El 18 de marzo recién pasado se estrenó por Netflix la esperada segunda temporada de uno de sus mejores programas originales, Daredevil, que tal como sucedió el año pasado contó con trece episodios, lo que se estrenaron el mismo día para contento de sus seguidores. Es así como gracias a este regreso televisivo del llamado Hombre sin Miedo, los espectadores no solo pudimos reencontrarnos con este, sino que también con los otros personajes principales, que aquí no solo son un apoyo para el protagonista, sino que su peso dentro del programa les otorga en la práctica un mismo nivel de relevancia que al justiciero; de este modo a los por igual heroicos y carismáticos amigos de Matt Murdock, la hermosa Karen Page y su incondicional amigo Foggy Nelson, los guiones desarrollaron más que nunca en todo el tiempo que les dedicaron. Cabe mencionarse que siendo la heroicidad de estos dos mucho más real, que la posibilidad de un vigilante con superpoderes, hacen de la relación entre los distintos miembros del trío protagónico, uno de los puntos fuertes del programa. Asimismo regresan varios de los secundarios que ya conocimos con anterioridad, quienes una vez más se toman la pantalla, con más de un inesperado regreso que incluye sorpresas varias con toda la participación que llegan a tener. Por otro lado, se incorporan al show dos nuevos personajes que se convierten en un gran aporte para la trama central, quienes además ganan su propia importancia; su integración permite que la trama se vaya acomplejando cada vez más y de paso que el universo Marvel vaya tomando forma dentro de sus episodios. Esto último, pues se trata de otros dos personajes icónicos de los cómics marvelitas, Elektra y el Castigador, quienes sirven tanto de contrapartidas del superhéroe, como de nuevos focos argumentales; asimismo su propio rol dentro de las ficciones de la Casa de las Ideas, con sus colecciones dedicados a ambos, hizo que los guionistas no olvidaran dicho detalle y los convirtieran en coprotagonistas por derecho propio en lo que viene a ser este Daredevil televisivo.
El episodio número uno ya en sus primeros minutos nos muestra al diablo de Hell`s Kitchen, convertido en un superhéroe consagrado en su papel de defensor de la justicia; lo mismo viene a suceder con su faceta de civil, junto a sus dos compañeros, haciendo de abogado con fines filantrópicos. De este modo hasta el momento la vida de Matt estaba supuestamente plena, hasta que aparece el primer punto negro que le vuelve a complicar la existencia. Pues una serie de muertes violentas, que solo incluyen entre los occisos a pandilleros con un buen prontuario policial, acapara la atención de la gente y por ende de Murdock. Es en todo esto que se encuentra detrás de la matanza la figura de Frank Castle, antiguo héroe militar quien tiene sus buenas razones para deshacerse de todo criminal sin misericordia. De este modo entran en conflictos dos visiones por completo distintas de la justicia, ya que Daredevil por mucho que use con dureza sus habilidades contra los maleantes no los mata, pues cree firmemente en el código que defiendo tanto como vigilante, como abogado (lo que incluye tanto el perdón, como la posibilidad de resarcirse por parte de los delincuentes, algo muy de la mano con la fe católica que abraza el justiciero). De este modo la contienda entre Daredevil y quien más adelante recibirá el nombre de el Castigador se hace inevitable; no obstante poco a poco comienza a ser revelado el pasado de este último hombre, así como su propia humanidad, de modo que entre ambos guerreros nace una especie de respeto que les permite entenderse pese a todo. Por otro lado, la encantadora Karen llega a conocer en una dimensión aún más cercana a Frank, más todavía por el hecho de que Murdock & Nelson, para quienes trabaja la dama, se deciden a representarlo ante la ley.

El drama que lleva al Castigador a usar métodos tan drásticos contra la escoria de la humanidad es bastante conocido, incluso por quiénes no leen cómics. Este personaje apareció por primera vez en 1974, en las revistas de Spiderman, donde hizo de antagonista suyo, ya que creía que el Trepamuros era un delincuente más al que se debía cargar. Tras solucionado el problema con Spidey y ante el éxito del personaje entre los lectores, se le hizo deambular entre otras revistas de Marvel, en especial en las del Arácnido y con quien incluso luego llegó a ser aliado. En los ochenta consiguió sus primeras miniseries y con posterioridad varias series regulares, que le han permitido contar con algunos de los mejores artistas del medio para realizar sus historias, además de hacerlo intervenir en varios de los momentos claves del universo marvelita (como en la famosa Guerra Civil, donde resulta imposible olvidar la viñeta donde sale con un Spiderman herido de muerte y en sus brazos para llevarlo a salvo donde sus compañeros). Su popularidad se puede apreciar por el hecho de haber tenido dos recomendables crossover con nada menos que Batman, de la compañía rival DC, siendo que el primero de ellos fue con Bruce Wayne como el Murciélago, mientras que el otro fue batallando codo a codo con Batman-Azrael, cuando Bruce estaba paralítico y era reemplazado por el psicótico Jean Paul Valley (ambos de 1994). Por otro lado, en la ya clásica serie animada sobre el Cara de Red de los noventa, tuvo gran participación en varios episodios. No obstante su popularidad es evidente por el hecho de contar con tres películas para el cine, hechas en distintas épocas y todas ellas con actores diferentes interpretándolo (1989, 2004 y 2008). Cabe mencionar que la primera, con el rubio Dolph Lundgren haciendo de él durante el peak de su carrera, si bien no mala, resulta ser una versión demasiado libre de sus cómics; además para los puristas de la historieta fue imperdonable, que no saliera con su característica prenda en el pecho de color negro y con la calavera dibujada en ella. El segundo filme aún mucho mejor dio más en el gusto de los ñoños, puesto que tomó varios personajes de la historieta y artísticamente hablando quizás logra estar mejor hecha, en especial por su aire de western citadino que la hace tan divertida; por otro lado, el guapo Thomas Jane al ser un verdadero actor de carácter, realizó lejos un mejor trabajo que su antecesor, otorgándole mayor humanidad al antihéroe. El tercer filme con Ray Stevenson, tampoco despreciable, a la fecha ha sido la única cinta del Castigador en poseer a uno de los villanos del cómic y que además viene a ser un rival constante para Castle: Jigsaw. Sin embargo para muchos el mejor de los Castigadores de carne y hueso, fue el realizado por Jane, quien volvió a hacer de él en el más que recomendable cortometraje Dirty Laundry, considerado incluso aún superior a todo lo visto en su trilogía; asimismo el actor de la comedia televisiva Hungse encargó incluso de dirigirla, con estupendos resultados. Existe una película animada que lo tiene de protagonista junto a nada menos que la Viuda Negra, con quien en los últimos años se le ha emparejado y que data de 2014, Avengers Confidential; ninguna obra maestra, no obstante entretenida y con varios superhéroes marvelitas invitados.
Volviendo al Castigador de la serie Daredevil, pues este se encuentra bajo los hombros del varonil Jon Bernthal, a quien lo vimos como Shane en las dos primeras temporadas de The Walking Dead. Tal como ya lo hizo en el programa recién mencionado, su trabajo acá resulta más que convincente, interpretando a un Frank Castle duro como era de esperarse, el que además no deja de emocionar cuando la sensibilidad termina por ganarle (su monólogo frente a Daredevil a mediados de la temporada es sobrecogedor). Como la idea de esta temporada era la de introducirlo, conociendo además su génesis, solo al final tal cual sucedió con el propio Murdock, se le puede ver vistiendo su prenda típica. Por otro lado, es muy probable que el Castigador tenga su serie propia en Netflix y mientras ello se concretiza hay seguridad de que volverá en Los Defensores, miniserie con la que pretenden reunir en televisión a Daredevil, Jessica Jones, Luke Cage (pronto a estrenar su serie) y Puño de Hierro, que aún está en preproducción.
Tras la introducción del Castigador como supuesto rival de peso para Daredevil, en esta segunda temporada y cuando se creía que no volveríamos a saber de Frank Castle, aparece Elektra, la antigua pareja de Matt Murdock y con quien no se separó en las mejores condiciones. Pues la dama vuelve a Nueva York para solicitar la ayuda de su antiguo amado, lo que por un lado revoluciona los sentimientos del Hombre sin Miedo, quien por entonces tenía otros planes amorosos; además lo incluye en su guerra personal contra quienes desean aprovecharse de sus vastos recursos económicos; no obstante esto último resulta ser una preocupación insignificante, cuando entra en escena una antiquísima organización mística y criminal, con la que Elektra lamentablemente tiene relación. Ante todo esto era inevitable que el justiciero se involucrara, lo que lleva la temporada a un nuevo arco argumental, que esta vez concretiza la dimensión sobrenatural que algo se esbozó el año anterior.
La figura de Elektra Natchios sirve como contrapartida de la dulce Karen Page, puesto que la personalidad de ambas difiere por completo, siendo la guerrera millonaria una verdadera “chica mala”, algo que en un hombre de altos valores como Matt Murdock provoca más de una crisis. Los flashbacks realizados para representar el pasado de la pareja, dejan más que claro las características de su amorío y tras el desarrollo de todo lo que implica el reencuentro de ambos, demuestra sin dudas que pese a sus diferencias son almas afines. El romance de los dos posee sin dudas connotaciones de tragedia griega, siendo este episodio en la vida de Daredevil uno de los momentos claves a la hora de definir al personaje.
Tal como el ya citado Castigador, Elektra nació para los cómics en una época prodigiosa dentro de este arte, puesto que en ella se introdujeron los primeros personajes que rompían los antiguos moldes que separaban a los héroes de los villanos; de este modo salieron sujetos que sin ser malvados cometían actos atroces, por razones mucho más complejas que las vistas hasta ahora, así como otros que las circunstancias los forzaban a demostrar heroicidad, si bien sus intenciones originales no eran por completo humanitarias. Todo fue entre los setenta y los ochenta. Fue cuando aparecieron los antihéroes, entre los que podemos encontrar a Wolverine en sus comienzos. Pues en cuanto a la experta en artes marciales, fue gracias a Frank Miller que la pudimos conocer en 1981, a quien la potenció de inmediato, si bien sus planes originales era hacerla desaparecer pronto de las revistas dedicadas a Daredevil, donde tuvo su debut. No obstante quien tal vez sería uno de las mejores creaciones del autor de Sin City, de inmediato conquistó el corazón de lectores y editores, quienes se negaron a que desapareciera y es así como en contra de la voluntad de Miller su “hija” se quedó para siempre en el universo Marvel. Era de suponer que la chica griega (que en la serie de televisión de helénica solo tiene el apellido) pronto alcanzaría el estatus suficiente como para ganar sus propias historias. En cuanto a adaptaciones audiovisuales que la incluyen, tan solo ha tenido dos hasta antes de salir en la segunda temporada de Daredevil, puesto que fue la coprotagonista de la única cinta para el cine sobre el Hombre sin Miedo, que se hizo en 2003; un año después queriendo aprovecharse del relativo éxito del filme mencionado, tuvo su propia película, con la misma bella actriz interpretándola (Jennifer Garner), puesto que era una continuación directa del anterior largometraje; lamentablemente fue un fiasco y hasta ahí quedaron los sueños de realizar secuelas.
La Elektra de la serie no difiere mayormente de la que la inspiró, si bien como ya se dijo no es de herencia genética europea, sino oriental; esta misma ascendencia suya hace que la actriz que la interpreta, quien destaca bastante en su trabajo, se vea demasiado delgada para el gusto de los fanáticos más acérrimos de los cómics, quienes esperaban (o más bien esperábamos) una mujer más curvilínea como bien lo era la Elektra de la Garner. Como pareciera ser habitual en la serie de Daredevil, solo en el último capítulo cuando se define por completo su personaje, es posible verla con un traje medianamente parecido al de los cómics, puesto que antes solo utilizaba uno improvisado.
Como era de esperarse en Daredevilse hace más de una mención a Jessica Jones, del programa homónimo, primero de forma indirecta y luego directamente. También se hace referencia a Luke Cage. No obstante la mayor sorpresa que depara este segunda temporada, respecto a los acontecimientos y personajes de la serie sobre la ex superheroína convertida en detective, viene a ser cuando hace su inesperada aparición uno de sus protagonistas; esta intervención si bien fue breve, al menos ayudó a consolidar la idea de un mismo universo al que pertenecen todas estas ficciones, mientras esperamos la concretización de la ya mencionada Los Defensores. Por cierto, en una breve escena se ve el afiche de una ficticia película titulada El Regreso de los Gladiadores (en español dentro del episodio), siendo que justamente uno de los dos hombres que aparece en el póster, es igual a un antiguo personaje de Marvel y llamado nada menos que Gladiador, relacionado con el mismísimo Daredevil ¿Simple homenaje, guiño para los más nerds o acaso una promesa de su próximo debut en el programa?
El final de temporada estuvo a la altura del año pasado, como mucha acción y emociones en un solo capítulo. Antes de todo este frenesí de sucesos muchas cosas pasan, entre las que se incluye el regreso de tal vez el mejor personaje de la primera temporada (¡Adivinen quién!), lo que le otorga a este ya segundo año de calidad algunos de sus mejores momentos.
Si bien aún no veo Agente Carter (que espero hacerlo lo más pronto posible) creo con humildad que la serie televisiva de Daredevil sigue siendo lo mejor en género superheroico y correspondientes a los producidos en imagen real; esta afirmación debido a varios factores que implican argumentos adultos y hechos con bastante seriedad, apoyados por personajes de gran carisma (entre héroes y villanos) e interpretados por estupendos actores, además de una producción que no le debe envidiar a las mejores cintas de la pantalla grande.