Comic Con 2019.
1. Previsiblemente a...
Tanta crítica que recibió la reciente Comic Con en su versión chilena, que comparada con las de países vecinos como Argentina, Perú y Chile quedó como algo de pocos atractivos y carísima más encima, que ninguno de mis amigos ñoños fue. Solo dos invitados internacionales "chanta" al evento, el actor mexicano de doblaje famoso por interpretar a Goku en las series y pelis de Dragon Ball para estos lares y uno de los pendejos del famoso show de terror Stranger Things (el segundo de la serie en venir en dos años consecutivos...y que no podríamos tildar de artista consagrado, por su edad, claro); harto poco o desconsideración hacia los miles miles de visitantes, al lado de estrellas como Brie Larson (nada menos que Capitana Marvel), Sandra Bullock, Sebastian Stan (Bucky/Soldado de Invierno en el UCM) y varios actores de GOT, sin dudas figuras destacadas que estuvieron en los escenarios de las otras Comic Con del Cono Sur.
Lo he podido comprobar en esta tercera asistencia de este servidor a la mentada convención: Se trata de un negociado hecho más que por fanáticos para sus pares, con el más absoluto propósito de vender a los asistentes que ante lo expuesto en los numerosos puestos de venta, con precios que en su mayoría son los mismos exorbitantes que podemos encontrar en el mercado internacional. La verdad es que da rabia este abuso para con el consumidor que se tienta con tanta "golosina", que esta vez no compré nada, salvo unas figuritas muy baratas para mis regalones (y es que igual el último tiempo me he hecho hartos regalos, en especial un montón de cómics).
2. Los disfraces.
El año pasado fue la primera vez que asistí como cosplayer, el día sábado como Trancos (Aragorn de El Señor de los Anillos, cuando era un montaraz y aún no asumía su papel en la Tierra Media como heredero de Isuldur y del trono de Gondor...¡Qué ñoño soy!) y el domingo como Hyperion, el villano líder del Escuadrón Supremo (la versión maligna de Superman y la Liga de la Justicia a, manera de "homenaje" por parte de Marvel a DC). El primer traje me lo prestó un amigo y el segundo me lo mandé a hacer a medida, por la misma amable señora que le confeccionó su atuendo a mi compadre. Para este año tenía pretendido también usar una vestimenta diferente por día y las opciones eran muchas. Como supuestamente la señora Geno, la costurera que realizó los cosplay mencionados, se había ido a vivir al sur, no me quedó otra que buscar otras alternativas para realizar mis anhelos y así fue que decidí hacer mis primeros encargos a China por Internet...
Durante días estuve obsesionado viendo en AliExpress y Wish, qué me gustaba más y cumplía, por otro lado, con el precio que estaba dispuesto a pagar. Solo quedé tranquilo cuando me decidí por un disfraz de Superman de los Nuevos 52 (el reinicio del universo DC de 2011) y otro de Linterna Verde (modelo de la película) y ahora venía la espera para llegaran, que se me hizo casi insufrible. Por otro lado, a mi mejor compañero de salidas, mi sobrinito Amilcar, por igual le vi una vestimenta para que usara orgulloso el día que fuese con él; de modo que le compré para una de Batman.
El primer traje en llegarme fue el de Supes y tremenda decepción tuve, cuando comprobé me quedaba pequeño. ¿Pero cómo era esto posible? La respuesta era sencilla, que no se trataba de que hubiese engordado, sino de que no tomé en cuenta que la talla M que usó normalmente, no es la misma M para los chinos. Días después, cuando me llegó el de Linterna Verde, también no me encajaba y lo más fome fue, que se trataba del que más me gustó de los dos. No me quedó otra que intentar venderlos y menos mal que lo conseguí, mientras esperaba que me llegaran los nuevos trajes que pedí, ahora talla XXL; y esta vez en vez del de Superman, encargué uno de Shazam, que me había visto recién la peli y me había fascinado. Por cierto, el atuendo de mi regalón llegó al poco tiempo... ¡Y tampoco le quedó bien! Así que por igual le tuve que comprar otro, ahora tomadas las medidas suyas, aunque en esta ocasión solicité para él uno de Miles Morales, Ultimate Spider-Man.
Cuando por fin tuve en mis manos la indumentaria del "Gran Queso Rojo", estaba feliz como una lombriz; pero la dicha me duró poco, que de espalda no me quedaba bien (¡Eso me pasa por hacer tanto ejercicio!)...¿Cómo tanta mala suerte? Si lo mismo pasaba con el del "Caballero Esmeralda", me iba a desanimar en verdad. Al final, para felicidad mía, una vez que lo tuve conmigo, comprobé que me quedaba perfecto (aunque por la hechura no se me marcaba el trasero, que tampoco me quedaba tan ajustado como yo quería, razón por la cual parecía que fuese de culo plano).
Como mi idea, siempre fue la de usar otra vez un cosplay diferente por día y ya me había obsesionado con vestirme de Shazam, decidí mandarme a hacer uno. Es así que opté por ver si lograba contactarme con la señora Geno. Busqué en viejos guasapeos su número y de ese modo lo recuperé. Le escribí con la esperanza de que al final estuviese en Santiago y así fue. De modo que le pedí el traje, aunque con el modelo del cómic, que el otro estaba basado en el filme, pues el primero me gusta más.
A Amilcar supuestamente le queda OK el suyo, pero a la fecha no lo ha podido usar, como ya lo sabrán a continuación.
3. Más preliminares.
Tal como el año pasado, me puse de acuerdo con mi primo Rafael para asistir juntos; además, este muy gentil como siempre me pasa a buscar y a dejar a la casa, de modo que así me puedo ir caracterizado sin problemas. Por otro lado, Nino, como bien le llamamos, está vez también quería ir disfrazado; así que lo contacté con mi costurera y quedó con ella en que le confeccionara un traje de Aragorn (que le quedó estupendo, por cierto).
El primer día tenía destinado hacer cosplayer de Linterna Verde, así que para acompañar a mi caracterización, encargué dos anillos del personaje en distinto diseño, que estaban baratos. Hice la compra a Wish a finales de abril; llegó el viernes en que comenzó la Comic Con la semana antepasada y los dichosos anillos no estaban por estos lares (sé que es "normal" que pase eso con estos encargos, que a veces te llegan con bastante retraso); así que me vi obligado a usar uno de los anillos que venían con las figuritas de la peli y que tengo desde hace años, pero que no quería sacar de su cajita. Mi mamá hace años me las había guardado junto a otros objetos de colección y cuando me dispuse a "sacrificar" uno de ellos, no los encontraba por ningún lado; el tiempo se me hizo eterno, detrás de tan preciado tesoro y estuve maldiciendo como loco hasta que casi de forma accidental pillé una caja, debajo de una de las bibliotecas de mi cuarto; allí junto a otros merchandising, que ya había olvidado tenía, se encontraba lo que tan desesperadamente andaba buscando.
No podía haber Caballero Esmeralda sin su anillo, que ya me había resignado a no llevar conmigo una batería de poder, porque la única que pillé en Internet estaba muy cara, así que llevé el mío de forma estoica en el dedo, pese a que me apretaba como soga al cuello...Pero valió la pena.
Por cierto, Amilcar se enfermó de peste, escarlatina para ser más precisos, por lo que no pudo asistir conmigo. Menos mal que no se lo tomó a mal, que para noviembre tenemos la Superfest Chile y al menos otro evento más de este tipo en el segundo semestre, a los que sin falta pretendo ir junto a él.
4. El primer día: Sábado 9 de junio.

Pero lo de arriba valió la pena, que nunca antes me habían pedido tantas fotos (sin considerar todas las que este servidor solicitó a otros). Con mi primo Nino quedamos en contar cuántas fotos llevábamos cada uno, a ver quién era más "popular" entre la concurrencia; si bien el "antiguo montaraz", a estas fechas del partido solo era reconocido entre los ñoños de más rancia alcurnia, era obvio que con su estupendo traje y, más encima, la espada que llevaba (con la cual algunos se sacaban fotos), iba a ganar la apuesta. Yo en total conté al menos 27 peticiones y la primera de ellas fue apenas entré al recinto, de parte de una niñita muy dulce, que también andaba de Linterna Verde (la única "colega" que vi en toda la jornada).
Entre toda la gente que me pidió fotos, habían otros cosplayers, adultos que en algunos casos solo querían fotos mías posando y niños; estos últimos lograron enternecerme, que se acercaban a mí llamándome por mi personaje, saludándome a distancia y la mayoría caracterizando a sus propios ídolos...Vi muchos de Spider-Man, sin dudas el favorito de buena parte de los pequeños (que Spidey tiene esa poderosa atracción entre los menores, que los adultos tampoco logramos resistir) y recuerdo muy bien a un mini Batman, que se sacó una foto conmigo en toda una pose propia del Murciélago. Estos chiquillos tan encantadores, no dejaron de recordarme a Brunito y a Amílcar.

5. El segundo día: Domingo 9 de junio.
Como originalmente no tenía con quién irme hasta la Comic Con, estaba dispuesto a pagar un Uber para la ida y la vuelta, que su ubicación me queda bastante lejos de casa. Luego me acordé que mi único amigo vecino, Claudio, me había dicho que pensaba ir; así que lo llamé el mismo sábado y al confirmarse su asistencia, quedamos de asistir juntos. Claudio iba con su señora e hijo pequeño, así que nuevamente tuve harta compañía.
Siendo que mi amigo vive a solo unas dos cuadras de mi casa, por igual llegó tarde, que se habían quedado dormidos; de modo que volví a encontrarme con el taco, que esta vez era aún mayor que el del día anterior, a tal punto que Luz, Agus y yo tuvimos que bajarnos mucho antes de llegar al estacionamiento y caminar para poder ingresar al recinto; menos mal que lo hicimos, puesto que nuestro "chófer" se demoró nada menos que una hora y media en poder ingresar.
Yo le había prestado mi traje de Linterna Verde a Claudio, que se lo probó en mi casa y creo le quedaba mucho mejor que a mí. Empero en el transcurso de llegar, por fin, a su destino se lo sacó (según él porque hacía mucho calor).
Ese día fui de Shazam y tal como el día anterior "me lucí", que niños, jóvenes y adultos se acercaron a mí para pedirme fotos; incluso un youtuber me hizo una entrevista, aunque se me fue preguntarle por cuál era su canal, para ver cómo había quedado todo. Gracia me provocó cuando un par de tipos cerca de los treinta, que me vieron revisando libros y revistas en un puesto comercial y justo cuando tenía en mis manos uno que me llamó mucho la atención (y me resistí a comprar), escuché de no sé quién de los dos decir: "Shazam comprando cómics de Conan".
Si el primer día mi fotógrafa oficial fue Marcela, la señora de Nino (que hizo un trabajo estupend), en esta segunda ocasión le tocó a la pareja de Claudio, sacarme las de ese otro día; no obstante, tuve que pedirle que lo hiciera desde su propio celular, que no sabía usar el mío y por lo general estas le salían bien desenfocadas o cortaba los cuerpos (por ejemplo, ese día me encontré con otros dos Linterna Verde y dejó a uno de ellos fuera de la imagen). Después hubo una mejora, que tampoco era mucha; así que menos mal se nos unió Claudio, quien efectivamente sí sabía desempeñar su labor (luego me enteré de que había hecho un curso de fotografía).
6. Evaluación final.
Volví a pasarla muy bien y me encantó compartir de nuevo con la familia de mi primo, así como salir por primera vez junto a mi amigo Claudio, su esposa e hijo.
El primer día me dolió el excesivo cobro de los insumos alimenticios, sumado a la espera de hacer largas filas para comprar y más para que te entregaran tu pedido (y eso sin mencionar la búsqueda de mesas y sillas, para comer junto a tus compañeros); por eso el segundo día fui preparado y llevé como en otras ocasiones alimentos y bebestibles desde la casa, que comimos en otro sector más cómodo, destinado a quienes se encontraban en las mismas condiciones que nosotros.
Esta vez no visité todos los puestos que podían ser de mi interés, debido a las largas filas que habían para aprovechar sus exposiciones (me queda claro que hay que llegar más temprano, de modo de evitar las aglomeraciones y entre ellas los tacos).
Para mí lejos lo mejor de todo son los cosplayers y la oportunidad de ser tú mismo uno de ellos; sacarte, además, todas las fotos que quieras.
El primer año que fuí te daban un hermoso colgante, uno diferente por día, que guardo dos de ellos con devoción; desde el 2018 nada de nada. Igual la vez anterior había una sección VIP para los cosplayers, en la cual te hacían unos regalitos y podías sentarte en unos cómodos sillones para tener una excelente vista, que esto se encontraba en altura; ahora nada de nada. Dicen que la Comic Con chilena va en picada, que les quedaron debiendo el dinero a los ganadores del concurso de cosplay el año pasado y esa irresponsabilidad llegó a oídos de la marca registrada. Si no remedian situaciones como esta, más altos costos y falta de invitados en verdad magníficos, la Comic Con en versión criolla perderá más que credibilidad; sumado a ella la presencia de eventos como la mencionada Superfest Chile, que se viene potente.