Quien adora los grandes clásicos de la ciencia ficción y la fantasía hollywoodenses, desde las décadas de los setenta hasta comienzos del presente siglo, no puede obviar en su propia lista de imprescindibles la contribución de Steven Spielberg, ya sea como director, guionista o productor. Tan solo con mencionar cintas suyas como Encuentros del Tercer Tipo, E.T.E., la tetralogía de Indiana Jones, las dos primeras cintas de Jurassic Park o su hermosa versión de un cuento de Brian Aldiss con Inteligencia Artificial, nos faltan varios títulos suyos más (y eso que estamos dejando de lado su cine más emotivo y de carácter realista). Pues durante años este veterano cineasta que ya supera los setentena (y que aún mantiene esa alma de niño que tanto adoramos), se había alejado de los géneros que le dieron fama entre los más ñoños, hasta que en 2016 regresó a las obras de carácter infantil, a través de la adaptación de una de las novelas de Roald Dahl con El Buen Amigo Gigante. No obstante solo este año y a pocos días de haberse estrenado mundialmente, su versión de la novela Ready Player One de Ernest Cline, viene a ser sin dudas su verdadera vuelta al tipo de cine que más echábamos de menos de él.
El libro que hoy en día hemos visto llevado a la pantalla en una multimillonaria producción, cuyos responsables bien han sabido sacarle el provecho suficiente, mucho le debe justamente a lo realizado por Spielberg en aquel tiempo…Especialmente en los nostálgicos años ochenta, razón por la cual este era uno de los candidatos ideales para llevarla al formato audiovisual. Y es que esta obra de ciencia ficción, que toma además muchos elementos del ciberpunk, se trata de un increíble homenaje a la cultura popular de aquellos años, como igual al de otras épocas, a través de títulos y figuras icónicas salidos del cine, las series de televisión, los cómics, los viejojuegos y la música popular.
La trama de esta obra gira en torno al adolescente Wade Watts, quien bajo su avatar cibernético de Parzival anda detrás del llamado Huevo de Pascua, que le permitirá ser el dueño de la empresa más poderosa en su casi devastado mundo: OASIS, una industria que ha desarrollado una tecnología de realidad virtual tal, que en ella todo es posible y en la práctica toda la gente depende de ella como usuario. Es así que dentro de la red, que implica un montón de mundos temáticos de todo tipo, debe superar junto a otros millones de participantes las pruebas para conseguir su objetivo, las que implican conocer y dominar las obsesiones del mismo creador de OASIS. Entre medio se encuentran sus amigos, jugadores expertos como él y más o menos de su misma edad, además de una chica de la que termina por enamorarse y quien también le corresponde. El cuadro no podría completarse sin la presencia de villanos, en este caso liderados por Nolan Sorrento, el mandamás de una organización tecnológica que busca conseguir el control de todo, a través OASIS misma.
Ya en su momento me referí más o menos en profundidad al libro, que disfruté como pocos y cuyo post fue nada menos que mi entrada número 400; así que no ahondaré más en detalles acerca de esta tremenda historia y las virtudes de sus personajes. Pero sí haré mis observaciones de rigor a esta adaptación, que me gustó bastante y que ahora me mueve a escribir estas líneas.
En casi dos horas y media se nos presenta lo que hace unos años atrás Cline imaginó, como fanático de esos cientos o miles de referencias que son tan caras a muchos de nosotros. Pues su opera prima no solo es una novela de ciencia ficción, que logra acaparar la atención de los amantes del género en su variante literaria, sino que es mucho más disfrutada por aquellos que adoramos estas mencionadas manifestaciones populares. En el guión adaptado estuvo el propio autor, quien junto a dos compañeros en dicha labor, ayudó a mantener varios de los mejores elementos de su libro. Redacto esta crítica como admirador de la novela en sí, quien como ya dije más arriba quedó muy contento con el largometraje a cargo de Spielberg, razón por la cual me es casi imposible no tener en cuenta las similitudes y diferencias entre texto y filme…Pero démosle mejor.
En esta ocasión se redujo la edad de varios de los protagonistas del libro, esto es desde su protagonista hasta sus compañeros jugadores, quizás con ellos queriendo abarcar mayor cantidad de espectadores, al querer provocar la típica identificación con los personajes en cuanto a intereses. De igual manera se suavizaron varios elementos del libro, entre ellos el del lesbianismo de uno de los personajes secundarios, optándose por darle una imagen andrógina. No obstante a través de todo esto se convierte, sin dudas, a los más jóvenes en los héroes absolutos de la trama, quienes vienen a ser la esperanza como una generación llena de ideales, en medio de un mundo donde los adultos son los responsables de llevar al planeta casi a la perdición. De este modo muchos de los mayores o bien son presentados como amenazantes o como personas preocupadas solo de su propio placer, mientras que son los menores quienes logran en realidad entender al siempre niño James Halliday, al darse cuenta de que hay un enemigo en común y que la lucha por conseguir el preciado Huevo de Pascua, en realidad consiste en obtener un mundo mejor para todos.
Siguiendo con esta nueva oportunidad que representan los jóvenes, que no liderados, pero sí que acompañan a Wade en sus hazañas, esta adaptación hace hincapié en la necesidad de trabajar unidos para conseguir un bien común. Es así que Samantha Cook/Art3mis acá, a diferencia del libro, comanda todo un equipo que con ella busca derrotar a los malvados de IOI, quien luego decide aunar fuerzas con Wade y otros más para lograr todo esto. En cambio los de la nombrada organización, ni con todos sus millones y empleados, pueden tener triunfos de peso, porque es solo considerando al otro como a un par que las victorias valen la pena. De este modo, la cinta, mucho más que el libro, dentro de las virtudes que ensalza se encuentra la amistad, que junto a la solidaridad, el honor y la lealtad son los pilares para conseguir una vida plena, en medio de una sociedad corrompida por la apatía y la desesperanza.
Fui a ver esta película junta a tres queridos amigos, Marlo, Luciano y Moncho. Los dos últimos leyeron y gozaron la novela como yo y si bien nos dimos cuenta de los cambios que hicieron en el traslado a la pantalla grande de sus páginas, quedamos más que satisfechos; puesto que había mucho de ellas y entre los nuevos agregados, todo iba en consonancia con el sentido del texto mismo. Aparecen un montón de personajes ficticios y obras tributadas por Ernest Cline. No obstante prefiero darle la oportunidad a cada uno de descubrir cuáles aparecen en el filme, siendo que de seguro habrá que volver a verla y repetírsela, para encontrar otros caracteres que en un principio se le escaparon a uno.
Reconozcan los afiches famosos que tributan estos otros.
Hace rato que dejé de ser un fan de los videojuegos, pero reconocí varios dentro de los que salen en Ready Player One, que hasta mis primeros años de universidad ocupé muchas horas obsesionado, hasta altas horas de la noche frente a una consola...Eso sí, sigo amando al séptimo arte y por esa misma razón cuando los protagonistas entraron a la reproducción de una de mis cintas favoritas, fue cuando creí volverme loco de alegría ¿De qué título estamos hablando? Pues de nada menos que de El Resplandor, la adaptación de la novela homónima de Stephen King, que Stanley Kubrick hizo a principios de los ochenta y que tanto ha dado para hablar entre sus incondicionales, ya sea de esta obra misma, como de los de Kubrick, los de King y los cinéfilos en general. En el libro esto sucede con otra película de esa época, aunque la elección en el cambio fue más que ingeniosa, gracias a toda la adrenalina que implicó la recreación de los horrores del malogrado Hotel Overlook. Asimismo, hay una carga de terror entre medio, mezclada con el humor bastante presente en Ready Player One, que por mi parte me ha llevado a preguntarme si llevo al cine o no a mi sobrinito Amilcar a verla o espero un tiempo más (cuando le salga pelo en el pecho como bien me gusta decirle).
Ver el largometraje que hoy nos reúne es toda una delicia para los sentidos, en especial con sus cuidados diseños, entre los avatares que usan sus protagonistas y que sin dudas representan cómo son en la vida real; también por el uso de “marcas registradas” y los distintos mundos y escenarios que aparecen. Las escenas de persecución en la realidad virtual y en el mundo real, también ayudan harto a sumirse dentro de todo esto, que las pruebas por las que deben pasar los personajes son dignas de las grandes historias, que encontramos en los clásicos antiguos y modernos. Y con todo esto en el menú para degustar sin culpa, como todo un ñoño de corazón, se encuentra la importante presencia de un acompañamiento musical adecuado. Es cierto que acá hay varias canciones ochenteras y de otros periodos, bastante famosas, pero un filme como este no puede dejar de tener una banda sonora incidental adecuada. Al respecto, quienes manejamos el cine de Steven Spielberg, sabemos desde hace rato que en materia de “música para películas”, este ha trabajado en más del 90% de su filmografía con John Williams y sin embargo Ready Player One es una de las excepciones en la carrera de ambos. La verdad es que considero que haya sido Alan Silvestri el encargado de llevar a cabo esta labor y no su colega, algo mucho más aceptable para este caso, ya que no solo está el destacado detalle de que fue este quien realizó el soundtrack de la recordada trilogía de Volver al Futuro, homenajeada por el auto que usa Wade como Parzival en OASIS, el mismísimo DeLorean, así como la escena del llamado “Cubo Zemeckis” y el uso de parte de la misma banda sonora de Silvestri para la primera de estas cintas; pues el músico también fue el responsable de muchas de las películas, que forman parte del ideario pop del cine ochentero.
Esta película puede ser disfrutada por toda la familia y posee un público diverso, que como ya habrá quedado claro, llega a la gente teniendo en cuenta sus diversos intereses. Es digna de verla más de una vez, que de seguro más de un detalle se nos escapa en una primera impresión; así que con tanta repetición y recomendaciones ya es todo un éxito, como también un futuro clásico del cine de ciencia ficción, que no deja de abordar los grandes temas de la vida.
Uno de los trailers.