Cabe mencionar, que el texto es el primero de 6 entregas de una saga que a su vez está entre lo más graneado de ello, a la altura de obras de culto como lo son Fundación de Isaac Asimov, Los Cantos de Hyperion de Dan Simmons y La Saga de Ender de Orson Scott Card. Dividida en un par de trilogías, ha originado una serie de precuelas orquestadas por el hijo de Herbert (Brian) y el escritor "mercenario" Kevin J. Anderson (que dicen no escribe mal), comenzando por unos manuscritos del verdadero artífice de todo y que sirvieron como base al primer libro de su propia saga (al menos eso es lo que ellos dicen).
El Duque Leto Atreides recibe la orden de abandonar su paradisiaco mundo de Calladan junto a su familia, para tomar a nombre del Emperador el control de Dune; este en contra de sus deseos va, aunque sabe que todo se trata de un engaño y que en ello está involucrada la Casa Harkonnen, sus enemigos acérrimos. Lo acompañan junto a varios hombres valerosos su primogénito Paul y la madre de este, Jessica, la concubina del Duque y a la que ama con todo su corazón (sentimiento que es correspondido). Tal como se espera desde el principio, la traición se lleva a cabo y el chico con su madre se quedan solos en las inmediaciones de su nuevo hogar, perseguidos por el enemigo y expuestos a las imprevistas acciones de los Fremen, que bien saben son mucho más de lo que a simple vista parecen. El destino de Paul y de su madre definirá para siempre el orden de las cosas.
Pero la religión bien se observa de dos formas en esta obra, una positiva y otra negativa. En el primer lugar, esta se presenta como el cemento por medio del cual una sociedad consigue volverse sólida, desarrollando tradiciones e historias relacionadas que le otorgan verdadera riqueza cultural y patrimonio; de este modo, queda claro que una fe no solo se trata de un sistema de dogmas, que regula el comportamiento de sus miembros, sino que la define y le otorga sentido. Luego tenemos el lado negativo de todo, donde las instituciones religiosas y sus paradigmas son un medio para que la gente inescrupulosa controle a otras, por medio de su fe ciega e ignorancia; asimismo, aparece el tema de la "guerra santa", la jihad, que aunque en esta novela no se concreta, sí queda estipulada como una aberración que debe ser evitada a toda costa.
Un punto aparte dentro de todo esto, viene a ser el Mesianismo, ya que acá encontramos la presencia de un líder carismático, un salvador para su gente y un hombre notable; alguien lejos superior a quienes lo rodean, debido a sus habilidades extraordinarias y quien toma un lugar preponderante en la historia. Todo esto, ya que en pocas palabras el libro es la crónica de este sujeto, a quienes conocemos primero siendo poco más que un niño y del cual, luego, somos testigos de su evolución y ascenso.
Quizás antes de esta obra, nunca un mundo propio de la ciencia ficción había sido descrito con una impronta como esta, algo que luego títulos como La Mano Izquierda de la Oscuridad de Ursula K Le Guin, con el entrañable planeta de Invierno y su sociedad hermafrodita, consideraría para darle realce a este aspecto. Cabe mencionar que uno de los personajes más destacados del libro, es justamente un ecólogo o planetólogo, alguien dedicado a estudiar los ecosistemas y mejorarlos. Tras lo anterior, a través de la presencia de los Fremen, la gente del desierto, claramente inspirada en los árabes, todo respecto a lo sagrado que es el agua y la preeminencia del medio, sobre los seres humanos que dependen de este (quienes deben adaptarse a sus particularidades o morir en caso de resistirse al cambio). Por lo tanto, Duneno es lo mismo sin el papel de los ciclos de vida y el manejo responsable de ello, volviéndose elementos primordiales del libro y que le otorgan otras valiosas aristas, para disfrutar y analizar esta novela.
Una verdadera fuerza de la naturaleza, las mujeres detrás de los grandes hombres a los que manejan y, en el más positivo de los casos, de los que se vuelven sus principales aliadas, tienen en estas páginas tremendos exponentes entre villanas, heroínas y antiheroínas; todas ellas hembras de carácter fuerte, inteligentes e independientes.