Comienzo mis palabras muy temprano este día, cuando me tocó venir a la pega en mi última jornada antes de salir de vacaciones, por nada menos que dos meses. Hubiese preferido quedarme en casa, pero al menos ya luego podré descansar, que tengo amigos que hoy lo tienen libre y tuvieron fin de semana “extra largo” (de 4 días seguidos); pero en el caso de los que son colegas míos, trabajan más o menos hasta la quincena de enero, así que mil veces prefiero “sacrificarme” por un rato, que luego podré descansar todo lo que quiera.
Antes de dedicarme de lleno a estas palabras, me encontraba escribiendo mi tan aplazado post sobre la peli de Aquaman, que menos mal me gustó, sin embargo, he optado por dejar este texto para el año que viene. He decidido mejor terminar este 2018 con una revisión de lo que han sido estos 12 meses. Ahora bien, me encontré en la disyuntiva de si mi resumen sería dedicado a mi vida personal o a lo hecho con el blog; como las veces en que hice lo primero, creo que me trajo mala suerte laboral, puesto que al año siguiente me despidieron, como cábala prefiero no llevarlo a cabo. Por lo tanto, me dispongo ahora mismo a ver qué tanto hice en esta ocasión, en lo que respecta a mi página.
Vamos por parte…
Este año solo llegué a la cantidad de 88 entradas, razón por la cual la que ahora escribo viene a ser la número 89. Por mucho que me propuse de seguir mis proyecciones de 8 por mes, no pude cumplir con ello, que tiempo me faltó con todo lo que hago y eso que tengo mucha más libertad que varias de las personas que conozco (léase “soltero sin compromisos”). Bueno, al menos seguí dando lo mejor de mí, que conozco otros blogs que han muerto hace rato o que sus autores los actualizan de vez en cuando, por no decir de forma irregular (como por ejemplo…).
El 2018 comencé 2 proyectos para mi blog, en cuanto a temática recurrente. Primerome puse a escribir por fin la serie llamada Pecados de Omisión, algún tiempo planificada, sobre aquellos libros que en su mayoría no me compré cuando tuve la oportunidad de hacerlo y luego me sentí culpable por no hacerlo. Algunos de estos pude adquirirlos con posterioridad (y este mismo año), la mayoría, lamentablemente hoy en día están discontinuados, así que tengo razones de sobra para que ello pese sobre mi conciencia, je. En total son 4 textos, en los cuales me permito contar hartas cosas de mí mismo (razón por la cual, todos tienen la etiqueta de Memorabilia, puesto que poseen mucho de autobiográficos), entre anécdotas y recuerdos muy emotivos para mí. Por todo lo anterior (y más), me habría gustado que mis amigos les hubiesen dedicado su tiempo, pero como ya me ha pasado antes, los ignoraron por completo; en cambio, amigos “lectores constantes”, que no me conocen en persona, sí compartieron conmigo esos recuerdos y eso se los agradezco de corazón. Aún me quedan dos entregas de estas, que espero poder compartirlas con ustedes durante estos meses de relajo.
Dentro de los gustitos y/o regalitos que me di este tiempo, uno de los que más satisfacciones me ha dado ha sido comprarme (por Internet), un hermoso pack con toda Viaje a las Estrellas: La Nueva Generaciónen blu-ray. Es así que a medida que voy viendo otra vez sus capítulos, me he puesto a poner por escrito mis impresiones por cada uno de ellos; como son muchos episodios, hago al menos tres entradas por cada temporada y a la fecha ya llevo doce en total; es un trabajo que requiere mucha dedicación, quizás más que otros, aunque no voy a negar que me gusta esto de revisar cada una de sus historias. Por el momento ya voy en la segunda mitad de la cuarta temporada, así que, la verdad, todavía me queda harto por repasar esta gran serie y que tanto me marcó para el resto de mi vida; yo creo que estaré hasta como marzo del año que se viene en ello (en otras palabras, me queda mucho por disfrutarla).
Uno de los mayores pilares de mi Cubil es la literatura y en su más de siete años de existencia, casi desde sus comienzos que estoy plasmando en él cada libro que leo, la mayoría novelas y colecciones de cuentos. De ese modo, además, puedo llevar un registro de mis lecturas literarias anuales. Por lo tanto, quien se mete en el ciberespacio de este blog, se va a encontrar con nada menos que con quince libros en total (o 16 si quisiera verlo de otra forma). No obstante, para ser justo, uno de esos títulos lo leí a finales del 2017 y el siguiente de mi lista lo comencé ese mismo año, razón por la cual tampoco debería ponerlo dentro de mis libros del 2018 (en otras palabras, El Camino de los Reyesde Brandon Sanderson es en toda su extensión, por sobre las mil páginas, un buen libro intermedio entre estos dos años de mi vida). Por lo tanto la lista queda en trece textos. De ellos tres son colecciones de cuentos, dos libros de ensayos (uno escrito por nada menos que mi querido amigo Miguel Acevedo), otro una colección de cuatro “novelas cortas” y el resto novelas propiamente tal.
Este año le di duro a algunos de mis autores predilectos, puesto que me leí un par de antologías de Robert Howard, una excelente dupla de Stephen King o, mejor dicho, un trío de volúmenes kingnianos (al considerar El Diario de Ellen Rimbauerentre estos, aun cuando sea de otro autor y negarme a separar Cuatro Después de la Medianocheen dos o cuatro títulos, según cómo lo editaron con posterioridad), un cuarteto de Orson Scott Card (que no he podido completar la Saga del Retorno, en realidad una pentalogía) y tuve mi emotivo reencuentro con Robert McCammon, con un díptico de su aclamada bibliografía. Todos ellos, salvo una novela y un cuento, son narraciones que están entre los géneros de terror, ciencia ficción y fantasía (mis predilectos).
Por otro lado, en lo que concierne a la narrativa chilena, solo tuve en mis manos uno no más: Los Detectives Salvajesde Roberto Bolaño…Un trabajo que me provocó emociones dispares y, sin dudas, lo que menos me atrajo este año dentro de mis lecturas literarias.
La verdad es que me leí un libro más, el cual acabé cerca del atardecer de hoy: esa maravilla que es El Bosque Oscuro de Cixin Liu. No obstante como ya no escribiré al respecto en los próximos días, o sea en pleno 2019, lo saqué de la lista anterior por razones obvias.
La verdad es que me leí un libro más, el cual acabé cerca del atardecer de hoy: esa maravilla que es El Bosque Oscuro de Cixin Liu. No obstante como ya no escribiré al respecto en los próximos días, o sea en pleno 2019, lo saqué de la lista anterior por razones obvias.
Como siempre, le dediqué mis pensamientos, emociones e ideas a varias series y entre ellas a 4 de esas joyitas que nos ha dado la excelente comunión entre Marvel/Disney/Netflix, que para pesar de muchos ya se acaba, puesto que la famosa compañía de streamming ya no las producirá (aunque las “malas lenguas”, dicen que se debe a que la empresa del Ratón Mickey pronto se independizará, llevándose estos programas a su propio sistema de este tipo). En todo caso, los cómics no solo estuvieron presentes con sus adaptaciones para la pantalla chica de Luke Cage, Jessica Jones, Iron Fist y Daredevil(todas ellas magníficas), que también volvieron por estos lares The Flash, Arrow, Gotham, DC´ Legends of Tomorrowy los cartoons de Los Vengadores y Guardianes de la Galaxia.
Por supuesto que las varias cintas hollywoodenses de superhéroes de este año, de igual manera fueron cubiertas por un servidor y aún tengo la deuda con Acuaman (¿O Aquaman?) y cierto filme animado del Arácnido que todavía no lo veo, pese a que le tengo muchas ganas.
La televisión española esta vez estuvo más presente que nunca por acá, que no solo dediqué un post a esa joyita que es El Ministerio del Tiempo,con su inolvidable tercera temporada, sino que La Casa de Papel logró sobrecogerme y ahora espero con ansias su precuela.
Muchas ganas tuve de escribir sobre varias de las novelas gráficas que gocé este 2018, no obstante, casi todo se quedó en puros deseos, que como ya dije antes el tiempo se me hizo poco como nunca. Pese a todo, por principios de año subí otra entrega de mi revisión de las historias que comprenden Antes de Watchmen y que fue justamente la dedicada al villano Moloch, dibujada por el argentino Eduardo Risso y al que tuve el gusto de conocer este año en la Comic Con (a todo esto, prometo leerme en enero, por fin, la novela gráfica de estas que tengo pendiente y con ella cerrar este ciclo). Asimismo, lo otro que escribí sobre este arte, fue sobre las dos primeras bellas obras que forman parte del volumen 1 de Relatos del Abismo de Neil Gaiman, que son Orquídea Negra y La Cruzada de los Niños; me quedó sin comentar las últimas obras de tal tomo, que la verdad se me había olvidado hacerlo.
Este 2018 despedimos un montón de celebridades que nos dejaron, personas que bien uno no ha conocido, pero que han llegado a formar parte de la vida de uno, incluso a veces tanto a más que aquellos que nos rodean. Seis en total fueron estos famosos cuyas partidas me tocaron personalmente, siendo uno de ellos el que lo logró como nadie: Stan Lee. Su “elegía”, como me gusta llamarle a estos textos, la hice calzar con el post N° 600, así que es doblemente significativa para mí. Sin embargo, hay uno de estos textos que me es valioso, por sobre todos los de este tipo que llevo escribiendo tiempo e incluso por sobre buena parte de todo lo que pueden encontrar acá. Me refiero a mi sentido dolor por el fallecimiento de mi amigo y colega bloguero Cidroq, Eduardo Romero, quien en fechas como estas me sigue penando. Harto he escrito sobre él y nuestra particular amistad, aunque nunca basta con lo que uno ahga. Así es la vida, está llena de esta mezcla entre penas y alegrías, que nos hace crecer y nos da el sentido de nuestra humanidad.
Empecé este texto temprano en la mañana y al final lo terminé ya comenzado el Año Nuevo de 2019; empero, cuando lo suba saldrá con la fecha del día anterior, que al menos con ello no me da un mes de diciembre con tan pocas entradas. No me he referido a todo lo que hice el 2018 al respecto, que igual sería un engorro. Por ahora solo quiero subirlo, que me da flojera revisarlo y esperar más a ello. Como ya salí oficialmente de vacaciones de verano, tengo mucho tiempo dedicarme más al blog, así que podré ponerme al día, que hay harto por contarles.
¡Feliz 2019!