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Reencontrarse con Harry Potter.

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A mis queridísimas amigas María Elena y Ledda,
compañeras de universidad y, más importante aún,
mis compañeras de vida.
Con ambas he pasado bellos momentos, 
disfrutando de estas ficciones.
Gracias a María Elena leí por primera vez el comienzo de la saga
y con Ledda tuve el gusto de ir a ver al cine la mayoría de las películas.
Para mí Harry Potter está por completo ligado a la imagen de ustedes dos
en mi memoria y mi corazón.  

I- Antecedentes del libro a analizar.

     Hace años ya que tenía ganas de escribir acerca de uno de los personajes y sagas literarias/fantásticas que más aprecio: Harry Potter de J. K. Rowling.  Estuve a punto de hacerlo el año pasado, tras ponerme a volver a ver todas sus películas, esta vez para disfrutarlas junto a mi regalón Amilcar, pero la empresa que ello significaba me fue demasiado agotadora, considerando el resto de mis obligaciones y los otros posts que tenía en carpeta (eso fue entre agosto y septiembre del 2016). Me prometí que si algún día me volvía a leer las novelas, sin dudas que me animaría a darle su merecido espacio al “Niño que sobrevivió” y a su enorme pandilla de amigos (y enemigos) en el Cubil…Hasta que en noviembre de esa misma temporada llegó para gozo de sus seguidores, una especie de precuela al cine, Animales Fantásticos y dónde encontrarlos, con guión de su misma autora; no obstante pese a que tenía un excelente motivo para saldar mi deuda, la desidia  fue mayor y una vez más quedó todo en pura buena voluntad mía y eso que me encantó esta original cinta…
     …Pero todo cambió cuando para mayor gozo de los ñoños como yo, salió a la venta a finales de ese mismo año un nuevo libro de esta serie: Harry Potter y el Legado Maldito.  Sin embargo esta sorpresa venía con varios detalles significativos: en primer lugar  no estaba escrito por la Rowling, puesto que en realidad había sido realizado por dos “perfectos desconocidos” para buena parte del mundo: John Tiffany y Jack Thorne.  Siendo que ambos están ligados a la escena teatral inglesa, ignoro cuánto tomaron de una “historia de J. K. Rowling” (tal como dice la tapa del volumen).  Considerando sus antecedentes, no llevaron a cabo  una novela más, a manera de una secuela directa de la anterior entrega (que apareció hace rato ya, en 2007), sino que realizaron una obra de teatro… Por lo tanto hoy les hablaré de lo que se llama en detalles técnicos como texto dramático (o sea, lo que la gente vulgarmente llama el “guión”).  Empero pese a estos “detallitos”, se trata de una obra canónica, autorizada por la novelista y que nos permite saber qué ha pasado tras tantos años con todos esos personajes, que llegamos a querer con todo nuestro corazón; además se nos presentan otros nuevos, que sin duda hoy en día ya forman parte del universo de estas historias.
      No quise comprarme el libro hasta que lo encontrara en tapa dura, que acá lamentablemente solo llegó en una edición masiva más “humilde” (tengo todos los anteriores en ese otro formato) y de puro tonto no lo adquirí en enero en la versión que sí quería… ¡Porque estaba “usado”! (como si ello antes me impidiera hacer una buena adquisición). “Ya me lo compraré” me decía, hasta que en mi último cumpleaños, mi comadrita Ledda y Marlo (ambos pareja, por cierto), me lo obsequiaron para mi gran felicidad y tal como les prometí, apenas me acabé el que entonces me tenía entre las manos, me dispuse a leerlo.  Y debo decir, feliz, que fue todo un gozo.
      Debo ser justo con lo que antecede al libro que ahora nos reúne, después de todo sin ese rico material no sería posible esta misma entrada; además, como ya les habrá quedado claro, adoro con todo mi ser esas novelas y todo lo que contienen, además de que me fascinan sus adaptaciones cinematográficas, pues guardo hermosos recuerdos de mis primeros encuentros con cada uno de esos títulos (como de charlas al respecto, junto a algunos de mis amigos).  No obstante les aseguro que en este apartado trataré de ser breve, pues en otra ocasión me referiré con mayores detalles a estas novelas y sus películas.  Igual quiero hablarles (solo) un poquito de su creadora, a quien sin duda admiro mucho.   
J. K. Rowling.
     Hace 20 años aproximadamente, en 1997, salió publicada la primera novela que forma parte de la saga que hoy en día es conocida mundialmente, incluso por quienes nunca han leído los libros y tampoco visto las versiones hollywoodenses.  Y es que gracia a la calidad literaria de estas obras, como al apoyo de una impactante propaganda, nadie puede dudar del lugar que han tomado estas ficciones en la cultura popular.  Pues Harry Potter no solo está entre las sagas de fantasía narrativa más conocidas por el público general, encontrándose al nivel de El Señor de los Anillos de Tolkien y Las Crónicas de Narnia de C. S. Lewis (ambas también de origen inglés), si no que sus personajes ya forman parte del ideario moderno, como lo son los personajes de Disney, Bugs Bunny y compañía, Superman, Batman, el Hombre Araña y otros superhéroes marvelitas, Freddy Krueguer, Jason, Son Goku y muchos, muchos más.  Esto en parte también por la rica mitología contenida en sus miles de páginas, como además por el carisma de la enorme cantidad de personajes que pululan en ellas, todo tan bien llevado al terreno audiovisual por parte de las películas.
       Cada libro lleva como título el nombre del protagonista, luego precedido por un elemento esencial para su trama.   Es así que todo comienza con Harry Potter y la Piedra Filosofal, cuando el personaje principal acaba de cumplir los 11 años de edad y tras una serie de acontecimientos muy divertidos, se entera de que es un mago en potencia.  Por esta razón debe asistir a Hogwarts, una importante escuela para la gente como él, en la que tendrá que acudir durante 7 años consecutivos.  A partir de entonces su vida cambia por completo, logrando escapar a la miseria de vivir siempre junto a sus abusivos tíos y primo, conociendo además la verdadera razón de la muerte de sus padres y revelándosele la existencia de un enemigo jurado suyo, al que solo él puede derrotar para que este no domine el mundo mágico y el de los muggles (los seres humanos que no pueden manipular la magia).
        Siendo aún un niño inocente Harry Potter, se convierte en un héroe y una vez que cumple la edad mínima pata ingresar a Hogwarts, consigue hacer sus primeros amigos y de igual modo año a año, va agregando a su existencia un montón de gente maravillosa que le enseña el verdadero significado del amor, en muchas de sus manifestaciones.  No obstante como apenas nació estuvo involucrado en una o más profecías relacionadas con Voldemort, el mago tenebroso más terrible de los últimos tiempos, su vida y la de los suyos constantemente corre peligro, teniendo que enfrentarse a muchos otros rivales de toda calaña.


        Sin dudas que el primer libro de la saga corresponde a la narrativa infantil, no obstante no por ello hay que minimizar su calidad literaria, puesto que estamos hablando no solo de una obra bien escrita, entretenida y con personajes carismáticos; sino que se trata de la introducción a todo un universo rico en su propia mitología, que poco a poco comienza a desarrollarse a medida que la serie avanza.  Si esta primera novela dirigida en primera instancia, a los pequeños que están empezando a descubrir el valor de las historias, resulta más ligera que las que le preceden, las siguientes se van acomplejando y con ello el nivel de dramatismo y complejidad argumental va creciendo, porque tanto los protagonistas infantiles como sus lectores han ido madurando.  Este permite que su misma autora, quien a partir del segundo libro (Harry Potter y la Cámara Secreta) de un tremendo salto como narradora al cobrar mayor confianza y mejorar en su misma escritura.  Por ende no solo acude a la valoración de la fraternidad, la autenticidad y la solidaridad como pilares de una vida plena (temas habituales en las ficciones infantiles que se precian de dejar moraleja), sino que luego va introduciendo ideas y/o problemáticas más duras como el racismo, la intolerancia, la muerte de los seres queridos, los totalitarismos, la tortura…y la guerra (entre otros).  Por ende, quien se toma el tiempo de apreciar todo lo contenido en estos libros, sin dudas que llega a encontrarse con ficciones memorables.  Y en más de una ocasión, J. K. Rowling obsequia no solo con risas a sus fieles seguidores, sino que nos entrega más de un momento lleno de sublimidad.
      La génesis de la publicación de Harry Potter y la Piedra Filosofal no deja de ser interesante, ya que como muchos autores antes de que la fama les llegara, J. K. Rowling no tenía la mejor situación económica que digamos y tampoco su vida era muy alegre, puesto que venía de un matrimonio con un hombre que la maltrataba y ello la llevó a caer en depresión, además de no tener un trabajo estable. Con una hija pequeña a la que debía cuidar, un día le llegó la inspiración y se puso a escribir el texto que tal como a su personaje más célebre al llegarle la invitación de Hogwarts, la salvaría del hoyo en que estaba metida.   Escribía su libro en una vieja máquina de escribir y como no tenía dinero para sacar las copias, ella misma las mecanografió, para entregar las que la editorial que accedió a darle una oportunidad le solicitó.  Hoy en día esta artista se encuentra entre las británicas más ricas de su nación y una de sus ciudadanos más influyentes.  Con sus libros ha ganado un montón de premios, entre literarios y humanitarios, ya sea por el nivel indiscutido de su prosa, como por su apoyo a varias instituciones de beneficencia. 
       El resto de su obra literaria comprende al menos 3 libros anexos de Harry Potter,que pertenecen a la literatura mencionada dentro de esta saga.  De igual manera en 2012 sorprendió al planeta con su primera novela “para adultos”, Una Vacante Imprevista, una gruesa obra llena de sarcasmo y crítica social al arribismo de su país (que en vano intenté leer, cuando llegué a la clínica hace más de dos años, tras enfermar de gravedad…Quizás no estaba de ánimo para leer a esta Rowling tan corrosiva).  Fue adaptada en 2015 por HBO a una miniserie.  Asimismo como ya había manifestado con anterioridad, al estar interesada en la narrativa policial, no dejó de darse el gusto y en 2013 comenzó una nueva saga, esta vez perteneciente a este subgénero, aunque usando el pseudónimo de Robert Galbraith; la serie ya lleva tres entregas, que han recibido muy buena crítica. 

II- Comentarios personales sobre Harry Potter y el Legado Maldito.


          La obra toma como punto de partida de su argumento lo ya revelado por la propia J. K. Rowling, en su epílogo para Harry Potter y las Reliquias de la Muerte (el volumen final de la saga original) y en el cual nos encontramos con un Harry ya adulto y padre, casado con Ginny Wesley, llevando a su hijo menor a la estación de trenes de King`s Cross, para despedirlo en su primer año en Hogwarts.  De hecho, incluso usa algunos de sus diálogos, con lo que queda de manifiesto que el texto versará acerca de esta etapa en la vida del héroe y en lo que concierne a la vida que ha formado junto a su nueva familia.
       Sin embargo uno de los puntos fuertes de este título, es que no solo se nos presenta (ahora en profundidad) al último de los vástagos de Harry, sino que este, Albus Severus, se convierte en uno de los dos protagonistas de la trama.  Más encima el otro personaje principal no viene a ser el padre del muchacho, puesto que este otro resulta ser nada menos que su mejor amigo, Skorpius Malfoy, el único descendiente del ex enemigo de juventud de Potter.  No obstante claramente el ahora Director del Departamento de Seguridad Mágica, sigue estando entre los personajes principales, en parte porque su presencia resulta más que atractiva para los seguidores de la saga que desean (deseamos) saber más sobre él, luego de los acontecimientos del último libro; como también porque los destinos de una generación y la otra, están sin dudas entrelazados, tal como queda demostrado en sus páginas.
         En lo que concierne a los adolescentes Albus Severus y Scorpius, primero los vemos crecer en breves escenas, que ayudan a definirlos como chicos con sus propias personalidades, que muy bien permiten diferenciarlos de los niños y luego jóvenes del trío principal de los anteriores libros (Harry, Hermione y Ron).  La amistad entre estos dos es tan entrañable, como la vista en las novelas que les precedieron, pese a los distintos que son y aun así llegando a complementarse.  Lo interesante con estos dos es que a su manera ambos son unos inadaptados y hasta cierto punto solo se tienen el uno al otro, ya que cada uno arrastra una mácula que los mantiene alejados de sus progenitores y de otros: pues el primero carga con el peso de ser hijo del famoso Harry Potter y el segundo de tener sobre su espalda el rumor de ser hijo en realidad de Voldemort.  Es así que Albus Severus se ha vuelto alguien amargado e inseguro, mientras que Skorpius al contrario es más bien alegre y optimista, pese a todo.   
    Por otro lado el Harry Potter que ya conocemos nos sorprende en esta ocasión, ya que ahora como adulto y hombre lleno de responsabilidades, ha perdido parte de la “magia” que poseía de más joven.  No es que su capacidad para hacer sortilegios haya disminuido, sino debido a que sus obligaciones laborales, pareciera que le quitaran el tiempo para estar con su familia y divertirse con las cosas más sencillas de la vida.  Es así que entre padre e hijo la relación no es la mejor, pues por un lado Albus Severus no es capaz de sobrellevar el tremendo peso que significa ser su hijo (ya que como alguien inmaduro, cree que su obligación es ser el chico “correcto” y ante esto se siente frustrado), mientras que el hombre mayor, tal como queda demostrado en esta obra, no sabe cómo enfrentar los miedos de su descendiente, lo que empeora aún más que nunca todo esto y da origen a toda la crisis de la trama.
      Teniendo en cuenta lo afirmado recién, el Harry Potter que aquí hayamos resulta ser mucho más humanizado que el de las novelas de la Rowling, ya que ahora no es alguien perfecto (pues por mucho que uno adore la saga original, su protagonista solo posee virtudes y ante la falta de defectos o debilidades en su personalidad, pierde cierta credibilidad, en especial a contrastarlo con Hermione y Ron) y por esto mismo la caracterización que se le otorga aquí, lo vuelve un personaje mucho más integral…y creíble. 
      Por lo tanto en esta ocasión la acción ya no abarca solo en profundidad el punto de vista de los menores de edad, sino que ahora se detiene en la tribulaciones de los adultos, dejándonos claro que no importa la edad, la experiencia, la inteligencia y la habilidades de uno: siempre estamos a prueba y solo la fuerza de la voluntad y la constancia nos pueden sacar de apuros.
      Como ya sabemos que los verdaderos protagonistas de la historia son Albus Severus y Scorpius, es necesario destacar los viajes que estos realizan con el heroico, aunque errado propósito de subsanar una supuesta mácula del pasado del propio Harry, durante su adolescencia.   Este propósito de ambos los hace viajar en contra de la voluntad de sus progenitores, haciéndolos pasar un montón de aventuras muy divertidas y peligrosas, que implican no solo viajes físicos, sino que también en el tiempo y la introducción de realidades alternativas (que permite, en este último caso, se desarrollen algunos de los mejores momentos del argumento).
       La odisea de Albus Severus y Scorpius es posible gracias a la aparición de otro nuevo personaje, Dephi, una muchacha que está en los primeros años de su adultez y quien se convierte en la primera aliada del dúo (en cierto sentido esta trinidad compuesta por una chiquilla y dos varones, viene a ser una actualización de la conformada en las novelas de la saga).  Como una buena historia debe poseer varias sorpresas, para mantener la atención de su público, en determinado momento se revela la verdadera identidad de esta fémina, otro detalle que enriquece el disfrute de esta obra.
       Varios personajes clásicos de la serie vuelven a aparecer en Harry Potter y el Legado Maldito, brillando aparte de los mencionados, Draco Malfoy, quien se ha vuelto una persona mucho más juiciosa que Harry, la villana por excelencia de Dolores Umbridge y en especial nada menos que Severus Snape, con un memorable regreso a la acción (en una posee de héroe indiscutido, que muchos deseábamos verlo, tras no haber dudado nunca de la calidad de su corazón). 
      Como temas moralizantes destacados de esta obra, encontramos el valor de la responsabilidad, frente a los actos cometidos por uno, desarrollándose en este libro lo afirmado por el siguiente dicho: “El infierno está lleno de buenas intenciones”.  Por ende, no podía faltar otro motivo narrativo, como es el de la redención, muy ligado también con la misma búsqueda de la felicidad, la que tal como queda claro en estas obras, no se realiza en solitario, si no que la hacemos con quienes elegimos tener a nuestro lado.
       Luego de leer y disfrutar esta obra, uno se pregunta cómo lo habrán hecho, para tanta espectacularidad a la hora de llevar al teatro todas las maravillas que aquí ocurren.  De igual manera resulta fácil desear que ojalá pronto hagan una versión cinematográfica (ojalá con los actores de las “viejas” películas, aunque lamentablemente a menos que “resuciten digitalmente” a Alan Rickman,  otro artista tendría que hacer de Snape) y rogar que sigan creando nuevas y muchas continuaciones del canon oficial de la saga.

Escena de la obra de teatro.

Ahora sí que podemos descansar en paz (por el momento, claro).

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     Tras el injusto recibimiento de la crítica y del público de la adaptación de Cell, la reinterpretación de las historias de zombies de Stephen King, el año pasado y la lamentable versión para el cine de La Torre Oscura estrenada hace menos de un par de meses aproximadamente, los “lectores constantes” del llamado Rey del Terror ciframos nuestras esperanzas en Itcomo la respuesta a nuestras plegarias… ¡Y así ha sido gracias a Dios!
     Largo tiempo ha pasado desde que un proyecto cinematográfico sobre la narrativa de nuestro autor predilecto, no causaba tal sensación, de la mezcla perfecta entre arte y éxito de taquilla y crítica, siendo que luego de The Mist(2007), hace exactamente una década, que no se hacen buenas obras para la pantalla grande acerca de su narrativa.  En cambio la televisión sí nos ha dado una mejor dosis audiovisual sobre sus ficciones, con series como Haven y la miniserie de22/11/63, pero eso es otra historia.
Precioso fanart para un afiche estilo vintage 
      A la hora de evaluar lo conseguido por este filme, el primero de los dos que componen el díptico cinematográfico acerca de una de las novelas claves del autor, resulta imposible no traer a la memoria la miniserie de más de 3 horas de duración (indiscutidamente todo un clásico), que por años fue el único referente audiovisual acerca de su aterrador monstruo Pennywise, el ancestral ser que se alimenta del miedo y que en dos ocasiones fue vencido por un grupo muy especial de amigos.  Pues por mucho que nos guste este producto televisivo, hay que ser sinceros, y la miniserie con su escaso presupuesto no consigue hacerle completo honor al libro de más de mil páginas.  El tema no solo se debe al escaso presupuesto con el que contó, sino que también a que en aquel tiempo los productores de la tele y la mentalidad de la gente, aún no estaban preparados para hacer algo tan gore y chocante como lo que en la novela aparece.  Sin embargo con justica debemos decir que esta pieza, pese a todo, es maravillosa y todavía sigue encantando.
       Dirigida por el argentino Andrés Muschietti (quien cobrara fama internacional por su otra película producida por Hollywood,  Mama), es una obra de más de dos horas de duración.  Sus protagonistas corresponden al llamado Club de los Perdedores, un equipo compuesto por una niña y seis varones.  La trama se centra solo en los capítulos del libro que transcurren en el pasado.  En cambio la segunda parte, que sucede en la actualidad, cuando sus chicos ya son adultos, recién se estrenará en el transcurso de 2019 y también será dirigida por Muschietti.  Es así que gracias a la decisión de haber dividido el argumento de esta manera, se pudieron desarrollar mejor varios elementos, que en la miniserie quedaron demasiado reducidos o ignorados por completo.  En todo caso debe decirse que esta nueva adaptación igual se toma varias libertades con respecto al material original, en especial en lo que concierne al clímax y en el que los niños, todos unidos, terminan derrotando (por el momento) al mal que acosa a la ciudad de Derry.  No obstante todo está tan bien orquestado, que quien haya leído no queda decepcionado, pues el guión y su puesta en escena, están llevados a cabo con mucho amor hacia la ficción de Stephen King.
       Hay quienes afirman que esta actual It le debe mucho al éxito de la serie de terror Stranger Thingsy si es así, qué bien, ya que el programa de Netflix sobre un grupo de chicos (también con una sola dama en el equipo) que se enfrentan a su propio monstruo de pesadilla, en verdad que hizo escuela…No obstante lo que la gente no puede olvidar, es que este otro título en todo momento quiso homenajear al mismísimo Stephen King, de modo que una y otra fantasía se nutren entre sí para cobrar mayor interés (de hecho, uno de los jóvenes actores que interviene en el éxito de Netflix, interpreta a uno de los personajes principales de este largometraje).   Quizás el detalle en el que más se detienen quienes afirman esta deuda con Stranger Things, tiene relación con el hecho de que en vez de transcurrir los acontecimientos de esta primera parte en los sesenta, tal como en la novela original y en la miniserie, todo suceda en los años ochenta.  Sin embargo hay otra lógica a la hora de considerar este cambio de una época por la otra y que tiene relación con que muchos de los adultos que en su momento leyeron el libro (como un servidor), pasaron su niñez en estos recordados ochenta, con lo cual el recurso de la nostalgia se convierte en un mayor aliciente para atraer al público que paga por las entradas y luego por volver a verla (ya sea en el cable u otro medio), además de comprarla en DVD, blu-ray o descargándola; asimismo, tampoco se puede obviar que mucha de esta misma gente es la que luego gasta en su merchandising, pues quiérase o no, una parte importante de quienes ahora controlan el mundo y poseen suficiente poder adquisitivo…No dejan (no dejamos) de identificarnos con estos chiquillos, que pasaron su infancia en tal década.
      Entre los puntos fuertes de esta cinta se haya sin duda su poderoso comienzo, uno de los mejores comienzos de uno de las tantas novelas escritas por Stephen King.  Filmada de manera hermosa y aterradora, con una genial fotografía que en realidad nos hace creer que estamos en medio de una lluvia tormentosa, el comienzo es una promesa cumplida de que estamos frente a un excelente ejemplo del cine de terror actual.  Cuando queda de manifiesto la intensa relación entre los dos hermanos, Bill y Georgie respectivamente, y luego aparece Pennywise (aterrador, “simpático” y luego más aterrador que nunca), nos damos cuenta de inmediato que se han tomado con seriedad la responsabilidad de hacer una adaptación memorable…Además, no escatimaron con la crudeza que aparece en el texto literario, pues en Itlos niños no solo corren peligro, sino que son atacados con fiereza por un monstruo que no tiene piedad con ellos; por lo tanto, la violencia a la que se enfrentan los pequeños no es algo sugerido acá, al contrario, es algo que se presenta de manera explícita.  En otras palabras, los responsables de esta cinta fueron valientes y se comprometieron con King, su libro y en especial con su público, que esperábamos este nivel de dramatismo.
      También cabe destacar lo pequeños que se ven los protagonistas de este filme, o sea, el hecho de que el llamado Club de los Perdedores se aprecie sin duda como una comunidad compuesta por niños y/o preadolescentes.  Salvo al personaje de Beverly, todo el resto del grupo aún conserva el cuerpo andrógino de alguien de su edad y si la muchacha aparece como alguien mayor, ello responde tanto al hecho de que las mujeres se desarrollan antes de tiempo, como al papel que le toca representar dentro de la historia: de ser tanto alguien que por desgracia le tocó madurar antes de tiempo, como por constituirse en el centro del despertar amoroso y sexual de los suyos.  Al respecto, valiosa viene a ser la escena en la que los amigos disfrutan de una tarde veraniega, refrescándose con unos cuantos chapoteos, pues lo que sucede y se muestra en tal momento del metraje, evidencia sin vacilaciones lo afirmado.
Mi foto de rigor con el afiche.
       Siendo que esta película se centra en la infancia de sus protagonistas, bien puede decirse que la trama que gira en torno al monstruo que viene a ser It (o Eso) y en especial a cómo los seres humanos (o mejor dicho niños), enfrentamos el temor en cada una de sus manifestaciones, así como el mismo dolor y la soledad ante las injusticias de la vida,  es acá llevada al extremo por dejar de lado el punto de vista de los adultos.  Es más, vez que aparecen mayores y estos tienen diálogos, salvo 3 de los padres que aquí vemos, salen como progenitores abusadores y si bien los de Bill no caen en este defecto, si comparten el carácter de faltos de empatía para con sus retoños.  Por lo tanto el mundo de los adultos es apreciado en esta cinta como algo tan extraño y hasta nocivo, como lo es la criatura que se hace llamar Pennywise.  Esta separación tajante entre pequeños y grandes, aumenta el dramatismo de la cruzada de los niños, quienes tal como queda expresado en la cinta, solo se tienen a sí mismos para enfrentarse al mal que los acosa.
         Para muchos de quienes vimos y disfrutamos la citada miniserie sobre la famosa novela de Stephen King, quizás lo mejor de ella sea la interpretación del veterano Tim Curry como Pennywise, quien hace de este de un manera magistral y que sin dudas se “roba la película” en sus intervenciones.  Pues debido a ello, el joven Bill Skarsgård (de solo 26 añitos) sin dudas que la tenía difícil con tan gran antecedente…y menos mal que salió bien librado.  Ahora bien, su payaso es por completo distinto al de la pantalla pequeña, tanto en su presencia, como en su personalidad: usando un traje propio de un tony más bien “retro”, posee un rostro en el que destaca su pintura, que exagera su sonrisa como la del Guasón de los cómics de Batman, con lo que queda de manifiesto su naturaleza macabra; de igual manera llama la atención el detalle de su enorme frente resquebrajada, lo que da la idea de algo muy viejo y descompuesto por debajo de la superficie.  No obstante lo que más se debe valorar, creo, de este nuevo Pennywise, viene a ser el hecho de que se alejaron de la idea de un payaso-monstruo cómico y/o que hiciera uso del humor negro, para optar por un ser dentro de lo posible lo más aterrador posible, algo así como una bestia salvaje comehombres (o “comeniños”). Vez que sale en pantalla este más actual Pennywise, a mucha gente logra provocarle más de un susto y un grito (como una dama que gritó de lo lindo en una butaca detrás de mío en el cine).
         Por supuesto que dan ganas de ver una y otra vez este largometraje, que la próxima ocasión deseo hacerlo en su lengua original (que en todo caso el doblaje “latino” está soberbio).  Ojalá cuando salga en blu-ray tenga una versión extendida.  Habrá que esperar a la segunda parte, que lamentablemente nos queda harto para ello y que todos deseamos sea tanto o más buena que esta primera parte.


Trailer Nº 1 subtitulado.

Los blogueros que admiro. Quinta parte: Vladimir Vásquez y "La Cueva del Lobo".

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Presentación:


     Vladimir Vasquez es uno de los dos blogueros venezolanos que llevo siguiendo hace más o menos un par de años.   Ya sea por una coincidencia o porque este mundo de la blogósfera es chico (pese a lo que uno pensaría), que me encontré con su página como enlace recomendado en dos blogs internacionales, con los que desde antes mantengo contacto: El Cuchitril de Cidroq, de México (del cual ya les he hablado) y Materia Oscura de la Mente (de Venezuela también).  La verdad es que me llamó la atención que en dos páginas de distinto origen se le diera tal consideración, más sin conocerse entre sí sus autores.  Por supuesto que este detalle debía decir mucho por la calidad de la llamada Cueva del Lobo.
     Así fue que que me puse a echarle el ojo de vez en cuando y me encontré con sitio tan profesional, que de inmediato lo atesoré.   Por esta misma razón cuando mi amigo Roger Senra de Materia Oscura de la Mente, me dijo el año pasado que Vladimir había recomendado una de mis entradas (justo cuando yo me encontraba de vacaciones en la playa, je), sentí un enorme orgullo, porque en tan valioso blog me consideraran.  Desde aquella vez, varias han sido las ocasiones en las que Vladimir le ha dado espacio a mi más humilde trabajo en su Cueva del Lobo, a través de su sección titulada Seminario Friki y en la cual promociona a otros blogueros.
       No puedo dejar de afirmar sin exageraciones que La Cueva del Lobo es sin duda un referente no solo para Latinoamérica, si no en nuestra lengua, de lo que es un blog dedicado a la ciencia ficción y tópicos afines.  Ello tiene que ver con el profesionalismo con el cual su creador mantiene el blog, que implica textos de alta calidad, actualizándolo con una periodicidad casi diaria y con una estética en la página que hace más amena las visitas a ella.  
       Por medio de esta entrevista no solo nos llegamos a encontrar con alguien culto, así como se nos revelan los pormenores a la hora de mantener una página como esta; sino que también es posible conocer a alguien sensible y sincero, que nos abre las puertas a su propia intimidad, detalle que se agradece. 

La entrevista.


1- Preséntate en no más de 200 palabras.

    Saludos a todos los amigos de El Cubil del Cíclope. Es un gusto para mi poder comunicarme con todos ustedes y encontrarme entre el selecto grupo de ilusteres personajes que han sido entrevistados aquí. Mi nombre es Vladimir Vasquez Franco, soy el editor y principal autor del Blog La Cueva del Lobo. Soy un fanático de la Ciencia Ficción, la fantasía y la cultura geek en general.

2- Cuéntanos acerca del origen de tu página.

    La Cueva del Lobo arranca durante la fiebre de los blogs por allá en 2005, cuando la idea de tener un sitio propio en la Internet era toda una novedad. Evolucionó de las listas de correos y de los foros y comencé a postear allí (muy irregularmente) todas mis ideas e impresiones.
    Así que si bien hoy no lo parece, La Cueva del Lob en un principio no era otra cosa que un blog personal.

3- ¿De qué trata tu blog?

     Prácticamente de todo. Aunque el foco principal del blog siempre ha sido la Ciencia Ficción porque ese es mi principal interés. Siempre he querido mantener mi blog sin especializarme demasiado. No me gusta repetirme mucho, ni me agrada escribir siempre de los mismos temas. Por eso en La Cueva del Lobo podrás encontrar desde la reseña de la última novela de Ciencia Ficción, pasando por mis expectativas sobre un videojuego que está por salir, hasta mis ideas sobre filosofía política o religión.
     Aunque admito que mayormente se trata de "cosas muy geek," porque eso es lo que consume mi mente mayormente.

4- ¿Qué satisfacciones te ha traído lo que haces?

     No niego que escribir en un blog en ocasiones sea un tanto frustrante, como casi cualquier actividad en la vida. Pero en general las satisfacciones han sido enormes. La Cueva del Lobo me ha ayudado de tantas maneras, ha resultado en una herramienta multidimensional que me apoya en mi economía, mi memoria, mi diversión, mi crecimiento como ser humano, etc.
    En la actualidad La Cueva del Lobo es una de mis principales fuentes de ingreso. Y viviendo en Venezuela durante la terrible crisis económica que vivimos en 2017, no tienes ni la más lejana idea de la inmensa ventaja que representa poder adquirir unos pocos dólares de manera regular en una economía en donde los dólares no existen.
    Entonces mi blog me ha permitido hasta comer cuando en mi país estamos en una crisis alimentaria.

5- ¿Cuál es la cercanía de tu gente (pareja, familia, amigos…) con tu labor en el blog que posees?

   Mi familia ha sido un apoyo enorme. Cuando decidí dedicarme a bloguear me respaldaron con todo el corazón y confiaron plenamente. Incluso diría que tuvieron más confianza en esto que yo mismo.
    Mis amigos más cercanos también han sido de una gran ayuda, aportando ideas o sugiriendo temas sobre los que eventualmente he escrito en el blog. Curiosamente a través del blog he hecho otros amigos, quienes me han apoyado de forma más directa, colaborando con sus propias historias, bien sea cuentos o artículos que han sido de una ayuda inestimable.

6- ¿Cómo es el proceso que tienes por lo general para escribir tus entradas?

    Pues depende mucho del tipo de entrada. Puede ser algo tan sencillo como ver un video en YouTube y desear comentarlo con los lectores del blog. Entonces apenas pego el video agrego una o dos imágenes y entonces elaboro mi opinión en dos o tres párrafos. Como también puede tratarse de algo mucho más complejo. En ocasiones el borrador de un artículo queda en el blog por meses.
   Por ejemplo en estos momentos estoy escribiendo un artículo sobre una lista de espadas que llevo pensando desde Julio. Tengo otro borrador sobre el juego de rol Tenra Bansho Zero que debe estar allí desde Mayo o algo así. No acabo de organizarme y la falta de tiempo no me ayuda.

7- ¿Cómo equilibras el resto de tu vida y tu tiempo con tu trabajo en la página?

    Muy mal ¡Jajajajaja! Con frecuencia llego a casa un domingo en la noche luego de una reunión con los amigos, y a esa hora me pongo a hacer El Semanario Friki. En ocasiones me empeño en escribir un artículo que me toma todo el día, toda la tarde y toda la noche.
    Lo más gracioso o lo más frustrante, son esas ocasiones en que escribo un sesudo artículo muy bien pensado y muy bien analizado que luego nadie lee. Por ejemplo ayer estaba recordando el tiempo que le dediqué a escribir una serie de artículos sobre el Torio que en realidad ha leído muy poca gente, pues a casi nadie le gusta la energía nuclear. El único artículo popular de esa serie fue aquel donde listé las desventajas del Torio, pues eso es lo único que el gran público desea leer.
    No obstante no me puedo quejar. ¿Cuantas personas pueden decir que tienen un trabajo en donde se imponen su propio ritmo y establecen su propio horario? Puede que sea ingrato en ocasiones. De seguro tengo que organizarme mejor. Pero me encuentro en una situación privilegiada.

8- ¿Qué autores lees en literatura y cómics? Expláyate lo que quieras.

    En Literatura soy muy fanático del trabajo que hizo Frank Herbert con la saga Dune. Al contrario de muchos otros fanáticos, yo sí he disfrutado con las continuaciones que han hecho el hijo, Brian Herbert y el odiado por alguno y amado por otros Kevin J. Anderson.
     También soy sumamente fanático de Jack Vance, por cierto amigo personal de Herbert. Unas décadas atrás me di un banquete con todas las obras del autor que fueron publicadas en español. Y ahora tengo planes de repetir con las obras que solo están en inglés y posiblemente repite lo que ya leí pero en su versión original. Ya comencé por los relatos cortos y no podía estar más contento.
    Pienso que Sapkowski no recibe la atención que merece. Es el autor de una de las franquicias más importantes de la fantasía actual, pero creo que ha sido eclipsado por George R. R. Martin y su Canción de Hielo y Fuego. A George también lo admiro mucho, pero pienso que hay que dejarlo terminar su saga a su ritmo. Martin es mucho más que Canción de Hielo y Fuego, y por cierto tiene unas historias de Ciencia Ficción buenísimas.
     Hace poco disfruté un montón con la saga de La Primera Leyde Joe Abercrombie. Lo único que me arrepiento es no haberla leído antes.
     Entre los autores de Ciencia Ficción actual me gustaría recomendar a Scalzi y su saga del Hombre Viejo. Se trata de Ciencia Ficción militar al viejo estilo calcado de Tropas del Espacioo La Guerra Interminable, pero con los trucos literarios de hoy en día.
     También he estado disfrutando de la saga de El Espacio Revelado de Alastair Reynolds. Aunque parece que el autor tiene dificultades presentando un personaje simpático. A través de sus personajes "malasangrosos" Reynolds consigue contar historias interesantes.
     En cómics en la actualidad estoy muy sorprendido con Rick Remender. Se trata de un guionista imparable que al mismo tiempo lleva una ristra de series impresionantes. MUY recomendado LOW, BlackScience, Deadly Class, y Tokyo Ghost. Son algunas de sus series que he podido disfrutar recientemente y me han dejado con la boca abierta. Remender es un monstruo.
      Mi principal afición en cuanto a cómics en los últimos años sin embargo, ha sido Robert Kirkman (The Walking Dead) y su Invincible. A quienes vengo siguiendo la pista con bastante fanatismo desde hace muchos años. La historia del joven Grayson me fascina, ahora que se acerca a su final no sé ni cómo sentirme. Se me antoja casi surreal estar leyendo los capítulos finales de una historia que he leído por tanto tiempo.
     Mark Millar es otro autor a quien he venido admirando cada vez más. Odiado por unos y amado por otros, me parece que Millar se atreve a hacer lo que muchos otros guionistas de cómics solo sueñan. Eso le gana muchos admiradores, pero también muchos enemigos. Además como parece que Hollywood se ha enamorado de su trabajo esto ha generado una envidia tremenda. Pero en mi opinión es un genio. Algunos de sus trabajos más recientes como Empress, Starlighto Chrononauts, son una delicia y se leen en un momento.
     Warren Ellis es un autor con el que varios de los escritores de La Cueva del Lobo tenemos una suerte de fetiche. Todos llegamos a él por distintas obras y todos hicimos las reseñas en el blog con lo que reforzamos ese gusto sobre Ellis unos en otros. Me pareció muy curioso.
     En general me gustan mucho los títulos de Image Comics y cuando quiero algo nuevo busco allí y nunca me defraudan.


9- ¿Qué películas y/o series recomiendas? Danos tus razones.

     Me sorprende que en el mundo hay personas que solo han visto Inception una vez. Es una película con un montón de aristas y subtramas que solo se aprecian cuando la vez una segunda o tercera vez. Yo la repito regularmente y cada vez la disfruto más. Las posibilidades del concepto me fascinan.
    Estoy fascinado con la saga de Guardianes de la Galaxia. ¡Vaya concepto! Qué personajes, qué universo el que han conseguido plasmar en la pantalla, me encanta. Y de paso ¿pretenden unirlo con los Avengers? ¿No es como demasiado? Mis expectativas son demasiado exageradas.
   También estoy fascinado con el revival de Star Wars, me encanta la manera en que Abrams ha conseguido revivir una franquicia que parecía estar perdiendo su vigencia.
      Series de televisión veo pocas, porque ocupan demasiado tiempo y es un recurso del que no dispongo en abundancia. No obstante en estos días he estado disfrutando mucho con Rick & Morty, la cual recomiendo encarecidamente. Soy un fan de los universos paralelos y esta serie parece dedicada a complacer todas y cada una de mis fantasías. En cuanto a anime he estado disfrutando de Boku No Hero Academia. Me encanta el punto de vista que nos presentan del mundo de los super-héroes.

10- ¿Algún post favorito que poseas? ¿Por qué?


     Durante años sufrí de un ciclo depresivo. Llegué a pensar que esa sería mi forma de vivir, que esa persona triste y frustrada sería yo por el resto de mi vida. Pero eventualmente conseguí salir de ese pozo, logré escapar. Se siente increíble haber salido, es asombroso mirar atrás y comprender que ya no soy así. Pero lo mejor quizá sea saber que tengo las herramientas para salir de una crisis de esas en caso que vuelva a caer. De hecho en los momentos difíciles que hemos vivido en Venezuela en los meses recientes. Hubo momentos en que me sentí muy mal. Con disparos en la esquina de mi casa, y bombas lacrimógenas que explotaban a pocos pasos de mi jardín, era como difícil no sentirse mal. Y no obstante, las técnicas que describí en ese artículo, me ayudaron a levantarme de nuevo.
      Pienso que es uno de mis artículos favoritos. Sé que no soy un psicólogo, sé que no soy un experto, pero si mi experiencia puede ayudar a alguien más, eso me hace sentir muy feliz.

11- Cuéntanos de tus propias obras de ficción.

    Llevo año escribiendo Ciencia Ficción y Fantasía, relatos de toda longitud. Finalmente un par de años atrás me animé a autopublicar mi primera novela: Los Cielos de Júpiter, una enorme saga de Space Opera ambientada en nuestro sistema Solar. La clásica historia de quienes desean el cambio y aquellos que quieren que todo siga igual. El conflicto entre el pensamiento tribal y la imaginación individual.
    Sin embargo hay un detalle curioso. A diferencia de la gran mayoría de los autores, yo amo lo que escribo. Hace poco volví a leer una historia que escribí unos 20 años atrás y me pareció genial y muy divertida (para ser escrita por un muchacho de 20 tantos). Pero con Los Cielos de Júpiter me ocurrió algo curioso. A mí me pareció que escribí una novela espectacular. Más la reacción del público fue "menos entusiasta" de lo que yo esperaba. Creo que ese fue un estrellón fuerte contra la realidad para mí.
     Creo que la visión optimista del futuro que presento en la obra, no encaja en la visión pesimista, post-apocalíptica tan de moda en la Ciencia Ficción actual. No es lo que el lector actual desea leer. ¿Viajes interplanetarios? ¿Energía nuclear? ¿Ciudades en órbita? Es un contraste fuerte con el yermo gris y triste que nos presenta la mayor parte de la Ciencia Ficción de moda en la actualidad.
     No obstante pienso que la publicación de la novela me ayudó en un momento difícil que viví en ese tiempo y los pocos ejemplares de la misma que se vendieron entonces me ayudaron bastante.
      Muchos lectores me han preguntado si ¿habrá una continuación? Y mi respuesta es que posiblemente sí. Pero ocupado como estoy intentando sobrevivir en la Venezuela actual, se me ha hecho cuesta arriba cualquier plan que no implique sobrevivir.
      He intentado volver a las historias cortas con un éxito mediano, han salido un par de relatos que me han gustado bastante, pero de nuevo mi problema es el tiempo y la organización.

12- Para finalizar… ¿Qué le dirías a tus futuros lectores para animarlos a adentrarse en tu espacio en la blogósfera?

     ¿Estás harto de las infinitas discusiones sin ningún sentido en las redes sociales? ¿Ya tuviste suficiente con las inacabables diatribas sobre fútbol y política? ¿Te gustan la Ciencia Ficción, la fantasía, los cómics, los juegos de mesa, el anime, el rol, los videojuegos, etc?
     Te invito a que te des un paseo por mi blog, La Cueva del Lobo. En donde encontrarás de todo eso en abundancia.
      Muchas gracias a Elwin por esta oportunidad de presentarme ante sus lectores y muchas gracias a todos aquellos que se tomaron el tiempo de leer hasta aquí.
      Un abrazo, les deseo lo mejor, nos seguimos leyendo.

Los distintos caminos han terminado por unirse.

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     Este año la esperada séptima temporada de Juego de Tronos llegó con cierto retraso, pues de estrenarse en abril como ya nos tenían acostumbrados, lo hizo en julio.  Más encima acortaron de manera considerable la cantidad de sus episodios, pasando a solo 7 en vez de los 10 que antes nos habían entregado por año.  La verdad es que uno siempre quedaba disconforme con “tan poco”, pero considerando la alta calidad de sus producciones, que sin dudas cada entrega cuesta mucho más que lo que vemos en muchos otros shows, uno bien podía (y debía) aceptar todo esto y conformarse con ello, que quienes hemos disfrutado otros títulos de HBO bien sabemos que así son sus programas.  Por otro lado, también hay otro detalle a la hora de tener en cuenta esta última temporada, algo bastante significativo: Que ahora el material mostrado al público ha dejado de basarse en lo escrito por George R. R. Martin, puesto que no debemos olvidar que corresponde a una adaptación de su saga titulada como Canción de Hielo y Fuego, razón por la cual de seguro les fue mucho más complicado continuar la historia por sus propios medios, siendo fieles a las novelas que la inspiraron (se supone que el escritor les confió algunas líneas argumentales de los dos últimos libros de la saga, aún sin publicar).  Y bien se podría decir que lo consiguieron, dejándonos con las expectativas muy altas para su finalización (que aún no me queda claro de si será el año que viene o en 2019).
      Uno de los puntos más fuertes de este año para GOT, viene a ser el que me llevó a ponerle su nombre a esta entrada: que ahora por fin, tras años de aventuras y desventuras por separado, muchos de sus protagonistas (en general aquellos que bien podemos considerarlos entre los de actitud ·”heroica”) se han cruzado con otros y han terminado por convertirse si no en amigos, sí en importantes aliados.  A su vez se han producido emotivos reencuentros, entre ellos los relacionados con hermanos Stark, bueno, con los pocos sobrevivientes de dicha familia.  De igual manera, no han faltado las despedidas y uno que otro regreso.  Es así que todo esto permite reconocer más que nunca la inmensidad de toda esta ficción, en la que tal como en las obras épicas más antiguas, pululan tantos personajes que los listados se hacen inmensos.
       Luego de todas  las fuerzas en pugna que estuvieron enfrentándose entre sí o que al menos estuvieron luchando frente a la adversidad para mantenerse en pie y sobrevivir a ello, bien podría decirse que en esta séptima temporada todo ha terminado por centrarse en tres ejes del poder: en el lado del bien (si nos ponemos maniqueos y olvidamos que acá los llamados “buenos” también cometen actos que a la luz de la mayoría son deplorables…Como lo que pasa en cierto momento con nada menos que Daenerys) se encuentra lo que pasa en la corte de la heredera de los Targaryen y por otra lo que sucede en el Norte, ya sea en Invernalia, como en los castillos de la Guardia de la Noche (incluyendo el Muro).  Todo lo relacionado con Desembarco del Rey y sus banderizos, que si bien necesariamente no pueden ser considerados como villanos en su totalidad, por estar liderados por la maquiavélica (la Perra, como bien me gusta llamarle) de Cersei Lannister, podemos tenerlos como una fuerza que en un principio rivaliza contra los otros dos.
       Igual debemos tener en cuenta todo lo relacionado con el carismático Samwell Tarly en la Ciudadela, que nos muestra a un grupo de personas que se supone no toma partido con lo que pasa en el resto del mundo.  Los llamados “intelectuales” y/o sabios que se creen superiores al resto…siendo que alguien como Sam, en cambio, contrasta con el resto porque a él sí que le interesa el resto y por eso una vez más nos vuelve a demostrar la calidad de su corazón. 
      Por otro lado, no falta el verdadero mal o “mal mayor”, que desde el principio estuvo anunciándose, hasta que ya en esta séptima temporada se constituye en la verdadera amenaza para la felicidad de toda la gente: los Caminantes Blancos.  Por lo tanto, en esta ocasión por fin vemos a la mayoría de los protagonistas en un mismo lugar, en al menos dos escenas clave, que tienen relación con el verdadero peligro que pende sobre las cabezas de los personajes.  Evento que requiere un cambio sobre cómo las cosas han funcionado durante mucho tiempo.  No está demás decir que para los seguidores del programa, esta reunión entre tantos protagonistas viene a ser un momento esperado por largo tiempo y sin duda que viene a estar entre los mejores recuerdos de su ya extensa cronología.
       No quiero caer en el spoiler y contar las grandes sorpresas que les depara a sus seguidores este año la serie, que en verdad son muchas.  Mejor es que uno descubra todas las maravillas que aquí son exhibidas.  Por eso solo me limito a hacer uno que otro comentario sobre lo que creo puedo destacar, sin quitarle a los demás la sorpresa.  En este sentido, puedo también agregar que así como los personajes han tenido que unirse a uno de los tres polos mencionados, todo para beneficio mutuo, ha surgido también otro tema bastante interesante: el de la entropía.  En otras palabras, lo que antes se había abordado a través de la triste canción de Las Lluvias de Castamere, ahora toma un sentido mucho más dramático.  Pues si la obra mencionada hace referencia a una poderosa familia que desapareció por completo, de aquí en adelante somos testigos del final de más de una rica dinastía.  Y esto no solo sucede por la dureza de las intrigas entre enemigos, sino que tiene que tiene que ver con la misma fragilidad de las grandes empresas humanas, que ante el paso del tiempo no son nada…Y sin embargo la voluntad de los mortales hombres y mujeres resulta ser un faro ante toda esta verdad.
        Asimismo, quien haya disfrutado los textos escritos por George R. R. Martin, si en realidad desea disfrutar su versión televisiva, debe asumir que una cosa es la narrativa de las novelas y otra la del programa.  Es así que ya a estas alturas uno puede tener claro que varias líneas argumentales de las novelas no aparecerán en pantalla, en especial cuando se trata de personajes que no han sido utilizados en esta adaptación.  En este sentido habría sido genial encontrarnos con sujetos tales como Corazón de Piedra, Jon Connington y Penny (entre muchos otros más), pero eso ya no será posible. De igual manera se les han dado destinos (algo) distintos, a varios otros que sí vemos acá, sin embargo lo han hecho tan bien los guionistas, que solo un purista de las novelas quedaría insatisfecho.  Igual queda la última temporada, a ver qué otra sorpresa se nos puede deparar al respecto.
        Desde la primera temporada, me he visto la mayoría de ellas en vacaciones de invierno (así como en general me he leído los libros en vacaciones de verano).  Noches frías y de lluvia han sido para mí el momento ideal para refocilarme con esta serie.  Este año de nuevo me la he visto en vacaciones de jornadas heladas en su mayoría, gracias al descanso de una semana por Fiestas Patrias.  Habré ocupado unos tres días en general para todo y por eso mismo rápido he podido realizar y subir este post.  Por otra parte, creo que esta vez más que nunca mis amigos que siguen GOT, me estuvieron animando a verla como ellos semanalmente, que más de uno de dijo que estaba “Está super buena” y trató de spoilearme (¿Existe ese verbo ya?); no obstante como siempre me resistí.  A diferencia de lo que me afirmó más de uno de ellos, no encuentro que sea una de las mejores temporadas, que a mi humilde parecer ese título lo llevan las temporadas 1 y 3, si mi memoria no me falla; pue pienso que al menos desde la pasada, han ido lentos los progresos de la historia y solo en los dos últimos episodios todo cobra mayor fuerza.
          Mi amigo Luciano se juntó junto a otra de nuestras amistades a ver el último episodio, mandándome una foto de Juan Francisco echado sobre su cama viendo (¿o esperando?) tal evento.  Miguel prefiero desistir de una invitación que le hice para no perderse la primera emisión del capítulo y de seguro Marcelo Brito junto a Rosita, se abarataron de cosas ricas para comer mientras gozaban…del espectáculo.  De seguro María Elena y su marido Iván, como Roger desde Venezuela estaban en la misma.  .  Cuando le pregunté a mis amigos sobre qué les había parecido el final de temporada, la mejor respuesta fue la que me dio Marcelo López cuando me escribió por medio del cell lo siguiente:

         Juego de Tronosterminó con un secreto develado, una muerte sorpresa, un poco de sexo, el poto de John Snow, una traición y una esperada invasión.  Toda la carne a la parrilla.  Tal vez debió haber matizado en capítulos anteriores.  Pero entretenido.”

          ¿Están de acuerdo con él? Yo sí.


Intro Séptima temporada.

Y ahora, por fin, los Defensores ya están con nosotros.

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     Un grupo de superhéroes marvelita clásico y bastante singular, sin duda que vienen a ser los llamados Defensores.  Aparecidos a principios de la década de los setenta, justo después de la llamada explosión de la Era Marvel en el decenio anterior, se encuentran entre sus creaciones más clásicas y que incluyen a nada menos que los 4 Fantásticos, los Vengadores y los X-Men.  No obstante debido a la singularidad de su formación y miembros, como también por el ir y venir de sus integrantes, además de una colección irregular, no es tan conocida por todo el mundo como pasa con los equipos recién mencionados. 
      Su formación original incluye a tres personajes con carácter muy distinto entre sí: Namor, el Submarinero y príncipe mestizo de la Atlántida, el increíble Hulk y al Hechicero Supremo de Doctor Strange.  Con posterioridad nada menos que el Surfista de Plata reemplazó al maestro de las artes místicas, hasta que luego volvió el dueño del Ojo de Agamoto y el alienígena de poderes cósmicos continuó con sus aventuras en solitario.  Interesante resulta ser que tanto Namor, como Hulk y el Surfista de Plata en más de una ocasión han sido considerados amenazas para la humanidad, si bien el último de este triunvirato mucho más rápido que sus compañeros consiguió mejor reputación.  Creados por un genio de los cómics como lo es Roy Thomas, en el caso anterior representaban sin dudas la unión de los tres elementos, de agua, tierra y aire.  El regreso de Stephen Strange, con su personalidad menos irascible, se supone que ayudaba a mitigar los conflictos entre sus socios.  Con posterioridad el grupo estuvo en constante movilización, entrando y saliendo superhéroes y antihéroes de él, puesto que la verdad nunca tuvo la cohesión, ni el nivel de fraternidad y lealtad de otros equipos justicieros. 
      Pues cuando Netfix comenzó hace más de dos años atrás su exitosa (y en general elogiada) serie de producciones exclusivas de imagen real sobre personajes Marvel, con la primera temporada de Daredevil(sin dudas toda una joya de la pantalla chica) y luego fue agregando otros personajes a la parrilla programática con Jessica Jones, Luke Cagee Iron Fist, nos prometió que agruparía a todos estos superhéroes en una miniserie (o serie, según se le mire) titulada nada menos que Los Defensores.  Es así que el show estrenado tan solo este mes, de solo 8 episodios, aunque muy divertidos, viene a ser su propia versión (y bastante libre) de la agrupación mencionada más arriba…Pues esta formación nunca antes existió en los cómics y salvo el Diablo de Hell`s Kitchen, ninguno de los otros estuvo en sus filas.  De hecho, en ningún momento a lo largo del programa los personajes, al unirse por primera vez para enfrentar un mal común (y que por sí solos serán incapaces de superar, tal como es el punto de partida de todos estos supergrupos) se hacen llamar los Defensores; de modo que el nombre genérico, si es que se vuelve a usar para una segunda entrega (que ojalá sea así), es solo para darle un título atractivo al evento.  En todo caso debe saberse que la Casa de las Ideas, ni corta ni perezosa, aprovechando todo esto sacó hace poco un nuevo cómic de Los Defensores teniendo a estos cuatro en sus filas.


       Desde los primeros minutos llama la atención el detalle de que todo parta con Danny Rand, Iron Fist, quien justamente no tuvo un muy buen comienzo en la tele, debido a lo decepcionante de su primera temporada, a diferencia de sus compañeros, quienes sí contaron con mejores producciones.  La verdad es que ignoro si esto ya estaba considerado en el guión o una vez que supieron de los malos resultados de esta otra serie, decidieron potenciarlo para conseguir el interés del público hacia el heredero de K`un-Lun y la verdad es que me alegra que hayan conseguido lograr su propósito.  Es así que los villanos de esta historia…nuevamente son los criminales de las artes marciales místicas conocidos como La Mano y quienes en esta ocasión andan detrás de suyo para sus siniestros propósitos.  Por otro lado, esta vez nos encontramos con un Danny mucho más maduro y sabio que el de hace unos meses atrás, quien realiza con más seguridad su cruzada y sabe mejor que nunca aprovechar su poder económico, como también sus habilidades extraordinarias, a la hora de llevar a cabo su labor.  De igual manera acá nos queda claro que su relación con la simpática y preciosa de Coleeng Wing va viento en popa, con quien justamente aparece en la primera escena de Los Defensores.  Sin embargo… ¿Cuándo diablos le pondrán su genial disfraz? (si Daredevil lleva su traje, bien se merece el suyo Iron Fist).
       Para quienes hemos ido siguiendo desde el año antepasado estos geniales programas de Netflix, que más encima están dentro de la continuidad del llamado Universo Cinemático Marvel (en efecto, están relacionados con los filmes para el cine hechos por Disney y se supone que también con esas fomedades que son Agentes de S.H.I.E.L.D. y Agente Carter, más con Los Inhumanos, pronto a estrenar), reencontrarse con el resto de los ahora asociados de Iron Fist (o Puño de Hierro como otras veces me gusta llamarlo) viene a ser todo un gusto.  Puesto que desde hace un tiempo ya que nada sabíamos del mismo Daredevil, como de los también ya nombrados Jessica Jones y Luke Cage.  Pues al compartir todos estos el protagonismo, todos logran un similar desarrollo a lo largo del programa y destacando cada uno en su momento.  Los guionistas los hacen brillar en su regreso a la pantalla, primero por separado, como también en uno que otro team-up (trabajo entre dos) y  por supuesto que apareciendo todos juntos.  En cualquiera de los casos mencionados, uno a uno van haciéndose más entrañables para sus seguidores y sus momentos de gloria por separado o compartidos abundan (bueno, siempre tendremos nuestro favorito o favoritos dentro de estos cuatro ¿No?... ¡Adivinen cuál es el mío y quién le sigue!).
       De igual manera todos los secundarios que aparecieron en los respectivos títulos de estos “Defensores”, poseen acá su papel (dentro de los que quedaron vivos, claro).  Bien podría decirse que todos estos seres humanos “normales” y la amistad que le otorgan a nuestros superhéroes, les permite tener a estos últimos un primordial eje moral que les permite equilibrar sus azarosas vidas.  Mención aparte merecen Claire Temple (quizás hoy en día la enfermera predilecta ficticia de muchos de nosotros), a quien hemos tenido el gusto de ver en todos estos títulos de Netflix y quien continúa con su relación amorosa junto a Power Man.  Sin embargo el regreso inesperado y que tal vez más grato resulte a los ñoños, viene a ser el de Stick, tan soberbiamente interpretado por Scott Glen y quien sin dudas se “roba la cámara” en cada una de sus intervenciones.
        
     Asimismo al ser otra vez los malos de la trama la gente de La Mano, de igual manera regresan villanos que ya conocemos, tales como Madame Chao y Bakuto, ambos socios en el mal y tan distintos entre sí, al igual que el resto de cada uno de los 5 Dedos de la Mano, diversidad que hace muy interesante a este grupo criminal.  Por otro lado, relacionada con estos también reaparece nada menos que Elektra, importante personaje marvelita y primer amor maldito del Hombre sin Miedo.  Ahora bien, las condiciones en las que vuelve esta femme fatale recuerda mucho a lo visto en los cómics, de modo que a través de su figura y su relación con La Mano, se da un curioso guiño que desea homenajear a los mismos cómics de los que se nutre el programa.
         A la hora de referirse a los villanos de esta serie (¿o miniserie?), es importante destacar a Alexandra, quien es nada menos que la lideresa de La Mano.  Pues este muy singular personaje es interpretado por una actriz de la talla de Sigourney Weaver, multipremiada actriz con un largo currículo en filmes hollywoodenses, de todo tipo y en especial con varias cintas de ciencia ficción (entre ellas la tetralogía original de Alien).  Por supuesto que contar con ella en el elenco, realza bastante este título, quien además encarna a una malvada que escapa a la idea de los criminales típicos, al mostrarse como una mujer sensible y culta.  Pese a su faceta negativa, como persona maquiavélica, en determinados momentos resulta imposible no empatizar con ella o incluso que hasta resulte simpática.
         Resulta interesante tener en cuenta el carácter que se le da a esta versión de los Defensores, que contrasta bastante con, por ejemplo, los mismísimos Vengadores.   Es así, que tal como había quedado ya expresado en cada uno de los programas dedicados a sus integrantes por separado, estos resultan ser superhéroes más bien urbanos y por ello más cercanos al hombre corriente.  De este modo, sus intervenciones transcurren dentro de la comunidad en la que pasan su vida diaria, enfrentándose a delincuentes de tipo más “común”, como mafiosos y sociópatas.  Por esta misma razón se vuelven aún más interesantes y cercanos a quienes defienden, ya que pese a sus poderes, en ningún momento pierden su calidad de sujetos “de la calle”…Y por mucho que a uno le fascinen los Vengadores, estos son tan sofisticados y diferentes al resto, que no provocan el mismo nivel de identificación con quienes protegen.  Además los Vengadores y otro supergrupos luchan contra males superiores, tales como el dios asgardiano Loki y la inteligencia artificial Ultron; mientras que estos Defensores van detrás de otro tipo de malhechores, tal como ya quedó demostrado, lo que claramente tiene que ver con su naturaleza como grupo y sus tendencias como individuos y justicieros.
         Destacable dentro del argumento de este programa, también, viene a ser el hecho de la manera de cómo abordan el comienzo de la amistad entre Luke Cage y Iron Fist, siendo esta una de las relaciones fraternales entre hombres más famosas de los cómics del género.  Y es que considerando lo que aquí pasa, no comienza todo de la manera más sencilla, habiendo rencillas al principio entre estos dos "machos", que mucho tiene que ver con los prejuicios y los malentendidos, entre dos sujetos con historias privadas tan distintas entre sí.  No obstante tal como queda claro, a la larga más valiosos son los temas en común: que tanto para el uno como para el otro, no han sido fáciles las cosas y al final son los valores compartidos, los que terminan por unirlos y hacer que les de gusto la compañía mutua. 
        En la cultura popular expresada a través de manifestaciones artísticas como esta, ya sea en televisión, como en el cine y los cómics, el tema de la fe religiosa, relacionado con religiones “reales” y en especial judeocristianas, es poco abordado; de igual manera pasa con el islam, otra importante religión y que como las otras ha sido por lo general ignorada en este tipo de ficciones… ¿Las razones? Quizás para no pecar de proselitistas y conseguir la mayor cantidad de público al no (supuestamente) tomar partido por alguna de ellas.  A mi parecer esto es un serio error por parte de sus responsables, quienes muchas veces en la ciencia ficción prefieren inventarse exóticas religiones extraterrestres, olvidando las que sí existen y que esta dimensión es tan importante para millones de personas en el mundo (como bien pasa con Star Trek,  en cada una de su series, salvo en un hermoso episodio de Star Trek: Abismo Espacial 9).  Solo puedo recordar casos como Babilonia 5 y Los Expedientes-X,en los que sí se le da espacio a estas temáticas.  Pues en lo que a historietas de superhéroes y derivados, solo a través de los personajes del ángel Zauriel, de la etapa de la Liga de la Justicia escrita por Grant Morrison, el Fantasma Errante, la saga de Hacia el Mañana de Superman, de la dupla de Brian Azzarello y Jim Lee, más algunas novelas gráficas de Sandman y Constantine, puedo mencionar que se haya velado por todo esto (sin olvidar ese hermoso episodio de final de la segunda temporada de Liga de la Justicia Ilimitada,titulado Epílogo)…Y resulta que desde que comenzaron estas producciones Marvel/Disney/Netflix, el tema de la religión ha sido de vital importancia, idea que se recoge de manera muy emotiva en Los Defensores.  Pues acá tenemos a Matt Murdock, un ferviente católico y, por otro lado, a Luke Cage, el hijo de un pastor evangélico.  Luego ambos, en más de una ocasión, hacen alusión directa a sus creencias, el primero yendo a confesarse con el sacerdote amigo que sabe su secreto y pidiéndole consejo; mientras que el segundo reconoce públicamente creer en el poder de la oración.  Por otro lado, estos dos son hombre piadosos, sin lugar a dudas temerosos de Dios y quienes ven su labor como superhéroes como un deber sagrado.  Con posterioridad, en lo último minutos de esta primera temporada (ojalá que vuelvan), en una significativa escena vemos a los dos mejores amigos de Daredevil, Karen Page y Foggy Nelson en una iglesia católica…Para un creyente como yo, estos detalles son algo para agradecer, que más encima tratan esto con respeto y verosimilitud.
        Ahora solo nos queda esperar lo que sucederá con estos justicieros tan humanos, en especial con el Diablo de Hell`s Kitchen, quien promete más que sus compañeros un regreso magistral y que esperamos se concrete a la brevedad.   


Intro de la serie.

Despedirse de Len Wein o Regreso al Mundo de Watchmen. Octava parte: Dollar Bill.

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1- Palabras por Len Wein.

     En marzo de este año no más nos tocó enterrar a Berni Wrighson, el famoso dibujante de cómics e ilustrador, cocreador de ese personaje tan emblemático de DC como lo viene a ser la Cosa del Pantano.    Su compañero en tal labor fue otro maestro de las historietas, Len Wein, quien realizó el guión de tal obra.  Al comenzar mi serie de posts dedicados a las novelas gráficas llamadas Antes de Watchmen, ya en la primera entrega mencioné al escritor, dedicándole posteriormente varios párrafos en mi entrada a la novela gráfica sobre Ozymandias…Pues cuando hice mi investigación sobre este último artista, de inmediato me di cuenta de su tremenda impronta en el mundo editorial, recordando además (en especial) cuánto disfruté de su trabajo para la colección de Hulk en los setenta (bueno, al menos de lo que he leído de ella); pues aparte de que en esa misma década nos dio al ya mencionado elemental de la Tierra, también dio origen a nada menos que Wolverine, para Marvel, justamente en la revista sobre el Coloso Esmeralda.  Es así que tengo el gusto de poseer tan histórico número, en uno de los tomos de la Biblioteca Marvel de Panini (no niego que me encantaría ser dueño de una edición mejor, ojalá a color y en tapa dura, pero peor es nada ¿No?).  De igual manera hace años, cuando solo de vez en cuando me compraba historietas y por lo general solo a muy bajo costo, gracias a unos compilatorios con los que comenzó la editorial Unlimited (made in Chile), adquirí una antología de bolsillo sobre los X-Men y entonces creo que fue de ese modo que me leí por primera vez algo de este señor…Pues venía nada menos que el también célebre Giant Sise X- Men, en el que el profesor Xavier reúne a un grupo de mutantes internacionales para rescatar a sus primeros alumnos de las garras de la isla viva de Krakoa…¡Otra verdadera joyita!
      Resultaría injusto dejar en este pequeño homenaje a la memoria de Len Wein, su contribución para la Mujer Maravilla de principios de Post Crisis, si bien fue ideada y dibujada por George Pérez, a finales de la década de los ochenta.  Y es que cuando su compañero empezó a escribir los primeros arcos argumentales, Wein se encargó de los diálogos y con ello logró realzar de ese modo la calidad literaria del cómic.  Una vez que esta nueva Diana de aquel entonces consiguió estabilizarse dentro de este universo DC, recién George Pérez pudo tener la independencia necesaria como para tener pleno control de la colección.
      No he pasado tanto tiempo con Len Wein como yo quisiera y de seguro cuando no sabía aún tanto sobre autores destacados del llamado noveno arte, me habré leído de seguro alguno que otro de sus trabajos sin tener conocimiento de ello.  Debo admitir que de todo lo que hizo, que fue bastante a lo largo de sus 69 años (¡Qué temprano se nos fue!), lejos me encantaría tener y disfrutar su paso por X-Men y Batman, sin dudas considerados entre sus mejores labores (aparte de sus dos grandes creaciones y a las que ya me he referido).  En otras palabras, me queda mucho por leer de este señor, por quien tengo un gran respeto, puesto que justamente de todas las miniseries de Antes de Watchmen, es nada menos que su historia para Ozymandias la que más me agrada.
       La semana pasada no más tuve el gusto de por fin comprarme la miniserie Legendas de DC, correspondiente al primer evento anual de la compañía, tras el reinicio de la mayoría de sus cómics tras la gloriosa Crisis en las Tierras Infinitas.  Importante trama que viene a ser responsable de la actualización que se hizo en aquellos años de varios personajes clásicos deciístas, como el villano Darkseid, el superhéroe Shazam (por aquel entonces conocido como Capitán Marvel) y el grupo de justicieros juveniles de los Teen Titans, yo sabía que contaba con maestros de la talla de John Byrne en el dibujo (el mismo del relanzamiento de Superman en esa misma época, sin dudas de lo mejorcito del Azuloso) y John Ostrander (quien nos concedió su Escuadrón Suicida en esta misma miniserie y luego se encargó de su propia serie, otro verdadero hito en las historietas)…Sin embargo grande fue mi sorpresa cuando me enteré de que los diálogos los había escrito Len Wein y que según el editor de tal evento, Mike Gold y quien luego hizo una muy interesante Introducción para el tomo compilatorio, había sido escogido debido al enorme conocimiento de este acerca de tales personajes.  Por supuesto que llegué a mi casa feliz con mi reciente adquisición, que por años tenía pendiente leerla (y, bueno, aún no lo hago, je).

Junto a mis regalones, Brunito y Amilcar, más mi joyita aquí mencionada.
2- Dollar Bill.  El Dibujate: Steve Rude.

     Nacido el 31 de diciembre de 1956 en USA (¡Qué fome la fecha, justo cuando la gente anda desfinanciada por Navidad y, por otro lado, en plenas vísperas de Año Nuevo!),  corresponde a otro importante artista visual con una larga trayectoria en muchas editoriales, trabajando en las aventuras de un montón de destacados personajes como Batman, Hulk y Spiderman.
      Además de su paso por un montón de títulos como ya ha quedado claro, es reconocido por ser el cocreador de Nexus, junto al guionista Mike Baron, siendo esta una historieta de ciencia ficción y llena de algunas de las razas alienígenas más curiosas del medio.  Aparecida a principios de los ochenta, ha pasado por varias editoriales de las manos de sus creadores y a través de varias miniseries, justamente por tener estos el control absoluto de dicha marca (lo que lamentablemente casi no sucede con sus colegas).
       Su estilo cuidado lo ha convertido en un gran portadista, al usar una técnica propia de la publicidad clásica, a través de imágenes en tonos pasteles y en poses heroicas, como también idealizadas de los personajes, lo que bien se puede apreciar en la preciosa imagen que hizo para su propia versión de la portada de Dollar Bill (que también como otras de Antes de Watchmen,contó con al menos dos alternativas, como una de Jim Lee y otra de Daryn Coocke), que atendiendo al origen del superhéroe rememora los famosos carteles nacionalistas de propaganda del Tío Sam.
       Pese a su ya mencionado estilo, para este one-shot optó por una estética más cercana a la de los cartoon, que ya vimos en la primera miniserie, dedicada a los Minutemen, quizás por el hecho de que su argumento ocurre en la misma época dorada de estos vigilantes y también debido al regreso del humor en el guión hecho por Lein, luego del dramatismo de al menos las dos anteriores entregas (Dr. Manhattany Rorschach).
        Destacados galardones ha recibido Rude en numerosas ocasiones, entre ellos el Kirby, el Eisner y el Harvey, premios otorgados por su pincel que está considerado entre los grandes del cómic (si bien no es tan prolífico como otros artistas y en mi caso, hasta antes de esta historia no lo ubicaba de nombre).


3- El cómic.

        Narrado en primera persona por parte de su mismo protagonista, William Benjamin Brady, más conocido como Dollar Bill, es la historia de sus “orígenes secretos”, incluyendo su auge y particular caída.  Si bien quienes conocemos de antemano la obra original en la que aparece este sujeto, el final de su carrera como Minutemen es bastante conocido (el que dio lugar a un muy inolvidable homenaje/parodia en Los Increíbles de Pixar), siendo además uno de sus miembros más desconocidos, el enfoque dado por Len Wein lo convierte en este solo número en alguien entrañable...Cabe mencionar antes de referirse de lleno a su historia, la manera de cómo el guionista rompe con la realidad, al hacer que un Dollar Bill “extracorpóreo” sea quien nos cuenta su vida, todo desde un punto de vista ya lejano y con los ojos de cierta sabiduría luego de haber pasado por una existencia que en una primera instancia se podría considerarse como banal; pues este hombre reflexiona frente a lo pasado, tanto acerca de lo que fue su existencia, como sobre quienes lo rodearon (destacable viene a ser cuando emite sus juicios moralistas, debido a los intereses amorosos de su compañera Silueta, propios de la época hasta cierto punto y aun así es capaz de valorar otros aspectos sobre ella, por sobre su estrecha visión de mundo).
         Dollar Bill se nos presenta como el típico jovencito iluso e inexperto de muchas ficciones gringas, que se deja llevar por devenir de los acontecimientos (deportista que tuvo su momento de gloria, como muchos superhéroes arquetípicos) y quien debido justamente al azar llega a convertirse en el representante de una cadena de bancos que simula ser un justiciero.  Luego en un intento de darle a su vida un sentido más trascendente, decide unirse a los Minutemen y con lo que se enriquece esta pequeña (aunque valiosa) novela gráfica, al permitirnos conocer desde sus propios ojos lo que significa ser uno de ellos.  Por otro lado, resulta considerable el cambio espiritual por el que pasa el muchacho, al decidir abrazar el ideal superheroico, en medio de sujetos que en realidad no todos son elogiables y que gracias a lo hecho por los autores él sí aparece como alguien respetable.  Debido a todo esto, el cómic se adentra en la búsqueda de una persona imperfecta (como todos nosotros), haciendo que en poco más de 20 páginas consiga volverse alguien mejor.
        Siendo esta la última de las entregas de Antes de Watchmen sobre sus superhéroes (nos estarían quedando dos más, una de ellas también escrita por Len Wein, aunque con una orientación diferente como ya quedará claro en sus respectivos posts), no dejan de intervenir el resto de los vigilantes creados por Moore y Gibbons, lo que hace de su breve lectura algo aún más grato.

Recordando a mi papá.

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Vacaciones del verano de 1981 en Pichilemu.  En la playa con mi papá
y mis hermanas Jenny (la menor) y Mabel (la mayor).

     Ayer se cumplieron 15 años desde el fallecimiento de mi padre y creo, que más que nunca lo he tenido presente en mi memoria en mi corazón durante estas fechas.  No puedo olvidar el momento en que se fue de este mundo, pues yo mismo estaba a su lado aquella ocasión.  Ya he contado parte de cómo fue todo esto, así que no lo voy a repetir por estos lares, pues en realidad lo que quiero hacer a través de este escrito es recordarlo no con pena, que luego de tanto tiempo eso ha pasado a ser otra cosa: la certeza de que pocas personas me han amado como él lo hizo y por ello no puedo dejar de estarle agradecido. 
      No es la primera vez en que me refiero directamente a mi historia personal con él en este blog, sin embargo, sí nunca antes le había dedicado una entrada en su aniversario (de nacimiento o muerte).  Y creo que es una buena oportunidad para compartir con ustedes algunas de mis memorias al respecto:

      De niño me gustaba ir a comprar con él a Estación Central, una comuna que está al lado de aquella en la que vivíamos juntos, famosa por su rico comercio y donde acudía 6 días a la semana a buscar aquello que le faltara para su bazar (que tenía en nuestra misma casa).  Me estoy refiriendo a una época en la que mi papá era uno de mis mayores referentes, así que disfrutaba mucho de estar a su lado, razón por la cual tiempo que tenía libre lo ocupaba para salir juntos.  Además, prácticamente estas eran la mayor parte de los viajes que hacía a su lado, que como muchos comerciantes pasaba casi siempre dedicado a su negocio, la fuente con la que mantenía a toda su familia.  Me encantaba mirar las vitrinas de las jugueterías y fantaseaba con tener todas las figuritas de colección de las series que veía (en especial He-Man y Transformers); así que desde entonces que llevo dentro de mí el bichito del comprador impulsivo. Como no conocía otras maneras de divertirme junto a él (bueno, aparte de ver juntos tele en el mismo negocio, con mi mamá a nuestro lado), con solo esto era feliz…Al menos durante buenos años fue así de sencillo todo, que creo me duró hasta pasada mi primera década de vida (entre los 12 y los 13).
     Cuando no podía ir con él, por lo general debido a que sus salidas calzaban justo cuando yo estaba en el colegio, me iba a buscarlo a la esquina de la casa, justo donde estaba el paradero de la locomoción colectiva y así me venía con él hasta el hogar ayudándole a traer las bolsas de las compras, cuyo peso me podía.  A veces cada uno llevaba un extremo del paquete, para ayudarnos mutuamente en el trayecto.  Pero para ser sinceros, no solo el amor por mi papá me llevaba a ello, sino que había también interés de por medio: Cuando salíamos siempre me compraba alguna cosa rica para comer (golosinas, por supuesto), o alguna chuchería para mi colección (algo barato, aunque en mi mentalidad infantil me hacía sentirme feliz), así que la verdad es que iba en post de mi dosis de regaloneo material. “¿Qué me trajiste?” le preguntaba ilusionado.  Si su respuesta era lo que esperaba, con toda la “gentileza” del mundo lo ayudaba con la carga…Y sin no me había concedido mis deseos, me enojaba y lo dejaba donde estaba viniéndome molesto por su “ingratitud” (ahora es mi regalón Amilcar quién siempre me pregunta qué le traje).
      Siendo que era el único de sus hijos que le había tomado amor a la lectura, vez que me daban a leer un libro en el colegio, mi papá me los compraba.  Recorría todo San Diego (un famoso sector de la ciudad dedicado a la venta de literatura), buscando cada uno de esos títulos.  Para mí, ya más grande, hecho un adolescente, era una tremenda alegría llegar a casa o esperarlo a que volviera de sus andanzas, para tener entre mis manos una nueva perla de la literatura…Era el primer mes de clases, en marzo, cuando recién estaba cursando el tercero medio (lo que en otros países le llaman tercero de secundaria, creo) y lo acompañé esa vez a conseguirnos nada menos que Los Altísimos de Hugo Correa, obra cumbre de la ciencia ficción chilena y latinoamericana.  En mi ignorancia nada sabía sobre ese título aún y mucho menos de su autor.  La novela estaba discontinuada y nos costó hallarla entre los distintos locales que visitamos, hasta que llegamos a una galería donde había muchas tiendas de textos usados…Y entonces lo encontramos.  Era una vieja edición, que se alejaba por completo de mi idea de la presentación de una obra del género, sin ninguna ilustración y más encima amarillenta.  Si no me equivoco costó $3.500, en ese ya lejano 1992, lo que era una suma considerable en aquellos años.  Mi papá estaba satisfecho de cumplir con sus deberes de buen padre…y yo en cambio me quedé enojado, porque no me gustaba la idea de tener una “versión vieja y fea”.  En la casa, tal cual un niño chico, me dio una pataleta y me puse a discutir con él cegado por mi estupidez y egoísmo.  Un día, ya adulto, recordé que incluso llegué a tirarle el libro y le dije que no quería esa cochinada…Y sentí una tremenda vergüenza por ello.  La memoria me falla, sin embargo, sí recuerdo a mi papá entregándome el volumen arreglado por sus manos, que se le había salido la tapa debido a mi violencia y él la pegó con su habilidad y dedicación, para que su hijo para que lo leyera igual.  No pude dejar de conmoverme y me puse de inmediato a la labor de adentrarme en sus páginas, gozándolo con un enorme orgullo, por saber que estaba leyendo a todo un maestro de la ciencia ficción que era compatriota mío.  Tiempo después me enteré de que se trataba nada menos que de la primera edición de ese clásico, así que era dueño (y lo sigo siendo), de todo un documento histórico…Y ese era uno de los tesoros que me había concedido mi papito.
      Uno de los grandes sueños de mi papá fue que al menos uno de sus hijos entrara a la universidad, que fuese un profesional.  Pues como es sabido, los padres proyectan en sus hijos las aspiraciones que en su momento ellos no pudieron concretar y como siempre esperan lo mejor para su descendencia; si uno de sus vástagos llega a acercarse (o sobrepasar) la idea de plenitud que tienen, ello los hace dichosos como pocas cosas en el mundo.  No obstante, ninguno de mis hermanos quiso seguir ese rumbo (así como ponerle a alguno de sus pequeños su particular nombre: Eleuterio), tan solo yo estimulado por varias razones, llegó a ello.  Cuando quedé aceptado en una universidad estatal (la UMCE, más conocida popularmente como Pedagógico, en tiempos en los que las casas de estudios superiores eran un lujo que solo los más pudientes podían darse) mi “taita” no daba más de felicidad.  Era el mes de febrero (¿o aún era enero?) de 1994 y en marzo me tocaba entrar a mi primer año en la carrera de Filosofía (que al año después, menos mal, me cambié a Castellano), cuando un día mi papá me dijo que lo acompañara a hacer sus compras para el negocio.  Lo que yo no sabía, era que me tenía deparada una sorpresa: me llevó a una multitienda para que le pidiera una suma considerable en ropa a mi gusto (por lo general a mi hermana menor Jenny y a mí, solo nos regalaban vestimenta en dos ocasiones al año: en vísperas de Fiestas Patrias, en septiembre, y para Navidad). 
        La noche previa a mi primer día de clases, dormí como un lirón, en cambio mi papá apenas pudo pegar el ojo y ese lunes se levantó aún más temprano que de costumbre para abrir la tienda…y desearme una buena jornada.  Me había dicho que quería ir a dejarme a la universidad, a lo que le contesté que no era necesario, pues ya no era un niño (y claro, aún con 18 años de edad, tenía la mentalidad de un adolescente, al que le faltaba mucho mundo).  No obstante, sí había ido conmigo a matricularme y se río mucho cuando un grupo de hermosas señoritas, me pintaron la cara como recepción jocosa por ser mechón (alumno nuevo). 
        La vida le alcanzó para verme titulado, aunque no fue a mi examen de grado, que se habría aburrido como una ostra.  Nunca fui a la ceremonia de entrega de diplomas, que no estaba dispuesto a pagar por ello, así que tampoco pudo estar en ello (no voy a caer en el sentimentalismo “barato”, de decir que si hubiese sabido que al año siguiente moriría, habría gastado esa plata, ya que no vale la pena amargarse por lo que no fue).  Y, no obstante, el último de mis cumpleaños en los que estuvo presente, cuando supo que venían unos colegas míos, se sintió tan contento, que desde su cama quiso conocerlos, para compartir de esa manera mis comienzos como profesor. 

El día de mi confirmación (1993), junto a mis papás y Pato, mi padrino
(de quien pocos años después nunca más volví a saber).

Otra mirada literaria destacada al mito del vampiro.

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1- Primeras palabras.

     Desde niño me han atraído los vampiros (bueno…y los hombres lobos), supongo porque como muchas otras personas comparto la atracción por la idea de la inmortalidad, aunque a ello sumado a la noción de la eterna juventud. Lo anterior si dudas que tiene relación con mi lado más hedonista, mi predilección por la belleza y, teniendo en cuenta además el tipo de chupasangres que más me gustan, el interés hacia una sexualidad y una sensualidad desbordante.  Por supuesto que también disfruto con las historias de estos hijos de la noche en la variante nosferatu, verdaderos monstruos nocturnos que para nada pueden ser consideradas como “bestias bellas”, aunque no se produce el mismo nivel de identificación con sus otros parientes.
     Mi primer acercamiento al subgénero desde el punto de vista literario, fue a través de la que sería considerada como la más grande obra de Stephen King al respecto: Salem´s Lot y que leí con el bello recuerdo de la miniserie que apenas pude ver de niño en los ochenta.  Esta novela del principio de la carrera profesional de mi escritor favorito, me dejó preparado para un montón más de grandes novelas y cuentos de este estilo, siempre ávido de nuevas narraciones de calidad, que satisficieran mis morbosos intereses. 
      Y así fue que al poco tiempo después conseguirme el libro arriba mencionado (¿O tal vez fue antes de ello?), llegó hasta mis manos el especial de mi recordada Fangoria, dedicado a los vampiros. Pues en un listado contenido dentro de sus páginas, venían comentados nada menos que las mejores novelas al respecto, ordenados de manera cronológica y comenzando, por supuesto, por el mayor clásico respectivo: Dráculade Bram Stoker.  Tal cual si fuese toda una biblia para mí, procuré conseguirme todos los nombres mencionados, labor que en todo caso me ha costado llevar a cabo, si bien me ha llenado de satisfacciones: Soy Leyenda de Richard Matheson, Entrevista con el Vampirode Anne Rice, El Ansiade Whitley Striebery La Luz al Final del Túnel de John Skipp y Craig Spector.  Bueno, no los leí en ese orden, aunque sí los he mencionado según fueron publicados.  Algunos otros de los recomendados aún no han pasado por mis manos, que al parecer no han sido traducidos al español y en un caso en especial Lost Souls (bajo el nombre en nuestra lengua como La Canción de los Vampiros y luego como El Alma del Vampiro) de Poppy Z. Brite…Que me regalaron hace años para un cumpleaños y que pese a cuánto deseé tenerla, casi de manera extraordinaria he olvidado que lo tengo.
       Pues uno de esos textos considerados en tal especial, corresponde a El Tapiz del Vampiro de Suzy McKee Charnas, cuyo argumento y comentarios no dejaron de entusiasmarme, sabiendo además en esos tempranos años noventa que Martínez Roca lo había sacado en la lengua de Cervantes.  Sin embargo, me fue imposible conseguírmelo…hasta estas vacaciones de invierno, ya pasados los cuarenta y cuando buscando un regalo para el cumple de mi amiga Cecilia, me tropecé en mi librería favorita con esta obra.  Diría que vi su título de reojo o tal vez el nombre de su escritora en la portada, la que malamente imitaba el estilo tan puesto de moda por esos “vampiritos descafeinados” de la saga de CrepusCULO y en la que aparecen imágenes simplonas en rojo y negro.  La verdad es que fue como si me sintiera impulsado hacia el lugar donde se encontraba.  No dudé en comprarlo y me prometí a mí mismo leerlo dentro de un futuro lo más cercano posible…O sea, este mismo año.  Hace al menos un mes ya que me devoré esta obra y ahora por fin puedo compartir con ustedes mis impresiones al respecto.
        Años atrás ya, creo que cuando estaba terminando la universidad, tuve la suerte de que en la serie de antologías publicadas por la mencionada editorial Martínez Roca, bajo el nombre genérico de Horror(que en todo caso en su idioma original no pertenecían a una misma serie), en el número 6 venía nada menos que El Tapiz del Unicornio. Corresponde a uno de los 5 textos que comprenden su famoso libro sobre el vampiro Edward Weyland y que fue ganador a la mejor novela corta en los premios Nébula de 1981.  Como por aquel entonces era mi única oportunidad para acercarme a este escrito y a su creadora, gocé de su lectura más que muchos de los otros (grandes) relatos incorporados a dicha selección.

 2- La autora.


     Nacida el 22 de octubre de 1939 en Gringolandia, Suzy McKee Charnas es una destacada escritora de ciencia ficción, fantasía y terror.  Si bien no se le puede considerar como una artista prolífica, ha ganado importantes premios, que dejan, sin dudas, constancia de la alta calidad de sus ficciones: El Hugo, el Nébula y el James Tiptree Jr.
     Su bibliografía comprende, al menos, 3 novelas independientes y dos sagas: The Holdfast Chronicles (Caminando hacia el fin del mundo, su primera entrega, fue publicada en 1976 por la editorial Edaf y en una colección que en su momento sacó grandes obras de ciencia ficción y fantasía, que menos mal ha sido reeditada por la editorial especializada Minotauro), una tetralogía hasta el momento y Sorcery Hill, una trilogía.  Asimismo, 4 son sus colecciones de cuentos, uno de ellos editado originalmente en formato digital (Music of the Night).  Por otro lado, su libro My Father's Ghost,es una especie de autobiografía novelada, acerca de la difícil relación con su padre.
      Dentro de los temas abordados en su prosa, encontramos el feminismo, las distopías y la sexualidad. 
       Lamentablemente para el público hispano amante de este tipo de literatura, en general no es una autora conocida, puesto que salvo El Tapiz del Vampiro y su obra de ciencia ficción ya mencionada, al parecer nada más de ella ha sido traducido. 

 3- El Libro.

       Compuesto de 5 episodios que se pueden leer tanto de forma autónoma, como de manera secuenciada, ya que siguen cronológicamente la historia de su protagonista, corresponde más bien a una serie de novelas cortas, sobre un vampiro que se hace pasar por antropólogo.  Ejerciendo como profesor en una universidad, mantiene la fachada de hombre erudito y  reservado para acechar a sus víctimas.  Es así que estamos frente a un curioso caso de mimetismo predatorio, por parte de una criatura que se hacer pasar por alguien de la misma especie que persigue, que aunque se supone vive fascinada por la cultura humana (estudiándola), realmente la desprecia en una primera instancia.  La particular manera en la que el profesor Weyland vive junto al “ganado”, cobra un significativo valor a la hora de definir las distintas relaciones que para bien o para mal, llega a tener con algunos de sus miembros. 
        El vampiro es acá un sujeto con la apariencia de un hombre maduro, cercano a los cincuenta, apuesto y atlético, tal como se presentan muchas veces en la ficción este tipo de monstruos; es además alguien carente de empatía y que sin embargo no deja de ser intrigante tanto para quienes lo rodean, como para el lector.  Por otro lado, en ningún momento llegamos a conocer su pasado, mucho menos su origen, siendo que él mismo apenas sabe sobre su naturaleza e historia previa.  No obstante aún cuando el vampiro evita establecer verdadera intimidad con aquellos de quienes se nutre, el devenir de los acontecimientos va tomando un giro inesperado, que sumado cada caso a otro, determinan el sentido de todo.  Es así que pese a la personalidad distante de Weyland, este termina por sucumbir a la influencia del llamado rebaño…Pues no somos islas y para bien o para mal, somos la suma de nuestras vivencias junto a otros.
       Detalles interesantes a la hora de comparar estos relatos con la de otros del mismo subgénero, son que su protagonista no acostumbra matar a sus víctimas, sino que bebe hasta cierto punto su sangre, para “no despertar sospechas” y poder mantener su estilo de vida despreocupado; también puede exponerse a la luz del día sin contratiempos, así como al parecer es el único de su especie (de este modo, debido a tal hecho, nos encontramos con el tema de la soledad de la otredad, por ser distinto y carecer de pares, que aunque a Weyland aparentemente no le importa, hacia el impactante final de todo, tal tema cobra un valor inesperado).  De igual manera, al parecer la singularidad de la biología del vampiro se aleja de los parámetros sobrenaturales y/o místicos, para entregarnos una especie de origen relacionado con la evolución (y correspondiente mutación) de las especies.
      Los 3 primeros capítulos que integran este libro, abordan el tropiezo de una persona distinta con Weyland, siendo cada uno de estos el significativo coprotagonista de su argumento.  Lo valioso de todo esto, es que al ser tan distintos todo estos (una mujer que está en las puertas de la tercera edad, un niño cercano a la adolescencia y otra dama que se encuentra en la cuarta década de su existencia), se nos permite indagar a un nivel diferente en la intimidad del vampiro.  Posteriormente, los 2 últimos episodios, toman el punto de vista del propio vampiro, para completar la caracterización de tan llamativo personaje.  
      Todo ocurre de la siguiente forma:

·         La Mente antigua en acción: Weyland es el más nuevo y prominente docente en una poco prestigiosa universidad estadounidense, quien gracias a sus publicaciones, conferencias e investigaciones sobre el sueño ha conseguido subir algo la gloria perdida del lugar.  Sin embargo, su parco comportamiento llama la atención de la gente, pues por mucho que evite la sociabilización, tal como queda demostrado a lo largo del texto, la misma manera de cómo está compuesta nuestra especie (de la que quiérase o no depende el vampiro), deja algún tipo de huella en él.
      El comienzo de la narración, que a sí mismo es la invitación para adentrarnos en tan fabulosa ficción, no puede ser más suculento para el lector:

       “Un martes por la mañana Katje descubrió que el doctor era un vampiro, igual que el de la película que había visto la semana pasada. Un amigo de Jackson, empleado en el turno de noche de limpieza, se había dejado el paraguas en el aparcamiento de bicicletas que había ante el edificio del laboratorio. Dado que a Katje le gustaba dar un paseo en esas primeras y tranquilas horas del día, antes de empezar su trabajo, fue a ver si el paraguas estaba todavía allí. Cuando volvía a través de la espesa niebla con las manos vacías, oyó abrirse ruidosamente la puerta del laboratorio a su espalda. Se volvió a mirar.
      Un hombre salió por ella y avanzó a través del estacionamiento. Era joven y estaba bastante claro que se había herido o se encontraba enfermo, pues no tardó en vacilar y acabó cayendo al suelo, quedando con una rodilla en tierra y alargando una mano para no perder del todo el equilibrio en la húmeda y reluciente superficie asfaltada.
     Otra silueta emergió del edificio, siguiéndole y cerrando sin hacer ruido la pesada puerta. Este hombre, alto y de cabellos grises, se quedó inmóvil un segundo, llevándose a los labios un pañuelo blanco que había sido doblado hasta formar un pequeño cuadrado. Luego se guardó el pañuelo en un bolsillo y fue hacia el estacionamiento. Al pasar junto a la figura medio arrodillada en el suelo volvió la cabeza para mirarla… y siguió andando sin vacilar. Se metió en su Mercedes gris metalizado y se fue.”

      La intromisión de la experimentada Katje, en la aparentemente controlada vida de Weyland, otorga sin duda algunos de los mejores momentos del volumen.  Pues se produce entre ambos un particular duelo de voluntades, ya que la fémina se empecina en descubrir la verdad sobre su identidad, ya que lo considera todo un peligro para la comunidad.
      Un memorable comienzo es el primero de los 3 puntos de vista “humanos”, con el este retrato del vampiro va revelándose (de ahí el nombre del libro, ya que el llamado tapiz viene a ser un minucioso cuadro y/o tejido, que representa de manera exquisita lo que vienen a ser nuestras facetas más oscuras, como también luminosas, de nuestra humanidad, a través de la simbólica figura del chupasangre)…  Pues Katje, tal como él, también es una predadora, aunque de un tipo diferente.
      Si bien el propio Weyland a lo largo del tomo resulta desagradable como individuo (lo que de seguro a propósito hizo su autora), la misma Katje tampoco es una persona que pueda parecernos simpática…Y es que esta resulta ser prejuiciosa y racista, siendo que en todo caso, queda explicada en sus páginas la razón de por qué es así.  Y sin embargo, tal como sucede con el propio antropólogo, las experiencias recientes por las que pasa (y la gente con la que llega a comulgar) la convierten en alguien mejor.

·         La tierra de la satisfacción perdida: Tras los acontecimientos contados en la sección anterior, Weyland ha pasado de ser un depredador (que supuestamente se encuentra por sobre la cadena alimenticia) en una presa.  Esto, porque ahora se encuentra enjaulado, luego de haber sido descubierto por unos inescrupulosos hombres que desean sacar provecho de su naturaleza.  Y entre medio de todo esto, se encuentra Mark, un buen chico que es arrastrado en medio de todo esto y que pese a su falta de experiencia e inocencia, se convierte en una pieza clave dentro de todo lo que tiene que ver con la transformación por la que va pasando el protagonista.
      El papel de la compasión y la compleja funcionalidad de las relaciones parentales (en especial entre padres e hijos), toman un rol destacado en este apartado, ya que en cuanto a esto último, atractivos diálogos se dan entre el muchacho y su forzado huésped:

     “—Le estuve observando la primera vez —dijo Mark con voz acusadora—. Usted no quería hacerlo. Sabía que era horrible… Toda esa gente mirando…
       —¿Has visto alguna vez una turba en acción? —le preguntó el doctor Weyland —. Te asombraría saber la cantidad de fragmentos que se le pueden arrancar a un cuerpo vivo con la ayuda de un cuchillo, incluso con las uñas y los dientes, para que la gente pueda llevarse a casa recuerdos de un acontecimiento memorable. En este sitio tan pequeño cinco o seis personas ya forman una turba y yo… estaba y sigo estando fuera de los confines de la moralidad corriente. Al principio tuve miedo de lo que pudieran hacer cuando me vieran comiendo. Pero tenerte aquí ayuda. Hay cosas que les gustaría hacer y ver aparte del número principal, pero no se atreven a hablar en voz alta de las peores posibilidades teniendo a un niño delante.
       La expresión pensativa del vampiro y el que tuviera los párpados medio entornados hacían que pareciera terriblemente viejo.”

      Sobresale en esta parte del libro, la presencia del satanista Reese, quien está complotado con el tío de Mark para convertir al vampiro en todo un macabro espectáculo.  Es así que nos encontramos a través de este oscuro sujeto, con una nueva contraposición entre el vampiro y este otro, ya que si bien el primero depreda para sobrevivir, el otro lo hace por mera satisfacción.  De este modo, queda frente a la discusión preguntarse quién es en realidad el monstruo y/o villano de la historia.
      Siendo la autora una amante y una especialista en la literatura de ciencia ficción, se permite en este episodio hacer su propio homenaje al fascinante mundo de estas ficciones, convirtiendo a Mark en un seguidor de estas narraciones y haciendo que este y Weyland charlen bastante acerca de su atractivo.


·         El Tapiz del Unicornio: Este hermoso capítulo transcurre en otra ciudad, luego de que Weyland ha logrado liberarse de sus captores.  Es así que para regresar a su antiguo estilo de vida, que le permite encontrar a sus víctimas al amparo de su mascarada como hombre de ciencias, se entrega a una serie de sesiones de terapia psicológica en las manos de una especialista.  No obstante las citas entre paciente y terapeuta toman un rumbo inesperado, sacando incluso más que nunca al vampiro de su ordenado mundo y llevando a la misma psicóloga por el viaje compartido, hacia el reconocimiento de la propia complejidad de la mente y el corazón humanos (siendo justamente el vampiro, otra especie, el vehículo motor de todo este aprendizaje, quien también llega a conocerse a sí mismo).
     Si en el capítulo anterior hubo un burdo episodio de erotismo incluido dentro de la trama, en esta ocasión la sexualidad toma ribetes mucho más sublimes, pues ahora estamos refiriéndonos al encuentro entre dos almas, que en su soledad llegan a crear un verdadero nexo de reciprocidad. 
      Si Katje y Mark en sus momentos fueron presentados como personas inteligentes que llegaron a conocer a su manera a Weyland, Floria también es presentada como alguien sofisticado en el plano intelectual y con lo que queda claro que quiérase o no, este es el tipo de personas que logra atraer al vampiro (aunque no lo busque a propósito).
      Acá, en todo caso, no hay romance entre la mujer y el vampiro, que hasta el momento Weyland es incapaz de amar; no obstante, sí que se da un importante descubrimiento mutuo, que requiere de la compenetración entre semejantes o al menos entre complementarios.   De este modo, en contra de lo esperado y de la misma naturaleza desconfiada del vampiro, este comienza a contarle la verdad acerca de su identidad:

      “—Buenas tardes, doctora Landauer —dijo con voz grave—. ¿Puedo preguntarle cuál es su juicio sobre mi caso?
       —No me considero una juez —dijo. Decidió que lo mejor sería intentar que sus conversaciones se hicieran llamándose por el nombre, si era posible. Emplear el nombre de pila con este hombre de aspecto tan austero y tradicional podía parecer un tanto artificioso, pero, ¿cómo podrían lograr la familiaridad necesaria para la terapia mientras se dirigían el uno a la otra como «doctora Landauer» y «doctor Weyland», igual que dos personajes de vodevil?—. Bien, Edward, esto es lo que pienso —siguió diciendo—. Necesitamos descubrir ciertas cosas sobre ese incidente vampírico: debemos averiguar la relación que guarda con lo que usted piensa de su persona, tanto bueno como malo, y lo que pensaba entonces; debemos averiguar qué le hizo intentar «convertirse» en vampiro, aunque eso iba a complicar su vida terriblemente. Cuanto más sepamos más cerca nos encontraremos de hallar la mejor solución para que toda esa fantasía del vampiro deje de serle necesaria y no vuelva a serlo nunca.
        —¿Quiere decir con esto que me acepta formalmente en tanto que paciente suyo? —dijo él.”

      El nombre del capítulo hace mención a una famosa leyenda medieval, que en este texto cobra una muy especial configuración, donde el interés hacia lo diferente se conjuga con la atracción de los opuestos.  De igual manera, nos encontramos con la presencia de la seducción, que puede ser mortal tanto para uno como para el otro, además del sentimiento de culpa y el peligro que se esconde dentro de cada uno (por muy inocente que parezcamos a los ojos de los demás), algo sacado de la respectiva leyenda y que actualiza la Charnas.  

·         Interludio musical: El primero de los dos episodios que toman por fin el punto de vista de Weyland en la narración, si bien manteniendo la tercera persona y gracias a al cual, ahora, se nos permite conocer más que nunca la mente de tan misterioso personaje.
      Todo transcurre durante un viaje que realiza el protagonista hacia su nuevo trabajo, en otra universidad y la parada forzada que debe hacer, mientras se lleva a cabo la representación de una ópera.  La trama de esta pieza dramática musical, nada menos que Tosca de Puccini, tiene su reflejo con lo que le toca pasar acá al personaje y también con su propia existencia rodeada de vicisitudes.
      En esta ocasión, más que nunca en todo el libro, “vemos” cazar al depredador, siendo que esta vez no solo lo hace para conseguir su alimento, sino que para poder mantener su fachada.
       Si en el segundo capítulo la escritora se permitió demostrar sus conocimientos literarios y de paso hacer más de un sentido tributo al poder de las fabulaciones, en especial al de la ciencia ficción, en esta ocasión nos deja claros su interés hacia la ópera, dejándonos presente el destacado rol de la música en nuestra sociedad. Es así que la sensibilidad frente al arte, que además según el mito griego la música es capaz de dominar hasta las bestias (como también a un vampiro), toma un papel fundamental en esta obra.   Cabe recordar, por otro lado, que la misma psicóloga que tanto consiguió adentrarse en el interior de Weyland, se llamaba Flora (tal cual la heroína de Tosca), detalle que no es algo gratuito dentro de todo esto.

     “El curso que iba a seguir la cacería se fue haciendo cada vez más claro, expresándose en términos que Weyland conocía muy bien. Cuántas veces se había aproximado a una víctima actuando de la misma forma, hablando suavemente para calmarla, disfrazando su impaciencia por alimentarse con la galantería social… Una mujer perseguida en el silencio de una librería o una galería de arte… Un hombre al que había conocido en un parque… Cazar era la experiencia alrededor de la que giraba toda la vida de Weyland. Y aquí estaba esa experiencia, vista desde fuera.
       Fascinado, se inclinó hacia adelante para observar mejor la estudiada calma del cazador, la fingida tranquilidad de la presa…”

·         El final del doctor Weyland: Pese a que el título no da pie a malinterpretaciones, las aventuras de este vampiro acaban de una manera por completo diferente a lo acostumbrado.
      Ya inmerso en su nuevo hogar y trabajo, Weyland se ve obligado a dejar su absoluta parquedad y mantiene una especie de amistad con un simpático colega.  Todo va bien, hasta que llega al lugar una antigua amiga de su compañero, quien comienza a recelar de él, lo que no deja de incomodarlo.  La presencia de esta mujer, llena de un poder de observación y voluntad que toma lo mejor de las otras dos féminas, a las que se enfrentó el vampiro en los capítulos anteriores, ayuda a definir mejor el valor de la fraternidad en nuestras vidas…Y que, por fin, aunque no lo quiera Weyland, descubre que incluso él puede llegar a ser importante para otras personas (algo que en todo caso, se estaba dando desde la segunda parte del volumen).
      Teniendo en cuenta la ideología liberal de la autora en términos sexuales, en esta última parte queda aún más de manifiesto su posición al respecto, al abordar de manera muy normal las relaciones amorosas lésbicas.  Debemos tener presente, además, que este libro data de 1980, época que si bien no es tan lejana en el tiempo, no era frecuente en abordar de esta forma el erotismo en su narrativa…y sin embargo la literatura de vampiros, desde hace rato ya que estaba ahondando en tales temas (antes ya habíamos estado frente a la homosexualidad masculina en otra parte de esta obra, sin embargo ello o bien fue visto de manera muy escueta o tomó más bien un carácter bizarro).

     “—Irv ha estado un poco preocupado últimamente —dijo de mala gana—. ¿Sabe de algún problema en particular que…? Ella meneó la cabeza.
      —Nada de lo que tenga ganas de hablar —replicó.
      Volvió a acercarse a él cuando llegaban al final de la pendiente que nacía en el patio de la iglesia y tomaron por el camino de tierra que llevaba hasta las calles que había detrás de la plaza. El tambor seguía sonando. Caminaron en silencio durante algunos instantes.
      —Incluso estando tan lejos de la plaza se puede sentir cómo el redoble del tambor hace que la tierra vibre bajo las suelas, ¿verdad? —dijo ella por fin —. El latido de un corazón comunal… Pero ese corazón no late para usted, ¿no es así profesor?
      —No más que para cualquier persona que no sea de raza india — replicó Weyland sin inmutarse. Estaba casi seguro de que en su observación no había nada que debiera preocuparle.
      —Usted no es «cualquier persona que no sea de raza india» —dijo ella—. Si continuara pintando le haría un retrato.
      —¿Era pintora? —le preguntó. Las aspas de un molino se alzaban ante ellos, girando, recortadas contra el cielo. Weyland contempló el molino, deseando que estuvieran sentados y hablando en vez de caminar, pues así le resultaría más fácil mirarla a la cara—. ¿Por qué lo dejó?
      —Para intentar otra cosa: dibujar con mi ojo, siguiendo los contornos y perfiles del tema milímetro a milímetro, sin saltarme nada. Cuando has hecho eso, el tema queda fijado en tu memoria de una forma que no puede conseguirse si trasladas una imagen mental al papel o al lienzo.”


Y ahora con ustedes… ¡MI POST N° 500 del Cubil del Cíclope!

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     He esperado con ansias este momento, quizás aún con mayor intensidad que cuando se viene un nuevo aniversario de esta página.  Y es que creo que llegar a este número en “solo” 7 años de existencia, no es para menos, sino que es el resultado de una disciplina que me he autoimpuesto a costa de varias cosas (por lo general, tiempo para descansar en algo que también me gusta harto: ver alguna peli o serie, leer algún libro o cómic; o simplemente, echarme una buena siesta, incluso salir de casa a despejarme).  Quienes me conocen bien y en especial quienes leen este blog que hago con tantas ganas (por lo general no se unen ambos aspectos, supongo que me entienden), tienen claro que hoy en día esta página me da muchas satisfacciones; me estoy refiriendo al gozo de poder compartir con otra gente las ideas que se me vienen a la cabeza, cuando disfruto de alguna obra o algún recuerdo importante para mí, que quiero plasmar al lenguaje escrito.  No sé si ya lo he dicho antes por acá: si soy profesor, es porque me gusta divulgar a otros o transmitir, mi amor por todas esas historias y personajes que me son imprescindibles para mi felicidad…Y lo mismo hago, incluso de manera más satisfactoria, a través de estos textos.
      A medida que se acercaba este momento, me pregunté más de una ocasión sobre qué versaría esta entrada, algo que en lo posible fuese diferente al resto de los nuevos centenares de textos que se agregaban a mi listado de trabajos.  Si hago memoria, mi primer “número 100” fue sobre una emotiva novela corta de Orson Scott Card,  anclada en su ciclo de Ender (uno de mis héroes literarios favoritos y además salido de la imaginación de mi segundo escritor predilecto): Guerra de Regalos.  Fue la primera ocasión en la que hice algo para el Cubil del Cíclope sobre este valioso autor.  Recuerdo que era verano, hacía mucho calor y aún no salía de vacaciones, tras un memorable año como docente en un colegio al que quise mucho y que lamentablemente ya no existe. Esta historia navideña fue además mi reencuentro con Ender, además de que me sirvió para terminar justo ese año del que les cuento, más o menos en la misma época navideña.   Esa entrada data del 13 de enero de 2013, más de un año y medio después de haber comenzado este proyecto.
       Se suponía que mi segunda centena, estaba dedicada al primer y más grande (según mucha gente) superhéroe de los cómics: Superman.  Correspondiente a la sexta entrega de mi serie sobre mis 10 superhéroes favoritos, en dicho escrito vertí buena parte del conocimiento que por aquel entonces tenía sobre el kryptoniano.  Me requirió harta labor ordenar toda la información que manejaba, que en todo caso estaba seguro (y aún pienso igual), que para nada soy un experto respecto a su cronología y detalles relacionados.  No he realizado tantos post sobre Kal-El, como de otros justicieros que se han ganado mi corazón (Batman, Hulk y Spiderman).  La fecha de esta entrada corresponde al 27 de mayo de 2014, poco  más de un año después del texto sobre la historia navideña de Card, lo que deja constancia del considerable incremento de posts que fui realizando y subiendo a partir de aquella época, más o menos.  Pues resulta que Guillermo, el mismísimo de la Guillermocracia (cuando era un asiduo visitante a mi blog), me hizo ver en un comentario de que en realidad era el texto N° 201, razón por la cual al anterior a este le correspondía el honor de ser el N° 200:La Fe y la Ciencia en “Contacto” de Robert Zemeckis. Llevado a cabo en plena Semana Santa, más bien dicho durante su fin de semana, a través de él quise expresar mi admiración sobre una de mis cintas de cabecera (y debo decir, que estoy muy orgulloso de lo hecho al respecto).
        El 25 de octubre de 2015 llegué al post N° 300, que en tal ocasión fue acerca de la serie de televisión Sense8, que recién había visto en su primera temporada y me había fascinado.  La verdad es que esta era la segunda parte de un díptico sobre tal programa, que sin dudas me “había dejado loco”, puesto que además se trataba del regreso a la pantalla chica de uno de mis guionistas preferidos: Michael Straczynski.  A partir de esta tercera centena de entradas a la fecha, las que le siguieron (incluyendo, por supuesto, esta misma que leen ahora), han calzado justamente con el mismo mes de cada nuevo año.
       Para el 20 de octubre del año pasado, volví a escribir sobre una novela de ciencia ficción, si bien en esta ocasión se trató de una novela de un autor que nunca antes había leído y que más encima se trataba de su opera prima: Ready Player One de Ernest Cline.  Recomendada por mi amigo Iván Piñeyro, me la regaló junto a su esposa María Elena, una de mis mejores amigas.  Ambos ya por tradición me han dado como obsequio una genial obra de la literatura en mi cumpleaños, que yo feliz he leído, pues confío plenamente en el criterio estético que poseen.  Debido a ello, cada año le he dedicado un post a los libros que me han dado, verdaderas joyitas dentro de la llamada “literatura de género”.  Y sin dudas que esta obra en particular, es toda una caricia a la mente de los ñoños de nuestra generación, que ahora esperamos con muchas ganas la película pronto a estrenar y hecha por Steven Spielberg.  Por todo lo que significó para mí esta obra, decidí que mi entrada al respecto calzaría con tal número 400.
        ¿Sobre qué versaría esta vez un número tan importante? ¡500 es una cantidad bastante considerable! Así que debía ser algo especial esta vez.  No quería repetirme con una novela y sobre una serie ya había hecho algo antes.  Lo que más me arrastraba a escribir sobre algo que en realidad me había fascinado mucho, era una increíble novela gráfica del Caballero Oscuro: All Star Batman & Robin de Frank Miller y Jim Lee…Pero ya con mi texto sobre el Azuloso había hecho algo de este tipo…¿Sobre una película? Bueno, en realidad mi trabajo sobre la ya citada Contacto, que siendo más precisos sí fue el post N° 200, trató sobre un filme y de ciencia ficción más encima.  Considerando entonces todas estas entradas conmemorativas, incluyendo la del Hombre de Acero, tenían que ver sobre historias de ciencia ficción…Así que algo sobre sustos, monstruos y terror (lo que más me gusta), era la mejor opción…
        Entonces se me ocurrió hacer algo por completo distinto: un recorrido por cada una de esas maravillosas centenas, sin dudas que el fruto de mi pasión y mi dedicación.  Es algo que me hace feliz, todo esto en realidad, y como siempre me siento movido a compartir estos recuerdos con ustedes.
        Comencé este blog rescatando mis trabajos antiguos hechos en especial para esa gran revista virtual que es Insomnia, el formidable legado de mi amigo Ricardo Ruiz.  De igual manera agregué algunos otros escritos míos de antaño y luego, poco a poco, le fui tomando el gusto a esto de hacer trabajos originales para el Cubil. 
         Les puedo contar que dentro de las temáticas más abordadas en mi página, se pueden encontrar también otros números interesantes: a la fecha, por ejemplo (y en orden alfabético), 83 para Batman, 2860 sobre cine, 193 de cómics, 68 acerca del tema de la religión en general y el cristianismo, 98 acerca de cómics DC, 23 elegías (o sea, textos en honor a la memoria de algún artista que se haya ganado mi corazoncito), 33 sobre Lovecraft, 43 para Hulk, 22 acerca de Juego de Tronos, 30 que tengan que ver con la comunidad LGTB, 238 acerca de literatura, 27 en torno a los Vengadores, 28 para esa gran serie que es Maestros del Horror, 97 sobre historietas y/o personajes de Marvel (parece que me he vuelto más marvelita, que deceísta), 27 con elementos de Memorabilia (o sea, sobre mis recuerdos…Bueno, en ese caso, esta misma entrada es la número 28), 186 para distintas series de televisión, 51 acerca de Spiderman, 33 en torno a Stan Lee, 88 en las que menciono a Stephen King en alguna medida, 33 para los vampiros, 32 por Wolverine, 30 para Wonder Woman, 26 que traten acerca de los X-Filesy 43 que tengan que ver sobre los X-Men.  De seguro se me han olvidado agregar varios posts, en especial los más antiguos, a tales calificaciones, pero al menos ya se pueden hacer una idea.
      Entre los post más populares, algunos llevan años destacados, siendo estos los siguientes: LosCaballeros del Zodiaco y el Lienzo Perdido(12466 visitas y/o lecturas), la novela Boleros en la Habanade Roberto Ampuero (6028), las dos primeras cintas de Frank Darabont sobre alguna obra de Stephen King, Sueños de Fuga(1079)y La Milla Verde(4551), la novela gráfica Hiketeiade Wondy (2309), mi primer texto acerca del sitcom The Big-Bang Theory(1607), la obra maestra de Mary Shelley Frankenstein(1499), el personaje deConstantine (1630)y el cartoon Batman el Valiente (2440) y mi texto acerca del valor de los superhéroes (2753), entre los que más llevan tiempo entre los más leídos.  Lástima que la cantidad que les he confesado, no sean acompañadas por comentarios y/o seguidores.
       Aún tengo mucho de lo que hablar en el tiempo a futuro y espero que cada uno de los textos que aquí subo, al menos para alguien para valga la pena.  Pues siempre escribo con el corazón, que si no fuese así, me dedicaría a otros menesteres.
       Muchas gracias a quienes me han acompañado a lo largo de estas “primeras” 500 entradas (si bien algunos de los que me seguían en el pasado, se perdieron por ahí y de ellos nunca más volví a saber).  El tiempo ha pasado tan rápido y sin embargo ha sido casi toda la vida de mi regalón Amilcar, quien el 14 del mes pasado no más cumplió 8 años.  Aún recuerdo cuando era más chiquitito y lo sentaba en mis rodillas para escribir con él varios de estos textos; a veces lo tenía acostado cuan largo era en aquel entonces, moviendo una pierna, mientras le cantaba para hacerlo dormir y a la par me dedicaba a mis posts.  En cambio con Brunito, lejos más inquieto que su hermano mayor, no puedo avanzar mucho que digamos; las pocas veces en que lo tengo a mi lado, si bien sentado en mi cama jugando o viendo algo en la tele, tengo que estar atento a que no vaya a hacer alguna maldad.  En todo caso, ambos son mis mayores “musos” y en cuanto a Amilcar, ya tiene alguna idea de que poseo un blog, haciéndome a veces preguntas al respecto.
       Bueno, ya es hora de dar término a este escrito e ir en pos de los próximos 500 siguientes.  Nos vemos pronto (espero) por estos lares.

Brunito y Amílcar, mis dos superhéroes favoritos.

Una muy singular precuela (primera parte).

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     Cuando Netflix estaba aún a meses de entrenar su serie ambientada en el universo de Viaje a las Estrellas (Star Trek: Discovery), me decidí a verme de una vez, ahora completa, el anterior show televisivo de la franquicia (pues hace años ya, y más encima aún en la época del VHS y grabado del cable, solo había llegado hasta el principio de su segunda temporada).  Titulado en un principio como Enterprise y posteriormente a partir de su tercer año agregada la palabra genérica de Star Trek a su nombre, se trata de un programa que cuenta eventos transcurridos antes de la misma serie original, que sucede durante el siglo XXIII y por ello mismo esta otra se encuentra ambientada en el siglo XXII. 
     Teniendo en cuenta los antecedentes de la trama de esta obra, es considerable dentro de su desarrollo el hecho de que sus episodios muestran los comienzos de la exploración humana del espacio, pocas décadas después de lo mostrado en el filme Star Trek: First Contact.  Siendo los vulcanos la primera raza alienígena con la que los terrestres tuvieron comunicación, al menos de manera documentada públicamente en cronología trekker, su argumento gira en torno al comienzo de la estrecha relación entre ambas especies tan distintas entre sí; de este modo, en sus dos primera temporadas, resulta ser un gran atractivo la importancia que se le da a esta sociedad, que tal como queda demostrado en la serie, se encuentra llena de complicaciones por parte de los recelos de ambas partes.
      El futuro (“pasado”) que nos representa esta historia, no es tan amable como el creado por Gene Rodenberry en los años sesenta, cuando por medio de su mirada positiva a través de una sociedad cosmopolita y tolerante, quiso dejarnos claro que en la diversidad era posible llegar al mejor de los entendimientos en pro de un bien común.  En este sentido, Enterprise se acerca más a lo visto en Star Trek: Deep Space Nine, la tercera producción de la franquicia (si se obvia el recordado cartoon de los setenta, en la práctica el segundo programa de la saga, que pese a su enorme calidad dramática, no está considerado dentro del canon oficial), ya que regresa a su mirada más aguda acerca del devenir de nuestra raza, aunque tampoco perdiendo las esperanzas en lo mejor de la humanidad.
      Pues resulta que los vulcanos si bien tienen todas las más nobles intenciones con los humanos, a quienes en la práctica han apradrinado, en realidad aún  los ven como “niños”, ya que debido a la naturaleza más pasional nuestra, consideran que aún no estamos preparados para salir hacia el exterior y conocer otras civilizaciones.  Es así que los vulcanos tienen gran influencia sobre la Tierra, inmiscuyéndose en sus asuntos, lo que en todo caso ha traído desconfianza por parte de algunos en el planeta hacia los “orejudos”.  Sin embargo la llegada de dos razas de las que nada se sabía (al menos por parte de los hombres), una de ellas nada menos que los mismísimos klingons, provoca que salga la primera nave terrestre en poseer velocidad warp 5, con el propósito de evitar un conflicto de tremendas proporciones.
       Para la misión, es elegido nada menos que el capitán Jonathan Archer, hijo del científico que fue frustrado por parte de los vulcanos para usar la tecnología que desarrolló y que podría haber acelerado el proceso de la exploración espacial humana.  Por lo tanto, este tiene grandes rencores con los vulcanos y, sin embargo, a regañadientes debe aceptar que una representante de esta especie, lo acompañe a él y a su tripulación a la tarea que se le ha encomendado.  Como era de suponer (teniendo en cuenta además la impronta de una figura como el célebre señor Spock, conocido incluso por quienes nunca han visto la serie original y siendo, sin dudas, uno de los personajes de la cultura audiovisual más destacado del siglo XX), la extraterrestre que lo acompaña, T´Pol, termina por convertirse en un miembro valioso de este primer Enterprise y, más encima, en una de sus mejores amigas.
      El resto de los navegantes son humanos, si bien el médico de abordo es el otro alienígena que va con ellos, aunque en esta ocasión se trata de alguien más sociable y alegre, el denovulano Plox.
      Luego del éxito de la primera misión de Archer y los suyos, se le concede el honor del ser el primer capitán terrestre en liderar una nave que consigue salir más allá del sistema solar, iniciando con su viaje la hermosa premisa de la serie original:

      “El espacio, la última frontera. Estos son los viajes de la nave estelar «Enterprise», en una misión que durará cinco años, dedicada a la exploración de mundos desconocidos, al descubrimiento de nuevas vidas y nuevas civilizaciones, hasta alcanzar lugares donde nadie ha podido llegar.”

      Teniendo en cuenta la época retratada por este programa, todo transcurre antes de la llamada Federación Unida de Planetas, de modo que si bien humanos y vulcanos trabajan juntos (bueno, hasta cierto punto), aún no se han creado las alianzas con otros pueblos que ya conocíamos en los tiempos de Kirk.  Por lo tanto, las aventuras vividas por Archer resultan ser, sin dudas, la semilla de la mancomunidad que ha sido tan bien abordada en las otras producciones que le precedieron; de este modo, cada contacto con alguna otra raza, puede ser considerado como la antesala a esta soberbia institución. 
       Valioso resulta ser el detalle, de que además muchos de los elementos que dimos por supuesto a partir de lo establecido por Gene Rodenberry y otros guionistas con Star Trek: The Original Series, en Enterprise es mostrado como algo que solo se va ganando con el paso del tiempo.  Por lo tanto todo se trata del esfuerzo de sus responsables, aun cuando ello signifique cometer errores y aprender de ello.  Es así que como todavía no se ha instaurado la citada Federación, todavía no existe la llamada Primera Directiva, que restringe a su gente para entrar en comunicación con pueblos, que aún no han conseguido cierto nivel de logros técnicos (esto es, usar tecnología warp para realizar viajes espaciales a velocidad considerable), lo que provoca varios de los entuertos más interesantes expuestos en sus episodios.  De igual manera, las famosas tecnologías del transportador y el traductor universal (tan caros a este show), recién están siendo usados casi de manera experimental.  Mientras el primero de ellos solo en ocasiones muy especiales se usa con personas, el segundo poco a poco va perfeccionándose y antes de ellos no posible entenderse siempre con los demás. 
        Así como los vulcanos poseen un papel destacado en la serie, no podían faltar los klingons, ya que no podían faltar en un programa que se jactara de seguir (aunque de manera “revisionista”) lo hecho por aquellos que le antecedieron.  De este modo, en al menos las dos primeras temporadas, se establecen los orígenes de la enemistad con el orgulloso imperio klingon, el que con posterioridad gracias a lo representado en el hermoso filme Star Trek: The Undiscovered Country, se volvería en otro valioso aliado para la Federación.  Muchos son los capítulos que tratan acerca de las difíciles relaciones, con culturas tan opuestas como la vulcana y la klingon, retratadas gracias a esta serie como verdaderas sociedades alienígenas, con sus propios códigos éticos, que enriquecen sin dudas esta mirada al pasado de lo que ya conocíamos. 
        De igual manera, la reutilización de una especie clásica y llamativa como los andorianos, que de forma lamentable fue desperdiciada incluso en la serie de los sesenta que les dio forma (y en la práctica olvidada por las siguientes), viene a ser uno de los puntos más altos de Enterprise.  Pues desde su primera aparición en esta versión más “moderna”, de tan rico universo ficcional, el contraste con sus enemigos jurados que vienen a ser los mismos vulcanos, lleva los guiones a un nuevo nivel de crítica social, que desde los tiempos de Rodenberry ha sido la marca de todo Star Trek…Y es que tal como queda demostrado, desde el piloto de esta quinta serie, los vulcanos no son tan elogiables como creíamos, ya que nadie es perfecto y tampoco podemos olvidar que con la inteligencia también viene la soberbia.   Volviendo a los andorianos, el más destacado de estos viene a ser interpretado nada menos que por todo un veterano, Jeffrey Combs, actor con roles destacados en el pasado para la franquicia y recordado por sus despiadados Brunt y Weyoun en Star Trek: Deep Space Nine, un ferengi y un vorta respectivamente (dos razas famosas en Viaje a las Estrellas, así como estos mismos personajes y que tantos gratos momentos dieron a los seguidores); pues esta vez, bajo el rol del comandante Shran, logró otorgarle el realce a esta especie que nunca antes había tenido en pantalla (bueno, apoyado además por sólidos guiones).


     
        Si bien aparecen un montón de nuevas razas en Enterprise, se quiso dar en el gusto a los “viejos” fanáticos Star Trek, haciendo que intervengan algunas otras “clásicas”, pese a que en términos de la cronología del canon, estas aún no hubiesen entrado en contacto con humanos y vulcanos.  Es así que en la primera temporada, salen menos que los ferengis, mientras que en la segunda, nos reencontramos con otros de sus grandes villanos: romulanos y borgs.  La ingeniosa forma en la que se hace esto posible, sin que los protagonistas sepan quiénes son en realidad, hace aún más atractivo ver estos antológicos episodios.
       Asimismo, para hacer todavía más interesante ver este show, por parte de los trekkers más acérrimos, se contrató a varios actores que ya tenían papeles en el pasado en sus anteriores series.  Pese a que el maquillaje los hace por completo irreconocibles a la mayoría, bien basta con fijarse en el elenco de los artistas invitados, para volver a gozar del talento de gente como Fionnula Flanagan (quien salió tanto en Star Trek: The Next Generation, como en Star Trek Deep Space Nine) en Héroe Caído y Ethan Phillips (Neelix, uno de los protagonistas de Star Trek: Voyager) en Adquisición, ambos capítulos de la primera temporada; con posterioridad, Robert O'Reilly en Recompensa y   J.G. Hertzler en El Juicio, de la segunda temporada, interpretaron cada uno a un klingon, especie que los hizo famosos en sus anteriores incursiones para Star Trek, como Gowron y Martok respectivamente.
       De igual manera en la dirección, participaron cuatro actores de las series precedentes: LeVar Burton (Geordi la Forge en Star Trek: The Next Generation), Roxann Dawson y Robert Duncan McNeill (B´Elanna Torres y Tom Paris, respectivamente, ambos de Star Trek: Voyager) y Michael Dorn (el popular Worf de Star Trek: The Next Generation y Star Trek: Deep Space Nine) y quienes si bien ya habían incursionado en el pasado, tras las cámaras para el universo trekkie televisivo, sin dudas que volvieron a ser llamados como otro guiño a los fanáticos más leales.
       Mucho aún hay por contar de este programa que duró cuatro temporadas, emitiéndose entre el 26 de septiembre de 2001 y el 13 de mayo de 2005, con un total de 98 episodios (de puros malvados no llegaron a los míticos 100… ¡Así los pille Nyarlathothep!).  No obstante dejaré para una segunda y última entrada el resto, que tengo aún pendiente verme la cuarta temporada y prefiero revisar con una mirada más amplia esta serie, una vez que le dé término.


                                                     Intro primera y segunda temporada.

Ciencia ficción de calidad al estilo chino.

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1-      Antecedentes de una obra destacada.

     La ciencia ficción como género literario corresponde a un tipo de literatura que se desarrolló en occidente, específicamente en Europa (Inglaterra y Francia) y Estados Unidos.  Siendo una de sus primeras temáticas el impacto en la sociedad de los avances tecnológicos y científicos, bien se puede afirmar que para su aparición se diera a cabo, fue necesario que las comunidades llegaron a cierto nivel de sofisticación intelectual.  De este modo, sus primeras verdaderas manifestaciones artísticas, solo aparecieron en el transcurso del siglo XIX, con la llamada Revolución Industrial.  Es así, que ha sido justamente en los países que mayormente se han desarrollado a este nivel, que la ciencia ficción consiguió su maduración y posterior popularización, convirtiéndose en uno de los géneros más atractivos para el público general.   Debido a todo esto, los autores más destacados y las publicaciones más prominentes dentro de la también llamada fantasía científica, provienen de dichos lugares.
      No obstante existen destacados cultores y títulos dentro de esta tendencia, de diverso origen y de culturas bastante distintas entre sí, nacidas en el seno del resto del mundo.  Es así, que siendo países por completo “modernos”, si bien con otros paradigmas e idiosincrasias, Japón y China (por solo mencionar algunos ejemplos asiáticos), de igual manera se encuentran entre las naciones de las que ha surgido esta otra ciencia ficción.  Tal como sucede con la narrativa latinoamericana (y chilena, que es la que mayormente conozco al respecto) del género, se trata de un tipo de ficciones que no dejan de plasmar las tradiciones e historia propias de estos lugares y su gente…Y al respecto, un artista como Cixin Liu viene a ser un nombre a tener en cuenta.
      Nacido el 23 de junio de 1963 en el país de la Gran Muralla, si es que no es el escritor de ciencia ficción más valorado en su tierra, es sin dudas uno de sus mayores representantes.  Puesto que ha llegado a traspasar las fronteras idiomáticas y culturales, siendo traducido al inglés y, por supuesto, al español.  Además ha ganado varios premios literarios, entre ellos algunos propios de su país como el Galaxy y la versión del Nébula (de la Asociación de Escritores de Ciencia Ficción) china.  La obra que lo hizo conocido en el resto del mundo, El problema de los tres cuerpos, si bien se publicó originalmente en 2006 a través de entregas mensuales en una revista especializada y luego en formato libro en 2008, al ser traducido al inglés en 2014, fue galardonada con el también popular premio Hugo a la Mejor Novela; por lo tanto la obtención de este, viene a ser todo un caso especial, porque como bien ya se sabe, el libro apareció años antes y solo gracias a su versión en lengua anglosajona se le hizo tal reconocimiento (siendo, además, en la práctica el primer título de procedencia china en obtener tal honor).
        Siendo ingeniero, sus conocimientos científicos y, en especial de matemáticas y física, lo han llevado a crear una narrativa del tipo hard o duro, de modo que sus ficciones hacen referencia directa a teorías e investigaciones, con las cuales refuerza sus historias para hacerlas más verosímiles.  Y todo ello con bastante seriedad, de modo que bien se puede afirmar que su prosa no es para cualquier lector, ya que requiere cierto nivel de comprensión del lenguaje científico que aparece en sus narraciones.  O si bien sus ideas científicas no son por completo exactas o reales, al menos poseen un fuerte asidero positivista.

Cixin Liu.
2-      El comienzo de una trilogía a considerar.

        La primera parte de la saga titulada como El recuerdo del pasado de la Tierra corresponde a El problema de los tres cuerpos, una obra que ambientada en China a partir de la década de los sesenta hasta nuestros días, trata entre otros temas el rol de la ciencia (y de los científicos) en la sociedad, con la influencia positiva y negativa que todo ello viene a tener para la humanidad (o en particular para una nación, con sus correspondientes ideologías y tradiciones).  Es así que el libro comienza de manera muy dramática e ilustrativa, al darnos a conocer un triste periodo de la historia de China: el comienzo de la llamada Revolución Cultural, en la que las reformas de Mao y sus seguidores, llevaron a tales extremos de horror y violencia, la idea de eliminar todo influjo “nocivo” del mundo occidental y capitalista en su sociedad.  De esta manera, el primer episodio del texto se abre al lector para mostrar estas atrocidades al desnudo, todo teniendo como personaje central a un profesor universitario de ciencias, quien se convierte en una de las tantas víctimas de estas manifestaciones de fanatismo.  El repudio a sus teorías, demonizándolo por considerarlo todo un peligro y tratando más encima de que renuncie a sus ideas, es visto por su propia hija, quien luego se transforma en uno de 3 personajes principales de esta obra.

      “— ¡Dices... dices que Dios existe!
        —No lo sé.
    ¡¿Cómo?!
        —Lo que digo es que lo ignoro. Si por Dios te refieres a algún tipo de superconciencia fuera del universo, no sé si existe o no. La ciencia no ha aportado pruebas fehacientes ni en un sentido ni en otro.
        En realidad, en medio de aquel escenario de pesadilla, Ye Zhetai se inclinaba a pensar que Dios no existía.
        Aquella afirmación reaccionaria causó una gran conmoción entre el público, que, alentado por una de las guardias rojas, comenzó a gritar eslóganes:
       —¡Abajo la autoridad académica reaccionaria Ye Zhetai!
       —¡Abajo todas las autoridades académicas!
       —¡Abajo todas las doctrinas reaccionarias!
      Cuando los eslóganes amainaron, la chica gritó:
       —¡Dios no existe, las religiones son instrumentos de la clase dominante para oprimir el espíritu del pueblo!
       —Esa es una opinión muy poco imparcial —repuso con calma Ye Zhetai.
       Furiosa y humillada, la joven guardia roja concluyó que contra aquel enemigo no valían las palabras. Cinturón en mano, se abalanzó sobre el profesor y volvió a fustigarlo. Sus compañeras hicieron lo mismo. Ye Zhetai era muy alto y las cuatro tenían que estirar los brazos para alcanzarle la cabeza. Después de varias dianas, el sombrero de hierro, que lo había protegido en cierta medida, se le cayó de la cabeza. Los golpes de las hebillas continuaron sucediéndose y, entonces sí, terminaron por derribarlo.”

       Con posterioridad, la narración nos muestra a la descendiente del maestro mártir, quien en los siguientes años se ve obligada a vivir en una zona aislada, si bien en medio de una preciosa naturaleza.  En las cercanías del lugar, existe un centro secreto del gobierno en el que se hacen investigaciones y cuya verdadera razón de ser solo se revela al lector, ya bastante avanzada esta obra.
      Luego todo se centra en la figura de otro científico, quien en la actualidad y apoyado por un país que ha cambiado su anterior posición radical con el conocimiento tecnológico, en el tiempo presente lleva a cabo una serie de estudios que lo han llevado a crear un material muy avanzado y que luego tendrá un papel destacado en la trama.  Este tranquilo hombre de familia, se ve inmerso en medio de una serie de acontecimientos enmarañados, que implican varios involucrados, cada uno con sus propios planes y en lo que está en juego no solo del porvenir de su orgullosa nación, sino que de toda la humanidad.  El hombre se ve obligado a tomar un papel activo dentro de una verdadera conspiración y ello significa revisar la propia historia de China en las últimas décadas, desde los turbulentos años de la mencionada Revolución Cultural.  Luego, a través de este deambular entre los recuerdos y el presente, se comienzan a retratar de manera muy atractiva los contrastes entre los personajes mencionados y otros más que irán saliendo (en especial un agente de policía, que pese a la primera impresión que da como alguien detestable, termina por hacerse simpático para uno), a la par de que se revela la misma sociedad china y que para los extranjero puede ser hasta extraña.
       Varios de los mejores momentos de la novela, tienen que ver con un videjojuego que corresponde a una realidad virtual sofisticada y de inmersión, que transporta a sus jugadores un mundo con un sistema solar trinitario; de igual modo,  toma elementos de la historia de la humanidad y algunas de sus figuras destacadas, para referirse a un pueblo que debido a las particularidades de su ecología,  debe alzarse sobre sus ruinas una y otra vez.  La lucha por la sobrevivencia frente a la adversidad, tiene su reflejo en la misma cronología china y en las vicisitudes de los personajes.  El verdadero origen de este videojuego, viene a ser uno de los puntos más álgidos de toda esta ficción, puesto que ello viene a otorgarle a la trama una dirección inesperada, que a partir del último tercio del libro, más o menos, no da marcha atrás en su espectacularidad.   Tras su inolvidable desenlace, le sigue una especie de largo epílogo y que puede considerarse como toda una promesa, de que las dos siguientes partes de la trilogía  son en verdad aún mejores.  Por otro lado, la caracterización que se hace de la gente del videojuego y de su singular sociedad, por mucho que tenga bases en la historia real, es sinceramente magnífica.

       
       También se debe destacar el desarrollo psicológico que se le otorga a los personajes, en especial a quienes pueden ser considerados como villanos, debido a actos que “desde  fuera”, sin dudas que pueden ser vistos como algo deleznable y propio de los sujetos más retorcidos; no obstante las pasiones que los mueven, entre las cuales se encuentran desde el patriotismo, la ignorancia de la juventud, la desilusión y la venganza, nos deja claro el detalle de que los seres humanos somos criaturas complejas (y que por eso mismo, quienes nos parecen los malvados desde nuestro punto de vista, desde el suyo están seguros de que son dueños de la verdad).  Al respecto, significativo y muy emotivo, viene a ser el capítulo en el que la hija del profesor ejecutado al principio de la novela, se reencuentra con algunas de las mujeres que le trajeron la muerte a su padre.
       El libro en sí, puede ser tedioso para muchos de los que están acostumbrados a obras más digeribles, puesto que en momentos la trama avanza poco y se pone demasiado “contemplativa” (por llamarlo de alguna forma), algo habitual, en todo caso, en las historias orientales.  En mi caso personal, esta ha sido la primera novela china que he leído en mi vida, ya en la cuarta década de mi vida y siendo sincero,  luego de su impactante comienzo, en más de una ocasión estuve a punto de dejar su lectura, ya que tal como afirmé más arriba, el autor se toma su tiempo para que la acción llegue…Como ya habrá quedado claro, me alegro mucho de haber persistido en mi fe en ella; además, no puedo dejar de contarles que justo cuando ya estaba por abandonar sus páginas, ocurría un suceso que me dejaba gratamente impresionado.  Ahora mismo, solo quiero tener y gozar las dos últimas partes de la trilogía.

Contento el día en que mi amiga María Elena me entregó su regalo para mi cumpleaños,
obsequio dado junto a su marido Iván.

Una obra pendiente (desde hace rato) de Stephen King.

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     En 1992 Stephen King inició la que sería considerada como su trilogía femenina, compuesta por tres novelas de distinta extensión y temática (dos realistas, bueno, una más que la otra y otra fantástica) en las que abordó la figura de la mujer en la sociedad norteamericana del presente.  Con posterioridad, se podría agregar una cuarta obra a estas otras, de modo que ahora estaríamos hablando de una tetralogía, gracias a la edición de La Historia de Lisey (2006).  No obstante para ser más exactos, desde principios de su carrera, este autor ha venido escribiendo sobre mujeres, dándole protagonismo en sus narraciones a través de varios otros de sus relatos y novelas.  Sin embargo los 3 títulos que comprenden la trilogía, se hayan interconectadas por detalles significativos, puesto que las vidas de sus personajes principales en un determinado momento llegan a cruzarse (con lo queda claro, que cada una es el reflejo de la otra en cuanto a sus vicisitudes, ya sea en el plano humano, como en lo concerniente a su género y relación con los hombres).
      El Juego de Gerald salió publicado en mayo de 1992, a la que le siguió en noviembre de ese mismo año Dolores Claiborne, mientras que en 1995 apareció Rose Madder.  En cuanto a la primera de estas tres obras, es sobre la que ahora les deseo hablar, ya que recientemente me vi el filme hecho por Netflix, gracias a que fue estrenado hace poco en su parrilla programática. Mi reciente encuentro con esta historia, a medias entre el drama y el terror psicológico, me ha hecho recordar cuánto disfruté de esta lectura allá por la segunda mitad de los noventa, cuando aún era un universitario y mi única preocupación era sacarme buenas notas y aprobar todos mis ramos.
      La trama gira en torno a la madura Jessie Burlingame, quien tras dos décadas de matrimonio junto a su marido Gerald (ambos sin hijos), han decidido reinventar el amor y la pasión entre ambos, practicando una serie de juegos sadomasoquistas.  Es así que se van a pasar una breve temporada, a una casa en las afueras de la ciudad, aislados del resto del mundo y cuando todo parece que iba a estar bien, la protagonista se queda esposada por ambas manos a la cama…Sola y sin nadie que pueda socorrerla, salvo sus recuerdos y dos visitantes inesperados que convierten su experiencia en algo más aterrador aún.
      Mientras Jessie trata de sobrevivir y escapar de su prisión, no le queda otra que realizar un recorrido por su memoria, en el cual el diálogo consigo misma y con algunos de los fantasmas de su pasado, le entregan las claves para salir de su situación.  Pues Jesse no solo está atrapada físicamente al otrora lecho de amor, ahora convertido en una promesa de ultratumba, sino que lleva largo tiempo atrapada de un pasado que ha preferido olvidar (para mantener su cordura) y en el presente ha pasado a convertirse en una mujer-objeto-posesión de su propio esposo.  El viaje interior que realiza, la lleva hasta un triste episodio de su adolescencia y al traer ello al recuerdo, solo recién ahora podrá conseguir la templanza que por largo tiempo le faltó.
       El libro nos lleva a varios niveles del terror y la indefensión: Por un lado está el temor a la muerte, que se encuentra en la posición en la que se enfrenta Jessie en la actualidad, pero que va más allá de estar esposada, siendo que si no logra zafarse de ello, morirá por inanición y deshidratada.  Pues justamente su vida también corre peligro, porque una bestia ha entrado a la cabaña y tras alimentarse del cadáver de su esposo (descubran por ustedes mismos, cómo es posible que Gerald no puede socorrerla), ahora quiere probar de su carne… ¿Y de qué manera puede defenderse, teniendo en cuenta que está (aparentemente) indefensa?
        Luego está el miedo a lo desconocido, algo que colinda con el miedo más infantil e irracional y que en buena parte de la narración no queda claro, si corresponde al producto de la ahora febril mente de la protagonista o si en realidad se trata de la intromisión del mundo sobrenatural.  Todo, debido a que una entidad de aspecto cadavérico comienza a aparecerse a Jessie. ¿Qué quiere en realidad con ella? ¿Quién o qué es? Solo al final, se llega a saber la verdad sobre el ser que la dama llama Luz de Luna.
       El recorrido a través de la memoria, representado además por los interlocutores imaginarios con los que la protagonista mantiene  sus diálogos, aborda un tipo de miedo más propio de los adultos y/o complejo: los demonios internos.  Si bien Jessie debe superar cada una de las barreras físicas que le impiden escapar ilesa, una vez que comienza a recordar y sacar a la luz aquello que reprimió por tanto tiempo, el reencuentro con el pasado, significa asumir sus inseguridades y eso no es fácil.
        Por último se encuentra el miedo a la misma especie humana, fruto de la violencia que conoció de pequeña y con la que lamentablemente mujeres como ella deben vivir día a día, en diferentes grados (no solo física, sino que también verbal y psicológicamente).
       Teniendo en cuenta la encrucijada en la que se encuentra la protagonista, no podía faltar el tema de la resilencia, al tener que superar cada uno de estos temores, haciéndose cargo de sus taras personales, como tratando de liberarse de su prisión.  Por lo tanto, estamos frente a la fortaleza del espíritu humano, para sobrepasar aún las situaciones más extremas.  Es así que Jessie a su manera es toda una heroína, al ser valiente pese a todo.
        Tras aparecer El Juego de Gerald como alternativa literaria y leerlo, pudiendo uno identificar su riqueza temática, así como los enormes atractivos de su argumento, fue fácil fantasear con la idea de una adaptación cinematográfica (recuerdo que en aquella época, poco después de leerme la novela, deseaba que Meryl Streep hiciera de Jessie).  Sin embargo la versión audiovisual nunca llegaba, tal vez por lo complicado de su trama y que en aquellos años de seguro complicaba a los productores o quizás porque hasta cierto punto, pese a sus elementos macabros, la historia se alejaba hasta cierto punto de lo esperado de un libro “de terror” de Stephen King (faltaba aún un tiempo para que se le valorara por su calidad estética, dejando de lado los prejuicios intelectualoides por ser artífice de best sellers, como si ello significara solo basura y/o literatura desechable y escapista).  Al final ningún estudio de Hollywood, ni de los más prestigiosos o los independientes se la jugaron por rescatar esta novela, que en todo caso nunca llegó a convertirse en una de las más conocidas de su autor, pese a su evidente valor…Hasta que llegó Netflix y comenzó a hacer sus propias series y filmes, de un nivel digno de premios y certámenes prestigiosos (Cannes y Sundance), como de la atención de los críticos y el público.
      Estrenada tan solo el mes pasado en el sistema de streaming, fue dirigida por el cineasta estadounidense Mike Flanagan, quien se ha forjado en el cine de terror con varios títulos independientes de terror como Absentia (2011), Hush (2013), Occulus (2013) y Ouija (2016).   La adaptación sin dudas que consigue hacerle honor al material original de King, con una puesta en escena soberbia, apoyada en varios detalles que en su conjunto logran hacer de esta película, una de las mejores que se han hecho en los últimos años sobre algún texto del autor:
        Aparte de la dirección del propio Flanagan, se encuentra el guión coescrito por este mismo, quien consiguió junto a su compañero de escritura armar de tal manera una historia, que igual podía resultar complicada llevar a la pantalla (debido a las técnicas narrativas elegidas por King en este caso concreto); de este modo, consiguió que el hecho de que la mayor parte del argumento ocurriera en un dormitorio, saliese más que bien realizado y en todo momento manteniendo la atención de su público. De igual manera, al reducir la cantidad de interlocutores imaginarios de la protagonista a solo dos, su propio esposo y ella misma, potenció a los personajes al verlos desde otra perspectiva; con ello aprovechó el talento de los actores a cargo y logró convertirlo en un verdadero duelo interpretativo. Asimismo, supo abordar con inteligencia y sin eufemismos el trauma juvenil de Jessie, que tal vez otro cineasta lo habría hecho de manera burda o falto de credibilidad.  De igual manera supo darle su dosis justa de espanto y gore a la puesta en escena, incluso llegando a superar las expectativas de quienes (como yo), esperaban los momentos más macabros de la historia.
      Los actores a cargo hicieron una labor encomiable, siendo los 3 principales en los papeles adultos, artistas con todo una gran filmografía a cuestas, incluyendo importantes películas a lo largo de varias décadas y productos para la televisión notables.  Como Jessie está la preciosa Carla Gugino, quien sin dudas en sus cuatro décadas de vida, sigue viéndose tan despampanante como en su juventud, matizando de manera elogiable los distintos estados por los que pasa su personaje.  Luego encontramos a un varonil y también aún sexy Bruce Greenwood, quien aún mayor que la Gugino (61 años de edad), tiene una todavía más prestigiosa carrera y el cual como Gerald no deja de sorprendernos.  La relación que se da entre estos dos, que en algunos momentos podría llevar a un espectador descriteriado a la risa, en realidad es propia de dos artistas de la actuación que logran compenetrarse de manera ideal, ya que el filme en sí se sostiene mayormente gracias a su química mutua.   A los dos anteriores les sigue Henry Thomas, a cargo de un rol detestable, quien ya había trabajado antes en dos adaptaciones del llamado “Rey del Terror”, con  Desesperación (2006) de Mick Garris y en el episodio El Final de Todo de Pesadillas y Alucinaciones del mismo año.  Por último, no se puede dejar de aplaudir la interpretación de la joven Chiara Aurelia, quien hizo de una quinceañera Jessie y a la que le tocó hacer una interpretación tan complicada (en materia argumental), que gracias a su compromiso con la cinta, consigue completar el cuadro de horror psicológico con creces.
      De igual manera rescatable es detenerse en la ambientación de esta obra, en especial en lo que se refiere a su iluminación.  Pues por un lado, tenemos todo lo que tiene relación con la habitación en la que está la protagonista, para quien las sombras (en especial de noche) toman un aspecto ominoso y siendo esto algo con lo que juega bastante bien la película.  De igual manera, todo lo que concierne al eclipse que observa Jessie en su adolescencia, está fotografiado con tal belleza, que le otorga otra capa sobrenatural a las imágenes, siendo que el flashback dedicado a tal momento, viene a ser fundamental para la trama.
      En poco más de una hora y media, somos testigos de una de esas ingeniosas historias de Stephen King, en las que logra combinar con experticia el horror con el drama más humano; que tal como queda claro en su libro y en esta adaptación, los monstruos sí existen, si bien se encuentran en la vida cotidiana bajo una imagen menos fantasiosa.  Uno no deja de estar expectante y de entretenerse y de seguro para quienes aún no la han visto, les espera más de una sorpresa, que agradecerán por el buen rato frente a la pantalla.

                                                                        
                                                                              Tráiler.

El primer Spider-Man (cuarta parte).

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       El tercer y último tomo de Panini dedicado a la etapa original del Trepamuros en su colección Best of Marvel Essentials, realizada por sus creadores Stan Lee y Steve Ditko, no pierde la calidad de sus historias y gráfica, al comparársele con los volúmenes que le preceden.  Es más, bien se puede decir que en sus poco más de 300 páginas se albergan algunos de sus momentos más gloriosos, así como de los decisivos en su cronología (y eso que a lo largo de las décadas, sin dudas que ha llegado a cobrar harto al respecto).
       Asimismo, se trata de un recopilatorio en el que se da un paso relevante dentro del desarrollo del personaje, al hacer (tal vez por primera vez en la historia de este tipo de cómics) que un personaje “crezca” y pase a otro estadio (relevante) de su vida ficticia: terminar el colegio y entrar a la universidad.  En otras palabras, vemos a Peter convertirse en un adulto, que si bien aún le queda mucho por delante para ser un “hombre hecho y derecho”, ya posee una serie de experiencias a cuestas, que en otras aulas le dan una impronta distinta. 
        De igual manera se introducen secundarios destacados en las aventuras y desventuras de Spidey, específicamente la introducción de Gwen Stacy (quien más adelante será su malograda segunda novia) y Harry Osborn (luego su mejor amigo…y uno de sus peores enemigos, siguiendo con ello uno de los leiv motivs más populares del género).
         Y tampoco se puede olvidar de que se trata de la despedida de Ditko, que si bien dio paso a varias etapas de prestigio en el dibujo de nuestro Amistoso Vecino (como la que le siguió de inmediato, la de John Romita Sr., que se extendió por mucho más años que en los que estuvo su cocreaador, llegando a los años setenta e incluso revisitando al superhéroe hasta mediados de los noventa), se puede considerar como el fin de toda una época.  No obstante lo hecho por Steve, llega acá hasta su apogeo con trilogía del Planeador Maestro, una serie de tres números seguidos como no se acostumbraba en aquellos años realizar en las historietas (que eran autoconclusivas); pues apoyado por Lee, lleva al Cabeza de Red a algunos de sus actos más admirables, luego del recordado Anual N° 1, en el que tuvo que salvar a la tía May y a Betty Brand de sus enemigos.
      Pero ya es hora de dar paso a las historias que comprenden este número:

1- The Amazing Spider-Man N° 25 (junio de 1965): Bajo el título de Atrapado por J. Jonah Jameson, se trata de uno de los fascículos más divertidos y famosos de Spider-Man, ya que lo ocurrido en sus páginas apenas da respiro al lector en materia de aventuras.  En esta historia, el irascible jefe de Parker, quien increíblemente no tiene idea de que su joven empleado es el hombre al que más desprecia (uno de los puntos más atractivos ideados por la dupla Lee-Ditko), accede a usar un robot para cazar al Trepamuros.  El científico que contacta al editor del Daily Bugle para esta maniobra, Smythe, reaparece en las historietas del justiciero, si bien luego su propio hijo se vuelve también inventor y un sujeto aún mucho más rastrero.  El diseño del robot sigue los parámetros de la iconografía pulp  y sin duda hoy en día causa más bien risa que temor, no obstante se trata de todo un clásico.  Este número fue adaptado por la histórica serie animada de los sesenta e incluso el monstruo mecánico aparece en los famosos créditos de dicho cartoon.

2- The Amazing Spider-Man N° 26 (julio de 1965): Nombrada como El hombre bajo la máscara del Amo del Crimen, viene a ser nada menos que la primera parte de un díptico lleno de intriga, en el que resulta estar involucrado nada menos que el Duende Verde y quien ya hace rato ha quedado consignado como el mejor villano del Hombre-Araña (bueno, junto con Doc Ock).  Es así que este ruin se une a un socio, quien resulta ser otro criminal enmascarado, que ha tomado la identidad del Amo del Crimen, tiempo ya sin nadie que reclame su título.  El argumento se centra también en los conflictos con Flash Tompson y Liz Allen, los que siguen evolucionando en cuanto a sus relaciones con el protagonista (y que poco a poco van tomando mayor importancia dentro del universo Marvel).  Las últimas viñetas de esta obra, dejan al lector más que expectante, respecto a lo que ha sido de nuestro valiente muchacho.

3- The Amazing Spider-Man N° 27 (agosto de 1965): ¡Devolvedme a mi Duende! termina este encuentro con el Duende Verde y el nuevo Amo del Crimen, permitiendo además que un personaje tan interesante como el periodista Foswell, quede ante el público como otro de los grandes secundarios de este melodrama; cabe mencionar, además, que   este desde su debut,  se encuentra caracterizado magníficamente, al moverse entre los claroscuros de la vida, sin caer en maniqueísmos facilistas.  Por otro lado, a menos que me equivoque, viene a ser además el debut de Norman Osborn; es así que todo fanático de estos cómics, sabe que con el paso del tiempo, llega a convertirse en un personaje que cobra un vital papel dentro del universo marvelita (incluso más allá de las revistas que le vieron nacer).

4- The Amazing Spider-Man N° 28 (septiembre de 1965): Con el nombre de La amenaza ¡Del Hombre Ígneo! que no puede ser más claro en el contenido de esta entrega, nace un nuevo villano, quien más encima en lo que va de la serie puede ser considerado entre los más poderosos rivales de Spidey (debido justamente a sus habilidades extraordinarias).  Por otro lado, en esta ocasión se produce la esperada graduación de Peter tras sus estudios en el colegio, con lo que se cierra toda una etapa de su vida y se nos lleva a las puertas de otro relevante episodio en su existencia… ¡La universidad!

5- The Amazing Spider-Man Annual N° 2 (1965): El esperado segundo especial del Cabeza de Red y con extensión mayor al número de páginas de su serie regular, viene a ser otro hito.  Tras ser titulado como ¡El maravilloso mundo del Doctor Extraño!, queda claro que se trata del primer encuentro entre los dos grandes personajes de creados por Lee y Ditko.  Es así que esta viene a ser, además, la primera ocasión en la que el Arácnido se encuentra en medio del camino de la magia y se enfrenta a un villano ligado a ella.  La química producida entre dos superhéroes tan distintos entre sí, con historias de estilo diferente, pese a todo promete el inicio de una nueva amistad y de futuros encuentros con el Hechicero Supremo.



6- The Amazing Spider-Man N° 29 (octubre de 1965): ¡Nunca pises un escorpión! nos relata las intenciones del criminal conocido como el Escorpión, para vengarse de Jameson por sus miserias (recordemos que el editor fue el responsable de su alzamiento).  Por esta razón, acude hasta sus mismas oficinas para perpetuar su crimen.  Sin embargo, el siempre valeroso Spidey no vacila en defender a su principal detractor, lo que provoca uno que otro cómico diálogo y/o situación entre este y el afectado.  Asimismo, la salud de la querida tía May vuelve a empeorar, lo que vaticina nuevas preocupaciones para su sobrino.

7- The Amazing Spider-Man N° 30 (noviembre de 1965): Otro número histórico dentro de la serie, pues en Las garras del Gato debuta Gato Ladrón, un malhechor de guante blanco y que viene a ser otro tipo de maleante al que se enfrenta nuestro superhéroe (alguien que sin ser en realidad malvado, comete robos usando solo su astucia y agilidad, ya que no posee habilidades extraordinarias).  Pues resulta que este hombre más adelante, queda consignado como el padre de nada menos que de Gata Negra, la bellísima y despampanante Felicia Hardy, primero ladrona y luego justiciera (además de uno de los romances de Peter).  Por otro lado, la ya viciada relación amorosa entre Parker y Betty termina por romperse, además de que la tía May sigue sufriendo en secreto su deteriorada salud.  No se puede dejar de lado, la aparición de un grupo de antisociales, también enmascarados, pero que queda claro poseen peores intenciones que el mencionado Gato Ladrón y quienes en los siguientes números tendrán mayor relevancia para la trama.

8- The Amazing Spider-Man N° 31 (diciembre de 1965): Primera parte de la serie de 3 números, en los que la amenaza de alguien en las sombras que se hace llamar el Planeador Maestro, lleva como nadie antes a Spider-Man al límite.  Todo comienza con Spidey, enfrentándose a los mismos hombres enmascarados con los que ya tuvo un encuentro en el número anterior, lo que luego lo lleva a una investigación, hasta lo que parece ser su guarida.  A su vez, en su identidad civil le toca pasar una vez más por la preocupación ante los problemas de salud de la tía May.  Por otro lado, comienza a ser mal visto por sus compañeros de universidad, quienes tienen la idea de que es un engreído; sin embargo, no saben que lo que les parece indiferencia, en realidad es un enorme peso sobre sus hombros.   Esta dificultad de Peter para tener una vida “normal” a su edad, en la que no se puede divertir, ni vivir sin mayores complicaciones debido a su misión justiciera, viene a ser sin dudas uno de los puntos que más humaniza al personaje.  El título de esta entrega no puede ser más dramático: ¡Si este es mi destino…! La pieza, de igual manera, introduce a los posteriormente populares Gwen Stacy y Harry Osborn.

9- The Amazing Spider-Man N° 32 (enero de 1966): ¡Un hombre enloquecido! comienza con una tremenda revelación, la verdadera identidad del Planeador Maestro y que tiene relación con alguien del pasado del Arácnido.  Tras conflictos en el Daily Boogle con su jefe y su ex chica, Parker está decidido a conseguir dos cosas…Por un lado salvarle la vida a la tía May, lo que lo lleva a recurrir a un amigo muy especial y, por otro, resolver el misterio de los hombres sobre cuya pista lleva ya un tiempo.  Su pelea contra el cabecilla de los criminales, termina con nuestro Amistoso Vecino en un aprieto inesperado y que sin dudas deja a todo el mundo expectante ante cómo va a lograr zafarse de ello.

10- The Amazing Spider-Man N° 33 (febrero de 1966): El llamado Capítulo Final comienza con un Spider-Man en una situación de vida o muerte, cuya resolución lo lleva a sacar unas fuerzas que ignoraba (o, más bien, que ignorábamos) poseía (y necesariamente no me estoy refiriendo a un superpoder).  Las heroicas viñetas que aquí aparecen, tuvieron su homenaje en el filme Spider-Man: Regreso a Casa, estrenada este año.  No se debe olvidar que aparte de los problemas con el llamado Planeador y su gente, Spidey tiene una cuita aún mayor, su tía; es así que al final de esta pequeña (aunque destacable) saga, tiene por fin su resolución.  No falta quienes afirman que esta trilogía, en materia de calidad gráfica, viene a ser la despedida de Steve Ditko para el personaje; y es que si bien le faltaban unos cuantos números para abandonar la serie, hasta cierto punto, pareciera que a veces no se esmeró tanto en conseguir el mejor dibujo que podía lograr.

11- The Amazing Spider-Man N° 34 (marzo de 1966): Un nuevo enfrentamiento con Kraven el Cazador, quien no puede estar más obsesionado con el Cabeza de Red y que esta vez vuelve a ir detrás de este.  En la historia se vuelve a utilizar un tópico, que ya ha aparecido al menos dos veces en esta etapa original del justiciero: que alguien se haga pasar por él.  De igual manera, dentro de otro plano, otra obsesión se presenta a los lectores, la de Gwen Stacy  y quien desea conseguir la atención de un por entonces despistado Peter Parker.  El nombre de este episodio logra sintetizar bastante bien su trama…La pasión de la caza.

12- The Amazing Spider-Man N° 35 (abril de 1966): Tan solo el título, ¡Regresa el Hombre Ígneo!, nos dice de inmediato de qué trata este capítulo, ya que en sus páginas nos encontramos con el segundo encuentro del protagonista con tan singular villano.  Cabe destacar, que este malhechor en comparación con otros que hasta el momento han aparecido en las revistas del Hombre-Araña, es alguien que en contraste con este (quien ha decidido usar sus dones al servicio desinteresado de los demás), ha optado por sacar provecho económico de su suerte, delinquiendo para ello…Y, sin embargo, el Hombre Ígneo no es alguien malvado a diferencia del Duende Verde o el Doctor Octopus.

13- The Amazing Spider-Man N° 36 (mayo de 1966): Un nuevo villano para nuestro superhéroe adolescente favorito, Meteoro, quien sigue con la noción del científico malvado.  Titulada como Cuando cae el meteoro, se podría considerar como una historia menor, aunque no por ello deja de ser entretenida.  En todo caso debe decirse que el traje del antisocial no fue muy elaborado que digamos, por no decir “feo”.

14- The Amazing Spider-Man N° 37 (junio de 1966): Otro genio científico del mal, quien en esta ocasión resulta ser un especialista en robótica, usando sus invenciones para delinquir.  En ¡Había una vez un robot! llama la atención el aspecto de sus creaciones, una de ellas siguiendo los parámetros propios de la estética de la época, si bien posee un diseño anatómico y hasta bello a la hora de apreciarlo; mientras que la otra, que en cierto sentido se puede considerar como algo más innovador, posee un aspecto alienígena y/o biológico. Por otro lado, se debe mencionar el mismo aspecto del villano de turno, quien parece salido de un cómic de la Edad de Oro, al ser calvo y de rasgos diabólicos, lo que bien podría ser un guiño a las antiguas historietas marvelitas y de algunos de sus personajes clásicos como Garra Amarilla.  A su vez, no se puede olvidar la presencia de Norman Osborn, el cual en una especie de epílogo de esta historia, aparece como alguien que sin duda tiene una agenda oculta, dejando claro para quienes no lo conocen (y en especial a la gente de la época en la que salió originalmente este número), de que es alguien perverso y no de fiar.

15- The Amazing Spider-Man N° 38 (julio de 1966): El final de la etapa original de Spider-Man se aleja de los aspectos más dramáticos y épicos del cómic, para contarnos una historia de tipo humorística.  En esta ocasión un “musculín” de gimnasio con muy mala suerte y pocas luces, se va a trabajar como actor en filmes de clase B y al sufrir un accidente (como es habitual en este tipo de obras) adquiere fuerza sobrehumana e invulnerabilidad; no obstante anda todo el rato con la cabeza en las nubes y una serie de enredos lo lleva a tropezarse con Spidey.  Sin embargo el tipo no es un criminal y al final todo se traduce en una especie de autoparodia del género,  De este manera, se despide Ditko del mayor personaje que nos regaló, de una manera (quizás) demasiado liviana al comparársele con algunos de sus mejores momentos, si bien debemos echarle la culpa a Stan Lee, por no haber permitido al dibujante irse con un episodio más glorioso de nuestro justiciero.  El título de esta pieza viene a ser ¡Un tipo llamado Joe!

                                                      
Intro de la primera serie animada de los noventa de Spider-Man, en la que si bien aparecen personajes que tuvieron su debut en etapas posteriores a la de Lee y Ditko, hoy quiero recordar
por ser lejos uno de los mejores cartoons de nuestro héroe.

La madre de todas las historias de piratas.

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     Ya avanzado el siglo XXI, en el que los avances tecnológicos relacionados con la computación son pan de cada día, los llamados piratas siguen formando parte de la cultura popular, pese a que tal y como son representados en el imaginario colectivo es algo del pasado.  Incluso la palabra pirata se usa en el lenguaje actual y cotidiano para referirse a todo aquello de connotaciones ilegales, relacionados con la copia y el robo del derecho de autor y la privacidad; tampoco se puede olvidar a los denominados ciberpiratas, que usando internet hacen de las suyas como sus predecesores en los océanos.  Pero volviendo a tiempos más pretéritos y a quienes han inspirado este post, estos llamativos delincuentes del mar, que usan barcos para cometer sus fechorías, sin dudas que son reconocidos por todo el mundo y sin embargo no son muchos los que saben cuál es la obra literaria que ayudó a popularizar su figura: la novela La Isla del Tesoro deRobert Louis Stevenson.
     Publicada originalmente en 1883, viene a ser además el libro de aventuras por antonomasia, enmarcándose además dentro de su corriente juvenil, por ser su protagonista un adolescente, quien con su inteligencia y valentía se ve envuelto dentro de esta historia y logra salir victorioso de ella.
      El argumento es igualmente archiconocido, ya que su mismo nombre consigue sintetizar su tema central: un chico entra en conocimiento del mapa de un antiguo pirata, que detalla la ubicación de un valioso tesoro ubicado en una isla.  Emprende un viaje en barco junto a unos cuantos valerosos hombres mayores para ir en pos de él; aunque antes de conseguir su objetivo, se debe enfrentar a varios maleantes de altamar, que también quieren conseguir el botín.
       Los personajes que aparecen en esta obra, en cuanto a los villanos, no pueden ser más variopintos y llamativos, siendo en su mayoría verdaderos esperpentos o sujetos retorcidos tal y como luego han pasado a ser representados en la las ficciones que le precedieron (incluyendo el uso de la famosa pata de palo).  De igual manera la presencia de un loro amaestrado y la bandera característica con la calavera y las tibias cruzadas, no deja de estar presente en sus páginas. Tampoco se puede olvidar que otro elemento propio de la tradición sobre estos bandidos, popularizado de manera muy graciosa a través de la saga cinematográfica de Piratas del Caribe y viene a ser el del derecho a parlamentar, que deja consignado la existencia de un código ético, incluso entre sujetos tan ruines.  Asimismo destaca otra costumbre propia de ellos, la llamada mota negra, que en dos momentos de este libro nos otorga ratos de puro gozo lector.

Esta hermosa portada "vintage" reproduce uno de los momentos más famosos del libro.
      
         “-Ah... «Perronegro» -dijo él-. Es un tipo de cuidado, pero aún son peores los que lo enviaron. Escucha, si yo no puedo escapar, si ésos consiguen marcarme con «la Negra», acuérdate de que lo que andan buscando es mi viejo cofre. Coge un caballo. ¿Sabes montar, no? Bien, pues, entonces, monta, y corre...; ¡sí, hazlo! Avisa a ese maldito médico tuyo, y dile que junte a todos, que venga con un juez y con agentes... Dile que puede atraparlos a todos, aquí, a bordo de la «Almirante Benbow»..., toda la tripulación del viejo Flint, todos... lo que queda de ella. Yo era el segundo de a bordo, el primero después de Flint, y soy el único que conoce dónde estálo que buscan. Me lo confió en Savannah, cuando se estaba muriendo, lo mismo que hago yo ahora contigo. Pero tú no abrirás el pico. Solamente si consiguieran pescarme, si me marcan con «la Negra», o si vieras otra vez a «Perronegro», o a un marino con una sola pierna, Jim... Ese sobre todo.
        -Pero ¿qué es la Mota Negra, capitán? -pregunté.
      -Es un aviso, compañero. Ya la verás, si me marcan. Pero ahora tú abre bien los ojos, Jim,y te juro por mi honor que iremos a partes iguales. -Todavía siguió divagando durante un rato, su voz fue debilitándose, y, cuando le hice beber su medicina, que tomó como un niño, me dijo-: Si ha habido un marino con necesidad de estas drogas, ése soy yo... -y se durmió profundamente.”

      “Sin duda se trataba de un ciego, porque iba tanteando el suelo con un palo y llevaba un gran parche verde, que le tapaba los ojos y la nariz; caminaba encorvado como por la edad o el cansancio y se cubría con un enorme capote de marino, viejo y desastrado, con una capucha que le daba un aspecto deforme. En mi vida había visto yo una figura más siniestra.”

      El libro se lee con rapidez, en parte a la soltura con la que se cuentan los acontecimientos y, por otro lado, gracias al desarrollo de sus personajes, que hace que incluso los “malos” de la historia sean interesantes para uno.  Y, sin embargo, el autor nunca pierde el horizonte moral de su relato, al hacer que sus héroes en todo momento queden consignados como quienes poseen la verdad absoluta y sean todo un ejemplo de rectitud, mientras que los pillos aparezcan como personas que no son de fiar.   No obstante cabe destacar la efigie de John Silver, el carismático líder de los rivales del protagonista y su grupo, un hombre de tantos recursos, que sin lugar a dudas está por sobre sus pares y que bien se podría decir que solo en su contrapartida que viene a ser el adolescente Jim Hawkins (mucho más joven y con una bondad que contrasta por completo con su maquiavelismo), encuentra a alguien digno de su respeto (y quizás este aprecio suyo por parte del muchacho, dignifica al viejo pirata).
       Aparte de las acciones heroicas del protagonista, quien hace de narrador de gran parte de la novela, cabe mencionar a su misma madre y quien al principio de ella da muestras de esa enorme fuerza de voluntad que solo podemos encontrar en las matriarcas, cuando están dispuestas a hacer todo por el bienestar de su descendencia.  Tampoco se puede dejar de lado al doctor David Livesey, una especie de figura paterna para el huérfano de padre de Jim, quien no deja de darle buenos consejos y de protegerlo; por esta misma atención compite con el mismo Silver, otra poderosa presencia masculina adulta presente en la vida del chiquillo, durante el viaje que emprenden.
        No se puede dejar de mencionar entre tanto personaje interesante, al ex pirata Ben Gunn, un hombre que fue abandonado como castigo en la Isla del Tesoro por parte de sus antiguos compañeros.   Pues la vida de este, era de suponer, se cruza con la de los tripulantes de la Hispaniola (¡Genial referencia directa en pleno siglo XIX, por parte del escritor, un escocés, a los grandes navegantes españoles!), convirtiéndose en un valioso aliado, con lo que además entra dentro de la trama el tema de la venganza (esto es dirigida al mismo John y a los otros piratas que le acompañan, camuflados en un principio de honrados marineros). Su aspecto también llama bastante la atención, a medias entre el náufrago y el ermitaño, tras vivir años aislado del resto de sus congéneres; cabe decir, además, que si bien aparece en escena bien entrada la historia, interviniendo de manera directa al menos solo dos veces, vuelve a ser otro ejemplo de lo memorables que “le salían” los personajes a un genio como Robert Louis Stevenson.

        “Me acerqué y pude comprobar que era un hombre de raza blanca, como yo, y que sus facciones hasta resultaban agradables. La piel, en las partes visibles de su cuerpo, estaba quemada por el sol; hasta sus labios estaban negros, y sus ojos azules producían la más extraña impresión en aquel rostro abrasado. Su estado andrajoso ganaba al del más miserable mendigo que yo hubiera visto o imaginara. Se había cubierto con jirones de lona vieja de algún barco y otros de paño marinero, y toda aquella extraordinaria colección de harapos se mantenía en su sitio mediante un variadísimo e incongruente sistema de ligaduras: botones de latón, palitos y lazos de arpillera. Alrededor de la cintura se ajustaba un viejo cintón con hebilla de metal, que por cierto era el único elemento sólido de toda su indumentaria.”

         Teniendo en cuenta que el tesoro detrás del que acuden protagonistas y antagonistas, es el fruto del saqueo y la violencia de individuos sin escrúpulos, entregándose a la aventura azarosa hasta los mismos héroes del libro, su obtención trae más infortunios, que alegrías…Pues de todos los que parten a bordo de la Hispaniola para ir en su busca, tan solo un puñado regresa a casa (la mayoría murió, entre buenos y malos en circunstancias pesarosas).  Puesto que la riqueza que estos buscan no deja de estar maldita y he ahí otro punto en el que detenerse por parte de la moralidad del libro, que como otros textos de su creador, nos lleva a detenernos en el deseo incontrolado del ser humano por conseguir bienes materiales (o conocimiento más allá de los límites, como cierto doctor de apellido Hyde), que lleva a la perdición con facilidad o que si no cobra algún otro tipo de alto precio.  En este sentido Jim e incluso el doctor, logran escapar a la sombra de su influjo, pues a ambos nos los mueve la codicia a emprender la odisea; en cambio realizan el periplo motivados por un afán vitalista y sin bien deben sudar como el resto para sobrevivir, siempre quedan entre los más rectos de los personajes.
         Dentro de toda la acción e intriga que se suceden a lo largo de las páginas de esta obra, no puede faltar un verdadero momento emotivo, que tiene que ver justamente (en una obra que hasta cierto punto ensalza la fraternidad y la lealtad entre hombres), con la triste despedida a un amigo:

        “Pobre viejo, ni una palabra, ni una queja había salido de sus labios desde que empezaron nuestras desventuras, ni una expresión de temor, ni tampoco de asentimiento. Ahora esperaba su muerte tendido en aquel fortín. Había resistido como un troyano en su puesto tras el colchón en la goleta; había cumplido todas las órdenes en silencio, casi tercamente, y bien. Era el mayor de todos nosotros, lo menos veinte años. Y precisamente fue a aquel hombre, sombrío, viejo y abnegado criado, a quien le tocó morir.
         El squire cayó de rodillas junto a él y le besó la mano llorando como un niño.
         -¿Me estoy muriendo, doctor? -me preguntó. -Tom, amigo -le dije-, te vas a donde iremos todos. 
        -Me hubiera gustado llevarme a uno al menos por delante -murmuró.
        -Tom -dijo el squire-, di que me perdonas.
        -Eso no sería respetuoso de mi parte, señor -contestó-. Pero si así lo deseáis, que así sea, amén!
        Hubo un corto silencio, y después nos pidió que alguien leyera una oración.
        -Es la costumbre, señor -dijo, como disculpándose. Y sin añadir palabra expiró.
        Mientras tanto el capitán Smollett, al que me había parecido ver singularmente abultado, empezó a sacar de su pecho y bolsillos una gran variedad de objetos: la bandera con los colores de Inglaterra, una Biblia, un largo trozo de cuerda, pluma, tinta, el cuaderno de bitácora y varias libras de tabaco. Aseguró en una esquina del fortín un tronco fino que había encontrado, y con ayuda de Hunter subióse al tejado y con sus propias manos izó y desplegó nuestra bandera.
        Esto pareció reconfortarlo enormemente. Volvió a entrar en el fuerte y se puso a inventariar las provisiones, como si aquello fuera lo único que le importaba. Sin embargo no había dejado de seguir con emoción la muerte de Tom; y cuando llegó su fin, se acercó con otra bandera y la extendió sobre su cuerpo, haciendo su gesto de marcial reverencia.”

        Debido a la enorme notoriedad de esta novela, representada por su argumento y sus personajes, el cine y la televisión en más de una ocasión la han llevado a la pantalla.  Es así que podemos encontrar un sinnúmero de adaptaciones, entre las de imagen real y las de animación; en el primer caso se puede destacar un filme de 1985, dirigido por mi compatriota Raúl Ruiz, de origen francés y con el connotado Martin Landau en uno de los papeles y en el segundo la divertida versión animada de Disney de 2002, que titulada como El Planeta del Tesoro,cuenta su trama en clave de ciencia ficción.  Tampoco se puede olvidar el clásico animé de Ozamu “El Dios” Tesuka y que realizó en los sesenta, basado en su propio cómic La Nueva Isla del Tesoro de 1947, inspirado en el tomo de Stevenson (y que antes de cumplir mi primera década de vida vi, siendo este mi primer acercamiento a la obra que hoy nos reúne); con posterioridad en 1978 se hizo otra versión en animé, de 26 episodios y que se supone es mucho más cercana a la obra literaria.
         Varios otros escritores le han hecho su propio homenaje al gran libro de Robert Louis Stevenson y en ese sentido les puedo mencionar el realizado por mi autor favorito, Stephen King, en su novela Needfull Things (conocida en español como La Tienda de los Deseos Malignos), de 1991 y en la que uno de los personajes se obsesiona con ser dueño de nada menos que de una primera edición de La Isla del Tesoro; posteriormente en la versión cinematográfica de este título, queda muy bien representado dicho episodio y que lleva a este sujeto en cuestión, a pelearse a trompadas con otro debido a ello.

Afiche de la edición en DVD de otra famosa versión Disney de la novela.

Una verdadera caja llena de gratas sorpresas.

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      Dentro de la mitología nórdica, el Ragnarok corresponde a la “muerte de sus dioses”, un muy singular apocalipsis en el que seres tan poderosos como estos, demuestran a su manera que lo que científicamente se llama como entropía,también se aplica a ellos…Pues “todas las cosas buenas, deben acabar”.   Con una premisa tan interesante como esta, era obvio que en algún momento de los cómics de Thor, en los que Stan Lee, Jack Kirby y compañía tuvieron la inteligencia de hacer su reinterpretación de tales historias, para incorporarlas con maestría al universo marvelita, en al menos una ocasión se abordaría dicha idea.  La verdad es que como no he leído mucho acerca del Dios del Rayo, ignoro muchos detalles sobre su cronología, si bien sé que la década pasada otro maestro como los es J.Michael Straczynski, se encargó a finales de la década pasada de resucitar al asgardiano y a sus congéneres, luego de la hecatombe que hizo desaparecerlos tras el mencionado Ragnarok (y sin duda una de las etapas más memorables de “Ricitos de Oro”).
       Desde Los Vengadores: La Era de Ultron(2015) y la genial escena de postcréditos de Doctor Strange(2016), se nos venía adelantando de que algo muy malo se estaba cocinando en la ciudad celestial al final del arco iris.  Es así, que por fin a finales del mes pasado se estrenó una cinta de esta hoy exitosa saga cinematográfica, esperada como pocas, teniendo en cuenta los formidables trailers, que nos estuvieron entregando de manera dosificada a lo largo de los últimos meses…Y la verdad es que ha valido la pena armarse de paciencia, que si bien la anterior entrega dedicada al hijo predilecto de Odín había dejado la vara demasiado alta, en esta ocasión la presente cinta la supera con creces ¿Se podría decir sin problemas que es uno de los mejores filmes del llamado Universo Cinemático Marvel? Al menos a mí me cuesta decidirme, tras toda una seguidilla de grandes éxitos de taquilla y crítica; pero de que es un grato respiro luego de esa decepción que es Spider-Man: Regreso a Casa, lo es, que se agradece no hayan caído en los errores infantiloides de este otro filme.

La mayor parte de los personajes de esta cinta: Thor, Heimdall, Odín, Loki, Hulk, Valquiria, Gran Maestro y Hela.
      Dirigida por el neozelandés Taika Waititi, quien además de trabajar bajo las cámaras es actor y guionista (siendo que esta película no fue su primer acercamiento al mundo de los superhéroes, ya que tuvo un papel en la lamentablemente olvidada versión para el cine de Linterna Verde, de 2011), rescata algunos de los otros ya queribles personajes de la ahora trilogía de Thor y a unos cuantos del resto de los largometrajes de la Casa de las Ideas producidos por Disney  (uno de ellos confirmado por medio de los citados adelantos y otros dos a manera de sorpresa para su fiel público ñoño).  Por otro lado, Waititi se permitió interpretar el papel del alienígena Korg, hombre de roca que apareció por primera vez en las historias junto a Thor, en su mismo debut en las viñetas allá en el lejano 1962 (y recordemos que este mismo extraterrestre, posee un papel destacado en los eventos de Planeta Hulky su secuela Guerra Mundial Hulk); no obstante el buen mozo director/guionista/actor está irreconocible en su rol, que de seguro se usó GGI para la creación de su imagen en las escenas en las que aparecía.
       La trama de Thor: Ragnarok corresponde a una obra de proporciones cósmicas, que para nada (a diferencia de las anteriores películas del ciclo) transcurre en la Tierra, si no que sucede en unos cuantos mundos extraordinarios y que en lo que concierne a la dirección de arte, hacen más todavía que sea un gusto ver con la mejor calidad posible (y más si es en 3D) este título.  Todo comienza con el Dios del Rayo luchando contra uno de sus grandes enemigos (me voy a guardar su identidad, para no caer en los spoilers y para que quienes saben de sus historietas disfruten aún más la aparición de este “villano”), puesto que ya no quepa duda de que algo malo está pasando en Asgard.  Una vez derrotado su rival, Thor se ve obligado a solicitar la ayuda de otro gran superhéroe (un agregado inesperado a la trama y que a más de un fanático marvelita lo regocijará), quien lo envía hasta un lejano planeta en el cual se efectúa una especie de torneo de gladiadores y es obligado a luchar en la arena, contra su viejo compañero de los Vengadores Hulk.  Es así que nuestro justiciero, apoyado por el Goliat Esmeralda, quien más encima lleva tiempo sin volver a su faceta humana como Bruce Banner, más otra poderosa aliada con la que se encuentra el protagonista, realiza su nueva misión salvadora.  Por otro lado, Asgard ha caído bajo el control de una fuerza maligna, que hace ver a Loki como un villano de pacotilla, siendo que el mismo Dios de las Mentiras debe unirse a Odín y a los otros para salvar a su hogar del desastre.
Hermosa ilustración publicitaria
a manera de viñeta.
      Tras hacer esta rápida revisión al argumento de esta película, cabe detenerse en varios aspectos interesantes que se pueden apreciar en ella:
       En primer lugar está la presencia de uno de mis favoritos…El ya nombrado Hulk, quien por primera vez desde que comenzaron a hacerse estos modernos filmes Marvel, desde su primera cinta en solitario (Hulk, 2003), por fin tiene diálogos largos y participación como un sujeto inteligente; es así que vez en que interviene en la acción, no deja de “robarse la película” y otorgar algunos de sus momentos más graciosos.  Por otro lado, su rol dentro del guión corresponde a un guiño a su ya mencionada famosa saga de Planeta Hulk, apareciendo con una armadura similar (¿o tal vez la misma) al de tal obra (y tampoco se puede olvidar que aparte de algunos detalles más, que salga Korg corresponde a otro elemento sacado de esta saga).  Con posterioridad, bastante avanzada la trama, Bruce Banner aparece, bajo la figura de Mark Ruffalo y quien pareciera competir como sexy simbol contra el actor principal, Chris Hemsworth.  Por otro lado, sin dudas que nos demuestra aquí su talento para la comedia y ello apoyado por sus diálogos con el citado   Hemsworth (si no, basta con detenerse a los momentos en que Thor trata de calmarlo). Teniendo en cuenta el  coprotagonismo de Hulk/Bruce Banner, resulta fácil desear con fervor que hagan de una vez por todas una nueva película dedicada al Monstruo Gamma, por supuesto con el guapo de Ruffalo en tales papeles.
      Luego está la identidad de la misma villana de turno, bueno la principal, correspondiente a otro de los grandes personajes de este tipo, que encontramos en los cómics de La Casa de las Ideas: la diosa de la muerte y del Inframundo vikingo, Hela.  Pues en las historietas, tal como en los mitos primigenios, esta entidad infernal es nada menos que hija de Loki; sin embargo en esta cinta Hela tiene como a padre a Odín, si bien tal como se revela dentro de su guión fue su primogénita y debido a su enorme maldad fue condenada por su progenitor al olvido…hasta que regresa para vengarse y tomar el control de Asgard.  Este cambio sobre su identidad no se resiente a la hora de disfrutar de tan bien armada historia, pues sin dudas que el trabajo realizado por la camaleónica Cate Blanchett, se encuentra dentro de las mejores virtudes de la película.  De igual manera, da gusto verla con su traje (incluyendo esa especie suya de corona, que recuerda las patas de una araña o un cangrejo), que no deja de honrar a las viñetas en las que aparece.
       Tras el acertado desarrollo de Loki en la primera de las cintas de Thor y sus posteriores intervenciones en otras producciones Marvel, pareciera que no podría haber una nueva entrega de la saga cinematográfica sobre el Dios del Trueno, sin que salga su hermano adoptivo.  Esto se debe tanto a lo inteligente de los guiones, como también al desempeño histriónico de Tom Hiddleston (a la fecha, lejos una mayor estrella que el propio Thor cinematográfico), que en su conjunto consigue convertir de un villano artero como el Dios de las Mentiras, en alguien que puede caer simpático, ya que en las adaptaciones fílmicas aparece como alguien que pese a su deseo de poder, es capaz de amar, bromear y que en otras palabras no es por completo desalmado.  De igual manera, la dupla hecha por estos dos dioses asgardianos, en cuanto a la relación de amor/odio que hay entre ellos, logra ser uno de los ejes dramáticos de la (hasta el momento) trilogía, ya que no dejan de aparecer juntos.
      Tampoco se puede dejar de lado la intervención de sir Anthony Hopkins, quien como Odin enaltece sin duda la película, al mostrarnos al llamado Padre de Todo como alguien que no deja de contrastar con el resto de los asgardianos por su sabiduría y sublimidad.  Lamentablemente el personaje y el actor nos dejan con gusto a poco, pues su participación no es tanta como se quisiera.
       Otro viejo conocido de las aventuras hollywoodenses de Thor que regresa, viene a ser la versión “políticamente correcta” de Heimdall de piel negra (por no decir “raza”), el cual una vez más está a cargo del igualmente talentoso Idris Elba.  Su papel en esta entrega quizás parezca forzado, ya que como nunca se le dan sus momentos de heroísmo en esta tercera parte, algo que teniendo en cuenta los cómics, hubiese sido mejor habérselo dado a los llamados Tres Guerreros, los amigos del Dios del Trueno (que si bien salen en esta ocasión, apenas es por unos minutos, a diferencia del valor que se le da en la historia a guardián del portal de Bifrost, la entrada a Asgard y el puente con otros mundos).  Quizás esta mayor preponderancia al dios de los ojos más poderosos de todos (quien puede ver lo que para el resto está velado por su lejanía), se deba en parte a la misma destacada carrera que ha tenido Elba en el cine últimamente (incluso con esa verdadera decepción que es La Torre Oscura); sin embargo, sin querer parecer racista (que para nada lo soy), me parece totalmente “tomado de las mechas” eso de que salgan en esta cinta y más que en las otras dos, asgardianos morenos…¿Acaso el año que viene cuando estrenen Pantera Negra,en el poderoso país africano de Wakanda, habrán autóctonos caucásicos?  Por cierto, este Heimdall “alternativo” aparece con un nuevo loock, viéndose casi irreconocible y tal como el propio Thor, ahora con el cabello corto, se ve por completo distinto a lo que nos tenían acostumbrados.
     
"Exótico" afiche japonés.
Siguiendo con los asgardianos, hay dos famosos que hacen su debut en este filme: Pues por un lado tenemos a la poderosa Valquiria, personaje femenino bastante importante dentro de los secundarios en los cómics de Thor y quien luego tuvo su propio desarrollo en otras colecciones, incluyendo un paso por nada menos que las filas de los Defensores y hasta sus propias miniseries, series y/o especiales…Tal como ya sucedió con el citado Heimdall, de ser una rubia nórdica despampanante, en la pantalla ha pasado a tener una figura de morenaza preciosa.  No obstante su cambio de aspecto (que parece han llevado hoy en día a los cómics marvelitas actuales, para aprovechar el boom de esta película), resulta ser lo de menos, ya que la doncella guerrera aparece como alguien lejos mucho más simpática, que el empaquetado de Heimdall.  A fala de reencontrarnos con la dama Sift, luego de su papel en la primera Thor para el cine, esta Valquiria “algo cambiada” se agradece por su compañía femenina, que tampoco tenemos a la preciosa Jane Foster interpretada por Natalie Portman.
       Luego está el muy gracioso, sexy y dubitativo Skurge, también conocido como Ejecutor o Verdugo en las historietas.  Este tuvo un papel destacado como villano en los cómics, hasta su heroica muerte, que terminó por redimirlo de todos sus crímenes, durante la etapa de Walter Simonson a cargo de la colección de “Ricitos de Oro”.  Con varias apariciones en cartoons de la Casa de las Ideas, como Escuadrón de Superhéroes y Ultimate Spider-Man, en la versión de imagen real se encuentra encarnado por el guapo de Karl Urban (quien se ha hecho una carrera de prestigio en el cine de ciencia ficción y fantasía, desde que se hizo conocido mundialmente en la trilogía de El Señor de los Anillos de Peter Jackson, como Eomer).  Ahora bien, el Skurge que vemos resulta lejos mucho más agradable que el de las viñetas y en este caso también posee un carácter cómico.
       Tras revisar a todos los asgardianos célebres que pueden ser apreciados en esta película, uno se pregunta si a futuro podremos tener en pantalla a la Encantadora (una gran villana) y a los heroicos Balder y Bill Rayos Beta.  Ojalá haya Thor fílmico para rato, con tan buenos actores, como para que podamos darnos este gusto.
      Y no se puede olvidar el rol realizado por otro gran actor con una larga filmografía a cuestas, en filmes de este tipo, Jeff Goldblum y quien hace más que de un tercer villano, de un muy singular antagonista: el amoral  Gran Maestro.  Para alguien que se ha visto varias de las cintas de culto en las que ha trabajado, como La Mosca y Jurassic Park, sin dudas que reencontrarse con este artista, es otro gusto que enaltece esta obra.
      Para terminar, tal como en las otras dos cintas de Thor, la banda sonora resulta ser grandiosa y una vez más no se repite el plato un compositor que ya haya trabajado para esta saga. Si antes estuvieron los ya veteranos Patrick Doyle y Brian Tyler, en esta ocasión tenemos a Mark Mothersbaugh, quien logra estar a la altura de sus predecesores.

¡Solo yo soy digno de levantar también el poderoso martillo Mjolnir!


Trailer N° 1.


Una muy singular precuela (segunda parte).

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Otros elementos a considerar.    

     Star Trek: Enterprisepartió con varias críticas negativas por parte de los trekkers más puristas, quienes consideraron ofensivo al menos 3 puntos: en primer lugar el hecho de que el programa no llevara el nombre genérico de la saga en su título y se llamara solo igual que la nave que usan sus protagonistas (con posterioridad a partir de la tercera temporada, se le dio la nomenclatura clásica); luego el hecho de que tampoco se respetara la tradición de crear un tema musical propio característico de la serie y en cambio se hiciera un cover de una canción tipo rock pop; y por último, la imagen de los klingon (una de las dos rasas extraterrestres emblemáticas del programa, junto con la de los vulcanos) fuese la usada a partir de la primera película para el cine y que con posterioridad se siguió utilizando en los filmes y sagas que le siguieron (y es que según algunos, por transcurrir en el siglo XXII, antes de la serie original, deberían tener la apariencia mongoloide de la producción de los sesenta).  En todo caso de estos 3 puntos, el último es el más ridículo a la hora de prejuiciarse en contra de esta precuela, ya que bien es sabido que el primer show era así porque obviamente no tenían mayor presupuesto para crear maquillajes más elaborados y además era otra época, razón por la cual la espectacularidad visual es algo posterior y no se le podía pedir a esta más reciente serie que retrocediera al formato antiguo.
     Ahora bien, Enterprise sí que respetó y/o homenajeó a su manera la creación de Gene Rodenberry y primero lo hizo haciendo que como en todas las series a partir de La Nueva Generación,un personaje del programa anterior apareciera en pantalla dándole el paso al siguiente elenco.  No obstante en este caso no podía ser alguien de Star Trek: Voyager, su predecesora, por transcurrir mucho tiempo después y aún no haber nacido sus protagonistas para cuando suceden los hechos de la precuela; sin embargo el que sí sale es nada menos que el mítico Zefram Cochrane, figura esencial en la cronología trekker y quien tiene un destacado papel en el filme Star Trek: First Contact, que trata (entre otras cosas) acerca del primer contacto público con los vulcanos y del comienzo de las relaciones entre humanos y estos alienígenas.  Empero la aparición de Cochrane es de forma muy singular y además sale solo por unos segundos, pero para el ñoño más fiel a esta saga, resulta emotiva su intervención. 
      Con posterioridad están las alusiones directas e indirectas a episodios de la serie sesentera, en especial en lo que concierne a las razas que aparecen, que no solo los ya mencionados en el primer post dedicado a este programa, los muy interesantes andorianos, tienen un papel valioso en sus guiones; sino que también nos reencontramos (por fin) con tellaritas (formidable la “actualización” de su imagen porcina), tholianos (también, gran logro por parte de sus diseñadores) y orienses (¿o es “oriones”?).  En todo caso, es a través de la cuarta (y última) temporada, que los escritores quisieron hacer  el mayor tributo a lo visto en la Star Trek de Kirk y sus compañeros (más adelante me referiré a los múltiples homenajes al primer show, que se hicieron en la cuarta temporada).
      Por otro lado, no se puede olvidar el carácter más adulto de Star Trek: Enterprise, que se aleja del formato más familiar de sus antecesoras y que ya a partir de Abismo Espacial 9 y Voyager,estaba tomando un rumbo más oscuro y/o crudo, que hizo que algunos episodios de estos dos mencionados programas no fuesen aptos para todo público (bueno, no se puede olvidar el olvidado capítulo de la primera temporada de La Nueva Generación, titulado Conspiración y que en su momento la censura hizo escándalo por su escena de una cabeza explotando).  En todo caso, el detalle en el que radica más que nunca el aspecto subido de tono de esta precuela, viene a ser todo lo que concierne a la exposición de la sensualidad de sus actores, tanto en mujeres como en hombres, con varias alusiones a su sexualidad, a través de diálogos y escenas más que sugerentes con escasa ropa (las damas con ropa interior y los hombres a torso desnudo).  Pues todos los protagonistas de este título, así como todos los miembros de la tripulación, sin olvidar buena parte de los actores invitados, son personas jóvenes, atléticas y atractivas, quienes aparecen con ropas ceñidas.  Al respecto, cabe mencionar un episodio de la segunda temporada, en el que sale el primer cuasi desnudo sexy (y femenino) de todo Star Trek y que resulta difícil olvidarlo, por cierto.  Asimismo, no se puede dejar de lado que pese a lo anterior, llama la atención el hecho de que son dos de los personajes masculinos, quienes sin dudas son más “explotados” a manera de sex symbols en las historias (ya más adelante en el apartado dedicado a los personajes, me referiré a ellos de manera más concreta).

La escena más "hot" de todo Star Trek: Enterprise.

Las temporadas.

      La serie tal como es habitual en todo Star Trek para la televisión, se encuentra armada a partir de historias autoconclusivas; aunque a lo largo de la sucesión de sus episodios, se van desarrollando varios arcos argumentales que abarcan numerosos episodios y que tienen que ver con la historia personal de sus personajes, como con el destino de la futura Federación.  No obstante se podría decir sin lugar a dudas, que cada temporada posee su especial característica, en cuanto a cómo se va dando todo en ellas.  A continuación una revisión rápida de cada temporada:

       La primera comienza con Broken Bow, episodio dividido en 2 partes, que en varios sentidos viene a definir gran parte de lo que viene a ser este programa.  Es así que aparte de presentarnos a los personajes, se muestra el primer encuentro con el imperio klingon, que como bien sabemos quienes hemos visto la Serie Original, solo luego de unos cuantos siglos después se une a nuestros chicos; por esta razón, salvo en contados casos a lo largo del programa, klingon que aparece, se quiere echar a los protagonistas.  Por otro lado, al ser uno de los miembros de la tripulación de raza vulcana, queda más que claro que tanto a lo largo de esta primera temporada, como del programa en general, se aborda el comienzo de las relaciones con los vulcanos, que no son tan estrechas como nos tenían acostumbrados anteriormente; y es que los “orejudos” desconfían de la madurez de la humanidad, a quienes ven como niños y/o una especie a la que aún le falta mucho como para considerar como sus pares (como compartir su tecnología avanzada, por ejemplo). 
       Siguiendo con la primera temporada, esta trata acerca de los viajes de exploración de la Enterprise y su gente, humanos que están recién comenzando a conocer un montón de nuevas razas alienígenas, por supuesto no todas ellas amigables.  Como ya se dijo en la primera parte dedicada a esta precuela, los andorianos también tienen un papel destacado en este título, partiendo por el hecho de que son enemigos de los vulcanos y los humanos llegan a encontrarse entre ellos a manera de intermediarios, para que ambos pueblos logren dejar sus diferencias y puedan trabajar juntos (sentando las bases con esto y el contacto con otras civilizaciones, de la mismísima Federación, encuentros que se nos detallarán de manera muy entretenida a lo largo de la serie).  Sin embargo, aparte de todos los problemas que llegan a tener en sus viajes hacia lo desconocido, se encuentra la presencia de los sullivan, una raza que cuenta con una especie de mafia, cuyos miembros se han hecho modificaciones genéticas para involucrarse en la llamada Guerra Fría Temporal y en la que los protagonistas se ven envueltos desde el capítulo piloto.  Es así que esta lucha entre varios bandos, que viajan en el tiempo para sus propósitos egoístas, viene a ser uno de los ejes principales del primer año en la pantalla de Star Trek: Enterprise.
      La segunda temporada resulta sin dudas mucho mejor que su predecesora, que bien podría decirse tuvo unos cuantos episodios flojos.  La verdad es que se mantiene el mismo estilo de la primera temporada, de capítulos unitarios que pueden ser apreciados sin haber visto los anteriores; no obstante, como tal vez ya quedó claro más arriba, a lo largo de la serie hay historias relacionadas con la cronología del universo de Star Trek y con la individualidad de los mismos personajes, que a lo largo de las 4 temporadas van teniendo un desarrollo mayor: es el caso de la llamada Guerra Fría Temporal, que en todo caso no tiene tanta incidencia en los guiones, a diferencia de la temporada debut.  En todo caso debe destacarse el empeoramiento en las relaciones con el imperio klingon, que da a los espectadores varios momentos inolvidables, tales como el regreso nada menos que al planeta gulag de Rura Penthe (que tanta relevancia tiene en la inolvidable película Star Trek: El País Desconocido, que celebró los 25 años de la franquicia).

Las ediciones en DVD por lo general son mucho más lindas que las en Blu-ray...¡Una lástima!

      Quizás para marcar la diferencia, competir con otros shows de ciencia ficción y enfrentarse a los problemas de sintonía que al final hicieron que Enterprise terminara antes de tiempo (en vez de los 7 años que se estimaban, tal como lo visto con La Nueva Generación, Abismo Espacial 9 y Voyager), a partir de la tercera temporada se hizo un gran cambio en la manera de enfrentar la serie.  Se trata de un “experimento argumental”, que abandonó la idea de los viajes de exploración heredados de la serie original, para centrarse en una extensa trama unificadora: una desconocida raza, de la que solo saben su nombre, los xindi, desea destruir al planeta Tierra y a sus habitantes.  Es así que el Enterprise debe viajar hasta el inexplorado sector donde viven (llamado la Expansión), para convencerlos de la manera más diplomática posible de que desistan de su cometido.  Toda la temporada, que si bien posee igualmente episodios unitarios, sigue esta continuidad y con ello, sin dudas, que consigue superarse en material de calidad argumental e incluso técnica.  Atractivos vienen a ser los mismos xindi, en realidad una cultura formada por 5 razas bien diferentes entre sí: los arbóreos (de aspecto simiesco), otros humanoides (más parecidos a los a los humanos), los reptiloides, los insectoides y los acuáticos (que recuerdan a manatíes o similares); no deja de ser interesante, cómo el llamado enemigo se presenta con toda esta gama de variedades, que implica roces entre sus miembros por temas culturales.  De igual manera no dejan de ser individuos complejos, que incluso pueden despertar simpatía (pues hay claramente entre ellos sujetos nobles, que como queda demostrado en esta temporada, la guerra no se hace solo por un afán conquistador y “el otro bando” puede ser que tenga otros motivos, que no se trate de solo egoísmo para cometer sus actos bélicos).  Las sorpresas deparadas en esta terra incognita, son innumerables y tal vez sean lo mejor de todo el programa.  Pese a todo el atractivo que llega a tener la Expansión y los mismos xindi, a la siguiente temporada no se vuelve a saber de ellos. 
      La cuarta y última temporada posee también su propia característica, ya que retoma un concepto muy popular a partir de La Nueva Generación: las historias desarrolladas en dos capítulos, que tantos momentos emblemáticos dieron a los trekkers.  Debe recordarse que desde el piloto, que no había uno de estos y ya era hora que retomaran este estilo. En todo caso, también se incluyeron argumentos desarrollados en 3 capítulos, lo que intensificó el dramatismo y además permitió crear tramas aún más complejas. Con unos cuantos episodios unitarios (5 en total), se concedieron a los seguidores un total de 7 magníficas historias, que como en la mayoría de la temporada, no dejó de homenajear a la Serie Original.  Entre sus capítulos se pueden mencionar Frente de Tormenta, partes I y II, que trata acerca de los viajes en el tiempo y cómo estos pueden alterar la continuidad de la historia, un tema caro a Star Trek desde el clásico La Ciudad al Borde del Abismo Eterno(uno de los capítulos más hermosos del show sesentero).  La primera trilogía compuesta por Zona Fronteriza, Estación Fría 12 y los Intensificados, viene a ser por partida cuadruple todo un placer para los fanáticos, al ser por un lado el inolvidable regreso de un “viejo conocido”, Brent Spinner, más conocido como el androide Data de La Nueva Generación, quien además interpreta acá a un antepasado del doctor Soong (el mismo creador del robot y quien le dio a este su rostro); a su vez, por fin se vuelve al tema de los humanos modificados genéticamente, que se convirtieron en dictadores según se contó en otro famoso episodio de la serie original  (Semilla Espacial y que luego tuvo su secuela en la recordada cinta para el cine de Star Trek II: La Ira de Khan); por otro lado, reaparecen las sensuales mujeres verdes de Orion, también recordadas desde la Serie Original. En cuanto a La Fragua, El Despertar y Kir’Shara,profundizan más que nunca en todo Enterprise en la cultura vulcana, trayéndonos (por fin) a una joven T´Pau, otro personaje emblemático de los tiempos de Kirk.  En cuanto al capítulo unitario Efecto Observador,reinterpreta de manera muy singular a los organianos, poderosa raza incorpórea.   Babel Uno, Unidos y Los Aenar, revisitan a los tellaritas (ya mencionados más arriba) y sus conflictos con otras especies (vulcanos y andorianos específicamente), dos de cuyos miembros habían aparecido en un entretenido capítulo de la segunda temporada, aunque ahora llegamos a conocerlos mejor en sus costumbres; por otro lado, nos devuelve a los romulanos entre los mejores villanos de toda la saga trekker.  Aflicción y Divergencia se centran en otra de las razas emblemáticas de la franquicia, la de los klingon y lo hace dando una muy inteligente respuesta a uno de los grandes “dilemas ñoños” de todo Star Trek… ¿Por qué razón cambiaron los klingon en su apariencia entre la Serie Original y The Motion Picture? La explicación no puede ser más verosímil e ingeniosa.Espejo Sombrío partes I y II, en mi caso particular viene a ser la historia más esperada de toda la temporada, ya que trata acerca de uno de mis líneas argumentales favoritas dentro de todas estas series: La existencia del llamado Universo Espejo, un universo paralelo en el que existen dobles malignos y/o distorcionados de los protagonistas; como el primer encuentro entre ambas realidades fue recién en el siglo XXIII, durante los tiempos de Kirk, para no faltar a la continuidad de la franquicia, tuvieron que recurrir a los mejores artificios argumentales para que fuese posible armar adecuadamente esta historia.
     Mención aparte merece el último episodio de todo Enterprise, titulado como Estos son los viajes…en alusión al famoso lema de la mismísima Serie Original y que luego retomó La Nueva Generación.  Recordemos estas bellas palabras, ya citadas en el primer post dedicado a esta precuela:

      “El espacio, la última frontera. Estos son los viajes de la nave estelar «Enterprise», en una misión que durará cinco años, dedicada a la exploración de mundos desconocidos, al descubrimiento de nuevas vidas y nuevas civilizaciones, hasta alcanzar lugares donde nadie ha podido llegar.”

Preciosa portada de una de las novelas
basadas en la serie.
      Y es que este episodio transcurre de una manera muy singular en el futuro, específicamente en el siglo XXIV, dentro del Enterprise-D, la nave capitaneada por Jean-Luc Picard; no obstante el calvo capitán no aparece, pero sí su N° 1, el comandante Will Riker y quien usando la llamada holocubierta, recrea la última misión del primer Enterprise.  Además del barbudo (y panzón) oficial, aparece Deanna Troi, la consejera del navío espacial, lo que en sí no puede dejar de ser otro conmovedor reencuentro para los incondicionales de esta otra serie.  El problema es que a mucha gente no le gustó este final, porque les pareció que le quitó protagonismo a los personajes de la precuela.  En sí la trama no deja de ser buena y sin dudas que a más de uno llegó a emocionarlos.  Uno de sus mejores puntos, viene a ser, a su vez, que vuelve a aparecer uno de los invitados recurrentes y el más popular dentro de todo Enterprise, el andoriano Shran; y el otro, por completo inesperado y doloroso, viene a ser la muerte heroica de uno de los protagonistas de este programa.






Los personajes.

     Star Trek: Enterprise regresa al formato de la Serie Original, en cuanto a centrar la mayoría de las historias en tres personajes, miembros de la tripulación, quienes son sin dudas los más desarrollados y/o potenciados por los guionistas.  En este sentido, se pierde el carácter ganado a partir de La Nueva Generación, donde el protagonismo tenía un carácter coral y los espectadores se encontraban cada semana con un capítulo centrado en uno que otro personaje, lo que permitía tener un dramatis personae enriquecido  gracias a ello.  Esta decisión lamentablemente fue en desmedro de la mayoría de los otros protagonistas, siendo que en todo caso algunos fueron mejores abordados que otros y en el caso concreto de uno, más bien terminó por diluirse entre sus pares, que lejos tuvieron más oportunidades de crecer argumentalmente.

Jonathan Archer: Interpretado por el guapo y talentoso Scott Bakula (quien ya tenía experiencia en la televisión, en otra serie de culto de ciencia ficción: Quantum Leap, conocida en español como Viajeros en el Tiempo, entre 1989 y 1993), es el capitán de la primera nave espacial en llamarse Enterprise.  Hijo de un ingeniero que en vida nunca pudo aprovechar su mayor adelanto científico (un motor que permitiera desplazarse a mayor velocidad en el espacio exterior), debido a las restricciones de los vulcanos para “proteger” a sus aliados, tenía grandes resentimientos con estos, al igual que muchos otros humanos; no obstante a partir de los incidentes del episodio piloto, se abrió a confiar en  los orejudos.  De personalidad amistosa, acostumbra invitar a sus subordinados a comer en su cabina, para hacerlos sentir a gusto.  Deportista y lejos el capitán más atlético de todas las series de Star Trek hasta el momento, pese a todo no llega a la mitad de conquistas amorosas de Kirk.  Como el resto de los capitanes que le antecedieron en televisión, aparece como un hombre de moralidad intachable, hasta que los eventos relacionados con los Xindi ( más encima en un territorio tan hostil como la Expansión), lo llevan a cometer uno que otro acto deplorable.  

Charles “Trip” Tucker III: Siguiendo la línea de los ingenieros jefes de las naves, hombres y mujeres llenos de recursos para sortear los entuertos técnicos del sofisticado futuro, este hombre viene a ser sin dudas uno de los mejores personajes de todo el programa.  Si no el mejor amigo de Archer, uno de los más íntimos de este, ya que se conocían de antes de comenzar la misión del Enterprise, le toca pasar por la mayor cantidad de hechos peligrosos, extraordinarios o fatalistas de toda la tripulación, algo que es habitual en alguien del casting de cada serie de Star Trek desde La Nueva Generación.  Por otro lado, ostenta el cargo de segundo al mando de nave.  Pese a cómo se explota el sex appeal de Bakula en pantalla, es sin dudas Connor Trinner (el actor que lo interpreta), quien lejos es más visto en poca ropa a lo largo de la serie, teniendo más aventuras amorosas y quedando consignado como el galán irresistible del show.

T´Pol: Una de los dos únicos alienígenas que integran el equipo, es la “mujer sexy” de este título, pese a que como vulcana se muestre fría y distante (que en todo caso a lo largo del tiempo su actitud se va humanizando).  Se integró originalmente “por las malas” a la tripulación del Enterprise, mandada por el Alto Mando Vulcano para observar a los humanos en su primera misión hacia lo desconocido, lo que la hace verse como una intrusa; no obstante tras su actuar heroico desde el principio, logra ganarse la fraternidad de sus compañeros, haciéndose en especial cercana a Archer y a Trip, siendo que con este último termina enamorándose.  Por otro lado, la preciosa T´Pol comienza a interesarse en los humanos, al punto que compromete en más de una ocasión su posición con sus jefes.  Su rol dentro de la nave es el de oficial científico, una clara alusión al muy popular Spock de la Serie Original.

Phlox: El doctor de la nave es un denobulano, una raza que nunca antes había salido en todo Star Trek, pero que a lo largo de esta serie logra sin dudas hacerse llamativa.  Atraído por los humanos, se ha unido al Enterprise ya que participa de un programa de intercambios médicos entre su pueblo y los colegas de la Tierra.  Amable y alegre, no solo viene a cumplir con otro de los grandes papeles dentro de la franquicia trekker, el del médico a bordo, sino que además le toca ser el oyente que escucha los problemas de los demás y aconseja con sabiduría.  Por ser el otro el otro extraterrestre de abordo, tiene una relación especial con T´Pol, pese a lo dispares que son.  Aunque en apariencia no tiene mayores diferencias con sus anfitriones, sí posee varios detalles orgánicos y culturales distintos a los terrícolas, que dejan clara su naturaleza alienígena. Después de la trinidad compuesta por el capitán, el ingeniero jefe y la oficial científica, es el siguiente personaje más desarrollado a lo largo de las 4 temporadas.

Malcom Reed: El Jefe de Seguridad del primer Enterprise no podía faltar como personaje principal de esta precuela, teniendo el siguiente desarrollo argumental luego de Phlox.  Este británico descendiente de una larga tradición familiar en la milicia, en un principio resulta ser alguien poco interesante debido a su actitud aparentemente demasiado seria y correcta, no obstante tras un aprieto en el que se ve envuelto junto a Trip, se descubre al público que en realidad se trata de alguien mucho más simpático de lo que demuestra en apariencia: mujeriego y amistoso.  Su aventura con el Jefe de Ingeniería luego convierte a ambos en amigos íntimos.  Siente en secreto atracción por la vulcana (algo que también le pasa a Archer).

Hoshi Sato: Lingüista con una increíble facilidad para descubrir los secretos de las lenguas más exóticas (entiéndase por extraterrestres), es solicitada personalmente por Archer para formar parte de sus filas antes de iniciar la primera misión, de modo de ayudarles a enfrentarse al contacto con cada nueva civilización.  En tiempos en los que el llamado Traductor Universal aún estaba en una fase de prueba, Hoshi se convierte en la pieza angular para que esta tecnología funcione.  De todos los miembros del Enterprise es quien menos experiencia tiene en viajes espaciales, en parte por no ser militar, lo que la lleva a ser en un principio reticente a la hora de seguir a bordo de la nave.  En general es un personaje muy interesante, lástima que no haya sido abordada mejor en los guiones, si bien cuando toma cierto protagonismo resulta satisfactorio (su mejor momento, lejos un hermoso episodio de la tercera temporada llamado Exilio).

Travis Mayweather: El miembro más joven de la tripulación, pese a su edad no es alguien inexperto, ya que fue criado en el carguero espacial de su familia, lo que le dio valiosos conocimientos que en más de una ocasión sacan de apuro al Enterprise; además es un destacado timonel, a quien Archer y los demás confían la seguridad de todos.  Sin embargo solo dos episodios tiene como protagonista (y ello solo en las dos primeras temporadas); en cambio en buena parte del resto, apenas destaca y a veces incluso ni sale en escena. Irónicamente solo en la última historia doble de la cuarta temporada (Demonios y Terra Prime), se le otorga un protagonismo que nos deje claro su potencial desperdiciado.   


                                 Intro de las temporadas 3 y 4, con la música de fondo arreglada
                                          y ahora el termino Star Trek arreglado al título.

Mi primera vez…en las Elecciones Presidenciales.

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     Me tocaba escribir sobre uno de los últimos libros que leí hace poco, pero al recordar las palabras de mi comadrita Ledda por “guasap” de que esperaba de mí fotos y hasta un post sobre este “evento histórico” en mi vida (que por supuesto se trata de una fecha importante para Chile, en la que escogemos a los próximos dirigentes del país), por ser la primera vez en la que me dispongo a cumplir con mi responsabilidad ciudadana de hombre adulto, quise ponerme a prueba a ver qué tal me quedaba un texto de esta índole.  Además hace menos de una hora que voté por “mi presidente”, así que tengo la memoria fresquita, razón por la cual me será mucho más fácil escribir este texto, que comenzar a desmenuzar mi más reciente lectura de Sherlock Holmes.
      En mi soberbia, hasta las pasadas elecciones presidenciales siempre me jactaba de que no votaba, porque no me interesaba la política, de modo que mientras el resto de la población responsable asistía a dar su voto por quienes confiaban, yo seguía con mi vida sin otros contratiempos.  Para ser sincero, aún me sigue interesando muy poco este aspecto de la existencia y vez en que mis amigos o cercanos se ponen a hablar del tema, me adentro en mi mundo interior (me evado) o me alejo de ellos para dedicarme a asuntos más ligeros.  No obstante he llegado a un estadio en mi vida, en el cual me es imposible no responsabilizarme con uno que otro asunto y en ello está en un lugar destacado la valorización de mi granito de arena, en algo que no ocurre siempre y más encima se trata del porvenir de toda una nación.  Si voy a estar contento o disgustado por cómo van las cosas en mi patria, al menos espero ser consecuente y saber que mis palabras y mis sentimientos se justifican, porque apoyé o no en su momento a estos líderes involucrados en todo ello… ¿Se entiende?
      El año pasado no más el gobierno invitó a la gente a reunirse en grupo, para realizar unas especies de cabildos, en los cuales proponer varias reformas a la Constitución, que ya lleva décadas en Chile sin modificaciones.  Fue así que motivado por mis amigos Galpincheros (dentro de mis amistades, lejos los más comprometidos políticamente hablando…y los más izquierdosos, je), formé junto a ellos uno de estos equipos y vaya qué disfruté de ello.
       En febrero, aún disfrutando las vacaciones de verano, me junté con mi querida amiga Juliana Lee para ir juntos a la exposición dedicada a Picasso, que se estaba presentando en el Centro Cultural la Moneda (nada menos bajo el edificio sede del Poder Ejecutivo) y fue así que ambos nos encontramos con un puesto en la calle del Partido Comunista.  Estaban pidiendo firmas para legalizarse otra vez, según debían hacerlo todos los partidos según no sé qué decreto. Como muchos de mis amigos son comunistas y muchos de los artistas que admiro lo son, no dudé en dar mi consentimiento…Semanas después me llegó una carta diciéndome que estaba inscrito entre las filas de los rojos ¿Engaño o ignorancia de mi parte, por no saber lo que estaba haciendo aquella tarde en que di mi “valiosa” firma y otros antecedentes? La verdad es que no me molestó y al contrario me sentí orgulloso de estar entre tan distinguida gente.  Les conté a mis cercanos, algunos lo encontraron gracioso y otros me felicitaron.  Al menos no firmé “por las ballenas” u otra causa de ese tipo y quedé fichado en un partido menos histórico (como le pasó a mi ahijado Sebastián).  Decidí quedarme en el Partido Comunista y votar por cada uno de sus aspirantes de ahora en adelante.
       La semana pasada el Ministerio de Educación avisó a los colegios que para incentivar a los jóvenes, se iba a hacer un simulacro de votaciones en las salas de clases.  Se crearon urnas, formaron mesas de votaciones, etc.  Me tocó supervisar al curso con el que tenía clases en ese momento, un primero medio, el más numeroso y desordenado de los 4 que hay de ese nivel en el colegio en el que trabajo.  La actividad cívica se dio con un compromiso inesperado por parte de los estudiantes y no dudé en sacarle fotos al proceso.  Grande fue la sorpresa (y no alegre eso sí) cuando al comparar los resultados entre los distintos cursos, vimos que había ganado el candidato Sebastián Piñera (Piraña).  Un colega amigo dijo que la culpa la tuvimos los grandes, por no crear mayor conciencia entre los muchachos.  Yo vi el resultado, que también fue el mismo en el curso que me tocó cubrir, fruto de la ignorancia de los adolescentes, quienes de seguro ni conocían a los otros candidatos y optaron por el único de la lista con “cierta fama”.

Las mini-votaciones de mi colegio.

       Esta mañana partí junto a mi mamá antes del mediodía a votar.  Ambos tomamos la misma micro, pero ella se bajó antes que yo, pues su lugar de votaciones quedaba más cerca.  Pensaba ir con uno de mis hermanos a hacer dicho trámite, sin embargo Miguel desistió de ir.  Tuve que caminar unas cuantas cuadras para llegar a mi destino.  Me sentí muy contento cuando me di cuenta de que el colegio donde me tocaba votar, era el mismo establecimiento del cual guardaba uno de los recuerdos más apreciados de mi adolescencia: era el año 1987 más o menos y un primo que vivía cerca de mi hogar, estudiaba allá.  En ese tiempo se acostumbraba hacer funciones de video en VHS de cine, para recaudar dinero por una razón u otra; fue así que Pato me contó que en su liceo iban a dar pelis a solo $100 (¡Una verdadera ganga!).  Más encima las funciones eran en día viernes, o sea justo al comienzo del fin de semana y por ello era una linda manera de comenzar el descanso de estrés de las clases.  Cuando llegamos a ese recinto, estuve tentado de pedirle a mis papás que me matricularan allá, pues me enamoré de sus enormes áreas verdes, con plazas incluidas, árboles y bancos para tomar aire tranquilo, algo que en mi poca experiencia hasta el momento era algo nuevo para mí.  Fuimos dos semanas seguidas, acompañándonos por algunos amigos de juegos.  Gracias a esas sesiones pude ver por primera vez dos clásicos de la década, por los que siento una especial predilección: Volver al Futuro y Generación Perdida.  Me fue imposible no traer a la memoria todo esto, ya que volver a pisar este lugar, más encima en una fecha como la de hoy, lo vi como un buen augurio.
      Juraba que me tocaba votar en la mesa 17, que hasta lo tenía anotado en un papelito (¡En la más onda abuelito!) y al llegar a ella me alegró ver que estaba casi desocupada.  Todo se había instalado dentro de una sala de clases y se notaba que era de un curso de básica, por los trabajos de alumnos que habían pegados en el Diario Mural.  Habían solo dos mesas, que la otra era la 18.  Ni una, ni la otra me correspondían, así que revisé mi “ayuda memoria” que me hizo mi cuñado, al ver por mí en Internet dónde me tocaba votar, y me di cuenta de que era la mesa 12 la indicada.  Tuve que devolverme en mis pasos e ingresar al gimnasio, que estaba lleno de mesas…y de gente (¡Hasta para eso soy deportista!).  Llevaba conmigo un cómic de Batman para leer si tenía que hacer tiempo, que igual esta vez tuve que hacer fila; no obstante me puse a sacar fotos, que desde que estaba en el paradero con mi mamí estuve registrando visualmente todo mi itinerario, para compartirlo con mis amigos Galpincheros y hasta subirlo a Facebook (¡Atroz, me he convertido en un “Chico-Face”!).  Me dio gusto ver a muchos viejitos, varios de ellos con muleta, sillas de rueda y similares dando el ejemplo de conciencia ciudadana.  Ojalá las generaciones más jóvenes fuésemos más concientizados…Bueno, yo me demoré más de dos décadas en entrar en razón.
         Al salir del colegio me di el gusto de tomarme un rico jugo de piña natural y fresquito.  Llegué a casa feliz como una lombriz.    


La aventura más famosa de Sherlock Holmes.

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     Increíblemente en la novela más célebre del detective creado por Sir Arthur Conan Doyle, El Sabueso de los Baskerville (también traducida en nuestra lengua como El Perro de los Baskerville y El Mastín de los Baskerville), Sherlock Holmes apenas aparece.  Y es que durante gran parte de su desarrollo Watson, el mejor amigo del investigador y narrador testigo de sus historias, lleve la batuta de la acción en medio de una trama llena de intriga y misterios. Más encima, estamos hablando de una obra a que se acerca a la literatura de terror, otro estilo narrativo en el cual su autor se destacó, detalle no insignificante.
       Publicada entre 1901 y 1902 en entregas por medio de una revista, corresponde a la tercera novela del ciclo, luego de Estudio en Escarlata y El Signo de los Cuatro.  En ella nos encontramos con una maldición que pesa durante varios siglos sobre la familia de los Baskerville, que a varias generaciones ha llevado (según cuenta la leyenda), a una muerte horrenda a sus miembros.  Es así que un enorme perro negro de apariencia monstruosa y/o infernal, se les ha aparecido en campo abierto a sus víctimas, trayéndoles mortales consecuencias.  Cuando muere el más más anciano heredero de la fortuna a consecuencia de la bestia, es contratado Holmes para descubrir la verdad de todo esto, de modo de evitar que el siguiente en la línea de sucesión, un joven hombre que recién viene integrándose a los laberintos de su rancia alcurnia, tenga el mismo destino.  Debido a esto Watson es enviado por su amigo a proteger a su cliente, yéndose a pasar una temporada en su nuevo hogar, hasta que el detective consiga descifrar los misterios que pesan sobre la dinastía de su cliente.  Por otro lado, el buen doctor llega a hacer buenas migas con el reciente rico, poniendo su propio granito de arena a la hora de resolver los enigmas del lugar.  Por lo tanto, el protagonismo pasa al médico, quien queda declarado como un hombre valiente y como alguien con sus propios medios, para sobresalir entre tanto sujeto extraordinario en las aventuras de esta saga.
        Teniendo en cuenta el argumento de esta obra, que durante buena parte de su extensión mantiene a todo el mundo en vilo (personajes y lectores), acerca de la verdadera naturaleza del monstruo (sobre si este es real o no y si tiene un origen sobrenatural), el talento de su autor queda más claro que nunca, gracias a la ambientación que le otorga a la ficción.  Por un lado, tenemos que los territorios en los que se encuentra la mansión a la que se ha ido a vivir el juvenil Baskerville, no pueden ser más aterradores por sí mismos: Es así, que la misma construcción se encuentra en un sitio apartado de la ciudad y sus vecinos están lejos unos de otros, todo en medio de un paisaje de lo más agreste, pese a que en la zona impera lo natural.  De igual manera se encuentran una serie de ruinas ancestrales, que  más allá de su atractivo turístico y/o cultural, acentúan la atmósfera siniestra e insana de todo. 

       “Cuanto más tiempo se pasa aquí, más profundamente se mete en el alma el espíritu del páramo, su inmensidad y también su terrible encanto. Tan pronto como se penetra en él, queda atrás toda huella de la Inglaterra moderna y, en cambio, se advierte por doquier la presencia de los hogares y de las obras del hombre prehistórico. Se vaya por donde se vaya, siempre aparecen las casas de esas gentes olvidadas, con sus tumbas y con los enormes monolitos que, al parecer, señalaban el emplazamiento de sus templos. Cuando se contemplan sus refugios de piedra gris sobre un fondo de laderas agrestes, se deja a la espalda la época actual y si viéramos a un peludo ser humano cubierto con pieles de animales salir a gatas por una puerta que es como la boca de una madriguera y colocar una flecha con punta de pedernal en la cuerda de su arco, pensaríamos que su presencia en este sitio está mucho más justificada que la nuestra. Lo más extraño es que vivieran tantos en lo que siempre ha debido de ser una tierra muy poco fértil.”

        Luego tenemos una serie de personajes secundarios propios de este título y quienes sin dudas que están caracterizados de manera tal, que no solo parecen sospechosos, sino que son descritos como sujetos cuyos secretos y conductas que acentúan la duda en ellos.  Dentro de estos encontramos a:

Jack Stapleton: Uno de los vecinos más cercanos de los Baskerville, quien es un naturista que vive junto a su hermana, a la que recela demasiado.  La afabilidad con el resto se nota a lo lejos como algo falso, pues en realidad este no es alguien de fiar.

Beryl Stapleton: La hermana del anterior, corresponde a un estereotipo y rol femenino que tanto forma parte de la sociedad victoriana en la que fue escrita esta obra, como a uno que se repite en esta novela: el de la mujer que se ve obligada a depender del patriarcado y que por ello no es libre, pese a que su espíritu es el de alguien que desea ser autónomo.  En secreto inicia un romance con el joven Sir Henry Baskerville. 

John y Eliza Barrymore: Matrimonio que lleva años sirviendo a la familia de los Baskerville, quienes actúan con humildad para recibir y atender a su nuevo empleador.  La mujer llora en las noches, lo que despierta la preocupación acerca de cuál es la razón de todo ello; asimismo el marido tiene ciertos comportamientos, que despiertan interrogantes acerca de su misma virtud.

Laura Lyons: Mujer de origen acomodado que lamentablemente cayó en desgracia por tener un padre desnaturalizado y, por otro, debido a un matrimonio que contrajo con otro hombre, tanto a más desalmado como su progenitor.  Es pieza clave en todo el misterio que hay en torno a la muerte del viejo Baskerville.  Su triste situación judicial y familiar, es un muy buen ejemplo a la hora de representar bien lo que ya se afirmó más arriba, respecto a la posición de muchas mujeres de “sociedad”, que pese a todo no eran libres en una comunidad que se jactaba de moderna.

Selden: Criminal violento con un prontuario bastante grande a cuestas, quien se ha escapado de prisión y anda suelto por la misma zona en la que transcurre buena parte de la historia. Su presencia se constituye en otra preocupación para el resto de los personajes.  En un determinado momento de la novela, se revela su relación con uno de los ya mencionados.  

      En el libro aparece un viejo conocido de las aventuras de Sherlock Holmes, el inspector Lestrade, quien hacia el final sale en escena y deja clara la amistad que hay entre ambos, pese a que anteriormente fueron rivales.   Cabe mencionar cómo este ejemplo acerca de la evolución de la relación entre estos dos, siendo que el segundo veía antes al otro con malos ojos, como un competidor y hasta cierto punto movido por la envidia ante los más eficaces logros de Holmes (siendo que más encima este era solo un “aficionado”, a la hora de resolver crímenes y no un profesional como él), evidencia un tema fundamental en la obra de Conan Doyle dentro de sus trabajos para el famoso detective: la férrea amistad entre varones, más encima entre sujetos tan distintos en muchos aspectos y que tiene su mayor ejemplo en la fraternidad entre Holmes y Watson.  Asimismo que el policía y el detective hayan conseguido superar sus originales desavenencias, no es un detalle menor a la hora de evaluar la importancia que se le da en estas narraciones, a un tópico que tanto ha sido abordado entre los clásicos literarios.  Por otro lado, regresando al buen doctor Watson, no deja de ser admirable su lealtad hacia su compañero, este otro lejos mucho más inteligente que él y quien en ocasiones incluso llega a ser demasiado condescendiente con el médico, ante cierta inocencia suya, lo que en otros podría provocar malestar.  Por ende, ya sea en esta amistad viril u otras de las que aparecen en esta novela, queda de manifiesto la complementariedad que llega a darse entre sus partes (igual no deja de llamar la atención, quizás como una falta a la verosimilitud de la ficción, que Watson en ningún momento duda en dejar de lado sus obligaciones médicas, para acceder a la solicitud de Holmes de irse un tiempo junto al baronet Baskerville). 
      Por supuesto que no se puede olvidar la presencia misma del sabueso, el que es descrito de manera más bien sugerente, que de manera detallada.  Esto, puesto que el tema del misterio, de una leyenda que impregna buena parte del argumento de esta obra, hace que la propia criatura no aparezca tanto como se esperaría.  Y es que ningún momento hay que olvidar, de que no se trata de una ficción en la que lo sobrenatural es un tema relevante (por mucho que el autor también haya sido un maestro al respecto), sino que la figura de este ser viene a ser una manifestación más del misterio, que a una mente privilegiada como la de Holmes pone a prueba ¿Cuál es la verdad? En este texto sobresale debido a la maldición de los Baskerville y varios de los personajes ya mencionados, la noción de que nada es lo que aparenta a primera vista y no solo estamos refiriéndonos a las consecuencias de actos despreciables, propios de gente sin escrúpulos, sino que hasta las personas más nobles están obligadas a mentir por razones superiores.  De este modo, el mismo sabueso es otra manifestación de aquello que está oculto a los ojos de los demás y que solo la perseverancia y astucia de alguien como Sherlock puede llegar a descubrir en su naturaleza más íntima.

       “Era un sabueso, un enorme sabueso, negro como un tizón, pero distinto a cualquiera que hayan visto nunca ojos humanos. De la boca abierta le brotaban llamas, los ojos parecían carbones encendidos y un resplandor intermitente le iluminaba el hocico, el pelaje del lomo y el cuello. Ni en la pesadilla más delirante de un cerebro enloquecido podría haber tomado forma algo más feroz, más horroroso, más infernal que la oscura forma y la cara cruel que se precipitó sobre nosotros desde el muro de niebla.”

       Teniendo en cuenta lo expuesto en el párrafo de más arriba, no se puede dejar de lado la exposición que hace esta obra acerca de la existencia del mal, no como algo de tipo sobrenatural, sino que como una dimensión netamente humana y que, lamentablemente, resulta ser inherente a nuestra especie.  Pues no se debe olvidar que el origen en sí del monstruoso can, tiene que ver justamente con la figura de un antepasado famoso por su ruindad y que por lo tanto corresponde al llamado “castigo divino o superior” por las atrocidades humanas.  Sin embargo, no se puede olvidar que  teniendo en cuenta las distintas bajezas que se mencionan en las páginas de esta novela, cometidas por más de una persona (de todo tipo de violencia), sin dudas que estamos frente a un libro con un fuerte sentido moral: pues no quepa duda en su desarrollo que mientras las malas acciones tienen su consecuencia punitiva, hacia el final también se presenta en esta obra (otra mirada a la lucha entre el bien y el mal), que las buenas acciones tampoco dejan de tener su justo merecido.

Afiche de una de las tantas adaptaciones audiovisuales de esta obra,
con Peter Cushing, uno de los más famosos Sherlock Holmes de carne y hueso
(y con otro grande de coprotagonista más encima: Christopher Lee)

Los blogueros que admiro. Sexta parte: El Zoco de Lakkmanda.

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Presentación: 

     Hace más de dos meses que no subo una entrevista de esta serie a la que le he tomado mucho aprecio, en especial por la oportunidad que me han dado mis "colegas" al confiarme la entrada a su mundo personal y poder compartir en mi propia página tantas maravillas suyas.  Por otro lado, en la práctica ya no me queda gente por entrevistar, que en la práctica he perdido contacto con buena parte de los blogueros que seguía, por una u otra razón (a veces algunos han dejado de actualizar sus páginas lamentablemente).
      Hoy tengo el enorme gusto de presentarles a otra persona que admiro mucho, a Alejandro Caveda, quien desde la Madre Patria lleva años trabajando con pasión en esto de la divulgación de ideas e impresiones a través de su blog.  Supe de su trabajo y de su persona hace tiempo ya, cuando me dispuse a buscar otros como yo en la blogósfera, con intereses en común; de este modo tuve la buena suerte de encontrarme con Alejandro.  Valoro, entre otras cosas, sus enormes conocimientos en cómics, puesto que los textos que ha escrito al respecto nunca dejan de motivarme a leer los títulos que recomienda; asimismo, ha sido la persona que más me ha inspirado a la hora de escribir mis propios posts al respecto, que dentro de quienes abordan este tipo de arte en un blog, me parece el mejor de los que he leído.  Por supuesto que Alejandro es mucho más que historietas y bien lo podrán comprobar quienes lean esta entrevista, como quienes se adentren en  su ZOCO DE LAKKMANDA.



1- Preséntate en no más de 200 palabras.

     Aprovechando la definición que pone en mi perfil, «Educador, bloguero, fotógrafo aficionado y escritor a ratos libres, el resto de mi vida es un espacio en blanco entre líneas.

2- Cuéntanos acerca del origen de tu página y de su particular nombre.

     Buena pregunta. El Zoco de Lakkmanda es un homenaje al ciclo de historias de Norwest Smith, escritas por C. L. Moore. De hecho, en el Zoco de Lakkmanda tenían lugar algunas de las aventuras más exóticas del personaje.

3- ¿De qué trata tu blog?

     Un poquito de todo, pero me gusta considerarlo como un rincón dedicado al mundo del comic, la ciencia ficción, el cine de género, la literatura y la música, además de la nostalgia y otros vicios inconfesables

4- ¿Qué satisfacciones te ha traído lo que haces?

     Personal, sobre todo. Poder escribir por gusto y sobre lo que realmente me gusta, conocer a gente con gustos y aficiones similares a las mías, y que en ocasiones hasta te feliciten por el trabajo bien hecho, resulta muy gratificante en más de un aspecto.

5- ¿Cuál es la cercanía de tu gente (pareja, familia, amigos…) con tu labor en EL ZOCO DE LAKKMANDA?

     Poca... es curioso que de la gente que conozco, la mayoría no saben que tengo un blog, y muchos de los que lo saben tampoco me leen. Supongo que nadie es profeta en su propia tierra, o quizás es que aquí, en España, todo el mundo tiene un blog y ahora lo que se lleva es ser Yutuber, Influencer y otras cosas por el estilo. Sin embargo, mi familia es bastante comprensiva con mi «mania» de escribir y siempre respetan cuando tengo un momento de inspiración y agarro el portátil para ponerme a trabajar.

6- ¿Cómo es el proceso que tienes por lo general para escribir y subir un nuevo post?

     Depende. A veces tengo la idea en la cabeza desde hace tiempo, y le doy muchas vueltas para organizarla y desarrollarla lo mejor posible. Otras veces se me ocurre sobre la marcha y tengo que ponerme a ello en seguida para escribirla de un tirón. La inspiración puede venir de cualquier cosa en cualquier momento: algo que este leyendo, una frase suelta, una imagen fugaz... A veces, las ideas más locas y espontáneas son las mejores.

7- ¿Cómo equilibras el resto de tu vida y con tu trabajo para la página?

     Como puedo, aunque no siempre es fácil. Crecer es cargarse de compromisos, responsabilidades, y el tiempo libre es el que más se resiente por lo general. Pero intento no dejar el blog de lado, porque en cierto modo es una parte de mi, sería como renunciar a mi vocación o a cualquier otra de mis aficiones: un duro sacrificio.

8- ¿Qué autores lees en narrativa y/o cómics? Expláyate lo que quieras.


     Otra buena pregunta. Últimamente estoy volviendo a los clásicos, vivo sobre todo de reediciones de sagas y series de los años sesenta y setenta, como el Shang Chi de Moench y Gulacy, o el Sargento Furia & Nick Furia, agente de SHIELD de Stan Lee, Jack Kirby y Jim Steranko. Sin olvidarnos del Spider Man de Gerry Conway y Ross Andru, o el Batman de Steve Englehart y Marshall Rogers. En la actualidad estoy siguiendo la macrosaga de Imperio Secreto (más que nada, por las series centrales del Capitán América, que me parecen las más interesantes).  Mientras que de DC me atrae todo lo del proyecto Rebirth, en especial las series de Batman o crossovers como «La chapa». En general, con el cómic moderno me siento perdido, demasiados reboots, demasiadas series, demasiados cambios, hay personajes que ya no reconozco y me cuesta empatizar con ellos. Supongo que por eso acabas volviendo a lo conocido, a los comics que leías durante la infancia y que te marcaron durante la adolescencia.

9- ¿Qué películas y/o series recomiendas? Danos tus razones.

    Cualquiera de Ridley Scott, que es mi director favorito. El Episodio VIII, por supuesto, para saber cómo evoluciona el universo de Star Wars en la nueva era Disney. Las nuevas temporadas de Expediente X y Twin Peaks, por nostalgia. Series de ciencia ficción como The Expanse, Los 100, Sense 8 u Orphan Black, por poner varios ejemplos. A veces veo una serie o película porque me gusta alguno de sus intérpretes, como es el caso de Michelle Jenner (mi actriz favorita) o Tom Hiddleston. Como en cómic, mis gustos cinematográficos son más bien clásicos y me gusta mucho el cine de la década de los setenta y también el de los ochenta, cuando muchas películas de serie B eran tan buenas (si no mejores) que el cine mainstream. Esas décadas nos dejaron lo mejor de gente como Scott, Lynch, Scorsese, Spielberg, Coppola, Cimino, Reimi y tantos otros que con el tiempo se han vuelto un poco más previsibles o complacientes.

10- ¿Alguna entrada favorita de los que has publicado? ¿Por qué?

    Uff, qué difícil... Por motivos sentimentales, le tengo mucho cariño al artículo que escribí sobre Tim Powers, también los dedicados a Roger Zelazny y Ray Bradbury, o a la película «No tengas miedo» (2011) de Montxo Armendáriz, que es uno de mis cineastas de referencia (y además, un excelente fotógrafo: tendríais que ver sus fotos en Instagram). Ahora mismo estoy escribiendo uno sobre el cine histórico de Ridley Scott, no sobre toda su trayectoria, si no centrándome en ese género en particular. Espero que a la gente le guste tanto leerlo como a mi escribirlo.

11- Háblanos acerca de tus propias ficciones.

     Llevo escribiendo relatos cortos desde los noventa, alternando entre diversos géneros y personajes. Al principio era reacio a publicarlos en el blog, porque mi ilusión era verlos en forma de libro, aunque fuese electrónico, porque los escribí con esa idea en la cabeza. Además, ya se sabe que la gente piensa que lo que está en Internet es de todos y que el que comparte algo renuncia a sus derechos, y es mentira. Yo registro mis historias en Safe Creative antes de publicarlas en el blog, para que si alguien desea enlazar, compartir o reproducir parcialmente la autoría y el origen queden bien claros. El mundo digital no tiene por qué ser una patente de corso para el plagio o la vulneración de los derechos de autor.
      A día de hoy debo llevar más de una veintena de relatos publicados. Creo que tienen un público diferente al de artículos y reseñas, y viceversa. Hay gente que mientras publico relatos no me lee y otros que, por el contrario, no paran de preguntarme cuando subiré la continuación de tal o cuál historia. En ciertos momentos, cuando estoy sobrecargado de trabajo, me son muy útiles, porque un relato puede ocupar entre cuatro y seis entradas del blog, y entretanto me deja el tiempo libre para corregir u otras actividades. Tengo varios en cartera para ir dándoles salida a lo largo del 2018, ¡veremos que opinan los seguidores del Zoco cuando los lean!

12- Para finalizar… ¿Qué le dirías a tus futuros lectores para animarlos a adentrarse en el Zoco de Lakkmanda?

     Esa es la pregunta más difícil de todas, por lo que tiene de narcisista y autobombo, pero supongo que les diría que si les apasiona el mundo del cine, el comic, la música y la literatura de género, somos espíritus afines, y aquí (en el Zoco) encontrarán muchos ejemplos de ello. Ojalá que quien se deje caer repita, porque eso será señal de que estamos en la misma onda.
     Un saludo cordial y muchas gracias por leer(nos).

Alejandro participando como experto en el lanzamiento de un libro.

La Liga… ¡Del Aburrimiento!

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      Tras un filme de la calidad de Wonder Woman, que logró contentar tanto a la crítica como al público (sin olvidar a la mayoría de los ñoños amantes de los cómics y en especial de su protagonista, Wondy), era de esperarse que el filme de la Liga de la Justicia estuviese a este mismo nivel.  Luego de que los eventos de Batman versus Supermannos dejaran claro de que se venía un filme sobre el grupo de superhéroes más famoso de DC, la citada cinta acerca de este equipo era sin dudas una de las producciones que más expectantes tenía a la gente…Hasta que se estrenó hace poco más de unas semanas atrás y pudimos comprobar el resultado del tiempo (y la plata) invertido en ello.
        La verdad es que cuando se es un lector de las historietas relacionadas y más encima se conoce a sus personajes, tras haber contemplado el filme en cuestión resulta difícil no compararlo con lo hecho en Marvel, en especial en lo que concierne a lo realizado por Disney (y es que por lo general quienes leen/ven estas historias, gozan tanto con las de DC, como de aquellas propias de la Casa de las Ideas).  Y al respecto, tras evaluar lo hecho por los responsables del reciente estreno deceísta, sin dudas que este mismo queda bastante desmejorado. 
        Yendo directo al grano, Liga de la Justicia es una cinta deficiente, que al querer ser más “livianita” que sus predecesoras (acusadas en su momento de demasiado “oscuras”), ha perdido fuerza en su desarrollo, presentando una historia simplona y que apenas se sostiene a través de las escenas de acción y uno que otro chiste ingenioso.  Y al respecto cuesta creer que su coguionista y el encargado de su postproducción, fuese alguien como Josh Whedon, el mismo director y escritor de las exitosas dos películas de Los Vengadores.  Con el currículo como el suyo, uno hubiese esperado que su contribución a esta obra más reciente respetara los cómics sobre el origen de la Liga.  Si los también llamados Héroes más poderosos del Planetacontaron con nada menos que Loki como enemigo (tal como en el cómic inicial de los sesenta) y luego con otro de sus grandes rivales, la inteligencia artificial sofisticada de Ultron, era de esperarse que en esta primera aventura el grupo de DC contara de igual manera con un villano de peso; así que si no aparecía la estrella extraterrestre gigante Starro el Conquistador dentro de la trama (el primer contrincante al que se enfrentaron en las viñetas como equipo), era de suponer que fuese contra Darkseid que los justicieros tuviesen que luchar (tal como en el reinicio de la Liga de la Justicia con los Nuevos 52).  Y si no era ninguno de estos otros 2, al menos podrían utilizar a una rica gama de candidatos de grueso calibre, para convertirlo en toda una amenaza para la humanidad. 



       
          Y sin embargo, al final optaron por un villano apenas conocido por los fanáticos, tan solo visto en 1 o 2 episodios de Batman el Valiente: Steppenwolf.   De hecho, un servidor con todo lo que ha leído al respecto, nunca se ha encontrado con su figura en historia alguna.  Miembro de los Nuevos Dioses, seres casi inmortales y de un poder enorme, fue creado por Jack Kirby en los setenta dentro de su serie clásica del Cuarto Mundo.  Es tío de nada menos que de Darkseid, el soberano dictador del infernal planeta Apokolips.  Al aparecer este en la cinta y más encima verse un montón de parademonios (horrorosos soldados voladores de su mundo), yendo detrás de las Cajas Madres (máquinas sintientes utilizadas por los Nuevos Dioses con varios propósitos, entre ellos para abrir portales de un lugar a otro), uno de lo más bien que puede llegar a creer que en algún momento saldrá Darkseid…Y en contra de las esperanzas, si bien se le menciona un par de veces, no es así.  Pero aparte de que sea toda una decepción esta elección, si al menos le hubiesen dado una personalidad más carismática y/o un desarrollo más atractivo a sus motivaciones para el mal (tal como sí sucedió con  Ares en el filme sobre la princesa amazona), su participación habría sido más interesante.
      Luego tenemos otro punto que los entendidos en cómics DC o al menos quienes solo vieron Batman versus Superman, teníamos muchas ganas de saber cómo se presentaría en este largometraje: la resurrección del kriptoniano, tras su heroica muerte en esta otra cinta.  Al tratarse de un ser de tan extraordinario poder, cuando esto sucedió en las revistas en los años noventa, se hizo de una manera por completo verosímil para la ficción misma de su cronología…Y si bien una película es una adaptación de los cómics, por lo que no se puede esperar un calco al material en el que se inspira (tal como pasa con las versiones audiovisuales de obras literarias), al menos sería conveniente que la visión personal de los responsables le hiciera honor a la fuente de todo; que en este caso la resurrección del Hombre de Acero, resulta forzada o propia del recurso facilista del Deux ex Machina.
      Superman a su vez aparece solo bien pasada la primera mitad del metraje (que más encima redujeron a solo 2 horas y que según se dice, todo el material eliminado podría haberla mejorado con un mejor montaje) y sin embargo en los créditos aparece su intérprete, el guapo Henry Carvill, en segundo lugar luego de Ben Afleck (Bruce Wayne/Batman); mientras que la encantadora Gal Gadot (Diana/Wonder Woman) sale en tercer lugar y eso que esta tiene mucho más escenas que su colega.   Si bien esta saga comenzó con El Hombre de Acero, con el mismo Carvill de protagonista, alguien ya con una participación destacada en esta serie de películas (y con mucho más metraje en pantalla en la presente Liga de la Justicia), bien merece estar antes que su colega en dichos créditos.  Un detalle como el anterior parece machismo encubierto y si quisiesen ser justos, tal como en los cómics con team-upso en las revistas dedicadas a la llamada “Trinidad DC” (Batman/Superman/Wonder Woman), deberían haber puestos a sus 3 actores principales juntos y no por separado en los créditos respectivos.
        Luego están los cambios hechos con Flash y Acuaman, que ya sabíamos de antemano debido a lo exhibido en Batman versus Superman.   De la apariencia polinésica del segundo ya me había terminado por convencer, más considerando el aspecto imponente de Jason Momoa, el actor que cumple dicho rol en estas cintas y quien en todo caso realiza su trabajo con solvencia (además de que igual promete esta versión del príncipe atlante, que vendrá el año que viene con una película por completo dedicada a él).  Sin embargo, es con la versión “juvenil” del más célebre velocista deceísta que tengo mis reparos: la verdad es que visualmente un tipo desgreñado, flaco, con un traje que no puede ser más feo y que más encima lo ponen como el “bromista” del grupo, me parece por completo lejos de la imagen que poseo de alguien como Barry Allen.  Pues cómo lo presentan, hasta cierto punto en el guión, su personalidad bromista y ligera corresponde más bien a la de Wally West, el sobrino de Allen y el tercero en tomar el nombre de Flash en el universo DC.  Para algunos la actuación de Ezra Miller como el Corredor Escarlata resulta más que aceptable, no obstante a un humilde servidor el personaje le parece caricaturesco y da la impresión de que ante el afán de competir (y más bien imitar) los éxitos marvelitas cinematográficos, en este caso teniendo en cuenta la saga de los X-Men de Fox, quisieron hacer algo parecido con el sí simpatiquísimo Quicksilver de estas producciones (al menos, no cayeron en el error de imitar los efectos especiales usados en estas películas para representar sus poderes).  

       
        Con respecto a Ciborg, acá aparece como un sujeto demasiado serio y/o grave, lo que contrasta con el mencionado Flash.  Al respecto su actitud pesarosa, casi con un sentimiento de culpa y hasta existencialista, lo convierte en el miembro de esta Liga de la Justicia más oscuro, algo que para nada sucede con el Ciborg de los cómics (un verdadero líder más encima).
        Como algo positivo, no se puede dejar de agradecer el reencuentro con 4 personajes ya queribles para la vieja audiencia de estos filmes: en primer lugar aparece nada menos que la reina de las amazonas, Hipólita, la madre de Diana, quien por supuesto está acompañada de otras guerreras de Themyscira.  Luego destaca la participación de Alfred, interpretado una vez más por un maestro como lo es Jeremy Irons (quien sin duda se “roba la película” en sus escenas y en especial con sus diálogos irónicos).  Asimismo, la hermosa versión actual de Louise Lane (bajo el desempeño de la talentosa Amy Adams), también viene a ser un grato para quienes ya la conocemos.  Para finalizar, la madura y aún guapa Diane Lane se repite el papel de Martha Kent, con otros buenos momentos a su haber.
       Por otro lado, entre los buenos agregados que encontramos está la participación de otro gran histrión ligado a las adaptaciones de cómics de superhéroes: J. K. Simmons, quien recordado por su papel como el irascible J. Jonah Jameson en la trilogía de Spider-Man de Sam Raimi, ahora toma para sí el rol de otro personaje famoso de las historietas, nada menos que del comisionado Gordon (importante aliado y amigo de Batman y quien en la trilogía de Nolan sobre el Cruzado Enmascarado, estuvo a cargo de otro artista de peso como lo es Gary Oldman).  Es de esperar que a futuro, en la película que se ha anunciado con este actual Batman a cargo de Ben Afleck, tenga mayor participación.
        Tampoco se puede ignorar la colaboración de un maestro de la música como Danny Elfman, quien desde su participación en la primera película de Batman hecha por Tim Burton, ha trabajado en varios largometrajes relacionados con este tipo de cómics (las dos primeras cintas de la trilogía de Raimi sobre el Trepamuros, el filme sobre Hulk de Ang Lee y Los Vengadores: La Era de Ultron).  Pues como es habitual en él, acá ha hecho algo para nada despreciable, si bien ante un filme tan irregular como este, en mi caso fui incapaz de disfrutar de sus melodías para esta obra (tendré que escuchar por separado el disco, que lo descargué hace poco).  Me gustó mucho que en determinado momento se utilizara parte de su ya clásica partitura para la primera cinta del Señor de la Noche ¿Un autohomenaje? Igual en determinado momento su ocupó parte de la banda sonora de Hans Zimmer para El Hombre de Acero, por supuesto al aparecer en pantalla Superman.  No recuerdo si en el caso de Wondy se usó de igual manera uno de sus temas ahora característicos.
         Hay 3 escenas postcréditos, una de ella como concesión a la ya reconocida competición entre Flash y Superman, mientras que la última, la promesa de un nuevo peligro en el caso de que haya una nueva secuela…Pero… ¿Y qué pasó con Darkseid? La verdad es que a mi parecer cualquier capítulo de esa joyita, que es la recordada serie animada hecha por Paul Dini y Bruce Timm la década pasada o las mismas películas hechas directa para la venta en DVD o blu-ray, resultan ser mucho mejor que este largometraje de presupuesto multimillonario y simplón.   Bueno, luego de haber disfrutado de tantos argumentos sofisticados sobre mi grupo de superhéroes favoritos (en cualquiera de sus formaciones) y haber tenido el gusto de contemplar lo hecho por parte de Marvel, algo como esta propuesta de DC, por supuesto que a más de uno lo deja muy decepcionado.  Queda al menos la ilusión de que en un futuro cercano todo mejore y que los cameos del cuerpo de los Linterna Verde en determinado momento del metraje, sean la constatación de un reboot cinematográfico sobre los Guerreros Esmeraldas.


                                             Tráiler N° 1 (otro que promete más de la cuenta).
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