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La belleza de lo distinto.

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I. Iniciando una apreciación personal. 

    Parece indiscutible que la última película de Guillermo del Toro, La Forma del Agua, viene a ser su mayor éxito.  Para algunos, de seguro, se trata de su mejor película (lo que bien puede ser discutible, considerando más bien los gustos del espectador), aunque igual puede resultar más objetivo decir de que estamos frente a la que sería su obra más personal ¿Por qué última afirmación? Pues es debido a que en ella se encuentran de forma armoniosa varios elementos caros a su cine y, por ello mismo, a sus obsesiones e intereses, llegando con ello a la mezcla perfecta de la creación de un filme tanto entretenido, como emotivo y más encima lleno de valiosas reflexiones acerca de nuestra propia humanidad.
      Antes de dar paso a cada uno de estos valiosos aspectos de la citada cinta y que tienen que ver justamente con lo expuesto arriba, es necesario saber de qué va (haciendo lo posible por no caer en el “desgraciado” spoiler).
     Ambientada a principios de la convulsiva década de los sesenta, trata de una mujer muda que trabaja limpiando en una institución dedicada a sofisticados experimentos.  Este sitio al parecer pertenece al gobierno y hasta allí llega un sujeto que trae consigo una criatura acuática humanoide que capturó y a la que solo él se encarga de investigar para sacar provecho de lo que pueda aprender sobre su extraña naturaleza.  Es así que la protagonista entabla una relación con el “monstruo”, basada primero en la simpatía y empatía entre dos individuos marcados por sus propias “rarezas”, hasta volverse algo más estrecho y uniendo sus destinos y el de unos cuantos más que los rodean.

II. El habitual realizador que ya conocemos.

     Tras este breve repaso al argumento de la película que hoy nos reúne, podemos ir detallando los temas caros a su realizador:

1- En un primer nivel podemos hallar su amor hacia las historias de monstruos y todo tipo de seres fantásticos, aterradores y extraordinarios que a lo largo de toda su filmografía Guillermo del Toro ha buscado homenajear y realizar su propia contribución en lo que concierne a sus interpretaciones de estos.  Más encima, acá la criatura en cuestión se encuentra claramente inspirada en el recordado Monstruo de la Laguna Negra, nombre también dado a la cinta que lo presentó por primera vez y que luego dio origen a una trilogía teniéndolo dentro de los personajes principales.  En todo caso, tal como en el filme que le dio a conocer, la criatura que vemos en esta obra más actual no es el verdadero monstruo de la trama, si no que acá queda claro que el peligro viene de la intolerancia y la violencia nacidos del corazón humano.  De este modo, queda consignado una vez más el amor del director-guionista hacia estas entidades, que en más de una ocasión este mismo los ha expuestos ante las cámaras como seres capaces de albergar amor y bondad.

2- No puede quedar en olvido el papel que le da el cineasta al mismo séptimo arte, como una faceta relevante en la vida de los seres humanos, pues como fruto de la creatividad humana que además cumple con la necesidad de sana diversión, actividad en la que lleva años comprometido.  Es así que tal como en los filmes de Hellboy que realizó años atrás, podemos apreciar fragmentos de varios antiguas películas que ven los personajes y que de alguna manera tienen relación con el argumento central.  Por lo tanto, además, parte de los acontecimientos transcurren nada menos que en una sala de cine.  Por otro lado, más de una escena viene a ser un evidente tributo a algunas partes de la ya mencionada cinta de terror.

3- Bien es sabido por los seguidores del cineasta mexicano,  que a este le gusta bastante el llamado gore, o sea, el uso de efectos especiales exagerados para mostrar sangre, tripas y cualquier otra cosa por el estilo.  Salvo en sus filmes de tipo más familiar, como Titanes del Pacífico, la hemoglobina y todo tipo de fluidos asquerosos abundan en su carrera, asimismo como las criaturas de aspecto monstruoso (y bastante la verdad).  Si bien en el caso de La Forma del Agua,el ser acuático que aquí sale en un principio puede parecer grotesco, y en especial en las tomas en las que no se ve de cuerpo completo (todo para resaltar el misterio sobre su identidad), con posterioridad en más de una ocasión se hace alusión a su belleza, como algo exótico y único.  No obstante es en los actos relacionados con la violencia, que más bien tienen que ver con la intervención de los humanos, que con la supuesta bestia salvaje, que del Toro se da el festín de derrochar un montón de líquido rojo para regocijo de sus fanáticos.  Estos momentos puede que llamen la atención a los espectadores, que han quedado encandilados con el aspecto más emotivo y sublime de la obra, sin embargo no se puede olvidar que estamos frente a un ejemplo del cine de terror o, para ser más exacto, a un sentido homenaje del director hacia las historias clásicas de  monstruos, razón por la cual en una película como esta no podía faltar dicho elemento.

4- Como muchos de sus colegas, a Guillermo le fascina repetirse en nuevos trabajos con actores con los cuales ya ha logrado sintonizar en producciones anteriores; es así que gracias a este lazo estrecho con sus colaboradores delante de las cámaras, ha conseguido tal armonía, que ello se ve reflejado en el trabajo terminado, consiguiendo interpretaciones memorables.  Ron Perlman y Federico Luppi ya han laburado con él en por lo menos 3 ocasiones diferentes, pero es con Doug Jones con quien sin dudas más títulos ha filmado.  El delgadísimo histrión ha hecho de varias criaturas increíbles a lo largo de su carrera con su amigo (en ocasiones de más de un personaje, como en El Laberinto del Fauno o Hellboy 2: El Ejército Dorado) y acá una vez más logran deslumbrarnos ambos con otro ente fantástico.  Aún cuando el hombre-pez que vemos en esta más actual cinta se parece bastante al heroico y simpatiquísimo Abe Sapien, en todo caso viene a ser un personaje por completo distinto.  La maestría conseguida por la colaboración de esta sociedad, se puede apreciar en el hecho de que toda la interpretación de Jones se hace sin hablar y aún con ese ajustado traje que lo cubre por completo, ser tan expresivo y conseguir la atención de la audiencia.

5- En ambas entregas sobre el demonio de buen corazón, Hellboy, queda claro el aprecio de este hacia los gatos, puesto que estos aparecen en abundancia en estas dos…No obstante considerando todo lo que ocurre en La Forma del Agua (que a diferencia de las cintas protagonizadas por el superhéroe místico, corresponde a una idea propia y no una adaptación), puede quedar de manifiesto que al propio Guillermo también le encantan los mininos.  De este modo hay varias escenas con los felinos, algunas graciosas y otra, muy especial, impactante y hasta aterradora.  Para muchos otros amantes de los gatos, de seguro que será un valor agregado encontrarse con varios de ellos en esta hermosa cinta.  

Reproduzco esta imagen y estas palabras, que gracias a mi querido amigo Miguel Acevedo y a su blog
Le Dicen Poesía tuve la suerte de conocer.  Más encima, con él vi esta hermosa película.

III. Otros aspectos a valorar.


a) Ese “complicado” aspecto de nuestra humanidad.

    El tema del sexo (ojo, que no me refiero a la exposición gratuita de hermosos cuerpos, sin mayor peso para la trama de una historia), no es algo habitual en el cine de Guillermo del Toro y salvo El Espinazo del Diablo (que más encima solo muestra un desnudo masculino, aunque más que sugerente), no hayamos mayores ejemplo de ello en su filmografía.  No obstante la sexualidad es importante dentro de esta obra, para definir a varios de sus personajes, con lo cual queda clara su personalidad y el tipo de relaciones que llegan a entablar con los demás. 
    Todo parte con la protagonista, una mujer madura que en una primera instancia puede parecer poco atractiva y quien, sin embargo, al exponernos su desnudez en más de una ocasión y desde el principio, se muestra como una persona hermosa y con un encanto que  bien damas más jóvenes quisiesen tener. Es así que tal como queda demostrado en la figura de la silenciosa Elisa (tal como en la criatura), queda demostrado que siguiendo las palabras de El Principito de Antoine de Saint-Exupéry, “lo esencial es invisible a los ojos”, de modo que solo los más afortunados, logramos ver lo que cubre con sus ropas la dulce Elisa.
    Volviendo a la pareja formada por la mujer y el monstruo, es posible reconocer sin vacilaciones el tópico del romance entre dos seres, que en un principio pueden ser muy distintos y que sin embargo logran una tremenda compenetración, puesto que hay más puntos en común que diferencias.  Es así que al haber amor incondicional, también se haya la atracción y aunque pueda parecer chocante o morboso, el sexo entre ambos no puede faltar; no obstante esto último viene a ser la consecuencia del amor que llega a nacer entre los personajes, que no se trata de mero placer, sino de la consumación de un sentimiento más noble entre ambos (bueno, tampoco se puede negar que a veces resulta gracioso todo esto, que la misma película hay una entretenida “charla” al respecto, entre Elisa y su amiga Zelda).
     Luego está el personaje del mejor amigo de la protagonista, Giles, un artista de la ilustración que para ganar algo de dinero trabaja en publicidad, relegando lo mejor de su talento por necesidad.  El hombre es casi un anciano, en un mundo y una época en la que su homosexualidad no le permite ser alguien pleno, como bien correspondiera.  Tiene, sin dudas, un corazón noble, como los otros 3 personajes con los que Elisa llega a sintonizar.  Significativo, viene a ser cuando se pone en el tapete la atracción que siente hacia un guapo sujeto, mucho más joven que él, lo que da pie a uno de los momentos más desgarradores de este filme.  A través de Giles podemos encontrar con la soledad, al no existir justamente una posibilidad inmediata de dar rienda suelta a esta faceta importante, como no, de nuestras vidas.
     Por último, tenemos al villano de la historia, el coronel Richard, un tipo para quien el sexo se trata de algo para gozo de solo una persona: él mismo.  Hay una sola escena de cama con este hombre, la que por un lado viene a ser hilarante (pese a que Michael Shannon, quien lo interpreta con su acostumbrado gran talento, no vacila en mostrar su propio culo, aunque carece en su exposición de una naturaleza erótica a propósito), la cual tal como se desarrolla y teniendo en cuenta su preámbulo, expone de otra manera su personalidad errática: alguien incapaz de ver a los demás como sus iguales, de modo que no hace el amor, sino que el placer físico solo le resulta una especie de desahogo y un sometimiento a quien tiene por debajo de él.  Así que con él no hay caricias, besos, ni atenciones que no sean solo penetración.

El tributo a la cinta de El Monstruo de la Laguna Negra está más que claro.

b) La crítica social.

      Tal como lo expuse desde el principio de este texto, la película en cuestión transcurre en un periodo de la historia gringa muy particular: los años sesentas en sus inicios: una época en la que la Guerra Fría, entre dos grandes potencias opuestas y enemigas compiten entre sí, por la supremacía mundial de sus ideales; Rusia con su comunismo y Estados Unidos con su capitalismo imperialista.  Ambos bandos quieren ser los primeros en todo y no hace mucho ha comenzado la carrera espacial, que hasta el momento la están ganando los soviéticos.  Es donde toma un papel fundamental dentro de esta obra, nada menos que un espía rojo, quien como científico trabaja en el mismo laboratorio en el que encontramos a Elisa y a su compañera y al que llegan a revolucionar la criatura y su atormentador.  Tanto el militar gringo como el espía, Robert, deben cumplir con patriotismo con las órdenes de sus superiores, sin embargo vemos que en el caso del ruso, sí hay capacidad para la nobleza y ello lo convierte en otro más de los personajes carismáticos de este filme.  Pues Hoffstetler (su apellido en realidad es otro, que este forma parte de su fachada), es capaz de ver por sobre los dogmas y prejuicios de su gente, algo que en alguien supuestamente “políticamente correcto” para el gobierno yanqui como Richard, no hay.  Detrás de los secretos de ambos hay un hombre compasivo y en el otro, que se jacta de ser alguien religioso y devoto hombre de familia, se encuentra el verdadero monstruo.
     Cuando suceden los acontecimientos ficticios de La Forma del Agua,la comunidad afroamericana de USA hace rato que ha dejado de ser esclava, no obstante sus integrantes son mirados en menos y considerados como ciudadanos de segunda clase.  Fue en aquellos años, cuando comenzó a luchar por el respeto a sus derechos como etnia y miembros del país.  Todo esto es posible reconocerlo en el guión a través de la figura de la amistosa Zelda, una mujer alegre pese a todo, aunque también lo podemos encontrar en otra escena y en la cual queda presente el espantoso racismo blanco, cuando se denigraba a la gente de color sin ninguna vergüenza.  No olvidemos que Zelda, como muchos de su pueblo, trabaja de empleada en un oficio, imposibilitada de acceder a un alto cargo o educación universitaria como la mayoría de la gente negra.  Asimismo, queda consignado que al tener de villano a un sujeto como el coronel Richard, blanco, cristiano y un largo etcétera, en más de una ocasión vamos a hallar acá, comentarios propios de un tipo racista y mirador en menos.

c) Los héroes de la historia.

     Y por fin llegamos al aspecto de este recomendable filme, que me llevó a ponerle el título que encabeza a este post: La belleza de lo distinto.  Pues en un mundo en el cual solo aquello que no escapa de la norma y de que está considerado como correcto por la mayoría, tal como el representado por la última película de Guillermo del Toro, los protagonistas con los cuales llegamos a identificarnos, son justamente aquellos que salen de esta “normalidad” de su medio.  Empero no están idealizados,  pues cada en su singularidad, son presentados como personajes que no son perfectos: vacilan en más de una ocasión sobre cómo comportarse, tienen miedos e inseguridades y, no obstante, son capaces de superar sus propias taras para dejar de pensar en sí mismos y entregarse a otros cuando los necesitan. 
    El abanico de estos sujetos está compuesto por una muda, un supuesto monstruo de origen acuático, un homosexual, una “negra” (para recalcar su significancia dentro de la trama, a propósito uso el término que puede ser despectivo y que, por supuesto, no ocupo en mi propio lenguaje) y un comunista (más encima ruso y espía).  Los caminos de todos ellos se cruzan y dentro de la singularidad de cada uno que debería separarlos, demuestran ser capaces de trabajar todos juntos con gran éxito.
     Puede parecer ya a estas alturas algo de Perogrullo, pero bajo la figura de todos los anteriores nos damos cuenta de que la diversidad es algo que hay en la sociedad, que no solo debemos aceptar, sino que es hermosa, si vemos más allá de la simple apariencia.  Podemos aprender del resto, tal como sucede en la cinta con Robert y Giles, también con Zelda, quienes logran pasar de su simple aprensión con la criatura, para terminar simpatizando con ella y descubrir el elemento divino que hay en alguien (o algo) distinto a uno.
     Cabe mencionar un interesante detalle que se nos podría escapar: la protagonista y su amiga son mujeres sin educación, quienes trabajan como simples empleadas haciendo el aseo, “limpiando la mierda” como les dice en algún momento el detestable Richard y sin embargo son las testigos de grandes eventos, que a ojos del resto de la población están ocultos.  Más encima es una de ellas quien consigue algo que nadie de los más capacitados científicos y militares logra, que es comunicarse con alguien “por completo extraño” y más encima formar un lazo irrompible con este.  De este modo, nos debe quedar claro que no hay que mirar en menos, pues cualquiera nos puede dar una grata sorpresa, sobre todo lo que nos puede llegar a entregar de maravilloso.


                                                                  Tráiler subtitulado.

Una ciencia ficción televisiva diferente.

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     Tras el éxito indiscutido de la adaptación por parte de HBO de la saga Canción de Hielo y Fuego de George R. R. Martin, bajo el nombre de Juego de Tronos, las cadenas parece que han encontrado un nuevo filón de oro en llevar a la pantalla pequeña, como series de televisión, importantes obras de la fantasía y la ciencia ficción literarias.  Es así, que en los últimos años hemos tenido el placer de encontrarnos con otras muy buenas producciones de este tipo, tales como El Hombre en el Castillo(sobre la novela del mismo nombre de Phillip K. Dick) y el año pasado con Dioses Americanos (de una obra deNeil Gaiman). 
      Dentro de los más actuales programas que siguen esta tendencia y que más encima ha conseguido ya un montón de seguidores, como alabanzas de los críticos y varios premios, viene a ser El Cuento de la Criada.  Basada en una novela de la prolífica autora canadiense feminista Margaret Atwood, está pronto a estrenar en abril su segunda temporada y que el público espera con ansias, tras un estreno que dejó a todos asombrados y atentos al destino de su protagonista, tras un final de temporada en realidad inolvidable.  Solo es de esperar que este segundo año, que tendrá 3 episodios más que los 10 que componen su debut, mantenga la misma calidad que la convirtió en la favorita de los últimos certámenes como el Emmy y el Globo de Oro.
     Si la serie sobre la ucronía de Dick dejó claro para la audiencia que la ciencia ficción es mucho más que mundos futuristas, robots, mutantes, extraterrestres e inventos fabulosos, con este más reciente éxito del género en la pantalla chica y en imagen real, queda más que nunca consignado la riqueza temática y argumental de este tipo de historias.  Pues una vez más estamos frente a un relato tan grande como la vida misma, en la que en medio de un argumento complejo que atrapa desde el principio al público, tal como la mejor ciencia ficción que no solo es entretención, nos invita a reflexionar sobre varias problemáticas que nunca dejan de ser actuales: el derecho y el valor de la libertad, el aprecio hacia la vida (la de uno mismo y la de los demás), el poder de las ideologías sobre la “chusma ignorante”, el sentido que tiene la religión en nuestra existencia, la figura que posee la mujer dentro de la sociedad, la amistad y el significado de la familia…Eso y mucho, mucho más es posible reconocerlo en la que, sin dudas, viene a ser uno de los mejores shows televisivos dramáticos que se han hecho jamás.
     En esta ocasión no se trata de una ucronía, o sea, de un mundo muy parecido al nuestro, en el que la historia en un detalle concreto tomó un rumbo diferente y que cambió por completo su sociedad respecto a la nuestra (como en Synco de Jorge Baradit, donde el golpe de estado de Pinochet en Chile no se efectuó y ello llevó a que Salvador Allende se mantuviera en el gobierno por más de una década…), sino que acá estamos frente a la más conocida antiutopía(también llamada como distopía y contrautopía).  Por lo tanto, estamos hablando de un mundo que se encuentra en medio de un totalitarismo y/o dictadura, llevado a su máxima expresión, en el cual supuestamente lo que ofrecen los que mandan es una sociedad perfecta y que, sin embargo, es todo lo contrario: una pesadilla con serios asideros en la realidad y que por desgracia sí se ha manifestado de alguna manera en el mundo que pisamos más de una vez. 
      Ambientado en Estados Unidos, nos presenta a este país (o más bien a lo que queda de él tras una segunda guerra civil) gobernado por fanáticos puritanos (tal como los que vivían en la infame ciudad de Salem, durante el siglo XVII en dicha nación) y quienes llevan a cabo un patriarcado de carácter fundamentalista, basado en el Antiguo Testamento.  Tal como sucede en este tipo de comunidades, solo un reducido grupo de personas cuentan con todos los privilegios, en este caso aquellos que participaron de la revolución, que se separó del resto de la otrora poderosa nación gringa; no obstante, como la autoridad se haya bajo el poder de los hombres, las mujeres se ven sometidas a su “buena voluntad”, claro, unas más que otras.  Toda esta desgracia fue llevada a cabo, porque debido a una catástrofe ambiental, la mayor parte de los hombres y mujeres se volvieron estériles y los fanáticos le echaron la culpa a la “debacle moral de la civilización”; por esta razón justificaron sus actos, como la medida correcta para salvar sus almas y sus vidas.  Es así que las criadas corresponden a mujeres fértiles, que son una especie de esclavas sexuales de los matrimonios, quienes obligadas a participar de un espantoso rito basado en un oscuro episodio de la Biblia, deben darles hijos a la patria.  La protagonista es una de estas desgraciadas féminas, relatándonos tanto sus vicisitudes como criada y sus intentos de liberarse de su sino, como su pasado antes de caer en las garras de sus amos.

La "Ceremonia" a la que se ven sometidas las criadas.

     Pero no solo llegamos a conocer este espantoso mundo, tan siniestramente verosímil al nuestro, a través de los ojos y el corazón de su protagonista, sino que se nos revela toda una sociedad caracterizada por las rígidas reglas impuestas de sus dueños, en las que también se hayan las otras mujeres (infértiles todas ellas), que cumplen el rol de esposas y toda una serie de categorías según el oficio que deben cumplir el resto, que se encuentra dentro del lugar que se le ha destinado al sexo femenino. Los hombres también están representados en esta serie, cada uno de ellos miembros de 3 estamentos diferentes de esta trastocada sociedad.  El cuadro se completa, con los geniales flashbacks que nos van contando el pasado de los personajes y que van armando el rompecabezas que explica cómo se llegó a este nivel de locura dentro de esta realidad.
     A la supuesta santidad de los poderosos y los que están por sobre el resto en la escala social, podemos hallarnos con la dura verdad de que una cosa es la supuesta moralidad que se ostenta y otra es la debilidad de la carne y del espíritu que a todos asola, cuando es posible reconocer la corrupción en estos supuestos hombres santos; luego, queda de manifiesto que en los dos grandes tipos de ideología, política y religión, fácil será encontrar sujetos que se aprovechan del alto sitio que han conseguido en sus cuarteles, para hacer y deshacer a su antojo.  Solo aquellos que simplemente desean ser felices sin mayores complicaciones y compartiendo con sus congéneres, pueden llegar a ser ejemplos de personas admirables ¿Por qué razón? Pues debido a que al no pretender ser perfectos, en su imperfección están mucho más cerca de la perfección que los otros.
     En los primeros capítulos es posible reconocer en los monólogos en off del personaje principal, algunos fragmentos de la propia narración en primera persona del libro.  A través de estos queda consignado su carácter literario o más bien la poderosa calidad argumental y artística de este show, que en al menos en toda su primera temporada no pierde fuerza en ninguno de los elementos que la componen.  Cada una de las actuaciones son, sin dudas, soberbias y hay momentos en los que dan hasta ganas de aplaudir, al ver cómo los histriones dan lo mejor de sí para darle tanta corporeidad al rol que les corresponden hacer.  Pues cada personaje, que en realidad cada uno posee algo especial, que los hacer ser tan entrañables (incluso los que podrían ser considerados como los villanos), da más de un momento de intensa emotividad y que en una u otra ocasión, puede llegar a conmovernos hasta las lágrimas.  A todo esto, se le agregan los guiones que contaron con la supervisión de la misma Margaret Atwood, cuya mano se nota para haberle dado tanta humanidad a la serie en todos sus capítulos.  Si la producción técnica en materia de la recreación de esta antiutopía, es de igual manera propia de una gran filme hollywoodense, la música no se queda atrás, brindándonos hermosos acordes por parte de Adam Taylor; además, casi al final de cada episodio escuchamos una significativa canción popular, relacionada con los eventos de la serie, que también es posible apreciar otras en medio de este totalitarismo y en el que la belleza ha sido suprimida para contemplación y gusto de la mayoría de los mortales.
    Tal como habrá quedado de manifiesto, con lo que se ha velado en parte acerca de lo que va El Cuento de la Criada, ya está claro de que es un programa para gente con “criterio formado”.  A la dureza de sus guiones y temas abordados en este, nos enfrentamos a varias escenas impactantes tanto por su dramatismo, como por su violencia gráfica, muchas veces sexual y psicológica, en especial contra las mujeres (a ocasiones entre estas mismas hacia su propio género).  Teniendo en cuenta el papel que cumplen las criadas en medio del territorio conocido como Gilead (una reinterpretación irónica de la tierra santa, mencionada en el Antiguo Testamento y que el mismo Stephen King adaptó para el hogar idealizado de Rolando en su saga de La Torre Oscura), el sexo también forma parte de su argumento, cuando se trata de llevar a cabo la espantosa y patética ceremonia para concebir hijos; es así que vemos una manera más de convertirlo en algo maquinal, escondido bajo la fachada de algo sagrado; a ello se opone el amor y la verdadera pasión, en las escenas en las que es posible reconocer un verdadero vínculo entre sus participantes.

Interesante publicidad de la serie con varios de los personajes principales.  De la lista de abajo, descubre quién es quién.

     Los personajes de la serie son:

June: Como criada debe usar el nombre de Defred (ya que estas se ven obligadas a tomar para sí, parte del que llevan los maridos de la familia a las que son adjudicadas).  Antes de la guerra civil que separó Estados Unidos fue una exitosa y culta mujer profesional, casada y con una hija pequeña a la que se la quitan cuando la atrapan los de Gilead.  Pese a todas las humillaciones que debe pasar y a cada una de las penurias que llega soportar, su espíritu libre en ningún momento cae y ello la convierte sin dudas en uno de los personajes más emblemáticos del programa. 
Fred: Comandante de Gilead que “acoge” a June junto a su esposa.  En un principio lo vemos como a un hombre capaz de empatizar con la criada, siendo sensible con esta y ayudándola a hacer menos duro su papel dentro de la casa; no obstante en la medida que la acción va desarrollándose, logramos conocer lo que se oculta detrás de su imagen dulce.
Serena Joy: La hermosa e imponente señora de Fred es al igual que este, una de las personas que estuvieron involucradas en la formación de esta nueva nación.  El episodio en el que se revela su pasado y nos enteramos acerca de qué tipo de mujer era antes de la guerra civil, viene a ser uno de los mejores momentos de toda la primera temporada.  De mente privilegiada, ve con ojos como tras el éxito de sus planes el amor que tuvo antes con Fred se ha enfriado, ya que este apenas tiene gestos de afecto con ella ahora y por eso mismo toma como toda una afrenta la presencia de June en su casa.  Su relación con June está llena de tensiones, con idas y venidas.
Luke: El marido de June, con quien tuvo una verdadera historia de amor hasta que llegó a unirse en matrimonio con esta.  Ambos hicieron lo posible para escapar a la frontera con Canadá para llevarse a su hija al mundo libre, pero bruscamente fueron separados los tres y luego Luke tuvo que vérselas por su cuenta para tratar de recuperar a su familia.
Moira: La mejor amiga de June desde hace años y antes de que todo se fuera al carajo, es una mujer de naturaleza impetuosa, que también fue sometida a convertirse en criada, yendo a parar junto con su compañera al mismo centro donde preparaban a las “bendecidas” para formar parte de este ministerio.  Pese a su lesbianismo (considerada una traidora a su género y por ello una criminal), no se la mandó a cumplir condena a las llamadas Colonias, donde llegan todos los considerados culpables de las peores infracciones morales para Gilead, pues como mujer fértil aún puede “redimirse”.
Janine: Primero llamada Dewarren y luego Dedaniel tras haber sido entregada a otra familia, luego de haber concebido un hijo para la primera de ellas, es una mujer que fue castigada poco después de ser sometida por los de Gilead, dejándola tuerta por un pequeño acto de rebeldía.  La afrenta a la que se le sometió y que mancilló su otrora hermoso rostro, la dejó en tal estado de insanidad mental, que a lo largo de la temporada se transforma en el mejor ejemplo de las víctimas que llegan a ser las criadas dentro de esta antiutopía.  June siente hacia ella una tremenda compasión y ambas se consideran amigas, relación que refuerza el tema de la fraternidad en esta obra.
Emily: Primero Deglen y luego Desteven, fue la primera compañera de compras de June, ya que a las criadas se les adjudica una para que se vigilen mutuamente.  En un principio June cree que esta es otra fanática del sistema, no obstante luego se entera de que en realidad es miembro de la resistencia conocida como Mayday, en la que la inicia.  Emily resulta ser otro de los grandes personajes de la serie, entregando al espectador varios momentos inolvidables (la verdad es que son los protagonistas femeninos los que más destacan en El Cuento de la Criada, debido también en parte a que las actrices que las interpretan, son dignas de los mayores elogios).
Tía Lydia: Las tías son mujeres que cumplen el rol de educar, vigilar, cuidar, aconsejar y castigar a las criadas.  Tía Lydia es la de mayor peso entre estas.  Se trata de una mujer mayor de apariencia dura, una verdadera creyente en los dogmas de Gilead, entregada en cuerpo y alma a lo que considera como su sagrado deber.  No obstante, tal como ya lo afirmé mucho más arriba, ella no es alguien representada de forma maniquea, sino que también podemos reconocer en su persona a una mujer que mantiene su lado maternal y quien también es capaz de demostrar dulzura pese a todo.  Sus atenciones con la desequilibrada Janine, otorgan otras escenas de inmensa emotividad a la serie.  
Nick: Empleado de los Waterford, es un hombre de pocas palabras que en su rol de chofer del comandante, conoce varios de los secretos de este y de su esposa.  Supuestamente es un ojo, o sea, un espía que debe vigilar a todo el mundo en caso de cometerse alguna infracción contra las leyes de la patria.  Desde un principio queda claro un tipo de atracción mutua con June, lo que origina una parte importante de los vuelcos argumentales del programa.


                                            Tráiler subtitulado de la primera temporada.

Todos somos Lovecraft.

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No miren en menos mi "carreteado" ejemplar,
que ello bien significa que le dediqué con gusto su tiempo.

      En el transcurso del mes de enero (o sea, justo a principios de este 2018 y que de seguro nos depara muchas sorpresas a los ñoños) por fin salió el tercer libro de Miguel Acevedo, que quienes ya hemos disfrutado de su prosa esperábamos con ansias.  Es así que por tercera vez, luego de Cartelera de Ciney de Espejos(en coautoría con Paz Correa) volvió a colaborar con la editorial independiente Gato Jurel, tratándose en esta ocasión de un volumen dedicado a la figura de uno de sus autores favoritos: Howard Phillips Lovecraft.
      Titulado bajo el sugerente nombre de Los Altares de la Locura, como una referencia al famoso cuento o más bien novela corta de En las Montañas de la Locura, del mismo escritor al que aquí homenajea, se trata de una serie de ensayos en torno al aporte literario del llamado Soñador de Providence. Igual se podría decir que el nombre seleccionado del tomo, también puede ser una alusión a la película Al Borde de la Locura, cuya traducción literal del inglés al español sería En las Fauces de la Locura, del director John Carpenter y que bien está entre los cineastas predilectos de Miguel, además de tener entre su preferencia tal cinta.  Habrá que preguntarle para salir de la duda ¿No?
      El tomo se compone de varios ensayos, cuya intención es la de difundir la figura de Lovecraft como narrador esencial en la literatura de terror, haciendo hincapié en la poderosa mitología que creó y que hasta nuestros días ha tenido gran impacto en la cultura popular, pasando más allá de los límites habituales del gueto literario.  Es así que Miguel se embandera iluminado por los grandes estudiosos y defensores de su “maestro”, dejando claro que por sobre las lecturas facilistas y prejuiciosas de su racismo y xenofobia, hay sin dudas un hombre complejo al que cabe apreciar por otros aspectos de su vida y obra, como su enorme creatividad e influencia en el grupo de amigos que llegó a hacer; pues con todos estos compartió sus criaturas ficticias, para dar pie a toda una escuela en la manera de contar “historias extrañas”.
      Interesantes datos biográficos nos entrega esta obra, algunos muy curiosos por cierto, que ayudan a entender mejor a ese misterioso hombre y que en menos de cincuenta años de edad en la Tierra, tanto nos dio.  Asimismo, en sus páginas se detallen varios pormenores respecto a cómo fue posible que un autor que en vida nunca publicó libro alguno (sus textos solo aparecieron en revistas en su tiempo), pudiese ser reconocido para la posteridad; ello debido a que gracias al trabajo conjunto de sus amigos August Derleth y Donald Wandrei, quienes al fundar la editorial especializada de Arkham House, comenzaron a editarse de forma paulatina sus narraciones (como también poemas y hasta cartas, que de estas escribió más de cien mil y de gran valor histórico y literario), incluyendo algunas inéditas y completándose algunas inacabadas hasta entonces.
Una valiosa dedicatoria y/o autógrafo.
     Miguel también nos lleva por los caminos del recuerdo, relacionados con su propia historia personal con Lovecraft, que muchos de seguro se sentirán identificados con sus memorias, sobre cómo lo llegó a conocer y de qué manera fue adentrándose en su prosa.  De igual manera, muy atractivos vienen a ser sus apartados sobre la historia de las ediciones en español de Lovecraft (que solo gracias a mi amigo, puede saber que un amante de la literatura fantástica como Borges, lo encontraba una mala copia de Poe), dándonos las claves acerca de las mejores versiones a nuestra lengua de su homenajeado.
     No es poca cosa toda la información que nos da sobre el llamado Círculo de Cthulhu, referido a todos los autores que ayudaron a darle forma a los también llamados Mitos de Cthulhu y que siguen dando nuevas obras al respecto.  Escritores contemporáneos a Lovecraft y sus sucesores desfilan en este libro.  Pero no todo es dichas y fanfarrias, que así como nos cuenta Miguel, en más de una ocasión Lovecraft ha despertado resquemores entre la gente que no ve más allá de sus ideas, que a muchos ojos actuales son políticamente incorrectas, sin preocuparse de tener en cuenta el contexto de tantas taras suyas, ni de otras virtudes más humanas de su parte.  Al respecto, la polémica relacionada con el Premio Mundial de Fantasía, que nos cuenta sobre toda un boicot en contra de H.P.L. y su legado, más la fervorosa defensa hacia el mancillado, de parte de escritores que bien podrían sentirse “ofendidos” por su racismo (S. T. Joshi, un indio y Jason V. Brock, un nativo americano), completan muy bien el cuadro sobre el tema.
      Algunos de los textos escritos por Miguel aparecieron por primera vez en su blog Le Dicen Poesía y otros eran inéditos hasta hace poco.  No obstante siempre es un placer leer en papel y más cuando se trata de algo que está bien escrito, como lo que aquí hayamos.  Por otro lado, se agregan unas cuantas traducciones rescatadas de la red, entre las que hay curiosidades como nada menos que el obituario que se le hizo en un importante periódico gringo, que dice unas cuantas cosas suyas que nos parecen poco verídicas y la supuesta carta de una niña a nada menos que a Cthulhu.
      Y ya que tanto se ha hablado de Lovecraft, se nos regala uno de sus cuentos breves más valiosos, que sin dudas demuestra lo fabuloso de su pluma: El Sabueso.  No me referiré mayormente a su argumento, ni haré un análisis al respecto, que por mucho aprecio que tenga hacia el Soñador de Providence, dejaré mis opiniones mayores sobre sus ficciones para otra ocasión…Pues recordemos que hoy nos toca revisar y comentar lo hecho por Miguel Acevedo, que bien ha dejado claro su amor hacia el testamento literario de Lovecraft, a través de un volumen que en poco más de 100 páginas nos atrapa.
       Que no se me olvide, el veterano caricaturista e ilustrador Christiano embellece esta edición, con un grabado original suyo, inspirado justamente en el cuento El Sabueso,  Se trata de la tercera vez en que ambos artistas, Miguel y el dibujante, trabajan juntos, luego de las estupendas versiones que hizo Christiano al cómic de dos de sus crónicas de Cartelera de Cine para el fanzine Chuflai (y que las recomiendo mucho, mucho).

NOTA: A quienes les interese conseguir los libros de Miguel (a un módico precio), pueden contactarse con él a su propio blog: Le Dicen Poesía.

Feliz con mi ejemplar junto a su autor.

Otros terrores marinos (y uno que otro terrestre) breves de Hodgson. SEGUNDA PARTE

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Este libro fue el ideal para leer en mi viaje a la playa en enero de este año.

      He aquí por fin la parte que me faltaba comentar sobre otro recomendable colección  de cuentos de William Hope Hodgson,Un horror tropical y otros relatos, de la editorial Valdemar.  A ver lo que les parece del resto de esta selección.

5- El misterio del buque abandonado.

    Otro cuento que se encuentra dentro de la fórmula ya conocida y reutilizada por su autor:

Narrador en primera persona + Este mismo es un sujeto que vive/trabaja de marinero + Descubrimiento de un barco abandonado + En su interior se encuentra algún tipo de horror marino + Uso constante de terminología relativa a la vida en el mar

     Pero como ya se dijo antes en la primera parte de este post, la magia está en cómo Hodgson nos cuenta en más de una ocasión casi la misma historia, pero cambiando uno que otro detalle que nos hace perdonarle a sus seguidores estos autoplagios…
     No obstante hay dos detalles que hacen de este cuento en concreto algo muy especial: el primero, correspondiente a la manera de cómo varía esta vez el espanto que se esconde bajo los restos de la embarcación y que responde a algo muy verosímil dentro de lo que podríamos encontrar en una circunstancia como esta (me guardaré la identidad de los monstruitos, para que no me acusen de caer en el maldito spoiler).  Y luego, tenemos que para rematar todo, el narrador/protagonista hace una muy interesante reflexión acerca de cómo fue posible que llegase a aparecer un horror como el que le tocó a él y a los suyos a pasar un tan mal rato; pues en sus palabras encontramos otro acercamiento (si bien ligero), al terreno de la ciencia ficción, que puede ser muy del gusto de varios lectores y que nos recuerda este tipo de recursos estilísticos tan populares en los años en que escribió su cuento.
     Pero hay otro aspecto valioso que hace de este título algo excepcional y que tiene que ver con la misma descripción que se hace del barco mismo, incluso antes de que se descubra la vida mortal que se esconde dentro de él.  Pues todo esto nos lleva a darnos cuenta de algo, que muchas veces o bien ignoramos o bien damos por hecho, sin darle su verdadera importancia: que el mar en toda su vastedad alberga secretos que a los ojos de la mayoría están velados y que justamente ello tiene que ver con el paso de las eras, que de seguro en sus aguas mucho ha pasado y llegado hasta ellas.  Por esta misma razón, los cuentos de miedo en el mar siempre tendrán un atractivo especial, que al menos en tierra es más fácil escapar ante cualquier peligro (¿O no?) y en cambio en medio del océano todo se complica.
     “Fue su posición, dentro de los límites de los hierbajos fungosos, lo que hizo pensar al asombrado primer oficial cuán extraña y poco marinera parecía aquella embarcación, y lo lejos que había llegado, sin embargo, atravesando la inmensidad del océano. De pronto llegó a la conclusión de que aquel navío no era más que otro derelicto abandonado en el vasto Mar de los Sargazos, un buque perdido para el mundo desde tiempos inmemoriales, posiblemente desde hacía cientos de años.”

6- El terror del tanque de agua.

     Corresponde al segundo cuento de la colección que transcurre en territorio seco y más encima en un área urbana, si bien en una parte de su desarrollo se traslada la narración a un ambiente más de tipo rural (a menos que me equivoque, je).  Su trama gira en torno a unas muertes que ocurren en raras circunstancias, justamente en los alrededores de un tanque de agua, lo que merece una investigación.  De este modo, el relato toma un inesperado aspecto propio de la literatura policial, algo que no nos esperábamos en su autor, si bien cabe recordar que sus famosos textos dedicados a Carnacki, de algún modo son una variante mestiza de todo esto y que sin dudas son los antecedentes de series tan populares como lo son Los Expedientes-X, Milleniumy Fringe.
     Sabiendo la procedencia de donde viene esta obra, cuesta creer que las muertes tengan que ver con la mano humana y es así que una vez más Hodgson nos sorprende, pese a lo evidente de todo, cuando el inteligente hombre que nada detrás de la verdad descubre al “culpable”.  Destaca dentro de todo esto la misma astucia del protagonista, un sujeto voluntarioso, quien sin ser un profesional de la “ley y la justicia” resuelve el misterio.  De igual manera, aparece otro interesante personaje, un médico, tan caro a este tipo de relatos y que ayuda a descubrir la verdad dentro de todo esto. 

     “Entonces, bruscamente, desde algún lugar impreciso del tanque, nos llegó una especie de sonido indistinto, reptante y escurridizo.  Un escalofrío helado me recorrió el cuerpo mientras forzaba los ojos hasta dolerme, intentando distinguir algo en la oscuridad.  Podía entrever vagamente la silueta del policía.  Parecía no haber cambiado de postura”.

Precioso grabado antiguo que muestra cómo los antiguos representaban su temor a los peligros del mar.
que tan bien William Hope Hodgson logró retratar con su pluma.

7- El encantamiento del Lady Shannon.

     A mi humilde parecer uno de los mejores cuentos del libro.  Lo afirmado recién se debe a que si bien sus acontecimientos transcurren en el mar y, como era de suponer, sus personajes son gente experimentada en esos asuntos, la historia resulta novedosa entre el resto del volumen y a ello se agrega la genial manera en la que el escritor remata todo, con una sorpresa tremenda cuando se revela el misterio que había alrededor.
    La trama es la siguiente: El Lady Shannon es un barco que ha cobrado mala fama, debido al tratamiento inhumano que tiene el capitán y sus subalternos más cercanos, hacia el resto de la tripulación.  No obstante, al parecer el terror provocado por la maldad humana de quienes mandan en la embarcación, se ve ensombrecida por unas horribles muertes que ocurren dentro del vehículo, en plena mar, lo que a muchos les parece ser debido a la intervención de una fuerza sobrenatural.  Queda saber qué está pasando en realidad.
    Independientemente del origen de los sucesos siniestros que están ocurriendo, este es el único relato del tomo que aborda el tema de la maldad humana.  Puesto que por tanto monstruo marino que sea habitual en la narrativa de Hodgson, al final estos son movidos por el hambre o se comportan como cualquier criatura salvaje, ya que atacan por la anterior razón u otra; en cambio acá vemos al hombre sometido por sus propios congéneres, por simple placer y/o incapacidad para ver en el otro a un semejante.  Las descripciones que hace el autor acerca del choque de voluntades son vívidas, poniendo lo mejor de sí, tal como cuando se ejercita en los elementos terroríficos. 

    “Pero el duodécimo día de su partida, sin embargo, tuvo lugar un violento encontronazo entre ambos.  Los hombres estaban lijando las cubiertas y el segundo se paseaba de un lugar a otro vigilando a los ociosos y manteniéndolos ocupados.  De repente vio que Jones estaba masticando algo.
     - ¡Maldito seas tú, puerco mascatabaco!- rugió-¡Escupe ese pedazo y pon tu sucia carne sobre la piedra de lijar!
     Pero Jones no hizo nada de eso.  Tan solo cogió el rollo de tabaco y lo guardó en el bolsillo.  Al instante tenía al segundo al lado.
    - ¡Te voy a enseñar a no obedecer lo que se te ordena!-gruñó, y dio una brutal patada con la bota al hombre arrodillado, haciéndole caer sobre la cubierta enfangada.”

     Como habrá quedado claro en este pequeño fragmento, que más adelante la violencia se encrudece, al final los verdaderos monstruos son los seres humanos.

8- El albatros.

     Un aspecto que puede llamar la atención a un lector chileno (como este servidor), es que la accióntranscurre nada menos que en Cabo de Hornos, sitio ubicado en la zona del mar austral del país, que al menos hasta principios del siglo pasado fue importante para las rutas marineras internacionales.  Luego nos encontramos con otro detalle, correspondiente a la personalidad de uno de sus dos protagonistas, justamente una mujer y la única de su género en todo el volumen en poseer notoriedad por sí misma, debido a su espíritu lleno de coraje;  sin embargo, esta no deja de responder a los parámetros propios de la época en la que fue escrito, donde a las féminas se las convierte en la damas en apuro a las que hay que salvar y más encima luego, una vez cumplido el papel de héroe de parte del macho protector, todo termina muy idílicamente.
     La historia gira en torno a un marinero (más), que estando en cubierta se encuentra con un ejemplar del ave que le da su nombre al cuento y en una de sus patas descubre un manuscrito realizado por la única sobreviviente a un naufragio, relativamente cerca de donde este se encuentran él y su embarcación.  Cuando llega al lugar del siniestro, solo es gracias a su enorme fuerza de voluntad y a grandes muestras de valentía, que consigue el triunfo ante la adversidad.  Teniendo en cuenta lo que ya se sobre la sobreviviente, esta sin dudas corresponde a su par por el corazón de león que comparten.
      Por último, como estamos hablando de un ejemplo más de la literatura de William Hope Hogsdon, no podemos olvidar de que se trata de una obra con elementos terroríficos y aquí ello no deja de estar presente en esta última pieza del volumen.

    “En esos precisos momentos se produjo una especie de pequeña agitación por todo alrededor de las cubiertas, y entonces, bruscamente, el aire se llenó de un sonido estridente y quejumbroso, que fue subiendo de tono hasta convertirse en un terrible, agudo e inquieto chillido.  Pude escuchar aquel sonido multidinario, como si lo provocasen miles de cuerpecillos escurridizos corriendo hacia mí a través de la oscuridad.  Al mismo tiempo volví a escuchar la voz de la joven, gritando algo que no entendía con un tono de absoluto terror (…)”.
Palabras finales.

      Por medio de este libro nos hemos encontrado no solo con el William Hope que ya conocíamos, a través de sus relatos típicos ambientados en el mar e incluso de su, tal vez, novela más famosa, La Casa en el Límite, si no que nos ha sido posible conocer otras facetas suyas: la de alguien capaz de acercarse (a propósito o no) en los terrenos de otros géneros como la ciencia ficción (Eloi, Eloi, Lama Sabachthani), el policial (El terror del tanque de agua) y el cuento tan solo reseñado más arriba (El albatros), que lo acerca a la literatura rosa o al menos lo lleva a usar uno que otro elemento romántico. 
     Nunca es despreciable visitar a los clásicos, más cuando se trata de reconocer el aporte de aquellos autores que son la base de los artistas actuales, que ahora se encargan de asustarnos y provocar asco también.  Además queda claro que a través de la lectura de sus obras, también nos encontramos con otras realidades, que aunque distintas a la nuestra, no dejan de darnos su mensaje y más encima, de los que no dejamos de mantener muchos puntos en común…Como la idea de que el océano es fuente de tremendas aventuras y peligros, razón por la cual no debemos olvidar que se le debe respetar, aunque no seamos “gente de mar”.  

No tenemos a Batman… ¡Pero sí al joven Bruce Wayne! (y a unos cuantos más).

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1. Palabras iniciales.

     La tercera temporada de Gotham, una especie de precuela de los cómics del llamado Caballero de la Noche, que transcurre en su ciudad y se centra en un montón de personajes emblemáticos de sus historietas, no puede estar mejor.  Y es que en su transcurso suceden tantas cosas, sus protagonistas pasan por tantas tribulaciones y, de paso, nos encontramos con tantos habituales a las viñetas del Cruzado Enmascarado, algunos por primera vez y otros de regreso, que el seguidor de la serie (y en especial de las viñetas), llega a aplaudir de gozo.
    Vamos por parte mejor (dijo Jack el Destripador).
    Para apoyar lo dicho recién, es importante tener en cuenta la interesante manera en la cual el protagonismo no solo se ha centrado en el joven James Gordon (como se suponía en un principio iba a pasar con sus guiones), si no que al ir ganando popularidad el resto de los personajes, la trama fue dividiéndose en 3 grupos claramente diferenciados y ahora todos ellos con el mismo valor y la presencia del resto.  Es así que tal detalle permite, sin dudas, hacer de este título una propuesta única, dentro de la oferta actual de series basadas en superhéroes comiqueros.  Ahora bien, no salen justicieros en trajes ajustados en Gotham, pero, vaya que está llena de algunos de los mejores personajes (entre héroes y villanos) de los mejor de DC.


2. Los dos jóvenes y el caballero maduro.

    Si recordamos bien, este programa partió nada menos que con una escena incónica para la cronología del Murciélago: la muerte a manos de un ladrón en el Callejón del Crimen, de los padres de Bruce, quien vio a muy tierna edad como estos dos murieron frente a él y nada pudo hacer.  No está demás decir que la dramatización de este episodio decisivo en la vida del futuro vigilante, estuvo hecho de manera plausible y además tal como ha sido desarrollado a lo largo del programa, ello definió la relación entre el pequeño Bruce y Selina Kyle (quien luego sería Gatúbela), tras haber sido la chica testigo de tal suceso en esta versión televisiva.  En todo caso, no debemos olvidar que este mismo hecho también fue importante para empezar la misma amistad con Gordon, pero por ahora me dedicaré a repasar qué pasa con el trío mencionado.
Por fin el Acertijo se gana su nombre en esta
temporada.
     En esta temporada somos testigos con respecto a los mencionados de: Cómo se intensifica el interés amoroso entre la pequeña ladronzuela y el heredero de la fortuna de los Wayne; no obstante el contraste entre las personalidades de ambos y los mundos que los separan, desde entonces los condena a ambos a nunca poder estar en plenitud juntos.   Sin embargo, sí nace entre estos dos una relevante atracción y afecto, que da interesantes frutos en el programa, a partir de lo establecido en los cómics.  Mucho tiene que aprender Bruce de la pequeña sobreviviente, quien dura, hábil e inteligente, tiene bastante en común con este y también tiene harto que enseñarle.
     Luego tenemos el férreo lazo entre Bruce y Alfred, quien más activo que cualquiera de las otras adaptaciones que se han hecho del inglés (bueno, salvo en el caso del cartoon de Cuidado con Batman), además de ser su mayor figura paterna, luego de la muerte de su padre, sigue siendo su primer maestro en lo que concierne a técnicas para defenderse y otros conocimientos relacionados con su preparación para quien se convertirá más adelante.  El tremendo amor y la incondicionalidad de Alfred, son puestos a pruebas una y otra vez, saliendo airoso el hombre mayor, dándole los primeros mejores ejemplos de amor a su protegido.
     En cuanto al mismo Bruce, ahora ya comienza a verse, más que nunca, al gran hombre que llegará a ser; pues cada vez se le ponen las cosas más difíciles e incluso en un momento, llega a vérselas por su propia cuenta, sin tener a Alfred, Selina o a James para protegerlo o darle sus consejos.

3. Los agentes de la ley.

     Al trío ya abordado, le sigue el grupo de los miembros del cuerpo de policía de Gotham, en el que se encuentran el mismo James Gordon (todavía no es comisionado) y su mejor y fiel amigo, Harvey Bullock (teniendo en cuenta la tremenda lealtad que hay entre estos dos, da gusto cómo los guionistas fueron cimentando su fraternidad desde el principio y a través de un difícil camino, en el cual Gordon tuvo que ganarse el respeto de su compañero, quien hasta antes de su llegada era un hombre vendido a los mafiosos del lugar).  Por otro lado, James pasa una y otra penuria, algunas relacionadas con sus tensos amoríos y otras ligadas a su labor como representante de la ley y el orden, en un sitio tan complicado como su ciudad. A estos dos se debe sumar  la presencia de Leslie Thompkins, en el que quizás sea su peor año, tras haberse acabado su romance con Gordon y haber optado por irse a los brazos de otro hombre…Lo que trae un montón de devastadoras consecuencias, tanto para ella, como para varias personas más.  Impactante viene a ser cuando las facetas más oscuras de Jim y Lee aparecen y ello arrastra a varios consigo; de este modo, se nos presenta en ambos, que por mucho que mantengamos una férrea idea de defender todo lo bueno que indican nuestros principios, siempre hay algo turbio en nuestra personalidad, que ocultamos y que en momentos de crisis puede salir a flote…Y lo heroico está en lo que estamos dispuestos a sacrificar para que lo mejor de uno gane (algo que, sin dudas, queda muy bien demostrado en esta temporada y en la serie en general).
      A los anteriores, se podría agregar el mayor protagonismo que toma Lucius Fox, quien introducido la temporada anterior, ahora se va a trabajar junto a Gordon y los suyos.  Su inteligencia y actitud más seria y flemática, contrasta con la de sus compañeros, siendo un genial aporte cada una de sus intervenciones.
      Por cierto, pese al enorme recinto que viene a ser el cuartel de la policía gothamita y a los duros que son sus miembros, uno pierde la cuenta de las veces en las que este lugar ha sido asediada por todo tipo de villanos, quienes en más de una ocasión han superado a sus rudos agentes.  Este hecho bien puede parecer hasta cómico, que en cada temporada el lugar más de una vez queda hecho polvo…La verdad es que no recuerdo cómic alguno de Batman o de otro personaje que patrulle en Gotham, donde sucedan este tipo de atropellos, pero de que me gustan estas situaciones “patas arriba” y me causan algo de gracia, eso no lo puedo evitar.  La verdad es que no sé si ello está hecho a propósito para exagerar lo duro que es vivir en esta metrópolis o cumple la labor de ser una hipérbole, con el objetivo de llevar la fantasía hasta el último extremo.

4. Los villanos.

    Por último, nos encontramos con el tercer núcleo de personajes que forman parte de esta obra, referido nada menos que a los villanos.  Desde principios de Gotham fuimos testigos de los “orígenes secretos” y el ascenso de dos de los grandes enemigos de Batman: el Pingüino, Oswald Cobblepot y el Acertijo, Edward Nigma.  Sin embargo, nunca se nos llegó a mostrarlos como sujetos desalmados, sino que tal como en la vida real y en muchos cómics donde aparecen, se nos presentó como sujetos complejos, capaces de amar pese a las atrocidades que su naturaleza errática los lleva a cometer seguido.  Es así que ya en esta tercera temporada, la dupla de estos dos patanes cobra una relevancia mayor, centrándose unas de las líneas argumentales del programa en la complicada sociedad de estos dos (y dándonos algunos de los mejores momentos de la temporada).  La manera en cómo se desarrolla a cada uno de ellos, con grandes sorpresas para los más fanáticos (y en especial a los conocedores de las historietas), los deja consignados entre los mejores personajes del programa y a sus actores entre aquellos con mayor talento en todo el show.
     Pero no solo los dos arribas mencionados forman parte de este grupo protagónico, que también se encuentran entre estos el trío formado por las hermosas y peligrosas Barbara Keen y Tabitha Galavan, acompañadas por ex empleado de Fish Mooney y luego de Oswald, Butch Gilzean.  La reinterpretación de quien debería ser a futuro la madre de Batichica (o su tía, según la continuidad de DC que se tome en cuenta), no deja de ser impactante, pues esta otra Barbara (antigua prometida de James Gordon) no puede estar más loca.  Asimismo, este trío viene a ser otro de los focos de villanos que buscan el control del mundo criminal en la polis, de modo que sus intentos por conseguirlo, también incluye (quiérase o no) al resto de los personajes de la serie; los conflictos entre estos tres y con los otros protagonistas y secundarios, llena de interesantes subargumentos a los episodios en los que salen.
      Teniendo en cuenta la personalidad de Selina Kyle y los lugares y personas que acostumbra frecuentar, también toma parte en buena medida de este último círculo; claro que debido a que aún le queda mucho por vivir y a su nexo con Bruce Wayne, se mueve entre un mundo y otro con una soltura, que ni el más astuto de los adultos podría conseguir. 
     Pese a que Ivy Pepper, la futura poderosa Hiedra Venenosa, aún no es la criminal que más adelante llegará a ser (loca y asesina más encima), en esta ocasión llega a tener más importancia.  Ello es gracias a un hecho bastante especial: ya no es la tímida niña que llegamos a conocer, sino que debido a la intervención de uno de los mutantes creados por  Hugo Strange, al principio de la temporada pasa a ser una hermosa joven adulta de más o menos unos veinte años.  Debido a esto y a otras razones, la muchacha empieza a tener mayor protagonismo, si bien en su mente aún sigue siendo (hasta cierto punto) una niña; no obstante, ahora comienza su camino para volverse la peligrosa femme fatale,que tantos quebraderos de cabeza le dará a Batman y compañía a futuro.

¿A qué famosa saga de Batman les recuerda esta imagen?

5.  Los peligros a los que se enfrentan.

     Varias son las amenazas que en este año penden sobre las cabezas de Gordon y el resto, al punto que al comparársele con otras series basadas en cómics, da la impresión de que más que ningún otro personaje de las viñetas, estos otros deben vérselas con algunos de los mayores villanos a lo largo de sus 21 episodios.  Es así que al es el regreso de una vengativa Fish Money, acompañada de una serie de metahumanos (¿o mutantes?), la que les da sus primeros dolores de cabeza a los héroes del show.  No obstante, la ex líder del hampa de Gotham no puede dejar de caer simpática, debido a su enorme carisma y sus maldades tampoco llegan al nivel de los que más adelante harán de las suyas.
     La segunda gran pesadilla, tiene que ver con el debut de uno de los villanos más famosos de las historietas del Señor de la Noche: Jervis Tech, a quien más adelante conoceremos como el Sombrerero Loco.  Pues hasta el momento aún no recibe este nombre, pero es sin dudas se trata de él, que acá posee un extraño para controlar a la gente y ya acostumbra a usar sus sombreros de copa, además de mantener ciertos gustos estéticos que recuerdan al personaje de Alicia en el País de las Maravillas.  Cabe mencionar que desde un principio, cada aparición de este desequilibrado sujeto “se roba la pantalla”, que los atropellos que comete son tan cual los que podemos ver en las viñetas; por otro lado, a este hombre se le agrega una interesante historia familiar, que incluye incesto y varios giros argumentales muy atractivos (y morbosos).
     Luego se encuentra nada menos que el regreso del “antepasado” del Guasón, Jerome, quien, en contra de los que esperábamos, vuelve a asolar más que nunca a las calles de la ciudad y esta vez acompañado por un enorme grupo de seguidores suyos, que pretenden sumir en el caos y la locura total a Gotham.  Los episodios dedicados a este excelente personaje, que se inventaron para el programa, aún más que en el caso de Tech, nos recuerdan las actos desenfrenados cometidos por los más insanos villanos del Murciélago (en suma, una verdadera delicia ver estos capítulos).  Los guiños al Príncipe Payaso del Crimen y en especial a uno que otro cómic en el que aparece, están hechos para que los incondicionales de las viñetas encuentros los paralelismos respectivos entre viñetas y la adaptación televisiva.
     Con posterioridad, aunque su oscura presencia estuvo presente desde el principio (y ya fue adelantada al final de la segunda temporada), se encuentra nada menos que la Corte de los Búhos, otro tipo de villanos que están igualmente muy bien trabajados (aristocráticos y que más encima suponen hacer lo mejor para la polis) y que en la última parte de la temporada, explota para dejarnos claro de que los gothamitas, son los más jodidos dentro de todos los otros shows televisivos comiqueros.
     De igual manera pasan en esta temporada, nos reencontramos con gente como el mencionado Hugo Strange, Carmine Falcone, Luciérnaga, el Señor Frío y Zsasz, cada uno de ellos otorgándole nuevos momentos de gloria.   En su mayoría son sujetos que hasta nos pueden parecer simpáticos, tan distintos en sus métodos y sus propias historias personales; algunos desagraciados como Luciérnaga y el Señor Frío, otros elegantes y cobardes como el psiquiatra, mientras que de Falcone se destaca su recio código de honor y de Zsasz su gusto por la violencia e ironía. De igual manera aparece un nuevo villano, que al parecer crearon en exclusiva para Gotham: el Verdugo, quien está ligado de una manera muy estrecha a Gordon, Bullock y compañía.

El Sombrerero Loco en carne y hueso v/s tinta y papel.
6. Algunas sorpresas.

     Y, por último, en materia de introducir nuevos villanos para la serie, no se puede olvidar la aparición de nada menos que de Ras´al Ghul, como la mano detrás de varios de los eventos siniestros de la temporada.  Ahora bien, no es el mismo que vimos en Arrow, que ambos programas tienen su propia continuidad, no obstante este detalle de seguro augura mayores emociones para lo que está por venir.  Eso sí, llama la atención la imagen más escuálida de este Ras, acá interpretado por Alexander Siddig, a diferencia del más recio y varonil visto en el título sobre el Arquero Esmeralda (bueno, habrá que darle su oportunidad a Siddig, por igual excelente actor con varios éxitos a cuestas en distintos papeles en televisión y cine, entre ellos los recordados doctor Bashir de Viaje a las Estrellas: Abismo Espacial 9 y Doran Martell en Juego de Tronos).
     Teniendo en cuenta todo lo que se ha dicho hasta el momento, cabe señalar que el grado de violencia, sangre y trucos macabros ha aumentado esta vez, que uno no deja de sorprenderse.  Por lo tanto, se trata de un show para gente con criterio formado (y sin dudas hecho pensando en los fanáticos de Batman), que la acción y el suspenso, sumado a todos los otros elementos que lo conforman, mantienen el interés del público en todo momento.
     No se puede dejar olvidar los dos homenajes y/o guiños a Batman Vuelve de Tim Burton, uno relacionado con el Pingüino y otro con Selina Kyle.  No obstante no diré más al respecto, para no quitarle a otros fanáticos de Gotham (y cinéfilos más encima) el gusto de descubrirlos por su cuenta.

 
Escoge tu "Cabeza del Demonio" favorito.

Robert Howard es mucho más que Conan (primera parte)

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     Cuando comenzamos a indagar en el enorme legado literario de Robert Howard, no solo nos enfrentamos a la oportunidad de leer una inmensa cantidad de obras llenas de emoción y a horas de entretención, sino que además nos damos cuenta de que en sus solo 30 años de existencia, creó a un montón de personajes que hoy en día están entre lo mejorcito de la fantasía; de entre ellos no solo se encuentra Conan, sino que también el antepasado de este, el rey Kull y de igual manera, bastante conocido entre sus seguidores, está Solomon Kane (entre otros). 
     Solomon Kane en nuestra lengua  ha sido traducido en su totalidad por la editorial especializada Valdemar, en dos ediciones, una en tapa blanda y bolsillo, en su colección El Club Diógenes y otra en tapa dura, de bellísima presentación, en su colección Gótica.  Ambas versiones poseen los 8 cuentos publicados en vida por el texano, incluyendo además, como gran regalo, el único relato que llegó a realizar de Sonya la Roja, conocida en general por su versión en los cómics bastante alejada del original literario (y por la película ochentera que la tenía de protagonista).
     Aparecido por primera vez en las páginas de la mítica revista Weird Tales en 1928 (la misma en la que escribía gente como Howard Phillip Lovecraft y Robert Bloch, este último en su juventud), gracias a la popularidad de las historietas de fantasía épica publicadas por Marvel, a partir de las adaptaciones de Roy Thomas y compañía, tuvo sus primeras versiones para las viñetas, hasta que posteriormente en la década pasada Dark Horse se encargó de llevarlo a este medio.  En 2009 se estrenó una cinta sobre este, a la cual me referiré en un próximo post.
    Las aventuras del personaje transcurren en pleno siglo XVII, entre Europa y África, en cuyos países anda el errante Solomon Kane, un inglés vestido de negro a la usanza de los puritanos, defendiendo (y vengando) a los inocentes del mal en sus manifestaciones mortales y sobrenaturales.  Kane resulta en muchos aspectos diferente al más célebre Conan, ya que no se trata de un mercenario como este y tampoco lo mueve el deseo de conseguir poder y beneficios económicos, sino que su mayor objetivo es hacer justicia al servicio de su Dios y de los oprimidos.  De personalidad retraída, además es célibe y no dado a los placeres carnales a diferencia del cimerio (bebida, comilonas...y mujeres); tampoco es que disfrute con la batalla y las peleas sangrientas, aunque no vacila en ir a la pelea si se trata de combatir a los malvados.  Por otro lado, pese a su personalidad agreste, es capaz de dar muestras de ternura y compasión; de igual manera viene a ser mucho más humanizado que el guerrero, pues en más de una ocasión demuestra tener miedo frente a los horrores a los que se enfrenta y, sin embargo, es capaz de superarlo para cumplir con su deber. Asimismo es un espíritu inquieto, que no se queda en un solo lugar durante mucho tiempo, ya que tal como queda demostrado en los relatos de Howard, anda en busca de su destino (que aún no tiene muy claro).
     Como armas usa dos de filo, una pequeña (daga) y otra más grande (un estoque); de igual manera se vale de dos artefactos más “modernos”, un par de mosquetes, tan propios de la época en la que vive.  Más adelante recibe de regalo un valioso talismán/báculo, que le servirá para enfrentarse a las fuerzas del  mal sobrenaturales.  Su apariencia imponente y oscura, con su sombrero, su largo rostro y equipo, lo hace tan distinguible como el mencionado bárbaro.
     La siguiente descripción que hace de su héroe el propio Robert Howard, en el relato titulado como Luna de Calaveras, viene a ser la mejor síntesis sobre qué tipo de hombre es este justiciero:

Algunas portadas de la revista que le dio su primera oportunidad a Howard, las dos primeras
dedicadas a cuentos de la colección aquí mencionada.

     “El propio Kane creía esta explicación. Nunca trató de analizar sus motivos y nunca titubeaba cuando su mente se decidía. Aunque siempre actuaba por impulsos, creía firmemente que todas sus acciones estaban gobernadas por razonamientos fríos y lógicos. Era un hombre nacido fuera de tiempo... una extraña mezcla entre puritano y caballero con un toque de antiguo filósofo, y más de un rasgo de pagano, aunque la ultima afirmación le hubiera dejado mudo. Un atavismo de los días de audaz caballería, un caballero errante en las sombrías ropas de un fanático. Un hambre en su alma le conducía adelante y adelante, una urgencia de enderezar todos los entuertos, proteger a todos los seres desvalidos, vengar todos los crímenes contra la rectitud y la justicia. Voluntarioso y desaforado como el viento, era constante en un sólo asunto... estaba seguro de sus ideales de justicia y rectitud. Así era Solomon Kane.”

     Los textos que escribió el escritor comenzaron con escritos cortos (algunos al principio de la saga y otro entre medio) y, por último, le siguieron dos más extensos y en la práctica dos novelas cortas.  Las historias siguen una importante progresión dramática en la cronología del protagonista, donde la acción, la intriga, los elementos terroríficos (todo tipo de monstruos y demonios) se mezclan a verdaderos momentos de intensa emoción, que hacen de su lectura algo muy atractivo para los incondicionales de Howard y aquellos que gustan de la mejor fantasía.  Los malhechores a los que se enfrenta el justiciero, siempre son sujetos de corazón negro, capaces de los peores atentados sin culpa alguna, de modo que está justificado (según el razonamiento del propio Kane) su castigo; poseen, además, el aspecto repulsivo de otras encarnaciones maniqueas de Howard, para quien el mal encarnado en los hombres se percibe en el aspecto físico y, muchas veces, es propio de cualquiera que no es blanco y caucásico.
     Por cierto, tal como en su novela Rostro de Calavera, Robert Howard volvió a usar fragmentos de textos de Chesterton para encabezar varios de sus relatos.  No deja de llamar la atención que siendo un autor supuestamente ateo, haya citado a un autor tan religioso y claramente católico; no obstante a través de estos agregados y otros datos que se pueden apreciar en el libro (en especial en el cuento La Sombra del Buitre, donde aparece Sonya la Roja), esto deja consignado la enorme cultura general del artista, quien siendo un autodidacta manejaba con soltura un montón de datos históricos, geográficos y culturales, concernientes al llamado Continente Negro y la vieja Europa.
     Como ya se dijo, pese al enorme atractivo de Solomon Kane y sus aventuras, no resulta tan del dominio del público masivo, pese a su paso por los cómics.  Es así que a diferencia de Conan el Bárbaro, no ha continuado con sus aventuras en las letras literarias, tras la última incursión de su creador con el personaje.  Ojalá en algún momento otros escritores de renombre, lo rescaten al formato narrativo, ya que aún queda mucho que saber de este, como su misterioso pasado que en ningún momento fue revelado por Howard, así como qué pasó con él tras lo eventos de su última historia (así como también, lo que hay entre medio de cada texto original de su misma cronología).
     En Las Extrañas Aventuras de Solomon Kane (tal como se titula el compilatorio de Valdemar) nos encontramos con las siguientes obras, siempre con títulos ominosos y sugerentes:

1- Cráneos en las estrellas.

    Nuestro paladín es testigo de cómo un hombre es atacado por una espantosa criatura. Es así que tras intervenir sin vacilaciones en este hecho, se entera de la verdad acerca del origen de dicho engendro y sin vacilaciones llega hasta el hombre culpable de ello.  Lleva al sujeto, uno de los tantos brujos con los que llega a cruzarse a lo largo de su camino, a que se enfrente al monstruo.
    Independientemente del clima que llega a crear en unas pocas páginas, lúgubre, de una manera que resulta imposible que el lector no se transporte a sus parajes y en cómo ya nos entrega a su protagonista como a alguien muy bien caracterizado, este cuento posee un aspecto moral muy interesante: La idea de que hay consecuencias para nuestros actos y que en especial si estos se encuentran motivados por un egoísmo exacerbado y la maldad como catalizador de nuestra conducta, el castigo en algún momento llegará.  No hay perdón, ni mano blanda contra los villanos, quienes tal como sucede en este relato y los que le siguen, no solo se enfrentan a la ira de un hombre que considera que le corresponde hacer de juez, jurado y verdugo, sin tener que rendir cuentas a nadie (solo a Dios), sino que además el mismo mundo sobrenatural entra a castigar a aquellos que se han pasado de la raya.
    El verdadero villano al que aquí se enfrenta Solomon Kane, se llama Ezra, nombre judío, al que el narrador describe como un sujeto repugnante físicamente, detalle que no solo hace referencia a la propia oscuridad de su alma; sino que es un ejemplo más del racismo que tanto se ha querido obviar en este maestro hoy en día y quien, pese a ello, nos da unas cuantas gratas sorpresas al respecto, en  sus últimos cuentos del ciclo, transcurridos en África.

   “¡Las sombras se esfumaron y Kane vio! Al principio supuso que era tan solo una sombra de bruma, un retazo de neblina que remoloneaba sobre la hierba ante él. Observó con mayor atención. Más espejismos, creyó. Entonces, la cosa comenzó a perfilarse, vaga e indistinta. Dos espantosos ojos llameaban ante él -ojos que reflejaban la esencia de ese horror que ha sido heredad del hombre desde las temibles eras del amanecer-, ojos terribles e insanos, con una locura que transcendía la demencia humana. La forma del ente era vaga y brumosa, una parodia enloquecedora de la forma humana, similar pero horriblemente distinta. La hierba y los matorrales se distinguían claramente a su través.”

Preciosa ilustración basada en el cuento Las colinas de los muertos.
2- La mano derecha de la maldición.

     El cuento más corto del libro, viene a ser aún mucho más macabro que el anterior, abordando un tema tan viejo y popular en las historias desde los relatos orales, como lo es la venganza.  De igual manera se trata de un relato que aborda otro tema muy interesante: el del mal como algo que tiene distintas gradaciones, de modo que la venganza acá se da entre personas malvadas, unas peores que otras. 
     Interesante resulta ser, además, que esta vez el puritano no interviene mucho en la acción y no es quien lleva a cabo la solución final contra el ruin mayor de los dos que aquí aparecen.  De este modo, se podría decir que el héroe es testigo de las atrocidades que aquí se mencionan, con lo que queda claro que por mucha voluntad que llega a tener uno, hay cosas que escapan al control de los simples mortales.
    La llamada magia negra vuelve a hacer de las suyas en esta pieza, que demuestra la genialidad de su autor, tanto para desarrollar una tremenda narración corta como esta (menos de 10 páginas), como otras más largas, tal cual las que más adelante se abordarán.

    “Kane se inclinó sobre el espantoso espectáculo, sin poder dar crédito a sus ojos. La cosa que había abierto los postigos, se había deslizado por el suelo y habla dado muerte a John Redly en esa cama era ¡una mano humana!
     Ahora yacía flácida y sin vida. Kane la atravesó cautelosamente con la punta de su estoque y la levantó a la altura de los ojos. La mano pertenecía a un hombre grande, aparentemente, puesto que era ancha y gruesa, tan cubierta de vello como la zarpa de un mono. Había sido seccionada a la altura de la muñeca y estaba cubierta de sangre. El segundo dedo ostentaba un delgado anillo de plata, un curioso ornamento forjado como una serpiente enrollada.”

3- Sombras rojas.

     En lo que va del tomo, sin dudas que el mejor relato, ello debido tanto a su mayor extensión y que permite desarrollar mejor los elementos que lo conforman, como por los personajes que aquí aparecen y en especial el inesperado cambio de ambiente al que se traslada la acción.  De igual manera es a partir de este título, que Robert Howard comienza a dividir la trama en capítulos, cada uno con su propio nombre y sella el destino de su personaje (al menos tal como él mismo llegó a escribir), convirtiéndolo en un peregrino más de las “salvajes” tierras africanas.
     Esta obra además resulta significativa, por el hecho de que introduce a un personaje secundario recurrente en el resto de la saga de Salomon Kane: el poderoso brujo N´Longa, con quien los fortuitos eventos llevan al inglés a convertirlo no solo en su principal aliado, sino que en su “hermano de sangre”, un estrecho lazo que queda entre estos dos hombres de mundos tan diferentes, aparentemente tan distintos y aun así con tanto en común (ambos llevan una vida en la cual se enfrentan a graves peligros, son sujetos mortales para sus enemigos y tienen en muy alta estima el honor, poseyendo más encima una idea muy clara de lo que es la justicia, aun cuando sus métodos sean brutales).  La relación entre estos dos (N´Longa es sin dudas un negro), la que se estrecha más en los siguientes relatos, viene a ser uno de los detalles que nos muestran a un Robert Howard más amable con otras razas, pues no deja de mostrarnos que el africano, pese a sus recursos macabros, es alguien noble, sabio y de confianza.
    Luego está el particular villano de esta narración, Le Loup (¿un francés), sin dudas un delincuente culpable de un atroz crimen al principio del cuento, que debido a ello y a lo realizado en conjunto a sus secuaces, lleva a Kane a someterlos a su dura justicia.  Es así que Le Loup es el único en escapar del paladín, quien lo sigue sin parar hasta llegar al mencionado continente africano.  Sin embargo, pese a sus atroces actos de sangre y violencia, el pillo da señales de poseer cierto código de honor que sorprende en más de una ocasión a su perseguidor.  También nace el respeto entre estos dos, pero Solomon Kane hizo un juramento y él es hombre de palabra.
    La siguiente cita, permite reconocer al Solomon Kane al que me referí en la introducción de este post, como un hombre vengador de los oprimidos, con una idea preconcebida de la justicia y que pese a su dureza, es alguien capaz de tener gestos de dulzura:

     “-¡Por los fuegos de Hades! -musitó-. ¡Una chica! ¿Qué te ha dañado, niña? No tengas miedo de mí.
      La muchacha alzó la vista hacia él, con un rostro como una frágil rosa en la oscuridad.
      -Tú... ¿quién eres... tú? -sus palabras llegaban entrecortadas.
      -Tan sólo un vagabundo, un hombre sin tierra, pero un amigo de cualquier necesitado de alguna manera, la voz amable sonaba incongruente en aquel hombre.
      La joven intentó alzarse sobre sus codos e inmediatamente él se arrodilló y la colocó en una posición sentada; la cabeza de ella se apoyó contra su hombro. La mano del hombre tocó su pecho y se retiró húmeda y enrojecida.
      -Cuéntame -su voz era suave, tranquilizadora, como si hablara con un niño.
      -Le Loup -musitó con voz que se debilitaba rápidamente- él y sus hombres... cayeron sobre nuestra aldea... a una milla valle arriba. Robaron... mataron... incendiaron...
      -Entonces, ese era el humo que olfateé -murmuró el hombre- continua, niña.
      -Corrí. Él, el Lobo, me persiguió... y... me atrapó... -las palabras se desvanecieron en un súbito silencio.
      -Entiendo, niña. ¿Entonces...?
      -Entonces... él... él... me apuñaló con su daga... ¡oh, santos benditos!... compasión...
       Bruscamente, la frágil figura quedó inerte. El hombre la depositó sobre la tierra, y frunció ligeramente el ceño.
      -¡Muerta! -murmuró.
      Se alzó lentamente, limpiando maquinalmente sus manos en la capa. Un mal gesto torcía su ceño sombrío. Con todo, no hizo una promesa salvaje y temeraria, ni juró por santos o diablos.
      -Morirán hombres por esto -dijo fríamente.”

Un valioso recopilatorio gringo, ilustrado y, más encima, con las elogiosas palabras de Stephen King.

4- Resonar de huesos.

    Volvemos a  Europa por un momento, para encontrarnos con otra historia de venganza, aunque esta vez se trata de una que proviene nada menos que del Más Allá.  También trata acerca de los distintos niveles (o círculos) del infierno en la tierra, en cuanto al tipo de malvados que podemos encontrar y sobre la condenación que cae tarde o temprano para quien ha abrazado la infamia.
    Esta vez a Solomon Kane sus pasos lo llevan hasta la Selva Negra, en Alemania, donde termina alojándose en una desolada posada.  Al lugar también llega otro viajero, un hombre en apariencia tan endurecido por la vida como él.  En el lugar encuentran un esqueleto íntegro encadenado al suelo…En general el lugar al que llegaron no parece muy grato de visitar, pero es el único edificio en las cercanía donde pueden pasan la noche; el mismo sujeto que atiende, su dueño y la única persona que trabaja allí no parece muy amistoso.  Pronto descubren el origen de los huesos que han encontrado y que no les queda otra que defenderse de los peligros que acechan en el recinto, pues mejor hubiese sido pasar la noche a campo descubierto.
    Un detalle que puede llamar la atención en esta historia, es que en ella se mencionan de manera breve, aunque significativa, hechos del pasado de nuestro héroe; bien podría haber sido aprovechado todo esto, para contar más relatos de este otro gran personaje, salido de la pluma de Robert Howard.

    “Exploraron las habitaciones contiguas, pero ninguna tranca recompensó su búsqueda. Finalmente llegaron en la última alcoba, al final del corredor. Penetraron. Estaba amueblada como las demás, salvo que la puerta estaba provista de una pequeña tranca sujeta al exterior con un pesado cerrojo asegurado a una jamba.
     Corrieron el cerrojo y pasaron.
     -Debiera haber una ventana exterior, pero no la hay -murmuro Kane-. ¡Mirad!
     El suelo estaba manchado de oscuro. Los muros y el único camastro estaban astillados, y grandes tiras habían sido desgajadas.
     -Aquí ha muerto gente -dijo sombríamente  Kane-. ¿No hay allí una barra, unida al muro?
    -Sí, pero está fija -dijo el francés dando un  tirón-El...
     Una sección del muro giró y Gastón soltó una exclamación. Una pequeña habitación secreta quedó a la vista, y los dos hombres pudieron ver la horrible cosa que yacía en el suelo.
     -¡El esqueleto de un hombre! -exclamó Gastón-. ¡Y mirad como su pierna descarnada está encadenada al suelo! Fue aprisionado aquí y murió.
     -No -dijo Kane- el cráneo está partido... a fe mía que nuestro anfitrión tuvo una siniestra razón para bautizar a esta posada infernal. Este hombre era sin duda un vagabundo, como nosotros, que cayó en manos de este malvado.”

Distintas encarnaciones del puritano "cazador de demonios", incluyendo la del filme dedicado a este.

Concurso ñoño (ad honorem) de conocimientos de cine de terror.

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I- Una palabras aclaratorias.

     Comienzo este mes de marzo, casi al inicio del año escolar, justo cuando regreso de mis vacaciones de verano (totalmente pagadas) de dos meses, con un post “algo” diferente.  Resulta que por fin estoy leyendo el primer ensayo de mi autor favorito, Stephen King, Danza Macabra, el que desde adolescente quise tener y disfrutar.  Como recién el año pasado tuve el gusto de comprármelo (ya les contaré más adelante toda la historia al respecto), solo ahora lo estoy haciendo, pero me falta aún un buen resto para terminarlo; en pocas palabras...Lo gozo de a poco, para que no se me acabe la diversión…
     Resulta que en determinado momento, el autor invita a sus lectores a probar su sapiencia sobre filmes del género que tanto nos gusta (no, no me refiero a la ciencia ficción, las comedias románticas, ni al porno) y ello lo hace de una manera muy especial: a través de un listado de 20 cintas de espanto, cuyos argumentos los resume de una manera muy especial. 

II- El reto de King.

     He aquí las palabras del maestro:

     “(…) Busque un papel y algo para escribir y vaya apuntando sus respuestas. Veinte preguntas, súmese cinco puntos por cada pregunta acertada. Si no pasa de los 70, debería volver para hacer un posgraduado en películas de auténtico miedo… aquellas que nos asustan sólo porque nos asustan.

1.Érase una vez que el marido de una dama ciega campeona del mundo tuvo que ausentarse una temporada de casa (para matar un dragón o algo por el estilo) y un hombre malvado llamado Harry Roat, que venía de Scarsdale, vino a verla mientras el marido no estaba. 
2.Érase una vez tres niñeras que salieron de casa una noche de Halloween, y sólo una llegó viva a Todos los Santos. 
3.Érase una vez una dama que robo cierta cantidad de dinero y que pasó una noche no demasiado encantada en un motel poco transitado. Todo parecía normal hasta que apareció la madre del propietario del motel; mamá hizo algo muy feo. 
4.Érase una vez unos señores muy malos que trastearon con los conductos de oxígeno en la sala de operaciones de un importante hospital y mucha gente se echó a dormir durante mucho, mucho tiempo… igual que Blancanieves. Sólo que éstos nunca volvieron a despertar. 
5.Érase una vez una chica muy triste que iba a los bares a buscar compañía, porque cuando volvía a casa acompañada de un hombre no se sentía tan triste. Pero una noche escogió a un hombre que llevaba puesta una máscara. Debajo de la máscara estaba el hombre del saco. 
6.Érase una vez unos valientes exploradores que aterrizaron en otro planeta para ver si alguien necesitaba ayuda. Nadie la necesitaba, pero para cuando hubieron despegado de nuevo, descubrieron que se habían llevado consigo al coco. 
7.Érase una vez una triste dama llamada Eleanor que fue a vivir una aventura en un castillo encantado. En el castillo encantado Lady Eleanor no estaba tan triste, pues allí hizo nuevos amigos. Sólo que los amigos se marcharon y ella se quedó para siempre. 
8.Érase una vez un joven que intentó traerse a su país cierta cantidad de polvos mágicos de otro país a bordo de su alfombra voladora. Pero fue capturado antes de poder montarse en su alfombra mágica, y los malvados le quitaron los polvos mágicos y le encerraron en una terrible mazmorra. 
9.Érase una vez una niña pequeña que parecía muy dulce, pero que en realidad era muy perversa. Encerró al conserje en su cuarto e incendió su cama de madera altamente inflamable porque se había portado mal con ella. 
10.Érase una vez dos niños pequeños, muy parecidos a Hansel y Gretel, cuyo padre murió y cuya madre se volvió a casar con un hombre perverso que pretendía ser muy bueno. Este hombre perverso tenía la palabra AMOR tatuada en los nudillos de una mano, y ODIO tatuada en los de la otra. 
11.Érase una vez una señora americana que vivía en Londres y cuya cordura estaba en tela de juicio. Le pareció haber visto un asesinato en la vieja casa abandonada de al lado de la suya. 
12.Érase una vez una dama y su hermano que fueron a poner flores en la tumba de su madre y el hermano, al que le gustaban las bromas de mal gusto, la asustó diciendo: «Vienen a por ti, Barbara». Sólo que esta vez sí resultó que venían a por ella… pero antes le pillaron a él. 
13.Érase una vez que todos los pájaros del mundo se volvieron locos y empezaron a matar a las personas porque estaban bajo un malvado hechizo. 
14.Érase una vez un demente con un hacha que empezó a cortar en pedacitos a toda su familia, uno tras otro, en una vieja casa irlandesa. Cuando le cortó la cabeza al guardián de la finca, ésta cayó rodando en la piscina familiar. ¿Verdad que fue divertido? 
15.Érase una vez dos hermanas que se hicieron mayores juntas en un castillo encantado en el Reino de Hollywood. Una de ellas había sido famosa en el Reino de Hollywood, pero de eso hacía ya mucho, mucho tiempo. La otra estaba condenada a una silla de ruedas. ¿Y saben lo que pasó? ¡Que la hermana que podía caminar le sirvió a su hermana paralítica una rata muerta para cenar! ¿Verdad que fue divertido? 
16.Érase una vez un vigilante de un cementerio que descubrió que si clavaba alfileres negros en las plazas vacantes en su mapa del cementerio, la gente que había comprado dichas plazas moría. Pero cuando retiró los alfileres negros y los sustituyó por alfileres blancos, ¿sabéis lo que pasó? ¡Que la película se convirtió en una mierda! ¿Verdad que fue divertido? 
17.Érase una vez un hombre malvado que raptó a la princesa y la enterró viva… o al menos dijo haberlo hecho. 
18.Érase una vez un hombre que inventó una gotas mágicas para los ojos, y podía utilizarlas para ver a través de las cartas de otras personas en Las Vegas y ganar un montón de dinero. También podía usarlas para ver a través de los vestidos de las chicas en las fiestas, lo que quizá no sea demasiado educado, pero, un momento. El hombre seguía viendo más… y más… y más…
19.Érase una vez una dama a la que le tocó hacerse cargo del hijo de Satanás, el cual la tiró por encima de una barandilla con su triciclo. ¡Se puede ser más malo!, pero después de todo, mamá tuvo suerte. ¡Cómo murió poco después, no tuvo que participar en la secuela!
20.Érase una vez unos amigos que se fueron a hacer una excursión en canoa por un río mágico, y unos hombres malvados vieron que se estaban divirtiendo y decidieron encargarse de ellos. Porque los hombres malvados no querían que los otros tipos, que venían de la ciudad, se lo pasaran bien en el bosque.”

     (…) Para que quede constancia las respuestas son:

1. Sola en la oscuridad (Wait Until Dark, Terence Young, 1967) 
2. La noche de Hallowen 
3. Psicosis 
4. Coma (Michael Crichton, 1978) 
5. Buscando al señor Goodbar (Looking for Mr . Goodbar, Richard Brooks, 1977) 
6. Alien, el octavo pasajero 
7. La mansión encantada 
8. El expreso de medianoche (Midnight Express, Alan Parker, 1978) 
9. The Bad Seed (Mervyn LeRoy, 1956) 
10. La noche del cazador (The Night of the Hunter, Charles Laughton, 1955) 
11. Una hora en la noche (Night Watch, Brian G. Hutton, 1973) 
12. La noche de los muertos vivientes 
13. Los pájaros (The Birds, Alfred Hitchcock, 1963) 
14. Dementia-13 
15. ¿Qué fue de Baby Jane? 
16. Entierro a los vivos (I Bury the Living, Albert Band, 1958) 
17. Macabre (William Castle, 1957) 
18. El hombre con rayos x en los ojos (X-the Man with X-Ray Eyes, Roger Corman, 1963) 19. La profecía (The Omen, Richard Donner, 1976) 
20. Deliverance (Deliverance, John Boorman, 1973) 



III- Mi propia propuesta.

     Sin dudas que el listado que nos entrega el maestro resulta ser toda una recomendación propia de un experto en el tema, que cualquier cinéfilo amante de este tipo de historias agradecerá para profundizar al respecto.  El problema es que cuando realizó este libro el llamado “Rey del Terror”, fue en una fecha ya bastante lejana a nuestros días, en 1981, de modo que muchos (como un humilde servidor) apenas sabíamos de estas cintas hasta antes de leer dicho trabajo; de tal modo, que complicado resulta conseguir un “puntaje decente” en esta prueba.  Bien sabido es que muchos (entre los que me encuentro), quisieran que algún día del señor S.K. actualizara su obra o le hiciera una continuación, cubriendo las más de tres décadas desde que sacó este valioso tomo.  Es así, que estuve fantaseando con el hecho de cómo sería un listado modernizado y al final me decidí hacer mi propia lista y compartirla con ustedes.  Igual incluyo algunos largometrajes de la época en la que apareció este ensayo, que no están en el listado original, porque históricamente hoy en día están considerados entre lo mejorcito de su tipo. 
     Lo más probable sea que los títulos que menciono son el resultado de mis propios gustos personales, así que de seguro más de alguien (si es que me llega a leer y aceptar mi reto) no estará de acuerdo en mi labor y/o no conocerá, por una u otra razón, algunos de estas películas.  Asimismo, hago un intento por usar el mismo estilo de King para referirse a ellas.  A ver cómo me queda todo y ojalá jueguen conmigo y compartan sus puntajes y opiniones:

1. Érase una vez una niña muy tierna a la que un monstruo se le metió y la hizo cometer todo tipo de maldades.  Unos caballeros bien sabios fueron hasta su casa para sacarle, con grandes esfuerzos, a la cosa que había dentro de ella. 
2. Érase una vez un caballero al que le gustaba mucho jugar a todo lo que se le pusiera frente a él.  Hasta que un día su nuevo juguete sobrepasó todas sus expectativas y los verdaderos dueños del aparatito vinieron a buscarlo para llevarlo a su propia plaza de juegos.  Al señor no le gustó para nada las nuevas entretenciones que le tenían preparadas. 
3. Érase una vez una dama que se cruzó con una película que en realidad daba miedo.  Un niñita muy fea. perseguía a toda aquella persona que tenía la mala suerte de ver esa misma obra.
4. Éraseuna vez una familia que se quería mucho y se fueron felices a vivir a una nueva casa en el mejor de los lugares que podían conocer.  Pero sus nuevos vecinos no eran tan amables como ellos e hicieron lo posible por echarlos de su hogar. 
5. Érase una vez una dama muy inteligente que sobresalía entre los suyos.  Un día su jefe le encomendó ir hasta la celda de un hombre del saco, para que este mismo la ayudara a atrapar a otro hombre del saco.  El primer hombre del saco jugó con su corazoncito y luego jugó con otros más hasta que dejó tremendo estropicio ¿Verdad que fue divertido? 
6. Érase un señor bastante destacado y bueno, que quería llegar más rápido a donde quisiera y lo logró.  Solo resulta que en su primer paseíto llegó con algo más de equipaje que cuando se fue.  Nunca más volvió a ser el mismo.
7. Érase un trío de muy grandes amigos que se fueron a un bosque, a ver si encontraban la casa de una dama poco querida por la gente.  Mejor se hubiesen ido a otra parte, que nunca es bueno molestar a los huraños. 
8. Érase una vez una muchachita muy dulce y tímida, a la que nadie quería, ni siquiera su propia mamá.  Una vez la invitaron a una fiesta y la estaba pasando bien, hasta que todo se fue al traste y la chiquilla se enojó demasiado. ¿Verdad que fue divertido…pese a todo?
9. Érase una vez un grupo de niñitos que no le gustaba echarse a dormir, porque decían que el cuco los esperaba cuando cerraban los ojos.  Sus papás solo les creyeron sus pataletas, cuando varios de ellos se hizo más que pipí de puro miedo.
10. Érase una vez otros pequeños que no tenían papá, ni mamá, pero unos adultos muy gentiles los cuidaban.  Sin embargo en el castillo que los cobijaba había un hombre muy malo y también contaban que había otro habitante del lugar al que temer… ¿Pero quién era peor?
11. Érase una vez mamá, papá e hijo que se fueron hasta un enorme castillo en las montañas, sin nadie más con quien pasar su tiempo.  Pero en realidad no estaban solos y el papá se volvió loquito, así que no les quedó otra al resto de la familia que separarse de él. 
12. Érase una vez un mejor papá que con su hijito, se fueron de compras al mercado.  La noche llegó antes de tiempo y varios monstruos vinieron con ella.  Fue difícil salir de allí.
13. Érase una vez un señor al que le pagaban por contar historias.  Un día su pago por hacerlo no fue dinero, sino que su propia vida.  La mujer que lo cuidaba lo quería mucho, aunque si tenía que castigarlo no dudaba en hacerlo.
14. Éraseuna vez un grupo de personas que hicieron cosas muy malas en el pasado.  No obstante alguien quiso darles una lección a ver si se hacían mejores.  Claro que sus métodos no eran solo darles consejos, sino que más de uno la pasó demasiado mal en el intertanto. 
15. Érase una princesa a la que se le daba muy bien bailar e hizo un viaje a un reino muy lejano para aprender de una reina famosa por sus danzas.  No obstante su anfitriona no resultó ser la gentil dama que se suponía, lo mismo que sus nuevas compañeras de estudio. 
16. Éraseuna vez un niño de esos que da gusto conocer, dulce y humilde, quien le pidió a Santa Claus para Navidad solo una cosa: el mismo muñeco del que todos los muchachos se habían prendado.  Así fue que se le cumplió su deseo, pero su muñeco era distinto al resto y mejor que se hubiese conformado con cualquier otra cosa. 
17. Éraseuna vez un inventor que creó el más maravilloso navío jamás hecho.  En su primer viaje el vehículo se perdió y solo un buen tiempo después regresó con varios recuerdos para su creador y para cualquiera que se subiera a bordo suyo.  Los regalos estaban llenos de trampas y no eran muy bonitos que digamos.  ¿Verdad que fue divertido igual?
18. Éraseuna vez un grupo de hombres muy inteligentes y valientes, que estaban en un reino de nieve y frío eterno, quienes hallaron a un visitante de un lugar aún más lejano de cualquier otro que conocieran.  Comenzaron a sospechar de todos, porque el visitante sembró en ellos la duda sobre la identidad de sus prójimos. 
19. Éraseuna vez dos amigos gringos que llegaron al Viejo Continente, pensaban pasarla bien, pero el paseo se les estropeó cuando un animal los atacó.  Uno se vio obligado a dejar todas sus pertenencias y el otro tomó costumbres inesperadas, que lo convirtieron en un indeseable. 
20. Éraseuna vez otro de esos pequeños maravillosos, cuya madre estaba preocupada porque no la estaba pasando bien, así que le pidió ayuda a un buen hombre experto en ese tipo de problemas.  Fue cuando este señor se enteró de que el chico veía más que el resto de las personas.


    Los filmes en cuestión son:

1. El Exorcista (The Exorcist, William Friedkin, 1973).
2. Puerta al Infierno (Hellraiser, Clive Barker, 1987).
3. El Aro (Ringu, versión original japonesa, Hideo Nakata, 1998; The Ring, versión usaca, Gore Verbinski, 2002).
4. Poltergeist(Poltergeist, Tobe Hooper, 1982; remake de Gil Kenan, 2015).
5. El Silencio de los Inocentes(The Silence of the Lambs, Jonathan Demme, 1991).
6. La Mosca (The Fly, versión original de Kurt Neumann, 1958; remake de David Cronenberg, 1986).
7. El Proyecto de la Bruja de Blair (The Blair Witch Proyect, Daniel Myrick y Eduardo Sánchez, 1999).
8. Carrie (Carrie, versión original de Brian de Palma, 1976; remake de Kimberly Pierce, 2013).
9. Pesadilla (A Nightmare on Elm Street, version original de Wes Craven, 1984; remake de Samuel Bayer, 2010).
10. El Espinazo del Diablo (El Espinazo del Diablo, Guillermo del Toro, 2001).
11. El Resplandor (The Shinning, Stanley Kubrick, 1980).
12. La Niebla (The Mist, Frank Darabont, 2007).
13. Misery (Misery, Rob Reiner, 1990).
14. El Juego del Miedo (Saw, James Wan, 2004).
15. Suspiria (Suspiria, Dario Argento, 1977).
16. Chucky, el Muñeco Diabólico (Child´s play,Tom Holland, 1988).
17. La Nave de la Muerte (Event Horizon, Paul W. S. Anderson, 1997).
18. El Enigma del Otro Mundo (The Thing, versión original de Christian Nyby, 1957; remake de John Carpenter, 1982).
19. Un Hombre Lobo Americano en Londres (An American Werewolf in London, John Landis, 1981).
20. Sexto Sentido (The Sixth Sense, M. Night Shyamalan, 1999).

IV- Reflexión final.

     Cuando me dispuse a hacer mi propia versión “moderna” de estas obras ejemplares, se me quedaron sin incluir varios casos que de seguro tienen todo el derecho a ser mencionados y, sin dudas, que los habría agregado si el número propuesto por “Esteban Rey” hubiese sido más grande; no obstante quise ser lo más exacto al texto que me inspiró.  En todo caso, quien quiera puede hacerse su propia versión y si quiere la comparte a través de este blog. Por cierto, me doy cuenta de que no puse ningún filme de esta década y bien pocos de la pasada, que no creo se deba a una falta de buenos trabajos de este estilo, solo que en estos momentos o bien me falla mi memoria o de seguro me falta aún mucho por ver.
    Ah y como se habrán dado cuenta, no pude resistirme a mencionar algunas adaptaciones de la propia narrativa de Stephen King…Es que hay alguna realmente excepcionales, así como otras desastrosas y olvidables.

¿Quiénes acompañan al señor King?

Una potenciada segunda temporada para “El Hombre en el Castillo”.

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     Me demoré casi dos años en verme la segunda tanda de episodios de la serie basada en la famosa novela de Phillip K. Dick, pero valió la pena y al contar esta nuevamente con solo 10 episodios, una vez más me quedé con gusto a poco; pues al igual que en la primera temporada, todo terminó en suspenso y con muchas expectativas para lo que viene.  Menos mal que este mismo año estrenan la tercera, así que no habrá que esperar tanto (igual entre la segunda temporada y esta que aún están por lanzar, ha pasado bastante tiempo, ya que una es de 2016 y la otra pertenece aún a nuestro futuro).
     Teniendo en cuenta de que se trata de una de esos programas corales que tan en boga están hoy en día, nos encontramos una vez más con varias tramas paralelas y relacionadas entre sí, en las que sus numerosos protagonistas pasan por un montón de tribulaciones hasta que en determinado momento sus vidas se vuelven a cruzar.  Lo genial de lo recién mencionado, es que al ocurrir todo bajo la técnica del montaje, no solo llegamos a saber en qué van las historias personales de sus personajes; sino que, además, nos es posible caracterizar mejor cada una de los dos territorios que antiguamente formaron parte del otrora poderoso país de los Estados Unidos: El Gran Reich, dominado por los nazis y los Estados del Pacífico, bajo el control de los japoneses.  Entre medio está la Zona Neutral, en la que malviven los gringos que han logrado escapar al dominio de los invasores y de su ideología, pero es en lo que concierne a las otras dos regiones, que toma relevancia el aspecto cultural en el show.
     Tal como queda consignado en esta obra, teniendo en cuenta la idiosincrasia que inspiró al escritor y luego a los guionistas, se nos presentan dos mundos separados en una especie de alianza frágil, aunque más bien parecida a una Guerra Fría entre dos pueblos  xenófobos y de ideales opuestos.  Por supuesto que son los nazis los peores, que en sus tierras no hay gente de otras razas o que no hayan abrazado sus líneas de pensamiento.  Los japoneses igual son duros con los autóctonos (en su mayoría), pero los toleran y mantienen su código de honor, que al menos hace la vida medianamente aceptable para los conquistados.  Sin embargo, en ninguno de estos dos sitios hay libertad para los oprimidos y la resistencia poco a poco está preparándose para deshacerse, en ambos lados de su antigua patria, de sus enemigos bajo la manera más violenta posible.
     Tampoco se puede olvidar que buena parte de los episodios transcurren nada menos que en Alemania, cuna de los seguidores de la esvástica.  Japón, lamentablemente, no aparece en estos episodios (a ver si más adelante llegamos a conocer algo de sus dominios).
    Pero hay un tercer escenario (o más bien cuarto si se considera la Zona Neutral) que toma preponderancia en escena: nada menos que el mundo tal y como lo conocemos en la realidad; para ser más específicos, el Estados Unidos de principios de los sesenta que ganó la II Guerra Mundial.
      El nivel de violencia no es tanto como el de otros programas actuales, pese a que sin dudas se trata de una serie para un público de “criterio formado”.  Sin embargo, su falta de humor y la constante presión en la que viven sus personajes en cada bando (no se podría decir que hay gente por completo feliz o “realizada”, pese a que algunos son más privilegiados que otros), hacen que el programa sea, tal vez, no digerible para cualquiera que buscaría algo más livianito o cercano al exhibicionismo gráfico de series tan llenas de sexo y violencia como Hannibalo Juego de Tronos(que no digo que esto último sea malo, ojo); pero de que se trata de un programa más intimista y que en vez de buscar el recurso fácil de la espectacularidad, se centra en los dilemas morales a los que se enfrentan sus protagonistas, ello es algo que queda a la vista del espectador con ojo más crítico.

Impactante publicidad en el metro, (que causó polémica en su momento) para promocionar la serie en su primera temporada.
     Interesante viene a ser en la serie cómo se aborda el tema de la verdad y los secretos, en lo que también se incluye la mentira, todo ello como elementos que forman parte esencial de nuestras vidas.  Es así que esto se puede apreciar a nivel individual en la mayoría de los personajes, pero también en lo que concierne a los destinos de millones de los que conformar los pueblos que aparecen en esta obra.  “La verdad los hará libres” dice el texto bíblico y es así que vemos cómo lo concerniente a la figura del llamado “Hombre en el Castillo”, quien (aún no se sabe cómo) tiene cintas sobre la derrota del EJE en la Segunda Guerra Mundial, provoca gran tensión entre nazis y nipones, por no mencionar a los yanquis de la resistencia.  Mucha gente desea revelarlo y otros, como no, solo quieren destruir todo rastro de ello.  Por otro lado, las mismas vidas que llevan los personajes, quienes deben ocultar tantas cosas a los demás, si en verdad pretenden sobrevivir en medio de este mundo peligroso, los lleva al engaño y a guardarse cosas solo para sí y a unos pocos de su confianza.  En la práctica nadie es completamente libre de hacer lo que quiere en esta serie y, tal vez, salvo el caso del jefe de kempeitai de la policía japonesa (quien no vacila en ser despiadado, a la hora de cumplir sus obligaciones para con su nación), todos tienen algo que lamentar y proteger de la opinión pública.  Luego es así que las obligaciones de los ciudadanos y de los mismos dirigentes de los dos imperios dominantes, llevan a estos dos pueblos a los conflictos, que luego estarán por llevarlos al conflicto armado, debido a que son incapaces de mantener un diálogo sincero entre sus dirigentes. 
     Otro aspecto que llama la atención en esta temporada, viene a ser cómo trata el tema de la familia y el poderoso lazo que puede darse entre sus integrantes.  Entre los distintos ejemplos de lealtad que aquí se nos presentan, incluso en los momentos más difíciles, de igual manera se presenta otra verdad respecto a esta importante institución familiar: no escogimos a quienes son parte de nuestra sangre (salvo, hasta cierto punto, a la descendencia directa que podamos llegar a tener), razón por la cual más de un dolor de cabeza nos pueden llegar a dar.  No obstante, es en cómo se aborda la humanización que puede llegar a darnos el amor filial, que El Hombre en el Castillose centra de manera poderosa, más que en las virtudes de la amistad, en el amor incondicional entre padres e hijos, así como entre hermanos (y más encima ello está presente en los personajes más inesperados). 
     Así que el panorama que lo espera a uno como espectador es bastante complejo y es entre medio de esto, que vamos disfrutando la temporada.  A continuación vamos a echarle un vistazo a lo que sucede con su singular dramatis personae:

Juliana Crain: Esta hermosa mujer se ve inmersa desde el principio de la temporada en una espiral de intrigas. que la lleva, contra su voluntad, a transformarse en una espía para la resistencia. Se da cuenta que aquellos que luchan por deshacerse del yugo de sus opresores, también tienen muchos esqueletos en el armario y que tampoco puede confiar en ellos 100%.  Lo más impactante de lo que le sucede, viene a ser cuando se ve obligada a pedir asilo nada menos que al Gran Reich.
Frank Frink: El varonil y endurecido antiguo novio de Julia, tras sus malas experiencias con los japoneses no hace mucho, se involucra por su propia cuenta en la resistencia.  Asimismo, se une más que antes al anticuario Robert Childan, con quien además se encuentra metido en otro asunto, que le ha dado nuevas preocupaciones y en el que también está en juego la vida de ambos.
Joe Blake: Quien fuese un espía nazi y orgulloso de sus principios, tras sus últimas vivencias ha entrado en una crisis existencial, que lo hace en poner en duda todo aquello en lo que antes firmemente creyó.  Su obligado viaje a Alemania y encuentro con nada menos que el padre al que antes no había conocido, complica más que nunca su vida.

Juliana Craine entre dos mundos.

Nobosuke Tagami: Uno de los personajes más nobles de la serie, realiza un viaje increíble hasta la otra realidad, allá donde los suyos fueron derrotados por los Aliados y ahora es posible otro mundo, al parecer mejor (hasta cierto punto) que el que le vio nacer. Un emotivo reencuentro con gente de su pasado, termina por darle un nuevo sentido para su vida.
John Smith: El líder del nazismo gringo se muestra ahora como un hombre mucho más empático de lo que en un principio parecía.  A su fidelidad a la ideología que abrazó bastante joven, se opone aquella que tiene relación con su propia familia, lo que lo pone en una tremenda disyuntiva.  Debido a esto y a la misma presencia de sus adorables esposa e hijos, no es posible darnos cuenta de que hay matices entre medio y que solo un loco abrazaría el mal por gusto a ello.
Ed McCarthy: El mejor amigo de Frank, más que nunca da muestras de su aprecio por este, en lo que, sin dudas, viene a ser el único ejemplo significativo de fraternidad (y masculina más encima) en esta serie.  Contrasta su apariencia menos aguerrida a la de su compañero, pero es en la manera de cómo ambos se compatibilizan y el mismo Ed se gana el aprecio del solitario Childan, que radica buena parte del atractivo de este personaje, que pasó de ser recurrente en la primera temporada a ser, si no un principal, sí un secundario de mayor peso dramático.

    Por cierto, tras disfrutar una vez más los hermosos créditos iniciales del programa, no dejó de llamarme nuevamente su canción interpretada a capella, por una angelical voz femenina. “A algo me suena esta canción” me dije “¿A una canción de cuna, tal vez?” Es así que investigando en la Red, me vine a enterar de que se trata de nada menos que de un cover del famoso musical The Sound of the Music, que en Chile y Latinomérica recibió el engañoso nombre de La Novicia Rebelde en su oscarizada versión cinematográfica.  El sentido patriótico de este tema, como protesta de uno de los personajes a los mismos nazis, toma acá un mayor significado en este recomendable show.


                                            Créditos de apertura con karaoke incluido.

La (esperada) primera película de superhéroes del año.

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I- Unas palabras para comenzar.

      Hace ya más de una semana que tenía pendiente escribir sobre esta película, que con nostalgia recuerdo haberla visto por primera vez al comienzo de mi última semana de vacaciones, junto a mi mamá y Amilcar.  La vimos en 3D en una función nocturna y fue la primera cinta de este tipo, o sea, de superhéroes que he visto con mi madre en el cine.  Ella no conocía al personaje, pero la disfrutó bastante, que en parte se debió a lo entretenida que es independientemente de otros valores suyos estéticos, además de que siempre le han atraído (como a su hijo) la gente de color.
      Cuando vi aquella vez este título en compañía de mi regalón y de mi mamá, por razones obvias lo hice doblado al español neutro (latino le llaman algunos), que me he acostumbrado a ello y la verdad es que encuentro excelente el trabajo de los actores de doblaje.  No obstante poco más de una semana después, a dos días de volver al trabajo, me la repetí con mis amigos Luciano y Moncho, a quienes hace rato les debía una invitación al cine.  Como a ellos solo les gusta ver las obras en su idioma original, esta vez fue en inglés… ¡Y vaya que sale ganando esta película con ello! Pues el gusto de escuchar los acentos africanos de sus actores (la mayoría negros, incluso uno que otro venido del llamado Continente Negro), nos transporta con mayor razón a ese impresionante reino oculto conocido como Wakanda. 
      El filme llegó en un  momento en el que en Chile ya llevamos un par de años recibiendo a un montón de emigrantes haitianos y de antes, gente proveniente de Ecuador, Colombia y Venezuela, mucha gente de tez negra que ha cambiado el paisaje de este apartado lugar del mundo, donde no hace mucho ver a un afromaericano era algo extraordinario.  Es así que el estreno del largometraje sobre el primer superhéroe negro (y sin dudas uno de los más potentes de todo Marvel, DC y otras compañías), se puede ver en cierta forma como la confirmación de la aldea global en la que nos encontramos, donde hay gente de todos colores y tendencias, que enriquecen con sus individualidades esta tierra que pisamos.
     Otras obligaciones, entre ellas entradas que estaban más atrasadas que esta, me han tenido alejado de hacer mis comentarios al respecto y ahora por fin puedo ponerme a detallar mis impresiones al respecto.  A ver cómo me queda todo esto.

II. ¿Quién es Pantera Negra?

     El soberano de la adelantada nación africana de Wakanda, Pantera Negra, tuvo su debut nada menos que las páginas de los 4 Fantásticos; fue específicamente en el número 52 (qué interesante, un dígito bastante significativo para su “Distinguida Competencia”), que apareció quien bajo el manto sagrado del guerrero felino es conocido como T´Challa. Este posee una gran inteligencia y los poderes conseguidos gracias al tótem que lo protege, le otorgan sentidos y agilidad sobrehumanos, así como fuerza superior (algo así como lo que sucede con el Capitán América).
     Su país corresponde al único lugar donde existen yacimientos del valioso mineral llamado como vibranium, poseedor de numerosas virtudes y gracias al cual su gente ha logrado niveles de civilización mayores, que el resto del mundo en las ficciones marvelitas.  Esto, porque el desarrollo cultural de Wakanda y la belleza de la naturaleza en la que se encuentra, han convertido a este sitio en una verdadera utopía en la cual no existe la miseria y por generaciones sus gobernantes han destacado por su sabiduría y bondad.  Asimismo, T´Challa no es el primero en llevar el honor y la responsabilidad de ser Pantera Negra, sino que antes de él estuvo su propio padre, T´Chaka y se supone que previamente a este mismo hubo otros reyes de en cumplir dicho papel.  En un momento Pantera Negra formó parte de las filas de los Vengadores, ello debido a su amistad con el Capitán América (debe saberse que el escudo del llamado Centinela de la Libertad, está hecho de nada menos que de… ¡Vibranium! Algo inusual en un objeto a manos de los blancos). Tampoco se puede olvidar su matrimonio con nada menos que Ororo Monroe, más conocida como Tormenta, una de los miembros de los X-Men más famosas (y queridas).
    T´Challa es un hombre culto, bondadoso y justo como pocos en el universo marvelita y durante su primer mandato tuvo que luchar contra el aislamiento de su gente, quienes por siglos vivieron apartados del resto del mundo que ignoraba la existencia de un pueblo tan poderoso, entre medio del continente más pobre del planeta. 

Debut de Pantera Negra al alero de los 4 Fantásticos.
III- Pantera Negra audiovisual.

     Aunque nunca ha tenido show propio en los cartoons, ni mucho menos en series de imagen real, ha participado de manera destacada en varios títulos y partiendo nada menos que con todo un clásico: la primera serie animada de los 4 Fantásticos de 1967, hecha por la entonces poderosa Hanna-Barbera.  En capítulo en cuestión se reproduce el encuentro del mencionado equipo con el superhéroe negro, algo que también podemos ver en la producción de 1996 sobre los mismos 4 Fantásticos.  De igual manera, la aún más remozada versión de 2006, nos devolvió a la pantalla chica al wakandiano, siempre con mucha diversión para los fanáticos marvelitas.
     Una versión aún más seria o al menos digna de tener en consideración, por la manera de cómo fue retratado, corresponde a la que podemos ver en Iron Man: Armored Adventures(2009-2011), que se aleja de lo mostrado hasta entonces sobre este.
     Tampoco se puede olvidar su mayor protagonismo, en la que sin dudas vendría a ser la mejor adaptación animada para la tele de los Vengadores: Los Vengadores: Los héroes más poderosos del planeta (2010-2013), como parte de este famoso equipo.
    Recién en la tercera temporada de Vengadores Unidosapareció y ahora en la cuarta temporada aun emitiéndose, posee el protagonismo que bien se merece, tal como en el programa que le precedió.
    No se puede olvidar en este repaso por su paso en la animación. en la estupenda película animada Ultimate Avengers 2: Rise of the Panther de 2007, una historia más bien de tono adulto y hecha para el mercado directo casero; secuela de otro recomendable cartoon dedicado a los Vengadores.  Pues tal como dice su nombre, Pantera Negra es uno de los personajes principales y buena parte de su trama transcurre en Wakanda.
    De igual manera, se debe destacar el motion comic de una estupenda novela gráfica de Pantera Negra, bastante elogiada, de 2005 y que fue escrita por el guionista afroamericano Reggie Hudlin, quien apoyado por los lápices de John Romita Jr. (un igualmente renombrado dibujante, que pese a todo no es muy de mi gusto), realizó una obra cargada de elementos políticos que dejan bastante mal al gobierno de los Estados Unidos (¡Y bien por atreverse a realizar y publicar esta obra tan atrevida!).  La animación se hizo en 2011 y si la pueden conseguir, no duden en hacerlo.


                                                              Tráiler del motion comic.


IV- La película.

     Estrenada a mediados del mes pasado, nos muestra a Pantera Negra tal como fue introducido tan bien en Capitán América: Civil War, quien debe tomar las riendas de su vida y de su país natal como el nuevo gobernante de tan gloriosa nación.  De este modo, en su primer filme como protagonista, se repite el viejo tema del superhéroe llamado a asumir su papel como justiciero y con ello la aceptación de los deberes que tiene, ya que “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”; no obstante, lo interesante de cómo se aborda esto en su guión, es que T´Challa demuestra mucha más integridad que el resto de la mayoría de sus colegas y más encima está acompañado de una serie de interesantes secundarios (o coprotagonistas), que refuerzan el recio sentido del deber de este.  Es así que la  misma idea de la familia, amigos y aliados, como el apoyo y la inspiración ideal para el camino hacia la consagración personal, toma una mayor relevancia en esta adaptación de los personajes del cómic, que solo podríamos encontrar en títulos como Guardianes de la Galaxia Volumen 2 y Mujer Maravilla.
     Tan solo el comienzo (o la introducción según quiera llamársele) de esta cinta, nos deja claro de que estamos frente a un ejemplo bastante singular de las actuales producciones del género: pues cuando se nos cuenta con un tono a medias entre la ciencia ficción y el mito, el origen del poder de Wakanda y del primer Pantera Negra,  queda claro hacia dónde irá este largometraje…A una dirección algo distinta a lo visto hasta el momento, ya que para ser fieles a la naturaleza de su protagonista, resulta importante mantener los elementos étnicos africanos que hagan verosímil su trama.  Por lo tanto para grata sorpresa de muchos, la mayor parte de esta obra transcurre en África y Estados Unidos apenas aparece unos cuantos minutos.  Si bien igual en determinado momento la acción se traslada a Inglaterra y luego a Corea del Sur, a través de momentos bastantes divertidos, el tono tribal del filme embellece esta película con una dirección de arte, que solo pudimos apreciar en cierta medida en el caso de la entrega sobre el Doctor Strange.
     Salvo dos personajes de relevancia, todo el resto del casting son negros y siempre con geniales interpretaciones, que como ya se dijo, escucharlos hablar con acento africano (pese a que en realidad muchos de ellos son gringos o ingleses),  realza la ilusión de este “clima africano”.  Entre estos debe destacarse la participación de dos veteranos con una gran carrera a cuestas: la siempre hermosa Angela Bassett (¿Sabían que en los noventa fue propuesta para ser ella quien hiciera de Tormenta en la primera peli de los X-Men?), quien más encima le dio la voz a la reina Ramonda en el mencionado motion comic sobre Pantera Negra y Forest Whitaker, sin dudas uno de los mejores histriones de su generación; por otro lado, no se puede olvidar la presencia de Danai Gurire, actriz que se robó el corazón de muchos gracias a su trabajo en The Walking Deadcomo la “afrosamurai” Michonne.
    
     En cuanto a los personajes “blancos”, de manera muy inteligente incorporaron a dos individuos claves para las aventuras de Pantera Negra: uno de sus archienemigos más conocidos, Klaw, magníficamente encarnado por el camaleónico Andy Serkis (todo un maestro de las morisquetas y de los personajes más bizarros del cine, por no olvidar su Gollum de la saga de El Señor de los Anillos), el cual aquí aparece con su actual imagen barbada y más varonil (ya sin su antiguo traje que lo cubre por completo).  Luego tenemos a Everett Ross, agente de USA, que en las historietas del paladín wakandiano mantiene una férrea amistad con este y que desde la última cinta sobre el Capi tuvimos el gusto de conocer bajo la efigie de Martin Freeman (el recordado Bilbo Bolsón de la trilogía cinematográfica de El Hobbit y Watson en la serie Sherlock de la BBC).
    Varios de los más destacados coprotagonistas, secundarios y otros villanos de los cómics de Pantera Negra aparecen en esta película, desde la muy simpática y brillante hermana menor de T´Challa, Shuri (quien más adelante será la nueva Pantera Negra), las Dora Milaje (especie de guardaespaldas y guardias femeninas de excelencia del rey al servicio del país) y a M´Baku, originalmente villano marvelita y que aquí sale bajo una imagen bastante más atractiva y benigna.
     En cuanto al más importante villano que aquí encontramos, este viene a ser nada menos que Erik Killmonger, la verdadera némesis de Pantera Negra en las viñetas y que tal como lo muestran en esta cinta, resulta interesante en su trasfondo: como un hombre motivado por el resentimiento, que representa hasta cierto punto el descontento de buena parte de su gente, que se considera haber sido tomada como “basura negra” por parte de los gobiernos como el gringo y que solo piensa en devolver la mano con violencia y opresión; no obstante también representa los peores aspectos de la propias políticas imperialistas de su nación…  De igual manera la relación que tiene con T´Challa y su familia, lleva el argumento a direcciones argumentales shakespereanas, tal como en muchos de los clásicos marvelitas escritos por gente como Stan Lee y Roy Thomas; pues las intrigas, los apetitos de venganza y “los pecados del padre” que caen sobre su descendencia, van de la mano con la intervención de este asesino encarnado con solvencia por el joven y ya prometedor desde hace rato Michael B. Jordan (actor de color que en el pasado ya estaba ligado al mundo de los cómics, al interpretar a la versión “ultimate” de Johnny Storm en la incomprendida película de los 4 Fantásticos de 2015 y darle la voz a Ciborg en la muy recomendable adaptación de la saga de Flashpoint,en la película animada Liga de la Justicia: Paradoja del Tiempo de 2013).
      Tal como correspondía a la hora de dejar claro el llamado black power, el director de esta cinta es Ryan Coogler, de origen afroamericano. Es de esperar que a futuro nos dé nuevos trabajos suyos de calidad como este.
      Por cierto, debe decirse que este filme pese a sus escenas de humor, estas no son tantas en comparación a otras entregas del Universo Cinemático Marvel, pues se toma bastante en serio y posee sin dudas varios momentos destacados, que la han convertido en uno de los mejores títulos al respecto…Sin embargo, pareciera que salvo Spider-Man: Regreso a Casa, todo lo que está haciendo Marvel Studios bajo el apoyo de Disney, cada vez nos deja la vara bastante alta para siguientes obras.
      Para terminar, el cameo de Stan Lee (¡Ojalá lo tengamos aún por muchos más años con nosotros! Que estuvo malito de salud hace poco), no puede ser más gracioso y si no han visto aún esta película, no se vayan de la sala al terminar esta, que hay dos escenas muy buenas de postcréditos.




                                                                       Tráiler subtitulado.

Robert Howard es mucho más que Conan (segunda parte).

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Edición de lujo de Valdemar de este libro que tanto disfruté
(yo tengo la versión más humilde, de bolsillo ¡Snif!).

     Termino mi revisión personal de todos los cuentos escritos por Robert Howard sobre su personaje Solomon Kane,  Dejo para una próxima entrada (para abril ya) el cuento de Sonya la Roja, que la recomendable edición en español de Valdemar incluye en este mismo compilatorio; de igual manera en aquella ocasión me referiré a la única película dedicada al puritano y a la misma que se hizo sobre la colorina guerrera.

5- Luna de calaveras.

    El primer regreso de Solomon Kane a África es motivado por su afán justiciero (como no), para rescatar a una bella muchacha de la nobleza que fue raptada, debido a las intrigas palaciegas.  Es así que los pasos del puritano lo hacen encontrarse con un grupo de hombres que sirven a una poderosa reina africana y luego llega hasta su mismo reino, que resulta estar nada menos que en las edificaciones de una antigua civilización ya perdida.  Luego, por medio de este detalle, el autor conecta sus relatos sobre la Atlántida (en la que vivía su otro célebre personaje, el Rey Kull y cuyos vestigios llegó a conocer Conan), con esta otra saga suya ambientada ya bien avanzada la Era Cristiana.  Sin embargo, además, el escenario al que se traslada la historia corresponde al de un pueblo que no puede ser más nefasto, gobernado por la mano de su hermosa, pero cruel y lasciva monarca.  Interesante viene a ser cierto episodio de esta maravillosa narración que, sin dudas, posee un “adelantado” carácter sadomaso y/o lésbico, que no deja de admirar a los lectores actuales seguidores de Robert Howard.

     “Nakari se detuvo junto al diván, observando a su cautiva durante un instante y, con una enigmática sonrisa, se inclinó y la sacudió. Marylin abrió los ojos, se sentó y se deslizó del diván arrodillándose ante su salvaje ama... algo que hizo maldecir a Kane para sí. La reina rió sentándose sobre el diván, indicando a la chica que se levantara, y pasó un brazo por su talle sentándola en su regazo. Kane observó confundido mientras Nakari acariciaba a la chica con ademanes divertidos e indolentes. Podía ser afecto, pero a Kane le recordaba un leopardo ahíto jugueteando con su víctima. Había un aire de mofa y crueldad estudiada en todo el asunto.
     -Eres muy dulce y hermosa, Mara -murmuró perezosamente Nakari- más hermosa que las otras chicas que me sirven. Se acerca el momento, pequeña, de tus nupcias. Y nunca novia más hermosa ha sido llevada hasta las Escaleras Negras.”

     La personalidad y efigie de la dama en apuros, casi angelical, contrasta con la conducta salvaje y maligna de la reina que la tiene como a su esclava.  Además, no puede ser más interesante el hecho de cómo se invierten acá los papeles, y es la mujer “aria” o “caucásica” la que sufre el yugo de la privación de la libertad, por parte de una “negra”, que la ve como un juguete (sexual) y hace lo que quiere con ella.  Sin embargo, el inglés en ningún momento justifica la mansedumbre humana, por ningún lado, lo que lo dignifica aún más y, por relación, también a su propio autor, acusado en más de una ocasión de racista por más de un juicio vertido en sus obras.
      De todos los textos hechos por Howard sobre este personaje, es la única vez en que el mal, lamentablemente tan caro a nuestras debilidades humanas, se presenta en la figura de una mujer.  A la misma Nakari se le compara con el mito de la llamada “Eva Negra”, Lilith, como una criatura de una sensualidad mortal para los hombres que caen en sus redes y que más encima trata de seducir con ofertas de gloria y todo tipo de placeres terrenales, al recto Solomon Kane.  El choque entre voluntades tan fuertes es increíble y si bien alguien como Conan habría aceptado en parte la propuesta de la maligna reina, para luego despacharla de algún modo y mantener su independencia, Kane se niega por sus principios a cualquier acuerdo con esta.
      Otro detalle destacable de esta novela corta, que en realidad este título se acerca casi a las 100 páginas de extensión, lejos mucho mayor que el resto de los que conforman este libro, tiene que ver con el relato del sacerdote atlante y con el que se encuentra el protagonista.  La historia sobre una vieja y avanzada civilización como la suya, condenada a desaparecer debido a los efectos de su propio orgullo, abarcando eras casi imposibles a la mentalidad del resto de los mortales, sirve no solo como un interesante marco para esta aventura: si no que se trata de un interesante aspecto moral de parte de su autor, quien reflexiona respecto a lo perecedero de las empresas de los hombres y la perdición provocada por las debilidades carnales.  Es por esto mismo, que sujetos más simples como Solomon Kane o el ya mencionado Conan, triunfan sobre aquellos que ostentan poder por sobre su prójimo, pues apetitos como la codicia, cuando controlan por completo a los sujetos, solo llevan a la perdición.


6- La colina de los muertos.

     La segunda vuelta de nuestro héroe puritano al Continente Negro, lo lleva a este a quedarse durante un periodo indeterminado en sus profundidades, si es que no para siempre en este lugar (al menos tal como lo llegamos a deducir de lo que alcanzó a escribir su creador sobre este).  Es así que el resto de sus aventuras que están por venir de Solomon Kane, al menos tal y como se van desarrollando, dan la idea de un destino y/o papel que debe cumplir en medio de una tierra, que salvo él mismo, no tiene a nadie más que proteja a los inocentes de las pesadillas que pululan por allí; queda además claro como el agua, incluso por el nombre de uno de los capítulos del siguiente cuento (Alas en la noche), que se trata de la necesidad de la presencia del “hombre blanco” para exterminar el salvajismo de estos parajes y proteger a los indefensos autóctonos, que casi son niños que el paladín  paternalmente protege. 
    En esta historia el protagonista llega a una tierra cuyos habitantes sufren el acoso de una especie de zombies, por lo que sin dudar con su gallardía habitual interviene.  Sin embargo, entre los aspectos más interesantes de este relato se encuentra, nada menos, que la participación de N´Longa, el poderoso brujo negro amigo de Kane, quien acá tiene un rol mucho más activo y que en determinado momento no solo asombra al inglés, sino que también al lector y en especial a aquel conocedor de varios de los prejuicios del texano.  Más tarde, quien en un principio pareciera ser solo otro sujeto más ávido de poder, deja al propio Solomon con la boca abierta y a nosotros también, cuando luego de darle su valiosa ayuda en determinado momento, afirma:

     “Yo conozco estas cosas y formo parte de ellas, pero ¿cómo podría hablarte sobre su esencia? Hermano de sangre, eres un poderoso guerrero, pero en los caminos de la magia eres como un niño perdido. Y lo que a mí me ha llevado largos y oscuros años conocer, no lo puedo explicar de forma que lo comprendas. Amigo mío, tu solo piensas en malos espíritus; pero, si mi magia fuera siempre mala, ¿no tomaría este espléndido y joven cuerpo en lugar del mío, viejo y arrugado, y me quedaría con él? Pero Kran recuperará su cuerpo a salvo.”

    Es a través de esta narración que vamos descubriendo, entonces, a un inesperado Robert Howard, más cercano a aceptar la diversidad étnica y quien además se refiere, de manera muy especial, a la belleza de un par de enamorados africanos.  No obstante lo mejor de las “extrañas aventuras” de Solomon Kane está todavía por venir.

7- Alas en la noche.

     Superando una historia tan potente como Luna de calaveras, esta viene a ser si no la mejor del ciclo original de Solomon Kane, lejos la que posee más elementos terroríficos, como también un grado de violencia ya gráfica.  Respecto a lo primero, nos encontramos con una raza antigua y ya en plena decadencia de monstruos humanoides voladores, que son aquellos que le dan su nombre al texto; descritos como seres que no pueden ser más espantosos en su fisonomía y acciones, responden además a una curiosa aproximación del escritor, para justificar el origen de los viejos mitos, en este caso el de las arpías.  Por otro lado, además se hayan en sus páginas pasajes tan sangrientos como el de los últimos momentos de un moribundo, entregado en sacrificio a los monstruos y el de toda una masacre en la que un pueblo entero cae bajo las garras de tales bestias.
Ilustración (probablemente de un cómic)
basada en este genial cuento.
     En esta ocasión el puritano llega hasta otra aldea, que se encuentra bajo el terror de los monstruos alados, los que piden a sus pobladores cada cierto tiempo una libación humana, a cambio de que estos no saqueen por completo el lugar.  Kane no puede dejar de ayudar a quienes ven cómo poco a poco van desapareciendo, a la par de sus verdugos y cuya raza ya no tiene esperanza de propagarse, aunque los hombres sí pueden salvarse, a cambio de que las arpías fallezcan antes. 
      Acá nos encontramos con un justiciero más heroico que nunca, quien considera una una verdadera obligación moral salvar a estos negros sin vacilaciones, dando tremendas muestras de valor y compasión.  Este Kane es un asesino nato, un ángel vengador de Dios que mata de la manera más mortífera a su enemigo, pues no le quepa la menor duda de que las abominaciones no merecen piedad.  Pareciera que el tiempo en África y su convivencia con sus habitantes, hiciera que este comenzara a ver con otros ojos a quienes antes solo consideraba salvajes, pues Solomon claramente sufre por la miseria de sus protegidos; no quepa duda de ello, cuando hacia el clímax de esta potente historia, termina por dirigir toda su furia contra los espantos alados.

     “Kane miró hacia las ruinas que habían sido Bogonda y a la mortal máscara de Goru. Y levantando los puños apretados sobre la cabeza, maldijo, con llameantes ojos alzados y retorcidos labios llenos de espuma, al cielo y a la tierra, y las esferas superiores e inferiores. Maldijo a las frías estrellas, al ardiente sol, a la burlona luna y al susurro del viento. Maldijo todos los sinos y destinos, todo cuanto había amado u odiado, a las ciudades silenciosas bajo los mares, a las edades pasadas y los eones futuros. Con una aterradora explosión de blasfemias, maldijo a los dioses y a los demonios que hacen de la humanidad su juguete, y maldijo al hombre que sigue viviendo ciego, y en su ceguera ofrece la espalda a los cascos de hierro de sus dioses.
      (…)
      -Ahí habitarás -le dijo Solomon Kane a la cabeza de Goru-. El sol te marchitará y los fríos rocíos de la noche acabarán consumiéndote. Pero yo te protegeré de esas ansiosas aves y tus ojos presenciarán la caída de tus asesinos. No, no pude salvar a las gentes de Bogonda, pero por el Dios de mi raza que puedo vengarlos. El hombre es el juguete y el alimento de titánicos seres de la Noche y el Horror cuyas gigantescas alas se ciernen siempre sobre él. Pero hasta lo maligno puede llegar a su fin... y tú verás ese fin, Goru.”

8- Los pasos en el interior.

     El viaje del héroe que no descansa en su misión de proteger a los inocentes, de las villanía de los hombres y de los males sobrenaturales, nunca teniendo un lugar de descanso al que llamar hogar, ni amar a alguien como hombre o como padre, como tampoco llegando a conocer la idea de la felicidad de formar lo más cercano a una familia, acaba con este relato que nos deja hambrientos de saber qué pasó luego con nuestro justiciero.  Y es que más encima se nos hace una tremenda revelación, que tiene que ver con el origen del poderoso talismán que le regaló su amigo N´Longa, que podríamos considerar como toda una promesa para nuevas aventuras usando tal arma.
     En esta obra, el inquebrantable Solomon Kane se encuentra con una partida de esclavistas musulmanes negros, quienes llevan a otros de color al horrible destino de servir como mercancía humana.  El puritano es atrapado por estos vándalos, pero nunca doblegado, quienes notan que no se trata de un hombre común y que aunque lo convierten en su prisionero, no logran encadenarlo y pese a que lo tienen en sus garras, no dejan de temerle.  En su camino descubren unas ruinas (un leiv motiv recurrente en la narrativa de Robert Howard), en el cual se haya un tesoro impresionante y el cual, por supuesto, no deja de acaparar la codicia de los esclavistas.  Empero, en este lugar, como era de suponer para quienes ya hemos tenido el gusto de leer las aventuras del ya varias veces citado Conan, se haya un horror sin nombre y que consigue escapar una vez que los villanos irrumpen en el sitio.  La devastación provocada por la entidad es espantosa y, como no, solo Solomon está preparado para oponérsele.

     “Yussef chilló como un alma perdida, arrojó al suelo el bastón mágico y se unió a sus compañeros que corrían a internarse en la jungla en enloquecida desbandada, precedidos por sus aullantes aliados. Sólo los esclavos no huyeron, sino que permanecieron amarrados a su destino, gimiendo de terror. Como en una delirante pesadilla, Kane vio a Hassim movido por el viento como el junco, envuelto por un Ser latente y gigantesco que carecía de forma y de sustancia terrenal. Entonces, al llegarle el crujido de huesos machacados y doblarse el cuerpo del jeque como una paja bajo una pezuña trituradora, el inglés rompió sus ligaduras con un volcánico esfuerzo y cogió el bastón mágico.”

     La magia vuelve a tomar un papel fundamental en las andanzas de Kane, quedando esta vez claro de que no toda ella es maligna, sino que también existe otra que protege a la gente del mal, aún mucho más poderosa que esta.  Es aquí que se haya presente el inesperado descubrimiento, sobre de dónde viene el valioso regalo hecho hace tiempo ya a nuestro protagonista, por parte del brujo N´Longa.  De este modo, queda de manifiesto una vez más, de que existe una sabiduría que está disponible solo a unos pocos, puesto que el mundo se encuentra lleno de misterios que en muchos de los casos es mejor no entrar en conocimiento de ellos.  De igual manera, la noción de un bien que supera a cualquier cosa y que sobrepasa a hombres y mujeres, se haya presente en este cuento, abordando ahora no solo la teología “pagana”, ya sea inventada por el autor o de credos existentes como el judío o del Islam, tal como queda de manifiesto en sus páginas, sino que bajo la figura del Dios judeocristiano, como nunca antes en el resto de los cuentos de este ciclo.
     Asimismo la intolerancia religiosa, el odio racial y la falta de escrúpulos para ver en el otro (aquel distinto a uno mismo por su color u origen), se dejan notar de una manera muy especial en este magnífico cuento, que saca a relucir a un Robert Howard que ahora no nos parece tan xenófobo como pensábamos.

Una edición así quisiera tener de estos cuentos.

¡Exijo rotundamente una cuarta temporada de “El Ministerio del Tiempo”!

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      Una vez más gracias a (San) Netflix, se nos concedió a los más ñoños de la casa el magistral regreso de una serie europea de ciencia ficción a la pantalla chica.  Pues tras dos últimas temporadas (y algo más extensas) de la británica Black Mirror, el año pasado puso de su parte (bastante platita) para producir una tercera temporada de uno de los programas españoles actuales más exitosos del último tiempo.  Es así que El Ministerio del Tiempo, el show a medias entre la ciencia ficción y la fantasía (puesto que nunca llegamos a saber el verdadero origen de estas puertas del tiempo), contó otra vez con 13 episodios y con la oportunidad de gracias al aporte financiero de los gringos, dar rienda suelta como nunca a contar de la mejor manera sus fabulosas historias: más exteriores, unos cuantos efectos especiales nuevos y, como siempre, mucha entretención acompañada de excelentes actuaciones; todo sazonado con fabulosos guiones y un montón de personajes históricos españoles y otros extranjeros, para regocijo de sus seguidores.
      La temporada comenzó ya en sus primeros segundos de una manera muy especial: con la muerte de uno de sus personajes principales, el guapo y atormentado paramédico Julián.  La manera de cómo se “deshicieron” de este fue muy ingeniosa, puesto que en ningún momento lo mostraron en pantalla, dramatizando, pese a ello, su muerte en medio de una batalla durante una de sus misiones junto sus compañeros.  En la vida real, como no lograron ponerse de acuerdo los productores con el actor a su cargo para que volviera, lo mataron de tal forma que rápidamente se sacaran de encima el problema…y la verdad es que ni se echó de menos su persona…Puesto que, para qué lo vamos a negar, el resto de los personajes es tan bueno, y la llegada de otros nuevos fue tan beneficiosa para el programa, que nada se perdió con todo esto.

¡Me encanta cómo se ve en esta escena la gran Irene!

      Como era necesario que alguien ocupara el puesto vacante de Julián, se rescató a otro personaje que ya en la temporada pasada había ocupado su puesto durante un tiempo (durante una ausencia forzosa, que abarcó varios episodios, del mismo artista que hacía del paramédico), el aún más interesante y divertido policía “Pacino”.  Es así que los seguidores de este otro, lejos mucho más carismático que Julián, tuvimos el gusto de reencontrarnos con este, quien nos volvió a dar varios momentos memorables y, en especial, gracias al talento más versátil del histrión a cargo suyo (Hugo Silva, quien además sobresale sin dudas en las escenas más cercanas a la comedia, a lo largo de su intervención).
     Otro personaje que ayudó bastante a mejorar el programa es nada menos que Lola.  Sin embargo, no estamos hablando de la cínica mujer de edad madura que tras años como agente del Ministerio, luego los traicionó convirtiéndose en una ladrona de objetos históricos; sino que de la versión más joven de esta misma, poco más de una veinteañera y que se les une en circunstancias únicas al equipo.  Es así que se trata de una persona por completo diferente y logra ganarse el corazón sus colegas (pese a la reticencia de varios de ellos en un principio) y, como no, de los espectadores.  Respecto a esta mujer, no puede ser más interesante su relación con su hija, que acá es mucho mayor que ella y, luego, con ella misma cuando se encuentran ambas.

Los protagonistas, entre principales, secundarios y recurrentes de esta recomendable serie.

      Si perdimos al mencionado Julián, más lamentable por sus virtudes como personaje y porque todo fue llevado de manera más dramática en escena, es la partida de Amelia Folch.  Por su puesto que fue algo doloroso, aunque se dejó abierta la posibilidad de que esta volviera en otra oportunidad.  No obstante, la misma manera en que se potenció dentro de los guiones a la Lola joven, ayudó a que su pérdida tampoco fuese tan dura.
      Otro interesante personaje que fue incorporado en esta temporada, corresponde a la preciosa Marta, novia de Pacino y quien aparece desde el primer episodio, para luego ir revelando interesantes detalles sobre su identidad, al estar involucrada en varios sucesos de relevancia.
     Asimismo, el show se enriqueció con varios otros elementos importantes que enriquecieron su ya vasta mitología.  Entre ellos, encontramos la aparición de nada menos que dos sociedades secretas, de intereses opuestos, que también viajan en el tiempo y se convierten en los principales enemigos de nuestros héroes.  Luego aparece la figura de nada menos que de un inmortal, un hombre que lleva siglos viviendo y que también les da varios dolores de cabeza al Ministerio, hasta que luego se nos humanizaa este y queda convertido en otro de los personajes inolvidables de este fabuloso espectáculo. 
     Cada uno del resto de los personajes tiene sus momentos de gloria.  Por supuesto que los más importantes y que ahora son cuatro en total, los ya mencionados Amelia, Lola y Pacino, junto al siempre interesante (y simpático) Alonso de Entrerríos, destacan más de una vez con su participación.  No obstante es en lo que respecta al resto de los “principales” (¿o secundarios?). que se deben destacar sus mejores participaciones:
      Irene: Su vuelta a la década de los sesenta y reencuentro con su ex esposo (el típico hombre prejuicioso de su época…y homofóbico), da algunos de los acontecimientos más dramáticos de la temporada.
      Ernesto: El viaje que realiza a nada menos que la Segunda Guerra Mundial, que hace peligrar su vida como pocas veces y que más encima significa el comienzo de su amistad con la Lola joven, también puede ser considerado dentro de lo más notable de este y de la temporada.
      Angustias: Un excelente personaje para la comedia como este, nos vuelve a divertir bastante, cuando se transforma en la protagonista casi absoluta, de una visita a los tiempos en los que se estrenó la zarzuela más importante en la historia de España.

Mi episodio favorito de la temporada: Tiempo de Verbena.

      Salvador: Figura decisiva para desarmar las intrigas de una de las dos sociedades secretas ya mencionadas y que más encima logró extender sus redes dentro del mismo Ministerio del Tiempo, tiene un impactante momento durante su infancia; en esto último cumple un rol valioso la misma Marta, ahora ya conocida su verdadera identidad.
      Por cierto, esta vez el gracioso Velásquez (el famoso pintor español) no apareció tanto como se hubiese querido, no obstante vez que hizo presencia, también tuvo sus propios momentos destacados (como cuando se empecina en conocer a Goya, uno de los dos colegas y compatriotas suyos que admira como a nadie más, aparte de Picasso).
      Dentro de los personajes históricos que desfilaron por la pantalla en esta ocasión, cabe mencionar a grandes como el mismísimo director de cine Alfred Hichcock, el escritor Gustavo Adolfo Bécquer, el mencionado Francisco de Goya, William Shakespeare y el director/guionista de cine y televisión Narciso Ibáñez Serrador.  De igual manera tenemos la dicha de reencontrarnos con Lope de Vega, Miguel de Cervantes y Luis Buñuel (este último ahora en su versión más mayor).
      El final de la temporada deja todo cerrado, con una tremenda historia que vuelve a tratar en la serie un tema caro a los viajes en el tiempo: el efecto mariposa, con sus drásticos cambios de realidad y posteriores intentos de los protagonistas de tratar de encauzar todo a como estaba antes. 
       Difícilmente tendremos cuarta temporada el año que viene, pero los responsables no niegan la posibilidad de que en un futuro cercano, volvamos a tener con nosotros a tan queridos personajes.


                    La preciosa intro de la serie (si bien esta corresponde a la primera temporada)

Toda una delicia para el “kinglover”.

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I. Antecedentes de un deseo.

     Desde que comencé a leer a Stephen King a la tierna edad de 16 años y a conocer su bibliografía, así como la serie de adaptaciones audiovisuales de su obra, que tenía en mente adquirir su primer libro de no ficción, el ensayo titulado Danza Macabra (Danse Macabre).  Publicado originalmente en 1981, en aquel entonces, ya avanzada la década de los noventa, aún no había salido una edición en nuestra lengua de este libro, que tantos elogios había recibido.  Así que me quedé esperando por años, hasta bien entrada a mi vida adulta, poder cumplir con este anhelado sueño.  Como nunca aprendí inglés (salvo una que otra palabra u oración pequeña), me quedé esperando a que algún editor se atreviera a realizar tal hazaña…
     Casi 25 años pasaron para que por fin se cumpliera mi deseo, ya que en 2006 la prestigiosa editorial española Valdemar llevó a cabo tal empresa, en una excelente edición como la que por lo general acostumbra hacer en los tomos que saca en tapa dura.  Sin embargo, pocas son las librerías en Chilito que traen títulos de su catálogo, los que más encima llegan a precios bastante altos.  Creo que habré visto unas dos veces este tomo por estos lares, pero hasta el año pasado (o sea, más de 10 años después de su primera edición en castellano), recién me dispuse a desembolsar el dinero respectivo para adquirirlo.
     Fue en noviembre de 2017 y estaba en mi segunda visita (de 3 en total que realicé ese año) a la FILSA (Feria Internacional del Libro de Santiago), que en aquella ocasión acudí en compañía de una selección de alumnos míos y a los que llevé a una conferencia a tal “fiesta” de la cultura literaria.  Fue orgásmico para mí hallar otra vez con este ensayo, ahora con dinero suficiente como para darme ese gusto y mis alumnos y colegas que me acompañaron, vieron con admiración la alegría que me embargaba.  Me prometí a mí mismo que para las vacaciones de verano que estaban por llegar, dedicaría tiempo a paladear dicho libro y así fue, si bien me lo terminé poco después de volver al trabajo a comienzos de este mes.

II. La versión de Valdemar.

     Soy poseedor de la segunda edición de Valdemar, sacada justamente al mercado diez años después de la primera y que incluye aparte de una muy breve, aunque reveladora, nota sobre el origen de la traducción española, de la mano de Óscar Palmer Yañez (quien además completa su trabajo con abundante notas explicativas en varios pasajes del libro y que se pueden leer tras ser enumeradas hacia el final de este), una bastante valiosa introducción de Jesús Palacios.
     Las palabras dedicadas por Palacios al llamado “Rey del Terror”, valen más que la pena leer, pues se trata de uno de los tantos seguidores de este que al mostrarnos su admiración hacia King, a más de uno puedo llevarlo a sentirse identificado por los años y el largo periodo en general en que tal escritor ha marcado la vida de gente como uno.  El acto de, primero disfrutar sus terrores literarios y luego, ya más grandes, poder profundizar en la calidad y los mensajes detrás de todas esas fantasías oscuras, está considerado por este experto en su obra y quien nos invita a apreciar, en su justa medida. el libro que tenemos en nuestras manos.
     La elección del cuadro de Goya, El entierro de la sardina, quizás no haya sido la mejor para usar como portada de un texto tan valioso (y entretenido como este, lleno además de ideas e información que los amantes del terror apreciarán demasiado), que el pintor español contaba con cuadros lejos más adecuados para embellecer la edición en la lengua de Cervantes; pero no juzguemos el libro por su tapa, que por lo general basta con el nombre de su autor para dejarnos claro de que estamos frente a un trabajo respetable.  La verdad es que en general las portadas de este libro, al menos las ediciones en inglés que encontré gracias a Google, no son muy atractivas que digamos, quizás por pretender ser “serias” y no llamativas, como es costumbre hacerlo con otros títulos suyos.
      Se incluyen todos las imágenes de escenas de películas, series, afiches y portadas de libros que aparecen en las ediciones originales en inglés; lamentablemente, estas se encuentran en blanco y negro, como bien sucede en dichos originales (a menos que con posterioridad hayan mejorado siguientes reimpresiones este detalle) y lo que le quita la espectacularidad que podría haber tenido, el disfrutar tales fotografías tal como en su momento fueron hechas.

III. De lo que trata este libro.

      Danza Macabra es el primer ensayo largo, luego de su recordada introducción a su primera colección de cuentos El Umbral de la Noche (Night Shift, 1978) y que no debe ser confundido con el título engañoso de la primera edición en español de su novela The Stand (1978), que antes de salir en su edición ampliada y sin cortes en 1990, fue conocida en el mundo hispanoparlante como La Danza de la Muerte (hago esta salvedad, porque incluso yo mismo de adolescente pensé que se trataba de la misma obra).
     Por cierto, llama la atención la lista de sus colegas a quienes les dedicó su trabajo King en esta ocasión:

ROBERT BLOCH 
JORGE LUIS BORGES 
RAY BRADBURY 
FRANK BELKNAP LONG 
DONALD WANDREI 
MANLY WADE WELLMAN

     De todos estos caballeros, a la mayoría me cuesta entender que King haya querido hacerles su reconocimiento, tal como acostumbra hacer en sus propios libros, vez que se los dedica a alguno de sus maestros.  De Bloch habla bastante en este ensayo y en el caso de Bradbury, su novela La Feria de las Tinieblas es una de las que comenta y recomienda con creces aquí, una vez que se dispone a analizar textos de la segunda mitad del siglo XX en adelante.  A Belknap Long, Wandrei y Wade Wallman también es comprensible que los haya tomado en cuenta, considerando su admiración por los autores de los llamados pulps, que liderados por Lovecraft (otro escritor al que nunca deja de honrar con sus palabras y homenajes, tanto en Danza Macabra,como en sus ficciones claramente inspiradas en sus horrores).  Sin embargo, es al agregar al argentino, que para nada me parece un autor de narrativa de terror, que me saco el sombrero en todo caso una vez más por King, debido a su enorme cultura literaria y que lo ha llevado a degustar a autores más allá de las fronteras del idioma, geográficas y de estilos (tal como lo hizo en su fabuloso cuento Ur,al referirse a mi compatriota Roberto Bolaño).
     El contenido de este ensayo es nada menos que el terror, como tema recurrente en las fabulaciones desde el siglo XIX.  Ello lo hace a partir de 3 obras literarias emblemáticas, como luego a través de autores posteriores; además, considera manifestaciones artísticas de carácter popular, a través del séptimo arte, la pantalla chica, los cómics e incluso la radio.  Es así que en pocas palabras, este libro viene a ser un recorrido por medio de las diferentes manifestaciones del género, deteniéndose en autores y obras claves que nos invita a conocer y a disfrutar; todo a través de muy interesantes análisis suyos, que demuestran sus profundos conocimientos y capacidad de crítica.  No obstante se aleja del academicismo que podría aburrir a buena parte de los lectores, ya que pese a los pasajes más analíticos de todo, no deja su habitual estilo lleno de humor y coloquial de vez en cuando.
     Teniendo en cuenta la fecha en la que escribió este texto, 1981, época en la que Stephen King abusaba bastante de las drogas y el alcohol (lo que reconoció de manera muy emotiva en su otro celebrado ensayo Mientras Escribo, 2000), llama la atención cómo al principio del libro, hace mención sin tapujos de las borracheras que se daba en aquellos tiempos.  Pues este detalle para quienes lo admiramos y conocemos su biografía, resulta ser una perla a la hora de profundizar en su mismo crecimiento como persona y como autor.   Por supuesto que con respecto a la vida de nuestro escritor favorito, acá hayamos varios pasajes biográficos, que permiten conocer mucho mejor al hombre detrás de estas pasiones que compartimos con él y de algunas de las historias que más nos han fascinado.
     El libro, además, si un lector acérrimo de su autor se fija con cuidado, entrega una que otra pista acerca de otras obras suyas que todavía estaban en proceso de escribirse y/o publicarse, tal como Cementerio de Animales(1982) e It(1986).

IV. Las obras que podemos encontrar en sus páginas.

     El lector capaz de apreciar los grandes clásicos de la literatura y que bien sabe de su impacto para las obras que se originaron bajo su influencia, o aquellos que desean conocer los antecedentes de las obras que en la actualidad les han dado satisfactorios sustos, se encuentran acá con muy interesantes revisiones de 3 libros capitulares para el horror: Frankensteinde Mary Shelley, Dráculade Bram Stoker y El Extraño Caso del Doctor Jekyll y Mister Hydede Robert Louise Stevenson.  Las palabras que dedica a todos estos no pueden ser más reveladoras, lo mismo que para los libros que escoge como ejemplos de lo mejorcito de su tiempo en el siglo XX.  Por otro lado, estas novelas le permiten introducir la idea de 3 grandes monstruos recurrentes en las historias del género, claros símbolos de nuestros miedos y de las facetas más oscuras de nuestra humanidad.  Es así que bajo la figura de la Criatura del científico romántico, se refiere a la llamada “Cosa sin Nombre”; con el famoso conde, como no, a la también potente noción del “vampiro”, tan popular dentro de la imaginería mundial; y con la obra de irlandés, al igualmente archiconocido “hombre lobo”.  De este modo, tal y como nos los demuestra a lo largo de todos los ejemplos que nos menciona y comenta en sus páginas, distintas variaciones de estos aparecen una y otra vez en ficciones sucesivas.
     De igual manera, luego de referirse con bastante dedicación a los horrores audiovisuales y de otras expresiones propias de la cultura de masas como las historietas y la radio (¡Sííííí, antes de estos tiempos actuales los radioteatros hacían furor cuando la TV todavía no era la reina y señora de los hogares!…Bueno, hasta que llegaron los videojuegos e Internet para tomar su lugar, en parte, claro), gracias a este volumen nos es posible ahondar en obras más contemporáneas de las letras del miedo (al menos cercanas al periodo en que salió este libro, que ya han pasado casi cuarenta años desde tal fecha).
      En lo que concierne a libros propios del siglo XX, King se dedica a exponer los valores de obras tales como Los Usurpadores de Cuerpos de Jack Finney (tomando en cuenta también bastante sus dos primeras adaptaciones cinematográficas, en su capítulo sobre el cine de terror), El Hombre Menguante de Richard Matheson, La Semilla del Diablo (también conocida en nuestra lengua como El Bebé de Rosemary) de Ira Levin y La Maldición de Hill House de Shirley Jackson, entre muchas más.  Este apartado sobre obras literarias “de miedo”, viene a ser sin dudas uno de los puntos más valiosos del libro para quienes deseamos leer narraciones de calidad, ya que difícilmente uno podría llegar a haber conocido a todos los escritores y títulos que menciona; por lo tanto, se puede considerar este capítulo como una excelente guía de lectura al respecto.
     En lo que concierne a la televisión, para cuando King llevó a cabo este ensayo, aún le faltaba a la pantalla chica un buen tiempo como para que sus producciones de terror tuvieran un verdadero despegue y pudiesen rivalizar sin tapujos con las cintas del cine comercial e independiente.  No obstante, el repaso que hace nuestro autor (preferido) del material que había hasta el momento, resulta educativo para quienes desean saber sobre los antecedentes de los actuales shows, que tantas satisfacciones nos han dado (y que en muchos casos contaron con la intervención directa del propio King, como el episodio Chinga de la quinta temporada de Los Expedientes-X o adaptaciones de sus obras, tales como esa joyita que es El Juego de Gerald).  Llama la atención eso sí, su poco amor hacia un clásico tan querido como La Dimensión Desconocida(The Twiligth Zone) y, sin embargo, su  mayor aprecio hacia The Outher Limits.
     Con respecto a su revisión sobre el cine de terror, el artista no pudo dejar de mencionar algunas de las adaptaciones que ya se habían hecho de sus obras, específicamente Carriey El Resplandor(debemos recordar que Salem´s Lotde Tobe Hooper fue una miniserie, así que no corresponde a este apartado, si bien el propio King se equivoca en un momento a nombrarla entre las versiones cinematográficas de sus fantasías).  Sin embargo, ello lo hizo dejando de lado la autorreferencia y más centrándose en enumerar los aportes que hicieron sus directores a la hora de hacer sus propios aportes, con las adaptaciones que estos hicieron.  Igual llama la atención el hecho de que haya alabado aquí más de una vez a Stanley Kubrick, que tal como luego se supo (¿o acaso ya entonces era de dominio público?), no le gustó lo realizado por el inglés; lo que en más de una ocasión ha dicho sin tapujos, pese a que dicha cinta está considerada entre las mejores películas sobre uno de sus libros y entre las más grandes películas en la historia del cine mundial.

V. Impresiones personales.

     Sin dudas que Stephen King es mucho más que un escritor superventas, una “marca registrada” y uno de los autores vivos mayormente reconocidos a nivel mundial por sus trabajos, que le han otorgado varios importantes premios (si bien no falta quien no deja de ningunearlo, por considerar que la verdadera calidad estética es sinónimo de miseria económica y valoración post mortem de los artistas).  Pues gracias a este libro tenemos la oportunidad de conocer a otro Stephen King, al académico especializado en literatura.  Es así que este nos da una cátedra al respecto, aunque dejando de lado el elitismo de muchos estudios como este y acercando al lector común todo un mundo de maravillas y reflexiones. 
     Lamentablemente al ser una obra escrita hace ya un buen tiempo y al usar como base muchos títulos “bastante antiguos” y por ello mismo desconocidos para las nuevas generaciones (en especial en lo que concierne a cine y televisión), sería conveniente realizar una versión actualizada de esta obra o, en el mejor de los casos, una segunda parte.  Al respecto, no se puede olvidar que en lo que concierne al cine, fue justamente la década de los ochenta bastante esencial a la hora de que los filmes de horror cobraran mayor relevancia y surgieran muchos clásicos, entre los que se encuentran varias otras adaptaciones de la narrativa kingniana; asimismo, en materia de televisión tampoco es insignificante que recién en los noventa, sus series, miniseries y películas de corte terrorífico, solo entonces comenzaron a realizarse de manera más regular y comprometida con una mayor calidad.  De igual manera, para los amantes de los cómics, sería formidable encontrarse con la opinión de King sobre otras novelas gráficas que no sean solo las recordadas de la desaparecida editorial EC y otras de la Warren como Creepy o Eerie, que en todo caso son verdaderas perlas, pero que también han tenido dignos sucesores.



Neil Gaiman televisivo para gozo de sus seguidores.

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       La novela Dioses Americanos del escritor inglés (también importante guionista de cómics) Neil Gaiman, está considerada si no su mejor obra, sin dudas entre lo más brillante se su exitosa y galardonada carrera.  En pocas palabras, su argumento trata sobre la guerra en plena actualidad, entre los dioses del Viejo Mundo y los del Nuevo.  Estos últimos corresponden a aquellos surgidos de la fe de los hombres y mujeres en el último tiempo, debido al ascenso de las tecnologías; asimismo, se originaron (al menos como se da a entender de forma implícita) en pleno suelo gringo, lugar donde sin dudas medios como la televisivo y la Internet, por mencionar algunos, se masificaron.
      Con la emigración de los colonos a América vinieron también sus dioses y se quedaron entre sus fieles en tal lugar.  El encuentro entre deidades, aparentemente tan distintas entre sí, se hace inevitable, ya que las más antiguas se sienten recelosas de quienes las han destronado y las otras, menosprecian a sus predecesoras por considerarlas anticuadas.
      Entre medio de este enfrentamiento se encuentra Sombra, un supuesto hombre mortal común y corriente, que debe lidiar con todo esto; a su vez debe tomar partido por un bando u otro, como un peón o títere de las fuerzas en pugna, sin embargo este demuestra ser mucho más que otro ser humano más dependiente de la (buena o mala) voluntad de los dioses.
      Hace muchos años que leí el libro, mi segunda novela de Gaiman luego de disfrutar sus bellas historietas de Sandman...Así que no recuerdo mucho que digamos.  Solo tengo claro que la disfruté bastante.  Ahora hay una edición ampliada y/o mejorada de esta obra, que bien quisiera tener; mientras tanto debo remitirme a lo visto en su corta, aunque magnífica, temporada de solo 8 episodios, no hace mucho.  Así que tomaré como materia de análisis la adaptación y no el texto, que de seguro deben haber sus buenas diferencias entre una y otra.
      Cuando me enteré de que Sombra iba a ser interpretado por un actor negro «puse el grito en el cielo», porque tanto discurso «políticamente correcto» gringo con eso de la diversidad étnica, en actuales adaptaciones audiovisuales ya me parece exagerado (el peor caso...Spider-Man: Regreso a casa, como ya lo afirmé en su momento en el respectivo post).  Mi malestar para nada se trata de xenofobia, que no comparto esas ideas y a quienes duden de mis palabras, los invito a leer mis entradas sobre el recomendable cartoon de Static Shock y la hace poco estrenada cinta de Pantera Negra. Y es que mi malestar de aquel entonces tenía que ver, porque en un principio me pareció que un Sombra de color, no era congruente con la verdadera naturaleza de dicho antihéroe.  Pero estaba equivocado.


      Y es que muy inteligentemente en los guiones de la serie, algunos personajes hacen comentarios graciosos sobre la raza del protagonista.  La verdad es que analizando esta decisión del cambio mencionado, ahora me parece verosímil y hasta poético.  Pues  con todo esto Sombra se constituye en un símbolo del carácter mestizo de las creencias religiosas, una vez que se produjo el encuentro producido por la llegada de los conquistadores y los colonizadores amalgamándose con el rico material de su nuevo hogar.
      Teniendo en cuenta la existencia de este Sombra «más oscuro» (detalle que no deja de relacionarse con su mismo atípico nombre), cabe mencionar que igual el guapo actor que aquí lo interpreta, más bien tiene rasgos de mulato que de negro «100 %»; por lo tanto su misma apariencia mestiza encarna esta hibridación entre Viejo y Nuevo Mundo.
      De igual manera la belleza del actor a cargo del personaje, hecho que no deja de explotarse en la serie en más de una ocasión, con la ropa ajustada que siempre lleva o la falta de esta, acompañado por una fotografía adecuada vez que sale este en pantalla, sin dudas que viene a ser un plus para much@s a la hora de (re) evaluarlo.
    Igual, no puede dejar de llamar la atención la manera poco apasionada en la que Sombra asume muchos de los eventos extraordinarios que le toca pasar.  En la práctica el tipo es alguien flemático y bien pareciera tener Síndrome de Asperger, pues a diferencia de lo que se esperaría de el con tanto que le toca vivir, no destaca por ser alguien muy expresivo o sociable; a su vez asume lo sobrenatural con un relajamiento tal, sin mayor capacidad de asombro, que la duda respecto a su inteligencia, cordura o “normalidad” no deja de estar presente para más de alguien.  Además tampoco se trata de alguien que caiga simpático, que para nada tiene un carisma que lo haga acaparar la atención del público, salvo su enorme atractivo físico…Ahora bien, tampoco es alguien desagradable, tan solo no es la persona ideal como para tener una charla entretenida.  En ese caso, más interesantes vienen a ser sus coprotagonistas y unos cuantos secundarios, que en el mayor de los casos no terminan por desarrollarse aún en esta breve primera temporada, pero que prometen mucho para lo que está por venir.
     El siguiente personaje que llegamos a conocer más o menos bastante en esta historia o que al menos posee gran importancia dentro de sus acontecimientos, viene a ser el Señor Miércoles.  Uno de los viejos dioses, que no se trata de cualquiera, sino que de uno bastante famoso dentro de la cultura popular.  Es así que este, magníficamente interpretado por el veterano Ian McShane, consigue acaparar la atención del impávido Sombra, quien comienza a trabajar para él como una especie de guardaespaldas suyo.  Juntos realizan un viaje en el cual este anciano inmortal, siempre lleno de triquiñuelas que usa a destajo para conseguir sus propósitos, lo lleva a encontrarse con otras divinidades para conseguir su apoyo en la disputa bélica en ciernes.


      Luego tenemos a nada menos que a la esposa de Sombra, quien murió en circunstancias bastante “comprometedoras” y a la que una fuerza superior la regresa a la vida de una manera muy especial, para que se convierta en una especie de protectora del protagonista.  Cuando llegamos a conocer su historia, en especial gracias a un episodio centrado en ella, ya no nos cae tan mal como en un principio pareciera, luego de ser caracterizad como una mujer manipuladora. Y es que Laura resulta ser alguien lo suficientemente complejo, como para convertir sus intervenciones en algunos de los momentos más divertidos de la primera temporada.  Por otro lado, tras ser “en vida” una persona bastante práctica y superficial hasta cierto punto, luego con esta especie de nueva oportunidad que se le da, podría decirse que solo ahora esta mujer comienza a convertirse en una mejor persona (a su manera, claro) o a amar en verdad al buen hombre que traicionó.  Asimismo, al parecer esta es descendiente de un personaje lejos mucho más agradable, que llegamos a conocer en un hermoso capítulo.
      Por último, otro personaje al que se le otorga un papel destacado dentro de todo esto, aunque de seguro más adelante tendrá mucho más que entregar, viene a ser Mad Sweeney.  En el bando del Señor Miércoles, se trata de una entidad humanoide sobrenatural que en realidad no es un dios, aunque sí un ser mitológico… ¡Un leprechaun! En otras palabras, es un duendecillo irlandés que aquí se ve como un fornido hombre cercano a los cuarenta, pelirrojo, poseedor de una moneda de la suerte que por error suyo pierde y que se ve unido por más de una razón a Laura Moon.  Este no es la única criatura que sin ser una deidad, pero sí con su propia naturaleza mágica y poderosa, que aparece en la serie (tal como el ifrit, espíritu del fuego árabe, más conocido como genio, bastante singular que también podemos ver en esta recomendable adaptación de Dioses Americanos).
      Entre los nuevos dioses se debe destacar al Señor Mundo, a carga de un siempre joven Crispin Glover (el recordado padre de Marty McFly de Volver al Futuro), quien corresponde a la máxima deidad de todos estos seres y que viene a encarnar algo así como las tecnologías de punta.  El personaje promete mucho, pero lamentablemente no aparece tanto como se quisiera en esta temporada debut.  Al parecer se trata de alguien mucho más juicioso que el orgulloso Señor Miércoles, aunque como el resto de los más jóvenes dioses posee la misma falta de sublimidad y prepotencia de este panteón más moderno.
      Bastante interesante para los entusiastas de Gillian Anderson (la siempre amada agente Dana Scully de Los Expedientes-X) viene a ser reencontrársela acá como una irreconocible nueva diosa de los MassMedias (o medios de comunicación masivos, como el cine y la televisión), aunque hermosa como nunca, bajo la imagen de personajes icónicos del siglo XX, tales como la comediante Lucy Ricardo, las actrices Judy Garland y Marilyn Monroe y el cantante y actor David Bowie.  Luego de su participación como una patética psiquiatra en la llorada Hannibal, su intervención acá mucho más graciosa que recuerda sus excelentes momentos en tono comedia, de la mencionada serie creada por Chris Carter, demuestra como nunca su enorme versatilidad.

     En cuanto al resto de los viejos dioses que aquí salen, llama la atención que tras siglos ya viviendo en Estados Unidos, sus inmortales vidas han cambiado lo suficiente como para que en buen parte de los casos, sus tiempos de gloria ya no sean los mismos de antes; de este modo, muchos de ellos han tenido que adaptarse a la modernidad, tomando para sí identidades supuestamente de mortales y conviviendo con los humanos, al dedicarse a trabajos mundanos (aunque relacionados con sus antiguos atributos como entidades en el viejo mundo).  Este detalle nos lleva al tema de la importancia, que tiene la fe en nuestra sociedad y lo que pasa cuando se ha perdido la creencia en todos estos seres magníficos y en el valor de sus historias; de este modo, todo aquello que alguna vez fue valioso como pilar de una comunidad, al carecer ya de su otrora papel destacado, pasa a volverse si no común y corriente, algo insignificante (por esto mismo detalle solo la diosa Ostara, de la Primavera y relacionada con nada menos que con Cristo, se mantiene fuerte gracias al poder del sincretismo religioso propio del Cristianismo).  No obstante, cuando vemos a estos dioses en toda su gloria, aparecen en su mayoría como seres poco amables con sus creyentes, incluso crueles e incapaces de amar, ya que solo piensan en sus propios intereses; de este modo hombres y mujeres son meros peones que utilizan para su conveniencia (otro interesante detalle, que nos hace reflexionar acerca de todos los crímenes cometidos, por quienes ostentan la religión para defender sus ideales de supuesta justicia, poseedores según ellos de la única verdad).
     Otro aspecto bastante atractivo en esta serie, sin dudas para “gente con criterio formado”, viene a ser el tema del sexo, que se ve tanto presente en los seres humanos, como en los dioses.  Es así que tal como en las viejas historias de la tradición oral, unos y otros tienen sexo entre sí.  Luego, teniendo en cuenta la naturaleza de estas deidades, que tal como se dijo más arriba, tienden a usar a los mortales para sus propios fines, no faltan los ejemplos que de quienes a través del placer carnal someten a hombres y mujeres (ello en algunas de las escenas más impactantes del programa).  De igual manera, no faltan expresiones más amables de este intercambio entre dioses y humanos, donde también está presente algo más parecido a la verdadera compenetración entre dos sujetos que se desean.  Por supuesto que a estas alturas del partido, al estar presentes en el argumento dioses y personas del siglo XXI, que hacen uso de su sexualidad sin vergüenza, no solo nos encontramos con sexo heterosexual, sino que también homosexual (y este último, en otro de los momentos más “subidos de tono”, como además hermosos de la serie).  De igual manera es posible ver cuerpos femeninos y masculinos de gran belleza en más de una ocasión, con desnudos frontales y hasta erecciones, en un despliegue que incluye hasta osadas poses en un show artístico como este, que sin dudas rivaliza con lo exhibido por títulos como Spartacus y Sense8.
     Muchos de los episodios poseen una larga introducción que se refiere a la relación entre dioses y humanos, retratado ello a veces de manera descarnada, otras con una sensibilidad tal que resulta difícil no emocionarse.  Tal como queda claro con todo esto y con otras situaciones más, inmortales y mortales se necesitan, pues la felicidad de los primeros consiste en tener creyentes que los amen, teman y/o sirvan, mientras que los otros requieren de su fe para darle un sentido más trascendente a sus mismas vidas.  Sin algo en qué creer, sin ser valioso para otros, resulta imposible sobrevivir.
      El humor abunda en el programa de manera muy gratificante, así como el elemento gore.  Tampoco se puede dejar de mencionar la apertura tan potente y significativa del programa, hecha con mucha dedicación y belleza, la que juega justamente con la noción de esta colisión entre dioses viejos y antiguos.  Acá vemos imágenes relacionadas con varias creencias religiosas, incluso no falta la de Cristo mismo, que cuando la cámara se detiene en ellas, presenta la invasión o la inclusión de los elementos modernos en las creencias humanas.
      Por cierto, es una lástima que para ver lo que sucederá con todo esto, tengamos que esperar recién al año que viene, que por razones poco alegres (¡malditos ellos!), los responsables han decidido atrasar para 2019 su estreno.


                                                               Créditos de apertura.

Spielberg regresa a la ciencia ficción…y nos trae a Ernest Cline con él.

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      Quien adora los grandes clásicos de la ciencia ficción y la fantasía  hollywoodenses, desde las décadas de los setenta hasta comienzos del presente siglo, no puede obviar en su propia lista de imprescindibles la contribución de Steven Spielberg, ya sea como director, guionista o productor.  Tan solo con mencionar cintas suyas como Encuentros del Tercer Tipo, E.T.E.,  la tetralogía de Indiana Jones, las dos primeras cintas de Jurassic Park o su hermosa versión de un cuento de Brian Aldiss con Inteligencia Artificial, nos faltan varios títulos suyos más (y eso que estamos dejando de lado su cine más emotivo y de carácter realista).  Pues durante años este veterano cineasta que ya supera los setentena (y que aún mantiene esa alma de niño que tanto adoramos), se había alejado de los géneros que le dieron fama entre los más ñoños, hasta que en 2016 regresó a las obras de carácter infantil, a través de la adaptación de una de las novelas de Roald Dahl con El Buen Amigo Gigante.  No obstante solo este año y a pocos días de haberse estrenado mundialmente, su versión de la novela Ready Player One de Ernest Cline, viene a ser sin dudas su verdadera vuelta al tipo de cine que más echábamos de menos de él.
      El libro que hoy en día hemos visto llevado a la pantalla en una multimillonaria producción, cuyos responsables bien han sabido sacarle el provecho suficiente, mucho le debe justamente a lo realizado por Spielberg en aquel tiempo…Especialmente en los nostálgicos años ochenta, razón por la cual este era uno de los candidatos ideales  para llevarla al formato audiovisual.  Y es que esta obra de ciencia ficción, que toma además muchos elementos del ciberpunk, se trata de un increíble homenaje a la cultura popular de aquellos años, como igual al de otras épocas, a través de títulos y figuras icónicas salidos del cine, las series de televisión, los cómics, los viejojuegos y la música popular. 
     La trama de esta obra gira en torno al adolescente Wade Watts, quien bajo su avatar cibernético de Parzival anda detrás del llamado Huevo de Pascua, que le permitirá ser el dueño de la empresa más poderosa en su casi devastado mundo: OASIS, una industria que ha desarrollado una tecnología de realidad virtual tal, que en ella todo es posible y en la práctica toda la gente depende de ella como usuario.  Es así que dentro de la red, que implica un montón de mundos temáticos de todo tipo, debe superar junto a otros millones de participantes las pruebas para conseguir su objetivo, las que implican conocer y dominar las obsesiones del mismo creador de OASIS.  Entre medio se encuentran sus amigos, jugadores expertos como él y más o menos de su misma edad, además de una chica de la que termina por enamorarse y quien también le corresponde.  El cuadro no podría completarse sin la presencia de villanos, en este caso liderados por Nolan Sorrento, el mandamás de una organización tecnológica que busca conseguir el control de todo, a través OASIS misma.
     Ya en su momento me referí más o menos en profundidad al libro, que disfruté como pocos y cuyo post fue nada menos que mi entrada número 400; así que no ahondaré más en detalles acerca de esta tremenda historia y las virtudes de sus personajes.  Pero sí haré mis observaciones de rigor a esta adaptación, que me gustó bastante y que ahora me mueve a escribir estas líneas.
      En casi dos horas y media se nos presenta lo que hace unos años atrás Cline imaginó, como fanático de esos cientos o miles de referencias que son tan caras a muchos de nosotros.  Pues su opera prima no solo es una novela de ciencia ficción, que logra acaparar la atención de los amantes del género en su variante literaria, sino que es mucho más disfrutada por aquellos que adoramos estas mencionadas manifestaciones populares.  En el guión adaptado estuvo el propio autor, quien junto a dos compañeros en dicha labor, ayudó a mantener varios de los mejores elementos de su libro.  Redacto esta crítica como admirador de la novela en sí, quien como ya dije más arriba quedó muy contento con el largometraje a cargo de Spielberg, razón por la cual me es casi imposible no tener en cuenta las similitudes y diferencias entre texto y filme…Pero démosle mejor.
      En esta ocasión se redujo la edad de varios de los protagonistas del libro, esto es desde su protagonista hasta sus compañeros jugadores, quizás con ellos queriendo abarcar mayor cantidad de espectadores, al querer provocar la típica identificación con los personajes en cuanto a intereses.  De igual manera se suavizaron varios elementos del libro, entre ellos el del lesbianismo de uno de los personajes secundarios, optándose por darle una imagen andrógina.  No obstante a través de todo esto se convierte, sin dudas, a los más jóvenes en los héroes absolutos de la trama, quienes vienen a ser la esperanza como una generación llena de ideales, en medio de un mundo donde los adultos son los responsables de llevar al planeta casi a la perdición.  De este modo muchos de los mayores o bien son presentados como amenazantes o como personas preocupadas solo de su propio placer, mientras que son los menores quienes logran en realidad entender al siempre niño James Halliday, al darse cuenta de que hay un enemigo en común y que la lucha por conseguir el preciado Huevo de Pascua, en realidad consiste en obtener un mundo mejor para todos.
      Siguiendo con esta nueva oportunidad que representan los jóvenes, que no liderados, pero sí que acompañan a Wade en sus hazañas, esta adaptación hace hincapié en  la necesidad de trabajar unidos para conseguir un bien común.  Es así que Samantha Cook/Art3mis acá, a diferencia del libro, comanda todo un equipo que con ella busca derrotar a los malvados de IOI, quien luego decide aunar fuerzas con Wade y otros más para lograr todo esto.  En cambio los de la nombrada organización, ni con todos sus millones y empleados, pueden tener triunfos de peso, porque es solo considerando al otro como a un par que las victorias valen la pena.  De este modo, la cinta, mucho más que el libro, dentro de las virtudes que ensalza se encuentra la amistad, que junto a la solidaridad, el honor y la lealtad son los pilares para conseguir una vida plena, en medio de una sociedad corrompida por la apatía y la desesperanza.
      Fui a ver esta película junta a tres queridos amigos, Marlo, Luciano y Moncho.  Los dos últimos leyeron y gozaron la novela como yo y si bien nos dimos cuenta de los cambios que hicieron en el traslado a la pantalla grande de sus páginas, quedamos más que satisfechos; puesto que había mucho de ellas y entre los nuevos agregados, todo iba en consonancia con el sentido del texto mismo.  Aparecen un montón de personajes ficticios y obras tributadas por Ernest Cline.  No obstante prefiero darle la oportunidad a cada uno de descubrir cuáles aparecen en el filme, siendo que de seguro habrá que volver a verla y repetírsela, para encontrar otros caracteres que en un principio se le escaparon a uno.



                                         Reconozcan los afiches famosos que tributan estos otros.

     Hace rato que dejé de ser un fan de los videojuegos, pero reconocí varios dentro de los que salen en Ready Player One, que hasta mis primeros años de universidad ocupé muchas horas obsesionado, hasta altas horas de la noche frente a una consola...Eso sí, sigo amando al séptimo arte y por esa misma razón cuando los protagonistas entraron a la reproducción de una de mis cintas favoritas, fue cuando creí volverme loco de alegría ¿De qué título estamos hablando? Pues de nada menos que de El Resplandor, la adaptación de la novela homónima de Stephen King, que Stanley Kubrick hizo a principios de los ochenta y que tanto ha dado para hablar entre sus incondicionales, ya sea de esta obra misma, como de los de Kubrick, los de King y los cinéfilos en general.  En el libro esto sucede con otra película de esa época, aunque la elección en el cambio fue más que ingeniosa, gracias a toda la adrenalina que implicó la recreación de los horrores del malogrado Hotel Overlook.  Asimismo, hay una carga de terror entre medio, mezclada con el humor bastante presente en Ready Player One, que por mi parte me ha llevado a preguntarme si llevo al cine o no a mi sobrinito Amilcar a verla o espero un tiempo más (cuando le salga pelo en el pecho como bien me gusta decirle).
     Ver el largometraje que hoy nos reúne es toda una delicia para los sentidos, en especial con sus cuidados diseños, entre los avatares que usan sus protagonistas y que sin dudas representan cómo son en la vida real; también por el uso de “marcas registradas” y los distintos mundos y escenarios que aparecen.  Las escenas de persecución en la realidad virtual y en el mundo real, también ayudan harto a sumirse dentro de todo esto, que las pruebas por las que deben pasar los personajes son dignas de las grandes historias, que encontramos en los clásicos antiguos y modernos. Y con todo esto en el menú para degustar sin culpa, como todo un ñoño de corazón, se encuentra la importante presencia de un acompañamiento musical adecuado.  Es cierto que acá hay varias canciones ochenteras y de otros periodos, bastante famosas, pero un filme como este no puede dejar de tener una banda sonora incidental adecuada.  Al respecto, quienes manejamos el cine de Steven Spielberg, sabemos desde hace rato que en materia de “música para películas”, este ha trabajado en más del 90% de su filmografía con John Williams y sin embargo Ready Player One es una de las excepciones en la carrera de ambos.  La verdad es que considero que haya sido Alan Silvestri el encargado de llevar a cabo esta labor y no su colega, algo mucho más aceptable para este caso, ya que no solo está el destacado detalle de que fue este quien realizó el soundtrack de la recordada trilogía de Volver al Futuro, homenajeada por el auto que usa Wade como Parzival en OASIS, el mismísimo DeLorean, así como la escena del llamado “Cubo Zemeckis” y el uso de parte de la misma banda sonora de Silvestri para la primera de estas cintas; pues el músico también fue el responsable de muchas de las películas, que forman parte del ideario pop del cine ochentero.
     Esta película puede ser disfrutada por toda la familia y posee un público diverso, que como ya habrá quedado claro, llega a la gente teniendo en cuenta sus diversos intereses.  Es digna de verla más de una vez, que de seguro más de un detalle se nos escapa en una primera impresión; así que con tanta repetición y recomendaciones ya es todo un éxito, como también un futuro clásico del cine de ciencia ficción, que no deja de abordar los grandes temas de la vida.

                                                        
                                                                 Uno de los trailers.

El otro Gaiman de Vertigo (segunda parte): La Cruzada de los Niños.

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   El nombre de esta novela gráfica hace referencia a un oscuro episodio de la Edad Media, que pese a su carácter de leyenda, en realidad en toda su crudeza corresponde a un verdadero hecho que ocurrió durante el siglo XIII.  En pocas palabras, se trata de un intento más de rescatar la llamada Ciudad Santa de Jerusalén (por ser en ella donde nació, vivió, murió y resucitó Jesús para la cristiandad) a manos de los musulmanes; no obstante, en esta ocasión un gran número de menores realizaron un gran viaje desde Alemania y otras zonas de Europa, navegando por el mar con la intención de lograr lo que las armas no pudieron, que según uno o más supuestos niños “santos” afirmaron que el mismísimo Cristo les había revelado que ese era el medio para lograr la rendición.  Sin embargo, la mayor parte de los chicos murió en el camino y los que sobrevivieron el viaje por mar fueron vendidos como esclavos.  Así de triste.
     Era el año de 1993, cuando el ya prestigioso sello para adultos de DC, Vertigo, llevaba cosechando varios éxitos de crítica y público.  Dirigido por una dama con altura de miras, Karen Berger, se les ocurrió a sus responsables realizar algo nunca antes llevado a cabo en sus oficinas y siguiendo el ejemplo de las colecciones más clásicas de la editorial: anuales en las cuales sus series se unieran a través de una historia en común, de modo que sus personajes pudiesen interactuar entre sí.  Fue la única vez en que se hizo tal hazaña en todo Vertigo, encomendándose la tarea a Neil Gaiman, quien orquestó otra obra inolvidable, que no deja de plasmar muchas de las características de su prosa: una rica cultura general e ingenio para usar sus conocimientos al respecto como materia prima de sus ficciones, herederas de la más rancia fantasía inglesa y tradicional en general, un emotivo lirismo, humor, uno que otro agregado macabro y personajes memorables. 
     Este proyectó se orquestó hasta cierto punto para hacerlo colaborativo, no solo por el hecho de que, como era de suponer, el apartado gráfico estaría a cargo de un dibujante que fuese lo suficientemente capaz como para plasmar en imágenes los sueños y pesadillas del inglés, siendo en este caso Chris Bachalo, sino porque se invitó a otros dos guionistas, Alisa Kwitney (hija de nada menos que del famoso escritor de ciencia ficción Robert Sheckley y que posteriormente también fue editora de Vertigo), el connotado guionista Jamie Delano (que por entonces llevaba la cabecera de Hellblazer, uno de los mayores éxitos de la empresa) y el dibujante Peter Snejbjerg.  Los tres últimos participaron en la segunda parte de la saga y/o novela gráfica conocida como, justamente, La Cruzada de los Niños, ya que Gaiman solo se encargó de llevar a cabo la primera parte y escribió unos cuantos momentos de la segunda.

    
       No faltan quienes sostienen que esta es una obra irregular, debido justamente al cambio entre la primera y la segunda parte de sus escritores.  No obstante, para este humilde servidor la pérdida de calidad en la obra, más se debió al cambio de dibujante entre una parte y otra; y es que si bien considero que al arte de Bachalo no es muy de mi agrado, por los extraños rostros que dibuja, entre otros detalles que a veces pareciera lo hiciera todo muy rápido, su sucesor sí que tiene un trazo que cae en lo verdaderamente feo en muchas viñetas y que no es lo que uno esperaría para obra como esta.  Sin embargo, frente a la idea masiva de que La Cruzada de los Niños está incompleta por faltarle cierta cohesión, no hace mucho, en 2015 (hartos años después de que saliera publicada esta novela gráfica por primera vez), se le agregó nuevo material para llenar los supuestos vacíos en su argumento.   Esta versión “mejorada” tuvo el aporte de los guionistas Toby Litt, y Rachel Pollack, quienes contaron con los dibujos de Al Davison.  Para esta ocasión se realizó un tercer capítulo intermedio, de modo de hacer de nexo entre las partes originales y se redondeó el final.  Esta reedición del cómic que hoy nos reúne se llama El País Libre: un relato de la cruzada de los niños.
     El argumento de la obra que hoy nos reúne, que corresponde además a la segunda novela gráfica contenida en el primer volumen de Leyendas del Abismo, dedicada en su conjunto a algunos títulos escritos por Neil Gaiman para Vertigo, fuera de su trabajo en la serie de The Sandman, trata de lo siguiente: En un pequeño pueblo inglés han desaparecido todos los niños, quedando tan solo una muchachita que por fortuna cuando sucedió esto se encontraba de visita en otro lugar.  La niña con esa inocencia dulce que caracteriza a los de su edad (sí, Gaiman sin dudas también es capaz de construir personajes infantiles de gran verosimilitud), llega hasta lo que parece una casa abandonada, donde otros dos menores tienen su supuesta oficina de detectives privados para pedirle que encuentren a su hermano menor.  Los chicos a los que acude resultan ser mucho más que dos simples infantes, que juegan a ser como Sherlock Holmes (la historia ocurre en Inglaterra y el famoso detective creado por Sir Arthur Conan Doyle, no es el único de los investigadores literarios famosos en ser mencionados por el curioso par de amigos), quienes en efecto logran dar con el paradero del chiquillo y, como no, de los demás.  Es entonces que se descubre de una manera muy especial lo que en verdad pasó, llegando nuestros héroes a un mundo fronterizo entre nuestra realidad y otras, llamado el País Libre.

Algunas de las viñetas (de entre las bellas) de Chris Bachalo.

     Gaiman recrea de una manera muy especial el clásico cuento del Flautista de Hamelín, otorgándole a su origen un tono tétrico e incluso terrorífico, en una historia que para nada está dirigida a los más pequeños, puesto que como se trata de un cómic de Vertigo, hay violencia y muertes espantosas (sí, de niños, como no).  También el mismo País Libre nos recuerda bastante al País de Nunca Jamás, que aparece en las historias de Peter Pan, ya que se trata de un lugar habitado en exclusiva por menores de edad y donde estos viven sin la supervisión de adultos, libres de las preocupaciones de la vida “normal”.  En este sentido, una vez que se instala en la trama el conflicto entre volver a no a donde los adultos, donde sin duda muchos de los chicos sufrieron las injusticias cometidas por los mayores, resulta difícil que un lector crítico no vea detrás de esto un llamado a valorar la infancia y la negación a crecer (esta misma idea, hasta cierto punto, la veremos en su novela de terror infantil-esta vez sí escrita pensando en lectores pequeños- Coraline).
     La mencionada Cruzada de los Niños entra en escena, debido a que muchos de los chicos que en estas páginas aparecen estuvieron involucradas en ella.  Es así que en pequeños agregados se cuentan por separados las vicisitudes de varios de ellos, con una crudeza y también belleza que no dejan de impactar.
     En esta obra intervienen varios personajes infantiles de las colecciones Vertigo, que en esos momentos se estaban editando, partiendo por Charles Rowland y Edwin Paine (¡Casi tocayo mío!), los dos jóvenes detectives a quienes el propio Gaiman creó para uno de los arcos argumentales de The Sandman.  Asimismo, aparece Suzy, el retoño más pequeño de Orquidea Negra, junto a Timothy Hunter, protagonista de la igualmente famosa serie de Los Libros de la Magia(de quien se dice es una copia y/o inspiración el Harry Potter de J. K. Rowling), todos ellos salidos de la imaginación de nuestro querido escritor.  De igual manera. podemos encontrarnos con otros dos personajes infantiles más o menos famosos de las series Vertigo: Maxine Baker, nada menos que la hija del superhéroe Animal Man, Dorothy Spinner, miembro de La Patrulla Condenada y Tefé de La Cosa del Pantano.


El mundo del anime está de luto.

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     En el transcurso de esta semana que ya se acaba, el jueves 5 de abril, falleció a la longeva edad de 82 años el director y productor de animación japonesa Isao Takahata.  Tras su muerte muchos no podemos dejar de recordar esas obras, entre series de televisión y películas, que hace rato ya forman parte de algunos de los mejores recuerdos de nuestra vida.  Es así que en mi caso particular (y de mucha gente que conozco), desde mi más tierna infancia Takahata consiguió en más de una ocasión emocionarme con la belleza de sus creaciones, siendo una de las personas que logró encantarme para siempre con las historias y con el tipo de arte del cual sin dudas este fue uno de sus maestros.
     Más de una vez me han preguntado de dónde viene mi amor hacia la literatura o cómo fue que me interesé por la lectura, siendo que además provengo de una familia en la que generalmente salvo mi abuelito Daniel y mi tía Elsa maternos, no tenía quienes estimularan mi atracción al respecto…Aunque suene paradójico, fue la llamada “cajita tonta” la que me llevó a acercarme a los grandes narradores y sus obras, gracias a las producciones que vi desde muy pequeño en su pantalla y luego enterarme de que estaban basadas en libros.  Dos de esas ficciones en particular me impactaron demasiado, tanto por la belleza de su puesta en escena, como por el dramatismo que poseían y que para una mente sensible como la que tenía en aquel tiempo, se quedaron para siempre en mi memoria y corazón: las versiones en anime de dos clásicos infantiles de la literatura europea, Heidi (de 1974) sobre la novela homónima de Juana Spyri y Marco (de 1975) sobre el cuento De los Apeninos a los Andes contenido en el libro Corazón de Edmondo de Amecis.  Estas fueron los dos grandes shows que dirigidos en un principio al público menor edad, consiguieron demostrarme el verdadero poder de una historia potente, para llevarnos a través de la imaginación a otras realidades y, de paso, enseñarnos a conocer la vastedad de nuestra propia humanidad.
Me quedo con estas dos
grandes obras suyas.
     Ambos programas de más de 50 episodios cada uno fueron realizados por Isao Takahata, quien  los dirigió, participando junto a su amigo Hayao Miyasaki y luego socio con quien con posterioridad fundó el famoso estudio Ghibli en 1985.  Mis coetáneos o que ya tienen más de tres décadas (o cuatro)  en este mundo, bien saben de qué tratan Heidi y Marco.  La primera de ellas nos cuenta las vivencias de una dulce niña huérfana, cuya tutora, su única tía consanguínea, la deja junto al otro familiar vivo que le queda, su abuelo, viviendo en los Alpes suizos.  La mujer que no tiene mayor apego por la pequeña ha tomado esta decisión, porque es la única manera que tiene para acceder a una buena oportunidad de trabajo; sin dudarlo en la práctica abandona a la chiquilla, con un hombre que ni siquiera la conocía, pues este era famoso por ser un cascarrabias y casi un ermitaño, habiendo perdido relación con su hijo, el padre muerto de Heidi.  El viejo no tiene elección y la acepta a regañadientes, siendo que en contra de su voluntad el amor de la niña comienza a convertirlo en una mejor persona, volviéndose ambos una verdadera familia feliz.  No obstante el drama llega hasta ellos, cuando la tía Dette regresa para llevarse consigo a Heidi, ya que según ella ahora  puede darle una buena educación y comodidades en la ciudad; pero la verdad de todo es que quiere que su parienta acompañe a Clara, una niña inválida de una familia pudiente para la que esta trabaje.  Pese a todo Clara posee de igual manera un corazón noble y las muchachas se hacen amigas, aunque viven bajo la sombra de la amargada y estricta institutriz señorita Rottenmeier, quien les hace pasar varias penurias.  Mucho pasa en esta historia llena de personajes inolvidables y que a más de un niño y adulto en su momento (como en el presente), les partió el corazón hasta las lágrimas.
     Marco es la historia de otro chico, esta vez de un italiano nacido en el seno de una familia cariñosa, aunque con serios problemas económicos; es así que sus padres toman la determinación de que la madre acepte un trabajo, puertas adentro, nada menos que en Argentina, viajando hasta tan lejano lugar para ellos.  Los que se han quedado sin la matriarca aprenden a vivir sin ella, quien al menos les envía cartas de manera regular, hasta que un día estas dejan de llegar y entonces el temor de haberla perdido para siempre se cierne sobre ellos; es así que el voluntarioso Marco decide emprender un peligroso viaje para ir en pos de su madre, en la práctica sin dinero y nada más que su valor y el enorme amor que siente hacia su progenitora.  En el camino se encuentra con un montón de personajes increíbles, entre nuevos amigos que le ayudan en su odisea y otros para nada de fiar.
      De niño me gustaba cantar (y dicen que lo hacía bien), habiéndome aprendido la hermosa canción de los créditos de apertura de Marco,que realizó la compañía encargada del doblaje al español para Latinoamérica.  Formaba parte de mi repertorio junto con los temas de Candy, Candy y las canciones del grupo de música infantil Mazapán, que interpretaba para las visitas que venían a casa, así como cuando participé en un concurso de canto en uno de los colegios en que estudié en la enseñanza básica (¿Les conté esa historia ya?). Aún me la sé y a veces la canto (ya no con la voz angelical de ille tempore) cuando me llega la nostalgia.


                                                    La inolvidable intro latina de Marco.

     Otras series que realizó Takahata fueron Lupin III (1971) que nunca vi, pero que sí tuve el agrado de conocer a su protagonista gracias al filme de Hayao Miysaki El Castillo de Cagliostro (1979).  De igual manera suyo es otra adaptación a este formato de Ana de las tejas verdes, también sobre una obra literaria infantil europea, aunque lamentablemente todavía pendiente para mí.
      Amparado por el legendario estudio de animación nipón de Toei, en 1969 estuvo al mando de su primera película, Las aventuras de Hols: Príncipe del Sol.  Su argumento gira en torno a un chico cercano a la preadolescencia, que consigue una espada mágica, tras quitársela a un gigante de piedra que la tenía clavada como si se tratara de una espina en su tremendo cuerpo.  Esta arma de carácter místico le permite enfrentarse a los enemigos de su pueblo aislado de la civilización, en un mundo propio de la fantasía épica de ambientación más o menos europea.  El filme lo vi hace años, en el cual más encima también participó Miyasaki, y me gustó mucho por su tono clásico, con esa animación de antaño que aún en aquellos tiempos era tan cuidada.  Ya es tiempo de que la vuelva a ver y ahora la disfrute junto a mi sobrinito Amilcar.
      Las aventuras de Panda y sus amigos (1972) y Goshu, el violoncelista (1982) aún no las he visto, siendo que la segunda de ellas hace rato que la tengo.  Como ambas son de carácter familiar, supongo son ideales para seguir mostrándole a mi regalón buen cine de este tipo, que no todo son superhéroes ¿Cierto?
      5 en total fueron las cintas que hizo Takahata para Ghibli, siendo lejos la más famosa (que no sé si la mejor), la primera de ellas: La tumba de las luciérnagas (1988).  Basada en la novela de un compatriota suyo, pese a tener de protagonista a dos hermanitos, un niño (el mayor) y una niña (la menor), para nada es una obra como para ver con los más pequeños ¿Por qué razón? Pues debido a que pese a lo hermoso de su factura y el tremendo guión que posee, es un terrible drama sobre estos, en medio de un Japón devastado por la Segunda Guerra Mundial.  Desde un principio sabemos al comenzar este largometraje, que lo contado en ella nos estremecerá, ya que tras encontrarnos con uno de sus dos protagonistas sumido en la miseria y la soledad, la narración se remonta a su pasado y que primero se presenta como una efímera Edad Dorada para este y su familia.  Los horrores del conflicto bélico, en el que los niños son las víctimas de los errores de los grandes, los convierten en unos de los tantos huérfanos de la guerra.  Sin embargo se tienen a ambos para superar todo y pareciera que el amor entre ellos puede derrotar la desgracia del medio en que viven; no obstante, como se trata de una obra que pretende retratar de manera descarnada este momento del orgulloso Japón, pese a toda su poesía visual y a cierto elemento sobrenatural, no basta con ello y los niños poco a poco van cayendo en el pozo que los adultos han ido construyendo con sus egoísmos.  Bajo estos hermanitos se haya presente el símbolo de la esperanza de las nuevas generaciones de su país que, tal como la de otros pueblos que han sufrido la guerra, estuvo a punto de perderse.  Sin dudas que cicatrices así quedan para siempre en la piel de un pueblo y su gente.  Creo que es imposible no sobrecogerse con esta película, que está considera entre lo más sublime del séptimo arte japonés.  Por otro lado, todo es más doloroso, porque los niños que protagonizan esta historia están caracterizados de tal manera, que en efecto uno haya en ellos la delicadeza, inocencia, felicidad y desamparo que solo en ellos podemos hallar. Por último, su música es igualmente de conmovedora.


                                                   Tráiler de La tumba de las luciérnagas.

     En 1991 se lanzó Recuerdos del Ayer, que aborda el viaje físico y espiritual, este último a través de la memoria, por parte de una veinteañera, a su pueblo natal para tomarse unas vacaciones.  El contraste entre el Japón de la ciudad y moderno, con el del lugar que vio nacer a la protagonista, aún anclado a muchas de las tradiciones del país, presenta un tema caro a las películas de Isao Takahata en sus trabajos para Ghibli: la valorización de la vida sencilla, bucólica o de fuertes lazos familiares entre sus personajes, que ya en La tumba de las luciérnagas encontramos.
     Mucho más conocida y valorada entre sus seguidores y cinéfilos amantes del anime, viene a ser Pompoko (1994), filme que en sus elementos panteístas y/o sintoístas (o ecologistas, si queremos usar un término más sencillo y conocido por todo el mundo), recuerda bastante al de su compañero Miyasaki.  Es así que tomando conceptos propios de la mitología japonesa y su folclor, tiene como protagonistas a un clan de mapaches, que para sobrevivir a los avances del mundo de los humanos, que están arrasando con su ecosistema, deben hacerse pasar por hombres e involucrarse en una guerra contra estos, con el propósito de defender su tierra.  Entremedio se encuentros los más astutos zorros, con poderes parecidos a ellos, pero que han optado por vivir con la humanidad camuflados (hasta cierto punto renegando de su naturaleza animal).  No puede ignorarse el discurso de defensa de aldeay menosprecio de ciudad, que además haya su reflejo en tantos casos parecidos, donde pueblos autóctonos y culturas nativas, han sufrido por los adelantos de la modernidad.
     De 1999 data Mis vecinos los Yamada, una obra que se supone en un principio una comedia acerca de una familia tradicional moderna japonesa, realizada en base a pequeños gags y que tienen a distintos de sus miembros como protagonistas, así como usando una animación más básica y caricaturesca que otros trabajos del estudio.  Bien puede ser considerada como el título menos logrado de su director, como también de Ghibli, aunque no por ello deja de provocar más de una risa y llevarnos a una que otra reflexión; por otro lado, no es despreciable su carácter satírico sobre cómo era la sociedad nipona en aquellos tiempos y que pese a su carácter costumbrista, puede reflejar lo que pasa incluso en familias de otras culturas.
      Alrededor de una hora no más me terminé de ver El cuento de la princesa Kaguya (2013), la despedida de nuestro sensei cuando ya sobrepasaba los setenta años de edad.  Basada en una historia tradicional de su nación, es una cinta en verdad preciosa y de más de dos horas de duración, que regresa a Takahata a las temáticas fantásticas, aunque sin dejar de lado su interés por el apego al costumbrismo japonés.  Tuve el gusto de verla con Amilcar, que me la descargué en HD en un excelente doblaje hecho en México, para que mi niño la pudiese apreciar sin problemas y pese a que en determinados momentos su ritmo pausado a ratos lo sobrepasó, no dejó de acaparar su atención (así como la de este mismo servidor).


                                              Tráiler de El cuento de la princesa Kaguya.

     Es la historia de una niña encontrada por un anciano campesino de las montañas, en medio de una caña de bambú.  La muchachita vestida como una princesa tradicional cabe en las palmas de sus manos, pero luego se convierte en un bebé de tamaño normal y rápidamente comienza a crecer hasta llegar a la adolescencia.  En la montaña su vida es feliz junto a sus padres adoptivos (que no dejaron de acordarme hasta cierto punto a Pa y Ma Kent, de los cómics de Superman), llegando a formar parte de un grupo de amigos en el cual ella es la única chica y donde el líder es un chico mayor, lo que a todos nos hace creer que entre los dos habrá un romance.  Sin embargo, todo cambia cuando la introducción de nuevas maravillas provenientes del mismo bosque de bambú, de donde la niña apareció, hacen que ambos padres se vayan con ella a la ciudad para darle una vida de lujos y convertirla en la princesa que pensaban estaba destinada a ser.  Allí varios hombres poderosos pretenden su mano, aunque la protagonista nunca vuelve a ser dichosa como antes, con lo que comienza el drama.  Con posterioridad se revela el origen de Kaguya, que trae más penas que nunca.
     Ambientada en el Japón feudal más o menos, esta obra trae a colación varios temas interesantes a tener en cuenta, muchos de ellos ya trabajados por su autor como las nociones de la familia, el respeto hacia la naturaleza y el apego a la vida sencilla.  Pero también es grato encontrar en ella la noción acerca de la búsqueda de la felicidad, que en algunos personajes se encuentran en la libertad para ser uno mismo sin trabas (como bien sucede con la protagonista) o los bienes materiales (el padre adoptivo de Kaguya). 
      Asimismo, la recreación de las tradiciones y costumbres de un Japón antiguo tan exótico y atractivo a muchos ojos gaijin (extranjeros en lengua nipona), viene a ser otra de sus virtudes, tal como resulta ser valioso el acompañamiento musical, que esta vez estuvo a cargo del connotado compositor Jao Hisaishi (habitual colaborador de Hayao Miysaki); respecto a la banda sonora, acá encontramos además varias canciones tradicionales de su país, que ayudan a conocer mejor la enorme riqueza cultural del País del Son Naciente.
       Por último, el desenlace de este largometraje es sin dudas inesperado, bello y hecho con tal delicadeza, que junto a La tumba de las luciérnagas,cierra el círculo con lo mejor de Isao Takahata para su paso por Ghibli.

Precioso homenaje en cómic a Isao Takahata.

¿Lo menos «bueno» del Arrowverse?

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     Hace unos dos años atrás más o menos se estrenó, tal como decimos en Chile, la serie de televisión DC` Leyends of Tomorrow y que con un nombre tan ostentoso (que además por primera vez en la historia en materia de programas basados en cómics deceístas, incorporaba en su título el nombre de la compañía de la que sacaron muchos de sus personajes) prometía bastante.  La verdad que, tratando de ser objetivos y sinceros, el show entretiene... ¡Pero sin dudas que sus responsables no se han esmerado mucho en mantener un nivel lo más óptimo posible!
       Vamos por parte:
       Tras el final de una igualmente irregular primera temporada, en el que se incorpora el potente concepto de la Sociedad de la Justicia (en relación al grupo de superhéroes de la Edad de Oro de los cómics, o sea, de la década de los cuarenta), a principios de esta segunda temporada logramos conocer a sus miembros.  Es así que aparecen personajes como Star Girl, Doctor Medianoche, Obsidian y el Comandante Acero, entre otros.  La verdad es que esta elección de sus miembros corresponde a una mezcla de justicieros estos cómics, que para nada vemos a los personajes originales de su reparto (a diferencia de lo más emotivo que se hizo hace algunos años atrás en Smalville, donde sí se fue más acertado al recrear a este importante equipo). 
        Más encima, salvo el último de los mencionados en la lista de arriba, estos no resultan ser muy carismáticos que digamos; incluso se podría decir que les falta misticismo.  Luego, ya avanzada la segunda temporada, se trata de darles cierta relevancia por separado, a razón de un episodio por cada uno; no obstante solo el llamado Comandante Acero logra echar raíces en el corazón de los espectadores.
       Un caso aparte a la hora de evaluar a estos descafeinados paladines, viene a ser el aquí misterioso Obsidian, que luego nos damos el gusto de enterarnos que está interpretado nada menos que por el veterano Lance Henricksen (sí, el mismo protagonista de esa verdadera serie de culto que es Millenium).  Pues, aunque solo mencionado de pasada, pero nunca presentado visualmente, se hace referencia casi de manera indirecta a la homosexualidad de este (algo proveniente de las mismas historietas de las que proviene).  Aunque solo sea algo anecdótico en el guión, no deja de verse como un detalle más a favor de la comunidad LGTB, que en el Arrowverse tiene bastante más presencia que otras franquicias de la TV.
    No hay que olvidar que estamos esperando un espectáculo de superhéroes, que de tal concepto nacen producciones como esta.  Es así que un punto importante al respecto, vienen a ser los mismos trajes de sus protagonistas.  

En esta decepcionante Sociedad de la Justicia, Star Girl pareciera que usa un pijama de verano, encontramos a un
aburrido Doctor Medianoche Negro, un Obsidian y Comandante Acero con los peores trajes y un Hourman, que ni parece Hourman (solo Vixen se salva).

     Desde el estreno de Batman Inicia de Christopher Nolan, que viene esa idea de quitarle el supuesto aire ridículo a héroes y villanos con sus trajes coloridos y ajustados, algo que lamentablemente elimina un detalle importante dentro del subgénero.  La verdad es que este supuesto realismo de muchas de las adaptaciones que encontramos hoy en día, viene desde antes del comienzo de la famosa trilogía sobre el Murciélago; pues lo encontramos en la primera entrega de la saga cinematográfica de los X-Men.  No obstante en DC` Legends of Tomorrow, pareciera que quisieron olvidarse (casi) por completo del asunto de los trajes, pues acá los únicos que se ve con algo de este estilo, vienen a ser Atom (y que en su caso particular corresponde a una armadura) y Firestorm;  en cuanto a Rip Hunter, este otro también posee algo parecido a un atuendo propio de las historietas, pero es tan desabrido en su diseño, que parece un traje que uno pudiese comprar en cualquier parte.  Un caso singular viene a ser el de Acero, quien luego de adquirir sus poderes obtiene también un ropaje bastante atractivo… ¡Y que solo se lo pone unas dos veces no más! ¿Cuál es la idea de todo esto? ¿Hacer más “serio” el programa? ¡Por favor, de qué estamos hablando! Vixen solo usa el suyo (una variación del visto en la cuarta temporada de Arrow,en su descendiente) y Canario Blanco, como también Mick Rory (ya nunca más le vuelven a llamar Onda de Calor…Si es que alguna vez usó ese nombre dentro del Arrowverse) andan por ahí como cualquier hijo de vecino.
     En cuanto a lo usado por Comandante Acero, pues no puede ser más feo, que en cualquier convención podemos encontrarnos con cosplays lejos muchos mejor diseñados que este.
     En cuanto a los villanos, Flash Reverso varias veces sale en pantalla con su vestimenta ya conocida, pero por lo general aparece con la típica tenida de cuero que en el Arrowverse han usado, reusado y abusado en sus títulos; más encima, en aquellas ocasiones lo muestran a rostro descubierto, siguiendo esa tendencia que pareciera ser sacada de los bloockbusters marvelitas hechos por Disney y que en realidad data del filme sobre Daredevil, que se hizo la década pasada cuando mostraron al asesino Bullseye. 
      Mucho de lo afirmado más arriba, quizás se deba a la orientación de ciencia ficción que se le ha querido dar a esta serie, puesto que a la larga se ha transformado en una trama sobre viajes en el tiempo y ello gracias a la tecnología futurista de sus protagonistas.  Es así que estos se las pasan viajando de una época a otra entre un capítulo y otro, tratando de corregir lo que ellos llaman aberraciones, correspondientes a errores de la continuidad temporal que a menos que se arreglen, cambiarían por completo la realidad.  No obstante en vez de aprovechar la riqueza del panteón deceísta, utilizando a muchos de sus clásicos personajes, por mucho que tengan un trío de villanos (y luego un cuarteto), se desperdicia.  Solo la reaparición del vaquero cazarecompensas Jonah Hex, responde a lo que muchos seguidores de DC esperaríamos de un programa como este.  
      La cantidad de episodios menor a la del resto de las series del Arrowverse (16, 17 y 18 capítulos respectivamente a lo largo de sus 3 temporadas ya emitidas), podría dar la impresión de que ello se debiera a lo caro de su producción (quizás, en parte, por la inversión para ambientar una distinta era y/o cultura entre un viaje y otro).  Sin embargo, al tener en cuenta los efectos especiales, más de una vez estos resultan lo suficientemente defectuosos como para poner en duda, otra vez, la preocupación que le han puesto los productores al show para otorgarle calidad.
      Incluso hay quienes sostienen que muchas de sus actuaciones son deficientes, aunque por mi parte no las encuentro malas; no obstante debo reconocer que en otros títulos de la saga, quizás debido al mayor dramatismo de sus guiones, he visto mejores desempeños histriónicos (que si lo comparo con algunos de los trabajos hechos para las producciones de Netflix sobre Marvel o en Gotham, sin dudas que el título que hoy nos reúne sale perdiendo más todavía).
       En todo caso hay cosas interesantes en DC` Legends of Tomorrow, como la incorporación de la abuela de la heredera del medallón místico africano y usado por la primera Vixen que conocimos en Arrow, así como la del superhéroe principiante Acero.  De la versión que sale acá de la Sociedad de la Justicia no hablaré más, que la verdad me esperaba más al respecto y lo mejor que tuvo fue que de sus filas salió la mencionada Vixen del pasado.  Sí más interesante viene a ser el uso dentro de la trama, de la llamada Lanza del Destino, objeto mágico relacionado con leyendas cristianas que en los mismos cómics de la Sociedad de la Justicia posee importancia (igual no deja de ser atractivo, que al tratarse del arma que supuestamente se enterró en el costado de Jesús durante su crucifixión y que luego los personajes busquen un recipiente con sangre de Cristo, apareciera más o menos un inesperado transfondo religioso en la serie).
     Los viajes en el tiempo también nos dan algunos momentos medianamente gloriosos para esta decepcionante segunda temporada, como lo son el uso de algunos personajes históricos, tales como J. R. R. Tolkien, un Albert Einstein bastante mujeriego y un joven George Lucas (todavía con nosotros, je).
      El episodio dedicado a la trilogía crossover de Invasión dentro del Arrowverse no está mal, aunque en lo que concierne a las subtramas de esta segunda temporada, lo mejor viene a ser todo lo concerniente a la desaparición de Rip Hunter durante varios capítulos y su posterior regreso con varias consecuencias inesperadas; de igual manera el retorno de Leonart Snart/Capitán Frío, que no como personaje principal, sino que como recurrente y esta vez como “malo” otra vez, también resulta gratificante y en especial hacia el final de la temporada, con una increíble revelación sobre su propia redención.
     Hay mucho humor en el programa, si bien este carece del ingenio que podemos ver en The Flash. Como ya dije más arriba, uno puede pasarla bien con la serie, pero le falta mayor elaboración, que a veces aburre y cansa… ¿Le daré una nueva oportunidad en su tercera temporada?  


Robert Howard es mucho más que Conan (tercera parte).

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¿Más de Solomon Kane?

      Existe otro cuento escrito por Robert Howard que tiene como protagonista a Solomon Kane, titulado originalmente como La llama azul de la venganza y que luego fue renombrado como Aceros de la hermandad.  No obstante esta historia no se encuentra en el tomo de Valdemar que poseo, pues no solo fue publicado póstumamente a la muerte de su autor, sino que según el responsable de la edición que poseo se trata de una obra de escaso valor literario y que más encima no posee elementos sobrenaturales, si bien con posterioridad otro escritor (ignoro quién) le introdujo un monstruo lovecrafniano.  Gracias a los milagros de Internet, me encontré con un compilado de todos los escritos que tienen al puritano como protagonista, incluyendo esta historia de piratas y 3 más cuyo verdadero origen desconozco; sin embargo, como sospecho acerca de su procedencia, salvo la obra mencionada, no me he entusiasmado aún por leerlas.  Agradecería si alguna alma gentil me instruyera al respecto, a ver si a futuro escribo un nuevo post dedicado a Solomon Kane.

Sonya la Roja.

    Y ahora, por fin, es el momento de revisar el cuento “de regalo” que mi preciado tomo de la saga de Solomon Kane trae para regocijo de los fanáticos de Robert Howard: el cuento histórico La Sombra del Buitre, en el que aparece nada menos que Sonya la Roja de Rogatino, guerrera de temer y que fue supuestamente el único relato original de su creador en el que esta aparece; no obstante mi amigo y colega bloguero Tomás Rivera, me dijo en un comentario suyo que “(…) aparecería también en un relato de Bran Mak Morn. Se ve que Howard no tenía muy claro en qué época histórica ubicarla”.  Ojalá tenga la oportunidad de conseguirme todas las historias de este otro, para comprobar por mi cuenta las palabras del experto Tomás (que para nada las pongo en duda).
     Desde niño, más o menos, que conozco a la colorina espadachina, siendo una de las primeras heroínas que a tan temprana edad se ganaron mi completa devoción (lo admito sin tapujos una y otra vez: los personajes femeninos aguerridos son mi debilidad).  Sin embargo la versión que conocía de esta era una bastante libre respecto a su identidad literaria, ya que tenía la imagen de la película ochentera (y de la que les hablaré dentro de poco), como de la adaptación de los cómics Marvel, que la trasladaron a la Era Hiboria, la misma de Conan, para darle mayor espectacularidad y aprovechar el éxito de las historietas del cimerio.
     Pero mejor vamos por parte.


     La Sombra del Buitre es un impresionante cuento ambientado en pleno siglo XVI, durante el llamado sitio de Viena, en el cual el entonces poderoso imperio turco-otomano aparece arrasando con todo a Europa y que estuvo en la práctica bajo sus pies.  La descripción detallada de la contienda, utilizando personajes históricos y otros de propia invención de Robert Howard, para llevar a cabo una muy entretenida narración, dejan claro más que nunca su enorme talento, versatilidad para incursionar en distintos géneros literarios con soltura y enormes conocimientos como autodidacta.  Los enormes detalles que le dan verosimilitud al argumento, se conjugan con la introducción de personajes salidos de la enorme imaginación del texano, quien nos demuestra con esta joyita que en la vida real (y en el pasado más encima) también podemos encontrar a sujetos admirables por su valentía en el campo de batalla, como también otros rastreros que sin dudas vienen a ser la inspiración para sus propias fantasías épicas.
      En medio de esta contienda se encuentra el caballero Gottfried von Kalmbach, quien tras las últimas derrotas del ejército en el que ha servido como mercenario, decide abandonar la lucha antes de la devastación final y como consecuencia de ello pierda la vida.  Sin embargo el destino lo lleva a  retractarse y volver con más pasión que nunca a la lucha contra el enemigo.  Justamente en este cambio de actitud, se encuentra la presencia de la amazónica Sonya la Roja, una mujer como nunca antes había conocido y quien pelea en la contienda con tal ferocidad que muy pocos hombres lo poseen.  La atracción sexual entre estos dos es inevitable, otorgando al relato cierto grado de erotismo, que junto a su violencia gráfica, no dejan de llamar la atención teniendo en cuenta la época en la que fue escrito (1934).

     “Se trataba de una mujer, vestida de una forma que von Kalmbach no había visto siquiera entre los petrimetres de Francia.  Era alta, de formas espléndidas, aunque ágil.  Bajo el caso de acero, se le escapaban bucles rebeldes que formaban rizos de un color rojo dorado al resplandor del sol y que caían sobre sus hombros fuertes.  Altas botas de cordabán le cubrían hasta medio muslo, envuelto en bombachos.  Vestía una fina cota de malla turca, metida en esos calzones.  El fino talle ceñido por una fina faja de seda verde, de muchas vueltas, dentro de la que portaba un par de pistolas y una daga, y de la que colgaba un largo sable húngaro.  Y por encima de todo ello llevaba, al descuido, una capa escarlata.
     Aquella figura sorprendente estaba apuntando el cañón, con una soltura que denotaba algo más que un conocimiento superficial, a un grupo de turcos que se aplicaban a una cureña, justo a tiro.”

     Esta no fue la única mujer de armas de tomar que apareció en los escritos de Robert Howard, que también es famosa dentro de sus creaciones la pirata Belit, para quien trabajó el mismísimo Conan y fue su amante.
     El contraste entre el melancólico (hasta cierto punto) germano y la más colérica Sonja, pese a sus diferencias provoca una interesante dupla, que tal vez si su autor hubiese vivido más u otros continuasen las andanzas de la pareja con nuevas aventuras suyas, podría dar otras perlas de la narrativa de aventuras.
     De forma paralela a las hazañas de nuestros héroes y la descripción de la desolación (y desesperación) en la que se encuentra Viena, el relato se centra en la propia corte de Suleimán el Magnífico, detallando un mundo que no solo viene a parecernos exótico, sino que nos recuerda aquellas culturas ficticias propias de los relatos del mencionado Conan.  Dentro de las páginas dedicadas al bando de los turcos, se encuentra la figura del siniestro Mikhal Oglu, líder de la fuerza de elite emperador, temido por su crueldad y quien viene a ser el principal antagonista de Gottfried y Sonja, siendo este el buitre que menciona el título del cuento.

Los cómics.

La Sonja la Roja comiquera clásica de Marvel y otra más moderna de Dynamite.

      En 1973 renació para las viñetas la colorina guerrera dentro de la primera colección de Conan, como complemento y contrapartida femenina de este; no obstante luego ganó notoriedad entre los lectores, en especial por su sensual imagen con un pequeño bikini metálico, que deja apreciar bastante su atractiva figura, a la par de su bravura y atractiva personalidad.  Se cambió la grafía de su nombre de Sonya a Sonja y se le otorgó como patria al pueblo de Hirkania.  En el guión el responsable de esta nueva identidad suya, se encuentra nada menos que un guionista veterano como Roy Thomas (quien para entonces no solo llevaba el precioso trabajo de adaptar a Conan y a buena parte de los escritos de Robert Howard a la historieta, sino que había sido nada menos que el sucesor de nada menos que Stan Lee, tras dejar este la escritura de los cómics de Los Vengadores, así como también con los X-Men) y al dibujante Barry Windsor-Smith (quien con posterioridad en 1993, sería el autor de una de las novelas gráficas más celebradas y emotivas de Wolverine: Arma-X).

La película.


     1985 fue el año en el que se estrenó como una más de las tantas producciones del legendario Dino de Laurentis, la versión cinematográfica sobre los cómics de Sonja la Roja.  Pues aprovechando el éxito de los dos filmes realizados sobre Conan, teniendo de estrella a Arnold Schwarzenegger, se quiso probar suerte con este otro personaje.  Para este proyecto se contó con la entonces debutante Brigitte Nielsen, a quien lamentablemente su belleza no logró opacar sus escasas virtudes histriónicas.  Esta fue acompañada por la estrella Schwarzenegger, cuyo papel no podía tener menos peso dramático, al aparecer dos veces en escena como casi por arte de magia (sin mayor razón), que no sea ayudar a la protagonista y luego transformarse en su pareja romántica.  Además encontramos acá a la sí talentosa Sandahl Bergman, como la villana de la historia, una reina obsesionada con la magia y el poder, así como despechada con la pelirroja guerrera… ¡Tras no aceptar esta sus intenciones lésbicas! (tema que igual es sugerido en esta obra medianamente de carácter familiar, si bien un espectador con “criterio formado”, con facilidad se puede dar cuenta de ello). Es así que el desempeño de la Bergam, quien hizo de Valeria, la compañera amorosa del cimerio en Conan el Bárbaro, brilló sin dudas en la actuación por sobre sus dos coprotagonistas.
      Siendo que esta película está centrada en la hirkaniana, los productores se aprovecharon de la fama de Schwarzenegger, poniendo su nombre al principio de los créditos, por sobre la Nielsen.  De hecho en Latinoamérica (o al menos en Chile), como también en España, fue estrenada como El Guerrero Rojo, tal si fuese Kalidor el protagonista y no Sonja.
      Dirigida por Richard Fleisher, quien hizo ese mismo año Conan el Destructor y ya tenía una inmensa carrera a cuestas tras las cámaras, en exitosas cintas de muchos géneros, contó con la preciosa banda sonora de Ennio Morricone (casi tan épica como la llevada a cabo por Basil Poledouris, para Conan el Bárbaro).  No obstante posee una trama simplona, pero aun así puede ser encantadora, si se detiene uno a valorar otros aspectos suyos.  Pues aparte de la mencionada banda sonora de Morricone (¿Tal vez uno de sus mejores trabajos?), se debe destacar la presencia de dos personajes, que en un principio aportan una cuota de humor a la trama (un niño príncipe y su fiel guardián, únicos sobrevivientes de una antigua y orgullosa civilización, devastada por la mala de la película), quienes igual poseen más de un momento de cierta sublimidad en el argumento.  A ello también se deben agregar preciosos paisajes y en especial escenarios artificiales, que mezclados con la naturaleza en la que fueron insertados, dan la idea de una antigüedad y de un gigantismo tan habitual en la narrativa de Robert Howard, que el espectador no deja de admirar la belleza de sus diseños.
    Como serie B de los ochenta, el largometraje de Sonya la Roja se deja disfrutar como un ejercicio de la nostalgia, pese a que haya envejecido hasta cierto punto.


                                               Tráiler (lo siento, no pillé ninguno en HD).


Solomon Kane en el cine.


     En 2009 se estrenó la que hasta el momento ha sido la última adaptación al cine de la obra de Robert Howard, quien lamentablemente ha sido relegado a producciones no muy afortunadas (tras Kull el Conquistador en 1997 y el reboot de Conan de 2011).  Dirigida por Michael Bassett, tiene como protagonista al guapo (y al parecer siempre juvenil) James Purefoy, quien se ve irreconocible en su caracterización (que en todo caso la  personificación respecto al personaje literario, está muy bien hecha).  Acompañando al anterior, se encuentran verdaderos veteranos del cine fantástico y el séptimo arte en general, como lo son Max von Sydow y Pete Postlethwaite (sin embargo, la presencia de estos dos no ayudó mucho a que la cinta fuese un éxito, puesto que igual su guión tampoco fue muy sofisticado que digamos). 
     Su trama puede ser considerada como una precuela a los cuentos escritos por Robert Howard, ya que trata acerca de los orígenes del héroe y el comienzo de su cruzada enfrentándose a las fuerzas del mal sobrenaturales.  Tras ser presentado como un hombre sometido a la violencia de su corazón, alejado de sus congéneres debido a ello, pese a su supuesto servicio en beneficio del bien, llega hasta el límite y termina casi por caer en la propia condenación de su alma.  Es así que luego lo vemos más centrado, tras pasar un tiempo haciendo penitencia, amparado por nada menos que la Iglesia Católica (he aquí un importante cambio en su aspecto religioso, tras ser un puritano y protestante en los cuentos, a convertirse en un “papista” en la versión para el cine).  A ello le sigue el resto de su camino a la redención, encontrando con una afectuosa familia que lo acoge y luego verse envuelto en un enfrentamiento contra fuerzas oscuras relacionadas con su pasado y, más encima, con su propia familia maldita.
     El largometraje es violento y posee su dosis de terror, con varios demonios, unas especies de zombis y hasta una bruja entre medio.  La primera vez que la vi me gustó mucho; lamentablemente, tras haber leído los cuentos originales con Kane de protagonista, uno se pregunta por qué no fueron más inteligentes y tomaron estos mejor como base de la película (tal como lo que ha pasado con los filmes de Conan y otras adaptaciones de Robert Howard, que desperdiciaron el material original).
    La banda sonora fue hecha por Klaus Badelt, pero esta pareciera más un trabajo tenido en cuenta como un mero encargo para el músico, pues no llega al nivel de esas composiciones suyas más hermosas y sublimes.


                                                                           Tráiler.

¡7 años de blog!

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      Un número cabalístico y aquel relacionado con la suerte, es el que corresponde al séptimo aniversario de mi Cubil, así que no se trata de cualquier celebración...Sólo espero poder subir hoy mismo este post, que ya tengo terminado uno previo a este y solo me queda revisarlo antes de subirlo, así como tengo otro empezado desde la semana pasada, que no he continuado aún.
     Hace más de una semana que no publico nada, que entre las obligaciones laborales, el gym, la vida social y el descanso a veces no logró cumplir con la página.  Ahora mismo para ahorrar tiempo me voy escribiendo en el trayecto a la pega, registrando mis ideas en el block de notas del celular (que luego me envío a mí mismo al correo para rescatarlos o más bien copiarlas a un texto Word), en vez de mi acostumbrada lectura. Todo sea por cumplir con esta obligación, que me hace tan feliz.
      ¿Cómo no repetirme con otros aniversarios del blog? Tendría que revisar los anteriores, que también implican otros escritos míos, como el que hice el año pasado al llegar a los 500 posts y el hecho pocas horas antes de terminar ese 2017ya añorado.  Pero no me daré ese tiempo y mejor opto por hacer lo que me salga.  Démosle no más...
     Desde niño me enseñaron mis padres a ser agradecido y tal como recuerdo haberlo hecho unos años atrás, quiero mencionar a unos cuantos lectores constantes, que acostumbran dejarme sus valiosos comentarios, algo que valoro sobremanera, en una época en la que la gente dejó de lado la lectura y escritura «sesuda», como consecuencia de la preferencia por la sobre exposición del Facebook y los monólogos/discusiones del Twitter.  Me refiero en especial a dos queridos amigos mexicanos, Murinus de Habilidadesmonetarias y Eduardo Romero del Cuchitril de Cidroq, quienes más que nadie me visitan desde la blogósfera y me dejan sus valiosas palabras; ambos son colegas blogueros que saben muy bien lo que significa para uno dedicarse a este, algo que lamentablemente muchos desconocen, ignoran o miran en menos.  Pues cada vez que me encuentro con sus comentarios, me contento, porque por un lado no hay como el reconocimiento de tus pares y, por otro, son dos de las pocas personas que hoy en día se manifiestan de esa manera con lo que hago.
     Otras personas cuya presencia en el Cubil es constante y no puedo dejar de mencionar, son Ricardo Ruiz de la revista virtual Insomnia, quien desde Argentina dirige tan importante empresa ad honorem y dedicada a nuestro escritor favorito: Stephen King.  Deben saber que fue este, Rar para quienes lo ubicamos bien, la persona que hace ya más o menos una década y media, me inspiró a realizar mis propios escritos digitales.  Hoy en día Ricardo me honra no solo pasándose por mi página, sino que agregando uno que otro de mis textos a tan magnífica revista.  Tomás Rivera, desde España, la persona detrás de Kindlegarten, sigue manteniendo el contacto conmigo y de igual manera desde la Madre Patria se encuentran José de Cine y televisión de ayer y de hoy, así como Diego de Misión Ci Fi...Pasatiempo de Lectura; Mauro Vargas de Colombia y quien es el creador de la estupenda Léase a Plena Noche, así como desde Venezuela Vladimir Vásquez y Roger Senra, respectivamente con La Cueva del Lobo y Materia Oscura de la Mente, también me han honrado con su interés por lo que hago.
     No puedo dejar de lado entre medio de estos reconocimientos a mi amigo de tantos años, Miguel Acevedo, escritor y bloguero de Le Dicen Poesía, quien de entre todos mis amigos más cercanos, es el único que se manifiesta de manera regular por acá y ello es algo notable para mí. 
     A veces se aparece por estos lares alguna otra “voz”, regalándome su punto de vista, algunas de ellas conocidas ya (como mi amiga Valeria y Pascual Medina, ambos de la Argentina).
     Toda esta gente y otros que se han hecho seguidores (o lectores constantes, como bien me gusta usar el término creado por el llamado Rey del Terror), me demuestran que lo que hago no cae en saco roto…Escribo para ellos, para mí mismo y para quien pueda disfrutar de estas entradas, ya sea por simple placer estético o porque sus contenidos les puedan servir de alguna u otra manera.  Hay quienes en más de una ocasión me dicen que les gusta cómo escribo, lo que realizo y el Cubil del Cíclope en general; por supuesto que quisiera que se manifestaran más (que aumentara considerablemente la cantidad de avatares de mis lectores constantes y/o que tuviera más comentarios), pero supongo que así es esto de los blogs: la revisión que se hace de estos a lo largo del mundo, salvo por medio de las estadísticas, es siempre “silenciosa”…Al menos he sido constante ¿No? Que he visto ya muchos (buenos) blogs morir por simple dejamiento de sus creadores, lo que para nada quiero que pase con mi querido Cubil del Cíclope, que es lejos uno de mis mayores orgullos (por ser algo completamente mío).
     Por años me negué al Facebook, hasta que mi amiga María Elena Francovich terminó por convencerme para que me hiciera un perfil (¿o se dice “cuenta?) en él.  Fue en el transcurso de la primera semana de vacaciones de inverno, en julio, que comencé con ello.  Mi propósito con todo esto fue promocionar lo que hago, subiendo vez que publico un nuevo post, el link respectivo para darlo a conocer a una mayor cantidad de público (tengo más de 1000 “amigos” en la famosa red social, aunque conozco a una ínfima parte de ellos, por supuesto) y creo que algo he conseguido al respecto. 
     Estos 7 años han abarcado casi toda la vida de mi regalón Amilcar, quien ahora tiene 8 años y medio.  Cuando comencé con todo esto, a veces tenía a mi niño sentado en mis rodillas, quien me acompañaba mientras escribía aquellos primeros post para la página.  Lo he visto crecer y desarrollarse tal como ha pasado con este blog, de modo que me es imposible no relacionar al uno con el otro (en más de una ocasión me he referido a él y a su hermanito, Bruno, agregando una que otra foto de ambos en distintas entradas del Cubil).  Amilcar hace rato sabe que existe esta página y le llama la atención; espero que tanto él como Brunito la lean y así podamos compartir más en profundidad un montón de temas (ñoños) y puedan conocerme en esta pequeña faceta creadora mía.  Le dedico a ambos estos 7 años de Cubil, por ser las personitas que me animan con su amor a seguir manteniéndome con el paso del tiempo, firme en mis principios y en mis sueños, a no perder nunca al niño que aún habita en mí y que se regocija con sus alegrías y risas.

Mis musos y yo.

¿Tendremos “Expedientes-X” para rato? (Ojalá). PRIMERA PARTE

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     Casi dos años transcurrieron entre el último episodio de la (demasiado breve y aún así potentísima) décima temporada de los Expedientes-X.  Tras un desenlace que dejó a millones de sus seguidores en todo el mundo, expectantes respecto a que sería de sus héroes en medio de los apocalípticos eventos de su último episodio (My Struggle/Mi Lucha II), por fin pudimos conocer su conclusión…Y continuar con las andanzas de sus personajes.
     Al menos esta vez se nos concedió una temporada un poco más larga, de 6 a 10 capítulos y manteniendo en general el mismo nivel de la calidad de las historias y puesta en escena, al estar detrás de todo esto su creador Chris Carter, acompañado de los ya también reconocidos James Wong, Glen Morgan y Darin Morgan.           Además, tal como es habitual en el programa, encontramos capítulos correspondientes a la llamada mitología de esta serie, relacionados con las conspiraciones en las que se ven involucrados sus protagonistas.  De igual modo, también se siguieron manteniendo los casos autoconclusivos, que en una época en la que lamentablemente se ha perdido este formato, se agradece bastante por seguir manteniéndolo luego de tantos años en pantalla (teniendo en cuenta además el paréntesis entre la novena temporada, la segunda película para el cine y su regreso con la décima temporada); y es que muchas veces son estas otras historias, las que han conseguido “quedarse en la retina” de sus espectadores y seguidores.
     En esta temporada hay de todo lo que el fan acérrimo de la serie puede esperar, extraterrestres, monstruos, tecnologías peligrosas, secretos que penden sobre la humanidad y que solo unos pocos conocen (por lo general aquellos detrás de todo ello), suspenso, lágrimas y, para suavizar todo esto, mucho, mucho humor.  Asimismo, no solo nos reencontramos con los ya queridos Scully, Mulder y Skinner, sino que volvemos a vernos con viejos amigos y con enemigos.  
     A continuación  mi revisión personal de la primera mitad de este ansiado regreso de este preciado programa, que como pocos he ido siguiendo a lo largo de un periodo importante de mi vida y que como los grandes clásicos no ha envejecido, sino que ha ido cobrando con el paso de los años más encanto que nunca.



1- My Struggle III (Mi Lucha III): Luego de que una amenaza de características apocalípticas se cierne sobre toda la humanidad y solo Dana y Fox, acompañados por dos nuevos aliados, más su antiguo jefe, todo pareciera resolverse usando un recurso dramático propio del llamado deux ex machina (en otras palabras, de forma facilona).  Esto bien puede resultar una decepción, no obstante la gran revelación hacia el final del capítulo, que a mediados de la temporada va a ser mejor desarrollada, justifica en parte este inesperado giro dentro de la trama. 
    Si el primer episodio de la anterior temporada, partió con un repaso de nada menos que del propio Fox Mulder, sobre su papel dentro de los llamados Expedientes-X (por medio de una nostálgica revisión de varios de los momentos más emblemáticos de la serie), siendo que el último de esta temporada inició con los propios recuerdos de su compañera Dana Scully, en esta ocasión las remembranzas corrieron por parte de otro emblemático personaje (y con interesantes descubrimientos para los seguidores).  Al ojo del televidente más agudo, puede llamar la atención que en la sucesión de imágenes reales y relacionadas con figuras nocivas del poder público, aparezca nada menos que el actual presidente de los Estados Unidos (el controversial Donald Trump… ¿Un villano en la vida real? ¡Sin dudas!).
    Por otro lado, las antiguas conspiraciones forjadas hace décadas en el suelo gringo, por muy singulares villanos, se complica más que nunca y dará nuevas sorpresas a los personajes y a nosotros mismos.

2- This (Esta): Otra maquinación relacionada indirectamente con la propia mitología del programa, que por un lado significa la segunda aparición de nada menos que la villana introducida en el primer episodio de esta temporada, interpretada por la veterana Barbara Hershey, quien está detrás del horror de una especie de realidad virtual y en la que se encuentran clones digitales de las más grandes mentes de los últimos años.
    El episodio parte con la pareja de agentes descansando, por fin, tal como se lo merecen, lo que en una vida como la suya no puede durar tanto, pues lo que parece ser el llamado de auxilio de un viejo amigo que creían (creíamos) estaba muerto, viene a ser el comienzo de un enfrentamiento con otro grupo secreto de temer.  Los diálogos inteligentes, como es costumbre, de los protagonistas permiten recordar y homenajear a más de uno de los “caídos” memorables a lo largo de la encrucijada, en la que se encuentran estos buscadores de la verdad y la justicia.  Por otro lado, volver a ver (aunque sea de una manera bastante especial) a alguien tan añorado como…le otorga un plus adicional a esta historia, que de por sí mantiene al espectador atento a todo lo que aquí pasa.
     La atmósfera enrarecida del episodio es propia del genio detrás de él, Glen Morgan, quien desde la temporada anterior abandonó su dupla con James Wong, para entregarnos cada uno por separado memorables nuevos Expedientes-X de culto.


3- Plus One (Más Uno): El Chris Carter más ingenioso y juguetón vuelve con uno de esos casos llenos de personajes estrafalarios, eventos extraordinarios y situaciones curiosas y/o hilarantes, que sacan partido a lo mejor del talento histriónico de Gillian Anderson y David Duchovny, trayéndonos a la memoria algunos de los momentos más clásicos del show.
     Extrañas muertes en las que al parecer dobles malignos de las víctimas son los culpables, acaparan la atención de los agentes, quienes se encuentran con una manifestación muy rara de la maldad humana.  Los villanos de esta ocasión son seres retorcidos, quienes siguen la tradición del programa de presentar criminales con poderes bizarros.  Por otro lado, tal como las viejas historias de terror, la trama toma aspectos moralizantes al abordare los efectos de mal en nuestras vidas.  Los malvados de este tipo de episodios no son los genios de la maquinación como el Fumador y compañía, pero sí son peligrosos depredadores humanos a los que hay que cazar a como de lugar.
     Por otro lado, interesante viene a ser que al referirse esta historia a la dualidad humana y al presentarnos no solo a un puro criminal, sino a dos, se aborda la misma relación entre Scully y Mulder, quienes como mujer y hombre respectivamente, acá encuentran a sus propios doppelgängers o versiones desvirtuadas de sí mismos, en la pareja de psicópatas con quienes les toca enfrentarse.  


4- The Lost Art of Forehead Sweat (El perdido arte del sudor en la frente): Escribo esta entrada cuando aún me faltan 2 episodios para terminarme la temporada, así que no puedo decir si es lejos el mejor de ella...Aunque sin dudas se encuentra dentro de lo más notable, desde que la serie regresó para regocijo nuestro en 2016.
     Como se detallará más adelante, sin dudas que esta historia, escrita y dirigida por Darin Morgan (un artista a tenerse en cuenta, tras los memorables capítulos que nos ha dado solo en este mismo programa y en Millenium), ya se ha convertido en todo un caso legendario dentro del show.
      La trama comienza con el primer plano, bellamente filmado en blanco y negro, de un hombre que sufre una crisis tras confesar (nos) que sabe sobre la existencia de... ¡Marcianos en el planeta!  Lo bizarro de todo esto, por supuesto que tiene que ver con los mismos Expedientes-X, pero la puesta en escena en sí es propia de otra célebre serie televisiva de ciencia ficción y terror: La Dimensión Desconocida (sin dudas el homenaje de los responsables del showman más actual, a un título al que le deben bastante este otro y varios más)...Luego nos enteramos de que se trata del final de uno de sus episodios...
     Sin embargo, quienes hemos visto completa la versión original de la famosa creación de Rod Serling, bien sabemos que ese capítulo en realidad no existe (¿O sí?). Y es que el episodio de Los Expedientes-X que ahora nos reúne, versa sobre los recuerdos y, por consiguiente, acerca de la verdad; en otras palabras, acá nos encontramos con una muy ingeniosa mirada al valor que tienen en nuestras vidas estás remembranzas, las que definen, como no, quiénes llegamos a ser.
     Todo lo anterior se desarrolla a través de la presencia de un hombre de apariencia insignificante, quien les asegura a Dana y Fox de que sus recuerdos han sido intervenidos debido a un oscuro propósito y de que él mismo está siendo eliminado de todo rastro suyo en la realidad.  Las teorías acerca de lo que está pasando, son increíbles y cuándo ello se dramatiza, no puede ser más gracioso (lo que podría ser llevado a cabo como algo en verdad terrorífico, bajo la mano de Darin Morgan se vuelve, como bien lo sabe hacer este, surrealista y, muy cómico) y en ello se encuentra la idea de lo que aquí llaman «Efecto  Mandela...o de Menghele», que la verdad no sé si el concepto existe o no, pero está llevado a cabo con una verosimilitud que (de adrede) nos hace dudar al respecto (o simplemente aceptarlo como cierto).
      La autoparodia que ya hemos visto con anterioridad en el programa que hoy visitamos, vuelve a darnos uno de los mejores momentos de este, cuando a la luz de lo expuesto en los acontecimientos de este capítulo, se repasan varias escenas emblemáticas de su paso por el tiempo.  La hilarante revisión de todo esto, por otro lado, nos permite recordar esos viejos tiempos en los que «todo el mundo» era joven y darnos la certeza de que la experiencia (nos) hace a los maestros.


5- Ghouli: El nombre de este episodio bien puede hacer mención a los monstruos de las narraciones árabes de Las Mil y Una Noches, seres demoniacos y necrófagos, aunque no estoy seguro (los llamados guls).  Por otro lado, este viene a ser el regresó de James Wong a la serie, ya alejado (supuestamente) de sus colaboraciones con Glen Morgan (y aún así ambos trabajando en el show que les concedió la notoriedad).
    Se trata de otro episodio inserto más o menos dentro de la llamada mitología, ya que tiene que ver nada menos que con el destino de William, el hijo de Scully y Mulder, con nuevas revelaciones de gran implicancia para el programa. 
     La trama comienza con dos chicas adolescentes que se hieren entre ellas, al creer ver en la otra a una horrible criatura amenazante (el engendro mismo en su diseño es soberbio y espeluznante). Lo que parece ser un caso más de monstruos, resulta ser en realidad algo mucho más complejo, en lo que un muchacho, dueño de un poder muy especial, se encuentra involucrado. Es así que en el transcurso de esta investigación, Dana y Fox entran en conocimiento acerca del paradero del único hijo de ambos y que dieron en adopción siendo este un bebé, para salvar su vida.
     El monólogo de Scully en la morgue, sin dudas que llega a ser una de las escenas más emotivas (y lacrimógenas) de todo el programa. La Anderson se luce una vez más como la tremenda actriz que es, capaz de pasar de una emoción a otra con una credibilidad sobrecogedora.
     La reintroducción de William en la trama central de Los Expedientes-X, augura posteriores intervenciones suyas y que muchos de los mejores momentos al respecto, aún están por venir.


                                                      Tráiler de la onceava temporada.
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