Supergirl, la tercera serie (¿O cuarta?) deceísta del llamado Arrowverse, comenzó dándonos una inolvidable versión para la tele y en imagen real de la prima de Superman y de los personajes satélites que se fueron agrupando alrededor suyo (entre amigos, aliados y villanos); estos últimos, adquiriendo tal relevancia gracias a la ingeniosa manera de cómo los interpretaron sus actores y los reinterpretaron sus guionistas, que el show se convirtió en uno de los favoritos del público. No faltaron los nuevos personajes que se inventaron en exclusiva para este programa, quienes lograron hacerse entrañables y bien merecen ser incorporados a la continuidad de las revistas.
Asimismo, su carácter family friend(salvo en la segunda temporada, que se puso algo "picarona"), la hizo merecedora del reconocimiento del público y la crítica por abordar, pese a ello, con naturalidad temas como el empoderamiento femenino, la identidad sexual (salir del clóset), el racismo, los problemas con la inmigración y la transfobia.
Todo iba estupendo, temporada tras temporada, cada una con un tremendo villano o un par de ellos de carácter principal, sobresalientes y ya en la cuarta temporada tuvimos un tremendo arco argumental complejo, que hizo de las delicias a los más ñoños de la casa. Fue, entonces, que llegó la quinta temporada, justo aquella en que el programa tendría su significativo episodio número 100 y el cual debía "revisar" el legado, que hasta el momento había conseguido. Y es que en esta tanda de capítulos, salvo el mencionado y uno que otro por ahí, el título tuvo una considerable pérdida de calidad en sus guiones e influenciado, quizás, que perdió a otro de sus coprotagonistas más carismáticos (ya antes la mentada cuarta temporada, dejó de tener al dulce y guapo Winn en pantalla, pero aún así siguió manteniendo su buen nivel). Solo los conflictos con una de las mejores amigas de Kara, aparte que uno otro detalle positivo, logró mantener a flote una macrohistoria con actuales villanos de pacotilla y un final que quedó con cliffhanger incluido, aunque poco interesante.
Cuando se supo que la sexta temporada sería la última, puesto que su actriz principal quería dedicarse a su familia (en medio de las grabaciones conoció a su marido, y quien hacía del atractivo Mon-El, estando incluso embarazada de este durante uno de esos años, hecho que borraron digitalmente de las pantallas sin que nos diéramos cuenta), se esperaba que al menos todo volviera a repuntar. Así que nos quedamos esperando con ansias, un final digno de lo mejor de Supergirl, de modo que en octubre de 2021 (segundo año de la pandemia en curso), se estrenó la despedida, que contó con 20 capítulos.
La trama de esta última parte acabó con la amenaza principal a la que se enfrentó Kara en la temporada anterior y cuya batalla final se encontraba inconclusa. Luego la justiciera se encontró perdida/atrapada, en un lugar muy significativo para las historias de su primo y compañía, donde se reencontró con una valiosa figura de su pasado y conoció a Nexly, quien de ser una simpática compañera de andanzas suyas; posteriormente, casi de la noche a la mañana, esta se convirtió en su enemiga jurada a lo largo del resto de la serie. Así que a partir de entonces, Supergirl tendrá a una "duendecilla" de la Quinta Dimensión, que le daría complicaciones a ella y a su equipo, buscando una serie de objetos místicos, que podrían darle el control de las dimensiones/realidades o de lo que antes fuera el Multiverso DC. Entre medio, una especie de vampiros tipo Nosferatu, aparecen para darle una supuesta cuota de terror a episodios, que se fueron dando de forma tediosa y con una cuota de comedia forzada de vez en cuando; mejor los dramas internos de cada personaje, con su búsqueda propia de la de la plenitud, entre los cuales quiénes mejores salieron ganando fueron la hermana adoptiva de la kryptoniana y la pareja de esta (que mayores detalles sobre ambas no diré al respecto, para no quitarles las pocas sorpresas gratas de esta ocasión).
Hay un intento por innovar para hacer más interesante todo, pero al menos para mí fue poco espontáneo y para nada original. Por ejemplo, una de las coprotagonistas descubre... ¡Que puede manipular la magia! Algo que va por completo en contra de las habilidades, que le conocimos antes y por las cuales se hizo tan valiosa para los suyos. Luego, tenemos una idea sacada/copiada del Guantelete del Infinitode Marvel, en una versión paupérrima y cursi, buscando los objetos preciados y que poseían cada uno un poder diferente, relacionado con alguna virtud. Por otro lado, la villana inventada para este título, sacada de un personaje más que menor, sino que insignificante de la compañía (o sea, con cero trascendencia para los cómics), quien para variar anda vestida de negro, como si olvidar los colores de los atuendos en las viñetas, le diese más sobriedad al asunto; difícil es que simpaticemos con Nyxly, una ególatra de pacotilla y cuyas motivaciones, por muy justificadas que sean, no logran ponerla a la altura de los otros rivales (bueno, de los rivales de peso dramático, con verdadero desarrollo de su psicología y no los de la quinta temporada, peores que la supuesta duendecilla, aunque todos estos últimos sin mayores aristas en su personalidad). Luego tenemos el trasfondo político relacionado con la migración (representado por los extraterrestres, que apenas parecían alienígenas de tan "humanos" que se veían) y el tema de la defensa de los derechos de las minorías sexuales, representado... ¡Por una niñita! (que al final, siempre fue pura discriminación positiva, ya que nunca nos mostraron a dos hombres besándose, como mínimo, pese a que un personaje secundario que salió al principio habló de su esposo y al cual nunca vimos). Todo lo último, ya cansador, puesto que el líder positivo de uno de los refugiados extraterrestres tiene apariencia afrodescendiente, una inclusión "simbólica" ya llevada a los extremos de la ridiculez.
Algo bueno, al menos, el papel de Lex Luthor que siempre es bienvenido. El capítulo doble sobre un viaje al pasado, que nos devolvió a un querido personaje, hace rato dejado de lado y ahora en su versión más joven. Y el capítulo que profundizó el tema del odio racial, centrado en Kelly Olsen merecen mis respetos.
En más de una ocasión, esperé un team-upcon alguien más del Arrowverse (que, si hubiese aparecido Flash, habría sido significativo, considerando su relación con la Mujer de Acero). Ni siquiera Kal-El tuvo una pequeña intervención.
Cabe mencionar, que solo resistí tan pésima temporada, con la esperanza de que se arreglara y a ver si me daba alguna linda sorpresa, como las esperadas apariciones estelares mencionadas. No obstante, el último capítulo sí que valió la pena y es que significó el regreso, de más de uno de esos queridos personajes que dejaron la serie (para suerte de ellos, en su mejor momento) y uno de ellos en particular, como siempre, me sacó más de una lágrima con sus inspirados discursos.
Por mi parte, prefiero quedarme con lo mejor de un programa que me devoré junto a mi sobrinito (Amilcar, hoy en día de 12) en solo un año sus 6 temporadas, con muchos momentos magníficos y un montón de personajes maravillosos.
Todo iba estupendo, temporada tras temporada, cada una con un tremendo villano o un par de ellos de carácter principal, sobresalientes y ya en la cuarta temporada tuvimos un tremendo arco argumental complejo, que hizo de las delicias a los más ñoños de la casa. Fue, entonces, que llegó la quinta temporada, justo aquella en que el programa tendría su significativo episodio número 100 y el cual debía "revisar" el legado, que hasta el momento había conseguido. Y es que en esta tanda de capítulos, salvo el mencionado y uno que otro por ahí, el título tuvo una considerable pérdida de calidad en sus guiones e influenciado, quizás, que perdió a otro de sus coprotagonistas más carismáticos (ya antes la mentada cuarta temporada, dejó de tener al dulce y guapo Winn en pantalla, pero aún así siguió manteniendo su buen nivel). Solo los conflictos con una de las mejores amigas de Kara, aparte que uno otro detalle positivo, logró mantener a flote una macrohistoria con actuales villanos de pacotilla y un final que quedó con cliffhanger incluido, aunque poco interesante.
Cuando se supo que la sexta temporada sería la última, puesto que su actriz principal quería dedicarse a su familia (en medio de las grabaciones conoció a su marido, y quien hacía del atractivo Mon-El, estando incluso embarazada de este durante uno de esos años, hecho que borraron digitalmente de las pantallas sin que nos diéramos cuenta), se esperaba que al menos todo volviera a repuntar. Así que nos quedamos esperando con ansias, un final digno de lo mejor de Supergirl, de modo que en octubre de 2021 (segundo año de la pandemia en curso), se estrenó la despedida, que contó con 20 capítulos.
La trama de esta última parte acabó con la amenaza principal a la que se enfrentó Kara en la temporada anterior y cuya batalla final se encontraba inconclusa. Luego la justiciera se encontró perdida/atrapada, en un lugar muy significativo para las historias de su primo y compañía, donde se reencontró con una valiosa figura de su pasado y conoció a Nexly, quien de ser una simpática compañera de andanzas suyas; posteriormente, casi de la noche a la mañana, esta se convirtió en su enemiga jurada a lo largo del resto de la serie. Así que a partir de entonces, Supergirl tendrá a una "duendecilla" de la Quinta Dimensión, que le daría complicaciones a ella y a su equipo, buscando una serie de objetos místicos, que podrían darle el control de las dimensiones/realidades o de lo que antes fuera el Multiverso DC. Entre medio, una especie de vampiros tipo Nosferatu, aparecen para darle una supuesta cuota de terror a episodios, que se fueron dando de forma tediosa y con una cuota de comedia forzada de vez en cuando; mejor los dramas internos de cada personaje, con su búsqueda propia de la de la plenitud, entre los cuales quiénes mejores salieron ganando fueron la hermana adoptiva de la kryptoniana y la pareja de esta (que mayores detalles sobre ambas no diré al respecto, para no quitarles las pocas sorpresas gratas de esta ocasión).
Hay un intento por innovar para hacer más interesante todo, pero al menos para mí fue poco espontáneo y para nada original. Por ejemplo, una de las coprotagonistas descubre... ¡Que puede manipular la magia! Algo que va por completo en contra de las habilidades, que le conocimos antes y por las cuales se hizo tan valiosa para los suyos. Luego, tenemos una idea sacada/copiada del Guantelete del Infinitode Marvel, en una versión paupérrima y cursi, buscando los objetos preciados y que poseían cada uno un poder diferente, relacionado con alguna virtud. Por otro lado, la villana inventada para este título, sacada de un personaje más que menor, sino que insignificante de la compañía (o sea, con cero trascendencia para los cómics), quien para variar anda vestida de negro, como si olvidar los colores de los atuendos en las viñetas, le diese más sobriedad al asunto; difícil es que simpaticemos con Nyxly, una ególatra de pacotilla y cuyas motivaciones, por muy justificadas que sean, no logran ponerla a la altura de los otros rivales (bueno, de los rivales de peso dramático, con verdadero desarrollo de su psicología y no los de la quinta temporada, peores que la supuesta duendecilla, aunque todos estos últimos sin mayores aristas en su personalidad). Luego tenemos el trasfondo político relacionado con la migración (representado por los extraterrestres, que apenas parecían alienígenas de tan "humanos" que se veían) y el tema de la defensa de los derechos de las minorías sexuales, representado... ¡Por una niñita! (que al final, siempre fue pura discriminación positiva, ya que nunca nos mostraron a dos hombres besándose, como mínimo, pese a que un personaje secundario que salió al principio habló de su esposo y al cual nunca vimos). Todo lo último, ya cansador, puesto que el líder positivo de uno de los refugiados extraterrestres tiene apariencia afrodescendiente, una inclusión "simbólica" ya llevada a los extremos de la ridiculez.
Algo bueno, al menos, el papel de Lex Luthor que siempre es bienvenido. El capítulo doble sobre un viaje al pasado, que nos devolvió a un querido personaje, hace rato dejado de lado y ahora en su versión más joven. Y el capítulo que profundizó el tema del odio racial, centrado en Kelly Olsen merecen mis respetos.
En más de una ocasión, esperé un team-upcon alguien más del Arrowverse (que, si hubiese aparecido Flash, habría sido significativo, considerando su relación con la Mujer de Acero). Ni siquiera Kal-El tuvo una pequeña intervención.
Cabe mencionar, que solo resistí tan pésima temporada, con la esperanza de que se arreglara y a ver si me daba alguna linda sorpresa, como las esperadas apariciones estelares mencionadas. No obstante, el último capítulo sí que valió la pena y es que significó el regreso, de más de uno de esos queridos personajes que dejaron la serie (para suerte de ellos, en su mejor momento) y uno de ellos en particular, como siempre, me sacó más de una lágrima con sus inspirados discursos.
Por mi parte, prefiero quedarme con lo mejor de un programa que me devoré junto a mi sobrinito (Amilcar, hoy en día de 12) en solo un año sus 6 temporadas, con muchos momentos magníficos y un montón de personajes maravillosos.