La película de 2005 El Exorcismo de Emily Rose, inspirada en uno de los pocos casos de posesión demoniaca documentados seriamente, dejó un mensaje que en mi caso particular me llegó bastante al corazón: El mal dentro de toda su villanía es una herramienta que nos permite darnos cuenta que existe un mundo más allá de lo tangible, pues si existe una fuerza maligna de corte sobrenatural, es porque obviamente posee su contrapartida, la del bien y bajo ella se encuentra la mismísima presencia de Dios, la que por supuesto es superior a la de cualquier manifestación espiritual negativa. Por lo tanto es ante la certeza de que hay algo más allá de lo que nuestros pobres sentidos pueden apreciar, aún debido a la intervención de una fuerza maligna, que nuestra fe en el Creador puede reafirmarse más que nunca.
No obstante llegar a tal certeza y/o revelación, aun cuando es una buena nueva abierta para quien quiera escuchar y ver, en el mundo actual no llega a ser atendida por todos y solo unos pocos logran (logramos) reconocer su verdad. De este modo filmes como el arriba mencionado y el que ahora me inspira a escribir, solo por unos cuantos consiguen ser apreciados como obras de un marcado acento religioso (o al menos metafísico)…Mientras que para el resto solo se trata de una historia más de terror, hecha solamente para entretener y asustar.
En el año 2013 se estrenó una nueva cinta por aquel entonces, que abordaba temas tan populares en el género de horror, como lo son las casas embrujadas, las posesiones demoniacas y la existencia de “detectives paranormales”, encargados de corregir los entuertos producidos por estas presencias incorpóreas malignas. Basada en uno de los tantos casos estudiados del famoso matrimonio de investigadores de lo sobrenatural, de Lorraine y Ed Warrren, trató acerca de una familia que era acosada por la maldición de una bruja. Titulada como El Conjuro, fue dirigida por el cineasta de origen malayo James Wan, quien desde su auspicioso debut en 2004 con el hoy del culto (y muy gore) título de Saw, que llegó a tener nada menos que seis secuelas (todas producidas por él mismo), ha llegado a hacerse una carrera respetable en el mundo del género fantástico; detrás además de otros largometrajes tan elogiados como Death Silence (2007) e Insidious (2010), ha logrado ser el seleccionado por DC para dirigir la esperada primera cinta sobre Acuaman, a debutar en 2018.
Uno de los plus a la hora de apreciar esta película, viene a ser su reparto que tuvo entre sus filas a todo un grupo de actores talentosos; es así que podemos hallar aquí a gente como Vera Farmiga y Patrick Wilson, haciendo de la pareja compuesta por los Warren, además de Lili Taylor (¡ìdola!) y Ron Livinston, como el otro matrimonio de la trama y a quienes junto a sus hijas les toca pasar por el acoso de un espíritu satánico. Pues sin duda que la suma de todos estos, ayuda a que la atmósfera ominosa de una película “hecha a la antigua” se consiga con creces, ya que se afirma más en lo que sugiere y en el trabajo actoral de sus intérpretes, que en el abuso de efectos especiales y en la truculencia exagerada (estos últimos elementos tan sobrevalorados en el séptimo arte actual). Por otro lado, incluso originó una precuela acerca de la siniestra muñeca Ananbelle (2014), aparecida al comienzo y que con solo unos minutos en pantalla, logró quedarse en la retina y la memoria del público, que pidió saber más sobre ella.
Image may be NSFW. Clik here to view. Es así que considerando el éxito de la primera aventura para la pantalla grande de los Warren y que en el mundo real tuvieron varios casos más de interés, que este mismo año se realizó una secuela bajo el nombre de El Conjuro 2: El Poltergeist de Enfield. Dirigida por el propio Wan, quien volvió a contar con la Farmiga y Wilson en los papeles estelares, trata sobre otra de las experiencias de esta pareja de exorcistas, demónologos y cazadores de fantasmas, quienes en esta ocasión se enfrentaron a un caso todavía mucho más tenebroso que el anterior.
El largometraje parte con una declaración de la propia Lorraine Warren, bastante relevante para otorgarle su sentido a esta otra historia, ya que bajo sus palabras se pueden encontrar diversos aspectos significativos y que a lo largo de este texto se abordarán, aunque sin querer caer en el spoiler. Las escenas de miedo, que incluyen un flashback sacado del filme anterior y otras que poseen connotaciones de premonición, sin duda que impactan por su intensidad dramática; es así que esta segunda parte llega a ser mucho más aterradora que su predecesora.
Un detalle que bien puede llamar la atención para los conocedores del cine clásico del género, por cuanto además aquí se descubre el nexo real de los Warren con un célebre suceso tomado por Hollywood, viene a ser que el mismo comienzo del argumento parte en la casa conocida como Amitivylle y cuyas particulares ventanas pueden ser reconocidas por los espectadores más duchos al respecto.
Luego de la introducción que de algún modo sigue los patrones de la primera película, nos enteramos de que para cumplir su rol como singulares “justicieros” del mundo sobrenatural, marido y mujer deben realizar un viaje hasta el otro lado del océano, a nada menos que Inglaterra (tierra de famosos entes sobrenaturales, según la tradición oral y literaria), para ayudar a otra familia que en este caso supuestamente sufre el yugo de la opresión de un fantasma. El hecho de que la acción transcurra en un territorio que no sea el suyo, en una cultura hasta cierto punto diferente a la gringa, le otorga una arista aún más heroica a los protagonistas, por cuanto deben enfrentarse a otros inconvenientes que al parecer no habían tenido en el pasado.
Si en la primera entrega de esta trilogía se nos mostraba a una familia “modelo”, compuesta por madre, padre e hijas como víctimas del mal, esta vez los oprimidos vienen a ser un grupo familiar que no solo ya no son estadounidenses típicos de “clase media”, sino que se trata de personas de recursos más humildes y que además ha pasado por la separación de sus progenitores, de modo que los pequeños viven solo junto a su esforzada madre; por otro lado, ahora los niños son de ambos sexos, a diferencia del matrimonio anterior que solo tenía hijas. Considerando que en El Conjuro 1 y 2 son familias aquellos que deben recurrir al socorro de los Warren (quienes forman otra comunidad con única hija incluida), se puede reconocer la relevancia que posee esta institución dentro de los filmes correspondientes. Por otro lado, la amenaza bajo la cual se encuentran los Perron y los Hodson (las familias protagonistas de estas dos cintas), más los mismos Warren, al ser objetos de la atención de fuerzas siniestras, va muy de la mano con la creencia de que el mal busca minar toda manifestación de lo bueno que hay entre los seres humanos; de este modo, el guión de ambas obras deja clara la importancia de la familia unida para vencer todo tipo de inconvenientes, incluso aquellos de origen sobrenatural.
Sumado a lo anterior, cabe destacar el papel que se le otorga a la fe misma, tanto en quienes confiamos, como en las convicciones religiosas. Los propios Warren son sujetos de notoria religiosidad y además desde la película número uno, queda clara su relación con la Iglesia Católica, que los tiene como representantes laicos suyos oficiales ante fenómenos paranormales. Lorraine tras sus visiones al comienzo de la cinta, se da cuenta que lo que quieren sus enemigos es socavar su propia fe en Dios, de tal modo a través de ella, así como de otros personajes, se representa la batalla espiritual en la cual están en juego las almas humanas, ya que se encuentran en medio de la eterna guerra entre el bien y el mal (si no basta con tener en cuenta el aspecto que toma aquí el demonio, para atentar contra la mujer y los suyos, burlándose de todo lo que es sagrado). Al respecto, es que nuevamente queda declarado que el libre albedrío y la voluntad de permanecer firmes frente a la tentación, son algunas de las armas para derrotar a la oscuridad.
Tal como ya se dijo en este texto, El Conjuro 2 supera a su antecesora, consiguiendo más de una vez atemorizar al público (y ello independientemente de si este es creyente o no). Sin duda hay imágenes y escenas memorables, efectivas y donde el uso de una fotografía cuidada, más unos efectos sonoros aterradores, ayudan a crear la sensación de ser testigos de un episodio de la vida real en verdad sombrío. A su vez posee una leve cuota de humor que no entorpece el lado más serio de su trama. La dirección de arte vuelve a estar soberbia a la hora de transportarnos a los recordados años setenta, esforzándose más todavía por el hecho de que la mayor parte del metraje transcurre en los típicos barrios ingleses, tan conocidos gracias a tantas películas y seriales. El único aspecto eso sí que podría haber mejorado, podría ser el de su poca inspirada banda sonora, que de nuevo corrió a cargo de Joseph Bishara, quien para nada consigue hacerle honor al resto de los profesionales, que trabajaron en esta más que recomendable película.
El tema de los crononautas, de los viajeros del tiempo, es sin duda uno de los más populares dentro de la ciencia ficción y la fantasía, teniendo sus antecedentes literarios en verdaderos clásicos como la archiconocida La Máquina del Tiempo (1895) de H. G. Wells y Un Yanqui en la Corte del Rey Arturo (1889) de Mark Twain; el primer caso como todo un clásico de la fantasía científica y el segundo en un tono más satírico y en el terreno de la narrativa maravillosa. Por supuesto que ante la tentación de conocer el pasado y el futuro, en especial en lo que concierne a arreglar los yerros del ayer y/o modificar el presente, que existirán ejemplos anteriores a los mencionados, así como que con posterioridad otros autores se han preocupado por abordar este tópico tan popular y lleno de posibilidades argumentales.
Por otro lado, uno de los aspectos más interesante de la posibilidad del viaje en el tiempo, viene a ser la existencia de organizaciones encargadas de velar porque la continuidad espaciotemporal no sea entorpecida por elementos foráneos y ello no traiga devastadoras consecuencias para la historia tal y como la conocemos. Al respecto es que se puede mencionar la novela El Fin de la Eternidad (1955) de Isaac Asimov y la serie de cuentos pertenecientes al ciclo de La Patrulla del Tiempo (1960) de Paul Anderson, sin duda verdaderos clásicos y por completo recomendables para todo aquel que desee adentrarse en lo mejor de este tipo de ciencia ficción.
Como era de suponer, el cine y la televisión no podían quedarse atrás al respecto y es así que hoy en día nos encontramos con verdaderas joyas, tales como las sagas de Volver al Futuro y Terminator, por solo mencionar algunas de las hechas para la pantalla grande; mientras que la pantalla chica nos ha concedido títulos entre los que se encuentran las series El Túnel del Tiempo y Quantum Leap. Pues todos estos títulos, tanto las películas como los programas de televisión, son claramente ejemplos de la “invasión gringa”, que con su enorme industria dedicada a la entretención mediática, no deja de influenciar en nuestro diario vivir. Sin embargo el país del Tío Sam no tiene el monopolio en este tipo de obras y hay otros lugares del mundo que poseen una igual extensa tradición en el rubro, con ejemplos de calidad a la hora de crear proyectos audiovisuales atractivos y no solo para su país, sino que de clara proyección internacional, como España.
La Madre Patria desde la Edad Media posee su propia tradición en materia de lo extraordinario, lo fantástico y lo maravilloso, con ejemplos de rancia relevancia tales como Los Milagros de Nuestra Señora de Gonzalo de Berceo, El Burlador de Sevilla de Tirso de Molina, Don Juan Tenorio de José Zorrilla y por supuesto Las Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer. Con posterioridad cuando la literatura siguió evolucionando y llegaron los nuevos géneros literarios, tales como la misma ciencia ficción y la fantasía épica, aparecieron en la vasta producción narrativa peninsular nombres como Domingo Santos, Elia Barceló y Laura Gallego, quienes si bien pertenecen a generaciones diferentes de escritores entre sí, han realizado un trabajo memorable dentro de tales historias.
Teniendo en cuenta los antecedentes ya mencionados, por supuesto que la televisión española no podía quedarse atrás, encontrando unos cuantos ejemplo como la popular El Barco. No obstante su más reciente éxito, que ha cosechado además varios elogios por parte de la crítica especializada, lo que le ha significado recibir un montón de premios, viene a ser El Ministerio del Tiempo. Con dos temporadas a la fecha, que comprenden un total de veintiún episodios (ocho en la primera y trece en la segunda), este programa trata acerca de un grupo de personas que sirven al gobierno español desde la época de la reina Isabel la Católica (quien fundó dicho ministerio), haciendo lo posible para evitar paradojas temporales y alteraciones similares; de este modo sus protagonistas, quienes han sido reclutados en distintas eras dentro del territorio de España, viajan a varias fechas encubiertos para lograr su propósito.
Varios aspectos bastante atractivos y bien desarrollados comprenden la trama de esta serie. En primer lugar que el viaje en el tiempo solo se puede hacer al pasado, ya que tal como dice el lema del Ministerio “El Tiempo es lo que es”, de modo que hasta donde es sabido por sus integrantes, el tiempo existe como un continuo que implica aquello que ya fue (y que aun así se puede intervenir) y lo que se está construyendo (o sea, el presente). Cabe decir que entre sus agentes hay sujetos que debido a su personalidad extraordinaria, fueron incorporadas al servicio; de este modo, algunos de ellos son personajes famosos en la crónica de España y del mundo, tal como el pintor Diego Velásquez (sin duda uno de los recurrentes más carismáticos del programa, pese a su personalidad vanidosa). Un detalle bastante significativo en cuanto al medio físico que permite pasar de una época a otra, viene a ser que ello se debe a una serie de puertas, todas ellas numeradas y que abren a una fecha en concreto y cuya naturaleza es más bien de corte mágico que tecnológico (puesto que la verdad en lo que va de lo realizado, no se han detenido en contar el origen de estas). Por otro lado, el número de puertas es al parecer ilimitado e incluso hay algunas desconocidas para el Ministerio del Tiempo.
Uno de los momentos más emotivos del programa: El gran Cervantes transportado al presente y con el propósito de hacerle ver la importancia de su nombre para la posteridad.
Cada gobernante español, rey, reina o presidente según la época, sabe de la existencia del Ministerio, ya que si bien es una institución ultrasecreta, sirve a los intereses de la nación, aunque nunca con fines egoístas y que puedan implicar la supremacía del país sobre los extranjeros, respetándose esta regla de honor incluso a sabiendas de los desastres por los que ha pasado España (salvo en el espectacular fin de temporada de este año, cuando un importante soberano modificó de manera drástica el poderío de su patria, lo que provocó el esperado efecto mariposarespectivo, creando una línea temporal alterna); de este modo los mandatarios le entregan todo su apoyo y mantienen enlaces con esta Ministerio que les informan directamente cualquier cosa o son ellos mismos quienes entran en contacto personalmente con sus agentes.
Un detalle interesante acerca de lo que significa tener acceso a estas puertas y entrar por razones de fuerza mayor o egoístas a sus destinos, viene a ser la tentación que significa usarlas con fines personales; pues por mucho que los miembros del Ministerio tengan un juramento y/o contrato que cumplir, son seres humanos y ello significa que en más de una ocasión pueden sentir la necesidad de hacer uso privado, de las posibilidades que significa controlar el pasado. Es así que un tema que toma bastante realce en los guiones viene a ser el de la responsabilidad frente a los actos (unos más humanitarios y egoístas que otros), lo que trae como consecuencia la culpa y la duda frente a cómo reaccionar frente a todo esto. De este modo más de un capítulo se enriquece con estos dilemas, que muestran tantos las debilidades, como las fortalezas del espíritu humano.
Los Ministerios de cada época se comunican entre sí y ello resulta gracias a personal autóctono de aquellos años, que prestan ayuda a sus colegas provenientes de otros momentos, cuando estos viajan a su tiempo. Hay distintas especializaciones dentro de esta organización, de modo que solo algunos cumplen la labor de cruzar las puertas, para lo que se preparan como profesionales; asimismo estos agentes trabajan en equipo, habiendo varios de ellos que poseen misiones que difieren de los otros grupos. Justamente un equipo compuesto por tres miembros, viene a ser el protagonista de este programa, si bien a ellos se le suman otros tres protagónicos (más un cuarto que reemplazó a uno de estos durante unos meses en la segunda temporada).
Si bien tal como ya se dijo las mismas puertas aparentemente funcionan por medios sobrenaturales, el Ministerio del Tiempo sí usa artefactos adelantados que permiten la comunicación entre una época y otra; de este modo cuenta con celulares y computadores con acceso a una red capaz de abarcar siglos y hasta milenios de diferencia, con lo cual es posible funcionar con eficiencia.
Al tratarse de una serie española (y con lo orgulloso que es este pueblo, que razones no le faltan), por supuesto que los capítulos y sus guiones abordan hechos históricos y personajes propios de su cronología; no obstante aun así aparecen en ellos personalidades provenientes de otros países, los que son abordados con mucha credibilidad, seriedad y respeto. En lo que concierne a eventos de importancia para España y que por extensión poseen su relevancia para el resto de la llamada Hispanidad (entiéndase a los países de habla castellana, que mantienen un legado en común que va más allá de una misma lengua, puesto que implica el importante mestizaje, la fe católica y muchos otros aspectos de relevancia, entre los que están las ex colonias del otrora poderoso Imperio Español, como mi país Chile), se encuentran la existencia de la Inquisición, la invasión napoleónica a la Península, la Guerra Civil, la dictadura de Franco, entre otras. Personajes españoles que han desfilado con gran participación en sus capítulos, han sido nada menos que el Mío Cid, el Lazarillo de Tormes, Lope de Vega, Miguel de Cervantes, Cristóbal Colón (si bien no dejan de “bromear” con el misterio acerca de su verdadero origen), Ramón del Valle-Inclán, Federico García Lorca, Luis Buñuel, Salvador Dalí, Ramón Menéndez Pidal y Pablo Picasso, entre otros; entre los extranjeros destacan Napoleón, Harry Houdini, John Edgar Hoover y Charlton Heston (a manera de confesión personal, debo decir que la intervención de tanto personaje histórico, en especial a los que conciernen a la rica literatura española, este desfile de todos ellos viene a ser un verdadero deleite, para alguien que como yo estudió en la universidad las letras castellanas).
Tal como es del gusto de los españoles en sus producciones audiovisuales, la recreación de los distintos periodos históricos resulta ser de primera, aprovechando además el avance de la computación para realizar fondos de gran realismo y belleza. Todos sus episodios a su vez llevan dentro de su título la palabra tiempo (ejemplos: Tiempo de leyenda, Una negociación a tiempo, Tiempo de Valientes) y duran más de una hora cronológica, estando además confeccionados de manera autoconclusiva, si bien mantienen una coherencia que le otorga una línea argumental en desarrollo, con macrotramas (¿Habré inventado yo este término?) que a lo largo de su transcurso permiten giros dramáticos de peso y que mantienen al espectador atento a cómo estas se van desarrollando. Por otro lado, los momentos de verdadera sublimidad y emoción se hacen estremecedores, apoyado ello en libretos muy bien armados, a lo que se agrega el excelente desempeño de sus actores estables e invitados; a su vez hay unos cuantos desnudos por ahí (si bien solo femeninos, lo que deberían mejorar si en verdad se habla de pluralidad) y bastante humor, siendo que este último elemento está bastante bien trabajado, aunque sin caer en la grosería o lo ridículo (de hecho, hay capítulos donde el humor es primordial, como el dedicado a Napoleón). También destaca el uso de varias referencias a la llamada “cultura popular”, en especial en lo que concierne a cine, televisión y música.
Escena del episodio El Monasterio del Tiempo...¡Uno de mis favoritos!
El Ministerio del Tiempo es claramente un título para gente adulta, tanto por su nivel de violencia (que en todo caso no llega al extremo de algunas series gringas como Hannibalo Daredevil), como por sus desnudos, sino que también porque uno de los protagonistas es una preciosa (y maravillosa) mujer lesbiana, la que lleva como todo el mundo adulto “normal” una vida sexual activa; por lo tanto el personaje a lo largo de estas dos temporadas, tiene varias escenas junto a otras bellas damas, unas más subidas de tono que otras. Un aplauso por la decisión de contar con este personaje dentro de los principales, no obstante ante el detalle de tener a una mujer de la comunidad LGTB, era de esperarse que también se contase con un hombre de estas características y si no como protagonista, al menos como recurrente. Todas estas palabras, porque al final se trata de discriminación positiva y de sexismo y/o morbo heterosexual machista, ya que por un lado para muchos resulta menos incómodo aceptar a dos mujeres como pareja, que a dos hombres, siendo que además bien sabido es que los varones heterosexuales fantasean con la idea del lesbianismo… ¿Y qué no es otra cosa la televisión que algo más masivo que la literatura y que responde a las tendencias de la mayoría? No obstante la lesbiana aquí presente se aborda como uno de los miembros más auténticos y capaces del programa, de modo que se les puede perdonar a los productores la falta de hombres regios deseándose entre sí (pero si solucionan esto para más adelante…mucho mejor).
Un programa tan bien realizado como este, no puede carecer de personajes desarrollados con complejidad y carismáticos, llenos de matices, un pasado atractivo, diferentes entre sí y pese a todo complementándose entre ellos con soltura…En suma, todo un grupo de protagonistas inolvidables. He aquí la lista de ellos:
Julián Martínez: El galán, se trata del representante del “presente” del trío principal y cuya incorporación al Ministerio del Tiempo tiene relación con la tragedia que marcó para siempre su vida, pues perdió en un accidente a su esposa. Cuando se entera de las posibilidades que tiene de volver a ver a su amada gracias a las puertas, se obsesiona más que nunca con ello y en lo que va de la primera temporada esta actitud lo marca bastante. Luego en la segunda temporada tras comprender la imposibilidad de conseguir lo que quiere, este se vuelve alguien más centrado, si bien antes debe pasar por un periodo de reafirmación.
Amelia Folch: Proveniente de finales del siglo XIX, fue una de las primeras mujeres universitarias de España, ya que se trata de alguien de gran inteligencia y muy instruida. De personalidad independiente, debido a sus dotes se le otorga el cargo de líder de su equipo. Debido a sus viajes temporales se encuentra con su tumba y se entera de que en algún momento se casará y tendrá una hija; dicha información se transforma en su propia pesadilla.
Alonso de Entretríos Fresnada: Para muchos (incluyendo a un servidor) el mejor de los tres que componen el equipo protagónico, quien proviene del siglo XVI y donde era un militar de muchas aptitudes, lo que cuando se vuelve un agente se constituye en todo un arsenal de beneficios para su gente. Es un hombre de honor y gran coraje, el cual considerando la época de la que venía, tan distinta a 2015 cuando es transportado en el tiempo, debería haber tenido mayores complicaciones para adaptarse, no obstante debido a su espíritu superior llega a tomarle el gusto a varios de los aspectos de su nueva vida (como a las motos). En la segunda temporada se lleva una gran sorpresa, relacionada con la esposa que tuvo que dejar cuando se le dio por muerto.
Irene Larra Girón: La sexy dama de la que me referí con anterioridad, fue traída al siglo XXI desde la década de los sesenta. Es la tercera al mando en el Ministerio del Tiempo y en la segunda temporada se ve involucrada en nada menos que una supuesta traición, lo que despierta sospechas acerca de su lealtad. Junto a Alonso viene a ser sin dudas mi otro personaje predilecto.
Ernesto Jiménez: Llegado al Ministerio desde el siglo XV, su verdadero origen es guardado con sigilo hasta un impactante episodio de la primera temporada, cuando se descubre a sus compañeros su familiaridad con un nefasto personaje de la historia española. De personalidad seria, es un buen hombre que posee el segundo puesto más importante dentro de su organización. En la segunda temporada se entera… ¡De que tiene un hijo en el siglo XXI!
Salvador Martí: El líder del Ministerio del Tiempo es un sujeto maduro y de convicciones como el resto de su gente. El ideal de jefe que cualquiera querría tener, debido a su comprensión para con sus subordinados y la manera en cómo lleva el importante cargo que posee, inspirando sin duda en los demás lealtad y admiración.
Angustias Vásquez: La secretaria de Salvador, es una mujer dulce y de personalidad más o menos maternal, quien si bien tiene una labor administrativa, en la segunda temporada debe hacer un viaje junto al trío protagónico y en uno de los capítulos más entretenidos de los exhibidos hasta el momento.
Jesús Méndez Pontón “Pacino”: El otro guaperas (como le llaman en España a los hombres atractivos) del programa, proviene de principios de los ochenta, cuando era un policía detrás de un asesino serial. Se vuelve el reemplazante de uno de los miembros del trío principal durante un tiempo en la segunda temporada. De espíritu más alegre y donjuanesco que Julián, viene a ser sin dudas otro de los personajes más entrañables de la serie. Su apodo se debe al parecido con el actor hollywoodense Al Pacino a quien admira luego de haberlo visto en el filme Sérpico.
Lola Mendieta: Ex agente del Ministerio, la que desde el primer episodio se transformó en la “villana” del programa, si bien no se trata de una mujer malvada, sino que de alguien que usa su conocimientos de las puertas para vender a otros lo conseguido en sus viajes. Luego comienza a trabajar para nada menos que una empresa gringa, que también tiene acceso al pasado, aunque de una manera distinta (a través de una especie de túnel, en atención a la clásica serie sesentera estadounidense El Túnel del Tiempo).
Tras haber finalizada su segunda temporada, lejos superior a la primera, el panorama sobre una tercera es incierto, de modo que solo queda con armarse de esperanzas para que nuestros queridos héroes españolísimos regresen para divertirnos y más al tratarse de historias de tanto enganche.
Estrenada tan solo un año después de su filme más icónico, Mi Vecino Totoro, en 1989, bien puede resultar una obra que a primer vistazo puede resultar simplona y que incluso a algunos hasta les llegue a ser poco atractiva. No obstante esta cinta que en España recibió el nombre de Nicky, la Aprendiz de Bruja viene a ser una película que encierra muchos elementos complejos en su argumento, así como en su mensaje global. De este modo se trata de una historia que en cierto sentido se encuentra dirigida especialmente a un público mayor que en el caso anterior, o sea ya cercano a la adolescencia o en los primeros años de esta etapa de la vida, ya que la edad de su protagonista se encuentra en tal etapa de su existencia; debido a esto, a través de su figura y lo que le pasa, se aborda de manera muy especial el tema (entre otros) del camino hacia la madurez.
Su trama trata acerca de Kiki, una chica que tras terminar sus años de infancia debe cumplir con la tradición familiar de pasar un año fuera de casa, sirviendo a otros en lo que viene a ser todo un rito de iniciación y a su vez su propia reafirmación como persona. Es así que en su nuevo hogar la joven llega a adquirir suficientes experiencias como para conocer, por ejemplo, el valor de la autosuficiencia, de la confianza en sí misma y en los demás; de este modo el mismo tema de la fraternidad toma un rol fundamental en tan preciosa historia, ya que la joven logra conseguir edificar entre pares (chicos de su edad y algo mayores) y gente mayor, las primeras relaciones interpersonales de importancia fuera de su núcleo familiar.
En el viaje la acompaña su gato, una criatura mágica que sigue los patrones de los llamados “familiares”, animales con los que supuestamente las brujas mantienen un lazo afectivo, que las conecta con el mundo sobrenatural y/o sus poderes. Este personaje resulta ser bastante llamativo en el guión, ya que cumple un papel de consejero y confidente de Kiki, hasta que esta misma poco a poco comienza a hacerse más independiente respecto a su existencia previa.
Llama la atención cómo la familia de la muchacha lleva con soltura el periplo que debe realizar su hija (por lo que se deja ver, el padre no posee poderes algunos y solo las mujeres tienen habilidades extraordinarias), así como el detalle de que todos los que llega a cruzarse la chiquilla, tomen con naturalidad la existencia de gente como ella. Por lo tanto el sentido de lo maravilloso, resalta de una manera muy especial en esta obra, puesto que si bien carece de la espectacularidad de lo visto hasta el momento, con las tres películas anteriores de Miyasaki para Ghibli, la aceptación del resto para con Kiki (entre pequeños y mayores) es propia de los cuentos de hadas y donde no hay separación entre un mundo y otro (algo habitual en los viejos cuentos de hadas o los relatos orales, que no se complican con todo esto). Por otro lado, todo ocurre en una realidad donde lo único extraordinario es que hay brujas y salvo que estas vuelan en sus escobas y tengan un animal con el que hablan, nada más lo separa del nuestro. Es entonces que la fantasía se encuentra más dosificada que nunca, pero ello es porque esto no es lo más importante del argumento, sino que lo más relevante de todo es el proceso por el que pasa su personaje principal.
Image may be NSFW. Clik here to view. Un hecho bastante especial dentro de la trama, sucede cuando la positiva Kiki se da cuenta de que no todo el mundo es como ella: o sea, que no todas las personas albergan sentimientos nobles y desinteresados. Ahora bien, no es que llegue a conocer a gente malvada (que en esta ficción no existen), no obstante en determinado momento se encuentra con otra adolescente, pero que deja mucho que desear en materia de espiritualidad. Este infeliz acontecimiento, aunque relevante para su propio crecimiento personal, se convierte en el punto de partida para que entre en la crisis necesaria, que luego la hará convertirse en alguien más integral. Lo que sucede con ella antes de superar esta dura prueba, viene a ser bastante significativo, ya que lo que le pasa en pocas palabras es que se reciente la fe en los demás y en ella misma, con la correspondiente falta de seguridad, de modo que por un tiempo se vuelve carente de aquello que la hace especial: no solo sus poderes, sino que también pierde el amor propio y hasta la vitalidad. Tal sentimiento de desgracia es habitual en muchos de su edad; y sin embargo resulta vital en lo que viene a ser el proceso hacia la plenitud, que tal como ya se afirmó más arriba, esta película lo aborda con creces (de modo que ignorar estas desilusiones dentro del argumento, le quitaría buena parte de su moraleja, así como le despojaría de su elemento más realista y aun cuando se trate de una obra de fantasía).
Si bien en este caso Kiki es lejos la protagonista absoluta de tan preciosa fábula, aparte del gato que la acompaña, acá brillan al menos cuatro secundarios que se hacen entrañables y que vienen a ser relevantes, para que la aprendiz de bruja adquiera las experiencias que la convertirán en una persona más integral: por un lado está la panadera, una mujer embarazada que la acoge enseñándole que las cosas se ganan con esfuerzo (pues si bien le ofrece un cuarto en su casa para vivir, en realidad le arrienda dicho lugar), en todo caso siendo un verdadero apoyo para ella; por otro lado está la pintora unos años mayor que la chica, quien vive sola y se convierte en su primer “par” de la ciudad; luego se encuentra la adorable anciana, que de algún modo viene a serle una especie de figura maternal; y por último está el chico que la admira y con quien comparte el mundo de la adolescencia, como con ninguna de las otras puede hacer.
Hacia el final del largometraje la trama toma un leve toque de heroísmo por parte de Kiki, lo cual demuestra que la voluntad, la generosidad y la capacidad para superar las grandes penas (concerniente a lo que hoy en día está tan en boga con eso de la resiliencia), más el apoyo en quienes nos rodean y quieren, son los remedios más eficaces para conseguir nuestros sueños y lograr ser felices.
Destaca además la ambientación de este filme, que se aleja de lo claramente nipón y es más propio de un país europeo y mediterráneo, evidenciándose por la estructura de sus edificios, paisajes y el aspecto físico de sus protagonistas. Respecto a todo esto, una vez más la preocupación por la belleza de los fondos y diseños de personajes viene a ser de primera, para este anime tan característico de Ghibli, que demuestra que incluso antes de las sofisticadas animaciones actuales, las perlas abundan.
En Chile decimos que alguien “la lleva”, cuando una persona destaca por sus ideas y personalidad marcando pauta entre los demás, quienes lo ven como líder y/o fuente de inspiración. Es lo a lo que los gringos se refieren con “rules”, o sea, que alguien hace las reglas (por ejemplo yo tengo una polera, lo que en otros países de habla hispana se llama “remera”, que dice en la lengua de Shakespeare I make the rules, o sea Yo hago las reglas traducido al español). Pues todo esto porque para muchos fanáticos de los cómics, Marvel hace rato que tiene la supremacía sobre DC, en materia de impacto cultural, del carisma y la fama de sus personajes y en lo que concierne a la calidad de sus historias. Si bien soy un declarado “deceísta” (Batman lejos es mi superhéroe favorito y la Liga de la Justicia mi superequipo predilecto), tras haber ya leído con gusto tantas colecciones de ambas empresas, así como adquirido mayor cantidad de conocimientos al respecto, puedo sumarme sin culpa a la afirmación de que efectivamente ¡Marvel la lleva!
He llegado a esta convicción tras haber leído la voluminosa y exhaustiva enciclopedia Crónica Marvel. Su Historia Año a Año, de más de trescientas páginas de datos e imágenes, que se convierten en todo un deleite para uno. Coescrita por Tom DeFalco (importante guionista de Spiderman y autor de la también recomendable The Amazing Spider-Man: The Ultimate Guide), quien se distribuyó el trabajo junto a otros tres autores para encargarse cada uno de una década en especial, a lo largo de más de medio siglo de historietas (Peter Sanderson, Tom Brevoort, Mathew K. Manning), deja clara la evolución de este arte; ello bien se puede observar a través de las propias fantasías marvelitas y que cada vez se fueron haciendo más sofisticadas (para ser sinceros, lo mismo se puede apreciar en DC Comics- Crónica Visual Definitiva, que no voy a mirar en menos a su distinguida competencia). Pues de ser una expresión artística y a la vez un producto masivo para la venta, dirigido en un principio a un público infantil o con meros intereses escapistas (cabe recordarse que los superhéroes nacieron en una época en USA, donde la depresión económica tenía al país en la miseria), pasó a transformarse en toda una nueva mitología postmoderna, ya actualmente encarnada en gran parte de la sociedad.
Teniendo en cuenta todo lo que llega a abarcar este libro de preciosa presentación (en tapa dura y la cual reproduce la M de Marvel, a todo color y con una cubierta forrada para guardarlo), el lector llega a enterarse de detalles sabrosos acerca de la llamada Casa de las Ideas, pues no solo en sus páginas se resumen algunas de sus títulos más destacados, sino que además al comienzo de cada apartado dedicado a un año en concreto, se mencionan lo que ha sucedido con la compañía; de tal modo que es posible saber cómo funciona una empresa de este tipo y la manera en que el paso del tiempo influye en ella (cambios de dirección, problemas de distribución y económicos, nuevas políticas internas, etc.).
A lo largo de este texto destaca la preponderancia de algunos de sus superhéroes más antiguos y hoy verdaderos clásicos, entre los que se encuentran nada menos que el Capitán América y Submariner (también conocido como Namor), lo mismo sucede con la Antorcha Humana original, creado mucho antes de la aparición de Johnny Storm de los 4 Fantásticos y el quien bien puede ser descubierto por quien por primera vez se encuentra con él tras leer esta Crónica. De igual modo los autores se detienen en buena parte de la cronología de Spiderman, los X-Men, los Vengadores, Daredevil y Hulk, quiénes sin duda quedan consignados entres sus personajes más importantes. Por supuesto que muchos otros tienen acá sus apartados, además de aquellos poco conocidos en estos lares o solo del conocimiento de los fanáticos más acérrimos como Deathlock, el Pato Howard, el Hombre-Cosa y el Capitán Marvel en cada una de sus encarnaciones (no confundir con Shazam de DC), por solo mencionar algunos; lo mismo respecto a unos cuantos equipos de superhéroes ignorados por muchos y que sin embargo hoy en día ya llevan años a cuestas en las viñetas, tales como los Defensores (prontamente a estrenarse una miniserie sobre estos en Netflix, si bien con una formación para nada relacionada con la de los cómics), los Nuevos Guerreros, Power Pack y varias alineaciones de X-Men aparte del grupo principal.
Asimismo dentro de esta enciclopedia se presentan varias de las modas en materia de cómics, por las que ha pasado Marvel y que sin duda tienen relación con los intereses del público: romance, aventuras juveniles, animales cómicos, western, bélicos, de terror y muchos más (que como bien quedará ya declarado, no solo de superhéroes vive Marvel); muchos de estos títulos permanecieron por años publicándose, no obstante algunos de ellos desaparecieron tras acabarse su periodo de atención, mientras que otros aún siguen entre nosotros con sus respectivos cambios para adaptarse a los nuevos tiempos (convirtiéndose a veces en personajes dirigidos a un público más adulto, como bien sucede con el Castigador en sus últimas colecciones) y tal como ha pasado con el popular Nick Fury, quien de un cómic de guerra ha pasado por varias modificaciones (de soldado a consumado espía), hasta convertirse en un elemento clave del Marvel superheroico.
Cabe destacarse también la creación de algunas colecciones o sellos marvelitas que se distinguen entre sus revistas regulares, las que de igual manera puede ser que por vez primera el lector menos experimentado sepa de ellas: Es así como se mencionan las revistas “exclusivas para adultos” de Marvel, ya sea de humor tipo Mad, los títulos pertenecientes a Marvel Knights y el sello Max. De igual manera se mencionan con sus propios apartados el hoy famoso universo Ultimate, que en todo caso no ha sido la única vez en que la Casa de las Ideas ha vuelto a recontar la historia de su panteón, actualizándola acorde a los nuevos tiempos; un título aparte viene a ser el experimento ochentero bajo el nombre genérico de Nuevo Universo y que lamentablemente no fructiferó (que tal como dice su nombre, trata sobre un universo completamente distinto, con sus propias reglas y protagonistas para nada relacionados con el habitual de esta empresa).
Muchas sagas y/o miniseries que tienen su repercusión en las cabeceras de sus personajes, con el correspondiente impacto dentro de gran parte del universo marvelita, son abordadas acá, lo que por supuesto entusiasma más que nunca al fanático veterano o al que comienza a adentrarse en este fabuloso mundo de fantasías. Desde la Guerra Kree-Skull a principio de los setenta, a Las Guerras Secretas de los ochenta, para seguir con El Guantelete del Infinito de los noventa, luego la Guerra Civil de la década pasada y después con la Invasión Secreta de estos últimos años, entre muchas otras, Marvel ha dejado precedentes a la hora de crear grandes sagas de corte épico, que sin duda han otorgado a sus lectores momentos inolvidables. Pues todo esto y mucho más desfila a través de las numerosas páginas que comprenden este valioso trabajo de sus escritores y quienes por supuesto indagaron en miles de historietas para darnos tan valiosa Crónica (una colección que de seguro muchos, entre ellos un servidor, quisieran tener).
De igual modo se debe agradecer que gracias a este libro, es posible tomar conciencia acerca del origen de no solo sus personajes más antiguos, sino que también de aquellos que no son de dominio masivo (como bien es el caso del Doctor Extraño y cuya película está por estrenarse a finales de este año); del mismo modo se nos cuenta el camino que han tomado otros y que solo ahora han sido ensalzados, gracias al impacto mediático de sus versiones audiovisuales, tal como es el caso de los Guardianes de la Galaxia y Deadpool.
Cada apartado acerca de un año en concreto, para los cuales por lo general se utilizan cuatro páginas que abarcan mes a mes, viene introducido por una figura sacada de una de sus viñetas y donde el personaje aparece con un monólogo significativo, que representa de algún modo la producción de ese año. Asimismo se incluyen algunos diálogos de las revistas mencionadas. Tras terminar el repaso de cada año, se agrega una lista de los eventos históricos mundiales que destacaron en aquella ocasión y que bien contextualizan las ficciones de esta editorial; de igual modo al final de esta “crónica real” se agrega un listado de algunas de las películas más destacadas de la temporada. Por otro lado, se agregan dentro de las imágenes portadas y viñetas de los títulos destacados; de igual modo se reproducen cada tanto en grande y abarcando nada menos que dos páginas completas algunas portadas y viñetas de relevancia, las que vienen con una leyenda explicativa al respecto. A su vez cada década lleva su propia introducción que la caracteriza.
No se puede olvidar que todo el contenido ya mencionado se enriquece con un prólogo de nada menos que del gran Stan Lee (¡A quien lee esto y no sabe su identidad que así lo pille Nyarlathothep!) y un epílogo de Joe Quezada, otro importante nombre detrás del éxito de Marvel. Tom DeFalco se reserva la “Presentación” de la enciclopedia.
El tomo comienza en 1939 y termina a mediados de 2008, que por el momento no poseo la versión actualizada que ya está traducida. Por lo tanto quedan pendientes varios hitos de renombre actuales, tales como Marvel Zombies (sin duda una de las mejores innovaciones de la empresa), La Era de Ultron, la muerte del primer Spiderman Ultimate, las últimas series animadas y de imagen real basadas en sus cómics y, por supuesto, las gran tanda de filmes Marvel que no alcanzaron a entrar en esta primera edición.
Luego del impactante final con el que termina la segunda entrega de las genéricamente llamadas Crónicas Vampíricas, Lestat el Vampiro, en el cual despierta de su sueño milenario la “madre” de estas criaturas, Akasha, la autora Anne Rice publicó su continuación directa titulada como La Reina de los Condenados. Editada por primera vez en 1988, cuenta lo que pasó tras el encuentro entre el protagonista y narrador Lestat, con este antiquísimo ser, ahora vuelto a la vida y las apocalípticas consecuencias que ello tiene no solo para el antihéroe inmortal, sino que para el resto de su raza y para buena parte de la humanidad.
Si ya en el segundo libro de su saga la propia escritora nos sorprendió volviendo a contar los eventos de su famoso libro Entrevista con el Vampiro,ahora desde otro punto de vista y enriqueciendo como nunca su ficción, en esta ocasión introduce un nuevo elemento que acompleja como nunca su trabajo: pues pasa de la narración en primera persona, a manera de las antiguas confesiones de los relatos clásicos tipo epistolar y memorias del siglo XIX, a una obra con el carácter propio de la novela río, donde se abordan múltiples percepciones acerca del mismo acontecer, gracias a que ya no se trata de un solo protagonista, sino que de varios enfrentados a un hecho que los aglutina.
Es así que valiéndose de la misma fantasía que alberga el mundo de esta serie, la narración se detiene en un montón de personajes, entre algunos ya conocidos y otros nuevos, quienes comparten el protagonismo junto a Lestat. Pues respecto a este último, el seductor vampiro de ascendencia francesa, se convierte ahora más que nunca en el cronista de su especie, ya que gracias a que puede leer las mentes de los demás, se dedica a contar en tercera persona cómo experimenta el resto lo que está ocurriendo con la devastación provocada por Akasha (y de la que él mismo es responsable en parte).
La llamada Reina de los Condenados, está decidida a cambiar el mundo según la idea que ella tiene de lo mejor para todos, puesto que se trata claramente de una persona de conducta errática y falta de empatía, con unos delirios de grandeza propios de un sociópata o alguien con algún otro trastorno psiquiátrico severo. Es así que aquella que en el relato de Marius, conocida a través de las páginas de Lestat el Vampirocomo una persona noble, en realidad viene a ser la gran villana de esta obra. Por otro lado, se ha obsesionado con Lestat, a quien lo seduce de tal manera que lo hace ser testigo y también cómplice de sus atrocidades. Debe saberse que cuando se narran los viajes de ambos para perpetuar la visión de Akasha de un mundo mejor, corresponde a alguno de los momentos más memorables del libro:
“La voz de Akasha llegó clara, ineludible, como había ocurrido la noche anterior, como si estuviera dentro de mi cerebro. Seguro que los mortales la oían con el mismo poder irresistible. El mandato en sí mismo era sin palabras; y la esencia estaba más allá de toda discusión; que un nuevo orden iba a empezar, un nuevo mundo en el que los seres ofendidos y los maltratados encontrarían por fin la paz y la justicia. Exhortaba a las mujeres y a los niños a sublevarse y a aniquilar a los hombres de su poblado. De cada cien varones, todos menos uno debían ser aniquilados y de cada cien bebés niños, todos menos uno debían ser sacrificados inmediatamente. Una vez esto se hubiera ejecutado a lo largo y ancho del mundo, vendría la paz en la Tierra, no habría más guerras, habría comida y abundancia.
Era incapaz de moverme, o de dar voz a mi terror. Horrorizado oía los gritos frenéticos de las mujeres. A mi entorno, las piltrafas de hombres dormidos se levantaban de sus envolturas, sólo para ser lanzados contra las paredes, muriendo de la misma forma que los había visto morir en el templo de Azim.
La calle era un griterío. En imágenes fugaces y difuminadas veía a la gente corriendo; veía a los hombres precipitarse fuera de sus casas, sólo para caer en el fango. En la distante carretera, los camiones estallaban en llamas, las ruedas chirriaban al perder el control los conductores. Metal chocaba violentamente contra metal. Depósitos de gasolina explotaban; la noche rebosaba de luz magnífica. Corriendo de casa en casa, las mujeres rodeaban a los hombres y los mataban a golpes, con cualquier arma que tuvieran a mano. El poblado de chozas y barracas, ¿había conocido alguna vez tanta vitalidad como ahora en nombre de la muerte?
Y ella, la Reina de los Cielos, había ascendido y permanecía suspendida en el aire, por encima de los techos de hojalata, una figura pura y delicada resplandeciente, recortada contra las nubes como si estuviera hecha de llamas blancas.”
Los personajes cuya perspectiva se profundiza en esta novela corresponden a:
Baby Jenks: Quien fuera convertida en vampiro a una edad cercana a la preadolescencia y que ahora forma parte del grupo de motoristas inmortales La Banda del Colmillo, se encuentra entre los chupasangres “jóvenes” que están de acuerdo con Lestat y van con gusto hacia el concierto que este hará. Baby Jenks nació humana entre una familia disfuncional, lo que tras su renacimiento le ha permitido escapar de su miseria y aprovechar su nueva vida en un desenfreno de sangre y violencia. Si bien la chica solo aparece en este capítulo, siendo que además ninguno de los otros personajes llega a conocerla (por algo las páginas que versan sobre ella se titulan La breve y feliz vida…), su aparición en la trama sirve entre otras cosas para ejemplificar la revolución que han significado las acciones ¿irresponsables y egoístas? de Lestat, así como el peligro que viene a ser la propia Akasha para sus “hijos”. Puede ser que para muchos esta pequeña vampira sea alguien detestable (pues más decadente no puede ser), como bien le parece a un servidor, no obstante su humanidad radica en que no deja de representar a tantos jóvenes que como ella deambulan sumidos en su resentimiento.
Pandora: Con miles de años a cuestas, se le nombró en el volumen anterior, aunque por fin es posible conocerla en profundidad en este otro (si bien más adelante en su propio libro Pandora, de 1998, la Rice se detiene a contar sus orígenes con mayor detalle). Creada por Marius, de quien fue amante, viene a ser una mujer de belleza impresionante y delicada. Se une al grupo de los inmortales (mayoritariamente conformado por vampiros de más de doscientos años de antigüedad y muchos de ellos como la propia Pandora de alrededor dos milenios o más a cuestas). A través de ella nos enteramos de que los seres viejos entre los que se encuentra, han desarrollado el poder de volar; por otro lado, en su capítulo se introduce al nefasto personaje de Azim, un vampiro tan antiquísimo como ella y quien mantiene un sangriento culto, con templo, acólitos y todo, a través del cual se sirve de los crédulos como un verdadero demonio sediento de sangre.
Daniel: Es nada menos que el periodista que entrevistó a Louis y que luego publicó de manera anónima (dentro de la ficción de esta serie de novelas, claro), en lo que conocemos como Entrevista con el Vampiro. Pues por intermedio de este otro libro, nos enteramos de qué pasó con él tras tal hazaña y de la extraña relación que llega a tener nada menos con Armand (el, al menos para mí, desagradable vampiro con aspecto adolescente y que tanta relevancia tuvo en las dos primeras entregas de esta saga), quien originalmente se obsesiona con él y luego llega a ¿enamorarse? A través de este extenso capítulo dedicado a ambos, el lector puede comprender a cabalidad la inestable personalidad de Armand y su necesidad de sentirse parte de la vida de alguien de una manera tan enfermiza. No obstante Daniel logra llegar hasta los sentimientos del vampiro, como ninguna otra persona lo había hecho. Por otro lado, esta parte del texto posee algunos de los pasajes más filosóficos de todo su desarrollo, que como es habitual en la narrativa de Anne Rice, podemos hallar en él varias reflexiones preciosas acerca del sentido de la vida.
“—Te diré lo que temo —dijo Armand, con el mismo apasionamiento de un joven estudiante—. Que después de la muerte viene el caos, que es un sueño del cual uno no puede despertar. Imagínate errando medio consciente, intentando en vano recordar quién eres o qué eres. Imagínate luchando eternamente en busca de la claridad perdida de los vivos...
Esto había asustado a Daniel. Algo de lo que había dicho sonaba como verdadero. ¿No había historias de médiums conversando con presencias incoherentes aunque poderosas? No lo sabía. ¿Cómo demonios podía saberlo? Quizá cuando uno moría no quedaba nada de nada.
Tal cosa aterrorizaba a Armand, y no hacía ningún esfuerzo para ocultar su miseria.
— ¿Y no crees que me aterroriza a mí? —le había preguntado Daniel, contemplando con la mirada fija a aquella criatura de rostro blanquísimo junto a sí—. ¿Cuántos años tengo?
¿Puedes decirlo simplemente mirándome? Dímelo.
Cuando Armand lo había despertado en Puerto Príncipe, era de la guerra de lo que quería hablar. ¿Qué pensaba realmente de la guerra el hombre del presente siglo? ¿Sabía Daniel que
Armand era un muchacho cuando aquello había empezado en él? Diecisiete años, y en sus tiempos aquella edad era muy temprana, muy temprana. Los chicos de diecisiete años en el siglo veinte eran monstruos virtuales; tenían barba, tenían pelo en el pecho, y, sin embargo, eran niños aún. En su época, no. Y no obstante, los niños trabajaban como hombres.
Pero no nos desviemos del tema. La cuestión era que Armand no sabía lo que los hombres sentían. Nunca lo había sabido. Oh, naturalmente, había conocido los placeres de la carne, eso estaba fuera de duda. Nadie de su tiempo pensaba que los niños fuesen inocentes a los placeres sensuales. Pero, de la auténtica agresión él sabía muy poco. Mataba porque era intrínseco a su naturaleza vampírica; y la sangre era irresistible. Pero, ¿por qué los hombres encontraban irresistible la guerra? ¿Era el deseo de chocar con armas violentamente contra la voluntad de otros? ¿Era la necesidad física de destruir?
En tales ocasiones, Daniel se las componía como podía para responder: para algunos hombres, era la necesidad de afirmar su propia existencia mediante la aniquilación de los demás. Seguramente, Armand sabía esas cosas.
— ¿Saber? ¿Saber? ¿Y qué importa saber si uno no comprende? —había preguntado Armand, con una brusquedad poco frecuente en él a causa de su agitación—. ¿Si uno no puede distinguir una percepción de otra? ¿No te das cuenta? Eso es lo que no sé hacer.”
Khayman: Sin duda uno de los mejores personajes del libro, en parte debido al hálito exótico y trágico que se le otorga en esta obra. Pues Khayman es nada menos que el más antiguo de todos los vampiros, junto a otras dos a las que más adelante me referiré, luego de los ya conocidos Akasha y Enkil, de los que para su desgracia está incluso mucho más relacionado con ambos que el propio Marius (quien hasta antes del resurgimiento de la “Madre”, fue por siglo su respetuoso custodio). Su papel es uno de los relevantes para conseguir la victoria sobre quien está amenazando a todo el planeta.
Jessie: Humana que se hace miembro de la importante organización de investigadores de lo paranormal conocida como La Talamasca (una de las genialidades que la escritora introduce a su ficción a partir de esta novela) y quien comienza a ir detrás de la pista de Lestat y los demás vampiros, con consecuencias inesperadas. Por otro lado, esta dama pertenece a la llamada Gran Familia, toda una rama de consanguíneos que abarca miles de años entre descendientes y que se ha propagado en todos los continentes; tal idea de la Gran Familia, ayuda además a retomar desde un punto de vista más humano y realista los temas de la trascendencia y el sentido de pertenencia, tan caros al primer libro de las Crónicas Vampíricas. Debe saberse además que Jessie como la mayoría del resto de La Talamasca, posee ciertos poderes que le permiten contactar al mundo sobrenatural.
Marius: El milenario y culto inmortal, quien fuera el maestro de Armand (a quien “creó”) y Lestat, acá primero se ve superado por su reina, quien lo traiciona; luego como muchos de los suyos, se ve formando parte de una comunidad, a la que nunca había llegado a formar parte tras tanto tiempo sobre la Tierra.
Si en El Vampiro Lestat se nos reveló el increíble origen de los bebedores de sangre, en esta ocasión nos enteramos de que tal relato no era completamente verídico, puesto que la génesis de estas criaturas era mucho más compleja y bien estaba marcada por la desgracia de unos cuantos (lo que para nada eran los supuestos bondadosos reyes de Egipto Akasha y Enkil). Es entonces que aparece la llamada Leyenda de las Gemelas, la que aparece como otro “relato enmarcado”, que se extiende por buena parte de esta novela, siendo sin dudas uno de los puntos más álgidos de la narración; aquí aparecen los potentes personajes de las hermanas pelirrojas y hechiceras “blancas” Maharet y Mekare, quienes tienen que ver con la aparición de los vampiros y el resultado final de la confrontación entre quienes se oponen a Akasha y sus designios. La descripción de todo lo concerniente a esta época pretérita, resulta tan bien lograda, lo mismo en lo concerniente a las acciones y sentires de sus personajes, que resulta difícil no considerar este volumen como el mejor de la trilogía original de la colección.
En la novela de una manera muy particular, vuelve a aparecer la recordada niña vampiro Claudia, a quien ahora llegamos a conocer de una manera bastante íntima y emotiva:
“«Éste es el regalo de cumpleaños de Louis. Que haga con él lo que quiera, me dice. Quizá me gustaría copiar en él aquellos poemas ocasionales que cautivan mi imaginación y leérselos de vez en cuando.
No acabo de comprender qué quieren decir con mi cumpleaños. ¿Nací al mundo un 21 de setiembre o en este día fue cuando abandoné todo lo humano para convertirme en lo que soy?
Mis distinguidos padres son reacios siempre a iluminarme en tales simples materias. Uno pensaría que es de mal gusto tratar esos temas. Louis parece desconcertado, luego miserable, y después vuelve a su periódico de la tarde. Y Lestat sonríe y toca un poco de Mozart para mí; después, con un encogimiento de hombros, contesta:
— Fue el día en que naciste para nosotros.
Por supuesto, me ha regalado una muñeca, como de costumbre, una doble de mí, que siempre viste un duplicado de mi vestido más reciente. Quiere que sepa que envía a buscar esas muñecas a Francia. ¿Y qué debo hacer con ella? ¿Jugar como si fuera de veras una niña?
— ¿Hay alguna insinuación en esto, queridísimo padre? —le he preguntado esta noche. ¿Qué debo ser una muñeca para siempre? —A lo largo de los años me ha regalado treinta muñecas iguales, si no me falla la memoria. Y la memoria nunca me falla. Cada muñeca ha sido idéntica a la anterior. Si las guardase, abarrotarían mi habitación hasta sacarme de ella. Pero no las guardo. Las quemo, más tarde o más temprano. Hago añicos sus caras de porcelana con el atizador. Contemplo cómo el fuego quema su pelo. No puedo decir que me guste hacer eso. Después de todo, las muñecas son bonitas. Y se parecen realmente a mí. Sí, se ha convertido en el gesto adecuado. La muñeca lo espera. Y yo también.”
Un detalle quizás pueda parecer apresurado por parte de la autora, lo que a cierta vista pudo haber sido mejor: el desarrollo final que se le da a la superación del conflicto presente en esta obra; en otras palabras, el clímax sucede demasiado rápido y más de un lector podría haber quedado con gusto a poco, confundido o decepcionado ante el proceso con el que se soluciona todo. No obstante pese a todo no deja de sorprender y aun así viene a ser creativa (y simbólico) la manera de cómo se deshacen de la nefasta Akasha.
Tras acabada la tormenta, viene un extenso epílogo, que primero toma un cariz bastante
nostálgico, ya que el mismo Lestat luego de su tiempo junto a la Reina de los Condenados, por supuesto que queda marcado; no obstante una personalidad voluntariosa como la suya, la de alguien que por un lado viene a ser un tipo sobresaliente y por otra un sujeto sui generis (muchas veces difícil de sobrellevar, pero que a nadie puede dejar indiferente), demuestra hacia el final de las páginas que aquello que no te mata te hace más fuerte.
Uno de los tantos temas presentes en este texto, viene a ser el de la justicia, en cuanto a lo que significa ello para cada uno. Pues tal como detallado en el desarrollo de este episodio de la serie, la justicia es algo que puede variar, según si sirve a la visión particular de un sujeto y que no tiene por qué ser la concepción más exacta de lo que es correcto (en este caso la propia Akasha); como también puede estar relacionada con el bien de la mayoría (o sea, acá quienes se oponen a los designios de la Madre). Es entonces que entramos en el terreno donde se pone en tela de juicio el valor de la vida (la humana y por lo mismo la de los vampiros), puesto que Akasha desea reorganizar el mundo según lo que a sus ciegos ojos es necesario para lograr su objetivo, de modo que si es necesario sacrificar gente no importa; en cambio quienes se sirven de los seres humanos para sobrevivir, nos dejan una enseñanza al otorgarle su verdadero valor a la vida mortal.
“—Oh, no, no —dijo inflexible—. Hombres y mujeres son animales en proceso de aprendizaje. Si no te das cuenta de lo que han aprendido, es que estás ciega. Son seres siempre cambiantes, que siempre mejoran, que siempre engrandecen su visión y las capacidades de sus corazones. No dices toda la verdad cuando hablas del siglo más sangriento; no ves la luz que brilla con más intensidad, por contraste con la oscuridad; ¡no ves la evolución del alma humana!
Marius se levantó de su sitio en la mesa y, por la izquierda, dio la vuelta hacia donde se encontraba ella. Se sentó en la silla que quedaba libre entre ella y Gabrielle. Extendió la mano y levantó la de Akasha.
Me dio miedo mirarlo. Temí que ella no le permitiría tocarla; pero pareció que aquel gesto le agradaba; sólo sonrió.
—Es cierto lo que dices acerca de la guerra —prosiguió en tono de súplica, y luchando por mantener su dignidad al mismo tiempo—. Sí, y los gritos de los moribundos, yo también los he oído; todos los hemos oído, en todas las décadas; incluso ahora, las noticias diarias de conflicto armado azotan al mundo. Pero el clamor de protesta contra estos horrores es la luz de la que estoy hablando; hablo de actitudes que nunca fueron posibles en el pasado. Es la intolerancia de los hombres y mujeres pensantes en el poder que, por primera vez en la historia de la raza humana, quieren verdaderamente poner fin a la injusticia en todas sus formas.
—Hablas de actitudes intelectuales de unos pocos.
—No —repuso—. Hablo de la filosofía del cambio; hablo del idealismo del cual nacerán auténticas realidades. Akasha, por muchos defectos que tengan, han de tener tiempo para perfeccionar sus propios sueños, ¿no te das cuenta?
— ¡Sí! —Fue Louis quien intervino.
Mi corazón se hundió. ¡Tan vulnerable! ¿Dirigiría ella su odio hacia él? Pero con sus maneras pausadas y refinadas, prosiguió:
—Es su mundo, no el nuestro —dijo con humildad—. Seguramente lo perdimos cuando perdimos nuestra mortalidad. No tenemos derecho a interrumpir su lucha. ¡No podemos robarles las victorias que les han costado tanto! En los últimos siglos, sus progresos han sido milagrosos; han rectificado errores que la humanidad creía inevitables; por primera vez han desarrollado el concepto de la verdadera familia humana.”
Image may be NSFW. Clik here to view.La Reina de los Condenados ha tenido dos adaptaciones oficiales, la primera de ellas con un cómic editado entre 1992 y 1993 por la desaparecida editorial Innovation, la misma que se encargó de la preciosa versión a este arte de los libros anteriores de la saga. Escrita por O. J. Cariello y dibujada por Daerick Gross, en un principio iba a tener doce números, tal y como pasó con las novelas gráficas que le precedieron, no obstante al final el último no salió a la venta. Con posterioridad salió un compilado con estos tres cómics, más unos cuantos agregados, bajo el nombre genérico de The Vampire Companion; sin embargo no he podido averiguar si en esta recopilación se agregó el tomo que faltaba (de igual modo ignoro si está en español o al menos si alguna alma generosa “no profesional”, la ha traducido para el gusto de los interesados). A su vez queda en misterio si otras compañías han vuelto a editar tal joyita.
En el año 2002 apareció la esperada cinta sobre este libro, la cual en realidad tomó elementos de El Vampiro Lestat y La Reina de los Condenados de una manera demasiado libre y que para nada le gustó a los seguidores de la Rice (así como a la misma escritora); de hecho, las malas críticas que recibió, porque además su montaje final no fue muy inteligente que digamos, sintetizando tremenda historia y un montón de eventos a solo dos horas, fueron lo suficientemente nefastas como para que la posibilidad de nuevas adaptaciones sobre esta saga y otras de su autora, hasta el momento fuesen nulas. Asimismo fueron incapaces de darle un desarrollo integral a los personajes, habiendo algunos que apenas tuvieron diálogos o resultan unidimensionales, por no decir caricaturescos (tal como sucedió con Marius, que de un personaje masculino y educado, lo convirtieron en el típico afeminado estereotipado). Además eliminaron a varios de los protagonistas, cambiando por completo las relaciones entre un protagonista y otro (¡Lestat y Jesse en una relación “amorosa”!), todo de la manera más “insultante” para el que esperaba algo tan exquisito como el filme realizado por Neil Jordan en 1994.
Terminando con esta poco memorable película, es una lástima los pésimos resultados que tuvo, porque la producción en sí no era mala y su director, Michael Rymer, antes y después de este olvidable trabajo suyo ha demostrado tener talento; a su vez malos actores no tenía (puesto que ante su más bajo presupuesto, obvio que no iban a estar Cruise y compañía de regreso) y su música, entre canciones y banda incidental, estaba bastante bien hecha. Como anécdota, cabe mencionarse que la preciosa actriz y cantante afroamericana Aaliyah, quien acá interpretó a nada menos que Akasha, no pudo ver terminado el filme, pues murió en un accidente aéreo con tan solo veintidós años de edad tiempo antes de su estreno.
Luego de la quinta temporada del popular programa de televisión Juego de Tronos, basado en la saga literaria Canción de Hielo y Fuegode George R. R. Martin, el espectador que se ha leído los libros, ya tiene bien claro que el programa ha seguido su propio rumbo respecto a las novelas que lo inspiraron. Pues si hasta la cuarta temporada se trató de una adaptación bastante fiel a los textos escritos (se suponía que cada temporada versaría sobre uno de los libros), ante la demora del autor para sacar los dos últimos tomos, los productores fueron introduciendo poco a poco grandes cambios en la trama; de este modo tal como ya se dijo, la temporada del año pasado dio el paso a que esta sexta temporada fuese una historia independiente por sí misma.
Varias sorpresas nos dio a sus seguidores GOT (abreviación en inglés para Game of Thrones), desde su primer episodio de este año. Imposible olvidarse de la imagen en la que se muestra el gran secreto de la hermosa y temida Bruja Roja, sacerdotisa del dios conocido como el Señor de la Luz, quien luego del desastre en el que estuvo involucrado el hombre en quien tenía depositada su fe, como el verdadero heredero al codiciado Trono de Hierro, a partir de ahora se vuelve una mujer completamente distinta: de ser alguien de personalidad avasallante y segura de sí misma, pasa a convertirse en una persona más humilde e introvertida, luego de la lección “sobrenatural” que se le da hacia el final de la quinta temporada (de hecho, pareciera que HUMILDAD es un concepto relacionado con varios de los personajes, quienes deben aprender mejor esta actitud a lo largo durante este último año, si bien igual desde antes se encontraban en tal camino: Sansa, Arya, Tyrion, Cersei hasta cierto punto, su hijo Tonmen, Margaery, Theon y un viejo personaje que tras largo tiempo ausente, vuelve a salir sorpresivamente para felicidad de la audiencia).
Se supone que desde la temporada anterior, los guionistas han podido usar elementos de Vientos de Invierno (el sexto libro que según dicen por fin se publicará a finales de este año, tras cinco de larga espera), puesto que Martin ha liberado uno que otro extracto por ahí; asimismo de seguro les habrá revelado más de algún dato inédito a estos y que el resto solo podrá conocer una vez que tenga la novela en sus manos. No obstante como no he querido indagar más, sobre qué acontecimientos son del susodicho tomo aún inédito y cuáles fueron inventados en exclusivo para la serie, solo de algunos hechos no puedo dudar como propios de la adaptación televisiva…
…Es así que el destino de John Nieve pareciera ser algo original del programa, en especial en lo que concierne a la manera de cómo es mantenido en activo acá. Por otro lado, el encuentro con su media hermana Sansa, se trata de algo por completo salido de esta adaptación (siendo bastante emotiva la nueva relación entre ambos, ya que mucho tuvo que pasar como para que la chica llegara a apreciar al “bastardo”).
Sigamos con la familia número uno de gran parte de los televidentes: los Stark. Parto por una de mis favoritas, Arya. La chica es tratada acá siguiendo buena parte de lo narrado en Danza de Dragones(continuando su educación como discípula del Dios de Muchos Rostros); no obstante en el último capítulo, nos da toda una sorpresa de antología, detalle que sigue manteniéndola entre los mejores personajes de tan épica historia. Es así que su actitud decidida y corazón férreo maravillan a todos, por cómo es capaz de sortear a tan corta edad tantas pruebas, que solo la gente extraordinaria podría llegar a conseguirlo.
Bran Stark de igual modo posee sus grandes momentos dentro del programa, los que refuerzan más que en otros personajes el elemento sobrenatural. Cabe mencionarse que por intermedio del chiquillo, se revelan algunas de las grandes incógnitas que han permanecido latentes por más de media década. De este modo en el transcurso de varias de las escenas dedicadas a este chico, salen a la luz sabrosos detalles, que en más de una ocasión dejan al televidente con el corazón en la boca: el origen de los Caminantes Blancos, la identidad de la madre de John Nieve, el pasado de Hodor y la heroica muerte de un querido personaje (la cual se transforma en sin duda uno de los momentos más sobrecogedores de todo el show). Asimismo en el papel de su nuevo maestro, se incorporó un actor de la talla de Max von Sydow (artista con una filmografía impresionante, quien entre tantos papeles tuvo nada menos que el papel del Padre Merrin en El Exorcista, por no mencionar otros de sus roles icónicos); por lo tanto dicha intervención, ensalza más que nunca el carácter cinematográfico y la calidad de la serie. Por otro lado, impacta ver cuánto ha crecido el joven actor a cargo de Bran, aún más que en el caso de quien lleva sobre sus hombros la interpretación de Arya; de este modo no quepa la menor duda, de que también los años han pasado dentro del mundo ficticio de GOT.
En cuanto Daenerys de la Tormenta, da quizás su más potente participación durante la sexta temporada, cuando logra zafarse por completo de sus captores, en un acto que hace cambiar por completo su actual rumbo de vida. Si se hiciera un listado con los finales más memorables para un capítulo del programa, este sin duda se encuentra entre los más potentes del show ¡Pues quién se esperaba tal manera para recuperar su libertad! Con posterioridad, cuando por fin consigue las fuerzas necesarias para recuperar el Trono de Hierro, que por derecho de sangre le pertenece, la imagen y el sentido de todo ello es formidable, apoteósico y épico (disculpen tanto adjetivo rimbombante, pero es que basta con recordar las imágenes como para no dejar de gozarse en ello).
Muy ligado a la supuestamente única descendiente de los Targaryen, se encuentra otro de los protagonistas predilectos de quienes ven y disfrutan este programa, Tyrion Lanniester. Pues el enano más encantador del mundo, se encuentra en esta ocasión realizando su labor como gobernante y/o consejero con mejores resultados (y además mucho más apreciado), que cuando fue Mano del Rey durante la segunda temporada. A la vez su relación con Varys, queda todavía más de manifiesto como una inusual y valiosa amistad entre dos “parias”, quienes han llegado a quererse y a necesitarse, mientras andan detrás de lo más cercano a su idea de la plenitud.
El destino de Bran no deja de ser tan increíble, como el del resto de su familia.
Siguiendo con los Lannister, Cersei (a quien no dejo de llamarla “La Perra”), nos otorga en el último episodio otros de los instantes cúlmines de la serie. No obstante, antes de que nos demuestre como nunca el valor de la paciencia y de un espíritu frío, para tomar las determinaciones más drásticas en pro de nuestros ideales, bien logra engañarnos acerca de sus verdaderas intenciones (dejo de lado todo juicio de valor respecto a su conducta, para no caer en el spoiler). Su difícil trato con la llamada Reina de las Espinas, la matriarca de los Tyrell, de igual modo llama la atención, puesto que la anciana en ningún momento se cree sus artimañas y sigue despreciándola; uno llega a sentir lástima, por quien a tanta gente ha dañado, pero como dice el dicho: “Más sabe el Diablo por viejo, que por Diablo”.
En cuanto a Jaime Lannister, este no aparece tanto como se quisiera, si bien por fin sale cumpliendo las labores del único fragmento que posee en Danza de Dragones (de seguro su escasa participación de este año, se debió a que el actor a cargo suyo, Nikolaj Coster-Waldau, se encontraba filmando su papel protagónico de Dioses de Egipto). No obstante su mayor participación dentro de la sexta temporada, viene a ser su emotivo reencuentro con Brienne de Tarth, el cual deja consignado el aprecio entre ambos valerosos colegas de armas, pese a que se encuentran en bandos opuestos. La misma Doncella de Tarth, tampoco aparece tanto durante este año, si bien no deja de mostrarse como una de los personajes más admirables de todo GOT (ya que tal como su compañero de casting, Gwendoline Christie, tenía otras obligaciones, porque se encontraba filmando el Episodio VII de Star Wars).
Así como la historia de Cersei transcurre en Desembarco del Rey, en este mismo lugar se desarrolla una muy interesante y simbólica trama paralela, en torno a la rama fundamentalista de los Gorriones; esta es una orden religiosa, que en la cuarta temporada fue apoyada por “La Perra”, quien deseaba utilizarlos para deshacerse de sus enemigos y a la que sin embargo “se le dio vuelta la tortilla”. Pues a través de estos fanáticos religiosos, quienes supuestamente sirven a los Nuevos Dioses, los llamados Siete, se presente el tema de la teocracia, puesto que su ascenso es propio de todos aquellos gobiernos donde la fe no se separa del poder político. El drama detrás de los excesos de estos ciegos acólitos y de su líder (siendo que este último se esconde bajo la imagen de un hombre sencillo y sabio), tan estrechos de mente e intolerantes, lamentablemente no es solo fantasía, puesto que en el mundo real por desgracia se han dado a lo largo de los siglos ejemplos de ello. Las intervenciones de estos nefastos sujetos y en especial la de su cabecilla, resultan en más de una ocasión inolvidables.
Tras tantas penurias, Theon Greyjoy poco a poco inicia su camino a la redención. Primero como salvador de Sansa, cuya familia traicionó en el pasado y luego regresando a los suyos, aunque ya no como el heredero que deseaba ser cuando era un hombre orgulloso, si no que como principal apoyo de su hermana Asha y quien busca liderar a los llamados Hijos de la Sal (en realidad “Yara” en la serie de HBO, puesto que le cambiaron su nombre para no confundirla con la “salvaje” Osha). Es así que gracias a las escenas que giran en torno a esta gente, el televidente (y en especial quien se ha leído las novelas) puede disfrutar de la representación audiovisual de varios de los pasajes de Festín de Cuervosy Danza de Dragones,que fueron omitidos con anterioridad en la adaptación televisiva, correspondientes a los que versaban sobre esta familia y el resto de tan bárbaros piratas. La transformación física de Theon, que represente su misma odisea espiritual, impacta si se tiene en cuenta cómo era antes; del mismo modo, Yara ya no se ve tan guapa y sexy como antes, como si los años se le hubiesen venido encima y eso que es la misma actriz de sus primeras apariciones (¿descuido de la artista o algo perpetrado a propósito por los productores y/o guionistas?).
Samwell Tarly continua con su propio viaje físico e interno, que lo lleva a convertirse de igual modo en alguien mejor, destacando el amor que siente hacia Eli y su hijo; de este modo logra dar otros ejemplos de su propia heroicidad, antes latente (destacable el agregado de la visita de estos tres a la casa de los Tarly, la confrontación con su despótico padre y la belleza descubierta de Ely, al cambiar su vestimenta por una más lujosa); de igual modo su lealtad para con la Guardia de la Noche y su amigo John Nieve, le agregan más puntos como un personaje querido. Su esperada llegada a la valiosa ciudad de Antigua, cuando por fin es posible ver la inmensa biblioteca de dicho sitio, sorprende tanto al personaje como al espectador.
Si bien el penúltimo capítulo de la sexta temporada, con la famosa Batalla de los Bastardos,resulta dentro de lo mejor de todo GOT (entre otras cosas, porque por fin el despiadado Ramsay Nieve/Bolton obtiene su merecido castigo a tanta maldad), el último deja la vara muy alta en materia de emociones y sorpresas. Pues parte con una venganza de esas tan bien orquestadas y sangrientas, que bien recuerda al famoso final de El Padrino II de Coppola, sobre la novela y el guión de Mario Puzzo; para dar luego paso a un buen número de circunstancias increíbles, relacionadas con varios personajes, quienes cada vez más comienza a unir sus destinos entre sí, cuando antes tenían caminos separados. Habrá que esperar con paciencia y expectación casi un año, para ver cómo todo se une y luego comparar con el texto que ya está por venir para regocijo de los lectores, viendo así qué tanto se han bifurcado libros y serie entre sí.
Por supuesto que muchas otras cosas pasan durante estos diez capítulos (incluyendo varios gratos retornos de personajes a la serie), pero mejor que los descubra el fanático, que los detalles resultan más gratos cuando es uno mismo quien lo hace y aún en mayor medida si no se tiene idea de qué vendrá a continuación.
De 1992 data el filme Porco Rosso, que tal como dice el nombre del protagonista en italiano, se trata de un muy particular cerdo (puerco) rosado, quien en realidad es un ser humano que por fuerzas desconocidas ha sido transformado en un antropomórfico porcino y quien sigue su vida como si nada inaudito le hubiera pasado, pese a su aspecto; asimismo la gente a su alrededor ha aceptado su rareza también como si nada, es más, pareciera que su antiguo atractivo de galán hubiese seguido aún con esa nueva imagen suya, que por un lado lo ayuda a destacar entre los demás los pilotos y lo sigue manteniendo como una persona extraordinaria.
Ambientada entre ambas Guerras Mundiales en plena Italia (si bien la falta de detalles más específicos sobre la época y el lugar, hacen creer que en realidad se trata de un mundo alternativo), es aún mucho más “europea” que su predecesora, Kiki. Es así que su argumento gira en torno a este individuo, que tras el final de la Primera Guerra vive como mercenario, sacándole provecho a su hidroavión como el resto de sus colegas, mientras que mantiene una relación amorosa no consumada con una preciosa cantante y dueña de un exclusivo club, quien espera que este de una vez por todas se la juegue por ella. Su enemistad con un grupo de piratas aéreos lo lleva a su supuesta última aventura, en la que se involucra una muy especial jovencita técnica área y una apuesta en dinero que otorga algunos de los mejores momentos de este filme.
Simbólicas resultan ser las circunstancias en las que el personaje principal sufre su metamorfosis, pues ello resulta ser justo cuando supuestamente le tocaba morir junto a varios de sus compañeros (el flashback dedicado a este momento, es sin dudas una de las escenas más bellas y líricas de toda la película); pues ante una experiencia como esta, bien debería haber regresado espiritualmente más sabio, no obstante al ser su cambio de tipo externo (y en un marrano más encima), podría considerarse como una proyección de su temperamento materialista, de modo que todo se trataría de una oportunidad para que luego de conseguir una verdadera epifanía, por fin pudiese conseguir la templanza que le faltaba. Es así que al final de la historia, este recupera su figura original; no obstante Miyasaki nos muestra todo esto de una manera implícita, ya que tras adquirida la redención el protagonista, no es la misma persona de antes y ello al parecer solo queda para el propio Porco.
Por primera en lo que van las películas del estudio Ghibli dirigidas por Hayao Miyasaki, se aborda el tema del romance y entre dos adultos más encima. La mujer que ama al aviador no solo es hermosa y canta como los dioses, sino que también es inteligente y encantadora (los hombres andan detrás de ellas como moscas)…Sin embargo el tipo al que ama no sabe valorar en todo su conjunto a quien lo espera como Penólope, una fémina independiente que podría tener a quien quisiera y que sin embargo le es fiel como nadie. Pero el torpe Porco Rosso la ama a su manera, como alguien inmaduro y al que todavía le falta mucho para aprender a reconocer lo que tiene frente a sus ojos.
La amada del protagonista no es la única mujer de fuerte carácter retratada en esta cinta, pues aquí también nos encontramos con la preciosa muchacha que arregla el vehículo de chancho, convirtiéndose luego en su principal aliada para derrotar a sus contrincantes y conseguir el preciado premio. Se podría decir que ante la presencia de estas dos damas, el poder femenino queda más que claro, no obstante no se puede olvidar la aparición de un muy simpático grupo de niñitas casi al principio de la película y luego el de toda una familia de puras mujeres, con lo cual el autor deja más que en evidencia su aprecio por el otrora llamado sexo débil (puesto que a la larga tal como queda consignado en la trama, los hombres nada somos si no contamos con su importante colaboración e inspiración). Abuelas, madres, amigas, novias…destacan en esta especie de oda a su existencia.
Image may be NSFW. Clik here to view. Por otro lado, queda de manifiesto en este largometraje el amor del director y guionista por los aviones, algo que en parte se pudo ver en Nausicaäy Laputa, como también podrá ser apreciado en El Castillo Andante (2008), si bien en estos tres casos a través de la creación de artefactos de apariencia más cercana a la ciencia ficción, que a los más realistas que aparecen en este otro trabajo. Al respecto, se puede mencionar la dedicación con la que se hizo la memorable escena en la que se activa la hélice de la nave de Porco, la que usó una técnicas de animación bastante sofisticada para la época y que viene a ser otra muestra de la genialidad de las mentes detrás de estas joyitas del anime.
Debe saberse que el humor toma un papel bastante destacado en este filme, partiendo por la muy cómica aparición de las mencionadas niñitas, quienes convierten un rapto masivo en uno de los momentos más hilarantes y divertidos de todo su metraje. No obstante esta situación que pese a todo resulta de lo más absurdo, se debe a que sus propios captores son caracterizados como sujetos de pocas luces, bien “machos”, pero unos trogloditas comparados con Porco Rosso (quien un cerdo será, pero no una bestia); sin embargo tal y como queda detallado, su corazoncito poseen estos criminales de pacotilla y se hacen simpáticos al público. De igual modo resulta bastante graciosa la batalla final del antihéroe con su gran rival, quien además anda detrás de su amada.
Quizás no sea la mejor película de Hayao Miyasaki para Ghibli, no esté entre las más divertidas y populares, no obstante aun así viene a ser un ejemplo más de la perfección con la cual su responsable (y compañeros de labor) hacen lo suyo y con un amor muy grande hacia el arte de contar buenas historias. Por otro lado, debe mencionarse que lejos Porco Rosso posee una de las mejores bandas sonoras de entre las cintas de Miyasaki, una vez más de la mano del maestro Jao Hisaishi, quien hizo para esta ocasión una serie de melodías nostálgicas y que nos remiten a los tiempos y lugares en los que transcurre esta obra.
Tras el éxito del naciente subgénero de los superhéroes, a partir de finales de la década de treinta, gracias a la aparición de Superman, unas cuantas compañías quisieron subirse al carro del éxito y entre ellas la editorial Fawcett Comics atendió a este reto. Es así que en febrero de 1940 (en plena Edad de Oro de los cómics), lanzó la primera aventura de quien rápidamente conseguiría el estatus de toda una estrella en el medio: El Capitán Marvel (hoy conocido como Shazam por razones que ya se explicarán). Creado por el guionista Bill Parker y el dibujante Clarence Charles Beck, fue inmediatamente tomado como una copia más del primer personaje de este estilo, el mismísimo Superman, debido al hecho de que seguía la idea de un hombre de fuerza descomunal(como si antes del Hombre de Acero no hubiesen estado Sansón, Heracles y Sigfrido, por no mencionar otros); no obstante tan solo en ese detalle radica el parecido entre uno y otro. Fue así que basados en este mínimo parecido, los abogados de DC llevaron al tribunal el tema por supuesto plagio, juicio que usando puras artimañas ganaron.
Pues debe saberse que el Capitán Marvel en realidad no es un adulto, sino un niño llamado Billy Batson, bastante común como cualquier otro de la Tierra y no un extraterrestre tal cual el kryptoniano y similares. No obstante dentro de su normalidad como ser humano mortal, radica el hecho de que posee el espíritu más noble del planeta, de modo que los desinteresados actos de este pequeño huérfano acapararon la atención del viejísimo mago Shazam, quien le otorgó los poderes con los cuales al pronunciar su nombre (¡Shazam!), es capaz de convertirse en un adulto de grandes habilidades.
De este modo el Capitán Maravilla (Captain Marvel en la lengua de Shakespeare) tiene su origen en lo sobrenatural, perteneciendo a una más rancia tradición que la de justicieros ligados a la ciencia ficción como el mismísimo Superman, el Detective Marciano y Hulk, que poseen capacidades (casi) como las suyas. Además debe saberse que la palabra Shazam, es un interesante acrónimo formado por la primera letra del nombre de seis personajes míticos de la historia y quienes le conceden al también llamado despectivamente por sus enemigos Gran Queso Rojo, sus propias habilidades: la sabiduría de Salomón, la fuerza de Hércules, la resistencia de Atlas, la resistencia de Zeus, el coraje de Aquiles y la velocidad de Mercurio.
Considerando que originalmente el arte de la historieta apareció como una manifestación dirigida al público infantil (en especial por el prejuicio de que sus lectores eran solo personas pertenecientes a esta edad), el detalle de que el Capitán Marvel fuese en realidad un menor, quien podía cumplir la fantasía de convertirse en adulto de un momento a otro y hacer todo tipo de acciones prohibitivas para los pequeños, acaparó de inmediato la atención de este público cautivo; de este modo la proyección con Billy Batson era evidente.
Con posterioridad DC (ni tonta, ni perezosa) compró los derechos del Capitán Maravilla y toda su interesante mitología a Fawcett Comics, la empresa que dio nacimiento a este y a la que le puso varios problemas legales por la supuesta copia a su superhéroe más emblemático. Es así que a partir de esta época, sus aventuras corrieron a cargo de esta otra empresa, si bien todo lo que ocurría en sus revistas correspondía a otra versión de la Tierra y no era la misma en la que transcurrían la vida de la Liga de la Justicia y demases. Recién a mediados de los ochenta, gracias a la épica saga de Crisis en las Tierras Infinitas,que reorganizó el Multiverso DC por casi un cuarto de siglo, agregando a su panteón personajes comprados a otras editoriales como la Familia Maravilla, se le pudo ver codeándose junto al resto de los “grandes” de su segundo hogar.
Pese a la antigüedad de la que data este superhéroe, la Casa de las Ideas le hizo jugar su propia mala jugada a DC y puso como marca registrada a un superhéroe salido de sus filas en la década de los sesenta: un alienígena que en la Tierra fue conocido como Capitán Marvel. A raíz de que el fallo quedó a favor de Marvel, DC ya nunca más pudo publicar en portada alguna tal nombre (razón por la cual si bien se seguía llamando igual, en los titulares se optó por usar la palabra Shazam).
Debido al gran éxito del personaje, con el paso del tiempo aparecieron adaptaciones audiovisuales sobre este mismo, comenzando con las típicas matinees seriadas para la televisión y en blanco y negro (en tan solo 1941, o sea, solo un año después de su debut en las viñetas). Luego en los setenta se estrenaron producciones televisivas de imagen real, que fueron bastante populares y recién a principios de los ochenta contó con su propio cartoon y que logró gran aceptación entre el público infantil al cual estaba dirigida; cabe mencionarse que considerando este aspecto, en ella se aprovechó de usar por primera vez en la pantalla a la llamada “Familia Maravilla”, compuesta por el payasesco Tío Marvel y los mucho más interesantes Mary Maravilla y Capitán Maravilla Jr., quienes compartían el poder de Shazam.
No obstante tuvo que llegar el siglo XXI, para que por fin pudiese verse una versión animada del Gran Queso Rojo, más seria y acorde a estos tiempos. De este modo, la primera vez en que el Capitán Maravilla deceísta intervino en una verdadera historia “inteligente”, fue en un famoso episodio del programa Liga de la Justicia Animada (2005), llamado Clash y donde hubo una pelea de antología entre los dos grandes forzudos de DC (¡Adivinen quiénes!). Con posterioridad otro show basado en los cómics de DC, Batman el Valiente,utilizó en más de una ocasión al personaje, quien se codeó junto al Murciélago en muy divertidas aventuras.
Image may be NSFW. Clik here to view. Siguiendo con la animación, pero en este caso con la hecha para la venta directa, como bien sucede con la serie de películas más bien dirigidas a un público de mayor edad, el Capitán Maravilla estuvo en Superman/Batman: Enemigos Públicos (2009), Liga de la Justicia: The Flashpoint Paradox (2013) y Liga de la Justicia: Guerra (2014), todas ellas basadas en famosas novelas gráficas. Dentro de este listado debe agregarse el cortometraje de 2010 Superman/Shazam: el Regreso de Black Adam, una formidable historia que dejó con ganas de más a sus fanáticos, debido a la brevedad de su metraje y aun así gran calidad de su factura.
Una vez que el personaje fue reintroducido con bombos y platillos, gracias a la mencionada Crisis en las Tierras Infinitas, luego del primer reinicio del DC, tuvo el honor de poseer su primera miniserie y nada menos de la mano de un guionista veterano como lo es Roy Thomas (1987); poco después en 1991, gracias a la labor de otro escritor de renombre, Jerry Ordway, se volvió a recontar sus orígenes. Corría 1995, cuando la saga deceísta de ese año, que abarcó tanto el arco principal en una miniserie, como el de los ti-ens a través de las revistas de varios de sus personajes, Underworld Unleashed, lo tuvo dentro de sus figuras principales; en ella el demonio Nerón buscó conseguir el alma más pura de la Tierra: la suya. Asimismo, no se puede olvidar su decisivo papel en la poética obra titulada Kingdom Come(1996) y en el cual el futuro de la humanidad radica en los hombros del Capitán Maravilla, quien en esta historia alternativa es un adulto Billy Batson y a quien Lex Luthor le ha lavado el cerebro. Luego de la mano de Geoff Jhons en el guión y Andy Kubert en el dibujo, se vio otra versión alternativa (y bastante oscura) del Gran Queso Rojo, en la miniserie apocalíptica Flashpoint; pues en ella varios niños de distintas etnias y características, se unen para dar forma a un amargado justiciero. El propio Jhons se dio el gusto de replantear al personaje, ahora llamado Shazam, en los Nuevos 52, el segundo gran reseteo deceísta; todo esto en una historia de apoyo dentro de las páginas de la Liga de la Justicia y la que sirvió para que luego el Capitán Maravilla se uniera a sus filas.
Tras esta sencilla revisión de la trayectoria del Capitán Maravilla, en especial sobre lo que ha sido su paso por los cómics de los pasados treinta años, por fin llego a la novela gráfica que inspiró este post: ¡Shazam!: El Poder de la Esperanza (2000), la cual corresponde a una preciosa novela gráfica escrita por Paul Dini y dibujada por Alex Ross, en lo que vino a ser su tercera colaboración en una serie de anuales de lujo y usando a algunos de los personajes más destacados de DC. Es así que en esta ocasión le tocó al Gran Queso Rojo, ser protagonista absoluto de una de esas obras de arte que dignifican el género superheroico y los cómics; justamente por el hecho de que guión y dibujo van de la mano para realizar un trabajo intenso, en lo argumental y lo visual.
En este título se cuenta de manera muy breve, aunque clarificadora, el origen del Capitán Maravilla, dejando de manifiesto su especial personalidad, por ser en realidad un niño quien se encuentra detrás de tan imponente figura. El argumento como otros de esta serie ideada por Dini y Ross, no se detiene en contar una historia de aventuras y acción, con grandes batallas y la aparición de villanos y monstruos (de hecho, solo aparece en una imagen uno de sus rivales más característicos, el Doctor Sivana, sin embargo, ese es un detalle expuesto solo para los lectores más duchos en su mitología). En cambio lo que sí se presenta en este caso, es una trama acerca del camino interior que vive todo héroe (o superhéroe) y en lo que viene a ser la reafirmación de su papel en el mundo y la consecución de la plenitud tras asumido dicho rol. En este sentido el título de la historieta, que implica la oración El Poder de la Esperanza, ejemplifica en un 100% el carácter del personaje y de sus colegas, quiénes representan sin duda la posibilidad de un mundo mejor al existir voluntad y deseo de hacer el bien (algo que por proyección desde una obra de ficción, en realidad está abierto a cualquier persona en el planeta).
Billy Batson y su alter ego quedan expuestos como alguien sensible, en especial por tratarse de un niño, una persona que pese a todo lo que ha vivido mantiene su inocencia y dulzura, lo que lleva al conflicto que se le presenta en las páginas de este cómic: la duda sobre la validez de la labor realizada y el destino que le concierne a uno mismo. Empero no se trata de una concepción determinista, acerca de la razón sobre por qué estamos acá, si no que todo se trata (tal como queda de manifiesto en el guión) del libre albedrío y el deseo real de querer hacer algo con nuestro paso por la vida: en otras palabras, sobre el poder de nuestras decisiones.
La misma naturaleza infantil del Capitán Maravilla, hace que este mantenga una mayor identificación con otros de su edad, lo que se expresa a través de una muy emotiva visita del superhéroe a un hospital para pequeños. Pues es a partir de esta acción, que el personaje obtiene una lección de peso y que también a nosotros nos llega como avatares de esa humanidad, que simboliza alguien como Billy Watson y su identidad secreta. Los momentos más emotivos de esta historieta, se hayan justamente a partir de su llegada al centro médico y donde se expresa más que nunca la maestría de Alex Ross para representar toda una gama de emociones, a través de su estilizado y realista dibujo, que bien puede llegar hasta el corazón del lector (no puedo negarlo… ¡Lloré más de una vez con este cómic!).
El formato de esta obra y el resto de las que componen la serie creada por Dini y Ross, sobresale entre las ediciones regulares de DC, ya que posee un tamaño mucho más grande, como si fuera un libro de cuentos de hadas tradicional e ilustrado. Este estilo tan “artístico” se puede observar en el detalle de que sus imágenes, ya no están divididas en las habituales viñetas, si no que presentan una acuarela que puede abarcar toda una página o dos; del mismo modo hay casos en los que los dibujos se hayan uno junto al otro, en lo que son escenas de la vida de su protagonista. El texto escrito que acompaña a las ilustraciones, se aleja por completo de los globos de diálogos, ya que lo que llegamos a leer viene a ser nada menos que la propia narración en primera persona del protagonista, quien no solo nos cuenta su historia, sino que también comparte con nosotros sus hondas reflexiones.
Luego de leer y apreciar una obra como esta… ¿Quién sería capaz de negar la calidad artística de tan magnífica obra?
De 1997 data el que es considerado dentro de los mejores filmes de Hayao Miyasaki y del estudio Ghibli, siendo además uno de sus más emblemáticos títulos (tal vez solo equiparable a Mi Vecino Totoro, El Viaje de Chihiro y El Maravilloso Castillo Andante). En cierto sentido se trata además de una especie de revisión de parte del argumento de Nausicaäy de su marcado acento ecológico crítico, pero dejando de lado la ciencia ficción, para llevarlo al terreno de la fantasía épica. Y uno de los aspectos más interesantes de esta reelaboración de la historia de la chica adolescente amiga de la naturaleza, enfrentada a las fuerzas de la civilización que desea hacerse controlar el entorno, radica en el detalle de que Miyasaki se aleja de los moldes europeos para contar tal historia y lo hace en un marco muy oriental, por no decir nipón derechamente (lo que bien se puede observar por los rasgos, nombres y las costumbres de sus personajes).
Si en Nausicaä la protagonista absoluta es una muchacha, en este caso se trata de dos personajes principales que representan dos puntos de vista distintos, o más bien principios diferentes y que aun así comparten el aprecio hacia el medio ambiente, llegando incluso a complementarse una vez que nace la armonía entre ambos. Es así que nos encontramos con quien le da su nombre a este filme, una niña salvaje que ha sido criada por lobos en un “origen secreto” del que nada sabemos, cuyo verdadero nombre es San, quien vive alejada del resto de la humanidad y reniega por completo de su real ascendencia. La chiquilla es una de las principales enemigas de una floreciente comunidad dedicada a la fabricación de armas, la cual explota la minería del lugar para mantener su economía; esta población además se encuentra liderada por una mujer de tan férrea personalidad como lo es la propio Mononoke y que sin duda viene a ser un reflejo de la soberana enemiga de la protagonista del primer filme de Ghibli, ya que ambas quieren conseguir el dominio de las fuerzas de la naturaleza (no obstante en este caso, se trata de una persona mucho más amable y querida que la antagonista de Nausicaä).
Por otro lado está Ashitaka, el también joven príncipe heredero de su humilde nación, quien demostrando desde el principio de la película su espíritu noble, realiza un peligroso viaje hasta la tierra de los grandes dioses, para evitar que una terrible maldición que ha caído sobre él lo consuma, pues además sabe que todo se debe a la intervención nefasta de quienes no respetan a tales deidades. En su camino era de esperarse que se encontrase con Mononoke, con quien por supuesto le resulta difícil llegar a un diálogo amistoso. No obstante ambos que aman con todo su corazón la tierra que pisan, su flora y su fauna, no pueden quedar como rivales, más todavía si a su alrededor hay otros que sí son todo un peligro a la naturaleza a la que ellos sirven; por otro lado, pese a su corta edad, tenemos a un hombre y a una mujer, que con todos sus puntos en común representan la armonía de los opuestos y están destinados a ser una especie de Adán y Eva para un nuevo mundo que está por surgir.
La mitología que llena esta obra de una serie de criaturas fabulosas, no entrega seres tan magníficos como los lobos gigantes con los que se ha criado Mononoke, quienes pueden ser fieros contrincantes, como también dulces compañeros tal como queda demostrado en esta cinta. De igual modo nos encontramos como lo salvajes jabalís, que aquí representan la fuerza bruta y arrasadora de la misma naturaleza (cabe recordarse el amor de Miyasaki por los cerdos, tal como puede verse en Porco Rosso y en la ya mencionada El Viaje de Chihiro). También son de gran impacto visual los monstruos provocados por la ira y el odio, bestias de aspecto gusanesco y lo que bien le espera al coprotagonista masculino, si no haya la cura contra el mal que lo acosa. Es aquí cuando nos encontramos con los simpatiquísimos, inofensivos y mudos Kodama (sacados expresamente del folclor japonés) y que son espíritus de los árboles, blancos y pequeñitos de apariencia dulce. De igual modo están las entidades simiescas y que acá justamente debido a su imagen semiantropoide, representan la estupidez humana, debido a la escasa inteligencia que demuestran tener en el argumento.
Dentro de las entidades que aparecen en esta obra, sobresale sin duda la más poderosa de todas ellas, la cual está por sobre el resto de las divinidades del bosque en el que transcurre el argumento. De naturaleza dual, que cambia de forma radical en su aspecto y atribuciones según el horario (día y noche), es un ser que es tanto dador de la vida como de la muerte. Su apariencia diurna de siervo con rostro humano, recuerda mucho al de la mitología celta con la idea del dios astado (y que de seguro podemos encontrar otros símiles suyos en otras religiones), lo que hace preguntarse hasta qué punto el director se permitió esta única alusión a la estética europea en su largometraje.
El poder femenino toma más que nunca, en comparación con las cintas anteriores de Miyasaki, un papel preponderante en el guión. Ello se puede observar en las fuertes y carismáticas figuras de la princesa Mononoke y Lady Eboshi, ambas en bandos opuestos, aunque las dos admirables por su valentía y determinación. Es más, los lobos con los que vive la niña salvaje, tienen como a su líder a Moro, una loba y en la llamada Ciudad de Hierro, capitaneada por Eboshi, hay sin vacilaciones un gobierno matriarcal, puesto que en ella son las damas quiénes son representadas como quienes mantienen el lugar en alto (en cambio sus hombres no poseen mucha pro actividad que digamos).
Además de las dos culturas humanas que ya se han nombrado, la de Ashitaka y la de Lady Eboshi, se presenta una tercera que entra en pugna en la guerra entre las fuerzas ecológicas y las del hombre, representadas por el ejército del señor Asano, el gobernante de una tierra lejana que tiene propósitos aún mucho más egoístas que los de Eboshi, quien solo quiere lo mejor para su pueblo. Asano y sus hombres, al cual solo conocemos de oídas, presentan unos cuantos detalles interesantes: primero, que con todos los medios materiales que ostentan, demuestran que está lejos en superioridad respecto a la gente del “campo”, de modo que queda consignado lo vasto y complejo que es el mundo en el que se ambienta esta historia. Segundo, queda declarada su relación con las ideas del imperialismo en el que cayó Japón durante principios del siglo pasado y que lo llevó a participar en la Segunda Guerra Mundial con devastadoras consecuencias para su pueblo…Por lo tanto Asano y los suyos representan lo peor del país del Sol Naciente, ya que además este no es capaz de pelear por él mismo sus batallas (a diferencia de Mononoke y demases). Tercero, se debe destacar al simpático y astuto anciano que comanda las fuerzas enviadas por Asano, quien no puede ser más “japonés” en su aspecto y que pareciera ser un homenaje a los queridos samuráis considerando su ingenio.
Para retratar de la manera más impactante en el terreno visual este mundo de fantasía, Miyasaki y compañía usaron como nunca antes técnicas sofisticadas de animación computacional, muy bien mezcladas con las artes más tradicionales del animé. El producto final de todo este llega a ser maravilloso, en especial a la hora de mostrar a los espantosos monstruos tatarigami (quienes son los que sufrieron una transformación producto de la contaminación del “odio”) y el llamado Caminante Nocturno, la gigantesca faceta del siervo Shishigami.
Princesa Mononoke es por un lado el filme más adulto de Hayao Miyasaki, tanto por su tono serio (ya que apenas posee humor) y las implicancias de su guión más complejo que el de otras de sus obras, como por su alto grado de violencia y sangre (que implica los tradicionales cortes de cabeza y desmembramientos tan caros a las historias de samuráis). No obstante esto mismo hace que poder apreciarla en su conjunto, sea todo un espectáculo para el espectador con criterio formado.
El compositor fetiche del director, el sensei Jao Hisaishi, se superó a sí mismo con la bellísima banda sonora que aquí compuso, la cual no puede ser más sinfónica y apoteósica (¿wagneriana quizás sería el adjetivo para referirse a ella en términos musicales?). Al respecto se debe mencionar el igualmente sublime tema cantado por una soprano, que aparece durante esta película, el cual se queda en la memoria del público melómano, ayudándolo más que nunca a transportarse con su imaginación al mundo de esta cinta.
Al parecer los responsables de mantener en pantalla grande el universo deceísta, en su afán de superar los logros hollywoodenses de la Casa de las Ideas, por fin le dieron en el blanco este año. Luego de los disparejos logros de su primera cinta para este año, Batman versus Superman(lo siento, pero por mucho que me gusta esa cinta, creo que es la menos buena de todo lo que se ha estrenado este año en materia de superhéroes para la pantalla grande), lo único que le quedaba era ver cómo le iba con su otra película: El Escuadrón Suicida. Es así que ante la decisión de jugársela por un equipo bastante inusual en materia de “metahumanos” para el cine, cuyos integrantes mayormente no corresponden a quienes podríamos llamar como justicieros, si no que se trata en su mayoría de reos trabajando de manera encubierta para el gobierno (a cambio de la permutación de sus condenas), se refrescó de alguna manera el panorama al respecto; y de paso con esta cinta “distinta”, llena de personajes tan estrafalarios, como atractivos y hasta carismáticos en su otredad, se ha logrado algo parecido a como en su momento sucedió con los por entonces desconocidos Guardianes de la Galaxiamarvelitas…
¿Pero de dónde salieron estos casi desconocidos sujetos de malas pulgas y pasado poco heroico que ahora se la juegan por salvar al mundo?
Pues originalmente eran un grupo de soldados gringos, “normales”, que en plena Segunda Guerra Mundial participó de varias misiones suicidas. Hicieron su aparición en la colección antológica The Brave and the Bold, en su número 25 en 1959, no obstante su debut no tuvo gran impacto y por años permanecieron olvidados… Hasta que en la década de los ochenta el gran guionista John Ostrander se acordó de ellos…
Tras reiniciado el universo DC luego de la famosa Crisis en las Tierras Infinitas, que ordenó su hasta cierto punto caótica continuidad (debido a la existencia de muchas versiones de la Tierra y de sus numerosos personajes, que en un momento supuestamente se les fue de las manos a los guionistas entre una historia y otra), Ostrander en el número 3 de la miniserie Legendas (enero de 1987) retomó el viejo concepto de tres décadas atrás y le dio un nuevo impulso; esta idea suya hasta el día de hoy ha convertido a dicho grupo en uno de los más llamativos de todo DC (si bien con el paso del tiempo, como bien sucede con estos equipos, ha tenido bastantes formaciones debido al carácter rotativo de sus miembros).
De inmediato estos sujetos bastante bizarros ganaron su propia cabecera, de la mano del propio Ostrander y que tuvo más de sesenta números, editándose tal etapa entre 1988 y 1992. Cabe mencionarse que desde esta segunda versión, todo un personaje se constituyó en uno de los más destacados miembros del Escuadrón Suicida; aunque no como uno de sus activos entre los criminales tentados para reducir su condena o los superhéroes con sus propios motivos para encontrarse en sus filas, si no como la mente y la firme mano detrás de todos estos: Amanda Waller, una mujer dura como pocas y hasta maquiavélica en su afán de luchar por sus ideales justicieros, de personalidad tan férrea como para enfrentarse sin problemas al mismísimo Batman. Por esta misma razón esta afroamericana con un pasado desgraciado, que la convirtió en toda una dama de hierro, puede lidiar con criminales de la talla de Black Manta, Bane y Killer Croc sin miedo alguno, consiguiéndose el respeto de estos y hasta el temor de tales despiadados asesinos.
Amanda Waller a través del tiempo en los cómics, las animaciones y la imagen real.
Dentro de las grandes ideas que incorporó Ostrander a su revisión del viejo Escuadrón Suicida, se encuentra lejos la utilización del popular personaje de Barbara Gordon, Batichica, luego de que esta quedó inválida tras ser baleada por el Guasón, en la elogiada novela gráfica La Broma Asesina (1988, escrito por Alan Moore y dibujado por Brian Bolland). Pues gracias a esta recreación de un equipo venido a menos, se convirtió a la pelirroja en un personaje mejor de lo que era cuando llevaba el tótem del Murciélago; asimismo demostró que aún en una silla de ruedas se podía seguir siendo alguien extraordinario. Es así como bajo el nombre clave de Oráculo, ayudando a Waller y a otros, haciendo de experta en información y comunicaciones, se transformó en una de los mejores integrantes del Universo DC, además de ser toda una fuente de inspiración para muchos minusválidos en todo el mundo.
Dos etapas más tuvo con el correr de los años el Escuadrón Suicida, siempre capitaneado por la Waller, antes de su configuración actual en el Nuevo Universo DC (bueno, ya ni tan “nuevo”, si se considera que ya lleva cinco años desde el último reseteo). La tercera durante la época en la que Lex Luthor fue nada menos que el Presidente de USA (un claro ejemplo de que los cómics no dejan de tener su crítica social, si se considera que en la ficción un sujeto tan corrupto como este, ostente tal alto cargo). Otro guionista de renombre, se encargó de este relanzamiento, Keith Giffen, sin embargo solo llegó a editarse entre los años 2000 y 2001.
John Ostrander regresó al Escuadrón Suicida, pero lamentablemente ello no logró repuntar a este por entonces alicaído equipo y la colección obtuvo no más ocho números, los que fueron publicados entre 2007 y 2008.
Cuando llegaron los llamados Nuevos 52 en agosto de 2011, con el segundo reinicio deceísta, luego de la mencionada Crisis en las Tierras Infinitas, uno de los títulos que comenzaron a publicarse fue la actualización del Escuadrón Suicida. Esta vez el escritor que estuvo detrás de sus aventuras fue Adam Glass, llegando a durar más de treinta números, pese a su buena llegada con el público y en especial a su inesperada incorporación de un villano tan singular y famoso como la loca (y preciosa) Harley Quinn (quien rápidamente se transformó en la verdadera estrella del equipo). Lo único que algunos no le perdonamos a tal versión remozada, es que en este nuevo Universo DC, cambiaron la fisonomía característica de Amanda Waller, de ser una mujer robusta (en el sentido de gorda) y poco agraciada, a una más joven, esbelta y a una belleza más de los cómics deceístas. Al menos conservaron su etnia, sin embargo el hecho de su imagen original era uno de los elementos que la hacía tan especial, por cuanto su aspecto tosco acentuaba su personalidad avasallante; como lo que hicieron con la mencionada Barbara Gordon, de superheroína lisiada a devolverle el uso de sus piernas (no obstante esa es otra historia, de la que pronto me referiré).
El Escuadrón Suicida en tres de sus etapas: la original, la ochentera de Ostrander y la primera colección de los Nuevos 52.
Y ahora justamente esperando el estreno y éxito de su primera película para el cine y de imagen real (que ya tenían una antes, de la que les contaré en breve), se ha lanzado una nueva colección: El Nuevo Escuadrón Suicida A ver cómo les va esta vez.
En el terreno audiovisual el Escuadrón Suicida solo ha sido visto a partir de la década pasada, si bien en numerosas ocasiones y en muchas versiones, algunas de ellas bastante memorables la verdad. Primero fue utilizado en uno más de esos recordados episodios de aquella maravilla de los cartoons gringos que es La Liga de la Justicia Ilimitada, realizado bajo el nombre de Task Force X y donde la Waller envía a sus agentes a nada menos que robar un precioso objeto a… ¡Los cuarteles de la Liga de la Justicia! (debe saberse que este es el otro nombre con el que se designa a dicho grupo). Cabe decirse, además, que la Amanda Waller que aparece en este show es sin dudas inolvidable.
Una serie también recordada con gran nostalgia viene a ser Smalville, centrada en la juventud de Clark Kent antes de convertirse en Superman; pues en su décima temporada apareció el Escuadrón Suicida, con algunos de sus personajes más emblemáticos, como Rick Flag (hijo de uno de los integrantes del Escuadrón suicida de la Segunda Guerra Mundial), Plastique y Deadshot, si bien su origen aquí cambió bastante del original y que para nada tenía que ver con Amanda Waller (o al menos cuando se le presenta por fin en pantalla). No obstante ya se le había nombrado con anterioridad. Ahora bien, la Dama de Hierro fue vista antes en uno de los mejores episodios de esta misma serie, Justicia Absoluta, de la novena temporada y donde se introdujo al clásico equipo de superhéroes de la Sociedad de la Justicia, escrito por nada menos que Geoff Jhons (otro guionista de peso y que ha tenido entre sus trabajos más destacados sendas etapas para las historietas del Azuloso y la también llamada JSA); en esta serie fue interpretada por una actriz de la talla como Pam Grier, quien en su imponente figura resulta calcada al personaje de la etapa anterior a los Nuevos 52.
Sin embargo ha sido en el programa Arrow, acerca de Flecha Verde, que Amanda Waller y el Escuadrón Suicida realmente han destacado en imagen real para la pantalla chica. Pues en este caso se trata de la Waller esbelta y de gran belleza y de un equipo más cercano al de su génesis original que el anterior. En medio de sus filas una vez más estuvo Deadshot (al parecer objeto del afán de potenciarlo frente a los medios audiovisuales, al usarlo una y otra vez en sus adaptaciones) y Tigre de Bronce (otro miembro clásico del grupo, aunque aquí se le presenta como villano y no como justiciero), además de un muy simpático guiño a nada menos que Harley Quinn. Todo esto fue durante susegunda temporada.
En 2014 salió el largometraje animado Batman: Asalto a Arkham, basado en un famoso videojuego y donde en esta historia el Caballero Oscuro debe vérselas con el Escuadrón Suicida, enviado justamente en una misión al infame manicomio. Uno de los puntos interesantes de este filme, que para nada está hecho pensado en un público infantil, viene a ser que Deadshot y Harley Quinn tienen una especie de romance y, por otro lado, aparece el Guasón como el gran villano al que se enfrentan tanto el Murciélago, como también el Escuadrón Suicida, debatiéndose la loca criminal entre sus obligaciones con el Escuadrón y su amor enfermizo por el llamado Príncipe Payaso del Crimen…Pues debe saberse que estos tres elementos (Deadshot+Harley+Guasón) forman parte fundamental del guión de la primera película para el cine sobre este curioso grupo del universo DC; de igual modo, la aparición de Batman vuelve a ser fundamental para contar una historia sobre estos singulares individuos, en el filme de reciente estreno.
El 1º de agosto se estrenó la prometida cinta de El Escuadrón Suiciday tan solo tres días después en Chilito. Fue dirigida y escrita por David Ayer, un cineasta con varios filmes a cuestas apreciados por la crítica y el público (como Día de Entrenamiento, Los Reyes de la Calle y Furia, entre otras). Pues para esta cinta contó con un reparto de lujo, que incluyó varias estrellas de Hollywood ya reconocidas mundialmente, experimentad@s tanto en la cinematografía comercial y en el llamado “cine arte”; de este modo su caracterización como personajes del cómic bastante famosos muchos de ellos (al menos para los conocedores del medio), deja en evidencia su propia versatilidad a la hora de interpretarlos con realismo, pese a ser productos de algunas de las fantasías más descabelladas propia del género.
La verdad es que la fecha este filme no ha recibido buenas críticas de parte de la mayor parte de la prensa, lo que en todo caso no ha mermado sus millonarias ganancias en la taquilla y que al menos a quienes sí conocen a este particular equipo de DC, ha dejado bastante contentos. No obstante esta pésima recepción por parte de los profesionales del periodismo, más bien parece persecución en contra de los últimos estrenos para la pantalla grande de la compañía y hasta una verdadera campaña negativa de su competidora Marvel, ahora que por fin su rival se está poniendo las pilas para crear su propio universo fílmico, tras el estreno de Batman versus Superman y esta otra cinta; más todavía por estar claramente relacionada con los eventos de El Hombre de Aceroy la que se acaba de nombrar (por no mencionar que la propia El Escuadrón Suicida,redondea en sus acontecimientos el conteo hacia la esperada versión de La Liga de la Justicia). Pues hay que ser sinceros, esta película posee bastantes virtudes que no pueden ser ignoradas y ello tanto en lo artístico, como en lo que viene a ser su condición como adaptación de una celebrada historieta.
Antes de ir de lleno a la apreciación estética de esta obra, que sin dudas recomiendo y celebro, detengámonos en su argumento:
Tras la aparición de Superman, Zod y Doomsday (bueno, la verdad es que nunca le llegan a llamar así en la cinta estrenada en marzo de este año, pero ese es su nombre) y todo lo que conlleva el conocimiento público de la existencia de metahumanos, ante la preocupación de hallar más sujetos con estos poderes que no tuviesen buenas intenciones, aparece alguien como Amanda Waller, encargada de crear una fuerza de choque contra estas amenazas…¡Y su idea justamente viene a ser la creación del Escuadrón Suicida, el que ella puede controlar a su antojo y considerando su visión particular de lo que es correcto para defender a su nación! Pues debe recordarse que este grupo está conformado en su mayoría por presidiarios (con distintos niveles de criminalidad, aunque todos ellos muy peligrosos), a los que se les ofrece la reducción de su condena si intervienen comandados por la Waller en misiones extremas y junto a su primer al mando, Rick Flagg (en el cómic, hijo del primer Flagg que apareció en la formación original del 59` del Escuadrón Suicida). Debe saberse en todo caso, que alguien de corazón duro como Amanda está dispuesta a todo, incluso si ello significa conseguir sus objetivos, llegando incluso a actuar de una manera que para muchos sería despiadado; por lo tanto, controla a estos reos a través de un artefacto implantado en sus cuerpos y que detona una pequeña bomba mortal, con la cual se deshace de quien no la obedezca.
La primera misión de este grupo viene a ser la de enfrentarse contra un enemigo, que por sí solos cada uno de sus integrantes serían incapaces de superar, siendo que además las fuerzas convencionales de defensa ni todas juntas podrían oponérsele: un ser de connotaciones sobrenaturales, algo por completo distinto a los villanos antes vistos. Pues debe destacarse este punto, que hasta la fecha en lo que viene a ser los filmes basados en cómics marvelitas y deceístas, los villanos por lo general responden a patrones sacados de los moldes de la ciencia ficción, salvo en el caso de las dos películas dedicadas al Motorista Fantasma y a la que está por estrenarse sobre el Doctor Extraño (bueno, además de los vampiros de la trilogía de Blade, que igual pueden ser considerados como una raza aparte); por otro lado, de igual modo debe valorarse que en esta ocasión dicha encarnación del mal se haya bajo la figura de…¡Una fémina!
Y para complicar todo, anda suelto nada menos que el Guasón, quien además tiene su propia agenda y en la que está involucrada una de las integrantes más hábiles del Escuadrón, la simpatiquísima (y loca como una cabra) Harley Quinn, su novia.
Así que la labor de nuestros protagonistas, resulta ser bastante complicada, si en verdad desean salir bien parados en medio de todas estas fuerzas en pugna; más todavía porque muchos de ellos no están acostumbrados a trabajar en equipo y su propia personalidad errática les resulta otra complicación, a la hora de sacar adelante empresas que implican el trabajo en equipo (y confiar en otros).
Tal como ya se dijo más arriba, este filme cuenta con un casting de lujo, ya que posee actores de sobra considerados como artistas de talento. Comenzaré con uno de mis personajes favoritos, la sin par Amanda Waller. Pues acá está encarnada por la actriz afroamericana Viola Davis, quien sin ser “bonita” como hoy en día se representa en los cómics a la lideresa del Escuadrón Suicida, con su fisonomía logra rescatar la imagen perfecta entre la Waller postcrisis y la que apareció con los llamados Nuevos 52. Luego de la sobresaliente caracterización de tal mujer en Arrow, bien se podría decir que en este filme llega a ser su mejor encarnación para las versiones en carne y hueso del personaje. Pues en ningún momento se le llega a ver algún punto flaco y cualquier tipo de gesto condescendiente; incluso en determinado momento del metraje, a más de un conocedor de las historietas puede llegar a sorprenderlo, ya que su frialdad pone duda su propia moralidad, tras usar cualquier medio para conseguir lo que desea.
Luego nos encontramos con el igualmente siempre presente Deadshot, acá interpretado por la superestrella Will Smith, quien tiene a su haber un montón de títulos dentro de los géneros en los que se haya este filme (¿Será fanático de los cómics?). Ahora bien, Deadshot nunca fue de raza negra y hasta cierto punto su elección para este papel puede resultar populista, debido a ese deseo ya exagerado de DC de tornar afroamericanos a sus personajes clásicos, vez que puede en sus adaptaciones de imagen real (basta con mencionar a Pete Ross en Smalville, la Gatúbela del filme con la preciosa Halle Berry y la más reciente Iris West en The Flash). No obstante Smith hace tan bien su labor y el mercenario/antihéroe resulta ser tan carismático, que el lector acérrimo llega a perdonarles este desliz, pues pareciera que el formidable tirador siempre hubiese sido moreno (tal como en su momento pasó con el cambio de raza del villano Kingpin, bajo la imagen del fallecido Michael Clarke Dunkan, en el único filme dedicado a Daredevil). Por otro lado, se debe destacar el desarrollo del tema de la paternidad de Deadshot, relación interpersonal que lo humaniza en las viñetas y por ende en esta cinta; de igual modo se rescata su nexo con Harley Quinn, el que en este caso más que ser una especie de atracción sexual, viene a ser una especie de simpatía fraternal hasta enternecedora. Por razones obvias, en casi toda la película llegamos a ver el guapo rostro de Will (el que por supuesto vende más que todos los otros que aquí aparecen), no obstante al menos en más de una ocasión nos llegan a dar en el gusto, mostrándolo con su máscara habitual de las revistas.
De seguro para muchos (y para un servidor) el mejor personaje del filme, el más llamativo y esperado por todos los fanáticos, viene a ser nada menos que Harley Quinn; pues sin duda en cada una de sus intervenciones “se roba la película”, tanto por su belleza, su sensualidad y sus graciosas locuras. Debe saberse que esta villana de conducta ambivalente (puesto que tal como queda demostrado en el argumento, a veces actúa de forma heroica), nació como un personaje secundario en la serie de culto Batman: La Serie Animada, de la mano de Paul Dini y Bruce Tim y que tras ganar popularidad, fue incorporada por fin dentro del canon oficial de los cómics deceístas. Ahora bien, la apariencia que en la cinta posee, corresponde a la actual suya para las viñetas, puesto que el traje que antes ocupaba era otro, uno payasesco y hasta dulce, en vez del más sexy que aquí ocupa (no obstante para contento de los frikis, en una rápida escena es posible verla usando ese atuendo y junto al Guasón, en una pose sacada de la recordada portada de Alex Ross, para su debut oficial en la continuidad durante los eventos de la inolvidable saga Tierra de Nadie de Batman). También destaca el origen que le dan acá a su locura, apodo y romance con el llamado Príncipe Payaso del Crimen, bastante fiel a cualquiera de los tres que escribió para ella Paul Dini (uno para la serie recién mencionada, otro para la historieta a la que ya me referí y un tercero para su estreno en el cartoon The Batman). La belleza y el talento de Margot Robbie a la hora de hacer su papel, le ha otorgado la promesa de tener su propia película como Harley Quinn, haciendo de protagonista el año que viene.
Y es entonces cuando llego al Guasón, la gran némesis de Batman y que en el cine ya lleva cuatro interpretaciones diferentes, en filmes de distintas épocas y caracterizados de manera tan diversa entre uno y otro, siendo que cada aparición suya resulta memorable. Pues en este caso le tocó a Jared Leto hacer de él, quien adelgazó bastante como para darle vida a un psicópata con apariencia esquelética y aterradora, tal cual es posible encontrarlo en varios cómics de renombre, como bien sucede con las novelas gráficas La Broma Asesina, Una Muerte en la Familia y El Hijo de Batman…alguien cuya mueca cadavérica representa la imagen mortal de la muerte. Llama también la atención en esta versión del Guasón su cuerpo lleno de tatuajes y su personalidad más propia de un mafioso sociópata, que lo diferencia del intelectual anarquista que se vio en Batman: El Caballero de la Noche, gracias al tristemente fallecido antes de tiempo Heath Ledger.
La Encantadora es otra de las villanas famosas deceístas, quien también ha pasado por etapas heroicas, en especial durante su participación en el equipo mágico de Shadowpact. Pues esta estuvo en la primera conformación del Escuadrón Suicida, cuando John Ostrander (quien una vez más tuvo su homenaje en pantalla al ponerle su nombre y apellido a un edificio, tal como se ve de manera rápida en una escena) relanzó al equipo en los ochenta; es así que participa en esta película con una apariencia aterradora, muy propia de los filmes de miedo y que en todo caso es la que en la actualidad posee en las historietas. Uno de los puntos más llamativos de esta criatura, vienen a ser las ideas del trastorno de personalidad disociada y la posesión demoníaca que en ella se encuentran, temas abordados sin duda en este largometraje, ya que la Encantadora es un espíritu que se haya atrapado dentro del cuerpo de una mujer mortal y el que a veces toma la supremacía de su organismo con consecuencias inesperadas.
Killer Croc es uno de los tantos enemigos clásicos del Murciélago, quien también estuvo en las aventuras comiqueras del Escuadrón. Es así que acá no dejaron de usarlo, en especial por su aspecto monstruoso, si bien la estética que aquí posee se aleja del reptil humanoide, por cuanto eliminaron de él su hocico alargado y cola. Si bien apenas posee diálogos, la gestualidad y el maquillaje del virtuoso actor nigeriano Adewale Akinnuoye-Agbaje, no deja de hacerse presente como uno de los personajes más llamativos de esta estupenda obra (debe saberse que Adewale antes estuvo en otra destacada cinta basada en historietas, si bien en una acerca de las historias marvelitas: Thor: Un Mundo Oscuro y también irreconocible en su figura).
El Capitán Boomerang es uno de los villanos más famosos del universo DC, perteneciente a la atractiva galería de rouges de Flash, siendo que al igual que Deadshot y la Encantadora, estuvo en la clásica agrupación ochentera del Escuadrón escrita por Ostrander. En esta ocasión se alejaron de su fisonomía de hombre maduro, haciéndolo más joven, poniéndole más barba y otorgándole mayor masa muscular; de igual modo le quitaron su personalidad más amargada e irónica, convirtiéndolo en alguien de connotaciones cómicas. Lo único que realmente se puede extrañar de su aparición en esta película, es que prescindieron de su traje habitual tipo uniforme militar y que los boomerangs que usa parecen cualquier cosa, menos esa arma de origen australiano como él mismo.
El Diablo es el tercer personaje de DC en usar ese nombre, tratándose siempre de un sujeto de origen latino. En su última encarnación, también conocido como Chato Santana, se trata de un metahumano con el poder de la piroquinesis. Pues el detalle más interesante de este miembro del Escuadrón Suicida, viene a ser que a través suyo se puede apreciar cierta faceta personal del director y guionista del filme, católico devoto, quien en más de una ocasión hizo alusiones directas e indirectas a su fe en el argumento; es así que a través del Diablo, encontramos las nociones de la culpa, la responsabilidad, el libre albedrío y la expiación, temas tan caros al catolicismo y a las historias de autores que abrazan el cristianismo.
Luego vienen los dos héroes que forman parte del Escuadrón, comenzando por Rick Flagg, quien viene a ser el típico soldado profesional, eficiente y correcto (al menos en el guión), de modo que su conducta lejos viene a contrastar con la de sus compañeros.
Por último nos encontramos con la superheroína nipona Katana, quien ya tuvo una muy destacada relevancia en la serie animada Cuidado con Batmany durante la tercera temporada de Arrow. Pues acá también apenas habla y cuando lo hace por lo general es en idioma japonés. Un aspecto muy atractivo respecto a la manera de cómo es abordada en esta ocasión, es que aprovecharon de utilizar su espada de poderes místicos, en la que las almas de quienes han muerto bajo su filo quedan atrapadas y de este modo una vez más se vuelve a utilizar el elemento sobrenatural en el argumento.
Con bastante humor y mucha acción, el filme resulta ser toda un banquete para los amantes de los cómics deceístas, comenzando por sus primeros minutos, dedicados a los “orígenes secretos” de varios de sus protagonistas. De igual modo resalta la relevancia que se le otorga a Batman, quien también aparece en su faceta como Bruce Wayne, nuevamente interpretado por Ben Afleck. Asimismo hace un cameo otro importante integrante de la Liga de la Justicia y en la escena epílogo se ve una imagen de uno más de sus miembros.
Luego de este regalo para el público y sus seguidores, DC nos ha dejado con las ganas de esperar lo que se viene el próximo año (nada menos que tres películas) sobre su naciente universo cinematográfico. Solo basta con armarse de paciencia y fe de que no nos defraudará.
Inevitablemente debo comenzar este texto que hasta dudé de si escribirlo o no, “pelando” a mi querido amigo de años Mauricio Tapia (autor de los blogsEscritos al Lotijuai y La Quinta Anormal, que se los recomiendo harto, si bien no los actualiza con la regularidad que yo quisiera), quien en parte con sus palabras me creó mayores expectativas sobre la serie de la cual me referiré a continuación: Agente Carter, programa cancelado hace poco tras dos temporadas y solo dieciocho episodios (que no dio para más) y ambientado en el popular Universo Cinemático Marvel, o sea, programas para la TV de imagen real y películas basadas en sus cómics…
Todo comenzó en una de nuestras reuniones “ñoñas”, en las que entre varias cosas junto a otras amistades compartimos nuestro amor por la literatura (de “género” en gran parte: ciencia ficción, fantasía, terror, policial, histórica…), las series, el cine, los cómics, los personajes y las ficciones que nos llegan a estremecer. Pues un día me encontraba alabando esa joyita que es Daredevily entonces Mauricio dijo con toda la convicción del mundo que lejos mucho mejor era Agente Carter “¿Así?” respondí intrigado, pues si tenía su voto razones de peso debía tener. Pasó más de un año para que comprobara por mí mismo el peso de su afirmación.
Peggy Carter es un viejo personaje de la Casa de las Ideas creado por los grandes Stan Lee y Jack Kirby en 1966, como amorío del Capitán América durante la Segunda Guerra Mundial. Tras quedar congelado el Capi y despertar en la “actualidad”, dentro de las historietas esta hábil agente tuvo su propio desarrollo argumental en varias otras publicaciones. Tras el exitoso estreno de la primera película del Supersoldado y su participación como uno de los coprotagonistas de peso, se le volvió a ver en una emotiva escena de Los Vengadores,en la cual los dos viejos amantes se reencuentran, ella ya anciana al borde de la muerte en un hospital y él aún joven y aguerrido.
Asimismo llegó a ser el personaje principal de su propio corto en 2013 y que sirvió como inspiración para la posterior creación del show catódico ya mencionado. Recordados ya con nostalgia resultan ser estos llamados genéricamente Marvel One-Shot, correspondientes a minipelículas dedicadas a los secundarios de los filmes de la compañía y que acompañaban a la edición casera en blu-ray de sus cintas (y que para pesar nuestro han dejado de realizar los productores, desde hace ya dos años más o menos). Pues en este cortometraje nos enteramos de manera muy divertida, de cómo Peggy se llega a convertir en la primera directora de nada menos que de S.H.I.E.L.D. Fue así que ante la buena crítica y llegada de esta pequeña obra y, por supuesto, gracias al carisma de la fémina y la actriz a cargo de ella (Hayley Atwell), los “peces gordos” aprovecharon de dar el visto bueno para continuar sus aventuras en la pantalla chica.
Image may be NSFW. Clik here to view. De este modo, a principios de 2015 se estrenó la esperada primera temporada de lo que prometía ser una fascinante propuesta ambientada en plena “Edad de Oro” de los cómics y, por supuesto, de Marvel, si bien luego de los eventos mostrados en Capitán América: El Primer Vengador. Quizás considerando que no todo el mundo había visto el mencionado corto, prescindieron de este y volvieron a comenzar desde cero a contar la historia de Peggy, una inglesa, trabajando para el gobierno de los Estados Unidos en su agencia de espionaje…aunque ignorada por sus jefes y colegas ante el prejuicio de la época por el simple hecho de ser mujer (y pese a sus notables capacidades y experiencia, nada menos que junto al Capi y otros notables militares durante la Segunda Guerra Mundial). Es así que tanto esta primera temporada y la siguiente de ocho y diez episodios respectivamente, muestra cómo la eficaz heroína se enfrenta al machismo que la rodea, a la par que hace nuevos aliados y se enfrenta a una amenaza diferente por temporada, de esas que solo gente adelantada como ella puede anular. En este sentido viene a ser este discurso que presenta la lucha de los ignorados en una sociedad típica como la gringa, tan llena de injusticias sociales pese a su poder económico y tecnológico, que se encuentra uno de los pocos puntos en verdad destacables de tan irregular programa (pues no solo las mujeres se presentan como objetos de tales desprecios, sino que también los negros y hasta los lisiados, como se puede ver en otros dos personajes importantes de la serie).
Siendo un título de época, al menos en lo que concierne a la ambientación, los responsables se esmeraron en hacer algo que en este detalle estuviese correcto. Sin embargo, tal como ya se dijo, pensando que los guiones transcurren en la década de los cuarenta, el conocedor del universo marvelita hubiese esperado que se aprovechase toda su rica gama de personajes que ya había en tales años, incluyendo varios superhéroes y villanos. No obstante todo se queda en argumentos donde la espectacularidad de estas historietas se pierde y salvo uno que otro elemento mínimo, pareciera que se tratara de un drama cualquiera con pobres elementos de ciencia ficción y que apenas tuviese que ver con nuestras ficciones predilectas. De hecho, cuando en la primera temporada por fin se pudo ver a algunos de los Comandos Aulladores (de los que venía Nick Fury y quienes trabajaron con el Capi, tal como quedó demostrado en el citado primer filme sobre este justiciero), solo salieron en uno o dos episodios y de ahí nunca más. Por otro lado, en el último episodio se ve a un famoso criminal marvelita por unos segundos y cuando se le esperaba su regreso en la segunda temporada… ¡Ni siquiera se le nombró! Así que olvídense de Hydra, de la primera Antorcha Humana, con mayor razón de Namor, del malhechor Garra Roja y otros más que muy bien podrían haber aparecido en este ya fenecido título.
Lo más “marvelita” que aquí podemos encontrar, es al padre de Tony Stark, Ironman, Howard, quien en su personalidad nos recuerda mucho al Vengador, no solo por su genialidad, si no por su “amor” por las bellas mujeres (y quien para pesar de los fanáticos solo intervino de vez en cuando en la trama). Sin embargo la mejor contribución salida de las páginas de los cómics, viene a ser nada menos que Edwin Jarvis, el carismático mayordomo de Stark y quien luego inspiraría a Tony a crear a su inteligencia artificial Jarvis (debe saberse que en las viñetas, el inglés Edwin estuvo al cuidado del cuartel de los Vengadores). Pues las apariciones constantes de Jarvis, quien sin duda viene a ser el verdadero coprotagonista de este programa, da algunos de los mejores momentos de Agente Carter, gracia a sus múltiples talentos y corazón noble, aparte de ayudar a dar mayores dosis de humor a una historia que muchas veces se hace tediosa y falta de maravilla.
La primera temporada abordó la lucha contra la agencia terrorista de Leviatán, la que en uno de sus aspectos más interesantes (al menos tal como fue trabajada en esta serie), recuerda mucho a lo que se revela en los cómics y Los Vengadores: La Era de Ultronacerca del pasado de nada menos que de Viuda Negra, cuando esta era pequeña y vivía en Rusia (tema del que solo puede darse cuenta un lector friki como un servidor, que este nexo entre la siniestra organización y la preciosa Natasha Romanov ni siquiera es mencionado en sus capítulos). En cambio la segunda temporada tuvo por fin a un enemigo con superpoderes, haciéndole pasar penurias a nuestros héroes, si bien al parecer para nada salido de las revistas, si no que por completo original para este programa.
Otro aspecto que sí se puede rescatar de Agente Carter, es que estando centrada en la susodicha dama, la escasa galería de villanos que tuvo estaba centrada justamente en mujeres, una nueva por cada temporada; de tal modo, gracias a ello, se pudo hacer las comparaciones de rigor, acerca de cómo son las decisiones las que otorgan a alguien extraordinario el camino que al final recorre (en este sentido quizás el mejor capítulo de la segunda temporada, puede ser aquel que revela en paralelo la juventud de la Carter y el de la villana de turno, cada una de ellas tan distinta en sus objetivos para la vida).
Y como punto final a este texto que escribí por el puro deseo de explayarme respecto a mi “malestar” (que ya la cadena ABC me defraudó lo suficiente con lo que hicieron sobre Agentes de S.H.I.E.L.D., razón por la cual deberían aprender de Netflix y que lejos ha sabido sacar mucho mejor partido de sus propias series Marvel, como la ya mencionada Daredevil y la igualmente emocionante y adulta Jessica Jones, mientras esperamos para dentro de poco su anunciada Luke Cage), debo decir que hasta de una presentación digna carece Agente Carter, siendo unas paupérrimas letras en grande sobre un fondo negro lo que anunciaba sus capítulos. Por otro lado, no hay mayor trascendencia, ni otros grandes temas o actos heroicos emotivos en este programa, que solo se detuvo en cierta dosis de aventura e intriga (y el típico romance propio del pulp de la época en la que transcurre), que uno esperaría en cualquier programa de esos del montón que producen en USA.
Así que, Agente Carter, nadie te echará de menos (bueno, tal vez ya saben quién).
Nota: Se me estaba quedando en el tintero, la inesperada intervención de nada menos que de Stan Lee en uno de sus habituales cameos…Sin duda la mejor sorpresa de la primera temporada.
El 15 de julio Netflix estrenó el que sería uno de sus programas originales más alabados a la fecha, Stranger Things (Cosas Extrañas), serie de ciencia ficción y terror ambientada en plenos años ochenta y que solo en ocho episodios acaparó el favor de la crítica y los televidentes (en especial aquellos que vivieron su infancia y juventud durante esta época, además de gozar de su cine de género al cual esta obra homenajea).
Considerando que su historia está llena de referencias directas e indirectas a los íconos populares de aquel tiempo, quien la ve y sabe al respecto puede gozar encontrando cada uno de estos detalles donde directores, personajes de ficción y reales, filmes y otros aparecen entre medio como gestores de toda una generación. Es así que entre los protagonistas nos encontramos con alguien apellidado Hooper (como el director Tobe Hooper de La Gran Masacre de Texas y Poltergeist, película mencionada en uno de los diálogos), quien a sí mismo cuenta que en su adolescencia se acostó con una tal Carpenter (de John Carpenter, la mano detrás de Halloween y The Thing, cinta que además aparece tributada en al menos tres momentos del guión); de igual modo uno de los niños que aquí aparecen se llama Lucas (por George Lucas, el creador de Star Wars, saga que una y otra vez tiene sus guiños en el transcurso de sus capítulos; asimismo que a uno de los personajes sus amigos lo llaman Lando Calrissian, por razones más que obvias para quienes saben de esta saga)…
…Y así nos encontramos con varios otros casos más, como los afiches de Tiburón, Evil Deady The Dark Crystal, más uno de Tom Cruise. De igual manera se nombra a Carl Sagan y a su mítica serie documental de Cosmos. Además uno de los capítulos se llama La Loca de la Calle Maple, en atención a uno de los episodios más famosos de la celebrada serie de televisión La Dimensión Desconocida(titulado Los Monstruos de la Calle Maple); que si bien en su primera versión se emitió en los sesenta, en los ochenta mantenía su impronta, debido a la versión que en esta otra década se emitió. Por otro lado, en una escena se ve una especie de huevo monstruoso similar al de los Aliens. Cabe mencionarse que el monstruo de esta serie con su cuerpo recuerda mucho a la criatura vista en Pumkinhead y su cabeza sin rostro al abrirse para tragar a sus presas, resulta ser sin dudas sacada de la grotesca forma de flor de la recordada escena de los perros de The Thing.
Stephen King es recordado varias veces, ya sea de forma explícita como por medio del argumento de esta historia, más uno que otro detalle. Por ejemplo, en un momento se ve a un personaje incidental leer uno de sus libros, lo que se reconoce por el hecho de que en su contratapa aparece su foto en grande (de cuando usaba una frondosa barba) y luego nos enteramos de que el texto en cuestión es nada menos que Cujo. De igual manera uno de los temas o leiv motivs más destacados en la serie, viene a ser el de los niños con poderes mentales, específicamente con el de la telequinesis (como en su primera novela publicada Carrie); aparte que la chica que posee esta habilidad, que no es la única que tiene, es producto de los experimentos de una oscura agencia gubernamental secreta y militar gringa, debido a la manipulación con drogas tipo LSD, tal cual lo que aparece en Ojos de Fuego. Aparte, la tipología en rojo que corresponde a los créditos del programa, es propia de los nombres de los libros de King, tal como se acostumbraba en sus ediciones pasadas (de hecho, si bien escrita a principios de los noventa, Needful Things de este autor, pareciera ser el modelo exacto para el nombre y la estética de los créditos del programa).
Comparación entre el título del libro de King y el de esta serie.
No se puede dejar de lado el hecho de que dentro de los tres grupos de protagonistas de esta serie, destaca el compuesto por niños, que lejos se convierten en los héroes favoritos de los espectadores. Se trata de chicos “ñoños”, amantes de la ciencia ficción, la fantasía y el terror, para nada deportistas e interesados en la ciencia y la tecnología, razón por la cual no son los más populares de su entorno, pero sí los más inteligentes y lo más aptos para enfrentarse a las “extrañas” circunstancias en las que se ven envueltos todos, apenas intervienen los elementos que los sacan de la normalidad. Pues esta idea de los niños extraordinarios y aventureros, aunque los típicos “perdedores” para el resto de la gente y en especial de sus pares, resulta ser preponderante en el cine ochentero de corte infantil y juvenil, quienes además llegan a salvar el día gracias a su valentía (tal como puede verse en verdaderos clásicos como The Goonies, Exploradores, The Monsters Squad y Cuenta Conmigo). Del mismo modo el propio Stephen King en dos de sus obras clave de la época, It y El Cuerpo (novela corta que fue llevada al cine como la mencionada Cuenta Conmigo por Rob Reiner y considerada entre las mejores versiones para el cine de su literatura), ha utilizado este tópico, de modo que se puede considerar este hecho otra idea sacada de su obra en tono vintage de Stranger Things.
A la vez, el juego de rol de Calabozos y Dragones cobra vital importancia dentro del guión, debido a que los niños protagonistas son fanáticos acérrimos de este y se dedican en varias ocasiones a tal actividad. Además terminan llamando al monstruo igual que a una de las bestias de dicho juego, Demogorgon, así como se encuentran con la existencia de un universo paralelo (tipo reflejo siniestro del nuestro), tal cual sucede no solo con muchas ficciones, sino que muy al estilo de las mismas jugadas de Calabozos y Dragones.
Los cómics de igual manera tienen un lugar dentro del guión, en especial en lo que concierne a los personajes infantiles y quienes sin duda se roban el corazón del público. Pues estos chicos son lectores de las historietas de nada menos que de los X-Men y en más de una ocasión mencionan al Profesor X, en especial debido a su contacto con la muchacha con poderes similares a este; también Linterna Verde es mencionado, con lo que queda de manifiesto una vez más la cualidad de este programa, que lo hace tan atractivo para quienes disfrutamos este tipo de fantasías.
La música toma un papel destacable en esta más que recomendable serie, partiendo por su tema de entrada hecho usando sintetizadores, muy al estilo de las bandas sonoras de los filmes de los ochenta y que bien recuerda a los trabajos del propio John Carpenter para sus cintas, también destacado compositor aparte de director y guionista; de este modo el acompañamiento musical incidental original de este programa, nos lleva aún más a estos recordados años y a lo que se suman los estupendos temas rockeros populares que incluyen a talentos como Toto, Peter Grabriel, The Clash y The Bangles, entre otros. A su vez se incluyen algunas melodías electrónicas de Tangerine Dream y Vangelis.
Luego de identificar la ambientación retro de esta serie, ya es hora de referirse a su argumento que si bien recoge mucho de los clásicos ochenteros, hace su revisión de estos a través de sus propios aportes y la actualización de los mismos. Cabe mencionarse que a diferencia de muchos títulos de aquellos años que eran de corte familiar, en especial en lo que concierne al uso de protagonistas infantiles y adolescentes, estamos hablando de un show hecho en exclusiva para adultos; por esta misma razón el argumento no deja de ser maduro, ni cae en convencionalismos facilistas de ese tipo de cine que desea homenajear (tal como quedará detallado en las líneas que vendrán a continuación)…Y ello no solo tiene que ver con el elemento gore, que en todo caso tampoco es exagerado.
Todo comienza con un niño perdido, miembro del grupo de amigos frikis y a quien se lo ha llevado nada menos que un monstruo. Se trata de un ser que por lo que se va sabiendo a medida que transcurre la temporada, tiene que ver con una serie de experimentos secretos para crear un arma en contra de la “amenaza roja” soviética, que tanto le preocupaba a los estadounidenses en aquellos años (recordemos que estamos en plena Guerra Fría y el gobierno de Ronald Reagan y su sistema de defensa contra los rusos llamado Guerra de las Galaxias, tal cual la película de George Lucas). Por otro lado, aparece una misteriosa niña, aparentemente muda, tras de quien andan detrás los científicos y militares culpables de que el monstruo haya logrado llegar a nuestro mundo; la chica se une a los amigos del chiquillo desaparecido, quienes lo andan buscando, así como su familia y las autoridades del pueblo en el que viven todos. Es así que los destinos de nuestros protagonistas se cruzan con el de los villanos de esta historia, sujetos que representan esa figura malvada del propio gobierno de USA, dispuestos a cualquier cosa con tal de continuar con su visión del mundo blanco y negro.
La trama se centra en cuatro grupos de personajes, los tres primeros correspondientes a los héroes, divididos según su edad (lo que implica personalidad, gustos y experiencias en común, como bien sucede entre pares) y el cuarto a los villanos. Como el monstruo aparece siempre solo y es un peligro para todos, podemos dejarlo aparte, ya que en realidad no es el verdadero antagonista, si no que viene a ser el elemento final que otorga a la trama uno de sus mayores elementos de ciencia ficción y horror.
Los niños se encuentran conformados por cinco pequeños, todos ellos de personalidad dulce y corazón noble, además de poseer las cualidades ya nombradas más arribas (ñoños e “impopulares”). Son cuatro varones y una niña, siendo esta última la muchacha escapada del laboratorio gubernamental ultrasecreto:
La nostalgia ochentera en su máxima expresión...¡Un VHS de este programa!
·Will Byers es el niño extraviado, sobre de quien casi todo lo que llegamos a saber, es a través de varios flashbacks dedicados a su pasado.
·Lucas Sinclair de ascendencia afroamericano, es tal vez el más serio de su grupo, autónomo y/o crítico.
·Dustin Henderson, quien con su apariencia dulce (acentuada por la falta de sus dientes delanteros que aún no le han crecido y su frondoso pelo ensortijado), es en realidad un chico muy racional y locuaz, que hace de la conciencia de los suyos.
·Mike Weeler viene a ser el chico más importante dentro de la trama, tanto porque es quien se desarrolla más a medida que esta avanza, como porque su familia es una de las dos que toman real coprotagonismo (si bien más bien debido a la figura de su hermana mayor, que a la de sus padres).
·Once (“Eleven” en inglés), llamada por sus amigas como Ce, quien se une por las circunstancias inesperadas a estos chicos, siendo una aliada de peso tanto para ellos, como para los demás “buenos”. Ella y Mike llegan a tener una especie de romance propio de su edad.
Como bien sucede en la vida real y las historias típicas acerca de escolares, los cuatro chicos varones sufren del acoso de compañeros de colegio abusivos y quienes contrastan por completo con estos, debido a sus antivalores. La subtrama acerca de la enemistad con estos maleantes de pacotilla, otorga otro punto de interés al conjunto que viene a ser Stranger Things.
Justamente por ser una serie actual y realizada para un público con criterio formado, lo que también implica la preocupación por hacer verosímil a los personajes, pese a tratarse de un guión de ciencia ficción, estos muchachos dicen groserías (en su justa medida, claro, que igual son educados), algo que solo podemos encontrar en Cuenta Conmigo,por ser menos edulcorada y más realista que los otros ejemplos citados.
Luego vienen los adolescentes, quienes en este programa se ven realmente de la edad que representan y no corresponden a los típicos “modelitos” gringos con cuerpos ya maduros (o sea, demasiado bien formados y ejercitados) que encontramos habitualmente en las producciones gringas. Los más relevantes correspondientes a esta edad, vienen a ser hermanos mayores de dos de los niños de arriba, si bien pertenecientes a familias distintas:
·De este modo nos encontramos por un lado con Nancy Wheeler, la hermana mayor de Mike y quien ya entrada a esta edad más avanzada, como bien sucede con muchos casos en las familias, deja de interesarse en el pequeño y sus amigos, hasta que se sensibiliza con la tragedia de los Byers y se involucra por completo en todo ello. Está enamorada de uno de los patanes de su colegio, pero debido a lo sucedido con el chico perdido, llega a entablar amistad con el hermano mayor de este y ello le provoca un verdadero remezón en su vida.
·Jonathan Byers es el heroico hermano mayor de Will, un muchacho con alma de artista que gusta de la fotografía y que solo desea lo mejor para su familia, llegando a ser un hijo y un hermano modelo. Junto con Nancy cuando se entera de que la existencia del monstruo es cierto, realiza su propia campaña para deshacerse de la criatura. Por otro lado, su naciente relación con la joven, le trae unos cuantos dolores de cabeza con su supuesto novio y la pandilla con la que este se junta.
·Steve Harrington viene a ser el objeto amoroso de Nancy, quien resulta ser el típico adolescente que gusta de las emociones fuertes, aun cuando ello signifique jugar con lo que es inaceptable y comportarse como todo un bellaco. No obstante pese a sus malas juntas y originalmente pésima actitud, el chico viene a ser más de lo que aparenta.
Una vez más teniendo en cuenta esta puesta al día de los convencionalismos ochenteros, en el caso de los adolescentes se aborda un tema tabú en las cintas de la época y que en todo caso resulta ser algo habitual en la vida real: el sexo. Pues ello es presentado de una manera bastante atractiva, si bien no cayendo en el exhibicionismo, aunque sí de una manera impactante para muchos que no se habrían esperado tal orientación dentro del argumento.
De igual manera, en el extenso epílogo o anticlímax que sigue al desenlace, una vez más los guionistas impresionan a la audiencia cuando hacen que estos mismos jóvenes tomen un rumbo por completo distinto, a lo que se habría esperado de ellos.
Los adultos protagonistas representantes del bando de los “buenos”, corresponden a solo dos:
·Joyce Byers es la sufrida madre de Will y Jonathan, quien viene a representar todo lo de positivo que hay en una matriarca y la que pese a que tenga que luchar por su propia cuenta para lograr lo mejor por sus hijos, no vacila en jugársela por el todo. En la serie es interpretada nada menos que por Winona Ryder, estupenda actriz que tuvo sus años de gloria entre finales de los ochenta y los noventa, hasta que cayó en desgracia por motivos ajenos a su talento y fue relegada a papeles menores tras haber conseguido el estrellato en un montón de filmes notables. Acá se le ve avejentada a tal punto, que uno llega a preguntarse si en realidad ello se debe al duro papel que le toca encarnar (el de una mujer pobre y sufrida que hace lo posible por levantar de la miseria a sus vástagos), de modo que todo sería producto del maquillaje y de su transformación camaleónica…O si en realidad la mala vida le ha pasado la cuenta a la ex niña prodigio de Hollywood. No obstante en cualquiera de los casos, su interpretación viene a ser una de las mejores de esta serie, a la par de los niños protagonistas. Ojalá que el éxito de este programa le devuelva la luz de antaño.
·Jim Hooper es el guapo y varonil sheriff del pueblo en el que se desarrolla la historia. Corresponde a un hombre solitario, pese a sus relaciones amorosas intermitentes, quien tal como Joyce está marcado por la tragedia. Su dolor se puede observar en el hecho de que pese a ser la mayor autoridad legal de Hawkins, su apariencia (con algo de panza), con barba descuidada y la casa destartalada en la que vive, denotan su pasado infeliz. No obstante es un fiero sabueso y un hombre de fiar. Se toma a pecho no solo profesional, si no personalmente lo que está ocurriendo con la gente que ha jurado proteger.
Los villanos están liderados por el doctor Martin Brenner, un silencioso científico que mientras Ce estuvo a su cuidado, la engañó haciéndola creer que en realidad la amaba; de este modo es un sujeto manipulador, frío y maquiavélico, obsesionado con el poder y conseguir sus propósitos a toda costa. Acá corre a cargo de Matthew Modine, ex jovencito de muchas películas ochenteras de culto y con lo que se vuelve a traer al recuerdo, esta etapa dorada de la existencia de muchos de nosotros.
Tras el impactante y heroico final, se deja la puerta abierta a una segunda temporada, una promesa que sus ya millones de seguidores esperamos con ansias que se cumpla.
Esperé más de media vida para poder tener y leer la novela a la cual me referiré ahora (al escribir estas líneas cuento con cuarenta y un años de edad) y siendo sincero, de puro tonto no la adquirí antes. Teniendo en cuenta cuánto me atraen los vampiros (dentro de la ficción, claro), todo lo que me gusta el personaje del vampiro Lestat y lo placentero que encuentro leer a Anne Rice y en especial a sus Crónicas Vampíricas, la última ocasión en la que me encontré con este libro a precio muy barato, no dudé en pagar el bajo pecio; pues ya en el pasado dos veces desistí de comprarme la edición en tapa dura, “pecado de omisión” del cual me arrepiento. Fue así que más o menos a principios de mayo, iba de compras por una feria y ahí estaba el libro en una bastante usada versión de bolsillo, esperándome para que me lo llevara.
Teniendo en cuenta que largos años habían pasado desde que me leí por primera vez los tres que le anteceden a El Ladrón de Cuerpos, la cuarta entrega de esta famosa saga (publicada en 1992), me decidí a repasar esos otros tomos para gozar mejor aún la experiencia de la lectura de las aventuras y desventuras de su antihéroe Lestat. Como ya se habrán dado cuenta, quienes han leído mis entradas dedicadas a estas tres primeras entregas, reencontrarme con este vampiro y sus compañeros ha sido por completo gratificante para mí. Tempus fugit, pues dichas novelas me han acompañado durante buena parte de este 2016.
Entre diecisiete y dieciocho años tenía cuando supe de la existencia de estas obras y de su autora, justamente gracias a la recordada revista Fangoria, que llegaba en su edición en español a este lejano punto del mundo algo desfasada. Recuerdo que una entrevista a la Rice debido a la publicación de este texto, acaparó mi atención por completo (debe saberse que de una de sus secciones, la dedicada a las ya “viejas” ediciones en VHS de filmes del género, saqué el nombre de este blog). Mucho ha pasado desde entonces y mis primeros encuentros con Lestat y los suyos ahora son a través de otros ojos, la de alguien que si bien no ha perdido el sentido de la maravilla, puede llegar a dimensionar mejor estéticamente el peso de esta obra literaria.
Tras el anterior preámbulo, comencemos de una vez…
Image may be NSFW. Clik here to view. El libro se llama en inglés The Tale of the Body Thief y trata acerca de lo que le toca vivir a Lestat, tras encontrarse con un extraño sujeto que le ofrece algo único: intercambiar por un periodo de tiempo acordado entre ambos, sus respectivos cuerpos; de este modo una vez hecha tal cosa, el inmortal volverá a sentir lo que significa ser un humano, tras tantos años como chupasangre, mientras que el otro usará a su antojo la carne sobrenatural del vampiro. La oferta resulta más que tentadora, ya que al principio del volumen nos enteramos de que Lestat ha caído en el mismo tedio propio de los suyos, en especial de quienes llevan más tiempo que él sobre la Tierra (siglos y milenios). De este modo llegamos a asistir a sus propios deseos y actos suicidas; no obstante como Lestat se ha vuelto, quizás, el más poderoso de su especie, ya nada puede infringirle daño permanente, razón por la cual la propuesta, viene a ser la respuesta a sus intenciones de recuperar la humanidad perdida (aunque sea por un breve tiempo). No obstante nada es fácil en este mundo, ni siquiera para alguien como él, y lo que parece una simple aventura se transforma en una dura prueba para el protagonista.
Teniendo en cuenta la crisis moral y de conciencia por la que pasa Lestat, significativas vienen a ser sus palabras cuando en más de una ocasión, dice lo que sería su lema durante este periodo de su no-vida:
“Somos una visión sin revelación. Somos un milagro sin sentido”.
La anterior cita concierne a la imagen que tiene acerca de su especie y de sí mismo, idea derrotista propia de alguien con depresión, un suicida o un nihilista puro. Por esta misma razón, el ahora cabizbajo Lestat debe tener su propia epifanía para dejar de lamentarse, como antes sucedió con su amado Louis.
Durante todo lo que concierne al presente capítulo en la no-vida de Lestat, este viene a ser apoyado por quien sería su único amigo, no uno de los suyos, sino que un mortal: David Talbot, un anciano de más de setenta años, nada menos que el director de la Talamasca, el grupo de estudiosos de lo paranormal que fueron introducidos dentro de la serie a partir de La Reina de los Condenados, el título anterior a este; pues dicha novela terminó con una muy especial visita a David por parte de Lestat y ahora en las primeras páginas de este cuarto tomo, nos enteramos de que entre ambos ha nacido una muy entrañable amistad, algo que en sus casi doscientos años de existencia el vampiro nunca antes había disfrutado con tal grado de intimidad. En este sentido la cercanía entre dos almas, que llegan sin duda a complementarse de forma tan estrecha, pese a sus claras diferencias, resulta ser un precioso detalle por cuanto se aborda por primera vez el tema de la amistad incondicional en estos libros (teniendo en cuenta en todo caso, que ya en El Vampiro Lestatexiste una fraternidad entre el protagonista y otro sujeto, pero aquella se encuentra viciada, a diferencia de esta otra lejos más virtuosa). Por otro lado, no deja de haber su grado de homoerotismo entre los personajes, tema habitual en la narrativa de la Rice, sin embargo ello no es lo principal a la hora de evaluar el sentimiento entre los dos personajes, quiénes en realidad no se aman como amantes, sino como pares.
David (cuyo apellido de seguro debe ser un homenaje de la escritora, al recordado hombre lobo de las películas clásicas de la Universal, Lawrence Talbot) viene a ser sin dudas el verdadero coprotagonista de la historia. Ello debido a la importancia que toma en la narración, siendo que cumple el papel como su único apoyo en las duras pruebas que le toca pasar, una vez que el intercambio de cuerpos se efectúa. Debe saberse que David es un hombre apuesto, quien para nada representa su edad y que ello no deja de causarle atracción a su amigo. Talbot es culto, inteligente, amable, paciente, refinado y leal, además de guapo; la suma de las virtudes que parece apreciar en un hombre alguien como Lestat y por eso mismo confía en él más que en nadie, de toda la gente que ha llegado a conocer y a amar.
Si de homenajes vamos a hablar en lo que concierne a los grandes clásicos del terror, la Rice se permite mencionar de manera directa a dos grandes maestros del género, colegas suyos, que le antecedieron a la hora de crear historias memorables de espanto sobrenatural: Howard Phillips Lovecraft y Robert Bloch. Pues al tomar la escritora algunos de sus relatos como referencias literarias, respecto al tema del intercambio de cuerpos, deja en evidencia no solo su respeto por ellos, si no que la calidad inspiradora de estas narraciones de “la vieja escuela”. De igual manera cobra vital importancia la magna obra de Goethe, Fausto, con lo que quedan de manifiesto los temas de la tentación, la debilidad del espíritu y la carne, una vez más el del deseo de la inmortalidad y, como no, el de la redención.
En contraposición a David, se encuentra otro inglés, Raglan James, también alguien de edad avanzada y que es quién le ofrece este trato mefistofélico, a un Lestat agobiado por la pérdida de una razón para seguir en este mundo. Conociendo la debilidad del vampiro por la belleza, Raglan se acerca a este en el cuerpo de un joven de enorme atractivo físico, a quien el hechicero le ha quitado su carne; por esta razón y la conducta en general de James, luego Lestat se referirá a él siempre como el Ladrón de Cuerpos, el artífice de este una vez más nuevo interesante episodio dentro de sus memorias. El codicioso y rastrero Ladrón de Cuerpos viene a ser todo lo que sería alguien como David, si tal careciera de un sentido del honor y escrúpulos.
Una vez que Lestat consigue su propósito de sentirse humano nuevamente, se da cuenta de que ese viejo adagio que dice ten cuidado con lo que deseas es cierto; por otro lado también aprende un montón de lecciones, que para un inmortal como él deberían tomarse como verdaderas certezas de que nadie es infalible, ni siquiera los más poderosos. El camino de tormentos, entre pequeños y otros más complejos, por el que pasa este renacido Lestat, se hace sabroso al lector. De igual modo permite que tanto el protagonista, como nosotros mismos, lleguemos a apreciar lo que tenemos y lo que significa estar vivos; también no es posible tomar conciencia acerca del valor de los demás, por el solo hecho del significado de la vida misma.
“-¡Vamos, basta ya de tanta locura y debilidad! -Enfilé hacia el pasillo oscuro, pero de repente se me dobló la pierna derecha y me deslicé pesadamente; la mano izquierda patinó sobre el piso para amortiguar el impacto; la cabeza chocó contra la chimenea de mármol, y sentí una súbita explosión de dolor cuando el codo golpeó también contra el mármol. Con gran estrépito se me cayeron encima los implementos para el fuego, pero eso no fue nada. El golpe en el codo me había tocado el nervio y el dolor era un fuego que me subía por todo el brazo. Me di vuelta boca abajo y aguardé un momento que me pasara el dolor. Sólo entonces tomé conciencia de que la cabeza me latía por el golpe contra el mármol. Levanté una mano y sentí entre el pelo la humedad de la sangre. ¡Sangre! Ah, qué bueno. A Louis le haría mucha gracia, pensé. Me puse de pie y el dolor se trasladó al costado derecho de la frente, como si fuera un peso que se corría desde adelante. Para afirmarme, me sostuve del borde de la chimenea. Una de las numerosas alfombritas de la habitación yacía en el piso a mis pies. La culpable. La pateé para sacarla del camino, giré sobre mis talones y con sumo cuidado me encaminé al pasillo. Pero, ¿adónde iba? ¿Qué pensaba hacer? La respuesta me llegó de improviso. Tenía la vejiga llena, el malestar era mayor desde el momento de la caída. Tenía que orinar. ¿No había un baño ahí abajo, por alguna parte? Encontré la llave de la luz y encendí la araña del techo. Durante un largo instante contemplé las diminutas lamparitas -alrededor de veinte- y comprendí que eso era bastante luz, con independencia de lo que me pareciera a mí, pero nadie había dicho que no pudiera encender todas las lámparas de la casa. Eso me propuse hacer. Crucé el living, la pequeña biblioteca y el pasillo del fondo, y todas las veces la luz me desilusionaba. No podía desprenderme de la sensación de oscuridad, y lo borroso de las cosas me desorientaba y alarmaba un tanto. Por último subí lenta, cuidadosamente la escalera, temeroso de perder el equilibrio en cualquier momento y tropezar, disgustado con el dolor sordo que sentía en las piernas. Unas piernas tan largas. Miré hacia abajo por el hueco de la escalera y quedé azorado. Aquí uno se puede caer y matar, me dije”.
Image may be NSFW. Clik here to view. Dentro de las nuevas vivencias del personaje principal, se pueden mencionar dos sin querer caer en el spoiler, respecto a lo que ello viene a significar para este y el aspecto atractivo que puede tener para el público: Primero y a un nivel más curioso, viene a ser la aparición de la primera mascota en centurias de Lestat, nada menos que un perro, que responde sin dudas al viejo tema del compañero canino fiel y hasta heroico, algo inesperado en una novela de este tipo. La relación entre el inmortal y el animal, viene a ser todo un agregado dentro de las Crónicas Vampíricas,por cuanto humaniza aún más a estos seres, capaces de los actos de amor más emotivos dentro de esta literatura (así como también de realizar las acciones más egoístas y horrendas, como símbolos de nuestra propia humanidad).
Siguiendo con lo expuesto en el párrafo anterior, luego nos encontramos con otro objeto amoroso dentro del corazón de Lestat, una mujer y con quien este llega a entablar un verdadero romance bastante emotivo. Se trata de una historia de amor condenada desde ya al fracaso, de connotaciones míticas y/o legendarias (si no basta con recordar tantos casos de amor trágico a lo largo de la literatura oral y escrita), algo que bajo la pluma de Anne Rice se aleja de la cursilería y se convierte en una preciosa pieza dentro de esta saga. El verdadero acto de amor y/o de aprendizaje sentimental, que significa el encuentro entre estos amantes, contrasta sin dudas con la violencia y dureza de la primera experiencia sexual (también con una fémina) del Lestat hecho hombre otras vez.
Las siguientes citas textuales evidencian lo afirmado. Primero la cuasi violación descrita en la novela
“-Espera un momento -me pidió.
-¿Esperar qué? -Me subí sobre ella, la besé de nuevo, hundí más la lengua en su boca. Nada de sangre. Ah, qué blanca. No hay sangre. Mi miembro se introdujo entre sus muslos calientes, y en ese momento casi me sale el chorro. Pero todavía faltaba.
-¡Dije que esperaras! -gritó, con las mejillas coloradas-. Tienes que ponerte un preservativo.
-¿Qué diablos dices? -murmuré. Entendía el significado de las palabras pero no les encontraba sentido Estiré la mano hacia abajo y palpé la abertura húmeda, jugosa, que me pareció deliciosamente pequeña. Me gritó que la soltara y me empujó con ambas manos. Estaba enrojecida, hermosa por la indignación, y cuando me quiso apartar con la rodilla, me dejé caer sobre ella. La penetré con el miembro y sentí esa carne tierna, caliente y estrecha que me envolvía, que me dejaba sin aliento.
-¡No! ¡Basta! ¡Te dije que no! -vociferaba. Pero no podía parar. Cómo diablos se le ocurría pensar que era momento para hablar de esas cosas, me dije medio enloquecido hasta que, en un momento de espasmódico entusiasmo, acabé. ¡Brotó rugiente semen del miembro! Un momento antes, había sido la eternidad, y al siguiente ya: había terminado todo, como si no hubiera empezado nunca. Quedé tendido encima de ella, exhausto, por supuesto empapado en sudor, levemente disgustado por lo pegajoso que había sido todo y por sus alaridos de terror”.
Y ahora parte del pasaje más bien romántico (si bien no exento de erotismo) en el que, por supuesto, también interviene Lestat.
“-Confía en mí -murmuré-. No te haré daño.
-Pero es que quiero que me hagas daño -me dijo al oído. Con mucha suavidad le quité el grueso camisón. Quedó acostada boca arriba, mirándome, sus pechos hermosos como toda ella, las aureolas de los pezones muy pequeñas y rosadas, y los pezones mismos, duros. Su vientre era suave, sus caderas anchas. Una encantadora sombra de pelo marrón entre las piernas, reluciendo a la luz que se filtraba por las ventanas. Me incliné y besé ese pelo. Besé sus muslos, separé sus piernas con la mano, hasta que se abrió a mí la carne tibia del interior, y sentí mi miembro rígido, preparado. Contemplé su lugar secreto, cubierto, púdico, y un rosa oscuro en su tierno velo de plumón. Una excitación aguda me recorrió, endureciendo más mi miembro. Podía haberla forzado, tan urgente era la sensación que me inundaba. Pero no, esta vez no. Subí, me puse a su lado, le di vuelta la cara y acepté sus besos, lentos, torpes, inexpertos. Sentí su pierna apretada contra la mía, sus manos sobre mí, buscando la tibieza de mis axilas, el húmedo pelo inferior de ese cuerpo de hombre, oscuro, grueso. Era mi cuerpo, y estaba listo para ella, a la espera. Fue mi pecho lo que tocó, aparentemente complacida con su dureza. Mis brazos, los que besó como si valorara su fuerza. La pasión que había en mí disminuyó levemente, pero al instante volvió a crecer, luego se apagó de nuevo, y una vez más aumentó. No vino a mi mente ninguna idea de beber sangre; nada que tuviera que ver con la pujante vida de ella que en otra época yo podía haber consumido. Por el contrario, el momento estuvo perfumado con el suave calor de su cuerpo viviente. Y me pareció una bajeza que algo pudiera dañarla, que algo pudiera arruinar su misterio elemental, el misterio de su confianza, de su anhelo, de su miedo profundo y también elemental. Deslicé mi mano hasta la puertita; qué pena que esa unión fuera a ser tan parcial, tan breve. Después, cuando mis dedos tantearon el virginal pasaje, el fuego dominó su cuerpo. Sus senos se hincharon contra mí, y la sentí abrirse, pétalo a pétalo, al tiempo que su boca, dura, se pegaba contra la mía. Pero, ¿y los peligros? ¿No la inquietaban? Parecía despreocupada en su pasión, totalmente bajo mi dominio. Hice un esfuerzo para detenerme, abrir el sobrecito y envolver mi órgano con la pequeña funda, mientras sus ojos pasivos seguían clavados en mí, como si ya no tuviera voluntad propia. Era esa entrega la que necesitaba, la que su propio ser se exigía. Una vez más me puse a besarla. Estaba húmeda, lista para mí y no podía contenerme más, y cuando me subí sobre su cuerpo, noté el estrecho pasaje ceñido, caliente y enloquecedor, bañado en sus propios jugos. Vi que la sangre subía a sus mejillas y el ritmo se aceleraba; incliné mis labios para lamer sus pezones, para reclamar nuevamente su boca. Cuando dejó escapar el gemido final, fue como un gemido de dolor. Y ahí estaba otra vez el misterio: que algo pudiera ser tan perfecto, consumado, y haber durado tan poco, un instante invalorable. ¿Había sido unión? ¿Nos fusionamos uno con el otro en el clamoroso silencio? No creo que haya sido unión. Por el contrario, me pareció la más violenta de las separaciones: dos seres opuestos que se arrojaban en brazos uno del otro, en celo, torpemente, desconociendo los sentimientos insondables del otro, una vivencia de dulzura terrible como su brevedad, de una soledad hiriente como su innegable fuego”.
Significativo resulta ser entonces que las dos únicas veces en las que tiene sexo Lestat, mientras se encuentra “atrapado” en un cuerpo mortal, sea con una dama y no con un hombre (recordemos que Lestat tal como él mismo le dice a su amigo David, a quien también desea, “siempre ha amado indistintamente a hombres y mujeres”). Pues si antes de volverse vampiro nunca ejerció violencia contra hombre o mujer, luego ya inmortal provocó la muerte de miles de personas de ambos géneros, ahora de nuevo humano experimenta de otra manera el poder que se tiene tras la dominación de alguien. De este modo su conocimiento del mal, así como del bien ahora se completa en que ha llegado a ser como hombre culpable de la vejación a una mujer (y por pura estupidez, que tras leer el pasaje completo bien es posible darse cuenta que no hay dolo en su acto) y luego cuando por deseo mutuo se entrega a la intimidad con alguien más, aprende lo que significa amar de verdad a una dama. Por ende, nos encontramos con que así como su bestialidad carnal es motivada por una fémina, es la presencia de otra la que llega a salvarlo física y espiritualmente de las necesidades que lo llevaron a este particular viaje suyo.
A diferencia del tomo anterior, lleno de interesantes vampiros (entre viejos conocidos y otros debutantes), aquí solo aparece Louis, quien por cierto no se encuentra en su mejor momento en lo que concierne a su fraternidad con Lestat. Pues su conducta para con este, deja más claro que nunca las diferentes personalidades de ambos, ya que Louis otra vez vuelve a quedar representado como un sujeto melancólico y hasta flemático, en vez del colérico-sanguíneo que es Lestat. Esta separación de temperamentos entre ambos, provoca los primeros conflictos entre los dos desde los acontecimientos de Entrevista con el Vampiro. Asimismo vuelve a aparecer Claudia, la niña-vampiro que sin duda viene a ser uno de los mejores personajes de la saga y quien lleva alrededor de un siglo muerta (o más bien dicho, desde que fue “destruida”, pues para convertirse en chupasangre antes tuvo que morir como humana). Sin embargo su regreso es a través de una serie de sueños y alucinaciones que llega a tener Lestat, relacionadas todas con sus sentimientos de culpa y el enorme peso de su existencia, lo que luego lo lleva a pasar por las vivencias ya mencionadas y muchas otras más.
Como es habitual en la narrativa de la Rice, abundan en las páginas de esta novela los momentos de suma belleza literaria, en especial en lo que concierne a los diálogos de los personajes. Al respecto, debe recordarse el interés de la autora por el arte de sus precursores, ensalzando en varios momentos de su trabajo, por ejemplo, al ministerio de la música. Pues esta vez le toca a la pintura ser homenajeada a través de sus palabras y es así que en esta obra se nos regala con un bello pasaje, digno de la más pura teoría del arte y de la apreciación estética hecha poesía:
“Creo que, de joven, Rembrandt vendió su alma al diablo. Fue un acuerdo sencillo. El diablo le prometió convertirlo en el pintor más famoso de su época, y le envió hordas de mortales para sus cuadros. Le concedió fortuna, le dio una hermosa casa en Amsterdam, una mujer y luego una amante, porque sabía que a la larga se iba a quedar con el alma del pintor.
Pero el encuentro con el diablo cambió a Rembrandt. Después de ver pruebas tan innegables de la existencia del mal, se obsesionó con la pregunta: "¿Qué es el bien?". Rastreó en el semblante de sus sujetos su divinidad interior y, azorado, creyó ver la chispa de esa divinidad en los hombres más indignos.
Fue tal su destreza -compréndeme, por favor, que la destreza no la obtuvo del diablo sino que la tenía de antes-, que no sólo vio esa bondad sino que pudo pintarla; pudo dejar que su conocimiento de ella, su fe en ella, afluyera en toda su obra.
Con cada retrato que hacía, iba penetrando más y más hondo en la gracia y bondad del ser humano. Comprendió la capacidad de compasión y sabiduría que habita en toda alma. A medida que continuaba, su destreza iba en aumento; el fogonazo del infinito se volvió cada vez más sutil; su índole, más particular; y más grandiosa, serena y magnífica cada una de sus obras.
Ninguno de los rostros que pintó eran de carne y hueso. Eran semblantes espirituales, retratos de lo que hay dentro del cuerpo del hombre o la mujer; visiones de lo que era esa persona en su momento más sublime, en qué estaba destinada a convertirse.
Por eso es que los comerciantes de la Corporación de los Pañeros se asemejan a los santos más antiguos y sabios de Dios”.
El sublime texto continúa un poco más en el libro, pero dejo al posible futuro lector que descubra por su cuenta cómo termina este relato que le cuenta Lestat a David.
Adelantando los eventos del quinto libro de la saga, Memnoch el Demonio, en un momento de la narración, bastante intenso e intrigante, David le confiesa a Lestat una extraña experiencia de su juventud y en la cual durante uno minutos pudo ver y oír, nada menos que a Dios conversando con el Diablo. De tal modo, tras quedar de manifiesto desde la primera entrega de la colección de que no existían estos ambos, al menos según el conocimiento de los vampiros más antiguos, se abre la puerta para el debate teológico y que la Rice lo aborda con su acostumbrada originalidad para tratar rancios temas. Es así que con ello, introduce acá una interesante ficción acerca del motivo de la creación del hombre y el origen de la caída de los servidores de Lucifer (la narración del humano bien recuerda a un formidable capítulo de la serie de TV Millenium, de su segunda temporada- Somehow, Satan Got Behind Me-, en el que Frank Black reconoce a tres demonios “disfrazados” de ancianos, de modo que uno puede preguntarse si ello es solo casualidad o un tributo y/o inspiración de la obra “riceana”).
Las vicisitudes de Lestat en lo que concierne a su antagonista en esta obra, terminan con gran impacto, incluyendo un inesperado efecto en la vida de David. Pues a ello le sigue un largo capitulo a manera de epílogo, el cual llega más o menos al centenar de páginas y donde vuelven a suceder otros hechos de bastante peso dramático. Ello por supuesto viene a ser relevante para el futuro de las Crónicas Vampíricas.
En unos días más, en septiembre de este año, se cumplen treinta años desde que Stephen King publicó la que sería una de sus mejores y más populares novelas: It (Eso en nuestra lengua) y a lo largo del mundo se realizarán unas cuantas celebraciones al respecto… ¡Que bien estamos hablando del libro que ha dado a tantas generaciones de lectores y fanáticos del llamado “Rey del Terror” un sinfín de sustos y emociones varias! Pues así fue que mi estimado colega bloguero Mauro Vargas, a través de su estupenda página Léase a Plena Noche(todo un referente de la blogósfera en materia del terror), tuvo la genial idea de publicar una serie de textos en honor a tan destacada obra y fecha. Por lo tanto un seguidor acérrimo del señor “Esteban Rey”, no podía quedarse atrás a este llamado y de este modo por medio de este escrito hago un repaso por mi historia personal con este libro (y como no, también por la recordada minisierie basada en ella).
Estaba en los primeros años de mi adolescencia, cuando supe por primera vez de quien en poco tiempo se transformaría en mi escritor predilecto. Desde niño me gustó el cine, así que en casa veía todo lo que podía gracias a las emisiones de la TV y como a muchos a tan temprana edad, los filmes de horror y todo tipo de historias de miedo acapararon mi atención de inmediato (supongo que debido a esa inclinación natural que todos tenemos por lo siniestro, lo oculto, lo prohibido y todo eso). Pues cuando llegó el floreciente mercado del video casero a través del VHS, pese a que pasó un buen tiempo para que mis papás me regalaran un videograbador, pude por fin verme completas y sin cortes varias películas del género, según mi interés personal y la posibilidad de títulos que me daban los videoclubes al respecto. Al cine fui muy pocas veces de niño, pues no tenía quién me llevara seguido, por lo que fueron estos videos los que me permitieron dar rienda suelta a mi hambre de monstruos, espíritus malignos, psicópatas y demases…
No recuerdo qué fue primero… ¿El huevo o la gallina? No, estoy leseando. De lo que sí no me acuerdo es de si mi primer contacto con King fue yendo al cine a ver un programa doble rotativo, en el cual uno de los dos filmes que daban era nada menos que Cementerio de Animales(¡Qué nostalgia esas funciones de antaño, cuando por unos pocos pesos te podías ver una, dos o tres cintas y repetírtelas todas las veces que quisieras y te diera el cuerpo el mismo día!). Quien haya disfrutado este largometraje, bien puede comprender cómo su fuerza dramática y audiovisual puede impactar a un chico de a lo más quince años de edad. O si fue durante una calurosa tarde de vacaciones de verano, cuando contemplé gracias a un video pirateado una película de la que nada sabía, Carrie, otra historia distinta que de inmediato se transformó en una de mis favoritas. Más o menos por aquel tiempo me vi también en VHS El Resplandory Creepshow, o sea, me llené de verdaderas joyitas del séptimo arte y por eso mismo tras ya saber quién era el inspirador de tamañas obras, el paso siguiente era leerme sus libros.
Como ya he contado, era muy pequeño cuando me picó ese bichito del amor por el cine. Fue así como con la poca plata con la que contaba, me podía costear dos revistas especializadas, una que se llamaba Cinegrama y otra de nombre Video para Usted. La segunda de ellas tenía una sección acerca de los próximos estrenos en VHS y así fue que me enteré de que estaba por salir para el arriendo It, una miniserie de más de tres horas de duración, acerca de un mal primigenio y que versaba sobre una novela de… ¡Más de mil páginas! El breve texto mencionaba a un payaso aterrador, el inolvidable Pennywise, quien podía tomar la forma de lo que más te asustaba. Por supuesto ante esta síntesis, me propuse obtener tal libro a como de lugar. Ya antes había leído varios escritos por mi cuenta, o sea, aparte de los que me daban como lectura domiciliaria en el colegio; no obstante, nunca antes me había puesto en la tarea de una empresa como esta (creo que todavía no llegaba a las cuatrocientas páginas del título más largo en ese tiempo). Y pese a todo la idea me seducía, así que me armé de paciencia y me decidí a sacarme las mejores notas en clases para conseguir de mis papás tal premio.
Image may be NSFW. Clik here to view. A veces me iba a las librerías a puro disfrutar, viendo las portadas de los libros que me interesaban, los sacaba de las estanterías y leí las reseñas que llevaban; si podía, los hojeaba con entusiasmo. Y por supuesto había uno en particular que conseguía mi absoluta reverencia: la edición en tapa dura y de dimensiones considerables de It, con cubierta negra y el nombre de su autor en grande, más el de la novela en un rojo sangriento y con un estilo muy llamativo (¿Se les viene a la memoria esa ya vieja edición de Plaza & Janés?). El arte de la portada era lo mejor…Un barquito de papel corriendo por el agua de seguro de la lluvia y debajo de él una alcantarilla de la que salía una garra de color verde. La primera vez en que vi tal imagen, me volví loco de emoción fantaseando acerca del significado de tal ilustración (poco después sabría el verdadero sentido de ese dibujo y nunca más olvidaría un comienzo tan potente como el que representaba dicha tapa).
Ese mismo año de 1991 para Navidad, les pedí a mis papás que me regalaran It. Insistí tanto, que al final me regalaron más de un libro de Stephen King, todos en ediciones de bolsillo eso sí, pues no les daba para poder comprarme la edición de mi objeto del deseo más preciado. Como mis papás no eran lectores (salvo del diario) y apenas sabían de literatura, los acompañé a ambos a hacer las compras. Con mi papá, quien era el que ponía el dinero en la casa, adquirí El Umbral de la Noche y La Zona Muerta; con mi mamá, quien resultó ser mi “amiga secreta” de esas fiestas, Los Ojos del Dragón. No podía ser malagradecido, después de todo me llevaba tres libros para disfrutarlos a mi antojo. Ese día de Navidad, no fue especial para mí solo por el hecho de que “El Viejito Pascuero” me había otorgado tan valiosos obsequios, sino porque como cosa rara en esta parte del mundo (cuando las fiestas de fin de año ocurren en pleno calor estival) hubo una tormenta eléctrica, con lluvia, granizo, rayos, truenos y vientos, tal como luego me enteraría le gusta a Stephen King describir en sus obras. Fue algo memorable. Al siguiente día, con un precioso cielo azul que superó al gris del día anterior, mi papá llegó de su viaje de compras con toda una sorpresa para mí: me traía nada menos que It y, por supuesto, ya saben en qué formato.
Cuando mi papá (y obvio que también era regalo de mi mamá) me concedió tal alegría, a todo aquel que se cruzaba ante mí, le mostraba encantado dicho regalo, ya que además nunca antes en mi corta vida había sido dueño de un libro tan hermoso (ustedes me entienden ¿No?). Pero la verdad, salvo que mis adultos admiraran que alguien en su entorno y a esa edad pudiese disfrutar a ese punto la lectura, supuestamente no tenía a nadie que entendiera mi pasión. Un cuñado, que recién estaba entrando en los veinte y la verdad es que tampoco era alguien muy culto y sensible que digamos, cuando me vio con mi tesoro me dijo riendo: “¡Se te va a aparecer el Diablo con tantas historias de terror!”. Y a mis cuarenta y un años de edad, ni la cola ha asomado, que harto le he dedicado mi existencia a saborear estas obras.
Por lo tanto me inicié leyendo al maestro (¡y pobre del que hable mal de él! ¡Que así lo pille Nyarlathothep!) con It. Como ya estaba de vacaciones, me levantaba a leer como desenfrenado la novela en cuestión, casi ni salía para dedicarme a ello y fue entonces cuando creo que tomé la costumbre de ir de un lado para otro con mi lectura diaria bajo el brazo (durante un tiempo, gozaba con la idea de dar la impresión de ser todo un intelectual a los ojos de los demás, tras andar siempre con un buen libro). Una vez por la mañana, antes de Año Nuevo (me acuerdo muy bien, pues iba a salir con una de mis hermanas mayores y mi mamá a comprarme ropa nueva para comenzar con la mejor tenida posible 1992), me encontraba cuidando a solas el negocio de la casa de la familia, cuando sonó el teléfono y tan ensimismado que estaba en mi lectura, que di el tremendo salto. No tengo claro cuánto me demoré en acabar It, sin embargo sí sé bastante bien que no estuve más de tres semanas dedicado a la novela, pues para finales de mes me fui a la playa y llevaba conmigo otros dos de mis regalos “kingnianos” conmigo.
Harto ya he escrito sobre mi historia personal, con la novela a la que hoy quiero homenajear, poniendo de antemano que quienes leen este texto conocen de qué trata y si no la han leído al menos vieron la miniserie, que tampoco es mala (pese a que con muy poco presupuesto tuvo que adaptar tan compleja obra y lo hizo con más que dignidad)… ¿Pero de qué más trata esta famosa obra, aparte de los pocos datos que ya he dado sobre ella? Trataré de hacerle honores a su argumento, sin extenderme más de la cuenta.
Image may be NSFW. Clik here to view. Derry es una ciudad maldita, pues en ella cada veinticinco años aproximadamente suceden una serie de violentas muertas y las que son provocadas por un ser monstruoso, que puede tomar la forma del miedo de cada persona; por otro lado, esta criatura posee un aspecto con el cual se muestra a todo el mundo, el del payaso Pennywise, tanto o más espantoso que los temores de sus víctimas. Por siglos este ser ha hecho lo que ha querido con la gente, hasta que en su ciclo de matanzas durante el periodo de 1957-1958, un grupo de niños (quienes se hacen llamar “El Club de los Perdedores”) se le enfrenta y llega a dejarlo herido como nunca le había sucedido antes. Cuando los vencedores creían que It había sido destruido, ya adultos en 1985 ,se enteran de que el ciclo ha vuelto a comenzar y que son los únicos que pueden acabar para siempre con esta amenaza, aunque ello signifique recordar aquello que bien quisieron olvidar con todo su corazón y que por ello, su vida ya no volverá a ser la misma.
Esta novela posee varios aspectos interesantes que bien merecen su propio análisis, pero la verdad es que este texto no pretende dedicarse a profundizar en la calidad literaria de It, si no en compartir con ustedes lo que significa este libro para mí, tanto dentro de mi corazón, como en mi memoria. Pues este no fue solo el primer libro de King que leí en mi vida, sino que fue la primera obra de terror gore que tuve en mis manos. Antes había tenido el honor de que fuera nada menos Edgar Allan Poe, quien me abriera las puertas del horror literario, no obstante su escritura es más atmosférica que extremista, a diferencia de muchos escritos de su sucesor (y también por una cosa de época, que es entendible). Claro, ya me había visto unas cuantas pelis y hartas, pero no es lo mismo el ejercicio de la imaginación apoyado por una buena narración, que limitarte a ver las imágenes que “todo el mundo” contempla en una obra audiovisual: pues lejos tu propia cabeza puede ser el mejor medio para las más grandes ficciones (por eso mismo digo con conocimiento de causa, que no necesito de drogas y alcohol para fantasear, que yo mismo soy mi psicotrópico). Pues siguiendo a lo que significó para mí, encontrarme con todos los horrores de este libro, mi mente se vio forzada a aumentar su dosis de maravilla, algo que ese mismo año solo puede igualarse a lo que me pasó cuando tuve mi inicio en la lectura de Isaac Asimov (gracias a sus novelas El Sol Desnudo y El Fin de la Eternidad).
No sé si en realidad me impactó, no obstante sí me costó entender a tal edad (a los dulce dieciséis) la “polémica” escena de sexo infantil y en la que los heroicos protagonistas, terminan con su vida de niños tras haberse deshecho (según ellos creían) de su enemigo. Por años me quedó rondando el verdadero significado de tal parte del libro. Solo ya muy entrado en edad y no hace mucho tiempo, le comenté esto a mi amigo Mauricio Tapia, el mismo de los blogs La Quinta Anormaly Escritos al Lotijuai y gracias a sus palabras pude iluminarme mejor (es que la verdad, siempre encontré demasiado chocante y hasta de mal gusto del propio King, tal curso de los acontecimientos) “Fue necesario para madurar luego de todo lo que pasaron”, algo así fue lo que me respondió el Pelado. Bueno, no tiene por qué gustarte todo lo de tus ídolos (ojo, que aún no le perdono su desastroso final de La Torre Oscura).
Debe haber sido durante el mes de febrero de 1992, aún en plenas vacaciones de verano, cuando en uno de los videoclubes donde alquilaba mis cintas, me encontré con la miniserie de It ¿Podría decir que fue casi orgásmica mi dicha? Pues no me alcanzaba el cuerpo para albergar tanta alegría, ya que tenía todas mis esperanzas cifradas en tal adaptación, que como falto de experiencias, aún juraba que me iba a encontrar con la traslación 100% de lo que yo había leído y me había imaginado…Así que lo primero que sentí fue la más absoluta decepción. Ya que como luego aprendí con el paso del tiempo, ello es imposible y sin embargo lo que más logré valorar de esta igual querible versión para los de mi generación, fue la formidable actuación de Tim Curry, como un Pennywise realmente aterrador. Su manera de decir la cita que lo inmortalizó para millones en todo el mundo de “Todos flotan y tú también flotarás con nosotros”, es para muchos y entre mis amigos ñoños (aquellos que llamo con todo mi amor “mis amigos históricos”) tanto o más significativa en nuestras reuniones y charlas que los famosos “Larga vida y prosperidad” de Star Trek y “Que la fuerza te acompañe” de Star Wars.
Tuve que verla de nuevo varias veces, a medida que iba creciendo y haciéndome menos ignorante (y quizás de igual modo más sensible), como para que llegara a apreciar con todo su valor esta miniserie; de este modo pude valorar el resto de sus actuaciones, el ingenio con el cual dramatizaron varios de sus momentos más sobrenaturales con tan poco dinero (ni siquiera llegaron al millón de dólares, cuando en aquel tiempo gastaban un millón y medio por un solo episodio de Star Trek: La Nueva Generación) y deleitarme en varias de sus escenas mejor logradas (ahora solo puedo citarles cuando los amigos se reúnen por primera vez ya adultos y comienzan a recordar, así como el precioso epílogo en el que Bill Denbrough, lleva en bicicleta a su comatosa esposa para ver si puede devolverla a la normalidad).
Recuerdo a mi querida comadre Monka, la hermana de Mauricio, que por años tuvo en su pieza el póster de la edición en VHS, con el título de It, el Payaso Asesino. Recuerdo que ya todo un adulto, en otras vacaciones de verano, cuando era un universitario, estaba con mi sobrino Alonso (quien a lo más debía tener unos doce años), viendo por enésima la miniserie y entonces llegó corriendo toda alegre su hermanita la Coté (que tendría como seis) a mi pieza… ¡Y tuvo la mal suerte de que justo en escena se veía en un primer plano a Pennywise, quien abría la boca para mostrar sus afilados colmillos! A la pobrecita le dio un ataque de llanto y se devolvió gritando de miedo a donde sus padres. Mientras tanto nos quedamos con Alonso muertos de la risa, de puro tontos que éramos. Ambos ya pasaron la mayoría de edad hace rato y de vez en cuando nos acordamos con gracia de este episodio en nuestras vidas.
It ha sido uno de los pocos libros de King que me he repetido (no así sus películas y miniseries, que en su mayoría me las he visto una y otra vez). Ya me había titulado y trabajaba hace tiempo como profesor de Castellano, cuando (una vez más en vacaciones de verano, que por increíble que parezca, me parece esta época ideal para disfrutar al señor King), me reencontré con tan amada historia. Por supuesto que esta vez la satisfacción de la lectura fue mayor, ahora que tenía mayores elementos intelectuales y vivenciales para mi apreciación estética. A veces mientras hacía bicicleta estática en el gimnasio, tenía entre mis manos el tremendo tomo y me ponía a leer de lo lindo el libro.
Cuando me quedo esperando junto a otros (y en especial con mi igualmente queridísima amiga Cecilia Navia) la versión del año que viene de It, me regocijo en este recorrido por la memoria, que ha sido para mí emotivo y que ahora lo dejo en mi blog para quien quiera conocerme un poquito más.
Comienzo mi post sobre este filme de 2001, diciendo que tengo un especial cariño por él, siendo además mi película favorita de todo el estudio Ghibli y, por supuesto, de su director Hayao Miyasaki. Recuerdo que cuando supe de ella, que había ganado nada menos que el prestigioso Oso de Oro del Festival de Cine de Berlín a la mejor película, de inmediato quise verla, pues ya conocía de sobra a su director gracias a todos los otros títulos a los que les he dedicado sus propias entradas en mi blog (además, hace rato que las tenía en el por entonces aún vigente formato del VHS).
Era una época en la cual Internet aún no se masificaba por acá y la única manera de conseguir este tipo de estrenos, que ni siquiera se pensaba en que fuesen estrenados en los cines nacionales, era a través de copias piratas en el mercado “informal”; cuando los DVD importados que llegaban por aquel entonces, eran o bien escasos o bien caros. De este modo la primera versión que tuve de esta cinta, fue en el ya olvidado formato del VCD, alternativa barata de esos años para el DVD ¿La recuerdan? Y lo que significaba que las obras de más de una hora de duración, estuviesen contenidas en mínimos dos discos.
Luego para mi sorpresa, en un evento de anime que se hacía semanalmente en una sala de cine arte, exhibieron esta película que por entonces solo la conocía con su nombre en japonés, Sen to Chihiro, exhibida en su lengua original y subtitulada al castellano (tal como la tenía en digital para verla en casa). Ante la oportunidad de apreciarla en pantalla grande, no dudé en repetírmela con una mejor calidad que la que yo poseía. Fue una hermosa tarde otoñal de sábado, bastante fría, en que asistí a la función junto a mi querido amigo Marcelo López, a la que nos acompañó además una amiga suya (cuyo nombre ni me acuerdo); todo esto fue antes de una junta de nuestro grupo de Acronía, razón por la cual recuerdo con mucha nostalgia esa ocasión. Meses después como algo inaudito, la exhibieron comercialmente en mi país y esta vez doblada, de ahí a que se conociera acá como El Viaje de Chihiro.
Con el tiempo me la conseguí en DVD pirata y ahora solo me falta comprármela en blu-ray original, para completar mi colección de Miyasaki en este formato (bueno, también me falta ver y tener El Viento se levanta, que no supe que existía hasta que comencé esta serie de entradas).
Dejando de lado los recuerdos, me paso a contar de qué trata esta preciosa obra. Chihiro es una niña común y corriente, que no destaca ni por una personalidad extraordinaria, ni por tener talentos sobresalientes, inteligencia o belleza; de hecho, incluso se puede decir que es una chica con bajo autoestima e infeliz, en especial porque se ve obligada a seguir a sus padres en el cambio de casa y que le significa dejar atrás a sus amistados y a todo el mundo que ya conoce (y que le dan seguridad). Esta descripción de la protagonista, es posible hacerla en comparación con el resto de los personajes femeninos de Miyasaki, de otros filmes suyos, y con lo que se puede observar con su comportamiento en los primeros minutos de esta cinta (se queja todo el rato, se autoconpadece, etc.) No obstante su vida da un giro de 180º, cuando sus padres se encuentran perdidos en lo que viene a ser su viaje al nuevo hogar, llegando a un bosque del que nada saben. Pues en este lugar hay una especie de túnel y tras pasar por él, hayan un pueblo aparentemente deshabitado; aquí encuentran una especie de tiendas, donde hay todo tipo de suculenta comida, la que devoran sin vergüenza sus progenitores. Lo que no tienen idea, es que las delicias pertenecen nada menos que a los dioses (quienes siguiendo con la teología sintoísta del director/guionista, una vez que aparecen en escena, corresponden claramente a manifestaciones de la naturaleza), por lo que han cometido sacrilegio y lo que por supuesto les traerá el correspondiente castigo. Como la comida es preparada por la bruja Yubaba y su enorme corte de ayudantes no humanos, quienes trabajan atendiendo a las deidades en el “spa” que pertenece a la hechicera y donde van a vacacionar dichas entidades, le toca a Yubaba efectuar la condena. Esta no puede ser más simbólica, ya que los convierte en cerdos carentes de todo uso de razón (cabe recordarse el amor del sensei por estos animales, si bien en este caso no poseen las connotaciones más o menos positivas de su cerdo más famoso: Porco Rosso).
Mientras tanto la pequeña es testigo con horror de lo que le ha pasado a su familia y ante ello se va a la enorme casa de baños termales de Yubaba, para pedirle trabajo durante el periodo en el que trata de hacer lo posible, para hacer que sus mayores recobren la normalidad. En todo esto es ayudada por Haku, un agradable chico cercano a su edad, quien trabaja para la bruja y el cual esconde más de un secreto, si bien se trata claramente de alguien que solo quiere lo mejor para la niña. La horrible mujerona que viene a ser la bruja, accede a darle hospicio a la chiquilla, siempre y cuando esta se vuelva una de sus empleadas; no obstante como Yubaba es sin dudas un ser manipulador, le exige otra condición a la joven: robarle su nombre, con lo cual será su dueña hasta que ella misma acceda a liberarla de su encantamiento. Es por esta razón que reduce el ideograma japonés de su nombre a la mínima expresión (algo intraducible en español), por lo que solo le queda ser conocida como Sen. Teniendo en cuenta el valor que le dan a los nombres muchas culturas, los cuales para varios pueblos poseen connotaciones mágicas, al hacerse dueña de ello Yubaba, le quita su derecho de nacimiento y alma.
No obstante es a raíz de todo esto, de que se le ha negado su humanidad y debe valérselas siendo tan indefensa entre seres sobrenaturales, que la ahora llamada Sen, llegará a convertirse en una persona mucho más plena de lo que antes fue y encontrando con ello el verdadero valor de su corazón. De este modo toda su odisea viene a ser no solo algo físico y místico, tras pasar del mundo terrenal al de los dioses, sino que también se constituye en el camino interior, que significa la iluminación personal, el crecimiento espiritual y la redención. Por lo tanto la patética Chihiro, ahora Sen, del principio de esta película hasta llegar a su poética conclusión, ya no es la misma persona y eso es uno de los puntos más hermosos de este título: pues podemos llegar a ser mejores personas, tras aprender de las duras pruebas de la vida y, por otro lado, debemos saber que nunca estamos solos.
Siendo que los personajes principales de esta preciosa historia son Sen y Haku, los secundarios se encuentran sin duda entre los más maravillosos y entrañables de buena parte de la filmografía del cineasta. Teniendo en cuenta que Yubaba se muestra desde un principio como la “villana” de esta película (quien como luego quedará demostrado, sí es capaz de amar), destaca su impresionante figura monstruosa, como una mujer inmensa y gruesa, de gran cabeza con rasgos desproporcionados (especial atención a su gran nariz, tan característica de las vieja imágenes de las brujas narigonas y con verruga); es así que esta apariencia suya, representa sin dudas su corazón mezquino y, por supuesto, que infunde temor. Debe saberse que su nombre está inspirado en un legendario personaje del folclor ruso, la ominosa bruja Baba Yaga. Asimismo la malvada hechicera tiene su propio secreto: posee una hermana gemela, también una poderosa bruja, llamada Zeniba. Pues la una es el opuesto de la otra, tal cual el reflejo en un espejo, ya que esta otra resulta ser una mujer dulce, sabia y sencilla, quien en vez de vivir en la opulencia de su gemela, prefiere hacerlo en una preciosa casita aislada en medio de un bosque. No puede dejarse de mencionar cómo cambia la expresividad entre las dos hermanas, ya que mientras Yubaba evidencia su pobreza espiritual en sus duros rasgos, Zeniba encarna la dulzura de su ser en varios instantes de su intervención.
Por otro lado, nos encontramos con el hijo de Yubaba, Bo, un inmenso bebé parlante que en un principio se muestra como el evidente vástago de su madre: un pequeño consentido y falto de empatía, quien solo piensa en su propia satisfacción, sin importarle los demás. Este es acompañado por tres igualmente monstruosas y gargantuescas cabezas saltarinas mudas, supuestamente también de naturaleza agresiva, quienes lo cuidan; a ellos se les agrega un pájaro cuya cabeza es igual a la de Yubaba. Pues cuando aparece su tía Zeniba, de quien Bo nada sabía de su existencia, molesta por sus berrinches lo transforma en un ratoncito mudo, pero con raciocinio y al pájaro lo convierte en un pajarillo. Es entonces que así como Sen llega a tener su propia oportunidad de crecer, Bo y el ave llegan a tener su epifanía, al punto de que de ser sujetos desagradables, aprenden humildad y llegan a hacerse simpáticos (incluso sin tener que usar palabra alguna, algo que solo puede conseguir un maestro como Miyasaki, otorgándole esta humanidad a los personajes más inverosímiles).
Luego nos encontramos con el personaje más famoso y carismático de este filme: Sin Cara. Otro ser que pese a ser de igual manera mudo, no puede ser más expresivo, despertando en el espectador compasión ante su soledad y todo el proceso que pasa a lo largo de esta cinta: de ser un sujeto tímido y un paria entre los suyos, se vuelve alguien corrompido por las satisfacciones banales de la “fama”, ante su deseo de pertenencia y encontrar a alguien para quien ser necesario, hasta que nuevamente recobra la cordura (si bien gracias a la propia Sen) De este modo Sin Cara viene a ser otro personaje que evoluciona, hasta encontrar su verdadero lugar en el mundo (y en todo esto, en la conversión de todos estos, un papel fundamental viene a ser nada menos que el amor, el que dignifica y los heroíza según corresponda).
Esta película quizás posea algunos de los momentos más hermosos y liricos del cine de Miyasaki para Ghibli, tanto en el plano argumental como en el estético (esto último, referido a los aspectos visuales). De este modo se pueden mencionar la escena en la que Sen por fin logra desahogarse, tras pasar al mundo de los dioses, con lágrimas que le permiten comenzar a encontrar las fuerzas necesarias para sobrevivir en ese lugar; de igual manera resulta inolvidable cuando Sen debe socorrer a un dios acuático por su propia cuenta y las consecuencias que ello trae; lo mismo viene a suceder con la persecución de Sin Cara a la niña, ahora transformado en un monstruo; en el mismo tono, destaca el enfrentamiento entre Haku y la magia de Zeniba, con lo cual Sen descubre la verdadera apariencia de su amigo; la intimista visita a la casa de la propia Zeniba, resulta sin dudas bastante emotiva, en parte gracias a la cuota de ternura que le otorga la bruja buena a la trama, a la vida de Sen y a quienes la acompañan en su periplo. Por último la liberación de Haku del hechizo de Yubaba, a más de uno de seguro debe sacarle una que otra lágrima (debo confesar que este momento vez que lo veo, me sobrecoge).
No se puede dejar de lado el detalle de la ambientación totalmente nipona de esta cinta, partiendo por la protagonista y sus padres, cuyos rostros orientales son propios de este pueblo, siendo además japoneses del mundo moderno y actual, lo que no es gratuito en lo que concierne al argumento. Lo anterior queda declarado, porque cuando pisan la tierra sobrenatural, lo hacen en un sitio cuyas edificaciones son a la usanza del Japón tradicional, siendo que además sus habitantes visten con ropas costumbristas del país. Esta oposición entre el Japón actual que ha olvidado sus raíces (recuérdese que los padres comen sin respeto alguno el banquete de los dioses) y el mundo ancestral y/o espiritual, convergen en la figura de Sen y quien solo logra salir de su miseria, cuando con su conducta hace suya toda esta experiencia por la que pasa.
El final de todo si bien puede ser considerado como “feliz”, escapa a los convencionalismos hollywoodenses; pues se trata de un desenlace tal como nos tienen acostumbrados los fabulistas japoneses, con historias más grandes que la vida y sin caer en el discurso moralista facilista, sino que al contrario, invitándonos a la más honda reflexión.
El bello espectáculo para los sentidos y el alma que viene a ser disfrutar esta joyita del cine, que es capaz de hacerse universal por los grandes temas que aborda y la belleza de sus imágenes, se completa una vez más con la música de Jao Hisaishi, quien desde los primeros segundos otorga esas melodías sublimes y que sus seguidores esperamos siempre en sus colaboraciones con Hayao Miyasaki. Por otra parte, la sentida canción de los créditos finales, cierra con bastante emotividad todo el viaje, por el cual hemos acompañado a Chihiro/Sen a largo de esta película.
Luego del éxito de la segunda parte de la ahora trilogía del reboot cinematográfico de Star Trek, en 2013 con Star Trek: En la Oscuridad, las ganas de ver más acerca de esta actualización de la franquicia se hizo mayor (y en especial por los fanáticos de la saga, que quedaron -quedamos- fascinados con la gran cantidad de sorpresas y guiños a las clásicas intervenciones de su anterior etapa). Pues la vara había quedado bastante alta con los dos estrenos en plan precuela sobre el Enterprise y su heroica tripulación liderada por el Capitán Kirk, junto a sus inseparables amigos el Señor Spock y el doctor “Huesos” McCoy, sin duda uno de los mejores tríos en la crónica del cine y la televisión y quienes junto al resto de los emblemáticos personajes de estas historias, han llegado a conseguir gran popularidad desde que hace medio siglo nacieron de la imaginación de Gene Rodenberry. Pues todo iba bien gracias al virtuoso trabajo del hoy nuevo Rey Midas de Hollywood, J. J. Abrams, quien se encargó de dirigir las dos primeras cintas, apoyado tanto por jóvenes actores que lograron emular a sus predecesores, como gracias a guiones convincentes en los cuales lejos se podía apreciar un claro conocimiento de las reglas de la ciencia ficción (bajo la mano de Roberto Orci y Alex Kurtzman, viejos colaboradores del cineasta, quienes como este sin duda dejaron claro su amor hacia Star Trek y este tipo de ficciones). Por lo tanto todo el mundo esperaba más de este equipo, hasta que Abrams nos “traicionó” y se fue nada menos que al otro bando, a relanzar Star Wars, dejando un precedente inesperado tras pasar de una ficción más sofisticada a otra propia de la matinee y la space opera, a sabiendas de la ya vieja confrontación entre seguidores de una saga y otra (con irregulares resultados en todo caso, puesto que nadie puede negar que su Episodio VII,resulta ser una copia descarada del Episodio IV de George Lucas).
Image may be NSFW. Clik here to view. Es así que ante el éxodo del director, que también implicó la pérdida de tan valiosos escritores en el guión, lo más inteligente habría sido contratar a un director especializado en la ciencia ficción “de la buena” y no a alguien como Justin Lin, quien si bien ha incursionado tanto en bloockbusters como en cine independiente, no resulta ser el ideal para mantener la calidad vista hasta antes de su Star Trek: Sin Límites. Ahora bien, hay que ser justos con Lin y este sin duda dio lo mejor de sí, puesto que no es su culpa que el argumento de su “trabajo hecho por encargo” se constituyera en la cinta más débil de esta trilogía. Lo anterior, debido a otra pésima decisión por parte de los productores y entre los que se encuentra el “renegado” Abrams: aprovechar la experiencia del actor Simon Pegg como guionista de sus propias películas, quien junto a otro artista coescribió el libreto para esta obra. Debe saberse que Pegg es el encargado de interpretar con mucho talento y simpatía al jefe de ingeniería del Enterprise, Montgomery Scott, siendo además un destacado comediante…Y justamente sus guiones previos corresponden a COMEDIAS, de modo que su aporte para la trama de este último largometraje de Star Trek,aporta mucho humor y nada de peso dramático y “ñoño” o al menos muy poco al respecto (de seguro el tono más serio corresponde a su compañero de labor, Doug Jung, sin embargo este tampoco consiguió mucho que digamos).
No obstante el filme en cuestión tampoco es malo, solo que viene a ser algo livianito, que a veces pretende ponerse en el tono más profundo de los títulos que le precedieron, aunque al final solo prima en él la espectacularidad propia de un producto con presupuesto multimillonario, que solo quiero divertir y ganar mucho, mucho dinero (y sin dudas que consigue todo esto, pero vuelvo a recalcar, esta tercera entrega no es nada del otro mundo y es hasta olvidable). Incluso podría afirmar que si cambiáramos los nombres de sus protagonistas, bien podría quedar como una película autónoma hecha por simples estándares hollywoodenses.
Veamos de qué trata esta película. Lo que haré de la manera más breve posible, para no caer en los despreciados spoilers.
El Enterprise rescata a una alienígena de una raza desconocida, quien resulta ser la única de su equipo que ha logrado escapar de un malhechor, el que se ha hecho con los sobrevivientes de su nave. Siendo que son los únicos de la Federación en estar cerca de todo esto, no les queda otra que ir en rescate de las víctimas. Lo que no tienen idea los del Enterprise, es que quien está detrás de todo esto, posee una tecnología de ataque que en muchos aspectos los supera, llegando a condenar a la tripulación a quedar varados en un planeta inhóspito y a estar a merced de su nuevo enemigo. Es así que nuestros héroes deben luchar ahora en otros términos con este genio criminal, quien anda detrás de una antigua arma genocida y que desea usarla nada menos que en contra de la Federación. Para conseguir sus objetivos, Kirk y compañía encuentran a una singular aliada, la cual es la única con los medios y los conocimientos para enfrentar a los villanos.
La verdad es que esta cinta comienza de manera prometedora: con Kirk haciendo de embajador ante una curiosa especie extraterrestre, empresa que termina de forma bastante hilarante (y he aquí que desde los primeros minutos del metraje, se establece esta faceta más “cómica” de la película, más ligera). Luego una narración en off de la propia bitácora de Kirk, agrega el primer elemento realmente emotivo de Star Trek: Sin Límites,al hacer referencia en primera persona a lo que significa para el Capitán y los suyos, encontrarse en medio de la ya legendaria misión de cinco años, como nave exploradora de la Federación (quizás un genial detalle que nunca antes había sido abordado en la saga, ni en sus programas televisivos, ni en sus largometrajes; por otro lado, de seguro algo hecho en especial para el llamado trekker, teniendo en cuenta lo queeste periodo significa tanto para los seguidores, como para los personajes de la serie clásica de los sesenta). A esto le sigue la sin dudas espectacular construcción espacial, en la que transcurre buena parte del argumento, una gigantesca estación espacial que desde que aparece en escena, no deja de maravillar al espectador (cabe mencionarse que tal escenario, bien pareciera una mención a la recordada “Esfera Dyson” aparecida en uno de los mejores capítulos de Star Trek: La Nueva Generación, titulado Reliquias y donde nada menos que el Scotty de la serie original intervino).
Como era de esperarse, buena parte de la trama gira en torno a Kirk, Spock y McCoy, tal cual pasaba en el programa sesentero y las primeras películas (las del primera tripulación y las dos filmadas por el apóstata Abrams), desarrollando de forma muy entretenida la amistad de estos tres hombres tan distintos entre sí y que debido justamente a tal hecho, logran complementarse tan bien (y a quererse). El resto de los personajes famosos de la nave insignia de la Federación, corre un dispar destino en cuanto a su desarrollo dentro de la trama: es así que una vez más Sulu vuelve a quedar relegado y apenas tiene diálogos; asimismo Uhura en esta ocasión comparte con el japonés, la falta de escenas y relevancia. Por otro lado, considerando que Simon Pegg, el actual Scotty se encargó del guión, viene a ser uno de los secundarios más destacados de esta historia. Mención aparte merece el juvenil Chekov, siendo la última participación del llorado Anton Yeltchin, fallecido hace pocos meses atrás en un bizarro accidente en su propio hogar; pues este logró filmar todas sus escenas, que son bastantes y las que lo ponen en medio de algunos de los momentos más destacados de la película.
Y en lo que concierne a actores que hayan trabajo en este relanzamiento trekkie, no podía faltar el homenaje a Leonard Nimoy, el Spock más famoso de todos y quien estuvo en las dos primeras entregas, dándonos a los seguidores de esta franquicia, algunas de las escenas más conmovedoras de todo Star Trek. Dos son los instantes en que tanto actor como su personaje son recordados con honores y ello bien puede tomarse en cuenta como dentro de lo mejor de la película. Tras los créditos finales, una vez más se le hacen los tributos respectivos, en los cuales como era de suponer, también se agregó al ya mencionado Yeltchin.
Dentro de los personajes debutantes en este título, al menos en los que vienen a ser relevantes para el desarrollo del argumento, se encuentra la exótica y, por qué no, hermosa y sexy alienígena, que ayuda a los del Enterprise a superar la amenaza de “malo” de esta ocasión. Jaylah, una mujer supuestamente joven y de aspecto élfico, quien sin dudas posee una personalidad encantadora, gracias a su inteligencia, espontaneidad, heroísmo, destacadas habilidades de guerrera y humor, detalles encontrados en gran parte de los protagonistas de la franquicia (incluyendo sus series).
En cuanto al villano de esta película, una vez más estuvo a cargo de un destacado actor, alabado por su desempeño en distintos tipos de producciones: el guapo afroamericano Idris Elba (y a quien pronto veremos como Rolando de Gilead, en la esperada y aplazada adaptación cinematográfica de La Torre Oscura sobre las novelas de Stephen King), quien acá encarna a Krall, el que sin duda queda en desventaja respecto a los malvados de las dos cintas anteriores y las de la continuidad clásica, como también aquella de La Nueva Generación. Afirmo esto no debido a la actuación de Elba, quien está irreconocible y realiza un trabajo respetable, sino porque las motivaciones de su rol resultan exageradas y poco verosímiles, una vez que se rebela por qué razón tanto odio contra la Federación; por otro lado… ¿No se les ocurre otra cosa que el móvil de la venganza, como fuerza detonante del criminal de turno?
Por cierto, hubo una polémica en torno al personaje de Sulu, ya que según se decía acá se ponía en tapete su homosexualidad, lo que no le gustó a George Takei, el actor que lo interpretó en la serie original y sus películas; esto porque en la vida real Takei es gay y considerando la época en la que le tocó vivir su juventud, harto le costó asumir de manera pública su opción sexual. Ahora bien, entendible resulta que a este le haya molestado tal referencia directa (¿o indirecta?) a su persona, puesto que si ya era hora de tener en la tripulación a un personaje LGTB… ¿Por qué mejor no hacer que otro lo fuese o mejor aún, inventar uno nuevo para ello, aunque con cierto peso en la trama? Por otro lado, siendo sinceros, el Sulu de esta versión no es gay, sino bisexual y lo que más llama la atención al respecto, es que sus gustos son solo orientados a orientales como él (ya sea hombres o mujeres), lo que de por sí, en el caso de ponernos a “hilar fino” o “buscarle las cuatro patas al gato”, viene a ser racista o estereotipado.
Si de desaprovechamientos vamos a hablar en lo que viene a ser Star Trek: Sin Límites, muchos nos quedamos esperando el regreso de la preciosa Doctora Carol Markus, quien tras el final de Star Trek: En la Oscuridad,quedó señalada como miembro de la tripulación durante esta misión de cinco años… ¡Pues se olvidaron por completo de ella y nunca, pero nunca la mencionan al menos! Debe saberse que los conocedores de la “mitología” de esta saga, bien sabemos que ella llega a ser la madre del único hijo de Kirk, gracias al romance esporádico de ambos; de este modo se perdió al menos para esta película, todo un interesante arco argumental, sobre dicha relación y que en la continuidad anterior apenas se esbozó (la que bien amerita hoy en día tener mayor relevancia).
Luego del repaso de rigor de este reciente estreno, queda esperar que la siguiente secuela recupere el cauce perdido de la franquicia, que al menos como le ha ido bien taquilla, nos permite hacernos la idea de que pueden mejorar tan paupérrimo presente.
Entre los años 2002 y 2003 el guionista Paul Dini y el dibujante Alex Ross, terminaron su serie de novelas gráficas en edición de lujo dedicadas al universo DC, las que comenzaron en 1998 con nada menos que Superman: Paz en la Tierray a la que le siguió en 1999 Batman: Guerra contra el Crimen. Con posterioridad seguieron con Shazam!: El Poder de la Esperanzaen 2000 y Wonder Woman: El Espíritu de la Libertad en 2001. Pues como era de suponerse, faltaba hacer algo acerca del equipo de superhéroes más grande de todo el universo deceísta: La Liga de la Justicia. De este modo, en 2001 apareció JLA: Orígenes Secretos y al año siguiente JLA: Justicia y Libertad. No resulta ingrato decir que cada una de estas obras fue tan bien recibida por los lectores, como alabadas por la crítica, recibiendo más de una de ellas importantes premios, que llegaron a ser consideradas entre lo mejor de cada uno de estos personajes (tanto por la calidad emotiva de sus argumentos, bastante alejada de la típica confrontación contra villanos superpoderosos, como por la belleza perfeccionista de sus viñetas pintadas en acuarela).
Tal como dice su nombre, JLA (Siglas en inglés de Justice League of America): Orígenes Secretos es un repaso al origen de este fabuloso grupo, pero no acerca de la amenaza que los llevó a juntarse para poder luchar contra un poder que por sí solos no habrían podido superar (ni el Starro de la Edad de Plata, ni a Darkseid en la continuidad actual). Puesto que más bien tiene que ver con los comienzos de varios de sus miembros, que en los títulos anteriores de esta saga no habían sido considerados: Flash, Linterna Verde, Acuaman, Detective Marciano, Flecha Verde, Hawkman, Átomo y Hombre Plástico. A cada uno de estos el tomo les torga dos páginas, que comienza en cada caso con una pequeña presentación, la que incluye el título en grandes con los caracteres antiguos del personaje en cuestión. En algunas ocasiones, la historia de su inicio como justiciero la hace un narrador omnisciente, en otras es el mismo paladín (destacable resulta ser la presentación del siempre simpatiquísimo Hombre Plástico, tan acorde a su buen humor).
No obstante antes de todo este repaso por la nostalgia del comiquero, emotivos puntos de vista de hombre y mujeres comunes salvados por nuestros superhéroes, le otorgan desde las viñetas iniciales una dimensión más humana a todo el relato y donde la fuerza de toda esta obra (así como las del resto de estas novelas gráficas) no radica en la espectacularidad, si no en la manera más intimista con la cual retratan a sus protagonistas (sus sueños, temores, preocupaciones y relaciones interpersonales con la humanidad que han jurado defender con su vida, aunque muchas veces no todos sepan tratarlos con justicia). De igual manera antes de revisar los llamados “orígenes secretos”, una vez más se muestra a estos representantes del bien en distintos escenarios, siempre evitando tragedias del mundo “real”, entre catástrofes naturales y ante la maldad de personas corrientes.
Siendo que la edición que poseo en papel de estas dos obras corresponde a la hecha por la editorial chilena Unlimited, que sacó ambos tomos con el único nombre de JLA: Libertad y Justicia, ignoro hasta qué punto un tomo termina y el otro comienza en su versión original; ya que para ser sinceros ambos empalman muy bien y al menos como quedó en la edición criolla, la gran historia comenzada en el número uno, continúa y obtiene su desenlace en el dos. Pues luego de la crónica respectiva, la narración la toma nada menos que el Detective Marciano, considerado hasta los eventos de Flashpoint,el alma de la Liga de la Justicia en la mayoría de sus encarnaciones. Quien es llamado J`onn J`onzz por su amigos, aprovecha de recordar (y meditar) acerca del papel de sus compañeros, a la hora de enfrentar el mal en cualquiera de sus manifestaciones, llegando a poner en evidencia lo que significan los ideales de un grupo como el suyo y lo que viene a ser la Liga de la Justicia para tanta gente: esperanza. El cuadro se completa con unas cuantas viñetas aisladas, que homenajean algunos de los momentos claves en las revistas sobre el grupo (incluyendo la citada primera intervención de la monstruosa estrella espacial Strarro).
Es entonces que gracias al extraterrestre verde, somos testigos de una muy particular nueva batalla de la JLA y la cual como detalle clave comienza en un humilde pueblecito africano, algo muy en el tono de los guiones realistas y de honda carga social de estos Prestige. Pues en tal lugar los superhéroes más poderosos de la Tierra (de DC, claro), descubren un horror que bien podría acabar con la vida inteligente en el planeta. La crisis de la que deben salir victoriosos usando todo su ingenio y valor, se complica cuando se dan cuenta que aún existe un enemigo todavía más peligroso: el propio ser humano. Puesto que mientras hacen lo posible por revertir el peligro que tuvo su surgimiento en el Continente Negro, aparece la certeza de que el miedo y la intolerancia propios de nuestra especie, pueden ser tanto o más letales que aquello a lo que enfrentan. Por lo tanto la trama no solo trata sobre el lado más heroico de este grupo, sino que aborda el tema de nuestra tendencia a la violencia y que bien puede convertirse en nuestro peor enemigo. Como estamos hablando de una historia que si bien no olvida en el tapete lo peor de corazón humano, lo primordial es ensalzar las virtudes que encarnan los diversos personajes que aquí salen; por ende hacia el final solo a través de la verdad (La Verdad los hará libres, Evangelio según San Juan capítulo 8, versículo 32) y la confianza, es que por fin se logra superar la mayor tribulación de todas.
La segunda parte de este díptico en torno a la Liga posee varios momentos preciosos, como cuando el mismo Detective Marciano se queda solo en la aldea afectada, consolando a las víctimas. Asimismo resulta memorable la pequeña aventura de Acuaman y Flash en un submarino ruso. De igual manera la intervención de los superhéroes ya mencionados, aparte de varios más como Metamorfo, Zatanna y Canario Negro (¡Ídolas estas dos!) para repeler el caos que está ocurriendo en el mundo, debido al descontrol de los civiles, es algo que no deja de cautivar. Por último, la reunión de los superhéroes en la ONU, dando un verdadero ejemplo a los líderes del planeta, resulta ser un llamado final al raciocinio y a actuar anteponiendo al instinto primitivo, lo más noble de cada uno de nosotros.
Luego de casi dos seguidas grandes decepciones en materias de adaptaciones audiovisuales, de algunos de mis universos ficcionales favoritos (de Marvel con la serie televisiva Agente Cartery la semana pasada no más con Star Trek: Sin Límites), preferí no hacerme muchas expectativas con la película estrenada este año sobre la novela Cell de Stephen King. Teniendo presente que para su pesar ha recibido en general bastante malas críticas, he decidido mantener mi poca fe a lo que dicen aquellos que ni conozco y más si les pagan por ello; de tal modo que preferí hacerme mi propia opinión, sobre esta más reciente versión de una obra de mi querido escritor preferido.
Hace mucho que leí el libro, el cual fue publicado en enero de 2006 y de seguro lo hice en julio de ese año o al siguiente, luego de que me lo regaló mi comadrita Ledda para mi cumpleaños. Como mi memoria es tan frágil, la verdad es que poco recuerdo de él, si bien se quedaron en mi cabeza algunos de sus mejores momentos o detalles. En todo caso me atrevo a decir que para nada esta novela la encuentro entre las mejores de su autor, pero no le voy a negar que tiene varios puntos interesantes. Entre ellas, que viene a ser el gran gusto que se dio King de escribir un libro sobre zombies, algo que antes solo había hecho a través de su cuento Parto en Casa; pues este es fiel devoto del subgénero; de igual manera adora La Noche de los Muertos Vivientesde George Romero, a quien le dedicó su libro Christine y de quien se hizo amigo, siendo que además el director se encargó de realizar dos de las mejores cintas en base a su trabajo literario (Creepshow y La Mitad Siniestra).
No obstante estamos hablando del “Rey del Terror”, de modo que sus zombies tenían que poseer su sello característico, lo bizarro y la originalidad, de modo que su origen en Cell resulta ser algo por completo distinto: son el producto de una señal de origen desconocida, que al llegar por celular a todos quienes en un mismo momento usaron tal aparato, sufrieron una especie de formateo de su cerebro que los convirtió en criaturas violentas y sin raciocinio. Con posterioridad estos seres, en medio de un paisaje devastado tras todos los accidentes provocados el día de la catástrofe, comienzan a dar señales de comenzar a evolucionar como miembros de una mente colmena.
Debe saberse que Stephen King en más de una ocasión ha admitido no poseer teléfono móvil o celular, porque según él no le gustan estos aparatos. Por otro lado, al ser tales artefactos los responsables de este singular apocalipsis de la sociedad humana, bien es posible hallarnos con una crítica a esta dependencia por la tecnología, al transformarla en una necesidad de primer nivel cuando no hasta hace mucho los celulares eran solo propios de las historias de ciencia ficción.
El filme dirigido por Todd Williams, volvió a reunir a dos grandes actores dentro de los papeles protagónicos, John Cusack y Samuel L. Jackson, quienes ya antes habían trabajado juntos en otra adaptación de un texto de Stephen King (1408 de 2007). Por otro lado, curioso puede ser tener conocimiento de que John en su juventud hizo un breve papel en la alabada Cuenta Conmigo (1986), considerada entre las mejores realizaciones cinematográficas inspiradas en una narración de King.
En esta ocasión Cusack es un dibujantes de cómics, quien tras el evento con los celulares, realiza todo un periplo con la intención de hacer lo posible de reencontrarse con su único hijo, un pequeño de entre siete y diez años de edad, el cual se encontraba a kilómetros de distancia suya cuando sucedió la tragedia. En su trayecto, que también significa escapar de las hordas descerebradas, conoce al conductor de ferrocarriles eléctricos interpretado por Jackson, quien se convertirá en su amigo y principal aliado para enfrentar los nuevos peligros de este mundo puesto patas arribas. Estos dos conocen a otros sobrevivientes con los que llegan a cruzarse, entre los que destacan una muchacha cercana a los veinte años y un chico de extrema inteligencia, con los que los adultos llegan a encariñarse.
Image may be NSFW. Clik here to view. Si bien nunca llega a saberse el verdadero origen del pulso que ha causado todo, la trama podría considerarse dentro de los terrenos de la ciencia ficción, hasta que comienza a aparecer la siniestra y muda figura de una especie de demonio con aspecto de joven “normal”, si bien demacrado, con quien sueñan todos los sobrevivientes. Debe saberse que esta criatura se encuentra ligada al artista y además todo deja en evidencia que los mismos “locos del celular”, lo requieren a él, así como saben del paradero de su hijo.
Teniendo a tan destacados actores en el casting, no habría porque prejuiciarse respecto a la supuesta mala factoría de este largometraje. Se ha dicho que las actuaciones son malas ¿Cuáles? ¿Alguien osa decir que tanto Cusack como Jackson acá han hecho mal su labor? Pues para nada, incluso el histrión afroamericano nos regala uno de sus esperados monólogos, uno de hondo contenido religioso más encima, que denota el transfondo religioso de gran parte de la narrativa de S.K. Además sumados a estos personajes de renombre, se encuentra el también veterano Stacy Keach, quien acá toma el rol de un anciano y sabio director de escuela privada, por un breve tiempo el único de los paraderos donde los viajeros encuentran algo de normalidad; es así que su papel ensalza aún más esta vapuleada película injustificadamente. En cuanto a los personajes más jóvenes, la muchacha y el chico que en este caso toman gran relevancia, se encuentran tan bien realizados, que más de una vez llegan a emocionar sus intervenciones ante los acontecimientos dramáticos que se suceden, una y otra vez. El resto de los secundarios tampoco queda mal, por muy escasa que haya sido su intervención en el metraje.
Quien haya leído Cell,no puede olvidar su potente comienzo que corresponde a uno de los episodios más gores y espeluznantes salidos de la febril mente de su creador. Puesto que el guión corrió en parte del propio Stephen King, no se le quita el cuerpo a tan potentes páginas y la masacre con la que empieza todo es escenificada con esmero. ¡Incluso llegamos a ver al “loco del celular” que se echa sobre un perro para comérselo vivo! También aparece el cocinero loco que a diestra y a siniestra da tajos a todos con su gran cuchillo carnicero. Gente cayendo desde las escaleras y hasta aviones estrellándose son parte de la pesadilla a la que nos invita esta película. Por otro lado, al ser un filme de zombies (si bien sui generis) y conociendo el amor del escritor por el trabajo de George Romero, no podía faltar su homenaje a la famosa escena de desmembramiento y/o ataque grupal correspondiente a El Amanecer de los Muertos Vivos.
Si director, productores y demás responsables hubiesen querido recurrir a recursos facilistas, sin esmerarse en hacer algo artístico y que le quitara su dimensión más épica a la historia original, habrían filmado todo en estudios. No obstante varias veces se nos ofrecen diversos exteriores, ya sean de las calles desoladas producto de lo que ha ocurrido, como de preciosos paisajes naturales filmados con una cuidada fotografía, que son testimonio del viaje de los personajes hacia su destino. Asimismo, las muchedumbres zombies llegan a tomar un carácter de inmensas proporciones, ya que no estamos hablando de entes aislados o grupos pequeños, sino que nos hacen ver que estos actúan en manada y a veces llegando a ser miles reunidos entre sí.
Hay varios momentos que pueden ser considerados como los mejores logros de esta adaptación de Cell. Ya se ha mencionado el principio, no obstante a este se debe agregar cuando se rebela el estadio, en el que yacen por la noche en un extraño letargo las monstruosidades humanas y lo que luego sucede con estos, así como con nuestros protagonistas cuando deciden deshacerse de sus enemigos. De igual manera el segundo descubrimiento, de la evolución por la que está pasando esta nueva especie es aterrador, llevado a cabo con efectividad por Williams y compañía, lo que termina con una emotiva escena de despedida. Cuando el personaje de Cusack logra llegar hasta su meta, resulta difícil no impresionarse ante la inmensa muchedumbre de zombies que aparecen, actuando tal cual lo que estos representan como símbolo de lo que podemos llegar a ser: prisioneros de nuestros instintos, del amor al materialismo y que en masas actuamos como bestias y sin sentido (tal cual las “barras bravas” del fútbol o los seguidores fanáticos de ideologías).
Se trata de un filme que se torna bastante en serio todo, partiendo por su falta de humor y en especial ante la encrucijada por la que pasa el padre protagonista, quien carga con la culpa de no haber disfrutado a su hijo como correspondía, ni a su esposa; no habiendo estado además con ambos cuando se desató el Infierno en la Tierra. De igual manera, la soledad y hasta orfandad de los personajes más jóvenes, incluyendo al rol del maquinista, los humaniza por cuanto no solo las extraordinarias circunstancias los unen, sino que mientras llegan a estar juntos se transforman en una verdadera familia.
Quizás el único defecto que le veo a esta película (y el cual se lo perdono en todo caso), viene a ser su final ambiguo, que no deja claro qué pasó en realidad con el personaje de Joan Cusack. No obstante no haré spoilers y dejaré que cada uno haga interpretaciones sobre qué le pasó en realidad. Después de todo, si nadie es perfecto, una peli tampoco debe serlo para conseguir entretenernos ¿No?
La segunda serie dedicada al “Hombre vivo más veloz del mundo”, The Flash, fue sin dudas uno de los grandes estrenos de octubre de 2014 en la televisión. Ello gracias a potentes guiones, personajes carismáticos, efectos especiales que para nada le deben envidiar a las grandes producciones hollywoodenses y en general una primera temporada solvente de principio a fin (algo que bien le faltó en su momento al programa que le dio la oportunidad de crecer: Arrow).
Pues tras el emotivo desenlace que abrió la puerta al llamado Multiverso, con la posibilidad de (52) tierras distintas, la introducción del también importante concepto de la Fuerza de la Velocidad y más encima la heroica muerte de uno de sus queridos protagonistas, la vara estaba bastante alta para sus creadores… ¡Y bien que lograron superarse a sí mismos en este segundo año de vida.
Si el gran villano fue toda una sorpresa, en la medida que se fue descubriendo capítulo a capítulo su verdadera naturaleza, el de esta ocasión no podía quedarse atrás. Teniendo en cuenta que tanto el Flash Reverso (el “malo” de la primera temporada) y Zoom en el cómic en la práctica usan el mismo traje, con los colores invertidos del Velocista Escarlata, los responsables tuvieron la genial idea de diferenciar a uno del otro por medio de su aspecto; de este modo Zoom parece utilizando una prenda negra, casi orgánica y una máscara aterradora que le otorga un semblante o bien fantasmal o bien demoniaco. Por otro lado, tal como queda consignado en los episodios, Zoom es mil veces mucho más peligroso y poderoso que el anterior rival.
En las historietas fue a través de la famosa (y preciosa) novela gráfica El Flash de dos Mundos de los sesenta, que se usó por primera vez en DC la idea de que existen alternadamente a nuestro mundo otras Tierras, con sus propios habitantes y en muchas ocasiones reflejos más o menos parecidos o distorsionados de sus superhéroes (lo que dio paso en los ochenta a los recordados elseworlds,sobre versiones alternativas de estos mismos: un Superman y un Batman medievales, una Liga de la Justicia compuesta por los animales evolucionados de la famosa novela La Isla del Doctor Moreau, etcétera). En esta antológica narración Barry Allen conoce al Flash de la Edad Dorada, Jay Garrick, a quien consideraba ser solo un personaje de ficción de los cómics que adoraba de niño y debido a quien se puso tal nombre de batalla. Pues a partir de dicha aventura, fue posible saltar de un mundo a otro, habilidad que por mucho tiempo solo poseían ambos Flash, debido a su capacidad para vibrar de tal manera que pudiesen abrir portales entre un lugar y otro.
De este modo a través de la segunda temporada, los viajes a Tierra-2 se hacen parte importante del argumento central. De este sitio llega nada menos que el propio Jay Garrick, uno de sus grandes agregados. Asimismo aparecen un montón de villanos, entre los que destacan Killer Frost, la asesina metahumana con poderes sobre el hielo y quien resulta ser nada menos que el doble negativo de la adorable Catlin Snow, importante amiga y aliada de Barry (espero que no se les ocurra hacer que la de Tierra-1 se vuelva malvada… ¡Que no se los perdono!). De igual modo aparecen versiones malignas de nada menos que de Cisco y de su hermano, también venidos desde el otro lado, aunque la verdad es que me parece que son personajes inventados para esta serie, así como muchos otros que aquí se presentan.
Quien también resulta ser bastante conocido, como villano clásico y su contrapartida femenina de superheroína, viene a ser el Doctor Luz. No obstante los guionistas optaron porque el género de este personaje fuese femenino. Su traje resulta ser muy similar al de los cómics y eso resulta ser un gran contento, porque en algunas ocasiones los villanos apenas usan un atuendo parecido al de sus símiles comiqueros, tal como sucede con el Mago de Tiempo, la Tortuga y el Flautista, quienes les quitan con su apariencia “normal” toda imagen propia del género (bien podríamos decir que este es el único aspecto que mejoraría de la serie: más villanos con indumentaria propia de las historietas).
Un villano clásico de Flash que vuelve a aparecer y que esta vez incluso llega a poseer un mejor episodio que en su debut, viene a ser nada menos que Gorila Grodd. Es así que usando sofisticados efectos especiales, que hoy en día la pantalla chica se puede dar tal gusto, la manera de cómo lo llegan a recrear resulta más que convincente, si bien siguen haciendo que se comunique vía telepática y no hablando, algo que ojalá en su próxima participación corrijan. No obstante lo más genial de este episodio, es que hacia su final llegamos a vislumbrar… ¡Ciudad Gorila! Con ello se abre la posibilidad de un montón de historias, con las que podamos llegar a conocer esta avanzadísima sociedad primate.
Gorila Grodd no es el único monstruo que aparece en esta genial segunda temporada, pues también podemos ver (y con bastante detalle) a Rey Tiburón, una criatura híbrida humanoide de entre tres y cuatro metros, que se ve increíble en pantalla.
Otra grata sorpresa en calidad de monstruos (algo que difícilmente veríamos en Arrow), viene a ser Tar Pit, un metahumano con la apariencia de una mole de brea viviente. En su introducción conocemos su desgraciado origen y luego su “resurrección” motivada por el clásico tema de la venganza. Pues en las revistas este ser resulta ser muy propio de las viejas revistas pulps, bastante atractivo en su monstruosidad, y embargo el espectador sabedor de cómics cuando lo ve por primera vez, bien puede llevarse una decepción (pues lo muestran como otro sujeto con superpoderes más)…Hasta que en su confrontación final nos regalan con su otra apariencia, calcada a la de los cómics.
Presentado como todo un psicópata, Trickster, interpretado por el actor de culto Mark Hamill ya en la serie antigua, una vez más volvió a deslumbrar gracias al talento de Hamill (cabe recordarse que su reintroducción en la primera temporada, fue uno de los grandes hitos de ese año en la historia de la televisión). Ante su segundo regreso, ojalá podamos tenerlo pronto de vuelta y con muchos más. Por otro lado, este segundo capítulo suyo dio paso a que apareciera una formación de los llamados rouges, los villanos clásicos de Flash, siendo todo ello otra satisfacción para el fanático deceísta (pues esta vez tuvimos junto a Trickster, al Brujo del Tiempo y, en cierta medida, a Capitán Frío).
Tal como se dijo más arriba, en las viñetas Flash conoció a su símil de Tierra 2 y se hicieron muy buenos amigos (con posterioridad en el universo postcrisis Jay Garrick, ya mayor, aunque completamente activo, convivía con Barry y los suyos, al igual que otros superhéroes de la Edad de Oro y quienes como él, debido a un evento místico envejecían lentamente). Por lo tanto en el programa Jay Garrick no podía faltar y acá se transforma en uno de los secundarios más llamativos. Su traje (menos mal) resulta ser bastante acorde al de las historietas, con un aspecto vintage propio de la década de los cuarenta (años de sus cómics originales), que además muy inteligentemente decidieron darle en su diseño a toda Tierra 2 (ya que en más de una ocasión, se puede apreciar bastante este lugar).
La temporada anterior, uno de los personajes más sobresalientes fue Harrison Wells, el genio científico que se convirtió en el primer maestro del novicio Barry Allen. No obstante luego de que se reveló la identidad real de este hombre y sus verdaderas intenciones, el mayor conflicto del programa por aquel entonces comenzó a avanzar, hasta otorgarle algunos de sus mejores momentos. Cabe mencionarse que el trabajo del actor a cargo de Wells, fue quizás el mejor desempeño actoral de su casting (sin menospreciar a los demás). Por ende, tras dejarnos con la idea de que no volveríamos a ver ni a Wells, ni a Tom Cavanagh (su intérprete), esta segunda temporada nos dio la grata sorpresa de presentar al Harrison Wells de Tierra 2 y quien se conviertió en uno de los personajes principales. Es aquí que una vez más el talento de Cavanagh se hace ver, al hacer que este otro Wells sea alguien bastante diferente del anterior (y como siempre, sus intervenciones sean un verdadero placer).
Un guiño bastante interesante a las historietas de DC, viene a ser que el Barry Allen de Tierra 2, quien para nada es un velocista, ni posee alguna otra superhabilidad, tiene un teléfono en su casa con botones para llamar específicamente a ciertas personas: Bruce (por Bruce Wayne, Batman), Hal (en relación a Hal Jordan, el más famoso Linterna Verde y uno de los mejores amigos de Barry en los cómics) y Diana (nada menos que la princesa amazona Diana de Themyscira, la Mujer Maravilla). Ahora bien, también hay un botón para un tal Eddie, pero no lo reconozco. De igual manera en más de una ocasión se habla de que en Tierra 2 se puede viajar a Atlantis y a su vez Jay Garrick dice que uno de sus mejores amigos es de allá (en atención a Acuaman).
Entre los grandes hechos extraordinarios que aquí aparecen, se encuentran los llamados Espectros del Tiempo, que la verdad ignoro si son de las historietas o una idea original del programa. Pues estos seres de apariencia bastante fantasmal y aterradora, vienen a ser una inclusión “distinta” dentro de los guiones del programa, ya que ni buenos, ni malos en el sentido convencional de la palabra, sí resultan de temer como fuerzas vengadoras de quienes intervienen en el flujo normal del tiempo (y bien sabemos que Flash de vez en cuando hace esto).
Siendo que por lo general la muy famosa y extensa galería de villanos de Flash, no corresponden a sujetos con poderes sobrenaturales (ya que los místico no es el tema de sus aventuras, si bien tiene una que otra genial historia al respecto), el primero de los dos crossover con la serie sobre el Arquero Esmeralda, tiene como villano a nada menos que Vándalo Salvaje, un inmortal. Ahora bien, en realidad sus poderes en el cómic no son de este tipo, pero acá hicieron una interesante variación y ello fue para reforzar las primeras apariciones de Mujer Halcón y Hombre Halcón, por quienes optaron usar sus variantes mágicas (los trágicos amantes egipcios que se reencarnan una y otra vez). El episodio concluye en Arrow y ello permite ir formando el escenario para el nuevo spin-off titulado Legends of Tomorrow, al cual se van unos cuantos personajes de The Flash y Arrow.
En el transcurso de la primera temporada llegamos a conocer a otro superhéroe clásico, Firestorm, pues en esta ocasión sale Firestorm II, el cual también se va al elenco de la serie recién mencionada. Lo interesante de este otro justiciero nuclear, es que uno de los dos humanos que lo componen (ya que Firestorm es la suma de la fusión de dos personas) es de raza negra y es el que en la actualidad podemos encontrar en las revistas de DC. Pues de todos los personajes afroamericanos de esta serie, Jefferson “Jax” Jackson es el único cuya raza no fue cambiada de adrede, para ser más “políticamente correctos”. Ahora bien, al final les salen tan bien estas modificaciones, que todo eso viene a ser un detalle sin importancia, aunque no voy a negar que encontré tirado de las mechas hacer que Irist West fuese morena (así que imagínense, cuando en esta temporada llegamos a conocer a Wally West, quien luego tendría que ser Kid Flash o Flash II, por supuesto que resulta ser de la misma raza y ya no es el sobrino de Iris… ¡Si no que su hermano menor!). Como siempre mi “malestar” al respecto, es porque muchas veces estos cambios me parecen forzados (y solo los hace DC en sus producciones audiovisuales, ojo, que no Marvel) y para qué hacerlo si tienen sus propios personajes de valor afroamericanos y que lamentablemente apenas han sabido sacarles provecho.
Una futura superheroína que se supone llegará a aparecer en próximas temporadas del programa, viene a ser la velocista Jessie Quick. Pues como en The Flash acostumbran a cambiar los “orígenes secretos” de los personajes, acá le dan una génesis e identidad bastante interesante. De este modo, cabe esperar (con ansias) saber más de esta atractiva superheroína.
Otro personaje femenino de gran peso, que en esta ocasión hace su debut, viene a ser la preciosa y encantadora Patty Spivot, una agente de policía que se convierte durante un tiempo en la dueña del corazón de Barry.
Conocido por los fanáticos de los cómics y en especial de Flash, es que el actor que hace del padre de Barry, encarnó al Velocista Escarlata en el show televisivo de los noventa. El personaje interpretado por John Wesley Shipp, la verdad es que fue desaprovechado en esta segunda temporada, lo que se evidencia cuando se esperaba que ahora por fin en libertad (tras comprobarse que no había sido el asesino de su esposa y la madre de Barry), apenas apareció en pantalla. No obstante en el último y formidable episodio, lo vemos de una manera muy significativa, usando un traje que recuerda muy bien al que llevaba en su época de justiciero televisivo.
Como era de esperarse, hay muchos momentos de gran emotividad en esta segunda temporada, así que el futuro espectador debe estar atento a este bombardeo de emociones que trae consigo. Sin querer caer en el spoiler, mencionaré brevemente dos: primero la breve, aunque maravillosa, reaparición del personaje que murió al final de la temporada anterior. Su monólogo resulta memorable y hace extrañarlo más que nunca dentro de los protagonistas. Luego, aún con mayor carga emocional, viene a ser cuando Flash queda atrapado en la Fuerza de la Velocidad y allí debe pasar por una verdadera prueba espiritual para seguir siendo “El hombre vivo más veloz del planeta”. En este bellísimo capítulo, llegamos a conocer más de este sitio y en él Barry se encuentra con sus “habitantes”, quienes toman la forma de sus seres más queridos para hablar con él (un recurso habitual en las historias de ciencia ficción y fantasía, como también lo podemos hallar en Contactode Carl Sagan y con los llamados Profetas de Viaje a las Estrellas: Abismo Espacial 9). Es así que el último de estos seres que entabla conversación con nuestro superhéroe, toma la forma de su madre y resulta difícil no lagrimear un poquito durante tal escena.
El sentido de la familia, la amistad y la lealtad, la culpa, el perdón y la redención continúan siendo temas caros a los guiones, lo que se refuerza gracias a la importancia que se le da en ellos a las relaciones interpersonales. Queda de manifiesto que la idea de familia va mucho más allá que la consanguineidad, sino que ella está formada por todos aquellos que hemos escogido como parte relevante de nuestras vidas. De igual manera, queda de manifiesto en esta serie, que la única manera de llegar a la plenitud es asumiendo nuestro papel en el mundo. Por esto y más, The Flash es un programa lleno de valores y que invita a la reflexión, independientemente de toda la entretención que nos puede dar.
La escena final del último episodio, nos deja como promesa que la tercera temporada estará inspirada en los acontecimientos de la miniserie Flashpoint. Pues tal como en esta novela gráfica, acá Barry Allen vuelve al pasado para cambiar un importante hecho de su vida y con ello, sin proponérselo, causa una línea alterna de tiempo devastadora. Veamos cómo retratan todo esto a partir de octubre de este año, cuando comiencen los nuevos capítulos.