Luego de ver y disfrutar la exitosa y elogiada primera temporada de Stranger Things, el show revelación de Netflix del año pasado y a caminos entre el terror y la ciencia ficción, con nostalgia ochentera más encima, era obvio que sus ahora fieles seguidores esperaríamos con ansias su regreso. Es así que la compañía, ni corta ni perezosa, no podía negarse a la solicitud de su público, aprovechando por supuesto de seguir lucrando con este título. Por lo tanto para el pasado Halloween, nos dieron en el gusto al lanzar completa la segunda temporada, que como si se tratara de la secuela de una de las tantas películas de aquella época, fue nombrada como Stranger Things 2. Además, para contento de uno, extendieron a un episodio más esta entrega, de 8 a 9, si bien lo ideal sería que hubiesen hecho más para esta ocasión.
Ha pasado alrededor de un año tras los acontecimientos ya conocidos y en muchos aspectos la vida para su grupo de protagonistas ha mejorado. Por un lado, los 4 niños varones amigos siguen con su vida felices, pese a todo lo que tuvieron que pasar en el pasado, pues el grupo se unido más que nunca y, por otro, han ganado en amor propio tras demostrarle a todo el mundo la calidad de sus corazones. Es cierto que supuestamente perdieron a su única amiga, pero aún son demasiado jóvenes como para volverse cínicos y amargados (en otras palabras, se han adaptado a los nuevos tiempos). Cada uno de ellos tiene una razón particular para estar a gusto y dentro de poco la llegada de una nueva vecina y compañera de estudios (de su misma edad), les dará otro giro importante a sus vidas.
Los adolescentes protagonistas de esta obra, por su parte, están cada vez más cerca de la adultez, pues las consecuencias de sus últimos actos sin duda que los han hecho cambiar, al punto de que ahora los vemos más seguros que nunca. El descubrimiento del verdadero amor, como de la responsabilidad ante las decisiones tomadas, hace que a los 3 héroes adolescentes de esta historia, los conviertan en personajes tanto o más entrañables que sus compañeros de menor edad. Se mantiene en parte el triángulo amoroso de la primera temporada, pero este poco a poco comienza a diluirse, cuando los destinos de estos terminan por definirse.
En cuanto al mundo de los adultos, quizás la vida de los dos principales para la trama ha sido la que más ha cambiado, por cuanto se supone que niños y adolescentes podrían adaptarse mejor a situaciones extraordinarias (por tener menos experiencias previas y prejuicios), por lo tanto les ha resultado un mayor esfuerzo abrazar la existencia de lo sobrenatural y/o raro. Y sin embargo, pese a todo, la valerosa madre y el sheriff se aprecian mucho más felices que antes, ya que la primera al haber recuperado a su hijo menor ha logrado conseguido la estabilidad que le faltaba, mientras que el otro ha ganado una hija y con ello conseguido un nuevo sentido para su existencia.
La temporada parte con un grupo de personajes desconocidos, quienes en una escena de persecución que llena la pantalla de acción y promete otros misterios que resolver, los introduce dentro de la historia, como un capítulo olvidado del pasado de nada menos que de Once. Estos nuevos integrantes del elenco no vuelven a aparecer hasta varios episodios más, para por fin sacarnos de la duda acerca de sus propósitos e identidad. No obstante luego nos encontramos con la principal trama de este año, concerniente a una poderosa entidad que viene desde El Otro Lado, de la cual el chico que antes estuvo atrapado en ese lugar, es el único que está consciente de su deseo de llegar hasta nuestra realidad; y es que el muchacho ha desarrollado la capacidad de ver/entrar a dicha zona. Es así que deben evitar que un mal como este llegue a nuestro mundo, de modo que ahora no solo tenemos un solo monstruo, sino que esta vez los hay por montones, aparte del principal.
Dentro de todo lo que pasa en esta segunda temporada, cabe destacar que por un lado Once lleva su vida aparte de la de sus amigos (si bien en contra de los deseos de estos 5 compañeros), lo que mantiene expectante al público de cuándo y cómo se volverán a cruzar los destinos de nuestros personajes favoritos. No obstante, a falta de la presencia femenina de la jovencita con superpoderes, excelente resulta la incorporación de una nueva chiquilla al grupo: conocida como Mad Max (un genial homenaje a la famosa saga postapocalíptica del mismo nombre), resulta ser un personaje juvenil memorable más, quien para nada resulta una copia o sucedáneo de la otra niña. Y es que Mad Max posee una personalidad por completo diferente y aun así tiene el tipo de virtudes que uno llega a apreciar en este tipo de pequeños (inteligente, ingeniosa, osada, “ñoña”, independiente y muchas, muchas otras cosas más). A su vez, la llegada de esta jovencita nos lleva al desarrollo de otro triángulo amoroso, algo claramente entre sus pares, que se da de manera por completo distinta a la de los personajes adolescentes.
Mad Max llega acompañada de su supuesto hermano mayor, un adolescente del tipo “Soy rebelde-me gusta ser malo-y por eso soy macho”, quien de inmediato aparece como el antagonista humano más odiado de la temporada. Su hosca personalidad contrasta con la del resto de sus coetáneos. Los guionistas juegan con el público, al plantearnos que hay un gran secreto entre la muchacha y el vándalo, cuya naturaleza se mantiene velada hasta bien entrada la temporada.
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Este año en la Comic Con me tocó estar junto a Amílcar en un Record de Guinnes: La mayor cantidad de gente disfrazada de Once, |
Luego está el mundo de los adultos, siendo que al reencontrarnos con Winona Ryder, como la abnegada madre de los chicos Byers, da gusto encontrarla mucho más “mejorada” que el año pasado, cuando se le veía entonces demasiado demacrada y envejecida (¿Efectos de su renacimiento como actriz tras el éxito de Stranger Things o ello tiene relación con la misma verosimilitud de su propio personaje, que ahora tiene un mejor pasar?). En este sentido, importante viene a ser la presencia de su novio, interpretado por otro actor bastante querido por los nostálgicos, el carismático Sean Astin (recordado por su papel protagónico en el clásico ochentero infantil de Los Goonies y por ser el adorable hobbit Sam de la trilogía de El Señor de los Anillos la década pasada); de conducta por completo ñoña, que lo acerca sin duda a los chicos y en especial al hijo menor de su amada, viene a ser todo un bálsamo para la dama, como un guiño más a esos gloriosos años ochenta que pretende emular esta serie (a ver quién se da cuenta del diálogo hecho por su personaje, cuando hace referencia indirecta al filme que le dio la fama).

También cabe destacar la inserción de un periodista, quien anda buscando desnudar la responsabilidad de la misma organización científica, en los desastres del año pasado. De personalidad irónica, responde a un estereotipo caro a historias como estas: la del investigador de la prensa que se involucra ideológicamente en descubrir la verdad, como una especie de héroe que no ceja en ir detrás de los poderosos corruptos. Uno de los mejores momentos de esta temporada, los tiene este sujeto, junto a dos viejos conocidos.
A mi parecer este segundo año del programa no es malo, no obstante no llega a ser tan entretenido y/o tan bien realizado como en su debut. Quizás lo anterior se deba a que cuando se estrenó, la novedad y la nostalgia ochentera hizo que a uno le pareciera TAN FORMIDABLE y luego esperando su regreso, nos dejó con las más altas expectativas; luego, a menos que el guión fuese en verdad sobresaliente, difícil la tendría para contentar a todo el mundo. Puede que parezca menos sangrienta, pese a que como ya se dijo más arriba, esta vez monstruosidades hay por montones. No obstante la dirección de arte es preciosa, cuando se trata de mostrar El Otro Lado y a su vez el mencionado gran mal al que se enfrentan, no deja de recordarnos en parte a las pesadillas lovecrafnianas. Asimismo volvemos a tener sus buenas dosis de humor, romance, referencias a la cultura pop de aquellos años, mucha aventura e intriga y harta emoción. Por último, la estupenda banda sonora electrónica compuesta por Kyle Dixon y Michael Stein, acompañada por un montón de canciones de la época, ayudan a que ver y disfrutar de Stranger Things 2 sea algo para comentar con tus pares.
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Icónico momento de los chicos vestidos como los Cazafantasmas en Halloween. |
La espectacular intro (pese a su sencillez) de la serie.