Titanes.
      Para quienes hayan tenido la dicha de leer además La Noche más Oscura (2009), una de las mejores sagas de Linterna Verde y que por supuesto también involucró a gran parte de los personajes de DC, puede llamar la atención que de seguro su guionista Geoff Jhons se inspiró en La Guerra de los Dioses para su idea de ver resucitados y en forma de zombies, a varios superhéroes y villanos ya tiempo fallecidos.  De este modo las viñetas que retratan el ataque de los muertos vivientes a los justicieros, provienen de la mente de George Pérez y que su colega más joven actualizó con el efecto más gore y violento que hoy en día es del gusto del público lector.   Por lo tanto queda detallado que si bien olvidada y desconocida por muchos, la miniserie ideada por Pérez viene a hacer escuela a la hora de cómo armar una trama colosal como esta, que no carezca de todo tipo de emociones y buenos momentos.
      Ya terminando con mis entradas acerca de estas verdaderas joyas en la cronología de la más grande de todas las superheroínas (lo siento, Marvel, no obstante es la verdad), solo lamento que Ediciones Zinco, gracias a la cual he podido leer esta colección, no alcanzó a sacar todo lo concerniente a ella.  Pues dejó un paréntesis de al menos diez números entre la serie regular y La Guerra de los Dioses, de modo que tengo un vacío al respecto.  Años después Planeta de Agostini editó en tomos compilatorios, tipo libros, toda la etapa y por supuesto en el último volumen deben estar estas aventuras aún desconocidas para mí, sin embargo no he tenido acceso a ello.  En todo caso en nuestra lengua ahora ECC tiene los derechos de estos cómics y de seguro ya sacó o en algún momento reeditará tales historietas.
     En cuanto a la edición que tengo de La Guerra de los Dioses, por desgracia no pude conseguirme la que en su momento publicó la fenecida Zinco, que lo hizo allá por el siglo pasado en esos tomos prestige, que al menos a mí tanto me gustan.  En cambio poseo la menos agraciada versión de Planeta de Agostini, en tapa dura y papel couché bajo su colección Sagas DC… ¡Y donde cometieron el sacrilegio de nada menos que escanear una vieja edición a falta de material mejor, de modo que los colores de su compilatorio resultan deslavados y en algunos casos los dibujos se ven horribles!
      Antes de cerrar, les cuento que se hizo un motion comic de la primera miniserie de George Pérez para Wonder Woman, tal como se ha hecho en los últimos años con varias novelas gráficas célebres de DC y Marvel.  Quienes no conocen ese formato, deben saber que lo que hace es tomar las viñetas originales y bajo un proceso computacional que en todo caso está basado en técnicas que ya venían de los sesenta (¿Recuerdan los primeros shows animados marvelitas dedicados al Capitán América, Thor, Namor, Iron Man y Hulk?) les otorgan movilidad, aparte de que los diálogos son interpretados por actores, usándose además efectos sonoros y música.  En todo caso no he pillado tal adaptación por estos lares y tampoco sé si está para descargar online (igual no me sirve si no está al menos subtitulada). 


















Un cuento de hadas para adultos.

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I- La novela.

       Todo un caso atípico dentro de la narrativa de fantasía actual, viene a ser la segunda novela en solitario del multipremiado escritor y guionista británico de cómics Neil Gaiman, titulada Stardust (en nuestra lengua Polvo de Estrellas, si bien en sus traducciones al español se ha optado por conservar la palabra inglesa), ya que en realidad esta tuvo primero su versión en novela gráfica antes de pasar al formato literario.  Es así que la historieta bellamente ilustrada por Charles Vess, apareció bajo el sello Vertigo de la línea adulta de DC en 1997 y solo recién en 1999 su autor la publicó en formato libro.  No obstante tal como ha quedado claro para quienes hemos leído a Gaiman en ambos tipos de expresiones artísticas, su talento es lo suficientemente versátil como para apreciarse en todo su esplendor en cualquiera de estas dos modalidades: pues nos entrega una historia en apariencia sencilla, con personajes atractivos y momentos de gran humor, como otros sublimes, tal como quienes ya nos tiene acostumbrados.
      Escrita como un homenaje a escritores compatriotas suyos tales como Lord Dunsany y C. S. Lewis, retrata la existencia de un mundo sobrenatural poblado de todo tipo de criaturas mágicas (entre brujas, duendes, gnomos, hadas y otros propios de la rica tradición folclórica europea), que está a la vuelta de la esquina de la sociedad humana y la que en este caso concreto sabe de su existencia, aceptándola como algo normal.  No obstante ambos mundos viven separados en una especie de armonía donde hay reglas para su convivencia, cada una desde el lugar que le corresponde, salvo un significativo evento que se da cada nueve años y donde ambos grupos de personas se permiten el intercambio cultural: nada menos que una feria en la cual gente proveniente del “otro lado”, llega hasta el bucólico pueblo de El Muro (que marca el límite entre seres mágicos y humanos) para ofrecer sus más increíbles maravillas.
      El texto parte con un capítulo inicial a manera de introducción, donde se nos aclara cómo funciona todo dentro de esta ficción, contándonos de una manera exquisita la historia del padre del protagonista y de su verdadera madre, acerca de los sucesos que llevaron a concebirlo.   Este capítulo y los siguientes están titulados a manera de las viejas narraciones, donde en unas pocas líneas se resume el contenido de sus páginas.  Ejemplo:

     “Donde se narran principalmente los eventos acaecidos en la zanja de Diggory”.

      Con posterioridad buena parte del libro se centra en el verdadero protagonista, Tristan Thorn (cuyos nombre y apellidos no pueden ser más simbólicos, ya que por un lado Tristan es como se llamaba uno de los valerosos caballeros de la Mesa Redonda del Rey Arturo, lo que acentúa el carácter épico del personaje, mientras que Thorn en inglés es espina, término vegetal que bien puede aludir a su naturaleza más especial y que a medida que va avanzando la trama es descubierta con placer para el lector; por otro lado, como quienes conocemos los trabajos de Gaiman en el mundo de los cómics y en especial los relacionados con superhéroes, la misma letra con la que comienzan ambas palabras, es algo propio de estos personajes más emblemáticos: tal cual Guy Gardner- Linterna Verde-, Peter Parker- Spider-Man- y Bruce Banner-Hulk- por no mencionar otros ).   Es así que este muchacho que aún no llega a la mayoría de edad, para cumplir una promesa de amor hecha a la muchacha de la que cree estar enamorado, cruza cual los héroes del mito y las leyendas el umbral que separa ambos mundos para adentrarse en las desconocidas tierras de lo sobrenatural.  Y allí lo esperan un montón de aventuras que ponen en jaque su inteligencia, integridad y constancia, a la par de que hace nuevos amigos (que le prestan su valioso apoyo) y también se encuentra con uno que otro villano (en realidad villana) que le dificulta en parte el cumplimiento de su misión.
       Mientras se sucede el periplo de Tristán, van apareciendo una serie de curiosos personajes que aun cuando su intervención no ocupa gran parte de la narración en la mayoría de los casos, pues la novela tiene poco más de 250 páginas de extensión, se hacen atractivos al lector en su particularidad (por ejemplo un “hombrecillo peludo”, tal como es mencionado en el libro y del cual nunca llegamos a saber su nombre, un árbol parlante, el capitán de un barco volador que caza rayos entre las nubes, un unicornio, etc.).  En general se trata de individuos amables y de buen corazón, tal como los habitantes del pueblo de El Muro y que viven su existencia sin mayores complicaciones.  No obstante es en el caso de los llamados “malvados”, que el escritor se esmera para crear y describirnos sujetos más complejos, ya que su supuesta villanía posee cierto rasgo de humanidad que aún al cometer estos actos detestables (tales como asesinatos), poseen uno que otro rasgo que no los convierte en desalmados por completo; es así que el propio ingenuo e inexperto Tristán confraterniza con uno de estos, pues se gana sus respetos.
      El precioso nombre que da título a esta obra, tiene relación con el hecho de que lo que va a buscar al otro lado su protagonista, es nada menos que una estrella que ha caído en tal lugar.  Pues grande es su sorpresa, cuando se entera que dicho astro tiene forma de mujer, una muy bella por cierto y la cual lo desprecia con todo su corazón por ser el responsable de su infortunio (pues tiene un pie quebrado y debe seguirlo en contra de su voluntad, para que este pueda conseguir el sí de la chica de sus ojos).  No obstante a medida que todo va transcurriendo, ambos viajeros se van conociendo y es posible que ahora el diálogo entre ambos vaya siendo mejor desde ambas partes, naciendo el verdadero amor en vez de la ilusión del enamoramiento que tuvo antes el chiquillo.   En este sentido,  importante vienen a ser los temas del crecimiento personal y del perdón, que se dan acá tanto en la figura de Tristán como de la estrella, cuyo verdadero nombre viene a ser Yvaine; al respecto, el autor nos regala algunos de los pasajes más hermosos de toda la novela, como cuando Yvaine termina perdonando a la Reina Bruja que durante buena parte de su odisea la estuvo atormentando.
      Como en los escritos clásicos de este tipo de literatura, también nos encontramos con una serie de elementos habituales que Gaiman recoge con gran amor hacia los libros y las historias de sus precursores y los que deseó homenajear a través de Stardust.  Es así que nos encontramos en esta ocasión con una serie de objetos mágicos que regalados a Tristán, le permiten cumplir su objetivo, tales como una flor de cristal y una vela muy singular.  De igual manera el uso de la palabra empeñada, relacionada con el concepto del honor tan valioso para los antiguos y que también está presente en estas obras, se haya aquí, en especial cuando se ha contraído un tipo de deuda con quien le ha hecho un importante favor a uno (tal como salvarle la vida o darle cobijo).  Lo sobrenatural abunda en las páginas de esta joyita.

      “— ¡Ojos, ojos! ¡Ojos nuevos a cambio de viejos! —gritaba una mujer menuda ante una mesa cubierta de botes y jarras llenas de ojos de todo tipo y color.
      — ¡Instrumentos de música de cien tierras distintas!
      — ¡Tonadas de penique! ¡Canciones de dos peniques! ¡Himnos corales de tres peniques!
     — ¡Prueba tu suerte! ¡Adelante! ¡Responde a un simple enigma y gana una flor de viento!
     — ¡Lavanda eterna! ¡Tela de campanillas!
     — ¡Sueños embotellados, un chelín la botella!
     — ¡Capas de noche! ¡Capas de crepúsculo! ¡Capas de tarde en tarde!
     — ¡Espadas de fortuna! ¡Cetros de poder! ¡Anillos de eternidad! ¡Cartas de gracia! ¡Por aquí, por aquí, adelante!
     — ¡Salvias y ungüentos, filtros y remedios!
     Dunstan se detuvo ante un tenderete cubierto de ornamentos de cristal; examinó los animales en miniatura, preguntándose si comprar uno para Daisy Hempstock. Cogió un gato de cristal, no más grande que su pulgar. Con un gesto de sabiduría, el gato le guiñó un ojo y, sobresaltado, Dunstan lo soltó; se retorció en el aire como un gato de verdad y cayó sobre sus cuatro patas. Luego se dirigió hacia un rincón del tenderete y empezó a lamerse”.

      Hay una pequeña cuota de erotismo, lo mismo que de descripciones más o menos sangrientas y que no hacen de este título algo para recomendárselo a un pequeño (por esa misma razón en primera instancia, apareció como cómic en Vertigo, línea famosa por sus obras de más subido tono y sofisticación que las más masivas publicaciones de DC); no obstante salvo esos detalles, todo está escrito pensando en el niño que tenemos dentro y que gusta de aventuras como estas, cargadas de aventuras, romance, risas y un final feliz en el cual además el héroe consigue su premio (en realidad más de uno).  Tampoco se puede olvidar el leiv motiv del supuesto amor imposible, entre sujetos que en apariencia no pueden estar juntos, porque son de mundos distintos.  En todo caso debe afirmarse que un artista como Neil Gaiman otorga al precioso desenlace,  un lirismo que solo las grandes narraciones pueden tener y con una importante reflexión: obtener la felicidad depende de nosotros mismos.
      Cabe mencionar que el libro transcurre en una época histórica precisa, en el siglo XIX, durante el reinado de la reina Victoria de Gran Bretaña, años ricos en lo que viene a ser el desarrollo de muchas de las grandes historias escritas por sus narradores.  De este modo los guiños hechos por el autor a tales tiempos, viene a ser otro recurso que otorga a su novela el carácter de heredera de la narrativa en la que quiso enmarcarla.

     “Charles Dickens publicaba por entregas su novela Oliver Twist; Draper acababa de tomar la primera fotografía de la luna y congelaba su pálido rostro, por primera vez, sobre frío papel; Morse había anunciado un sistema para transmitir mensajes a través de cables de alambre”.

II- La película.

      Tal como muchos de sus colegas actuales de gran fama gracias a sus relatos, Gaiman apenas ha sido considerado por Hollywood y el cine en general a la hora de hacer adaptaciones fílmicas de tales escritos; incluso la televisión también ha desaprovechado esta rica fuente de historias inolvidables y solo recién el año que viene por fin HBO estrenará en formato serie o miniserie la versión audiovisual de Dioses Americanos (bueno, hay una versión para a pantalla chica de Neverwherehecha por la BBC, la que por supuesto no llegó a estos lares).   En cuanto al séptimo arte, salvo la preciosa Coraline y la fallida Máscara de los Sueños que contó con un guión original suyo no hay más al respecto…Además de, por supuesto, la cinta basada en Stardust.
      Fue estrenada en 2007 y tuvo un elenco de primera que tuvo entre sus filas a verdaderos consagrados, que ya habían incursionado en el cine de género como Peter O` Toole, Michelle Pfeiffer, Robert de Niro y Rupert Everett.  En ella también aparecen jóvenes promesas tales como la ya por entonces veterana Claire Danes (en el papel de Yvaine) y como su coprotagonista Tristan al guapo Charlie Cox, en un registro histriónico tan distinto al que en verdad le dio la fama como Daredevil/Matt Murdock, en la serie de Netflix sobre el llamado Hombre sin Miedo; de igual manera aparece en un papel menor e irreconocible nada menos que Henry Cavill, mucho antes de que se convirtiera en el actual rostro y cuerpo de Superman desde que filmó El Hombre de Acero.  A este genial cuadro se agrega otra estrella, nada menos que Sir Ian McKellen (el recordado Magneto anciano de X-Men:Días del Pasado Futuroy las tres primeras cintas de la saga de los mutantes) como el narrador, personaje exclusivo de la película.
      En lo que concierne al apartado artístico de este filme, no es insignificante el detalle de que su director y coguionista resulta ser un nombre que en la actualidad está entre los grandes de los cineastas, especializado además por llevar con maestría varios títulos del cómic a la pantalla grande: Matthew Vaughn, quien nos regaló entre otras joyas Kick-Ass y X-Men: Primera Generación.
     Y ahora yendo de lleno a la película misma, pues quien espera una adaptación calcada al libro, mejor que no la vea, si es de los que se niegan a aceptar que una cosa es la literatura como expresión artística y otra el cine.  Pues la cinta se permite ser una obra autónoma que de la mano de Vaughn, cambia varias cosas de la narración, entre ellas eliminando personajes (como la madrastra de Tristán y su media hermana), además de potenciar otros otorgándole hasta nombre (tal como sucede con el simpático capitán Shakespeare, a cargo del barco volador que recoge en las nubes a los protagonistas),
     Llena de efectos especiales y un muy cuidado diseño de arte que implica preciosos escenarios hechos para transportarnos a este mágico mundo, además de bellos paisajes reales, fue realizada como un largometraje de corte familiar, gracias a que se dosificó el nivel de violencia (si bien se mantuvo cierta picardía en el guión).  No obstante se mantuvo el tono humorístico, agregándose varios otros que no estaban en las páginas de la novela; sin embargo se extrañan los aspectos más poéticos de la narración, tales como la conversación reveladora de Tristan con Victoria apenas regresa a su hogar.
     En general esta adaptación es recomendable, entretiene y hasta puede ser considerada como una digna película, sobre una novela que como historia supera con creces el esfuerzo de sus realizadores (tal vez por la genialidad con la que cuenta todo el propio Neil Gaiman, algo difícil de llevar al plano audiovisual).

Marvel para toda la familia.

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     Todo un caso aparte dentro de las múltiples adaptaciones animadas para la televisión de cómics Marvel, viene  a ser The Super Hero Squad Show (2009-2011), conocida en Hispanoamérica como El Escuadrón de Superhéreos, ya que viene a ser la única de estas producciones actuales dirigidas a un público infantil de menor edad que otras del mismo estilo (pues por lo general están pensadas para un auditorio cercano a los diez años de edad, preadolescente y adolescente).  Al respecto se debe tener en cuenta que estamos hablando de un programa infantil tal y como se entiende hoy en día, el cual resulta en muchos sentidos más sofisticado que títulos del pasado como los shows de La Mujer Araña (1979) y Spiderman y sus Sorprendentes Amigos (1981), que como varios de estos casos caían en infantilismos tales como guiones de escasa calidad y personajes unidimensionales, con los típicos mensajes moralistas, entre otros “defectos” habituales de aquellos años.  Puesto que una vez que gracias a la influencia del animé, los gringos por fin asumieron que los cartoon no son algo hecho en exclusiva para los menores de edad, comenzaron a surgir ya a mediados de los ochenta una gama de títulos más complejos, con varias lecturas e intertextualidades que pudiesen ser apreciadas además por gente con criterio formado (desde los recordados Thundercats ochenteros a Gargoylesa principios de los noventa, hasta que luego ya fue habitual mantener en muchas producciones estos patrones de complejidad).
      El programa que hoy nos detiene a su análisis y recomendación, viene a estar dirigido en una primera instancia a pequeños de edad preescolar o un poco mayores, debido a su estética que entra a la vista apenas se está frente a sus personajes: pues estos aparecen dibujados con cuerpo más pequeño que de lo normal y cabeza más grande, más o menos en la misma línea de lo que los japoneses llaman Super Deformed (abreviado como SD); no obstante todo esto no llega a la exageración nipona y además se agregan varios detalles a sus trajes que en muchos casos son calcados a las versiones originales y además tampoco se les quita su aspecto musculoso (incluso los personajes femeninos salen bastante voluptuosas, por cierto). Sin embargo los rasgos de sus rostros se ven suavizados y mantienen cierta “ternura”, que hace que, por ejemplo Wolverine y Hulk (dentro de los más duros del panteón marvelita) inspiren esa misma candidez que en los cómics resulta imposible.
      Luego nos encontramos con la personalidad que se les otorga a todos estos, entre buenos y malos, los que aparecen en muchos casos caricaturizados, aunque sin caer en la ridiculez y el absurdo de antaño.  Pues cada protagonista posee su propia personalidad, sacada obviamente de sus referentes comiqueros, lo cual claramente los diferencia a unos de otros.  De este modo, por nombrar algunos casos, en el bando de los superhéroes Thor mantiene el uso de un lenguaje relativamente arcaico y/o culto, lo que crea una que otra situación hilarante gracias a sus diálogos; mientras que entre los villanos, el Doctor Doom es tan artificioso y resentido como el que ya conocemos, no obstante acá le agregan un muy cómico mal humor, una madre posesiva que le complica la vida y una relación bastante especial con sus dos primeros al mando (Abominación y M.O.D.O.K., quienes en su ineptitud no pueden ser más graciosos y hasta simpáticos).
       Por otro lado, se mantiene un grado de violencia que antes difícilmente hubiésemos visto en series del pasado de este tipo; no obstante acá todo termina en chichones y lamentos, pues sangre no hay y por supuesto, no hay muertos; algo muy en la línea de los clásicos golpes que se daban los Tres Chiflados, si bien todo actualizado y llevado al contexto de las historietas superheroicas, pues los mismos poderes de todos estos dan pie a numerosas batallas cuerpo a cuerpo que terminan con hilarantes efectos.  
        Como ya habrá quedado de manifiesto en las líneas de arriba, el humor es un elemento vital dentro de los guiones de este programa; no obstante este no es usado de manera exagerada, si bien en ocasiones se hace uso de los recursos de tipo escatológico (flatulencias y mocos) y que si bien es algo tan antiguo como el teatro griego, es del gusto de los gringos, como bien puede verse en muchas de sus producciones adultas.
      Con respecto al aspecto argumental, en Escuadrón de Superhéroes resulta bastante valorable el esfuerzo de sus guionistas por crear historias sólidas, que si bien no poseen el melodrama propio de este subgénero, acaparan no solo la atención de los niños, sino que de los adultos fanáticos y que además pueden apreciar en ellas las múltiples referencias que en ellas encontramos (en especial a la cultura popular y a la relacionada con el mismo universo marvelita); de igual manera hay chistes bastantes complejos, como cuando se compara a los político con los villanos. 
       Por otro lado, la dosificación de los aspectos argumentales en la serie, se puede apreciar en la mayoría de sus capítulos (un total de 52) y que resultan ser autoconclusivos, siempre con el enfrentamiento contra algún malhechor; no obstante los guiones, dan también paso a profundizar en la relaciones interpersonales entre los integrantes de este escuadrón y que está compuesto por personas tan variopintas.  
      Con posterioridad al terminar la primera temporada, nos encontramos con una mini saga trabajada en base a dos capítulos seguidos y la cual además terminó con la despedida de uno de sus protagonistas (que no murió, aunque por razones de peso tuvo que abandonar al supergrupo).  Luego este autoexilio dio paso a un inesperado giro en la trama, con este mismo personaje y que originó una trama que se fue desarrollando hasta su clímax al final del programa.   Es así que se puede afirmar que la segunda temporada es mucho más compleja que la anterior y hasta superior en calidad argumental.
     La primera temporada tiene como gran villano a nada menos que el Doctor Doom, quien junto a sus compinches que trabajan para él, vive en su propia ciudad que está al lado de la que habitan los superhéroes. Doom busca reunir unos minerales valiosos llamados fractales,para armar la llamada Espada del Infinito, un objeto de poder inconmensurable que podría llegar a concederle sus más grandes deseos de dominación.  La muy divertida presentación de esta temporada, comienza con la amenaza de Doom, con un posterior despliegue de un montón de otros supercriminales y, por supuesto, de los miembros del Escuadrón y otros más que luego saldrán como invitados en los episodios; siguiendo la línea de la serie, todo esto se encuentra hecho con bastante humor.

Algunos villanos en una escena inolvidable.

      Debe saberse que Ciudad Superhéroe, donde viven los justicieros y también muchos ciudadanos comunes, posee su propio alcalde y el que en su singularidad viene a ser uno de los personajes más carismáticos de todos (de quien nunca llegamos a saber su nombre, pero que usa un traje que oculta su identidad secreta, si bien no posee poderes y además no es muy inteligente que digamos). 
      En la segunda temporada el relevo del villano máximo pasa ahora al plano cósmico, al centrarse en Thanos y su búsqueda de las Gemas del Infinitopara armar su Guantelete del Infinito.  Pues tal como en los cómics, este no tiene secuaces, ya que es lo suficientemente poderoso como para ser el solo un gran peligro para todos; no obstante como se trata de un programa más ligero, el titán da para varias situaciones jocosas inolvidables.  Por supuesto que aparecen otros como él, incluso Doom, quien tiene rencillas personales con Thanos, porque no desea que le quiten su papel como el más malo de todos.   Los créditos de apertura cambian en esta temporada, aunque no solo Thanos sale en ellos, sino que otros ya conocidos malhechores aparte de nuestros queridos superhéroes.
      En lo que viene a ser esta potenciada segunda temporada, se debe destacar una serie de seis episodios seguidos y en los cuales siete personajes son mandados en contra de su voluntad a seis universos paralelos diferentes (en el segundo capítulo de este subarco argumental, dos de ellos son enviados al mismo lugar).  De seguro para muchos estos vienen a estar entre los mejores capítulos de todo el programa. Lo magnífico de todo ello, es que cada capítulo trata acerca de cómics marvelitas y/o personajes, que no habían sido abordados antes en la serie.  Es así que dentro de estas pequeñas perlas, nos encontramos con una muy particular versión del origen del superhéroe alienígena Beta Rayos Bill (entre las grandes creaciones de Walter Simonson para Thor); una versión de otro clásico como puede ser Días del Pasado Futurode los X-Men; un homenaje a los clásicos del terror marvelitas con el Hombre-Cosa, Drácula y el Hombre-Lobo; la aparición del Chico Luna y su Dinosaurio Diabólico; una adaptación de la saga Planeta Hulk; y una revisión muy singular a la novela gráfica 1602,de la dupla de lujo de Neil Gaiman y Andy Kubert.
    Volviendo a los muy atractivos créditos de apertura de sus dos únicas temporadas (¡¿Por qué no hicieron más si era tan buena?!), estas poseen una canción bastante pegajosa y que calza bastante bien con las imágenes en movimiento que presenta.  Luego de esto, viene el título del capítulo, que siempre está dentro de un recuadro tipo portada de un cómic clásico, homenajeando la mayoría de las veces alguna famosa revista de la Casa de las Ideas.
     Otro detalle a revisar de este show, viene a ser que en ningún momento vemos a los personajes en su identidad civil, llevando siempre sus máscaras, antifaces y/o trajes habituales.  Por otro lado, justo cuando los superhéroes del Escuadrón deben enfrentarse al criminal de turno, sale en pantalla una mini presentación de estos en poses heroicas (algo muy de las animaciones japonesas), con un fragmento de la canción de entrada; lamentablemente esto puede aburrir a un espectador adulto, puesto que ocupa mucho tiempo y se hace repetitivo.
      Si bien aparece un número de superhéroes increíble en el programa, algo que quizás solo ahora gracias a Ultimate Spider-Man ha sido superado (aún emitiéndose en la pantalla chica), el protagonismo recae en un equipo de diez personajes en especial: el Capitán América, Iron Man, Thor, Hulk, Miss Marvel, Silver Surfer, la Bruja Escarlata, Reptil, Wolverine y Falcon (en realidad una mezcla bastante rara de las distintas series marvelitas).  Papeles destacados como personajes invitados tienen el Doctor Extraño y los4 Fantásticos (en especial la Mole).  En todo caso se pueden nombrar dentro los numerosos superhéroes que aquí salieron, a Pantera Negra, varios X-Men como Tormenta, Cíclope, Jane Gray y el Hombre de Hielo, Hércules y She- Hulk.  En la segunda temporada, sin ser un superhéroe, aunque sí un personaje icónico de las viejas historias infantiles de los 4 Fantásticos, se une el robot H.E.R.B.I.E. al Escuadrón y quien rápidamente se gana acá la simpatía del público, así como el cariño de sus compañeros. 
      No obstante, se echa de menos acá al gran Spider-Man y ni siquiera salen sus famosos villanos, por un problemas de derechos, lo que impidió que pudieran usarlos en el programa; de igual manera habría sido genial, haber contado al menos con otros íconos como Daredevil y Namor.

Uno de los momentos más cómicos de esta gran serie.

¡Hasta pronto, “Person of Interest”!

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     Luego de 5 exitosas temporadas y 103 episodios llenos de emoción, este año terminó una de las series más originales de la televisión gringa de la presente década: Person of Interest.  Se trata de un título que se mueve entre la ciencia ficción y el policial, donde un grupo de sujetos con un pasado oscuro, buscan su redención mientras salvan la vida de todo tipo de personas ayudados por La Máquina, una inteligencia artificial que las avisa quiénes están en peligro.  La verdad es que su argumento es mucho más complejo que lo dicho en este escueto resumen, siendo además que su gran fuerza de radica en la carismática caracterización de sus protagonistas, entre héroes y villanos, que tras finalizado el programa a más de un espectador lo mantuvo involucrado en el destino final de todos estos (y de seguro con una que otra lágrima sacada a su auditorio).
     La última temporada fue breve para quienes estábamos acostumbrados a más capítulos por año, pues de tener más de 20 en las cuatro anteriores, en este caso solo tuvo 13.  En todo caso al menos se mantuvo la calidad argumental que no hizo mella en lo conseguido hasta ahora, pues en sus guiones se nota que fueron escritos con esmero y que no se terminó todo de manera apresurada como sí pasó con otros casos como FringeyMedium, cuyas últimas temporadas respectivamente también fueron breves y desearon mucho que desear al compararlas con las otras.  Por lo tanto se puede decir que la finalización del show creado por J. J. Abrams y John Nolan viene a ser redondito y desde su primer episodio, el cual siguió la tendencia de una larga trama desarrollada de manera progresiva (dejando casi de lado los capítulos unitarios que había tenido en el pasado), se llegó a contar con éxito el fin de la guerra contra su mayor enemigo: la otra IA Samaritan y sus secuaces humanos, en la lucha por el libre albedrío defendido por Harold y sus amigos, para evitar el control de los otros que deseaban una especie de totalitarismo cibernético.
Precioso fan-art basado en este programa.
     Tras los acontecimientos finales de la cuarta temporada, que separaron a uno de los integrantes del equipo de Finch del resto y luego los obligaron a tomar medidas desesperadas para salvarse del acoso de sus enemigos, como también a arriesgar a la misma Máquina para evitar que cayera en manos equivocadas, el comienzo del fin muestra a nuestros justicieros haciendo lo posible por adaptarse al nuevo status quo; por lo tanto, ahora deben devolver a su IA al funcionamiento normal, rescatar de las garras de Samaritan a Shaw y encontrar la manera de conseguir la victoria, aun cuando todas las proyecciones dicen que tienen las de perder.  No obstante la esperanza es lo último que se pierde, más todavía cuando estamos hablando de gente tan capaz y noble como Harold, John, Lionel y Root, quienes además continúan contando con la preciosa ayuda de uno sus antiguos rivales, hace rato convertido en aliado y amigo, más otros que inesperadamente les tienden la mano. 
     Sameen Shaw solo reaparece en escena en el cuarto capítulo (ya se le echaba bastante de menos) y lo hace demostrando de inmediato la valía de su corazón.  Por otro lado, acá queda de manifiesto más que nunca sus sentimientos por Sam “Root”, relación lésbica que antes se tomó con cierto humor y que ahora toma ribetes serios y hasta heroicos.  El cambio positivo por el que ha pasado quien fuera considerada una verdadera sociópata, nos da señales acerca de lo que puede hacer el amor, llegar a conocer a la gente indicada para remecernos, tener buenos amigos a nuestro lado y encontrar su sentido a nuestra vida, que pueda otorgarnos la plenitud que en realidad todo el mundo desea.
      Respecto al párrafo anterior, no puede ser más cierto el valor de la amistad que tan primordial se hace en Person of Interest; pues cabe recordar que antes de que todos estos justicieros (¿o vigilantes?) llegaran a formar esta particular familia, cada uno de ellos era alguien solitario (bueno, quizás no tanto Harold Finch) y se encontraba sumido en su propia miseria.  De este modo la escena final del segundo episodio, con la mayoría del grupo tomándose un descanso en medio de un picnic, viene a ser lo que uno quisiera para quienes bien deseáramos felices tras tantas acciones loables.
      Aparte del genialmente creado e interpretado villano de John Greer, el hombre detrás del ascenso de Samaritan, se introduce a un nuevo enemigo y quien sin embargo se trata de un peón más en los juegos maquiavélicos del primero, para conseguir sus objetivos: Jeff Blackwell, un ex presidiario que en el episodio número 1 de la temporada fue una de las “personas de interés” de nuestros héroes y que luego fue tentado por Samaritan y su gente, hasta que poco a poco fue cayendo en la vorágine de sus manipulaciones.
      Llama la atención de que Amy Acker, la sin par Root, le vuelve a tocar interpretar dos papeles diferentes hacia el final de un programa, pues en la última temporada de Angel(donde la conocimos) también tuvo que encarnar a dos personajes y demostrando con ello su versatilidad para hacer roles tan distintos ¿Será acaso coincidencia o se trata de un guiño a la serie sobre el vampiro con alma?
      Ya se ha hablado con anterioridad en los posteos de las otras temporadas, acerca de la naturaleza propia del cómic superheroico de este programa, por lo que ahora no me detendré en mencionar los aspectos respectivos; no obstante sí destacaré los temas del autosacrificio y la existencia de mártires en la guerra contra el mal, que acá vuelve con más fuerza desde la recordada muerte de uno de los protagonistas en la tercera temporada; pues teniendo en cuenta lo complicado que tienen los protagonistas para ganar la contienda, resultaría poco creíble que no hubiera al menos una baja entre los buenos.  Es entonces que llegamos al emblemático capítulo nº 100, para toda serie que se precie de haber llegado a este número: Pues acá fallecen con gran impacto dos de los personajes más queridos.  Luego en el último capítulo, nos vuelven a golpear con las ideas de la fragilidad humana y la pérdida de los seres humanos; no obstante todo esto recalca como nunca el valor de quienes luchan por sus ideales.
       Antes de que todo acabe, habría sido maravilloso reencontrarse con gente como Carter y Zoe, carismáticas féminas que tantos buenos momentos le dieron a la serie y al público.  Sin embargo reaparecen otros recordados personajes, ya sea a través del recuerdo, el presente e incluso por medio de las realidades alternativas.  En todo caso debe decirse que el final mismo no puede ser más sensible, lleno de sorpresas y sin dudas que a la mayoría de los seguidores de Person of Interest dejó satisfechos. 
      No me queda más que dar las gracias por tantas horas de entretención y los bellos recuerdos de sus historias y protagonistas.
Un precioso regalo para esta Navidad que se avecina: la serie completa en blu-ray

Hayao Miyasaki y el Estudio Ghibli. Parte 10: El Viento se levanta

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     La última cinta dirigida a la fecha por el sensei Hayao Miyasaki (y que al parecer sería su despedida, pues ya tiene 75 años de edad), data de 2013 y se llama justamente El Viento se levanta, la cual tal como El Castillo Ambulantese basa en una novela, aunque en este caso de un compatriota suyo (Tatsuo Hori); no obstante a diferencia del filme sobre el mago y ambientado en un país ficticio de características europeas, nos encontramos en este caso con otra historia suya transcurrida en Japón.  De hecho, la cinta viene a ser quizás su obra más comprometida a la hora de reflejar el espíritu de su nación, en especial por estar enmarcada dentro de un periodo concreto de su pasado y poseer además una severa crítica social a cierto pensamiento de su país, algo que solo había abordado de manera menos tajante en El Viaje de Chihiro.  Cabe mencionarse que antes de llevarla a la animación, Miyasaki probó primero suerte con una adaptación al cómic de la narración original.
     Esta cinta no se escapa de los temas que le interesan a su creador, como lo son el del crecimiento personal, la búsqueda de nuestro lugar en el mundo (con la correspondiente idea de la vocación, tal como en Kiki) y el romance.  No obstante se trata de un filme que en muchos aspectos se diferencia de su filmografía anterior y lo que se puede apreciar en un detalle tan significativo, como el hecho de que su argumento fue orquestado pensando en un público mayor de edad, o sea, de criterio formado.  Por lo tanto, por primera vez en sus trabajos hayamos una película que apenas posee humor, cuyo nivel de fantasía se escapa al que nos tiene acostumbrados, trabajando más bien lo onírico a lo anterior y otorgando pese a este detalle un carácter más bien realista al argumento. 
      Lo último tiene que ver además con su ambientación, que abarca varios años en la vida de su protagonista, desde su infancia tiempo antes de la Segunda Guerra Mundial y su adultez como ingeniero aeronáutico mientras Japón es aliado de Alemania, durante esta confrontación bélica; de este modo la sociedad nipona es reflejada con la minuciosidad y el lirismo propio de un artista como Miyasaki, quien acá desentraña las costumbres de su gente, su relación con el gobierno nazi y el verdadero impacto que significó para su pueblo la participación en un hecho tan importante como esta poco feliz confrontación (y que no solo otorgó malestares al país del Sol Naciente, sino que también ayudó a su modernización y desarrollo de una industria que antes no existía, tal como queda demostrado en su metraje). 
       Empero se trata de un trabajo de poca acción, lo mismo que escaso de aventura, desarrollándose todo de manera bastante lenta, de modo que para más de alguien puede ser un filme difícil de digerir y hasta aburrido; no obstante una cosa es que para muchos pueda ser no de su gusto (como en mi caso, si me permito ser sincero) y otra negarle sus muchas virtudes, que en todo caso estamos hablando un obra multipremiada, alabada por expertos y que más encima proviene de alguien de la talla del viejo maestro…
       La presencia de los aviones y su importancia para el argumento, como también la elección de contarnos a su manera esta historia por parte de su responsable, refleja una vez más su pasión por estos artefactos (tal como en Porco Rosso, si bien maquinarias de estas han salido en gran parte de su filmografía); pues ellos independientemente de su papel en la conflagración, son representados con gran belleza y al igual que sus constructores y pilotos, se les otorga una naturaleza que los encumbra por sobre el resto.
       Cabe mencionarse que su protagonista es un personaje real de la historia del Japón, Jirō Horikoshi, quien diseñó el primer avión de la armada japonesa y con la cual esta participó en la Segunda Guerra Mundial en sus combates contra el enemigo, incluyendo el ataque a Pearl Harbor.   Pues tal como al menos es retratado en esta cinta, inspirado por el italiano Giovanni Caproni y sus aviones, siendo un niño se enamoró de estos aparatos y ello termina por llevarlo a convertirse en tan destacado hombre para su patria.  El italiano y Horikoshi nunca llegan a conocerse, no obstante en el mayor tono mágico de esta película, ambos logran conectarse a través de sus sueños y entablando a lo largo de los años, una amistad en la cual Caproni se convierte en uno de los maestros del protagonista; la mayor enseñanza que le deja el europeo al asiático, es que su talento no es algo para la guerra, sino que va más allá: la oportunidad para crear otro tipo de belleza, con máquinas que pueden otorgar al ser humano la oportunidad de volar (de este modo Miyasaki incorpora una vez más su discurso antibelicista, tal como antes lo pudimos ver en Nausicaäy La Princesa Mononokey donde la guerra queda representada como algo atroz, que destruye tanto la naturaleza, como a nuestra humanidad).
         Siguiendo con la trama de esta obra, vemos además los problemas que tiene el joven ingeniero a la hora de llevar cabo su proyecto, ya sea en su propio país y con el estado militarista que había en aquel entonces, como en Alemania cuando se va a estudiar los avances en dicho campo por parte de los germanos.  Esta situación permite adentrarnos en lo que estaba pasando en aquel tiempo con ambos países, la crisis social, ideológica y espiritual de estas dos naciones que optaron en esa época por el belicismo y el imperialismo. Es así que en el caso de Japón, se muestra cómo al gobierno solo le interesa sacar provecho militar de los logros de Horikoshi y su equipo, algo que por supuesto para este no era de su gusto; en cambio con los alemanes se muestra su racismo incluso para con sus aliados, la paranoia que los embargaba y la oposición al régimen de Hitler, representada en la figura de un personaje bastante llamativo y de connotaciones casi sobrenaturales (destacables son los ojos con los que es dibujado, por completo distintos a los de los demás, con lo cual se acentúa su naturaleza especial).
        Pero no solo abarca  la vida profesional del protagonista este filme, sino que también la preciosa relación con su hermana pequeña, bastante estrecha y en particular su vida sentimental con la mujer a la que conoce en muy particulares circunstancias.  Tal como su fraternidad onírica con Caproni, el romance entre estos dos se extiende por años, en algo así como la idea del destino por cuanto ambos (ingeniero y amante), debían estar en la existencia de este para que se convirtiera en un hombre integral.  El amorío entre ambos comienza como algo casi idílico, aunque luego toma ribetes trágicos y que no obstante reafirma la nobleza de este y su calidad como persona extraordinaria.  Justamente algunos de los momentos más emotivos de la película, tienen que ver con la historia de amor entre Jirō y Naoko.
         La crítica que hace Miyasaki más que referirse de mala manera a sus conciudadanos y cómo se comportaron durante la Segunda Guerra Mundial (en especial el gobierno), es una invitación a la reflexión acerca de las oportunidades que tenemos para aprender de nuestros errores.  Pues queda patente el amor que tiene el director hacia su gente, lo que se puede observar cuando de manea tan visual se escenifica el terremoto de Kanto de 1923 y que pese al realismo con el que se representa, viene a dársele cierto cariz sobrenatural (dejaré a quienes no han visto el filme o no se hayan dado cuenta de ello, que reconozcan este detalle).   Teniendo en cuenta lo mencionado con anterioridad, luego de la catástrofe y sus devastadoras consecuencias, se presenta al pueblo japonés superando todo esto no solo con optimismo, sino que dando el ejemplo a la hora de seguir adelante.   Los japoneses en su mayoría son caracterizados como personas alegres, acostumbradas a apoyarse (a través del trabajo en equipo), respetuosas de los demás y laboriosos, todas ellas virtudes identificables a lo largo de esta película.

No es una fotografía, si no que una imagen de este filme en los momentos del terremoto.

        El papel del dolor (como una instancia para definir el carácter de las personas) y de la muerte, teniendo en cuenta el carácter más dramático de este título, toma también en este caso un papel destacado, algo que en otras cintas de Miyasaki apenas había sido esbozado.  En todo caso ello se representa de manera sutil, pues nunca se aleja del preciosismo propio de su autor, y dejando de lado lo melodramático, para contarnos una historia que si bien no es “infantil”, no pierda la estilización de los filmes del estudio Ghibli, que en general pretenden ser obras de corte familiar.
        Volviendo a los sueños de Horikoshi, tal como se mencionó más arriba, es durante sus escenas que podemos reconocer al Hayao Miyasaki maravilloso y que tantas imágenes hermosas nos ha regalado con sus otros trabajos.  Los simbolismos detrás de estos momentos, sus diálogos tan significativos y en especial el círculo que se abre con el primer sueño del protagonista y el último, nos devuelven a ese autor que pese a todo se echa de menos en el resto de esta obra.
         Jao Hisaishi, el colaborador musical habitual del director, vuelve a crear composiciones para su cine.  No obstante en esta ocasión pareciera no estar tan inspirado e incluso la canción de los créditos finales, tampoco resulta tan memorable como otros temas vocales para el cine de Miyasaki (bueno, quizás tendría que volver a ver la película o escuchar la banda sonora aparte, como para hacerme una idea más cabal al respecto). 

Una de las tantas preciosas escenas oníricas de este filme. 

Entrada Nº 100 de este 2016 que ya está por terminar.

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A FALTA DE “VIENTOS DE INVIERNO” 
BUENAS SON LAS PRECUELAS.

Nota: Destaco el número al que corresponde esta entrada, pues con esta rompo mi récord de cantidad publicadas por año, algo que tal vez tontamente me llena de felicidad, pero que para mí es importante debido al papel que cumple en mi vida este blog (una verdadera oportunidad para explayarme a gusto en los temas que me apasionan).  Por lo tanto gracias a quienes me leen y en especial me siguen y comentan...¡Feliz Navidad para tod@s!


     Mientras el malvado de George R. R. Martin nos tiene esperando desde hace años la publicación del sexto tomo de su famosa saga de fantasía épica Canción de Hielo y Fuego, que bien sabemos se llamará Vientos de Invierno, sus seguidores podemos al menos contentarnos con la publicación del tomo titulado como El Caballero de los Siete Reinos.  Publicada en el transcurso de 2015, se trata de la recopilación de tres novelas cortas que transcurren alrededor de 100 años antes de los eventos de Juego de Tronos, el primer volumen de la saga.  Las obras que comprenden este libro fueron editadas originalmente en 1998, 2003 y 2010 y tienen como protagonistas al caballero ser Duncan el Alto y a su fiel escudero Egg (quien en realidad resulta ser nada menos que un miembro de la dinastía Targaryen y a quien conocimos ya anciano en las novelas del dichoso ciclo).  Leídas de seguido y en el orden en que aparecen, pareciera tratarse de una sola novela más o menos extensa (por sobre las 300 páginas), pues además estas tres historias se encuentran armadas de forma lineal, sin mayores retrocesos en el tiempo, que una que otra mención breve e indirecta al pasado.
     Debe saberse que en parte debemos la existencia de este tomo y en especial de la primera historia que forma parte de ella, al igual destacado y multipremiado escritor Robert Silvenberg (una verdadera leyenda viviente), quien tuvo la genial idea de sacar una antología con narraciones originales basadas en las ficciones de varias sagas de fantasía ya consagradas, titulada justamente Leyendas Negras.  Es así que llamó para su proyecto a gente de la talla de Stephen King, quien contribuyó con la igual maravillosa novela corta de Las Hermanitas de Eluria, precuela a la primera novela de su igualmente célebre saga de La Torre Oscura (de la que pronto escribiré, por fin) y Orson Scott Card, con otra historia de su encantador protagonista del ciclo de Alvin Macker.  De este modo Martin tuvo la ocurrencia de abordar desde este otro punto de vista, la serie que lo hizo famoso en todas partes, incluso entre quienes no lo han leído; y lo mejor es que siguió contándonos más sobre sus protagonistas, como bien quedará demostrado en este escrito.
     Los tres textos mantienen mucho más que los otros libros el carácter medieval de la narración, ya que sus argumentos se centran en describir las andanzas de un caballero andante, ser Duncan, quien tal cual sus antecedentes de los textos tradicionales, sirve a los señores a quienes les ha prestado juramento, manteniendo con ello su honor y de paso convirtiéndose en un defensor de la justicia y de los inocentes.  La personalidad extraordinaria de ser Duncan, quien en todo caso no es el único en su medio que destaca por sus altos valores, se aprecia además por su imponente figura, de ahí a que escoja como apodo la expresión “el Alto”.  En cambio Egg con su aspecto flaco y cabeza rapada, se ve insignificante y sin embargo es mucho más de lo que aparenta; pues posee una inteligencia y cierta sabiduría a tan temprana edad, que lo destaca incluso entre los adultos, además de una lengua afilada que le podría provocar más de un problema (todos ellos aspectos de su personalidad, que lo hacen aún más querible para quienes lo conocimos al final de su larga vida).  Por supuesto que todo transcurre en el mundo ficticio que ya conocemos, haciendo referencia directa e indirecta a los lugares aparecidos en las entregas del arco argumental principal, con sus familias y costumbres ya sabidas por los lectores, si bien con varias sorpresas como es de esperar en la obra de un autor veterano como Martin y quien sabe cómo diseñar de manera convincente una cronología, donde todos sus elementos queden bien cohesionados. 
       Ser Duncan es un hombre de orígenes humildes, lo que contrasta con la verdadera identidad de Egg, la que en un principio desconoce; no obstante ambos mantienen la misma nobleza de corazón que los une desde el principio, llegando a sobrepasar la jerarquía de su relación, al punto de quererse como amigos y hasta como hermanos.  En su camino juntos ambos se encuentran con todo tipo de personas, algunos gente sencilla, común y corriente, de igual manera con sujetos heroicos y admirables, así como otros rastreros y reales villanos.  La creación de un verdadero dramatis personae heterogéneo y creíble, pese a que se trata de historias enmarcadas en la fantasía, recrea sin dudas lo mejor y lo peor de nuestra propia humanidad, tal como lo hace la literatura escrita por autores de talento.
     La oposición entre el mundo llano y el de la corte, como de la nobleza, queda bastante destallada además, puesto que nuestros héroes deben convivir en ambas realidades y manteniéndose siempre correctos con quien sea; de hecho los tres relatos que comprenden el libro, abordan el tema del crecimiento personal y la adquisición de sabiduría por parte de los dos, algo que deben aprender si en realidad quieren convertirse en gente de bien (el primero superando la pobreza que le vio nacer para volverse un hombre destacado, hecho a sí mismo,
 y el segundo sacando lo más excelso de su herencia, para evitar caer en los errores de los privilegiados como él).
     Los textos compilados en este tomo siguen la vieja tradición de los relatos de caballería, en los cuales sus personajes, caballero y escudero, sirve el primero a  su señor a quien le ha prestado juramento y el segundo al hombre bajo cuya tutela se ha puesto (cabe mencionar que relación de dependencia basada en el honor y la valorización de la palabra empeñada, resulta bastante relevante en este tipo de historias y en la época en la que nacieron tales instituciones).  Es así que siguiendo la línea de las obras que le antecedieron, dichas novelas cortas le dan bastante relevancia a los torneos en los que participan estos sujetos, la oportunidad precisa para medirse entre pares demostrar la valía de su corazón; de igual manera nos encontramos acá con duelos, verdaderas proezas mortales, donde más de alguien sale muerto y como mínimo herido.
     Con respecto los libros de la saga en la que se enmarca esta obra, se mantienen varios otros elementos, como la presencia de la intriga y los juegos de poder entre familias, algo que no dejar de otorgarle a este volumen algunos de sus mejores momentos, tal como en las novelas más extensas.  También nos encontramos acá con su dosis de erotismo, aunque dosificada respecto a los otros libros.
     El nombre que engloba a las narraciones aquí reunidas, El Caballero de los Siete Reinos, no se justifica mayormente, pues al cerrar el libro, a ser Duncan todavía le toca pasar por mucho como para llamársele de esa manera.  Sin embargo como bien queda claro en estas historias, está destinado a volverse alguien en verdad sobresaliente y con un papel destacado en los mismos Siete Reinos.  Habrá que esperar, ojalá, futuras entregas de las andanzas de quien antes solo se llamaba Dunk (pato en inglés) y su fiel escudero Egg, para saber qué le depara en el porvenir al caballero errante.
     Martin apela en estos casos por escribir narraciones alejadas de los elementos sobrenaturales y mágicos, que encontramos en los otros títulos de la serie.  Se menciona la magia y se recuerda la existencia de los dragones, que en la cronología en la que se encuentran estas tres obras, se han convertido en una especie en extinción.  No obstante es el mismo autor que nos ha encantado con sus otros libros y a cada momento se mencionan detalles que nos hacen recordar en qué mundo ficticio nos encontramos.  A ver si en próximas entregas sobre estos personajes, nos regala algunos momentos del tipo sobrenatural, que tan bien le salen a este veterano autor.
    
     Debe saberse que los tres primeros relatos que forman parte de esta libro, han sido adaptados al  cómic por la línea de novelas gráficas de Random House, la misma editorial que tiene los derechos de los títulos de Canción de Hielo y Fuego.  El primer título fue sacado a este formato entre 2003 y 2004 (mucho antes de que se pensara llevar a la televisión esta saga) y tal como sucede con el paréntesis entre un tomo y otro, solo entre 2007 y 2008 salió la segunda historieta acerca de la siguiente entrega de las andanzas de Duncan y Egg (igual pocos años en consideración a lo que nos hace esperar el autor con las novelas… ¡El muy hideputa!) y solo el año que viene aparecerá la anunciada tercera parte, que estaría saliendo en 4 de julio de 2017 (un día antes de mi cumpleaños, je).  Las tres versiones han sido bellamente ilustradas por Mike S. Miller y guionizadas por Ben Avery.
    
     Las tres novelas cortas que comprenden el tomo corresponden a:

1- El Caballero Errante: Relata el encuentro entre Dunk y Egg.  Todo comienza cuando el primero se haya en una encrucijada, tras haber muerto recién el caballero errante al que servía.  Los hechos fortuitos o el destino une a ambos, siendo toda una sorpresa la revelación de la verdadera procedencia del chiquillo.  Mientras el primero es alguien de temperamento más serio y poco dado a explayarse, el muchacho no duda en ser expresivo, lo que lo hace verse como alguien contestador e irreverente; no obstante demuestra poseer importantes conocimientos del mundo de la realeza.  Ambos se complementan desde estas primeras aventuras y en las que la familia misma de Egg, se transforma en el principal obstáculo para que los dos protagonistas puedan seguir su camino juntos.  Por otro lado, se aprovecha de explicar qué diferencia a un caballero errante, de los otros que pertenecen a una familia importante y/o adinerada.
       En determinado momento de la trama, un incidente involucra sobremanera a los Targaryen, que luego en el tercer apartado de este libro también cobran vital importancia.   Cuando sucede todo esto, llegamos al momento más álgido de la trama y a partir de todo ello, la narración se pone cada vez mejor, hasta su impresionante clímax…y es entonces que el destino de ambos protagonistas queda sellado para siempre, lo que ocurre mucho después de que sus caminos se han cruzado.

     “Al salir de la posada descubrió que era de noche. Tenía la barriga llena y el monedero un poco más liviano, aunque se dirigió al establo con una sensación de bienestar. Escuchó un relincho.
      —Tranquilo —dijo una voz de niño.
      Dunk apretó el paso con el entrecejo fruncido.
Encontró al mozo a lomos de Trueno, con la armadura del viejo puesta. La cota de malla le llegaba por debajo de los pies y había tenido que inclinar el yelmo hacia atrás para que no le tapara los ojos. Estaba muy concentrado. Y muy ridículo. Dunk se quedó riendo a la puerta del establo.
       El niño levantó la cabeza, se ruborizó y saltó a tierra.
       — ¡Ser, y o no quería…!
       —Ladrón —dijo Dunk, intentando poner voz seria—. Quítate la armadura y da gracias de que Trueno no te hay a pegado una coz en esa cabeza de chorlito. Es un caballo de batalla, no un poni para niños.
       El mozo se quitó el yelmo y lo tiró por la paja.
      —Yo sabría montarlo tan bien como tú —dijo en el colmo del atrevimiento.
      —Cierra la boca, que no quiero insolencias. Y quítate también la cota de malla. ¿Qué te proponías?
      — ¿Cómo quieres que lo diga con la boca cerrada?
      El niño se quitó la cota con cierta dificultad y la dejó caer.
      —Ábrela, pero sólo para contestar —dijo Dunk—. Ahora recoge la cota, quítale el polvo y devuélvela al lugar de donde la tomaste. Lo mismo para el morrión. ¿Cumpliste mis instrucciones? ¿Les diste de comer a los caballos y cepillaste a Paso Quedo?
      —Sí —contestó el muchacho, sacudiendo la cota para desprender la paja—. Te diriges a Vado Ceniza, ¿verdad? Llévame contigo.
      Ya se lo había advertido la posadera.
      — ¿Y qué diría tu madre?
      — ¿Mi madre? —el niño arrugó la cara—. Nada, porque está muerta”.

Portadas de las adaptaciones de las dos primera novelas gráficas en formato libro.
2- La Espada Leal: Dos años han pasado más o menos desde que nuestros héroes iniciaron su camino juntos y ahora les toca servir a un viejo señor que resulta ser el último de su familia que está ya por extinguirse (lo que significa además el mismo olvido en este mundo, donde la permanencia de la consanguineidad a través de los herederos y de la heráldica familiar es algo sagrado).  Mientras sucede esto, una espantosa sequía tiene a su merced a buena parte del territorio y cuando la vecina de ser Eustace, el señor a quien ha prestado juramento ser Duncan, les quita la poca agua que tienen para subsistir a través de una represa que ha mandado a poner a sus vasallos, el caballero errante debe viajar hasta su castillo para tratar de arreglar este problema de la mejor manera posible.  La mujer es famosa por su crueldad y se le considera una hechicera, así que la labor de Dunk de seguro no es nada fácil.
      Aparte del instante en el que la vida de ser Duncan pendía de un hilo, cuando se cruzó por primera vez con lo más curtido de la nobleza, en el texto anterior, se podría decir que esta novela corta sin dudas es superior a la que le antecede (sin menosprecio de El Caballero Errante, claro).  Esto se debe en parte a la creación de tres nuevos personajes, bastante diferentes entre sí y que sin dudas hacen su aporte para que el argumento esté lleno de emociones y en especial de intrigas.   A ello se le suma además la especial ambientación que le da el artista, en un paisaje devastado por la sequía, lleno de miserias.  De igual manera se debe mencionar el relevante tema de que nada es lo que parece, algo que ya había trabajado Martin en las novelas principales de la saga, de modo que el engaño y los secretos aquí vuelven a darle un cariz más adulto a los acontecimientos (bueno, ya antes a través de la figura de Egg estaban presente todo estos, pero esta vez el leiv motiv se potencia).  De igual manera resulta valiosa la reflexión a la que nos llevan tales detalles, de que nada es blanco y negro y todo depende desde dónde se mire; por ende, no hay malvados y buenos en un 100% y hasta aquellos que podemos identificar como nuestros enemigos u opuestos, albergan verdadera nobleza en su corazón, pues muchas veces creen con firmeza en que están en lo correcto, tal como nosotros mismos.

     “Bajo el sol abrasador, Trueno iba despacio pero sin desfallecer. El cielo era de un azul inmisericorde, sin rastro de nubes. El sinuoso curso del arroy o rodeaba montículos rocosos y sauces solitarios, entre áridas y pardas lomas y campos de cereales muertos o agonizantes. A una hora del puente, río arriba, se encontraron al borde del pequeño bosque de Osgrey, que recibía el nombre de bosque Cerradón. Visto de lejos, su color verde resultaba acogedor, y llenó la cabeza de Dunk con visiones de valles umbríos y riachuelos rumorosos. No obstante, al llegar a los primeros árboles vieron que eran finos y esmirriados, con las ramas caídas. Algunos de los grandes robles estaban perdiendo sus hojas y la mitad de los pinos se había vuelto tan parda como ser Bennis, con los troncos rodeados por anillos de pinaza seca. "Cada vez peor", pensó Dunk. "Bastaría una chispa para que todo ardiera como yesca."

      Ser Eustace es el anciano señor bajo cuyo techo ahora viven ambos protagonistas.  Se trata de un hombre que vive recordando las glorias del pasado y honrando la memoria de los hijos perdidos.  Trata con respeto a los que están por debajo de él y en general es una buena persona, justa y amable. 
      Luego nos encontramos con la viuda lady Webber, cuyo estandarte tal como dice su apellido en inglés, tiene a una araña como figura central, lo que representa la mala imagen pública que posee.  Cuando Dunk la llega a conocer (y nosotros también), da más de una sorpresa a este.
      Y el tercer gran personaje que aquí aparece, viene a ser el amargado, burlesco y de aspecto desagradable en general ser Bennis.  Pues este viene a ser quizás el sujeto más odioso de todos los que aparecen en El Caballero de los Siete Reinos.
      El nombre de esta obra, hace por supuesto mención a la honorable actitud de ser Duncan, quien en contra de todos los entuertos con los que se cruza, nunca deja de rendirle tributo a su palabra y a su condición de caballero errante (pues en todo momento no olvida los principios bajo los que ha prometido vivir).

3- El Caballero Misterioso:   Dunk y Egg llegan a un gran evento que corresponde a un matrimonio concertado entre dos familias muy poderosas, al que también acuden personas de todo el mundo y entre ellos gente tanto o más importante que los anfitriones; de igual manera se hayan otros de lo más curiosos y que como es habitual en las narraciones de Canción de Hielo y Fuego, guardan más de un secreto acerca de sus verdaderas intenciones.  El evento a su vez permite que se den los típicos torneos en los que caballeros como ser Duncan pueden probar suerte y de paso conseguir fama y fortuna, si bien lo único que busca un hombre sencillo como nuestro héroe es que un gran señor desee sus servicios.
     Hay gente de toda calaña en el lugar, que en realidad alberga más de una traición, pues como luego queda revelado, una rebelión se está gestando, bajo la cual el destino de los Siete Reinos se está jugando.  Por mucho que ambos protagonistas busquen no involucrarse más de la cuenta, al final les toca tomar un papel preponderante en los asuntos de relevancia del gobierno. 
      En el desenlace, hace por fin su aparición el supuestamente siniestro personaje de  Cuervo de Sangre, quien fue mencionado en varias ocasiones en el texto anterior y que además guarda una incómoda familiaridad con nada menos que Egg.
      El nombre que da título a esta obra, se entiende por partida triple, pues por un lado Dunk llega hasta el lugar donde se desarrolla todo como alguien apenas conocido, no obstante en su viaje conoce a otros dos caballeros, cada uno de ellos con un pasado en realidad más que intrigante.

     “Sólo entonces la mano del rey se giró hacia Dunk.
     Era más viejo de como lo recordaba Dunk, con facciones duras y arrugadas, aunque seguía teniendo la piel blanca como el hueso, y en su mejilla y cuello la fea mancha de nacimiento que a algunos les recordaba un cuervo. Sus botas eran negras y su túnica, escarlata. Llevaba por encima de ella una capa de color humo ceñida con un broche en forma de mano de hierro. Llevaba el pelo hasta los hombros, largo, blanco y lacio, peinado hacia delante para disimular la falta de un ojo, aquél que le había sacado Aceroamargo en el campo de Hierba Roja. El ojo restante era muy rojo. "¿Cuántos ojos tiene Cuervo de Sangre? Mil, y uno más." 
      —Sin duda el príncipe Maekar tendría sus motivos para permitir que su hijo sirviera como escudero a un caballero errante —dijo—, aunque me resulta inconcebible que incluy eran entregarlo en un castillo lleno de traidores que urdían una rebelión. ¿A qué se debe que haya encontrado a mi primo en este nido de víboras, ser? Lord Butterwell pretende convencerme de que el príncipe Maekar lo envió para destapar la rebelión al hacerse pasar por un caballero misterioso. ¿Es cierto?
      Dunk apoyó una rodilla en el suelo.
      —No, mi señor. Bueno… sí, mi señor. Fue lo que le dijo Egg. Perdón, Aegon. El príncipe Aegon. Es decir que esa parte es verdad, pero no lo que llamaríamos verdad.
      —Comprendo. De modo que usted y el príncipe se enteraron de la conjura contra la corona y decidieron frustrarla por sus propios medios. ¿Es así?
     —No, tampoco. Supongo que podría decirse que nos… tropezamos con ella”.

Preciosas viñetas de la adaptación al cómic de El Caballero Errante.

Cómo actualizar y mejorar viejas ideas.

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I- Los antecedentes.

      Michael Crichton (1942-2008), mucho antes de conseguir su mayor éxito como creador de historias con Jurasick Park (1990), tuvo la ocurrencia de un parque de atracciones sofisticado, que tras írsele de control a sus creadores, se convierte en un verdadero peligro mortal para sus usuarios; idea que por supuesto luego recicló y perfeccionó, con la famosa historia de los dinosaurios recreados por medio de la ingeniería genética (lo que más encima originó cuatro exitosos filmes hollywoodenses). Esto es reconocible en la película de 1973 que él mismo dirigió, Westworld, conocida en español como Almas de Metal o con el nombre traducido casi literalmente del inglés de Oestelandia.
     Casi olvidada hoy en día, aunque para muchos tal vez de culto, en su momento y por años fue toda una novedad esta cinta que salió de un guión original del propio Crichton (pues no usó de base ninguna de sus novelas ya publicadas o inéditas).  Pues estamos hablando de una película de ciencia ficción que tomó el género del western, bastante popular en aquellos años, para llevarlo a un muy especial contexto de ciencia ficción; a su vez armó una trama que no solo mantiene la acostumbrada crítica social de las obras de “anticipación”, sino que además se hizo pensando en un público adulto al incorporar ciertos elementos eróticos, que por esos tiempos era casi impensable verlo en un producto cinematográfico de ciencia ficción gringo.  A todo esto debe sumársele la presencia de un actor bastante cotizado en ese entonces, el “exótico” Yul Brynner, quien aquí interpretó a un muy especial vaquero robótico.
      El argumento de la película trata acerca de DELOS, una empresa que posee la tecnología (y el dinero) suficiente como para recrear tres ambientes diferentes, en un inmenso espacio físico y al que solo pueden llegar aquellos clientes con el poder adquisitivo como para pagar sus exclusividades.  Es así que en sus inmediaciones nos encontramos con la Antigua Roma, la Edad Media y el Lejano (y salvaje) Oeste norteamericano.  En cada uno de estos lugares se ha reproducido hasta el más mínimo detalle de dichas épocas y sociedades, lo que incluye avanzados androides que simulan gente de tales periodos y que solo pueden ser reconocidos por las palmas de sus manos, que no se parecen a las de los humanos.  La gente que visita estos lugares, participa en especie de “juegos de roles”, vistiéndose según corresponda e interactuando con estas máquinas.  Como el parque de atracciones se presta para que sus visitantes puedan dar rienda suelta a buena parte de sus fantasías, por supuesto es que muchos de estos aprovechan de tener sexo con los androides, los que están acondicionados para ello.  
     Debido a las particularidades de la “oferta” que entrega un lugar como este, los clientes no solo logran satisfacer sus impulsos más lúbricos, si no que al encontrarse en medio de una instancia donde ellos mandan y no hay otra ley que la de ellos mismos, en la práctica pueden hacer de todo.  El relajamiento moral, debido a la oportunidad de cumplir cualquier antojo que uno haya reprimido, nos lleva a reconocer una vez más la manera de cómo nuestros propios impulsos nos manejan (de modo que la razón solo es una herramienta de la evolución o de la civilización para ponernos freno).  Por lo tanto… ¿Cuándo somos auténticos realmente? ¿Cuándo damos rienda suelta a nuestra animal interno o cuando aceptamos conducirnos por la moralidad?  Aquí también nos encontramos con el viejo tema de la búsqueda de la felicidad, pues como queda demostrado en este filme, nada despreciable pese al relativo olvido en el que ha caído, muchos buscamos tal preciado tesoro al olvidarnos de nuestras preocupaciones, de nuestra miserias, algo que hacen muchos de los visitantes de DELOS.
       Supuestamente todo está realizado bajo estrictos sellos de seguridad, de modo que los clientes no deberían resultar heridos mientras permanezcan en sus dependencias; por lo tanto, si bien ellos pueden “matar” a estos simulacros a su antojo, los seres mecánicos no podrían siquiera causarles la más mínima de las lesiones.  No obstante durante la última visita a este sitio, una especie de “infección” o desperfecto de origen desconocido comienza a hacer que estas “almas de acero” actúen de manera aberrante y ello, por supuesto, significa que las personas que se encuentran en las inmediaciones peligran su vida.  Es así que las visitas y los mismos especialistas que trabajan en este sitio, no le queda otra que hacerlo posible por salir ilesos de la catástrofe que se está gestando (en verdad resulta impactante cuando aparece un grupo de trabajadores del lugar, muertos y no por la intervención de los robots).
       La dirección de Crichton es correcta, pero adolece de realizar tomas más artísticas, quizás porque para cuando hizo este trabajo aún le quedaba mucho por aprender.  Independientemente de que la sangre que aparece en el filme se ve demasiado falsa, se nota un esfuerzo por innovar desde el punto de vista técnico en la producción, de modo que gracias a este título vimos por primera vez en una obra cinematográfica gráficos computacionales, lo que por supuesto ayuda a dar la atmósfera futurística adecuada que se quiso dar a todo esto.
      En 1976 se estrenó Futureworld, la continuación directa de la película que le antecedió y que inteligentemente no se hizo como algo en la línea de “más de lo mismo”, sino que sus responsables nos contaron otra historia (y tal vez más compleja) en la que el parque de atracciones de DELOS estaba involucrado.  Por temas de derechos ya vendidos, Michael Crichton no mantuvo relación alguna con esta secuela, de modo que tanto la producción, como la dirección y el guión corrió por cuenta de otros, lo que en todo caso no lo hicieron mal que digamos.   En esta ocasión tuvo entre sus artistas a otro actor de renombre, Peter Fonda, en el papel protagónico masculino.  Asimismo el propio Yul Brynner hizo una aparición especial, como el mismo personaje del primer filme, aunque en un matiz por completo distinto y curioso respecto al original.  Se le puede considerar dentro de sus atributos, que si bien el mismo compositor de la cinta anterior, Fred Karlin, se encargó acá también de la banda sonora; pues esta vez realizó un trabajo superior y con un tema central que logró representar la atmósfera viciada de la historia, a diferencia de las poco inspiradas composiciones de Westworld.
      En el argumento de esta secuela (quizás incluso menos conocida que su predecesora), dos periodistas, hombre y mujer, llegan hasta las recientemente reabiertas dependencias del “parque de entretenciones”.  Según les han prometido los responsables del lugar, ya han dado con la manera correcta para evitar nuevas desgracias con los visitantes; es así que además en un afán de borrar todo rastro de mala reputación, han invitado a líderes políticos de todo el mundo, para que luego estos difundan por el planeta las maravillas de DELOS.   Los androides en efecto funcionan bien, lo que no está correcto corresponde a los mismos dueños del lugar, quienes tienen un plan maquiavélico para sacar provecho de sus invitados.  Por supuesto que los “divulgadores de la verdad” (en Gringolandia de vez en cuando les da por ver como héroes a los miembros del llamado “cuarto poder”), se dan cuenta de lo que se cuece tras las bambalinas y aun cuando sus vidas corran peligro, harán lo posible por desenmascarar a los culpables. 
     Se mantiene en esta segunda parte su dosis de violencia  y erotismo que encontramos con anterioridad (incluso Fonda hace un desnudo inesperado), además de un pequeño grado de romance que antes no estaba presente.  Asimismo se vuelve a agregar un pequeño elemento humorístico, el que también estaba en el primer filme.  Debe destacarse, en todo caso, que en cuanto al apartado técnico, en esta ocasión la película mostró todo un adelanto científico real, por vez primera en el séptimo arte: animaciones computacionales en tercera dimensión; este detalle demuestra el interés de los productores, por hacer al menos una película que dentro de lo posible, creara la ilusión de una ambientación futurística tal como ya pasó con la anterior y quizás en su momento ello sí fue conseguido (quizás por esta misma razón, el parque de DELOS ahora tiene un ambiente “espacial”, aunque claro, los efectos especiales hoy en día resultan poco creíbles).
           Si en la primera cinta los mismos científicos y técnicos fueron otras víctimas de la soberbia humana, por querer ser como los dioses y sobrepasar los límites de la naturaleza (viejo tema de la culpa y el castigo presente, ya en los mitos e iniciado en el terreno de la ciencia ficción a través de la célebre novela de Frankenstein), en esta ocasión los hombres de ciencia aparecen como los villanos de la historia (he aquí la clásica figura del mad doctor,de las historias de los pulps y otros clásicos).
          Por lo tanto los invito a ver y disfrutar o revisar si ya antes lo hicieron, estas dos películas que en la actualidad son las responsable de la exitosa serie que dentro de poco (bueno, el próximo año) revisaré con ustedes.


Cómo actualizar y mejorar viejas ideas (segunda parte).

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NOTA: Como he perdido la costumbre de hacer un resumen del año recién pasado, pues me parecía que me daba “mala suerte” (¿Yo supersticioso?), opto por comenzar este nuevo año de 2017 con la segunda y última parte de un post que como siempre he escrito con todas mis ganas.  Aprovecho de desearles lo mejor en este 1º de enero que ya está por terminar y en el resto de esta más reciente etapa en nuestras vidas.

II- La “sucesora”.

        Pues teniendo en cuenta los filmes mencionados y analizados en el post anterior, la importante cadena de TV cable HBO, nos dio en el transcurso del 2016 (¡recién acabado!) la increíble sorpresa de una nueva serie “adulta” de su factoría: Wesrworld.  Tal como dice su nombre, está basada en el filme escrito y dirigido por Michael Crichton, llevada al formato de la pantalla chica y tal como hoy en día se nos tiene acostumbrados con este tipo de producciones: con un alto nivel artístico y técnico, que no tiene que envidiar a los títulos cinematográficos, tal como es habitual en los productos audiovisuales de esta misma empresa (y por supuesto de Netflix y Showtime).
        La propuesta de convertir a un programa televisivo actual el clásico de Crichton, se encuentra firmado por la misma dupla que nos regaló esa otra gran serie de ciencia ficción que hace poco tuvimos que despedir, Person of Interest; me estoy refiriendo a Jonathan Nolan y J. J. Abrams.  Ahora bien, en esta ocasión Nolan se unió a la guionista Lisa Joy para crear la trama central del show, escribiendo juntos, por separado o al lado de otros autores los diez episodios de la exitosa primera temporada (de hecho, muchos dicen que las series debut que compiten por lo mejor de su formato en el 2016 son esta y Stranger Things).  En cuanto a Abrams, esta vez solo se ha encargado de oficiar de productor ejecutivo.  Asimismo dentro de los productores y como coguionista de uno de sus episodios, se encuentra un destacado escritor de cómics, Ed Brubacker (a quien le debemos, por ejemplo, la novela gráfica en la que se basó la genial película Capitán América y el Soldado de Invierno), algo que potencia aún más esta serie.  
        Como el destacado compositor Ramin Djawadi ya había cosechado éxitos y premios con HBO gracias a su acompañamiento musical para Juego de Tronosy junto a Nolan y Abrams en la recién mencionada POI, fue llamado para encargarse del apartado respectivo.  Pues lo ha hecho de maravilla una vez más, empezando por un precioso tema de los créditos iniciales, ya que como menos mal no ha dejado de hacerlo HBO, volvemos en esta ocasión a contar con una muy artística secuencia respectiva; en ella suena una muy nostálgica melodía en violín y piano, a la par de que las imágenes resumen de manera bastante simbólica el argumento de esta obra.
        Un elemento que sin dudas viene a ser uno de los mayores atractivos de esta adaptación de Westworld, vienen a ser sus actores.    Desde hace años ya que artistas consagrados del séptimo arte han incursionado en la televisión, dejando claro con ello que esta más “humilde” manera de hacer historias audiovisuales, es tanto o más digna de respeto que su “hermana mayor”.  Pues ante un proyecto de la magnitud de Westworld sus responsables contrataron a dos actores de inmensa trayectoria y renombre: Ed Harris y Anthony Hopkins, verdaderos camaleones que una vez más se lucen frente a las cámaras y hacen cada una de sus intervenciones una verdadera delicia.   Para quienes conocemos sus carreras y hemos disfrutado cada uno de sus papeles y cintas a lo largo de los años, tenerlos en este programa es una promesa más de que lo que se contará en sus episodios es magnífico (y así ha sido).
       Junto a los dos grandes de la actuación ya nombrados, aparecen otros histriones de mucho talento, varios de ellos con muchos años de interesantes títulos a cuestas, incluso galardones recibidos por su labor.   En el apartado dedicado a los personajes, me referiré en concreto a ellos y quienes son el elemento esencial para que esta serie, sea sin dudas uno de los grandes eventos televisivos del recién pasado 2016.
       Era de suponer que la trama de esta adaptación tomara muchos elementos del filme de 1973, si bien al tratarse de una serie actual, no se desaprovechó la oportunidad  de desarrollar mejor sus ideas y, de paso, incorporar varias subtramas con lo cual acomplejar y enriquecer el argumento general.   Es así que acá nos volvemos a encontrar con la poderosa empresa de DELOS,  la que tal como en las viejas películas, posee un parque temático llamado Westworld, donde sus visitantes pueden tener la experiencia de verse insertos en la recreación del Lejano Oeste gringo y en el cual pueden interactuar con los sofisticados androides que pululan en su inmensa extensión.  En la serie las creaciones cibernéticas reciben el nombre de Anfitriones y resultan mucho más sofisticadas que las aparecidas en las dos películas setenteras, pues ahora no se distinguen de los seres humanos y tal como irá quedando demostrado a lo largo de la temporada (en realidad desde el primer capítulo), en realidad se tratan de verdaderas inteligencias artificiales.  Por lo tanto uno de los conflictos presentes en el programa y que nos depara un montón de increíbles sorpresas y momentos, viene a ser el concerniente al despertar de la conciencia de estas criaturas, que poseen sus propios recuerdos y personalidades, no teniendo idea de que en realidad han sido hechas por la tecnología humana (hasta que algunas de ellas sí llegan a saber dicha verdad).
       Entre los guiños que encontramos a la cinta original, se encuentran los trajes de los técnicos que trabajan con los anfitriones, así como el hecho de que los visitantes a este lugar llegan a sus dependencias en lujosos y modernos trenes eléctricos, tal como en los mismos filmes.  De igual manera que en las obras que inspiraron al programa, los robots de la primera generación poseen rostros desmontables (si bien en esta versión más actual, ello resulta mucho más espectacular que lo aparecido en ambos largometrajes).  No obstante el mayor homenaje a las películas, resulta  bastante grato para los pocos espectadores que logran reconocerlo, al ver en el fondo de una escena y escondido, a nada menos que al vaquero robótico interpretado por el fallecido Yul Brynner (quien aparece en la misma postura masculina y amenazante, de llevarse los dedos a los bolsillos del jeans y con su sombrero puesto, si bien no se le ve el rostro).  
        Supuestamente DELOS no posee otros ambientes especiales aparte de Westworld, a diferencia de lo visto en los filmes; no obstante en el último capítulo, nos dan una sorpresa al respecto, dejándonos claro que solo hemos conocido parte de su proyecto y tal vez a futuro podremos adentrarnos en esos otros parques temáticos.
       Por tratarse de un programa dirigido a adultos “con criterio formado”, el sexo y la violencia siguen siendo factores importantes en los guiones, si bien acá hubo un intento por dosificarlo en contraposición a otras series actuales.  Es así que los desnudos abundan, incluyendo varios frontales masculinos y femeninos; incluso una de las actrices principales sale en varias escenas mostrando gran parte de su preciosa anatomía.  Por esta misma razón, el carácter de juguetes sexuales de los anfitriones,queda más que claro a lo largo de esta primera temporada.  No obstante la naturaleza propia de un show que para nada es del tipo familiar, queda más bien declarado en sus guiones, que lo convierten en algo que hasta se puede afirmar que no es para cualquier espectador mayor de edad; pues no solo está hecho para los fanáticos de la ciencia ficción y/o incluso del western, si no que se trata de una obra armada con tal complejidad, que a más de uno lo puede enredad y al final terminar por aburrir.  Dentro de esto se encuentran las distintas temáticas abordadas en ella (bastante profundas por cierto) y en especial su montaje, que trata de dos líneas temporales distintas y que solo en el último episodio quedan mejor explicadas (aunque tampoco se la entregan fácil al espectador).
      
      Dentro de los temas presentes en Westworld,se hayan algunos de los más caros a la mejor fantasía científica, aquella que no solo busca entretener, sino que llevar a sus receptores a descubrir facetas de su propia humanidad y de la cual antes no habían tomado conciencia, promoviendo con ello la reflexión y permitiéndonos incluso mejorar como individuos.   Es así que nos encontramos con el papel de la intervención del ser humano, en el devenir de las cosas.  Su inteligencia y capacidad para crear de la nada, producir belleza y mejorar su propia existencia, ideando medios para hacerla más fácil (y divertida), es algo que queda bien demostrado con todo lo hecho por DELOS; no obstante esto es un sin dudas un arma de doble filo, ya que puede tanto darnos la plenitud que todos buscamos, como llevarnos a la condenación.  Es así que buena parte de los protagonistas humanos, se muestran acá como individuos con más de un esqueleto en el armario; por lo tanto no importa todo el poder que tengan estos “dioses”, que controlan los hilos de las vidas de los huéspedes, estos otros resultan ser mucho más felices, auténticos y admirables que las personas de carne y hueso.
      Relacionado con lo expuesto en el párrafo de arriba, nos encontramos con la idea acerca del valor de la vida misma y lo que nos define como personas con derechos y deberes.  ¿Qué nos hace ser lo que somos? ¿Nuestra inteligencia? ¿Los recuerdos que tenemos y atesoramos? ¿O es tal vez nuestra capacidad de libre albedrío? ¿Es en realidad el dolor aquello que sacar lo mejor y lo peor de cada uno? Con todas estas interrogantes presentes en la serie, nos encontramos también con el misterio acerca de la posibilidad de que exista vida más allá de la que conocemos, en este caso una creada por el hombre mismo. 
      De igual manera resulta relevante en el programa, el tema de la búsqueda de la felicidad, algo que se observa indistintamente entre humanos y huéspedes.  La realización personal, que según queda demostrado en el caso de aquellos personajes que están más cerca de conseguirlo, no es algo que se consiga a solas, sino que necesitamos a otros para, en el proceso de compartir nuestras vidas, acercarnos a esa idea que tenemos de una dicha lo más completa posible.
      A continuación la lista de rigor de los personajes más importantes, señalando uno que otro detalle de interés y demás datos sobre sus roles en la trama, con lo que es posible conocer mejor de qué trata Westworld (sin caer en el despreciable spoiler dentro de lo posible).   La mayoría de sus actores antes de esta serie, ya habían actuado en otros títulos del género, de modo que bien se podría decir que les interesa bastante la ciencia ficción o que son verdaderos veterano y/o expertos al respecto.

Robert Ford: El personaje encarnado por sir Anthony Hopkins, es uno de los dos creadores del parque de entretenciones de Westworld, siendo que su compañero murió hace ya bastantes años.  Es un hombre con una mente privilegiada y lleno de misterios.  Mantiene intereses personales con los anfitriones, lo que tiene que ver con su pasado.  No todos los directivos de DELOS están de acuerdo con sus decisiones, lo que provoca más de un roce; no obstante su poder en la empresa es demasiado grande, como para meterse a la ligera con él.  Su apellido, Ford, bien puede ser un guiño a la igualmente famosa novela de ciencia ficción antiutópicaUn Mundo Feliz,de Aldous Huxley; pues en esta obra se habla de la relevancia de las invenciones de Henry Ford, quien en dicha ficción  se convirtió en un personaje histórico sagrado; de este modo el personaje a cargo de Hopkins, compartiría con él esta dimensión de un sujeto, que marca la sociedad por completo gracias a sus creaciones.
El Hombre de Negro: Corresponde al rol de Ed Harris, de quien solo hacia el final de la temporada viene a revelarse su verdadera identidad y que más encima tiene una inesperada familiaridad con otro de los personajes principales.  Es un sujeto violento, el cual comparte con muchos de los otros protagonistas un hondo sentimiento de soledad, pese a que no lo verbaliza.  Es un humano y lleva treinta años dentro del juego de Westworld, detrás de varias cosas que poco a poco irán aclarándose.  Nunca sonríe y utiliza a todos sin vacilaciones para conseguir sus propósitos.  Su apodo, aspecto y supuesta personalidad nociva, podría tal vez ser un homenaje a la saga de La Torre Oscura de Stephen King, ambientada en un mundo tipo Lejano Oeste, con elementos de ciencia ficción y donde aparece un Hombre de Negro malvado.
Dolores: Una de los dos personajes femeninos centrales por parte de los anfitriones,es una hermosa mujer de aspecto angelical, quien lleva bastante bien el nombre que le han dado, ya que le toca sufrir como a pocos dentro de esta historia.  Femenina, dulce e indefensa en una primera instancia, en realidad alberga dentro de sí a alguien de una enorme fuerza interior y que además tiene relación con varios de los hechos más decisivos acerca del pasado, del presente y del futuro de Westworld.   Evan Rachel Wood, quien realiza este papel, sin dudas realiza una de las mejores actuaciones de esta serie y promete bastante en su promisoria carrera.
Maeve: La otra fémina anfitriona de relevancia en el argumento de este programa, hace de dueña de un prostíbulo dentro de Westworld; no obstante alberga dentro de ella una personalidad mucho más compleja, de lo que se esperaría en una meretriz, ya que su inteligencia es sobresaliente y eso hace que poco a poco vaya alejándose del papel que se le ha dado, hasta tener conciencia de lo que es en realidad y lo que hacen con los suyos los humanos; por lo tanto, se convierte en la principal gestora de los vientos de cambios para el resto de los personajes.  Si Dolores es rubia y tierna, esta otra morena y más salvaje viene a ser la otra cara de la misma moneda, en lo que al avance de estas inteligencias artificiales se refiere.
Bernard: Un importante científico y ejecutivo de DELOS de edad mediana y de raza negra, quien llega a involucrarse personalmente con uno de los androides.  Es una persona mucho más empática, que su contrapartida femenina en otra área de la empresa y con quien pese a todo mantiene una historia más allá de lo profesional.  Como otros entre quienes lo rodean, humanos y anfitriones, guarda un gran secreto y del que él mismo apenas tiene idea de ello.
William: Un visitante de Westworld, quien llega junto a su cuñado a este lugar para pasar unas relajadas vacaciones, pero que luego en contra de lo presupuesto, se va adentrando en los recovecos de este sitio.  Mientras su compañero va sacando fuera de sí su lado más detestable y hedonista, este otro encuentra al héroe que hay dentro de él.  No obstante llega a enamorarse de una de las anfitrionas, pese a que estaba comprometido y antes se negaba bastante a dejarse llevar por lo que le ofrecía el parque.  La aventura en la que se ve envuelto, una verdadera vorágine de emociones de carácter mortal, lo transforma para siempre en otra persona.
Teddy: Guapo anfitrión que comienza como uno de los personajes más trágicos de toda la serie y que también a medida que va transcurriendo el tiempo, se vuelve alguien mucho más complejo de lo esperado.
        Aparecen muchos otros personajes en la serie, ninguno de ellos carente de su propio encanto o atractivo, no obstante los recién mencionados son los que al menos a mí más me atraen.
           La segunda temporada está anunciada recién para el 2018 (¡Mucho tiempo para esperar!) y ante esta fecha casi incierta, uno se pregunta por qué razón, si Westworld ha sido un verdadero boom.  Pues sus creadores afirman que desean hacer lo mejor posible para lo que está por venir, ya que no quieren apurarse a la hora de escribir los capítulos y no decaer en la calidad de lo que hasta el momento nos han dado.  Yo creo humildemente que son puras tonteras tales justificaciones, pero qué se le va a hacer con las ocurrencias de los artistas (¡Es lo que hay!).

                                                            
Los preciosos créditos de apertura de esta genial serie.

¡Que la Fuerza te acompañe, querida Carrie Fisher!

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      El recién pasado 2026 fue un año caracterizado por la muerte de varias personalidades internacionales, muchas de ellas ligadas al mundo del cine y de la música.  En el caso de muchos de estos personajes, me fue imposible no hacerme presente a través de un sentido homenaje a varios de ellos, en especial porque para mí fueron en vida y aún todavía importantes: Me estoy refiriendo a David Bowie, Alan Rickman y Anton Yelchin.   Luego perdimos a otros más, Prince y Juan Gabriel, sobre los cuales no puedo negar que también forman parte de mi historia como ciudadano del mundo y contemporáneo suyos (en especial del primero de estos dos, debido a sus pegajosas canciones para el primer filme de Batman orquestado por Tim Burton); no obstante solo hoy los menciono acá, pues tampoco, para ser sinceros, estaban entre mis favoritos…
      …Y entonces cuando se estaba acabando el año pasado, justo para Navidad, se nos fue otra gran estrella: el cantante George Michael, quien en términos actuales con solo 53 años de edad, muy bien podría haber seguido teniendo una vida plena, si todo en su propia existencia hubiese seguido funcionando correctamente.   Su desgracia es un ejemplo de que no basta con el talento, el dinero, la fama y hasta la belleza (nadie puede negar que tenía todo esto y le sobraba) para ser una persona dichosa: si no hay felicidad y amor, nada somos.  En realidad lamenté mucho su partida, que su voz y su figura siempre me fueron bastante gratos.
      Cuando creíamos que todo iba a acabar sin otra noticia de este tipo, se nos vino el balde de agua fría encima: Al saber que Carrie Fisher, la recordada princesa Leia Organa de los filmes de Star Wars, había fallecido solo dos días después del cantante.  Y ambos tenían mucho en común, más allá de una gran cantidad de seguidores a lo largo de sus carreras: Pues los dos pasaron por el Infierno en la Tierra, debido a sus adicciones a las drogas y al alcohol.  Podría decir que mientras estuvieron con nosotros, nos dieron lo mejor de sí mismos, en especial cuando estuvieron en el cenit de su desempeño artístico; no obstante encuentro triste que debido a sus propios problemas (y que es tan habitual entre la gente sensible como ellos), aún podrían habernos regalado otras obras con las cuales brillar.  Pero así es la vida, nada es fácil y hay que tener cojones para enfrentarse al infortunio y no dejarse llevar por la pesadumbre.  No los enjuicio, que perfecto no soy, solo lamento que todo les haya sido tan  difícil.
        Quienes me conocen saben que no soy muy fanático que digamos de la saga de Star Wars, pero como amante de la ciencia ficción que soy desde pequeño, por supuesto que vi la trilogía original en la que participó y la gocé bastante; obviamente que me la he repetido numerosas veces, como bien sucede con todas esas historias que forman parte de nuestra existencia.  Es difícil quitarse de la cabeza a una heroína como la que interpretó con tanto carisma esta actriz, una de esas mujeres inteligentes e independientes que con los años, frikis como yo hemos aprendido a amar (y muchos a desear).  Además demostró lejos sus dotes en la actuación, pues en solo estas tres cintas, tuvo que desempeñarse en escenas de acción, de romance e incluso de humor.  ¿Cómo olvidarla con su hoy ya clásico peinado “tipo caracol”, con el que apareció por primera vez en Una Nueva Esperanza?  Y en El Regreso del Jedi,cuando sale de cazarecompensas, sin mostrar su precioso rostro, engañó a medio mundo en dicho rol.  No obstante fue vestida con su traje de “esclava sexual”, del monstruoso Jabba, que consiguió quizás la imagen más icónica suya de todo estas películas (como para enamorarse ¿No?).
        Después de haber participado en la trilogía que convirtió a George Lucas, su creador, en uno de los hombres más influyentes (y poderosos) en la historia del cine mundial, hizo varias películas más y también participó en numerosos programas de televisión. En el caso de las producciones para la pantalla chica, muchas veces sus intervenciones fueron interpretándose a sí misma en homenajes y/o parodias, relacionadas justamente con la space opera que la hizo conocida.  Dentro de estas apariciones, solo puedo mencionar porque es la única que recuerdo y disfruté mucho, su intervención en un antológico episodio de la séptima temporada de The Big Bang Theoryque la reunió nada menos que con James Earl Jones, la voz original en inglés detrás de Darth Vader; su capacidad histriónica quedó una vez más demostrada en su breve, graciosa e inolvidable aparición.
       No obstante todo lo que hizo con posterioridad a Star Wars siempre fue en papeles secundarios, pues no volvieron a llamarla para un principal y ni siquiera George Lucas la tuvo presente para ello.  El supuesto olvido en el que cayó le provocó un hondo resentimiento, que la llevó al desastre personal al que hice referencia más arriba.   Esta oscura faceta de su persona, se la enseñó al mundo sin edulcorantes y a través de su novela autobiográfica Postales desde el Abismo de 1987.  Los elogios que recibió por la valentía con la cual expuso sus miserias, interesó al mismo Hollywood y tres años después se filmó una superproducción basada en ella; todo a cargo de un director cotizado como Michael Nichols, teniendo de estrellas a nada menos que Meryl Streep y Shirley MacLaine en los papeles principale.  El filme obtuvo muy buena crítica y por esa razón fue nominado a varios premios.   Con posterioridad realizó unos cuantos guiones y uno de ellos fue utilizado para uno de los capítulos de Crónicas del Joven Indiana Jones, a principios de los noventa (por lo tanto Lucas, que producía esta serie, no se olvidó por completo de ella).  El descubrimiento de esta habilidad suya para contar historias, al parecer la salvó durante un tiempo de los demonios que la acosaban.
       Y entonces llegaron las buenas noticias del retorno al cine de la saga interplanetaria, una continuación directa al Episodio VI y que contaría además con la presencia de los tres actores principales, de los primeros largometrajes: Harrison Ford, Mark Hamill y, por supuesto, nuestra princesa olvidada Carrie Fisher.  Independientemente de si a uno le gustó o no El Despertar de la Fuerza, nadie puede negar que uno de sus momentos más espectaculares fue cuando reapareció Leia Organa, ahora convertida en oficial militar de alto rango.  Al verla ya en los finales de sus cinco décadas, muchos nos dijimos “Pese a todo, ha envejecido bien y se ve preciosa”.  La promesa de que volvería a salir en los Episodio VIII y IX satisfizo a todos sus admiradores (incluyéndome), no obstante a menos que usen algún montaje computacional especial, no la tendremos en la última de esta más reciente trilogía.  Mientras tanto nos queda esperar con más ganas que nunca, verla en las escenas que filmó para el siguiente capítulo de la saga; de este modo la próxima entrega de la serie, será su legado póstumo para sus admiradores.
        Dicen que la vida es injusta, cruel e irónica, sin embargo no quiero pensar así como creyente en Dios que soy.   Esto porque justo cuando había conseguido regresar en gloria y majestad, con el personaje que le dio sus mayores gratificaciones, y todo parecía que vendrían nuevas oportunidades para ella, su corazón no dio más y es así como no hace mucho nos tocó despedirla.  Quiero creer que se fue con el conocimiento de que se había ganado el amor de millones de personas, que por fin estaba en paz y satisfecha con su vida personal y profesional.  Quiero recordarla bella, segura de sí misma y triunfante.
         Gracias por los inolvidables momentos que nos diste, Carrie Fisher.

De vuelta al Mundo Medio (primera parte).

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     Tan solo tenía 19 años de edad Stephen King, cuando escribió al principio de la que sería luego considerada como su obra (épica) más importante, con las siguientes hoy famosas palabras de

        “El Hombre de Negro huía a través del desierto y el Pistolero iba detrás de él”.

      Con este primer breve, pero potente párrafo dio inicio a su saga titulada como La Torre Oscura, compuesta por 8 novelas principales, más textos anexos que abarcan una historia compleja que abarca directa e indirectamente gran parte de la narrativa del propio autor.
      Inspirado en el poema Childe Roland to the Dark Tower Came(Childe Roland a la Torres Oscura llegó) de Robert Browning, corresponde tal como se cuenta en las primeras líneas de este texto, de una obra nacida en plena juventud de su autor y que en la medida que este fue madurando como artista (y como hombre), fue cobrando mayor complejidad y calidad literaria con cada nueva entrega.
       A la hora de sintetizar el argumento central de estos libros, se puede decir que trata sobre el pistolero Rolando Deschain de Gilead, el último de su clase y de rancia alcurnia (una especie de caballero medieval, que en vez de espadas usa pistolas), quien debe llegar a toda costa a la llamada Torre Oscura y que es el centro de su mundo y de otras tierras paralelas.  En este lugar se halla prisionero el Rey Carmesí, su enemigo jurado a quien no conoce, pero sí a muchos de sus secuaces con los que se ha enfrentado desde que era adolescente, lo mismo que los suyos, así como otros que irán apareciendo durante su periplo a este lugar.  El gran villano tiene el poder y el deseo de desestabilizar toda la creación, lo que se puede observar en el hecho de que el Mundo Medio del que proviene el héroe se “ha movido”, lo que significa que la civilización ha caído y en la actualidad la gente vive en una especie de sociedad postapocalíptica, con proliferación de todo tipo de monstruos y aberraciones, así como del mismo mal en todas sus formas.  Por lo tanto es necesario que llegue Rolando a esta edificación para derrotar al Rey Carmesí y que todo vuelva a la normalidad.
      Como en los grandes títulos de ciencia ficción y fantasía, el novelista creó todo un universo de ficción con sus propias reglas y sello propios, de modo que acá nos encontramos tanto con una cronología, como con un lenguaje, vestuario, sociedad, costumbres y creencias bastantes delineados.  Para ello se sirve de varios elementos que enriquecen la ficción a través de la intertextualidad, el homenaje y la cultura popular, que al lector “culto” con mayor razón hacen atractivas estas narraciones.   Es así que a la hora de caracterizar al pistolero y a su gente, King realiza su propia reinterpretación de la leyenda artúrica, de modo que Rolando y su ascendencia provienen de Artur Eld, mientras que Gilead, su patria, viene a ser un símil de nada menos que Camelot.
      El escritor desde pequeño ha sido un admirador del género conocido como western, de vaqueros en el Lejano Oeste Americano (como bien les gusta llamarle a los gringos) y que luego originó una variante de origen europeo llamado spaghuetti western, por ser producciones italianas que simulaban estar ambientas en USA (si bien muchas de ellas filmadas nada menos que en España y en Marruecos).Es así que otra clásica historia que inspiró al novelista fue la llamada Trilogía del Hombre sin Nombrede Sergio Leone, con Clint Eastwood de protagonista.  Cabe mencionarse que King ha reconocido este hecho en muchas ocasiones; de igual modo en los mismos libros se ha hecho referencia al parecido del protagonista con el actor.
       Comenzando por el detalle de que estos libros transcurren mayormente en un lugar llamado el Mundo Medio, queda claro que su creador quiso también tributar a la obra maestra de Tolkien de El Señor de los Anillos,que transcurre en la Tierra Media (algo parecidos los nombres ¿No?).  Por supuesto que la misma Torre Oscura guarda varias relaciones con las torres que aparecen en la trilogía tolkiana (la de Saruman y la de Sauron, los dos grandes villanos de esta saga, si bien aparecen otras de vital importancia en dicha serie).  De igual manera el tópico del viaje del héroe tan relevante en estas novelas, resulta otro nexo entre un ciclo literario y otro.  Asimismo en el quinto libro, la bruja Rhea de Cos mantiene una relación con una bola de cristal mágica, igual que la de Gollum con el Anillo, tal como sucede en los textos de Tolkien.
       Volviendo al argumento de La Torre Oscura(abreviada en español como LTO), Rolando en su juventud tuvo un grupo de amigos de su misma edad, pistoleros como él, con quienes compartía una especie de hermandad que en el mundo de esta obras es sagrada y posee ciertos rasgos místicos: el ka-tet.  Poco antes de que el pistolero comenzara el largo viaje hacia su destino, sus compañeros fallecieron heroicamente y este se quedó solo.  Pues para lograr su propósito, era necesario que tuviera alrededor suyo a un nuevo equipo de formidables aliados.  Como su orden y/o clase ya se había extinguido, el personaje principal tuvo que invocarlos desde otro lugar, en este caso desde nuestra propia realidad.  Por lo tanto trajo a tres de ellos, otro mucho más tarde de haber comenzado la odisea se les unió (también llegado desde esta parte del multiverso) y un inesperado (y de igual manera valioso) amigo de su propio mundo vino a integrárseles; en el caso de los cuatro primero mencionados, cada uno de ellos de distintos periodos del siglo XX, todos estadounidenses (quizás algo que debiera mejorar King en su narrativa, sería la falta de personajes multiculturales, si bien al menos abundan en su obra personajes afroamericanos de gran relevancia para sus historias).  Los participantes del grupo protagonista de estas novelas son:
        Jake Chambers: El primer viajero y pistolero llegado desde este mundo y al que conocimos ya en la primera entrega de la saga.  Es un chico que está en los primeros años de su adolescencia.  En el primer libro Jake y Rolando se despiden en muy tristes circunstancias y luego en el tercero el muchacho regresa al Mundo Medio de forma increíble y para siempre.
      Eddie Dean: Más o menos un veinteañero, fue contactado por Rolando cuando era un adicto a la heroína y junto a su único hermano estaba en problemas con un mafioso que los proveía de ella.  Una vez en el Mundo Medio, consigue combatir su dependencia y como los otros del nuevo ka-tet se vuelve un formidable pistolero y alguien sobresaliente.
      Susannah Dean: Luego del mismo Rolando, quizás el mejor personaje de toda la saga (sin desmedro de muchos otros, que “El Rey del Terror” dio vida a personajes en verdad memorables en esta saga, aparte de los principales). Llega hasta el Mundo Medio bajo el nombre de Odetta Susannah Holmes, una joven mujer guapa de raza negra y que debido a un infortunado accidente no tiene piernas, razón por la cual usa una silla de ruedas.  No obstante este último hecho no es impedimento para que sea alguien muy capaz e independiente. El problema es que cuando es invocada, venía con un trastorno de doble personalidad, siendo su yo oculto una violenta y grosera “hija de perra” de nombre Detta, quien les trae un montón de problemas hasta que Eddie y Rolando logran dominarla.  Debido al romance nacido entre la “Dama de las Sombras” y el ex drogadicto, esta se cambia el apellido en honor al hombre que ama.
      Acho:Perteneciente a la raza animal de los bilibrambos que tienen aspecto entre perro y mapache, en realidad como sucede con su especie es una criatura inteligente, capaz de emitir ciertas palabras y mantener contacto con los humanos.  Es recogido por Jake tras ser exiliado por su manada en el transcurso del tercer volumen, razón por lo cual está muy ligado a este, quien lo adora.  Sus actos de lealtad son tan considerados, que se le conceda el honor de ser otro miembro importante en la familia de estos pistoleros.
        Padre Callahan: Sacerdote católico que se une al grupo durante el transcurso de la quinta entrega.  Stephen King rescató a este personaje de una de sus novelas más emblemáticas, Salem`s Lot.  En el libro recién mencionado este hombre mucho mayor que el resto del ka-tet, fue maldecido por un vampiro y estuvo vagando por años pasando de un mundo a otro, hasta que llegó a Mundo Medio y allí se encuentra con el resto de los personajes, convirtiéndose en un valioso amigo que los acompaña hasta el final de su viaje juntos.
         La novela inicial del ciclo recibe el nombre de El Pistoleroy fue publicada por vez primera en 1982.  En ella Rolando anda detrás del sujeto que llevó a la perdición a su madre, a su pueblo y a buena parte de la civilización, Marten Broadcloak, el Hombre de Negro y cuyo verdadero nombre viene a ser Randal Flagg (quien aparece bajo este nombre en otras obras de King ambientadas en “otros mundos” como Apocalipsisy Los Ojos del Dragón).  Pues antes de lograr pillarlo, debe pasar por varias penurias, entre ellas su encuentro original con Jake.  En consideración con el resto de los títulos de la saga, su lectura no es muy amena, de seguro porque cuando su autor concibió buena parte de ella, aún no era un escritor profesional; además antes de aparecer en formato de libro, fue editado primero en la revista especializada  The Magazine of Fantasy and Science Fiction,entre 1978 y 1981 en cinco partes, las que comprenden los mismos capítulos del libro.  De seguro teniendo en cuenta este hecho y ya cuando estaba terminando la saga central, sacó en 2003 una versión revisada con la que mejoró bastante.
        De 1987 data la segunda parte titulada como La Llegada de los Tres, pues es cuando Rolando trae a su tierra a Eddie, Susannah y a un tercero, Jack Mort, un psicópata que fue el responsable del incidente que le costó las piernas a la mujer.  Superior que su predecesora, se trata de una obra llena de acción, momentos inolvidables y que puede ser considerada como el verdadero punto de partida para una saga, que en general da a sus lectores algunos de los mejores episodios en la narrativa de Stephen King.


         Las Tierras Baldíasde 1991, viene a ser sin dudas aún mucho más gratificante como obra literaria que el libro anterior.  En ella sus protagonistas pasan por una serie de paisajes arrasados por la guerra nuclear y llena de mutantes, vestigios del llamado Pueblo Antiguo, que hace largo tiempo ya se extinguió; hasta llegar a la decrépita ciudad de Lud, antes toda una metrópolis de tecnología avanzada.  Aquí se les unen Jake y Acho y entre todos los peligros que deben sortear, el peor de ellos viene a ser Blaine, una inteligencia artificial con forma de un sofisticado monorriel.  El texto termina tal cual el final de temporada de una serie, en suspenso, o sea, en continuará.
        Con Mago y Cristalque data de 1997, Stephen King prosiguió escribiendo cada vez un libro más extenso que el anterior (llegando casi a las mil páginas en este caso).  Pues como era de esperarse, el comienzo de la novela parte justo donde quedó el anterior y su autor lo hace de maravillas (imposible olvidar cómo logran derrotar a su, en la práctica, superior nuevo rival).  No obstante lo que ocupa gran parte de su extensión, viene a ser el relato que hace el propio Rolando a sus compañeros, acerca de un importante episodio de su juventud, cuando aún era un adolescente y conoció a la única mujer a la que ha amado. La narración enmarcada dentro de un mundo distinto al que ahora habitan, está llena de esos episodios magníficos que solo un autor ya consagrado hace rato, como ya lo era King cuando escribió esta obra, puede regalar a sus lectores.
       En 1999 Stephen King fue atropellado por un camionero imprudente, algo digno de cualquiera de sus mejores historias, lo que casi lo llevó a la muerte.  Durante el largo proceso de su recuperación, el escritor se dio cuenta más que nunca de su propia mortalidad y como había prometido a sus lectores que LTOestaría compuesta por siete libros como mínimo, pues a Rolando y a su ka-tetles quedaba aún mucho por llegar a su destino, decidió terminar de una vez por todas su trabajo pendiente (tal como luego lo expresó en más de una entrevista).  Por lo tanto escribió casi de un tirón los tres últimos tomos de la serie (ojalá cierto caballero gordo y barbón, aprendiera de alguien más humilde y dado a su legión de fanáticos, je).


        Y entonces llegó la que para un servidor sería si quizás no la mejor entrega de la serie, de seguro la más entretenida y mejor realizada: Lobos del Calla.  En esta obra King se da un gusto mucho mayor que en el libro anterior, de hacerle tributo a los filmes y narraciones de western que tanto le gustan y en especial al famoso filme titulado Los 7 Magníficos.  Tal como en esta cinta, Rolando y los demás llegan hasta el pueblo de Calla Bryn Sturgis, un hermoso sitio lleno de gente honorable, pero que es asolado por las monstruosidades que le dan nombre a la novela; los habitantes que los acogen les solicitan su ayuda, en lo que también se encuentra el juramento que como pistoleros, han hecho con respecto a defender el bien y proteger a los inocentes de todo mal.  Acá es donde se les une el padre Callahan y les cuenta con gran deleite para uno, su historia sobre cómo llegó hasta el Mundo Medio.   Aparte de la referencia a la película de John Sturges (de ahí el nombre del pueblo), su creador hace tributo a los largometrajes de Star Wars, los cómics Marvel (en especial al villano Doctor Doom) y a los libros de Harry Potterde J.K. Rowling.
       En 2004 aparece Canción de Susannah, novela que tal como la segunda de la saga, transcurre mayormente en nuestro mundo, pues los miembros del ka-tet deben separarse y llegar a varios lugares y tiempos de este lado del multiverso, en pos de Susannah que ha sido poseída por un espíritu maligno, que arrancó con su cuerpo hasta nuestro hogar; de igual manera, otros deben seguir una serie de pistas que les permitirán poder llegar de una vez por todas a la Torre Oscura.  Luego de los fabulosos hechos del libro que le precedió, este al menos a quien aquí escribe no llega a tales niveles de genialidad, ya que es mucho más lento y en realidad viene a ser la antesala al último tomo de la saga (tan lleno de emociones para el lector que la ha seguido con fidelidad, muchos a lo largo de varios años).  Uno de los puntos más destacables de este capítulo, viene a ser cuando los protagonistas se encuentran con nada menos que Stephen King, en un interesante ejercicio metaliterario y que sirve al autor para reflexionar acerca del valor de la producción artística, el poder de las historias y lo que significó para él mismo su propio descenso a los infiernos, cuando fue un drogadicto declarado.
        En un mismo año King publicó las dos últimas novelas (hasta esa fecha) de LTO, si bien la conclusión apareció en septiembre de 2004, mientras que la otra en junio de ese mismo año (George R. R. Martin… ¡Aprende!).   Titulada simplemente como La Torre Oscura, viene a ser el libro más extenso del ciclo, está mucho más cerca de las mil páginas de extensión que Mago y Cristal.  Mucho sucede en este tomo, siendo de seguro lo más impactante cada una de las despedidas a las que nos somete el autor con respecto a sus heroicos protagonistas y que al menos en mi caso, produjeron mis primeras lágrimas producidas por una lectura.  En general se trata de una obra preciosa, realizada con mucha dedicación y que demuestra sin dudas el amor del escritor por sus personajes y sus mismos lectores constantes como bien le gusta llamarnos.  Sin embargo cuando todo iba tan bien y las expectativas cada vez eran más grandes, tras tantos momentos memorables, Stephen King pareciera haber sido incapaz de dar término como corresponde a su magna obra; pues justo cuando Rolando por fin llega hasta la Torre Oscura y se enfrenta al Rey Carmesí, la narración pierde su fuerza y sin dudas que decepciona.  Sin querer caer en el spoiler, lejos la batalla entre Ralph Roberts, el protagonista de Insomnia(una de las novelas anexas de la serie)y el mismo enemigo, está mejor armada que lo que aquí se cuenta.  Luego tras el desastroso final, como es costumbre del novelista, se agrega un epílogo y que aún es mucho peor, quitándole la dignidad al sacrificio de buena parte de sus protagonistas.  Ojalá en un futuro cercano King admita su error y arregle este entuerto con una versión revisada del clímax.

Una de las (otras) mejores historias de Hulk.

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     En el universo Marvel mientras en el planeta Tierra, específicamente en USA, se estaba desarrollando la famosa Guerra Civil que tenía separados en dos bandos a viejos amigos y aliados entre los superhéroes (incluyendo también a los villanos), Hulk se encontraba en su propia gran aventura: Planeta Hulk.  Pues tal como dice su nombre, sucede en otro mundo, en un ambiente extraterrestre, lleno de monstruos y al que llega en muy especiales circunstancias el llamado Goliat Esmeralda.  Lo sucedido durante ese año en el que estuvo fuera, sin dudas viene a ser uno de los momentos claves en su cronología e incluso llegó a tener serias repercusiones para otros títulos marvelitas.
     Este tremendo arco argumental fue publicado entre abril de 2006 y junio de 2007, siendo escrito por  Greg Pak y dibujado por Carlo Pagulayan.   El primero tiene a su haber ser director de unas cuantas películas independientes, pasándose luego a la creación de guiones para cómics, tanto de Marvel como de DC y otras compañías; pues ha trabajado con varios personajes emblemáticos, aparte del mismo Hulk y quizás tal como se puede apreciar en la lectura de esta saga, su experiencia en el campo cinematográfico le ha dado una muy buena habilidad para armar sus argumentos de forma dinámica y manteniendo en todo momento expectante a sus lectores.  En cuanto a Pagulayan, pues este artista de origen filipino podría considerarse el sucesor de varios compatriotas suyos que han destacado en el noveno arte, trabajando para los gringos tales como Alfredo Alcalá y Leinil Francis Yu; con un trazo preciosista, en el caso de esta novela gráfica demuestra su gran capacidad para realizar todo tipo de monstruos y extraterrestres, quien además nos trae además a un Hulk como quizás antes nunca se había visto en las viñetas (con armadura de gladiador…y como rey).  Por otro lado, no se puede menospreciar el trabajo del portadista  José Omar Ladrönn, quien realizó para la colección verdaderas obras de arte, en la práctica pinturas que sintetizan poderosamente esta inolvidable etapa en la existencia del Hombre Increíble.
        La historia se encuentra dividida en varias partes, las que tienen relación con el desarrollo de los acontecimientos que van en crescendo hasta su espectacular final y el cual enlaza de inmediato con su aún más apoteósica continuación, titulada como Guerra Mundial Hulk.     Comienza con Exilio,en el cual nos enteramos que Hulk ha sido engañado por quienes había considerado sus amigos, el Doctor Extraño y los otros tres miembros del exclusivo grupo de los Illuminati (compuesto por los hombres más inteligentes de la Tierra, supuestamente), quienes lo han mandado al espacio para deshacerse de él por creerlo demasiado peligroso para la humanidad.  Es entonces que el monstruo de gamma en vez de llegar al lugar que le tenían destinado, cae en el planeta Sakar, un lugar que nunca más volverá a ser el mismo gracias a su presencia.
       Sakaar es gobernado por el llamado Rey Rojo (¿Una alusión tal vez a La Torre Oscurade Stephen King?), quien en realidad es el dictador proveniente de una raza invasora, que tiene sometido a su propia gente y a la raza autóctona del lugar, así como a otras especies.  Este es el verdadero y único villano de toda la historia, pues como luego quedará demostrado a lo largo de esta trama, no es el aspecto (monstruoso) el que define a la persona, sino que sus acciones y decisiones.  Es entonces que al más puro estilo de los emperadores romanos, para controlar al pueblo y darle una vía de escape a su descontento, mantiene una especie de juego de gladiadores a muerte, en el cual obliga a participar a sus enemigos políticos y a los esclavos.  Por lo tanto una vez que Hulk es capturado, se ve en medio de todo esto y es cuando la gente que tiene a su alrededor, se da cuenta de que no la tienen fácil con el recién llegado. 
        Anarquía es la segunda parte de esta obra y que tiene relación con el impacto en la sociedad que ha tenido el Gigante Esmeralda, tras negarse a rendir pleitesía al tirano.  A su lado se han reunido los gladiadores sobrevivientes del coliseo en el que le tocó luchar a este, con quienes poco a poco va creando un lazo de confianza y amistad, en contra de lo que en un principio había declarado Hulk, de no desear compañía tras haber sido traicionado por los “débiles humanos”; no obstante la verdadera naturaleza del héroe es la de ir tras la senda del bien y de proteger a los débiles, razón por la cual su misma figura también comienza a influenciar a las multitudes descontentas con su gobernante, por lo que se está gestando toda una revolución en el planeta.
        Luego de que el Rey Rojo ha perdido gran parte de sus partidarios y a cada momento la confrontación entre los dos bandos va llegando a su cenit, viene Lealtad y que se centra en el lazo que se ha formado entre los guerreros que acompañan al terrícola, quien por fin ha encontrado a verdaderos pares con los cuales sentirse a gusto, tras años de sentirse un “extraño en el mundo”, un paria e incomprendido en la Tierra.  Ahora Hulk más que temido es amado y apreciado, por quienes lo consideran su libertador y mayor héroe; es más, una vieja profecía lo relaciona con una figura mesiánica para el pueblo de Sakar y pese a que el Gigante Esmeralda se resiste a tomar para sí el título, ahora su vida tiene un mayor sentido que no sea escapar y que va más allá de enfrentarse a su enemigo para demostrar que él es el más fuerte.
       Luego de haber conseguido derrocar al Rey Rojo en una muy emocionante confrontación final, Hulk se convierte apoyado por la comunidad en el nuevo soberano.  Todo parece ir demasiado bien, pues hay de parte de los involucrados el deseo de mejorar las condiciones de vida para cada uno de los habitantes.  Es cuando llegamos al triste desenlace de todo, como si se tratara de la maldición de Hulk que nunca le permite mantener un estado de plenitud, llamado justamente Armageddon y en el cual el futuro lector de esta saga, debe descubrir cómo se derrumba la utopía que estuvo a punto de fundar nuestro querido Gigante Esmeralda.
         En determinado momento de la primera parte de esta historieta, aparece de manera inesperada otro importante superhéroe de la Casa de las Ideas… ¡Silver Surfer! Su intervención resulta ser uno de los tantos puntos destacables de esta obra, más todavía por la estrecha relación de años que han tenido ambos personajes, algo que con muy pocos ha conseguido tener el propio Hulk  (cabe recordar que juntos formaron parte del antiguo equipo de los Defensores, en el cual estaba el mismo Doctor Extraño…uno de los que lo engañó para poder deshacerse de él).  Su presencia, breve pero potente, en esta historia viene a ser sin dudas un recordatorio de la vida que dejó nuestro protagonista con su destierro; por lo tanto no deja de tener su grado de emotividad esta pequeña reunión, cuando Hulk es aún un completo extraño para el resto de la gente de Sakar y por un momento vuelve a estar en presencia de alguien que lo conoce y estima (y que pese al rencor que siente el protagonista tras su exilio, también es mutuo).
         En lo que concierne a los peligros del “Planeta Hulk”, destaca una espantosa arma biológica usada por el villano, llamada simplemente como las Espinas, esporas que incuban en sus víctimas y que de inmediato las convierten en monstruos sin raciocinio, que solo causan destrozos; más adelante se descubre su inesperado origen.  También nos encontramos con los igualmente espantosos Wildebots, que tal como dice su nombre en inglés son robots que viven en estado salvaje, de apariencia bestial y que atacan a todas las formas de vida orgánica (razón por la cual son una amenaza para todos).
         A la hora de evaluar esta serie en cuanto a cómo aborda al mismo Hulk, acá lo vemos como a un sujeto que hace rato dejó de poseer una mentalidad básica, siendo ahora capaz de usar un lenguaje fluido y relacionarse con cualquiera sin problemas, pese a su aparente deseo de soledad.  Su preponderancia al bien y la justicia, incluso al amor, contrasta con la enorme ira que siempre alberga en su corazón, impulso que como siempre lo mueve a gran parte de sus acciones.  Tampoco se deja de lado la especial dualidad que hay entre el mismo coloso y su personalidad humana, Bruce Banner, conflicto permanente que no deja de darle mayor interés al argumento (no obstante en este novela gráfica el científico aparece poco en sus páginas). Cuando llega a Sakar, casi de inmediato es identificado con una figura religiosa importante para sus habitantes, tanto un salvador como alguien ligado al apocalipsis.  Quiérase o no, Hulk debe asumir este papel, tal como muchas veces ha negado su dimensión benigna; en este sentido resulta memorable la manera de cómo una vez conseguida la victoria, toma como quizás nunca antes en sus cómics una figura patriarcal y majestuosa (inolvidable resulta ser cómo logra controlar a las mismas Espinas casi al final de la historia).  Para un ser tan trágico como el monstruo gamma, resulta grato para el lector encariñado con él, verlo feliz tal como se presenta cuando por fin es derrocado el Rey Rojo.
     El grupo de personajes que se reúne en torno al monstruo favorito de todos (¡Disculpen Godzilla, Gamera y King-Kong!) resulta ser tan llamativo, que de inmediato se gana el afecto del público, la mayoría de ellos personajes nuevos.  En la medida que el argumento va avanzando, vamos conociendo su pasado, de modo que nos es posible humanizarlos pese a su aspecto y a que en un principio muchos de ellos actúan como seres sedientos de sangre y violencia.  Asimismo todo este grupo que se arma en torno a Hulk, en su mayoría viene a ser de distintas especies y que sin embargo se dan cuenta que tienen tanto en común (en este sentido, se podría decir que esta obra apela a la integración, la diversidad y el cosmopolitismo, más si se tiene en cuenta el origen étnico de sus autores, Park un mestizo coreano-norteamericano y Pagulayan un filipino).
        El primer amigo que hace Hulk en este lugar viene a ser Miek, un sujeto que pertenece a la raza insectoide nativa del planeta y que comparte con el Gigante Esmeralda el mismo historial de ser un rechazado.  De apariencia insignificante, en especial en comparación con el resto de sus compañeros, más adelante nos depara varias sorpresas y entre ellas las que tienen que ver con su especie, que tiene bastante relevancia dentro del cómic.
        Quizás mucho más llamativo por su aspecto, personalidad y origen viene a ser Korg, miembro de la raza de silicio (y con una fisonomía hecha en base a rocas, que recuerda mucho a la de la Mole de los4 Fantásticos) proveniente del planeta Júpiter y que se enfrentó a Thor en su primera aventura en los cómics.  De hecho, Korg fue uno de los que lucharon contra el Dios del Trueno en aquella ocasión y acá nos cuenta desde su punto de vista este enfrentamiento épico.  Las viñetas cuando este hace su relato, cambia su estética por un estilo más “clásico”, queriendo emular el estilo de Jack Kirby, su dibujante de aquellos años (principios de los sesenta).  El monstruo de piedra resulta ser un sujeto honorable, juicioso y leal, tal vez el más carismático de todo este grupo.
          Luego nos encontramos con Nido, quizás el ser más monstruoso de todos por su aspecto mezcla entre avispa, gusano y cualquier otra cosa siniestra, como además por poseer un hocico pronunciado de dinosaurio, lleno de dientes largos y filudos que pareciera estar sonriendo siempre de forma amenazante.  Los suyos se enfrentaron a los X-Men hace largo tiempo atrás, razón por la cual  Korg, conocía a los humanos desde antes de saber de Hulk. Aparentemente de género femenino, poco a poco va demostrando ser capaz de poseer un lado amable, en especial con los niños.  Llega a tener una relación bastante estrecha con Miek.
        Otro personaje de una personalidad entrañable y que por su nobleza se acerca bastante a Korg, viene a ser Hiroim, el miembro de una raza que cayó por accidente a Sakar, conocida como las Sombras.   Los suyos también han sido sometidos por el Rey Rojo, quien se vale de sus espectaculares poderes para mantener a raya a la población.  Hiroim es un místico que desde niño fue criado para ser sacerdote, no obstante cayó en desgracia y así fue como se halló en la arena junto al resto. 
          Elloe es una joven muchacha de familia noble de la misma especie del dictador, quien justamente por su ascendencia fue declarada enemiga del Rey Rojo.  Al principio se le ve como alguien tímida, sin embargo luego se muestra su faceta de resentida y de ducha en la pelea cuerpo a cuerpo, como en las armas (bien podría decirse que de los llamados Guerrerosque acompañan a Hulk, es el personaje menos atractivo).
          Y es cuando llegamos a Caeira, una fémina perteneciente a los mismos Sombra y quien alberga dentro de sí el poder de los elegidos entre los suyos.  Debido a esta razón, es la guardaespaldas del dictador, pese a que hasta antes de la llegada de Hulk era la persona más poderosa de todo Sakar.  Se podría decir que apenas se conocen esta y el Gigante Esmeralda, nace una atracción entre ambos, pese a ser enemigos; es debido a esta razón que una vez que Caeira entra en razón acerca de la cobardía de su señor, se une al extranjero.
Alguno de los dos protagonistas según la película.  De izquierda a derecha: Elloe, Hiroim, Korg, Miek
...y un soldado del Rey Rojo. 
           El éxito y gran atractivo de esta miniserie dedicada a uno de los personajes más populares de Marvel, hizo que fuese la única novela gráfica en ser adaptada en formato audiovisual como largometraje animado (puesto que todos los otros que se han hecho hasta la fecha, corresponden a guiones originales y que a lo más se basan libremente en algún cómic famoso y/o clásico).  Hecha con bastante dedicación por sus productores, se trata de un filme adulto estrenado a principios de 2010 directo para el DVD y el blu-ray, de impecable factura.  Teniendo en cuenta la magnitud de la historia en la que se encuentra basada, se tomaron unas cuantas libertades, obviando varias cosas, aunque en general se puede considerar como una excelente versión de la historieta que la inspiró.  Quizás el único detalle que puede ser mencionado, sin quitarle al posible espectador nuevo en potencia  las sorpresas aquí deparadas, puede ser que en vez de ser Silver Surfer el único otro superhéroe conocido que aquí toma relevancia, en este caso lo es Beta Rayos Bill (bueno, ni tan conocido, je), quien también reemplaza a Thor en la historia contada por Korg.
            Asimismo, uno de los mejores episodios de la serie animada Escuadrón de Superhéroesadapta a su manera, “apta para todo público” y con mucho humor, este misma obra.  Esto sucede durante su segunda temporada.
           Como ya se dijo al principio de este texto, debe saberse que inmediatamente después de esta saga, viene Guerra Mundial Hulk, escrita por el mismo Greg Pack, aunque en esta ocasión mayormente dibujada por John Romita Jr.  Este otro título es su secuela, ya que se origina a partir de los eventos finales de Planeta Hulk.  Por supuesto que a la brevedad le dedicaré su post respectivo a este otro título.

                                                   
                                                  Trailer del recomendable filme animado.     

No estamos solos.

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       Tras las excelentes críticas y repercusión con el público por su serie de terror y de ciencia ficción Stranger Things (en realidad todo un acierto), en el transcurso del año pasado, Netflix buscó volver a tener un nuevo éxito al respecto y así fue que a finales del 2016 lanzó un nuevo programa con el cual conseguir otra vez todo esto: The OA.  Lamentablemente o bien la publicidad no ha sido la correcta o buena parte de su audiencia ha cometido el error de compararla con este otro show del primer semestre; pues si bien ambos programas escapan de las historias de corte realista y poseen una primera temporada breve de solo ocho episodios, la verdad es que son bastante distintos entre sí.  Por todo esto, la más nueva producción merece ser apreciada por sus propias características y virtudes, de modo que la gente no se confunda y pueda disfrutarla, como apreciarla.
       En realidad The OA pertenece a otro género, el de la fantasía y dentro de sus subtipos podríamos decir que se trata de una historia de hadas para adultos, que además posee cierta relación con el tema metafísico y religioso de la existencia de entidades angélicas, claro que esto último lo hace el argumento de una manera que se aleja de la tradición teológica y las convenciones.  Ahora bien, posee cierto elemento sacado de la ciencia ficción, no obstante los experimentos y “aparatos raros” que aquí aparecen, son solo un recurso para acentuar el dramatismo de una de sus líneas argumentales.

Acá nos encontramos con varias escenas preciosas como esta, a medias entre lo onírico y la fantasía.
       Esta es la historia de  Prairie Johnson, una veinteañera que reaparece luego de haber estado desaparecida durante siete años (¡Fíjense en el simbolismo detrás de esta cantidad de tiempo, pues estamos hablando de un número cabalístico…o sea, mágico, puesto que el elemento sobrenatural toma bastante relevancia en esta obra).  Cuando la chica se reúne junto a sus padres adoptivos (dos ancianos), estos quedan sorprendido porque su hija antes de todo esto era ciega y ahora puede ver.  El misterio acerca de su sanación va revelándose poco a poco a lo largo de su desarrollo, pues la misma Claire le cuenta a un muy especial grupo de amigos que hace tras su regreso a casa.
        Sin ánimos de caer en los desagradables spoilers,la protagonista ha tenido más de una experiencia límite y las cuales la han hecho cambiar lo suficiente no solo en su fisiología (y no solo una vez), sino que al nivel de entregarle una serie de conocimientos que solo ciertas personas pueden acceder a ella.  No obstante Claire siente que su misión es la de compartir con otros todo esto y de ahí viene el nombre que se otorga: The OA, que en inglés son las siglas de The Original Angel, puesto que supuestamente ella junto a un reducido grupo de personas se han convertido en estas criaturas.  Por ende su nuevo papel en el mundo es dar tanto consuelo, como sanar a los demás gracias a las habilidades que ha conseguido.
         Mientras estuvo abducida (y no en el sentido de un rapto extraterrestre como muchos han querido pensar prejuiciosamente, sin haberla visto o quedándose solo en el primer capítulo), Praire estuvo confinada en un laboratorio secreto, sometida a horribles experimentos.   En ese lugar conoce a un grupo de otros jóvenes que también están confinados y son obligados a participar de este siniestro proyecto.   El largo tiempo que pasa con estos la marca al igual que al resto y luego de que logra en muy especiales circunstancias regresar con su familia, hará lo posible por rescatarlos usando sus especiales capacidades.
Juntos, pero separados viven los primeros compañeros de Praire.
         En su afán de lograr su objetivo, la protagonista se relaciona con otro grupo de sujetos que la podrían ayudar a ello.  Es así que contacta a cuatro personas que, aunque dispares entre sí, comparten un lazo en común más allá de que son vecinos y van a una misma escuela (tres adolescente, estudiantes, y una adulta, profesora): todos ellos a su manera son personas infelices y llenas de contradicciones.  La familiaridad que va dándose entre todos ellos, la influencia benigna de Praire, termina por tocarlos lo suficiente como para que sus vidas cambien y descubran dentro de sí y en quienes los rodean, los aspectos positivos que los puedan convertir en personas integrales.  Debe tenerse en cuenta que incluso el personaje principal, es alguien que tiene en común mucho con todos estos, concretamente en lo que concierne a que esta de igual manera no es alguien convencional.
       Hay varios puntos a poner en colación a la hora de apreciar esta serie (que ojalá tenga una segunda temporada, luego de su final que a todo el mundo dejó en suspenso, debido a todas las interrogantes que quedaron abiertas).  Uno de ellos viene a ser el valor que le da al sentido de la familia, por cuanto acá se muestra que contar con el amor, la comprensión y la presencia de esta en la vida de uno, resulta ser el remedio adecuado para enfrentar todo tipo de tribulaciones.  Es así que en el caso de Praire, incluso en su vida anterior a ser adoptada, ya había conocido la importancia de contar con este refugio emocional y luego en su nueva vida, con todo lo que llegamos a ver sobre lo que hacen sus padres adoptivos para protegerla, queda de manifiesto lo necesario que vienen a ser estas personas en nuestra existencia (cómo nos marcan y ayudan a ser justamente felices).  Luego en el grupo que forma Praire cuando es devuelta a la sociedad, hayamos que el vacío y la desdicha que hay en todo ellos, se debe precisamente a que vienen de familias disfuncionales; no obstante cuando entre sí nace la confianza y el aprecio con sus pares, aparece otro concepto de la familia, el de la fraternidad y que tiene que ver con el hecho de que al compartir con otros lo que te importa, encuentras a esa familia que ahora uno ha escogido y con quien puedes ser auténtico sin reprimirte. 
       En cuanto a los padres adoptivos de Praire, destaca la presencia de la actriz veterana Alice Krige, con una amplia filmografía y carrera en la televisión, muchas de ellas propias del terror, la ciencia ficción y la fantasía.  Pues acá interpreta a una de esas madres ejemplares, quien tanto como su esposo en la historia, llega a sobrecoger con cada una de sus demostraciones incondicionales de amor.  Llama la atención verla tan deteriorada por la edad (inolvidable su belleza hasta hace poco), con un rostro sufriente y preocupado por el amor que tiene hacia su hija y su marido, más si se recuerda que hizo memorables villanas en el pasado (como en Star Trek: Firt Contact, Sonámbulos de Mick Garris y Silent Hill).  Por lo tanto al interpretar con tanta verosimilitud a una adorable anciana maternal, queda de inmediato claro su enorme histrionismo.
      
Parte de las sesiones traumáticas a las que son sometidos
Praire y los demás.
      Luego hayamos el tema del misterio de la muerte y de la posibilidad de que exista algo más allá de esta.  Frente a esto, es que se presenta a lo largo de la serie el elemento sobrenatural, puesto que tal como sucede en su desarrollo, las experiencias personales con la muerte (la gente que ha estado muerta durante un periodo y luego “resucita”), según se ha dicho y presenta en el programa, regresa cambiada.  Las respuestas acerca de a qué se debe todo esto, a los llamados “poderes de la mente”, van presentándose a través de la ficción de este programa, de una manera tal que mantiene al espectador atento a lo que pasará a continuación.  Dentro de todo esto, toda una marca distintiva de The OA viene a ser una particular coreografía, que usan los personajes para hacer uso de sus habilidades (algo muy al estilo del manga y el anime, donde los personajes mueven sus manos y parte del cuerpo de forma artística para conjurar sus distintos ataques y poderes).
        No se puede dejar de lado el carácter emocional de esta serie, llena de momentos de mucha intensidad dramática y donde la calidad de las actuaciones en general, así como su guión que en más de una ocasión sorprende al espectador, nos entregan varias escenas memorables.  En este sentido en especial los finales de cada capítulo, vienen a estar muy bien orquestados, con la dosis exacta de sensibilidad y suspenso; no obstante de igual manera en el transcurso de los mismos, encontramos instantes en los que los actores se lucen, en especial cuando todo se pone tan emotivo.
        Aparte de Praire y sus padres, los demás protagonistas son los siguientes (si bien omitiré a todos aquellos que hasta el momento, no han sido desarrollados lo suficiente como para hacerse atractivos al público):
         Homer: De los compañeros de cautiverio de la protagonista principal, viene a ser lejos el más carismático e importante dentro de la trama.  Es un deportista que también fue raptado, alguien de corazón noble y muy dulce, quien llega a tener un romance platónico con Praire, pues les es imposible llevarlo a cabo, ya que las condiciones en las que se encuentran les impide tener contacto físico; no obstante llegan a compenetrarse tanto, que su relación se convierte en la posibilidad de salvación de todo el grupo que se haya en la misma situación.
         Steve: del nuevo grupo de “ángeles” de Praire, podría decirse que en apariencia es  quien más aspecto tiene a estos seres, debido a su belleza casi femenina; no obstante cuando Praire entra a su vida, es un adolescente conflictivo, muy violento, con serios problemas para relacionarse con los demás, que no sea para sacar provecho de otros.  Su transformación espiritual viene a ser la más sorprendente del programa.
          Betty: La única persona de mayor edad en el segundo grupo de Praire, es una profesora que hasta antes de conocer a OA, era alguien con una enorme tristeza y una gran soledad.  No obstante pese a todas sus limitaciones, demuestra poseer un enorme corazón desde el principio y alguien muy comprometida con su profesión.
          Alfonso: Quien en apariencia es todo lo contrario desde el punto de vista académico y moral que Steve, pues es un dotado deportista y un chico de excelentes calificaciones (destacado entre sus pares por sus maestros), en realidad es alguien agobiado por sus enormes responsabilidades que lo llevan a drogarse.
          Buck: Es un chico transexual nacido niña bajo el nombre de Michelle, tímido, pero que aun así viene a ser uno de los principales creyentes en Praire.  
          Doctor Hunter Hap: Es el muy especial villano de esta historia (hasta el momento el único), quien es el responsable de que Praire haya estado forzosamente alejada de su familia.  De apariencia paternal (interpretado por el guapo actor Jason Isaacs, otro experto en hacer de malos geniales en su extensa carrera, tal como su recordado Lucius Malfoy en la saga de Harry Potter), responde al modelo del “mad doctor”, ya que es un científico obsesionado con dominar los misterios que sus víctimas manejan a cualquier precio.  Es apodado como “Cazador de ángeles”, en atención a que su nombre en inglés significa justamente “Cazador”.  Interesante resulta en él la manera de cómo se da la maldad en su persona, ya que la violencia y locura que hay en él son sutiles, pues se trata de alguien que hace uso del engaño para utilizar a los demás (y sin embargo por ello es peligroso, ya que llega a los extremos en el momento menos esperado).  Ve a la gente como medios para conseguir lo que quiere, pues son objetos para él.  

  
                                                            Trailer oficial de la serie.                                                                                                                                                      

De Vuelta al Mundo Medio (segunda parte).

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Bellísima ilustración doble de Michael Whelan para el último tomo de la saga.
2- Las Ilustraciones.

     Un aspecto que se debe tener en cuenta con las novelas de LTOa la hora de apreciarlas, vienen a ser las ilustraciones que poseen sus ediciones originales y otras posteriores, en especial las de tapa dura y edición de lujo.  Todo esto porque por años, antes de que aparecieran los cómics basados en la serie y de que se estrenara la primera película para el cine que se nos avecina en unos meses más, solo era posible darle un rostro a sus personajes fuera de la imaginación de los lectores, a través de las imágenes creadas por estos artistas.  Debe saberse que no se mantuvo a un mismo dibujante para cada uno de los siete primeros libros, sino que estos fueron variando en cada uno de los tomos; no obstante algunos de ellos brillaron más que otros con sus trabajos, en especial uno que se repitió dicha invitación para retratar a Rolando y compañía, además de destacarse el regreso de un habitual colaborador en la ilustraciones para obras de Stephen King.
      El primer tomo, El Pistolero estuvo a cargo de uno de los ilustradores más cotizados en lo que concierne a la literatura de ciencia ficción, fantasía y terror: Michael Whelan, quien podría decirse que vino a crear las mejores (¿y difinitivas?) versiones de este tipo para nuestros héroes y su mundo.  Es por esta misma razón que de seguro colaboró también en el último tomo, si bien es comprensible que por ser el primero en aportar con su arte para las novelas, resultaba cabalístico (no olvidar que la numerología y otros elementos mágicos son de vital importancia en esta serie) y significativo que cerrara él mismo el ciclo.  Por otro lado, en una breve escena de la película La Niebla, una de las adaptaciones cinematográficas más sobresalientes sobre la literatura de King, de su amigo Frank Darabont, se ve al protagonista pintando un cuadro de Rolando, que en realidad correspondía a uno de los dibujos del mismo Whelan (o si no un claro imitador).
       Para La Llega de los Tres se contrató a Phil Hale, quien con un estilo completamente distinto al de su predecesor, más “artístico” y experimental, hizo acuarelas que salvo unas pocas (como la que muestra a Detta Olmes con su peor rostro de loca peligrosa) bien pueden no ser del gusto de los lectores que nos acostumbramos a la estética más de “cómic” de Whelan.
Hale.
        Con Las Tierras Baldías  se quiso regresar al tipo más convencional del primer tomo, solicitándole a Ned Dameron que representara a los personajes y a su fantástico ambiente.  Pues lo hecho por este, sin dudas que logra regocijar a quienes no quedamos contentos con la labor de Hale; pues Dameron puso lo mejor de sí para pintar bellísimos cuadros, que no dejaron de hacerle justicia a lo escrito por King.
        La cuarta entrega titulada como Mago y Cristal tuvo a un nuevo consagrado, alguien que más bien ha hecho su premiada carrera en el mundo de las historietas: Dave McKeen.  Famoso por sus preciosas portadas para la serie de The Sandman de su amigo Neil Gaiman y otros títulos, volvió a darnos sus distintivas creaciones que mezclan collage junto a imágenes oníricas, con una muy singular versión suya del Mundo Medio y sus habitantes; en este sentido, las dieciocho ilustraciones que hizo para este libro, más que plasmar escenas del libro, lo que hacen es simbolizar ciertos elementos de este y su carácter fantástico.
        Lobos del Calla contó con nada menos que una leyenda viviente en lo que concierne a dibujos para historias de terror, ya sea en portadas de libros e interiores, como cómics:Berni Wrigtson.  Fiel heredero de las viñetas de horror de EC clásicas que tanto le gustan al mismo Stephen King, nos dio luego de Whelan algunas de las mejores imágenes en cuanto a los libros de LTO.  Wrigtson fue invitado a este proyecto, porque ya había realizado estilizadas y efectivas ilustraciones para libros de King como El Ciclo del Hombre Lobo y Apocalipsis, además de intervenir en las películas Creepshow (y luego en su versión de novela gráfica), como en Montado en la Bala, sobre otros textos del autor.
      Darrel Anderson tuvo a su cargo el acompañamiento visual de La Canción de Susanah, haciendo un trabajo al estilo de Hale, aunque según un humilde servidor mucho más inspirado y bello.  De su labor aquí, cabe destacar que fue el único de sus compañeros que laburaron para la saga, en usar las técnicas digitales, creando con ello imágenes bastante oníricas tal como ya había pasado con McKeen.
      Como puede verse al leer este apartado sobre la saga más importante de Stephen King, los números impares contaron con ilustraciones del tipo más tradicional, como es habitual en las ediciones en Gringolandia, mientras que los pares tuvieron dibujos que osaron ser más “aventuradas” y jugaron con la estética.  Esta tendencia de alternar entre un estilo y otro, por supuesto que fue hecho adrede por quienes orquestaron las ediciones.  Lamentablemente en su versión para español, solo los tomos en tapa dura las poseen y en su momento, la primera edición del cuarto tomo carecía de las ilustraciones interiores (que es justamente la que yo tengo).  La verdad es que ignoro cómo serán las actuales ediciones en tapa dura y de bolsillo a nuestra lengua de LTO.

Dameron.
McKeen.
Wrigtson.

Anderson.
3- Las Novelas Anexas.

      Tal como se dijo en la primera parte de esta “trilogía” de posts aún inconclusa, sobre LTO, aparte de las siete novelas originales que escribió su autor al respecto (pues con posterioridad publicó una precuela y una intermedia, pero sobre estas me referiré más adelante), también realizó varias obras que poseen relación directa que ellas.  Algunas mantienen un nexo bastante estrecho con sus acontecimientos, de modo que estos son relevantes para lo que ocurre en la misma serie de libros principales; en otros casos, solo en pequeños detalles tienen que ver con los eventos respectivos (cabe recordar que el propio Stephen King ha armado buena parte de su narrativa, de tal forma que en su mayoría sus títulos pertenecen a un mismo multiverso). 
       En este apartado solo me referiré a las obras más ligadas al ciclo que ahora nos acapara la atención, dejando de lado uno que otro cuento, por lo que solo me centraré en novelas tal como dice el mismo subtítulo de arriba.
      Obviaré en este listado a Salem`s Lot,que solo tiene que ver con la saga debido a que de ella proviene el padre Callahan, de quien ya me referí en la primera parte de estas entradas.

Insomnia (1994): Considerada entre las mejores novelas de su escritor, llena de todos esos elementos fantásticos, terroríficos y humanos que por décadas han sido el placer de sus “lectores constantes”, es un grueso volumen (poco más de seiscientas páginas en su edición en tapa dura en la lengua de Cervantes) que trata acerca de dos ancianos, un hombre y una mujer que se han “encontrado” en el ocaso de sus vidas, para vivir una muy especial historia de amor, hasta que lo extraordinario llega hasta ellos.  Pues un ser sobrenatural que guarda relación con las parcas de la mitología grecorromana (quienes medían la vida de mortales e inmortales según las viejas historias), ha enloquecido y está llevando a la muerte anticipadamente a gente antes de su tiempo.  Es entonces que la pareja recibe el don de rejuvenecer durante un tiempo, gracias a la intervención de otras fuerzas superiores, aunque benignas, para evitar que el ser llamado Atropos evite el nacimiento de un bebé que a futuro será primordial… ¡Para que Rolando y su ka-tet lleguen hasta la Torre Oscura!

Hampones con Chaquetas Amarillas (1999): Novela corta que forma parte del volumen de narraciones interconectadas Corazones en la Atlántida.  Sin duda una de las obras más emotivas salidas de la pluma de King, inspiró una preciosa película llamada igual que el libro que la recoge, de 2001, con sir Anthony Hopkins y el no hace mucho desaparecido antes de tiempo Anton Yelchin.  Trata acerca de la amistad entre un hombre mayor y un niño durante la década de los sesenta, siendo que el primero es una persona que viene escapando de unas criaturas provenientes del mismo Mundo Medio, ya que lo quieren para que con sus poderes especiales desestabilice la Torre Oscura y así pueda escapar el Rey Carmesí. 

Casa Negra (2001): Escrita en conjunto a su amigo y colega Peter Straub, como secuela de la novela de fantasía infantil/juvenil que escribieron en 1984  titulada como El Talismán, retoma a su protagonista Jack Sawyer ahora convertido en adulto y trabajando como un detective privado aunque en retiro. Hasta antes de aparecer esta continuación, muchos “lectores constantes” no teníamos idea de que la hasta el momento única obra del llamado “Rey del Terror” realizada con otra persona (muchos años después escribió un libro de no ficción sobre su equipo de béisbol favorito, junto a un experto en el tema, que definitivamente no leería y luego junto a su hijo Joe Hill ha realizado más de un relato).  Pues en esta ocasión Sawyer debe salvar a un niño que ha sido raptado por el mismo hecho de que a Ted Brautigan, el protagonista de la novela corta mencionada arriba, era perseguido: el Rey Carmesí quiere sacar provecho de sus poderes para que el pequeño se convierta en un disgregador y pueda ayudarlo a escapar de su prisión.



4- Las Pequeñas Hermanitas de Eluria.

       Cuando aún faltaba un resto por terminar la saga de LTO, pues su realizador tan solo había publicado el cuarto tomo, este nos llegó con toda una sorpresa al escribir para la antología Leyendas Negras de Robert Silvenberg de 1998, nada menos que una precuela al primer libro de la serie.  Con posterioridad esta historia formó parte de la colección de relatos de King titulada como Todo es Eventualde 2002.
        La narración toma a Rolando al final de su violenta adolescencia o bien en los primeros años de su adultez, luego de la caída de Gilead, su patria y mientras persigue a quien toma por responsable del desastre de los suyos.  Es entonces que este llega al desolado pueblo de Eluria y allí debido a un enfrentamiento que tiene con un grupo de mutantes, queda malherido, despertando en una especie de sanatorio atendido por solo mujeres.  No obstante poco a poco todo comienza a ir de mal en peor, cuando la verdadera naturaleza de las damas que lo atienden es revelada al más puro estilo de las historias de terror que tan bien sabe escribir King.
        El texto no solo fue un más que agradable reencuentro con el Pistolero y el Mundo Medio, si no que resulta ser un excelente ejemplo de las habilidades de su autor para las “narraciones cortas” (en realidad posee más de cien páginas), pues los acontecimientos se encuentran articulados de manera trepidante y las emociones no dejan de darse a lo largo de su lectura.  Es así que pese a su breve extensión, el escritor consigue no solo mostrarnos a su héroe juvenil de una manera convincente que no se contradice con lo leído en las novelas (al contrario, ayuda a delinearlo mejor como sujeto, además de explicarlos mejor su psicología luego del desastre de su tierra natal),  sino que da forma a nuevos personajes, retoma viejas ideas y crea otras que luego volvería a usar en los últimos tomos del ciclo.  En este sentido resulta valioso sacar a colación cómo la heroína trágica de la Hermana Jenna, llega a hacerse tan potente en esta obra, permitiendo además que surja un muy interesante romance condenado en el argumento.
         Ante el atractivo de esta novela corta, algo que en todo caso es propio de la serie a la que pertenece, cuando el proyecto de las adaptaciones al cómic de la saga ya iba viento en popa, esta obra tuvo su propia versión a historieta y con excelentes resultados.  Publicada de forma mensual en cinco números en 2010 y luego recopilada en un solo tomo en el transcurso de 2011, cuenta con la colaboración de casi todos los habituales de las otras novelas gráficas sobre la serie: Robin Furth y el destacado Peter David en el guión, siendo que la primera diseñó la historia (quien es toda una experta en LTO, pues hizo de ayudante de King para ordenar un montón de detalles sobre esta, cuando el autor se dispuso a escribir los tres últimos tomos, de modo que el novelista no cometiera errores de continuidad) y el segundo le dio forma propia para este formato, escribiendo los diálogos.  Richard Isanove, quien también ya había trabajado en las anteriores entregas de estas novelas gráficas, otorgó su gótico coloreado por computador, que realza más que nunca los dibujos a cargo de Luke Ross, el recién llegado para esta fecha a estos cómics.

5- Las Novelas Gráficas.

      Tal como quedó declarado en el párrafo de arriba, se han realizado varias novelas gráficas basadas en LTO, las primeras de ellas tomando como punto de partida el relato de la juventud de Rolando que hace a sus amigos en el transcurso de Mago y Cristal y luego remitiéndose a hechos creados por los ya mencionados guionistas, con ideas originales, aunque por supuesto respetando la cronología de lo hecho por King.  Con posterioridad comenzaron a adaptar las misma novelas y a la fecha van en la segunda de la serie.  Pues fue nada menos que Marvel la empresa que se aventuró a esta hazaña y tras irle tan bien con estas obras, luego optaron por convertir a historieta nada menos que Apocalipsis, si bien con otro equipo de lujo, por lo cual también tuvieron gran éxito de ventas y en la crítica.
      
    Comenzaron con El Nacimiento del Pistolero, que recrea la historia de Rolando contada en el libro cuatro de la saga, bastante bien hecha por cierto.  La tarea comenzó en el transcurso de 2007.  Aparte de la Furth, David e Isanove ya mencionados, el arte inconfundible del preciosista Jae Lee ayudó a recrear visualmente a Rolando y a su entorno;  Lee dio origen a viñetas tanto hermosas, como a otras en realidad siniestras, las que sin duda contribuyeron a que esta historieta y otras de la serie en la que trabajó, fuesen verdaderas obras maestras del noveno arte.

       Durante 2008 salió el arco argumental conocido como El Largo Camino a Casa, con el mismo equipo creativo de arriba y basado en una historia por completo original, que nos muestra al joven Rolando prisionero por el Pomelo de Maerlyn, el mismo objeto mágico que trajo la perdición de su amada.  Es así como su amigo Sheemie, quien posee ciertos poderes extrasensoriales (el llamado resplandorde Danny Torrance y otros personajes de varias más novelas de King) debe sacarlo de las ensoñaciones bastante reales y macabras en que lo tiene atrapado este artilugio.
       Traición que apareció entre 2008 y 2009, siguiendo con los mismos artistas a cargo, toma uno de los episodios más tristes en la vida de Rolando: el adulterio de su madre con uno de los mayores enemigos de Gilead, el Mundo Medio, la Torre y todo lo que concierne al respecto: el malvado mago Marten Broadcloak.  El final de este arco argumental ya era conocido por quienes habían leído los libros, de modo que sus autores lo que hicieron en esta ocasión, fue extender lo que King había contado en sus libros al respecto.
        En 2009 publicaron un one-shot dedicado al origen de Marten Broadcloak, llamado Hechicero y la miniserie La caída de Gilead, que tal como dice su nombre, trata acerca de los últimos días de este lugar que era el centro del bien para todo el Mundo Medio.  Ambas obras no tuvieron a Lee como dibujante, no obstante Isanove tomó este papel, haciendo una labor bastante parecida a la de su colega.
        La Batalla de la Colina de Jericó aparecida entre 2009 y 2010, cuenta otra parte trágica de la juventud de Rolando, la muerte de su primer ka-tet, en lo que fue el comienzo de su viaje en solitario para vengarse de Broadcloak e ir en pos de la Torre Oscura.  Jae Lee volvió a encargarse de las ilustraciones.
        Entre 2010 y 2011 aparece El Viaje Comienza, que en esta ocasión contó con el pincel de Sean Phillips y que se supone viene a ser el punto de partida de la adaptación de la primera novela de la saga.  El Pistolero acabó por serializarse en formato cómic en 2012 y tuvo tres arcos argumentales más, todos ellos abarcando de manera progresiva distintos momentos del libro. 
        En la actualidad se está sacando en formato de novela gráfica La Llegada de los Tres y hasta el momento y a la fecha el último arco argumental que han terminado es La Dama de las Sombras, que tal como dice su nombre está centrado de Detta/Odetta/Sussanah.
        De igual manera hay una serie de cómics sobre personajes secundarios del Mundo Medio, como uno dedicado a Sheemie y otro a Arthur Eld, el legendario antepasado de Rolando.

         


¡Ahora Hulk aplasta con todo!

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       Luego del fatídico final de la saga conocida como Planeta Hulk, en el transcurso de 2007 vino su continuación directa titulada Guerra Mundial Hulk y que correspondió al megaevento de ese año; pues aparte de la miniserie central de cinco números, tuvo varias otras ligadas a varios personajes que estuvieron involucrados en sus acontecimientos.    La trama en esta ocasión fue mucho más enrevesada que su predecesora, ya que al transcurrir  en suelo terrestre, las consecuencia de los actos del Gigante Esmeralda y de los que venían con él, esta vez eran de la incumbencia de todo el mundo (cabe recordar que antes de todo esto, su exilio fue llevado en secreto por unos pocos, de modo que el resto de los superhéroes no tenía idea de lo que había pasado con el monstruo; por otro lado, además estaban tratando de sobrellevar sus propios problemas con la Guerra Civil).
        Tras el desastroso final del planeta Sakaar, justo cuando por fin pudimos ver feliz al Goliat Verde, este junto a unos cuantos sakaardianos, llega hasta nuestro mundo para vengarse de a quienes culpa de sus pérdidas.  Es así que en esta ocasión quizás vemos a Hulk más enojado que nunca, pues está seguro de que Rayo Negro, Iron Man, el Doctor Strange y Mr. Fantástico, son los responsables de sus últimas desgracias.  Como su único propósito es hacer justicia a su manera, claramente apoyado por su grupo que se hace llamar los Guerreros, tiene decidido enfrentarse a cualquiera que se anteponga a su vendetta y sin importarle si en el pasado fueron amigos y/o aliados.  Como está colérico a todo momento, mientras mayor sea la intensidad de este sentimiento en él (tan característico suyo), más fuerte se hace.  Por lo tanto una vez que los habitantes de la Tierra se enteran de su regreso e intenciones, bien saben que tienen muy escasas oportunidades para derrotarlo.

        Y sin embargo tal como queda demostrado al principio de esta obra, hay varios que están de acuerdo con su cruzada, pues al enterarse de manera sorpresiva de la “traición” cometida a este y de su posterior deseo de venganza, optan por apoyarlo de todas las maneras que sean posibles.  Es así que nos encontramos con dos bandos: los que están con Hulk y los que no (otra vez a enfrentarse entre sí, los antiguos compañeros de tantas guerras y batallas).
        Entre quienes defienden la posición del monstruo gamma, se encuentra nada menos que su prima Hulka, quien tiene razones de peso aparte para estar molesta con Tony Stark y su régimen de control.   Otro personaje clásico ligado a Hulk (desde su primera aventura)  toma una vez más gran relevancia y que viene a ser nada menos que Rick Jones.  Cabe recordar que este último, cuando apenas era un adolescente, fue salvado por Bruce Banner al momento de detonarse la bomba gamma, que convirtió al científico en su poderoso alter ego.  Pues como Jones fue el primero en aceptar esta otra identidad de Banner, viviendo un montón de aventuras junto a este y luego tomando aún mayor relevancia en el universo marvelita (por un tiempo estuvo fusionado con el primer Capitán Marvel), no podía estar ausente en solidarizar con su mejor amigo.
         La enorme lealtad que tiene Jones (ahora un humano común y corriente) por Hulk, contrasta bastante con la del supuesto nuevo mejor amigo del Gigante Esmeralda: el también monstruoso y alienígena insectoide Miek.   El extraterrestre conoció a su compañero en circunstancias por completo distintas que el humano a Hulk, de modo que una vez que ambos amigos de este se encuentran, se sucede una muy interesante confrontación entre ellos dos.  Rick hace lo posible porque recapacite su camarada, apelando a su naturaleza bondadosa; en cambio Miek, para quien como al resto de los sakaardianos el coloso es también una figura religiosa, considera que la mejor manera de ayudarlo, es yendo con él a la lucha contra sus enemigos.  Lo más increíble de todo, es que pese a estas enormes diferencias, ambos lo aman y quieren que Hulk sea feliz (según el concepto que cada uno maneja de tal estado).
       Otro sujeto toma gran relevancia en cuanto a apoyar a Hulk se refiere, el adolescente Amadeus Cho (la séptima persona más inteligente del planeta, según estos cómics), quien fue creado por el mismo guionista de Planeta Hulk y esta otra saga, Greg Pak.   El chico superdotado conoció al Goliat Verde antes de que este otro fuese desterrado al espacio, quien por supuesto lo protegió justo cuando más lo necesitaba.  Por lo tanto al enterarse Amadeus de la suerte de su héroe favorito (¿O será acaso la palabra correcta superhéroe? ¡Siempre he dudado sobre cuál sería el calificativo adecuado para él!) y de que ha vuelto al planeta en plan de vengarse, no duda en unírsele y gracias a su labia de oro, logra convencer a otros superpoderosos de que el lado correcto de las cosas es por donde camina Hulk.   Con posterioridad llama al pequeño (pero potente) grupo que forma en torno a él, Los Renegados, en el que militan Arcángel de los X-Men, Hércules y Namora.
      
     Teniendo en cuenta el poderío de Hulk, el único capacitado para enfrentársele sin peligrar su vida y derrotarlo, sería el Vigía, versión bastante original marvelita de Superman y quien para cuando sucede todo esto, vive recluido en su casa debido a más de un trastorno psiquiátrico.  De este modo resulta más que interesante, cómo vemos los efectos que tiene en la psiquis tanto poder, una clara metáfora a la idea de que nadie es infalible y que bajo tanta perfección siempre hay debilidades (por esa misma razón el Gigante Esmeralda sufre de su dicotomía entre sus dos personalidades, además de los problemas con su ira habitual).  La confrontación entre estos dos mortales casi divinos, resulta memorable: no tanto por el hecho de saber quién es más fuerte, luego de tanto golpearse, si no por el detalle significativo de que al final la lucha, es por defender su propia humanidad (y el derecho a estar en paz  consigo mismos y ser felices, ya que ambos cargan sobre sus musculosos hombros demasiado lastre emocional).
        El lector que conoce más o menos bien a Hulk, no puede dejar de sorprenderse al ver hasta qué punto este perpetua su represalia…¿Se habrá vuelto loco…al fin? ¿Es justificable lo que llega a hacer, pese a que al parecer todo está tomando un color demasiado oscuro? No obstante tal como irá luego revelándose, no importa qué tan molesto está: en el fondo sigue siendo el mismo adorable monstruo, capaz de inspirarnos tantos sentimientos positivos como admiración, empatía, ternura…y lástima.   Asimismo teniendo en cuenta el engaño al que fue sometido, por mucho que los Iluminati hayan tenido buenas intenciones, nos encontramos con una excelente oportunidad para enjuiciar a aquellos que supuestamente nos representan y toman decisiones por millones apelando al mal menor.  He aquí que personajes de cierta conducta intachable, traicionan a quien ha confiado en ellos y además se ha ganado el derecho a ser considerado con respeto (aparte del valor mismo de la vida que se le confiere de manera natural).  No obstante sujetos como Tony Stark y Red Richards, por muy capaces que sean y estén por sobre la media a grandes distancias (símbolos de nuestros líderes políticos y religiosos) también son humanos y por ello tal como queda demostrado a los ojos de millones de personas en la Tierra, con lo que llega a hacer Hulk y sus compañeros, pueden cometer grandes errores y esos fallos debido al cargo que ostentan se pagan mucho más caro (a diferencia de si se tratara de gente común y corriente).
      Teniendo en cuenta lo presentado en el párrafo anterior, los valores de la confianza, el perdón y la misma culpa vienen a tomar un rol muy destacado en esta historia; claro, todo esto es posible reconocerlo,  siempre y cuando miremos con una óptica analítica, que vaya más allá de los artificios de la típica pelea y la espectacularidad.  Pues Guerra Mundial Hulk no trata sobre la arquetípica oposición entre el bien y el mal (acá no encontraremos villanos); no obstante es un drama acerca de la oscuridad a la que nos pueden llevar nuestras pasiones, así como trata sobre la oportunidad que hay en estos tropiezos para aprender de los yerros personales, convirtiéndonos sin dudas en mejores personas.


De vuelta al Mundo Medio (tercera parte).

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6- La Novela “4.5”.

       Cuando la gran historia de la saga conocida como La Torre Oscurase había cerrado supuestamente por completo en 2004, con la publicación del séptimo y último tomo, en 2012 Stephen King nos dio un verdadero obsequio a sus “lectores constantes”: Pues ese año salió una octava novela, titulada El Viento por la Cerradura.  Luego del decepcionante final para muchos (incluyéndome) otorgado por su autor a la serie, uno habría esperado que el escritor hubiese continuado lo que dejó en tan deplorables condiciones, encauzando mejor el destino de sus protagonistas y en especial el de Rolando.  No obstante la fantasía de corregirlo hasta el momento se ha quedado en eso, solo en sueños para quienes no quedamos a gusto con ello; pues esta nueva obra viene a ser en realidad una especie de precuela, aunque se trata de una novela intermedia entre el resto de las que le antecedieron.  Es así que sus acontecimientos transcurren entre el lapsus de tiempo del cual nada se sabía sobre nuestros héroes, que hay entre el final de la cuarta entrega (Mago y Cristal) y la quinta (Lobos del Calla).  Es por esta razón que este último volumen es considerado como el número 4.5 en la cronología de LTO.
      El viaje sigue siendo un tópico de vital importancia en este libro, más todavía porque tiene relación con el mismo destino que deben cumplir sus protagonistas.  No obstante también su realizador se permite abordar otro tema que en el resto de su obra resulta igualmente relevante: el valor de las historias en nuestra vida.  Esto último no solo por su amor a los grandes clásicos de la narrativa oral y escrita, como también a las figuras de la cultura popular del cine, las series y los cómics que también encontramos en su literatura, sino porque una vez más King hace en este, en verdad precioso libro, un homenaje más al poder que tienen los relatos para provocar magia real en sus receptores…Pero tal como queda claro en este título, esa magia no solo tiene que ver con la belleza de la palabra hecha arte y el gozo estético, como también la diversión que ello provoca, sino porque toda (buena) historia es además un reflejo de nuestra propia humanidad y con ello viene a ser una manifestación de la cultura en la que se enmarca dicha obra.
       Es así que para resaltar el valor de las narraciones, el novelista creó un texto al estilo de las tradicionales historias de antaño, contando una aventura dentro de otra y esta a su vez dentro de otra (lo que en términos literarios se llama relato enmarcado, como lo que encontramos en Las Mil y una Noches, El Decameron y El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, por solo mencionar algunos ejemplos famosos).  De este modo al adentrarnos en sus páginas, nos encontramos con tres historias que resultan estar tanto interconectadas entre sí, como poseer su independencia la una de la otra.  Por otro lado, debe saberse que El Viento por la Cerradura es un libro hecho de tal manera, que se puede disfrutar sin necesidad de haber leído los anteriores, detalle significativo que resalta las cualidades de su prosa.
       Para quienes nos encariñamos con Rolando, Jake, Susannah, Eddie y Acho, resulta reconfortante volver a encontrárnoslos en una nueva lectura, más todavía si consideramos el poco agraciado final que les dio Stephen King en el desenlace de la saga.  Pues acá vemos al grupo unido, feliz dentro de lo que puede llamarse a las peligrosas circunstancias de su viaje, pues en su calidad de héroes saben a lo que van y por esa razón realizan su periplo con la certeza de que están en lo correcto; por otro lado, el amor que hay entre ellos viene a ser sin dudas la mejor arma que poseen para enfrentarse a todos los males que se le ponen por delante.    Todo comienza cuando en el transcurso de su viaje, se enteran de que viene lo que en la edición en español fue nombrado de manera muy poética como borestiada, una especie de tormenta muy particular del Mundo Medio y del cual si no encuentran seguro refugio, serán incapaces de sobrevivirle.  Una vez que hayan el sitio ideal (gracia a la intervención de, como era de esperarse, otra alma noble que llegan a conocer), de modo de pasar el rato, Rolando les cuenta acerca de una misión a la que lo mandó su padre para proteger a un lejano pueblo que estaba siendo acechado por un monstruo.  Pues en el primer nivel de relato que nos depara este libro, podemos encontrar algunos pasajes de honda sublimidad y donde resulta difícil no emocionarse con la belleza de sus diálogos y lo que en sus páginas se describe:

         “El embarcadero en la orilla sudeste del río estaba al borde del derrumbe, como tantas otras cosas en Mundo Medio; murciélagos posaban cabeza abajo en las vigas y gordas arañas se escurrían por las paredes. Todos se alegraron de salir a cielo abierto. Bix amarró la balsa y se unió a ellos. Le abrazaron uno a uno, poniendo cuidado en no estrangular y dañar sus viejos huesos.
          Cuando todos hubieron completado el turno de abrazos, el anciano se enjugó las lágrimas y se agachó para acariciarle la cabeza a Acho.
          —Protégeilos bien, sir Throcken, sea.
          — ¡Acho! —convino el brambo. Después—: ¡Bix!
          Se incorporó y de nuevo oyeron el crujir de sus huesos. Se llevó las manos a la parte baja de la espalda e hizo una mueca de dolor.
          — ¿Podrás volver a cruzar sin problemas? —preguntó Eddie.
          —Ea —asintió Bix—. Si fuera primavera tal vez no, el viejo Whye no es tan dócil cuando se derriten las nieves y llegan las lluvias, pero ¿ahora? Como un charco de pis. La tormenta todavía está lejos. Le doy un poco a la manivela contracorriente, luego aprieto el perno para descansar sin miedo a retroceder, y luego remo un poco más. Tardaré cuatro horas en vez de una, pero llegaré. Bueno, al menos siempre he llegado. Lo único malo es que oxalá tuviese más comida que daros.
          —Nos apañaremos —aseguró Roland.
          —Bien, pues. Bien. —El anciano parecía reacio a marcharse. Paseó la mirada de rostro en rostro (con seriedad) y a continuación esgrimió una sonrisa que reveló unas encías desdentadas—. Hemos sido bien hallados en el camino, ¿no es cierto?
         —Así es —convino Roland.
         —Y si volviereis por esta senda, paraos un rato a visitar al viejo Bix y contalle vuestras aventuras.
         —Lo haremos —dijo Susannah, aunque sabía que nunca volverían a pisar aquellos parajes. Eso era algo que todos ellos sabían.”

         La segunda historia que forma parte de este libro, corresponde entonces a un recuerdo de Rolando, un momento de su vida que tras conocerlo, nos queda claro que es importante en su existencia.    En ella el joven pistolero debe realizar un viaje junto a un compañero de armas para socorrer a toda una comunidad, que vive asolada de lo que aquí llaman un hombrepieles, un humano que tiene la capacidad de transformarse en distintos tipos de monstruos y que ataca con crueldad y gran violencia solo por gusto.  En su misión Rolando conoce a un grupo de mujeres muy especiales, destacando una de ellas que le hace una tremenda revelación acerca de su pasado; los dos encuentros con estas féminas, sin dudas vienen a ser uno de los pasajes más hermosos del libro.

      “— ¡ELLEN! —vociferó. A volumen máximo, era como escuchar a una mujer gritando por un megáfono eléctrico—. ¡CLEMMIE! ¡BRIANNA! ¡TRAED COMIDA! ¡TRAED CARNE Y PAN Y CERVEZA, LA LIGERA, NO LA NEGRA! ¡TRAED UNA MESA, Y, POR FAVOR, NO OLVIDÉIS EL MANTEL! ¡ENVIADME A FORTUNA AHORA! ¡A TODA PRISA! ¡EL DOBLE DE RÁPIDO!
       Con estas órdenes dispensadas, regresó a nosotros, levantándose delicadamente el dobladillo para apartarlo del álcali que se arremolinaba alrededor de las botas negras que calzaba en sus inmensos pies.
       —Lady-sai, agradecemos vuestro gesto de hospitalidad, pero en verdad debemos…
       —Debéis comer, es lo que debéis hacer —me interrumpió—. Tomaremos el almuerzo aquí a la vera del camino, para que vuestra digestión no se descomponga, pues conozco la clase de historias que se cuentan sobre nosotras en Gilead, ea, todas lo sabemos. Los hombres dicen lo mismo de cualquier mujer con agallas para vivir sola, pondero yo. Les hace dudar del valor de sus martillos.
       —No hemos oído ninguna historia sobre…
       Se rió y su busto se encrespó como el mar.
       —Muy educado por vuestra parte, joven pistolero, ea, y muy ligero, pero tiempo ha que me destetaron. No os devoraremos. —Sus ojos, tan negros como sus zapatos, relumbraron Aunque seríais un bocado sabroso, creo, uno solo o los dos. Soy Everlynne de Serenidad. La priora, por la gracia de Dios y el Hombre Jesús.
       —Roland de Gilead —me presenté —. Y este es Jamie de igual.
       Jamie inclinó la cabeza desde la silla de montar.”

      Con respecto al pueblo donde más ha hecho su devastación la bestia, destaca cómo el escritor a través de un solo detalle, una especie de teléfono, nos adentra en un paisaje que evidencia el lento, pero progresivo deterioro de lo que fue el Mundo Medio antes de que comenzara la peste del Rey Carmesí.  Como todo esto ha ocurrido tiempo atrás de la caída de Gilead y de que el mundo se movió, la ambientación contrasta bastante con la de los lugares más decrépitos descritos en los posteriores viajes de su protagonista y compañía.  Es así como nos encontramos con una narración que nos recuerda mucho al western que tanto quiso homenajear King a través de estas obras, si bien ante cada uno de los detalles que supuran fantasía, su autor no deja de recordarnos de que estamos frente a una tierra donde la magia y lo extraordinario forman parte del día a día.   Pues tal como sucede con esta parte del libro y la que le sigue, la maravilla y lo sobrenatural, el elemento terrorífico no dejan de apreciarse.
       Una sola persona ha logrado sobrevivir a la peor masacre del hombrepieles, un niño que ha perdido mucho a raíz de tal incidente y que con tan solo unos pocos años menos que el adolescente Rolando, despierta en este los sentimientos de ternura, protección y justicia que son naturales en él.  La identificación del pistolero con el muchacho es evidente, en especial ante el tema de la orfandad (no hace mucho que este perdió a su madre en trágicas circunstancias) y la culpa.  Es niño es la clave para descubrir la verdadera identidad del asesino, quien está claro vive como uno de los miembros de esta comunidad aterrada. 
       El tercer nivel de la narración, corresponde a un cuento “infantil” que le relata Rolando al chico para distraerlo de sus preocupaciones, una historia que cuando él mismo era un chiquillo se la contaba su propia madre.  Esta ficción dentro de dos ficciones más viene a ser la que le da su hermoso título a la novela y que se explica de la siguiente forma:

       “«El tiempo es un ojo de cerradura — pensó mientras contemplaba las estrellas —. Sí, eso creo. A veces nos agachamos y atisbamos a su través. Y el viento que entonces sentimos en la mejilla, el viento que sopla por la cerradura, es el aliento de todo el universo viviente.»”

        Esta es la parte más emotiva de todo el tomo, pues está hecha como un cuento de hadas donde su protagonista justamente es un niño valiente y noble, tal cual muchas historias clásicas y quien, por supuesto, debe realizar un viaje peligroso en el que están en juego muchas cosas (y no solo su vida). Antes del trayecto y durante este, aparecen en la lectura distintos personajes que cumplen roles entre representantes del bien y otros del mal; sujetos de enorme corazón como una viuda que se hace entrañable para el lector y hasta monstruos que nos enseñan que la verdadera belleza no habita en el exterior, sino que en las virtudes con las que escogimos vivir.  De igual manera nos encontramos con los villanos, que aquí hay de dos tipos: la del hombre común cegado por sus pasiones más bajas y otra encarnada en un sujeto que en su inhumanidad representa la existencia de una maldad de tipo sobrenatural, algo habitual en este tipo de narraciones (atentos los lectores constantes a la clave que nos da Stephen King acerca de su verdadera identidad).

       Llegados a esta parte del libro, nos encontramos con un mundo anterior al de los eventos de las otras dos narraciones que engloban esta otra, pues se trata de un tiempo en el cual el mítico Arturd Eld (el antepasado de Rolando y creador de la casta de los Pistoleros) o bien seguía vivo o al menos su muerte había sido no hace mucho.  Por lo tanto Gilead ostenta su poder como nunca antes habíamos leído en esta saga y es así que esta narración transcurre en un pueblito, que como otros se ve obligado todos los años a pagar una especie de diezmo a sus señores, que bastante les cuesta a sus habitantes hacerlo.  Por otro lado, su ecología es distinta, ya que está llena de todo tipo de criaturas monstruosas, las que ya se han extinguido para cuando transcurren las otras historias de LTO.  No obstante pese a la cronología de este relato, que bien podría corresponder a la de un tiempo ficcionado en el Mundo Medio (ya que forma parte de un libro de cuentos que le era leído al niño Rolando por su progenitora), el llamado Pueblo Antiguo (la civilización que se extinguió hace rato y sin embargo dejó algunos restos de su tecnología, que toma en estos libros un cariz más o menos siniestro, por ser todo un misterio para sus sucesores) lleva largo tiempo desaparecido.
        Pese al supuesto formato de cuento infantil de El Viento por la Cerradura, que así se llama este relato, encontramos su buena dosis de violencia y horror, que en todo caso si tomamos en cuenta muchos títulos de este tipo ya formaban parte del género (como la bruja comeniños de Hansel y Gretel, que más encima fue quemada vida por estos mismos hermanitos).   También está presente cierto carácter moralizante en la manera de cómo se encuentra utilizado el lenguaje, si bien sin caer en el discurso pedagógico propiamente tal, que aquí lo más valioso es la invitación a la reflexión y la promoción de valores tales como la humildad, la lealtad, la honradez y la fraternidad.  En este último sentido destaca el hecho de que su protagonista vaya a explorar lo desconocido, en pos de encontrar una medicina mágica motivado por nada menos que el amor hacia su madre; de este modo queda demostrado en esta historia que se proyecta como un símbolo del viaje de la vida a las otras dos que la contienen, cuál debe ser el elemento motivador para nuestros actos y lo que en realidad nos puede permitir ser felices.
         King termina cada uno de los niveles de esta compleja novela (compleja en el sentido de cómo está armada, aunque no de difícil lectura) de manera soberbia y encadenando sus acontecimientos y mensajes entre sí porque todo en ella está relacionado. Quizás a futuro el propio escritor nos otorgue nuevos pasajes acerca de todos estos personajes, que tanto los nuevos como lo ya conocidos por tantos años, se han hecho queridos para uno.
       Por cierto, el libro está dedicado nada menos que a Robin Furth y a toda la gente de Marvel Comics, que con su trabajo en las viñetas han ayudado tanto a que esta saga fuese creciendo más que nunca, enriqueciéndose y haciéndose más conocida al resto del mundo.  Cabe mencionarse además que Jae Lee, el perfeccionista dibujante de las primeras novelas gráficas sobre la serie, fue el encargado de realizar las ilustraciones para este tomo; lástima que la edición en español que al menos yo tengo no las posea (¡Así los pille Nyarlathothep!).

Mis películas favoritas sobre fantasmas (primera parte): Sexto Sentido.

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      1999 fue el año en el que el director M. Nigth Shyamalan apoyado por un gran equipo y en especial por sus excelentes actores, saltó a la fama y a todos nos hizo creer que sí existe vida después de la muerte; de paso nos aterró y nos emocionó (hasta las lágrimas a muchos, incluyéndome, claro), con una en verdad preciosa historia de terror  sobre un niño atormentado por su capacidad para ver fantasmas (sí, es posible esta mezcla de sustos y sensibilidad, si no recuerden a Frankenstein de Mary Shelley).
       Escrita por el mismo Shyamalan, como luego ha sucedido con el resto de su filmografía, se trata de una cinta que va más allá de la típica historia de miedo sobrenatural, en lo que viene a ser más bien su lado humano (desde el punto de vista de sus protagonistas) lo que la convierte sin dudas en todo un título, que merece ser visto con atención y para gozo de sus espectadores.
       Su trama gira en torno a dos personajes y la muy especial relación que llegan a entablar, un adulto y un niño, la que mantiene tanto rasgos de fraternidad como de una familiaridad entre padre e hijo, debido justamente a la soledad que ambos comparten.  El hombre es un prominente psicólogo infantil quien recientemente ha sido condecorado por la ciudad, debido a su ayuda a un montón de pequeños y sus familias.  Todo va bien junto a su hermosa esposa, hasta que irrumpe en su hogar un antiguo paciente suyo, ahora mayor, quien le recrimina su incompetencia, disparándole luego;  a raíz de esto se viene abajo su mundo y con ello su matrimonio, tras una crisis que implica la fe en sus propias capacidades como marido y como profesional.  Es entonces que llega hasta sus manos el caso de Cole, un pequeño inteligente y retraído,  con quien poco a poco comienza a interesarse más que en otras ocasiones, pues se da cuenta de que hay un nexo entre este chiquillo y aquel otro que no pudo ayudar.
     Por otro lado Cole vive junto a su madre, quienes solo se tienen a sí mismos, ya que el padre los ha abandonado.  El amor que se tienen estos dos es grande, no obstante la mujer que tiene dos trabajos para solventar la vida de ambos y esta exhausta, ve con preocupación cómo su hijo padece de bullying en el colegio, además de otros problemas que apenas sabe cómo enfrentarlos.  Es así que nos encontramos con dos adultos conectados al niño, pues los dos quieren lo mejor para él, saben que la está pasando mal y eso los aflige.  Luego a medida que se va desarrollando el argumento, vemos qué papel cumplen madre y psicólogo para que el niño realmente pueda ser dichoso.
      Tras ganarse la confianza de su paciente, el doctor Malcom se entera de boca de este sobre su gran secreto:

       «Veo gente muerta, caminando como gente normal. Ellos no saben que están muertos».

      Le dice en una de las escenas más impactantes del filme (que en todo caso posee muchas) y de seguro una de las más famosas en la historia del cine mundial.  Nosotros como espectadores sabemos que la revelación es cierta, pues ya han desfilado en pantalla unos cuantos fantasmas, que si bien pueden ser aterradores, se nota que no son malignos, si no que acuden a Cole por algo.  Por supuesto que un hombre de ciencia como Malcom no se cree todo esto y piensa que su paciente padece de esquizofrenia, hasta que revisando sus archivos del mismo sujeto que luego lo violentó, descubre que en verdad sí existen estas entidades (nuevamente otro momento memorable de esta película).   Es cuando en un hermoso acto de humanidad, el hombre le enseña al chico que lo suyo no es una maldición, sino que un don que debe utilizar para ayudar a esas almas perdidas que por algo lo necesitan.  Pues como psicólogo que es, Malcom no solo sabe escuchar, también tiene la certeza de que la gente guarda para sí cosas que si no las comparte con otros se vuelven un verdadero infierno.  Es así que a partir de este punto, la vida de Cole comienza a cambiar para mejor y todo ello se inicia cuando Shyamalan nos regala otra escena de gran intensidad, con la primera intervención directa de este pequeño médium.

        A estas alturas, hace rato que uno sabe que el buen psicólogo (un buen hombre que lamentablemente no es feliz) tiene sus propios asuntos que resolver y es así que Cole, quien no deja de empatizar con su persona, le devuelve la mano a su manera, pues le da el empujón para que se dé cuenta de qué hay malo en él y pueda resolver sus cuitas.  Pues debe saberse que este largometraje nos engaña y cuando creíamos que la última conversación entre Cole y su adorable madre era sin dudas el clímax de todo (asumiendo el valiente muchacho frente a su madre su papel en el mundo), el punto más alto de la tensión en esta historia está dedicada a Malcom.  Y es que Sexto Sentido comienza y termina con él, de modo que el gran final está deparado para este y ello es sin lugar a dudas con el increíble desenlace de todo esto.
       Bruce Willis como el doctor Malcom en realidad que aquí hace uno de sus mejores papeles, alejándose de los sujetos duros de las cintas de acción que más divisas económicas le han dado (como en la saga de Duro de Matar).  En esta obra encarna a un sujeto sensible y brillante, alguien para quien lo que hace es lo más importante luego de su esposa (¿o es que acaso es al revés? ¿O tal vez se pueden compatibilizar ambas elementos en la vida de una persona?).  Es entonces que nos encontramos con el tema de la culpa, que viene a ser determinante en lo que hay en su corazón y lo mueve a actuar de forma tan comprometida con Cole.  También buena parte del drama radica en la figura de la madre, acá interpretada por Tony Collete (quien posteriormente a este rol ha hecho de otras figuras maternales, que aunque siempre distintas, siempre de manera memorable); es así que la artista no deja de conmover por la mezcla idónea de fortaleza y fragilidad que le confiere a su personaje, una de esas tantas madres heroicas que encontramos en la cotidianeidad, pese a que estamos frente a un ejemplo de cine fantástico.
       Y es cuando llegamos a la intervención de Haley Joel Osment, quien tenía alrededor de diez años de edad cuando hizo de Cole, si bien representa mucho menos en la cinta.  Difícil no detenerse en la cara de pena de este pequeño, un rostro angelical que hace que alguien desee sin duda protegerlo de lo que le está pasando y luego empatice más que nunca, cuando es puesto al descubierto el misterio que pende sobre él.  Ha habido un montón de niños excepcionales en el cine y este sin dudas fue uno de ellos.  Lástima que con el paso de los años su carrera no haya evolucionado, que talento le sobra al actor.  La fuerza de sus diálogos y los cambios de humor por los que pasa en el metraje, son fundamentales para otorgarle veracidad a la trama y si no hubiésemos contado en esta ocasión con una actuación infantil de tal nivel, esta película por mucho que los otros hayan hecho bien su labor, no sería la obra maestra que es considerada hoy en día.
       Tampoco se puede dejar de lado lo realizado por la preciosa Olivia Williams como la esposa de Malcom.  Acá vemos a una mujer que en muchos aspectos comparte con el papel de la madre varias características similares, pese a las apariencias que en un principio las separan (una sofisticada y la otra no, Anna pareciera ser fría, en cambio Lynn, la madre es cálida y dulce); pues ambas se sienten desprotegidas y tienen un gran dolor que las agobia.  Las escenas entre marido y mujer son claves para definir luego al mismo Malcom y en ello lo hecho por la Williams es primordial, no tanto por lo que dice, sino por el poder de su lenguaje corporal.
       En una sola escena aparece Donnie Wahlberg, como el esperpéntico ex paciente de Malcom, rol para el cual como todo un actor camaleónico se preparó físicamente para interpretarlo de manera convincente (de ser un tipo guapo y musculoso, adelgazó lo suficiente como para verse con aspecto enfermizo).  Teniendo en cuenta de que comenzó en el espectáculo como cantante del grupo infantil/juvenil New Kids on the Blocks, loable viene a ser su intervención que parte el filme de manera intensa y con un monólogo inolvidable.
       Se ha tildado al cine de Shyamalan de católico, no obstante por mi parte ignoro si en verdad este profesa tal religión.  No obstante no se puede negar la profunda espiritualidad de sus títulos, lo que sin dudas demuestra su interés (¿y compromiso?) con los temas espirituales y metafísicos, lo que tanto forman parte de la tradición hindú de la que proviene como originario de la India, como por igual comparten credos como los cristianos (y, por supuesto, muchos otros).  Pues acá nos encontramos con un filme que no niega la posibilidad de un mundo que supera nuestros débiles sentidos, uno en el que el alma o espíritu sí existe y de este modo tal como dijo el genial Goethe “La vida es la infancia de nuestra inmortalidad”.  Agregado al tema de la culpa que hay en varios personajes del filme (que en todo caso no se haya en Cole, debido a su misma inocencia), hayamos la idea de que cada uno de nosotros tenemos un papel que cumplir en la tierra y con ello está en juego nuestra propia felicidad. 
       El realizador filma con delicadeza esta historia, más todavía porque ha salido de su misma cabeza y de su propio corazón.  Por esta razón, el color rojo toma un carácter destacado en sus escenas, el cual tiene que ver con la carga emocional de sus personajes (en especial de Malcom) y que además nos da pistas para su propio memorable final.  La luz y las sombras que aquí encontramos recalcan, por otro lado, ese mundo sobrenatural tanto en la noche como en el día.
       Cuando nos referimos a la cinematografía de este director, imposible resulta apreciarlo sacando de sus muchas virtudes la colaboración del compositor James Newton Howard.  Pues como en el caso de muchos de sus colegas que acostumbran trabajar con un mismo músico fetiche (como Sergio Leone y Ennio Morricone, Brian de Palma y Pino Donaggio, Tim Burton y Danny Elfman o  Hayao Miyasaki y Jao Hisaishi, entre otros), a partir de esta película comienza su larga relación que nos ha dado un montón de muchas melodías preciosas.  La atmósfera de misterio y el propio drama de sus protagonistas, son reflejados acústicamente por este otro artista, quien nos enseña otra forma de la belleza.   


Trailer del filme.  Nota: El anciano que aquí vemos no sale en el filme, no obstante las emotivas dos escenas en las que sí aparece, se pueden apreciar completas en las escenas eliminadas que traen el DVD y el blu-ray.

El Melodrama de la Intolerancia Sexual.

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       Estrenada en 2015 y con una segunda temporada el año pasado, ha vuelto para un festival de teatro veraniego en nuestro país, una bastante singular pieza teatral nacional.  Se trata  de un título correspondiente a las nuevas tendencias dramáticas, que hacen uso de la cultura pop y la mezcla de distintas expresiones artísticas (comedia, canto, caricaturización, parodia, intertextualidad, policial y teleseries), para contarnos una historia de carácter universal: Heterofobia.  Pues tal como dice su nombre, tanto un juego de palabras como un vocablo de corte irónico, que atiende al humor negro propio de esta obra,  tiene que ver con la intolerancia hacia quienes no comparten con uno las mismas preferencias sexuales (las también llamadas minorías sexuales o grupos LGTB).   Es así que el término original y/o correcto viene a ser homofobia, ya que corresponde más bien al desprecio de la gente heterosexual hacia homosexuales, lesbianas y otros; no obstante como ya quedará claro, en este caso se invierte todo esto y aquí el recelo pasa ahora a los antiguos “opresores”.
       Su argumento puede resultar sencillo, pues más bien su fuerza radica en las ramificaciones de lo que en ella sucede, como en el muestrario de la misma diversidad de la comunidad gay, que tal como se manifiesta en su desarrollo, posee los mismos vicios que el resto de la sociedad.  Por ende no se trata de una historia proselitista (los gays no quedan como los buenos de la trama, ni tampoco como las víctimas), ni mucho menos atenta contra las minorías… ¡Para nada! En cambio lo que sí pretende es desenmascarar aquellos defectos y prejuicios que son comunes a todos los humanos, en cuanto a la manera de abordar la sexualidad de uno mismo y la del resto de la gente (atentos al simbolismo recurrente de las máscaras, el encubrimiento y el doble discurso en la obra).  De este modo nos encontramos con un mal ya bastante criticado de nuestra idiosincrasia: el gusto por las apariencias y el qué dirán, algo caro supuestamente a la mayoría de los chilenos.
     
      La trama nos muestra a un colectivo LGTB que representa buena parte de la diversidad sexual (eso de que todos sus integrantes son iguales es una verdadera falacia, pues suena a lo mismo que decir que todos los  heterosexuales tienen las mismas costumbres en la cama), quienes desean montar una obra de teatro de temática gay, por supuesto que reivindicando sus derechos.  Para conseguir éxito en su empresa, contactan a una otrora famosa actriz de teleseries de capa caída (heterosexual más encima), quien arribista como muchos de los otros personajes, no duda en sacar provecho de la situación.  El panorama se complica cuando la artista comienza a sospechar de sus nuevos compañeros, quienes al parecer han secuestrado al único histrión con el que no ha podido conversar, ni verle la cara; pues los vejámenes a los que lo someten se ven demasiado reales.
      Tal como se dijo en el párrafo anterior, entre los personajes encontramos todo un registro variopinto de las minorías sexuales, quienes junto a la actriz en decadencia comparten el protagonismo, de modo que en la práctica nadie sobresale por sobre otro; por lo tanto estamos frente a una obra coral.  En lo que concierne a los miembros del colectivo, podemos hallar:
     Una lesbiana mayor masculina (la mal llamada camiona) y quizás el personaje más noble dentro de este grupo de seres viciados.
     Otra lesbiana mucho menor, la ex pareja de la de arriba, más provocativa que su antigua amante y femenina (una clara “hija” de hoy en día, de las generaciones actuales con su open mind, sin dudas rupturistas).
      Un travesti que se dedica al oficio de la costura (algo bastante arquetípico, por cierto, en lo que concierne a su biotipo) y que en su actitud deslenguada representa a la típica loca de patio.
       Una pareja de hombres que lleva años juntos.  Uno de ellos más masculino que el otro, el tipo piola, profesional y que vive en la práctica una existencia más parecida a la de un heterosexual acomodado.  Su pareja, afeminado y “artista”, materialista y superficial que ostenta pertenecer a la elite intelectual.  El “matrimonio” entre estos dos es supuestamente idílico, no obstante como luego queda demostrado, la verdadera felicidad no existe entre ellos.
      Un gay que o bien está saliendo recién de la adolescencia o está en los primeros años de sus veinte, afeminado y delgado (andrógeno), que ejerce de prostituto.
       Otro gay, también joven, pero masculino, guapo y deportista, quien recién está descubriendo su sexualidad como homosexual, tras haber tenido bastante experiencia con mujeres en el pasado.


       Luego de un significativo comienzo que impacta por su crudeza ante el tema de la violencia (los llamados crímenes de odio sexual), escena que además resulta ser valiosa para el gran misterio que se esconde en su guión,  Heterofobiacontinúa con una intervención musical de todos los de arriba y encarnado sus distintos papeles, de manera de presentarlos a través del sarcasmo la intolerancia y la discriminación sexual.  En repetidas ocasiones se hace uso del canto, lleno de letras humorísticas y aun así sin dejar de lado la crítica social, para referirse a los males chilenos actuales concernientes al respeto (o más bien falta de respeto) por la diversidad.  No obstante como ya se dijo en este texto, luego nos damos cuenta que todo el mundo, pues nadie se salva, tiene los mismos defectos de los que culpan a sus acosadores.
       Siendo una obra de temática gay, en plan comedia, no falta la burla hacia la misma comunidad LGTB y su propia sectorización.  Es así que los llamados grupos culturales, intelectuales y/o artísticos que promueven la diversidad sexual, no quedan muy bien caracterizados si se toma en cuenta a sus personajes: pues encontramos egoísmo, envidia, cinismo y lo peor de todo, intolerancia hacia los otros (a todos aquellos que son distintos); algo que como ya se dijo más arriba, al final forma parte de nuestra propia naturaleza humana.  No obstante la mirada irónica detrás de todo esto, no sólo pretende restregar en la cara de quien le corresponda sus bajezas, sino que también es una invitación para la autoexaminación y dejarnos claro de que la única manera de convivir todos juntos en armonía, es aceptando a los demás tales y como son.  Pues la tolerancia es otro tipo de discriminación, una en la cual se es condescendiente con el otro, porque se le mira en menos y se supone que ya no puede cambiar; en tanto que la verdadera plenitud de las relaciones interpersonales, va de la mano la aceptación de la otredad del resto. Por lo tanto, no existe un verdadero sentido de lo que es normal o anormal, pues nadie es una por completo igual a su prójimo y lo valioso son los elementos en común que nos unen con los demás.
      Siguiendo con esta atmósfera de humor negro hacia las convenciones y costumbres de la diversidad sexual, resulta interesante cómo se ríen en la obra al respecto, usando un montón de palabras que forman parte de todo ello (algo de seguro solo apreciado por los entendidos en la materia).  La evidente sexualidad de todo esto, no deja de ser el muestrario de una dimensión humana que no se puede negar, la que por supuesto es llevada a los extremos, para crear identificación con buena parte de su público.
       No solo risas hay en este melodrama, también hay momentos para la sublimidad.  En este sentido, cuando se pone la acción más emotiva, viene a ser cuando el personaje del travesti realiza un significativo monólogo.  Pues con sus palabras, quedan de manifiesto los verdaderos crímenes provocados en el pasado, no muy atrás en el tiempo, motivados por la verdadera intolerancia sexual en Chile y en especial durante el gobierno dictatorial de Pinochet.  Este es el momento más serio de toda la obra que dura casi dos horas y donde un personaje tan visceral como este, hace su homenaje a estas víctimas anónimas.  Hay otros monólogos en Heterofobia, lo que sigue una rancia tradición en el género dramático, no obstante este es lejos el mejor.
En la versión que vi yo los dos actores de pie eran otros.
       En cuanto al escenario, este es sencillo y lo que más destaca en él son una especie de lienzos que cubren el fondo, que debido a las luces se ven casi transparentes, detrás de los que hay un mural con imágenes más o menos reconocibles que asemejan cuerpos.  La disposición de todo esto permite que los actores desaparezcan durante breves momentos y puedan cambiarse de ropa, si bien en muchas ocasiones lo hacen a un costado frente al público (ojo: no hay desnudos, aunque sí varios besos entre personas del mismo sexo y una que otra “tocación”).  También hay varias sillas que se van acomodando a medida que transcurren los acontecimientos y en los costados encontramos unas perchas llenas de ropa, que los histriones usan bastante, pues cabe recordar que como se trata en la ficción de un grupo de actores que desea montar una obra, esto ayuda a crear la ilusión de los distintos ensayos que realizan.   La ropa usada puede ser considerada como actual, la típica utilizada por las personas representadas, de modo que igual no faltan los diseños provocativos y estereotipados (como el de mecánica de la camiona). 
      Con respecto a la música, no es gran cosa y en ese caso llama más la atención unos cuantos efectos sonoros que ayudan a mantener la expectación, en especial cuando se juega con los elementos del policial, al querer desentrañar el misterio sobre el “raptado”.  Por otro lado, las varias canciones que aquí aparecen son casi a capela.
       Mis palabras finales para Heterofobia es que se trata de un título divertido, cuya larga duración se pasa con rapidez y en todo momento mantiene al espectador atento a lo que pasará (la sala estaba llena, debido justamente al atractivo que tiene para mucha gente).   Quizás puede resultar chocante por la violencia que aparece en ella (muy buen el maquillaje utilizado para el personaje que pasa por esta tortura), no obstante las actuaciones más cercanas a la comedia del resto, le quitan dramatismo a ello (a propósito en todo caso). Otorga muchas risas, pues es una alegoría ácida acerca de nuestra realidad como chilenos, en un momento en el que el país se está abriendo a reconocer la diversidad sexual, aunque, claro, con los problemas ya señalados…Pues nadie es perfecto ¿No?


¡Adiós, Juanito!

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         A principios de enero estuve una semana en la playa y uno de los gustos que me di fue verme (o repetirme) una película por noche.  Una  de ellas fue Frankenstein Desencadenado, basada en la novela del mismo nombre de Brian Aldiss, la cual solo había contemplado al menos veinte años atrás en una función nocturna de Mega, de seguro cortada.  Pues ahora que hace rato me había leído la novela y soy menos ignorante en cuanto a cine, me la repetí de una vez, más por saber que corresponde a la última cinta del anteriormente prolífico Roger Corman (toda una leyenda viviente) y por la talla de sus actores: el fenecido hace rato Raúl Juliá y la preciosa Bridget Fonda, además de uno de mis actores preferidos, John Hurt.  Disfrutar ahora más que nunca con esta verdadera obra de arte, para la cual no ha pasado el tiempo (es de 1990), me hizo lamentar la demasiado pronta partida de Juliá y por otro lado, gozar una vez más de las interpretaciones de Hurt…
         …Y tan solo hace dos días mi amigo Miguel Acevedo me contó que la semana pasada, el día 25 de enero, el mismo John Hurt nos dejó a la edad de 77 años.   Debo decir que tal como a principios del año pasado perdimos a los talentosos David Bowie y Alan Rickman, luego a mediados a un demasiado joven Anton Yelchin y por último en plenas Navidades aCarrie Fisher, en el primer mes de este 2017 se ha ido esta otra estrella, que debo decir que incluso me duele más su deceso que los de Leonard Nimoy y Christopher Lee… ¿Por qué rezón? Pues  debido a que desde niño me he visto tanto de su enorme trayectoria, muchas de ellas algunas de mis cintas favoritas, que más me cuesta asimilar esta noticia.  Pues cuando se muere alguien así, de inmediato uno comienza a recordar no solo esos títulos en que lo vio brillar, sino que también se nos viene a la mente tantos momentos maravillosos frente a la pantalla, de ficciones que fueron haciéndose parte de la misma historia de nuestra vida.
        Creo que el primer recuerdo que tengo de este señor de la actuación fue con nada menos que Alien (1979), película que vi a mediados de los ochenta junto a mis padres en uno de esos Grandes Estrenos o Best Sellers,que daban los canales de televisión los domingos en la noche en aquella época, bastante atrasados ya y con hartos cortes…Pues debe saberse que este señor tuvo el “honor” de ser la primera persona en la historia del cine, en morir producto de una de esas mortales criaturas.  La escena en la que el histrión ayudado por el excelente equipo artístico y técnico, “da a luz” a uno de esos monstruitos, hoy en día es de antología y sigue provocando espanto.  Este filme me lo he visto una y otra vez, pues sinceramente me encanta, así como el resto de su saga.


La escena...¡De "Alien"!

        Mucho años después, en 1987, Mel Brooks lo convocó para hacer un pequeño, pero inolvidable papel en su genial parodia a la ciencia ficción Spaceballs.  Pues en esta obra que todo cinéfilo y fanático del género debe ver, Hurt en la práctica se repitió el mismo papel de Alien, aunque esta vez para hacernos reír. Pues aquí tenemos la versatilidad de este, quien en la práctica podía pasar de un registro emocional a otro sin problemas, causando en el espectador las reacciones que se proponía de la manera más natural.
        Era un niño cuando el Hombre Elefante me causaba gran temor y eso que no se trataba de un personaje para asustar, pero tan solo su aspecto (aún con ese saco que se ponía para cubrir su deformado rostro) me causaba miedo.  Traté en más de una ocasión de ver la película (1980) y cuando la emitían en la tele, no aguantaba ni a los créditos.  Mi hermana Mabel me estuvo convenciendo toda una semana para que la viéramos en la pieza que compartíamos juntos, con la menor, Jenny; me envalentonó y hasta me llevó a Fantasilandia (un famoso parque de atracciones de por acá, dicen que el más moderno de toda Latinoamérica) para conseguir mi apoyo.  Teníamos una tele en blanco y negro en nuestro cuarto (bueno, en todo caso la película fue filmada en ese formato a propósito por David Lynch, algo que supe tiempo después) y ya con la convicción de que la veríamos, acostados en sendas camas nos dispusimos a ello…Hasta que salió a rostro descubierto y me puse a gritar, llorando inconteniblemente.  Nuestros papás llegaron a la pieza, que estaba al lado de la suya, para ver qué pasaba y ordenaron a la pobre de Mabel apagar la tele, por culpa mía.  ¿Por qué razón menciono este largometraje? Pues debe saberse que haciendo del desafortunado, aunque sensible y dulce Joseph Merrick, estuvo nada menos que John Hurt, todo un camaleón.  Este personaje aún en la vida adulta, me persiguió como una sombra de mis temores infantiles e incluso me daba espanto verlo bailando junto a Michael Jackson en uno de sus videoclips.  Recién en la treintena de mi vida me atreví a ver la cinta y quedé maravillado, ante su drama, sus grandes interpretaciones (además trabaja sir Anthony Hopkins, otro de mis predilectos), su música y, como no, por lo hecho por “Juanito”.   Debo mencionar que tras saldar mi deuda con el Hombre Elefante, el llamado “llorómetro”, acuñado por mis amigos María José y su esposo Mauricio de La Quinta Anormal (¡Ya po`, actualiza la página más seguido!), para referirse a mi habitual llanto con muchas películas y series, subió harto aquella vez.


Una de las escenas más impactantes (y crueles) de "El Hombre Elefante".

       Era un adolescente y estaba en el colegio aún, por supuesto, cuando me leí por puro gusto 1984 de Orwell, célebre antiutopíaque me impactó demasiado a esa edad tan impresionable (bueno, aún lo sigo siendo, je).  Pues ni tonto ni perezoso tras haber acabado mi lectura, de inmediato arrendé en VHS la película (estrenada el mismo año que titula la novela) y en la que John hace del sufrido protagonista, sometido a este espantoso régimen totalitario. Como pueden darse cuenta, le tocaron papeles duros a este caballero, aunque para ser sinceros, también ha hecho de grandes villanos y tal como en la mencionada comedia de Brooks, de igual manera le salían muy bien los papeles chistosos.
        Saltando en el tiempo, al año 2005, vi en el cine a John Hurt con un rol en las antípodas de su protagonista de 1984.  Pues si en la primera hacía de una de las tantas víctimas de una dictadura, que bien recuerda a las del mundo real, en V de Vendetta (sobre el genial cómic escrito por Alan Moore y dibujado por David Lloyd) tomó el cargo de encarnar al despreciable autócrata de dicha obra.  Como siempre… ¡Un placer su actuación!
        Sigamos con los cómics que tanto me gustan.  Me perdí en el cine la primera de las dos cintas de imagen real basadas en Hellboy (2004), el encantador demonio de corazón noble creado por Mike Mignola, otro de mis favoritos.  Fue al final de las vacaciones de verano en mi casa, poco antes de comenzar el nuevo año lectivo, que recién me vi la cinta y (¡No tenía idea!), John Hurt hacía nada menos que del padre adoptivo de nuestro superhéroe.  Pues repasando el material adicional del DVD (recordemos que acá en los recuerdos ya no estamos a principios de los noventa, como me pasó con 1984, así que la tecnología avanza) supe que su director Guillermo del Toro (otro que tiene mi corazón ganado) le llamaba con cariño “Juanito”, pues de seguro que  para este otro fanático de las películas del género, debía ser todo un honor trabajar junto a él.  No dudé en acudir al cine para Hellboy 2 (2008), que tal como fue con V de Vendetta, asistí junto a Miguelito.  En esta secuela al principio, en un precioso flashback, aparece Hurt con su muy especial niño en una noche de Navidad.  Tiempo después, tuve la suerte de comprarme en unas lindas ediciones, con cómics incluidos (en inglés eso sí), las dos animaciones de larga duración sobre Hellboy; sepan que ambas traen las voces de los actores de las cintas hollywoodenses, pero solo en la primera de ellas (Hellboy: Sangre y Acero) participó Hurt para mayor gusto (siempre cuando la veas en su idioma original, claro).



       Volvamos a los noventa y luego a estos últimos años, a través de este recorrido por los recuerdos de lo que significa Jon Hurt para muchos de nosotros.  Lo hago en este ocasión a través de una película que para mí es muy importante, no solo por todo el bello transfondo que encierra y al que le dediqué su propio post hace unos pocos años, sino que por lo que significa en mi propio crecimiento personal: Contacto(1997).  Esa cinta la vi en una función de medianoche, junto a alguien a quien quise mucho en su momento, alguien que ya no está conmigo y que me marcó como pocas personas.  No menciono su nombre, sin embargo quienes me conocen bien deben adivinar a quién me refiero y saben que tengo razones de pese para omitirlo de estas crónicas.  No obstante no puedo dejar de mencionar que apenas la vimos, la estuvimos comentando como locos, comparándonos con sus protagonistas, ya que nos sentíamos identificados con ellos.  El tema de la fe versus la razón, algo que nos atañía bastante a ambos y en nuestra relación.  Vez que la veo, que como muchos de los títulos nombrados acá lo he hecho más de una vez, no puedo dejar de remontarme a esas remembranzas…Y, bueno, Juanito acá realiza otro de sus papeles de gran solvencia, siendo parte del todo que viene a ser para mí este magnífico filme: un hombre de una inteligencia prodigiosa, un genio incomprendido, que en solo dos o tres apariciones en pantalla que aquí hace, se “roba la película”.
       También del 2005 viene a ser la cinta de terror sobrenatural La Llave del Mal (The Skeleton Key), otro de sus muchos trabajos que luego me di el gusto de comprar en blu-ray (seguimos avanzando en la tecnología).  Acá lo podemos ver como a un viejecito que vive atormentado por una pareja de brujos, junto a su también anciana esposa.  Esta vez en otro alarde del talento de los artistas como él, Hurt que apenas debía moverse y hablar en esta cinta, con su pura presencia y gestualidad logró transmitir a su público el pavor de las condiciones en las que se hallaba.
       Cuando me acuerdo de las entregas cinematográficas de Harry Potter, sobre las novelas de J.K. Rowling, no puedo dejar de pensar en mi comadrita Ledda, con quien tuve la dicha de ver las cuatro últimas partes, junto a mis dos ahijados, Sebita y Pía.  Y también está presente en medio de ello, John Hurt, quien estuvo de manera muy significativa en la película inicial y en las dos finales, que adaptaron el por entonces libro que terminaba la serie (o sea, abrió y cerró la saga para el cine, detalle no menor).  Pues en Harry Potter y la Piedra Filosofal (2001) y Harry Potter y las Reliquias de la Muerte partes 1 y 2 (2009) interpretó a Olivander, el sabio artesano de varitas mágicas, tan ligado a este querido héroe infantil y luego juvenil.  En estas tres ocasiones como otras veces, con solo pocos minutos en escena, este actor dejó al resto de sus colegas minimizados. 
       Fue con mi otro querido amigo Roberto Díaz, alias Sardaukar del blog Disputas Quodlibetalesy su novia en aquel entonces, hoy esposa, la encantadora y preciosa Gato, que tuve la oportunidad de apreciar mi única película de Indiana Jones en pantalla grande: Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal (2007).  Acá aparece en su lado más humorístico, como un ya chocho mentor del arqueólogo aventurero.  Desde la época de Spaceballs que no me hacía reír tanto este maestro. 
       Muchas, muchas películas hizo Juanito, de seguro la mayoría de ellas no las he visto.  En varios instantes de mi vida lo tuve frente a mí en títulos como Escándalo (1989), Rob Boy (1995), La Mandolina del Capitán Corelli (2001), Dogville (2003), El Perfume (2006) y Los Inmortales (2011)…No obstante poco o nada recuerdo de su colaboración en ellas, lo que es muy característico mío.  Pero no importa, pues eso significa que cuando las vuelva a ver, será como la primera vez, con gran placer.
       Debo decir a estas alturas que dos de sus roles que retengo en mi cabeza y en mi corazón con mayor agrado, han sido en producciones para la televisión.  El primero de ellos fue nada menos que como el errático emperador romano Calígula, en la elogiada miniserie de la BBC Yo Claudio (1977), sobre los libros de Robert Graves.  Por supuesto que era un John Hurt mucho más joven de lo que habían contemplado en mi existencia y recién tuve la oportunidad de apreciar tan magna labor suya a finales de la década pasada.  Es increíble como en sus comienzos profesionales, ya podía dar tanto de sí, siendo un verdadero placer contemplarlo en ello.


En "Yo, Claudio".

        Y aquí es cuando llegamos a su labor para nada menos que el legendario Doctor Who, justo cuando su show cumplió los cincuenta años emitiéndose (bueno, con más o menos dos décadas de paréntesis, aparte de la película de los noventa, claro).  Esto fue en 2013, por medio de dos de sus capítulos y con la película especial que se estrenó en cines de forma exclusiva por tiempo limitado (creo que un día).  Mis amigos María Elena e Ivan, un feliz matrimonio, tuvieron el gusto de verla en ese formato… ¡En cambio un pobre servidor se tuvo que conformar a disfrutarla en pantalla chica! Salvo las pelis de los sesenta con el también formidable Peter Cushing,  y unos episodios de no sé qué Doctor en blanco y negro, nada he visto de su “etapa clásica” (me encantaría tener la del “chascón marihuanero”, me refiero al de la bufanda).  En cambio sí me he visto su etapa moderna, si bien al Doctor actual lo tengo pendiente.  No obstante de los tres que he conocido de esta versión remozada, para mí lejos el mejor es el encarnado por David Tennant… ¡Hasta que me llevé la grata sorpresa de ver a este Doctor encarnado por Hurt! No podía ser más maravilloso este aniversario.
        Tengo pendiente largo tiempo ya Los Crímenes de Oxford (2007), dirigida por otro de mis ídolos, Alex de la Iglesia y donde más encima trabaja con Elijah Wood, que también me encanta.  Melancolía (2011) de Lars von Trier es otra con la que tengo una deuda, ya que de igual manera me fascina ese director.  Y por último, para no mencionar más, Snowpiercer (2013), una de ciencia ficción en la que comparte créditos con Chris Evans (¡Grande, Capitán América!), Tilda Swinton y Ed Harris… ¿Qué más se puede pedir? Así que ya es hora de que las vea.
         Cuando termino estas líneas, no puedo dejar de pensar en mi propia mortalidad y más todavía porque hace un año y medio atrás yo mismo estuve a punto de morir.  Aquella vez nunca perdí la fe y aunque sabía que lo mío era de cuidado (y la culpa fue mía por irresponsable, en todo caso), sabía que aún me quedaba tiempo por delante…Tenía razones de sobra para seguir acá.  Pues a Juanito, a quien quiero honrar con este texto, le declararon el cáncer al páncreas en 2015 y como bien ya sabemos no duró mucho luego de ello, algo más de un año después de esta triste noticia.  Tuvo una vida plena, fue alguien que dejó un legado imborrable para la posteridad.  Espero en lo posible, por mi parte, acercarme un poquito a las personas que como él admiro, en lo que me queda de vida; así que a vivir intensamente, como si hoy fuese el último día para uno.


 En la famosa escena paródica de "Spaceballs".

Tu pasado te persigue.

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      Quienes conocen la trayectoria del destacado escritor de terror Clive Barker (de igual manera prodigioso cineasta, aunque lamentablemente solo ha filmado tres producciones), sabemos que irrumpió en la escena literaria a través de sus cuentos transgresores y que luego recopiló para regocijo de sus lectores (y de quienes lo fueron descubriendo posteriormente) con su serie de Libros de Sangre (tomos I al VI).  La intensidad y rica parafernalia ficcional de estos relatos, aún siguen conmoviendo a quienes se aventuran (y tienen las agallas) a leer; de igual manera muchas de los narraciones contenidas en dichos tomos, han sido adaptadas al cine y/o la televisión, si bien como es de suponer con dispares resultados.
      En 1985 este autor se atrevió a publicar una primera novela, titulada bajo el atractivo nombre de El Juego de las Maldiciones (The Damnation Game en su lengua original), una obra que en su longitud de más de 300 páginas, responde sin dudas a varios de las obsesiones y temas recurrentes de tal artista.  Con este título demostró que su talento seguía igual en el formato extenso, como en el breve, manteniendo expectante a su público, sin perder la atención y la maravilla de sus monstruosidades; así fue que de inmediato ganó nuevas nominaciones a importantes certámenes especializados (tales como lo prestigiosos Premio Mundial de Fantasía y el Bram Stoker).
      La trama de esta obra gira en torno a dos hombres ligados a la vida criminal…y a la pasión, como a la obsesión, por el juego.  El primero de ello es Joseph Whitehead, a quien al principio conocemos de joven y luego durante el resto de la novela ya es un anciano, quien ha hecho una especie de pacto de connotaciones fáusticas con un tercer personaje y justo cuando se acerca el momento de saldar su deuda, se resiste a ello.  Es entonces cuando entra en la acción Marty Strauss, quien es elegido de manera expresa por el otro, para ser su guardaespaldas, ignorando el problema en el que se está metiendo y entrando de ese modo al reino de lo sobrenatural y terrorífico; así que quiérase o no, el ex presidiario debe tomar partido en todo esto, pues debido a sus propios códigos de honor no solo está involucrado su trabajo y quien le paga, si no que Strauss llega a sentirse unido a su jefe y a quienes lo rodean (en especial a la única hija que este posee).
     
     El comienzo de este texto no puede ser más prometedor: Describiendo un pavoroso mundo en el cual el valor de la vida humana apenas es apreciado y existen los vicios más espantosos entre los que sobreviven en medio de tales ruinas, la de la postguerra (en este caso la Segunda Guerra Mundial).  La primera parte le dicen al lector que recién entra en la narrativa de Barker, que este no hace concesiones para representar las más dantescos escenas, en las que personajes retorcidos vomitan a la imaginación su degradación moral.  Con posterioridad, el autor describe otra guerra de dos siglos atrás y con ellos vemos cómo no importan época, ni lugar, el horror de la realidad está siempre cuando el hombre se entrega a su lado oscuro.  Por todo esto, las diversas monstruosidades sobrenaturales que aparecen  en estas páginas, no son otra cosa que una proyección estética del infierno que podemos traer a la Tierra con nuestros nocivos actos.

     “El deporte estaba al alcance de todos los bolsillos, si bien era de una clase muy especial. Las peleas de perros eran una atracción especialmente popular aquella temporada. Chuchos sin hogar, que regresaban a la ciudad para devorar los cadáveres de sus amos, eran atrapados, alimentados hasta que tenían fuerzas para pelear y azuzados unos contra otros hasta la muerte. Era un espectáculo horroroso, pero el amor al juego había llevado al ladrón a las peleas una y otra vez. Había obtenido un modesto beneficio una noche en que apostó por un terrier pequeño pero astuto, que había vencido a un perro de tres veces su propio tamaño arrancándole a su oponente los testículos de un mordisco.
       Y si al cabo de un tiempo se desvanecía tu apetito por los perros o los muchachos o las mujeres, había entretenimientos más esotéricos a tu alcance”.


     Tal como sucede con muchas historias clásicas de la mitología y la literatura escrita de más rancia procedencia, los desafortunados eventos llenos de violencia, sangre y la más extrema truculencia, se deben al deseo irrefrenable de poder del ser humano.   Pues nos encontramos con tres personajes del libro, los dos ya mencionados y Mamoulian, el poderoso brujo que le ha concedido sus dones a su otrora seguidor Whitehead, quienes debido a sus apetitos deben pagar cada uno según le corresponda con su propia alma.  Sin embargo aquí estamos frente a una pirámide de vilezas, en la que el costo de las tentaciones tiene que ver con cuán negro es el corazón de cada uno; pues como quedará claro a lo largo del desarrollo de la trama, hay grados en el descenso a la condenación, tal como los círculos del Infierno que menciona La Divina Comedia.  De este modo si vamos a hablar de un verdadero villano en la novela, sin dudas que ese es Mamoulian, pues incluso alguien que cometió actos pérfidos como Whitehead, es capaz de mantener algunos rasgos de nobleza y en cuanto a Strauss, no estamos frente a alguien que sea en realidad malvado (si no que tan solo como muchos de nosotros en algún momento,  se dejó llevar por sus impulsos y tomó malas decisiones).  No obstante tal como queda consignado, en especial en el caso de estos dos últimos, ese mal provocado por sus acciones puede contaminar sus relaciones con los demás.

       El Juego de las Maldiciones es un ejemplo temprano de las características de las ficciones bakerianas, que hayamos en gran parte de su obra y que en todo caso ya era posible apreciar en sus cuentos iniciales.  Es así que podemos “deleitarnos” con su bizarra visión del sexo, en la cual esta faceta de nuestra humanidad toma una impronta salvaje y bestial, pues más que tratarse de un gesto físico del amor entre las personas, el autor lo identifica con lo más instintivo y animal que hay en nosotros.  Por lo tanto el romance no es un tema de interés del escritor, por mucho que en esta novela el mismo Strauss se enamore y termine como el caballero salvador de su damisela.  Debido a esta misma razón, hasta los seres más pesadillezcos salidos de la mente del artista, poseen una fuerte dimensión sensual y sexual, la que no puede ser más explícita en la novela y muchas de sus otras narraciones; por ende no es raro encontrar en páginas como estas, figuras en las que dolor y placer están unidos, por medio de fetiches sadomasoquistas, tal como en la siguiente cita:

     “La figura que estaba frente a él sonreía en señal de bienvenida. Se trataba de una mujer, a pesar de la aspereza de su voz, que llevaba unos pantalones demasiado grandes, atados con una cuerda, pero por lo demás estaba desnuda. Tenía la cabeza afeitada; y las uñas de los pies pintadas. Él reparó en todo eso con los sentidos agudizados por la impresión que le había causado el árbol, así como el placer que le producía la desnudez de ella. Las esferas relucientes de sus pechos eran perfectas: sintió que se le abrían los puños, y que sus manos se morían por tocarlas. Pero tal vez su examen del cuerpo fue demasiado evidente. Levantó la vista hacia su rostro para ver si todavía sonreía. Sí que lo hacía; pero esta vez su mirada se detuvo en la cara, y se dio cuenta de que lo que había tomado por una sonrisa era en realidad algo permanente. Le habían cortado los labios, poniendo al descubierto las encías y los dientes. Tenía horrendas cicatrices en las mejillas, los restos de las heridas que le habían cercenado los tendones y provocado una expresión que le desgarraba la boca. Su aspecto le horrorizó”.

      Teniendo en cuenta la homosexualidad de Clive Barker, que en todo caso en la época que escribió y publicó esta novela aún no la había asumido públicamente (hay que considerar, además, que estamos hablando de los años ochenta, donde en Gran Bretaña, su patria, estaba el represivo gobierno de Margareth Tatcher), podemos hallar de igual manera una que otra expresión de esta identificación suya al respecto.  Sin embargo aquí el homoerotismo también está representando, como algo de carácter hedonista y que más encima mantiene una naturaleza escabrosa.
      No podían faltar las criaturas más horribles en la literatura del género, algo que también forma parte de la marca del escritor.  Aquí abundan las monstruosidades viscosas, larvarias o más bien mezcla de todo aquello que nos produce rechazo.   Pues el miedo que muchas veces busca inspirar en sus lectores (o espectadores si nos referimos a las películas dirigidas por Barker, como también por sus pinturas e ilustraciones), más que atender a un tema metafísico, de la sensación de estar expuesto al vacío existencial, corresponde a un temor hacia lo raro, lo visceral y la ruina de la naturaleza, como de nuestro cuerpo enfermo o envejecido.

       “Bella se había despertado con apetito. Por eso había subido a la habitación que recordaba con mayor cariño; donde un hombre que sabía cuál era el mejor sitio para rascarle detrás de la oreja la arrullaría con palabras suaves, y le daría las sobras de su plato. Pero esa noche había encontrado las cosas cambiadas. El hombre se comportaba de un modo extraño con ella, su voz era discordante, y había alguien más en la habitación, alguien cuyo olor conocía vagamente, pero no podía ubicar. Todavía estaba hambrienta, muy hambrienta, y había un olor apetitoso muy cerca de ella. De carne tirada en la tierra, como a ella le gustaba, todavía en el hueso y medio podrida. Olisqueó, casi ciega, buscando el origen del olor, y cuando lo encontró empezó a comer.
        –No es una visión muy agradable.
        Bella estaba devorando su propio cuerpo, arrancando bocados grises y grasientos del músculo descompuesto de la pata. Whitehead la observó mientras tiraba. La pasividad del viejo frente a este nuevo horror quebrantó a Marty”.

      
     Pese a no ser un autor de fuertes convicciones religiosas como Stephen King o Robert McCammon, quien introduce el tema teológico en buena parte de su literatura, en esta ocasión nos encontramos con un inesperado elemento de este tipo, ya bien avanzada la segunda mitad del libro.  Ahora bien, teniendo en cuenta que los dos personajes relacionados con todo esto, que aparecen a partir de este punto, son nada menos que dos jóvenes misioneros gringos (y más encima de esas típicas sectas fundamentalistas pseudocristianas apocalípticas, que tanto encontramos allá en USA), ello puede ser considerado como una ironía por parte de su creador (los estadounidenses con su idea de tener la verdad por sobre los demás y a quiénes deben salvar de su ignorancia e incompetencia).  Pues estamos hablando de dos muchachos crédulos, de supuesta actitud intachable, que al final caen seducidos por el poder del mal y luego cometen espantosos crímenes.  En todo caso religión y miedo durante eras han estado unidas, para bien o para mal y ello es un matrimonio complicado, que la literatura de terror desde sus inicios ha usado…y con estupendos resultados.
      Así como el principio de esta obra resulta formidable, su final no podía quedar disminuido y ello lo logra el autor no solo con un clímax, en el cual todo su horror sobrenatural entra en ebullición.  Justo cuando se supone que ya venía la calma con un largo epílogo, al antihéroe de esta narración le queda una última tarea que cumplir y que incluso puede ser considerada por algunos, como algo más grotesco que la confrontación final con el villano.
     En cuanto a Mamoulian mismo, un ser tan misterioso y poderoso como este, cuando menos lo esperábamos, se nos revela su pasado y el origen de su extraordinaria condición.  Para algunos quizás este salto a su pasado, le podría quitar sentido de la maravilla al personaje, no obstante un humilde servidor bien ve en el apartado respectivo, a una clave para entender al personaje a un nivel más humano y en especial en su relación con Whitehead.  Por otro lado, lo que ocurre durante la juventud del nigromante, no deja de evidenciar la misma degradación moral de este y quien más que ningún otro protagonista de la novela, debido a sus acciones, ha llegado a estar más lejos que nadie de la verdadera salvación.
      Por último, otros personajes destacables del libro son:
Carys: La única hija del jefe de Marty, es años menor que el guardaespaldas y además una persona atormentada, quien vive recluida en su casa y pasa dopada con heroína, que su propio padre le provee.  En esta pequeña familia disfuncional, por supuesto que las relaciones no son cariñosas, aunque Whitehead sí siente una especie de amor por su única descendencia.  Atractiva a su manera, la muchacha posee el don de la telepatía y otras habilidades similares que el enemigo usa para su provecho.  Su encuentro con Strauss le permite salir en parte de su miseria; no obstante puede decirse que Carys es más bien alguien penoso, debido a su derrotismo, pese a sus extraordinarias habilidades y que ella no sabe apreciar.
Breer: Quien bien puede ser considerado para muchos como el mejor personaje del libro o al menos uno de los más interesantes, es sin duda el más esperpéntico y retorcido de sus páginas, pues se trata nada menos que de un asesino serial.  De aspecto poco agraciado y más encima obsesionado con la autoflagelación, tiene una obsesión con los menores de edad, que lo lleva a cometer sus crímenes.  Se supone es el último de su raza, los Tragasables, quienes tal como dice su nombre pueden ingerir objetos filosos de metal sin dañarse.  Sirve a Mamoulian, con quien en realidad mantiene una relación de amor-odio, algo en todo caso también habitual entre otras creaciones de Baker, cuando se trata de seres despreciables como este (tal como sucede con el protagonista de Demonio de Libroy el mayor objeto de sus sentimientos).  A diferencia de los “orígenes secretos” que llegamos a conocer del gran villano, Clive Barker se guarda la historia de cómo se cruzaron los destinos de ambos.

Un libro es un buen compañero de viaje y durante este verano Clive Barker me acompañó a la playa.
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