3.1. De qué va todo en pocas.
La segunda historia que forma parte de la colección de novelas cortas de Stephen King Cuatro después de Medianoche,corresponde a Ventana Secreta, Jardín Secreto. Esta obra “marca las dos”, siguiendo el horario de madrugada que le dio su autor a todos los textos que componen este volumen, a manera de relatos ideales para ser contados y/o leídos en una jornada nocturna. Además, en la versión dividida en 2 tomos de la antología, forma parte del primer libro titulado justamente Dos después de Medianoche.
Poco más breve que su predecesora, se trata de una novelette en tono más de triller y en una primera instancia mucho más realista que Los Langolieros (y que las otras que le siguen, puesto que implica un acoso, una serie de asesinatos, una investigación más o menos policial), aunque luego el autor nos sorprende en el largo epílogo con un giro inesperado, que lleva a la dimensión sobrenatural la obra.
El argumento gira en torno a un (otro) escritor que es acusado por un misterioso hombre de plagio. Quien lleva a efecto la acusación, solo la realiza cuando él y el supuesto “ladrón” se encuentran sin nadie más, lo que complica más al escritor, un novelista exitoso; de tal modo, vez que este se le aparece, el protagonista no puede estar más expuesto a su merced. No obstante, el demandante solo quiere que su entuerto quede entre los dos y por esa misma razón el artista cree que podrá sacarla fácil, sin tener que involucrar a nadie. No obstante esto es para peor, puesto que el hombre resulta ser un verdadero psicópata y la vida de quienes lo rodean se encuentra en peligro. Los intentos de remediar el asunto parecen ser fútiles, frente a la verdadera fuerza que viene a ser el extraño hombre.
Por cierto, el protagonista antes de dar término a su matrimonio, vivía en Derry, nada menos que la misma ciudad en la que transcurren los acontecimientos de It; como en algunos momentos este debe regresar a su antiguo hogar, parte de la narración se traslada a dicho lugar para regocijo de los lectores contantes del “tío Steve”.
3.2. Conócete a ti mismo.
Mientras el protagonista se ve metido en sus intentos de deshacerse del acosador, quien supuestamente tiene razones de peso para no dejarlo en paz, va envolviendo a quienes lo rodean en su crisis, entre gente de su pasado y otras con las que comparte en la actualidad, cada una de ellas con un lugar determinado dentro de su existencia. Todo esto hace que el escritor comience a revisar su propia existencia, en lo que concierne a su divorcio y su carrera profesional: vida privada y vida pública se encuentran unidas y el tipo se va dando cuenta de que ambas están interconectadas, puesto que éxitos y fracasos son frutos de la misma persona. De este modo, nos encontramos con un viaje interior de autoconocimiento y el cual, en todo caso, no se da con el carácter positivo propio de este tipo de circunstancias, puesto que el personaje no llega a crecer espiritualmente como se acostumbra en estos casos, sino que va cayendo en una espirar de perdición.
Mort Rainey, el protagonista, es un hombre que no ganaría una competencia de simpatía, la verdad. Tiene demasiados esqueletos en el armario, algunos de ellos los ha bloqueado por completo y por esa misma razón el nuevo problema en el que se encuentra, lo lleva a descubrir cosas de él que ignoraba. No obstante, en contra de la idea de que “la verdad nos hará libres”, lo que descubre Mort no se convierte en algo positivo para él, sino que viene a ser más bien una Caja de Pandora, que termina por condenarlo. Queda claro, entonces, lo cierto del dicho que afirma que “ojos que no ven, corazón que no siente”.

Por todo lo anterior, el nombre del cuento que supuestamente plagió Mort, así como de esta misma novela corta (y que más encima tiene relación con un episodio de su vida), tiene relación con aquello que conscientemente o no, escondemos de nosotros mismos y de los demás. Los secretos que (nos) guardamos, aquellos que pueden destruirnos si son revelados están presentes en esta obra, donde la “ventana” es el medio por el cual miramos el pasado que intentamos ocultar y el “jardín” nuestra interioridad, que bien cuidamos o bien descuidamos para que la maleza lo afee.
3.3. El escritor una vez más como personaje simbólico y recurrente.
Autores como King escriben sobre lo que conocen y qué mejor dominio al respecto, por parte de suya, que su propia experiencia como autor y con sus colegas. Es así que muchos de estos últimos abundan en varias de sus ficciones, desde sus primeras novelas publicadas (El Resplandor y Salem´s Lot). Por otro lado, estamos viendo al artista como a un sujeto sensible por naturaleza, con un tremendo mundo interior, que le sirve para representar varios aspectos interesantes de nuestra humanidad: Detrás de toda persona dedicada a crear belleza y/o diversión, existe un mundo de posibilidades que tienen que ver con nuestros propios sueños y pesadillas; con los demás también sucede lo mismo, pero quien se dedica al arte permite a gente como King para demostrar la fragilidad humana, con todas sus alegrías y miserias, que como personas sensibles pueden dar pie un sinnúmero de posibilidades.
En cuanto al protagonista de esta “novela corta”, se trata de un sujeto errático y lleno de taras. Por lo tant,o no estamos frente al artista como un ser luminoso y con más virtudes que defectos (a diferencia de otros personajes suyos), sino que de alguien que a lo largo de esta historia, se muestra como alguien solo preocupado de sí mismo, sin mayores lazos afectivos con los demás y con la personalidad histérica o narcisista que abunda en muchos autores y personas de considerable inteligencia (que emocional no). Con posterioridad, vemos que mucho de lo que le sucede a Mort, es fruto de sus propias decisiones y acciones; por esto mismo, la responsabilidad e irresponsabilidad, se suman al peso de la culpa para llevar a Mort hasta su fracaso como individuo.
3.4. El poder de la literatura.
Habitual en la narrativa de nuestro autor es la el tema de la obra literaria, como pieza fundamental en la vida de los seres humanos, tanto como medio sano de entretención, como recurso de inspiración y de belleza para quienes saben gozar con ella (recordemos, tal como se puede observar más arriba, que por algo hayamos tantos escritores en sus títulos). Basta tan solo con recordar novelas suyas como Misery o su cuento Urpara dar cuenta de ello.
Se puede afirmar que lo único que tiene Mort, realmente valioso de sí mismo, viene a ser su capacidad para crear historias; la misma gente que lo aprecia es debido esta capacidad suya, puesto que amigos no tiene. Por otro lado, solo sus narraciones podrían llegar a sobrevivirlo, que tampoco tiene hijos.
Como gran homenaje a las historias que solo pretenden divertir a la gente (algo para nada deleznable), Mort publicó uno de sus cuentos en la popular y tradicional revista policial de Ellery Queen. A través de ello el amante de la literatura que es el mismo Stephen King (por cierto, alguien con un gran conocimiento al respecto), le otorga a la trama de esta obra uno de sus aspectos más interesantes, cuando se va desenvolviendo el origen del texto por el cual se culpa a Mort de “ladrón” y es cuando esta misma revista, toma un protagonismo especial dentro de sus acontecimientos.
De igual manera, la especial naturaleza del acosador de Mort, se encuentra profundamente ligada al papel de la fabulación en nuestras vidas: lo que sucede cuando creemos con todo nuestro corazón, que este arte es lejos mucho más que meras ficciones.
3.5. El epílogo.
Como es habitual en las novelas de Stephen King, luego de sus impactantes desenlaces viene un largo epílogo y en el cual no falta la interesante información sobre qué pasó luego de que el protagonista (o los protagonistas), ha tenido su último enfrentamiento a la fuerza rival (unas veces venciéndola…otras siendo derrotado).
Este epílogo sirve para hacer una inesperada revelación sobre Mort y su enemigo ¿Quién es este en realidad? Mejor que uno lo descubra por sí mismo. Credulidad y verosimilitud deben ir de la mano, para que un lector pueda aceptar razones como la que aquí se exponen, que por algo estamos hablando de una obra del llamado “Rey del Terror” (que para hechos por completo realistas, mejor leerse o ver las noticias ¿No?).
3.6. La película.
Estrenada en el año 2004, fue dirigida por David Koepp, siendo esta su tercera incursión detrás de las cámaras, tras su destacada carrera como guionista (responsable del libreto de varios filmes de Steven Spielberg, como Jurasick Park y La Guerra de los Mundos y del bello trabajo realizado para la primera entrega de la trilogía de Spider-Man de Sam Raimi). En esta ocasión el artista volvió a encargarse de adaptar una obra literaria, tal como lo hizo con Stir of Echoes, sobre un libro de Richard Matheson. No está de más decir que Koepp una vez más demostró su talento, realizando un filme envolvente, que dejó contento a todo el mundo, pese a lo breve de su duración (poca más de una hora y media).
En cierto sentido, el responsable sintetizó varios elementos de la obra original, así como hizo varios cambios en el argumento, cambiando el final y modificando unos cuantos personajes; entre ellos agregando un simpático investigador privado, que contrata Mort para resolver su problema.
La cinta pasó a llamarse simplemente Ventana Secreta y contó con la actuación de una estrella de primer nivel como el escritor, nada menos que Johnny Depp, quien nos dio a un Mort aún más desaliñado y al borde del colapso, hasta el descubrimiento de su enfermiza personalidad (a diferencia del texto de King) y que logra justificar los horrores de esta historia.
Junto al actor de arriba, estuvieron otros 4 muy destacados, 2 de ellos histriones relacionados con otras adaptaciones de relatos kingnianos: María Bello como la ex esposa del escritor y quien más adelante sería la protagonista de la estupenda adaptación televisiva de Camionero Grande y Timothy Hutton, al cual tuvimos el gusto de verlo en la por igual soberbia versión cinematográfica de La Mitad Oscura, realizada por el desaparecido George Romero (amigo personal de Stephen King); llama la atención que Hutton se ve mucho más avejentado que el camaleónico Depp, siendo que el primero solo tiene 3 años más que su colega. De igual manera, estuvieron en este recomendable largometraje John Turturro (como el siniestro John Shooter) y Charles S. Dutton.
El clima de misterio fue potenciado, sin dudas, por unas estupendas fotografía y dirección de arte, en lo que concierne a la cabaña en el bosque a la que se va a vivir (o sobrevivir) Mort; un lugar solitario, que pese a su aparente belleza a la luz del día, se ve lúgubre en las noches e incitador al peligro y la muerte.
Por último, la música estuvo a cargo de alguien tan magnífico como Philip Glass, tremendo compositor, pero lamentablemente sus composiciones apenas se lograron hacer oír en esta ocasión.